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RESEÑA DEL ESCUDO

1.- En la parte superior, una banda en sable (negro), que significa


disciplina y honestidad, tiene el mote o leyenda Nihil Intenta-
tum: "Nada que no se Intente".
2.- Como blasones el cuartel central, coloreado de gule (rojo), for-
taleza y osadía, evoca junto con la banda negra los colores del
poncho gaucho y la tradición salteña.
3.- Otros dos cuarteles laterales el azur (azul), significan verdad y
belleza.
4.- Al centro, JHS o anagrama de Jesús...
5.- ... con una paloma plateada que baja desde lo alto...
6.- ... portando en su pico un compás de oro como símbolo de sa-
biduría.
7.- A la izquierda, la estrella del sol del escudo de la Provincia de
Salta.
8.- A la derecha, un castillo de oro, en recuerdo de Ávila, cuna de
la patrona de la Universidad, Santa Teresa de Jesús.
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ÍNDICE

Planificación ............................................................................................................................................ 6

Descripción histórica del surgimiento de la Filosofía, la Ciencia y la Epistemología ............................... 8


Tipos de conocimiento: natural, científico y filosófico ........................................................................... 12
La actividad científica como saber explicativo o de fundamentos ......................................................... 15
Concepto de Ciencia. Objeto y métodos de las ciencias ...................................................................... 16
Ciencia, filosofía y sabiduría. Clasificación de las ciencias .................................................................. 18
Concepto de Epistemología ................................................................................................................. 20
Metodología de la ciencia .................................................................................................................... 21
El surgimiento del positivismo. El Círculo de Viena .............................................................................. 24
El falsacionismo como criterio de demarcación científica: Karl Popper ................................................ 27
Paradigmas y rupturas: Thomas Kuhn ................................................................................................. 30
La metodología de los programas de investigación: Imre Lakatos ....................................................... 34
El rompimiento de toda regla epistemológica: Paul Feyerabend .......................................................... 35
Lecturas complementarias ................................................................................................................... 39
El programa fuerte en sociología del conocimiento científico ............................................................... 47
El programa empírico del relativismo ................................................................................................... 49
La etnometodología y el programa constructivista ............................................................................... 49
Verdad y objetividad en las ciencias .................................................................................................... 52
Factores convencionales en la ciencia ................................................................................................. 52
Dimensiones de la verdad científica: verdad sintáctica, pragmática y referencial ................................. 53
El realismo científico ............................................................................................................................ 55
Ciencia e ideología .............................................................................................................................. 56
Ciencia y filosofía ................................................................................................................................. 56
Dimensiones éticas de la ciencia ......................................................................................................... 57
Bibliografía ........................................................................................................................................... 60
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CURRICULUM VITAE
5

REFERENCIAS

Actividad no obligatoria.

Actividad obligatoria.

Atención.

Audio.

Bibliografía.

Página web. Internet.

Video.
6

PLANIFICACIÓN

AÑO LECTIVO
2017

PROGRAMA DE CÁTEDRA MODALIDAD NO PRESENCIAL


UNIDAD ACADÉMICA: ESCUELA DE EDUCACIÓN Y PERFECCIONAMIENTO DOCENTE

CARRERA: LICENCIATURA EN GESTIÓN EDUCATIVA

CÁTEDRA: Pensamiento Científico

AÑO: 1º RÉGIMEN: 1º Sesmetre

EQUIPO DOCENTE

PROFESOR

Prof. Jorge López

FUNDAMENTACIÓN

OBJETIVOS

CONTENIDOS

EVALUACIÓN
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BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
LUGAR Y AÑO
AUTOR TITULO EDITORIAL
DE EDICIÓN

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
LUGAR Y ANO
AUTOR TITULO EDITORIAL
DE EDICIÓN
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DESCRIPCIÓN HISTÓRICA DEL SURGIMIENTO DE LA FILO-


SOFÍA, LA CIENCIA Y LA EPISTEMOLOGÍA
La gnoseología del conocer científico consiste en la investigación crítica sobre la La Epistemología
ciencia como conocer humano. Es una parte de la Gnoseología general, llamada es el estudio de
Epistemología. Considerando que la ciencia, además de un contenido, es una forma las estructuras
mental, la gnoseología del conocer científico o epistemología puede definirse como el lógico-científicas
estudio de las estructuras lógico-científicas del conocer científico, o de otra manera, de la ciencia.
es la investigación crítica sobre la forma (no sobre el contenido) de la ciencia.

