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Publicado el 29/07/2013 por Centro de Recursos de Promoción y Educación para la Salud Escuela Andaluza de Salud Pública.
Consejería de Salud y Bienestar Social. Junta de Andalucía
Las posteriores Conferencias Mundiales, celebradas en Adelaida (1988), Sundsvall (1991), Jakarta
(1997), Ciudad de México, Bangkok (2005) y Nairobi (2009), han promovido un marco de actuación
basado en la elaboración de políticas públicas saludables, la creación de ambientes favorecedores de la
salud, el desarrollo de habilidades personales, el refuerzo de la acción comunitaria y la reorientación
de los servicios hacia la salud.
Años más tarde, la Conferencia de Sundswall (1991) permitió identificar numerosos ejemplos y
planteamientos para crear ambientes favorables a la salud que pudieran ser utilizados por los
responsables políticos, los encargados de las decisiones y los activistas comunitarios en los sectores de
la salud y el medio ambiente. La finalidad era que, “el ambiente –el ambiente físico, el ambiente
socioeconómico y el ambiente político- apoye a la salud en lugar de dañarla.”
La Cuarta Conferencia Mundial sobre Promoción de la Salud, celebrada en Yakarta, Indonesia en 1997,
examinó la repercusión hasta el momento de la Carta de Ottawa e incorporó a nuevos actores con el
fin de afrontar los retos mundiales. Fue la primera de las Conferencias Mundiales sobre Promoción de
la Salud que se celebró en un país en desarrollo y la primera que incluyó al sector privado de una
manera activa. Las pruebas presentadas en la conferencia y las experiencias del decenio anterior
indicaron que las estrategias de promoción de la salud contribuyen por igual a la mejora de la salud y la
prevención de las enfermedades en los países desarrollados y en desarrollo.
Estos resultados ayudaron a renovar el compromiso con las estrategias claves y llevaron a un mayor
refinamiento de los enfoques para asegurar su pertinencia. La Declaración de Yakarta sobre la
Adaptación de la Promoción de la Salud al siglo XXI identificó cinco prioridades:
1. Promover la responsabilidad social por la salud.
2. Aumentar las inversiones en el desarrollo de la salud.
3. Consolidar y ampliar las alianzas estratégicas en pro de la salud.
4. Ampliar la capacidad de las comunidades y empoderar al individuo.
5. Consolidar la infraestructura necesaria para la promoción de la salud.
Posteriormente, la Declaración de México (2000) estableció un compromiso para posicionar a la
promoción de la salud como una estrategia fundamental en la agenda política y de desarrollo de los
países, compromiso reafirmado en la Carta de Bangkok en 2005, donde se establecen las medidas,
compromisos y promesas necesarias para abordar los factores determinantes de la salud en un mundo
globalizado. Así mismo, la Carta de Bangkok insta a todas las partes interesadas a unirse en una alianza
mundial de promoción de la salud, que impulse compromisos y medidas a nivel mundial y local.
La conferencia planteaba entre sus objetivos el impulsar nuevos enfoques y capacidades de apoyo a la
estrategia STP y avanzar con ello en la implementación de las recomendaciones de la Comisión de los
Determinantes Sociales de la Salud de la OMS. La Declaración de Helsinki sobre STP hace un
llamamiento a los gobiernos para que incorporen la salud y la equidad en salud en sus agendas y
avancen estructuras, recursos y capacidad institucional de apoyo a la estrategia.