La Epistemología es una reflexión crítica sobre la ciencia, y es la ciencia en su


desarrollo la que determina la progresiva configuración histórica de la Epistemolo-
gía.

Platón admitía el dualismo entre ciencia (επιστεμε) y opinión (δοξα). Pero por cien-
cia entendía el conocimiento de la idea, y por opinión el conocimiento de la cosa. La
ciencia era autorrevelación del mundo ideal. El saber científico es exclusivamente
filosófico.

Aristóteles no se encierra en el dualismo platónico y admite una ciencia del ser


físico, del ser matemático y del ser inmaterial. La cosa es objeto de ciencia porque
en ella reside inmanentemente la idea, la doxa se solidifica con la episteme, y por lo
tanto, si la ciencia es la explicación de la idea, también puede haber una ciencia de
la cosa, como realidad física. La ciencia sigue siendo filosofía, pero una filosofía
que se articula como física, metafísica y matemática.

El pensamiento medieval se encerró en la concepción unívoca aristotélica, y San-


to Tomás de Aquino (1224-1274) la sigue totalmente. Esta concepción unívoca de
la ciencia estaba mezclada con ciertos elementos del conocer teológico.

Por eso el averroísmo pidiese una separación absoluta entre el conocer científico
natural y el conocer por fe. En medio iba formándose una corriente autónoma (con
Abelardo) para el saber científico. Se distinguía (además de ese autonomismo)
entre ciencia y filosofía, y ya se atendía a la experiencia. La revolución nominalista
ayudó a la ciencia, en el sentido de que esta corriente concentraba toda su atención
en el singular concreto.

La síntesis de la que nacerá la Epistemología moderna, es obra de Galileo.

En este nacer vigoroso de la Epistemología hubo momentos de confusión y peligro


con la pseudociencia (siglos XV-XVI), como lo demuestran los nombres de Agripa,
Paracelso, Cardano, etc., y las especialidades de la época: la alquimia, la magia,
la astrología, la iatroquimia, etc.

Con Galileo entra la ciencia y la epistemología en su camino moderno; con él queda


la ciencia estructurada en su realidad y en su concepto, nace la ciencia moderna
como realidad propia y autónoma, separada de toda filosofía que, a su vez, tiene su
método propio, distinto del de la ciencia.

La ciencia era ya el saber de los fenómenos, y las leyes de esos fenómenos son el
objeto de la ciencia y no la esencia de las cosas. Las leyes la relación constante
entre dos fenómenos, y esa relación se puede expresar numéricamente. En el con-
cepto moderno de la ciencia, la matemática es esencial; tanto que sin matemática
no hay ciencia. La relación ciencia-filosofía quedaba establecida por la cualidad y la
cantidad: la filosofía es investigación cualitativa, la ciencia lo es cuantitativa; lo real
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siempre se presenta como lo mensurable. Esta concepción del saber científico exi-
ge un tipo específico de conocimiento distinto del saber filosófico-matemático. El
saber científico se funda en el método experimental, que Galileo articuló metodoló-
gicamente en la observación, la hipótesis y la verificación.

En esta época, hay que considerar la presencia de Bacon, quien sostenía una pos-
tura distinta a la de Galileo. El método baconiano es la inducción, reducida a una
serie de observaciones ordenadas según los criterios de presencia, ausencia y va-
riaciones. La inducción baconiana es la oposición radical a la deducción aristotélica,
considerada como totalmente inútil para los problemas físicos.

En los siglos XVII y XVIII se dieron graves oscilaciones en la concepción de la Epis-


temología.

El cartesianismo (pensamiento desarrollado por el pensamiento del francés Rena-


to Descartes, 1596-1650) se inclinó hacia la filosofía como la ciencia única; la física
es parte de la filosofía. En esta orientación el racionalismo no admitía la naturaleza
científica de la experiencia, porque exigía para el saber científico la rigurosidad y
exactitud de la deducción metafísica.

El empirismo, pensamiento que sostenía que el único modo de conocimiento es el


sensorial, por el contrario, se sumergía en una experiencia privada de significación
racional y de conexiones necesarias. El saber científico quedaba reducido a duda;
el inglés David Hume ya no admitía la experiencia como camino para la ciencia-
saber.

Surgen dos posturas: los científicos y los filosóficos. Desde fines del siglo XVIII son
los científicos los que se encargan directamente de la Epistemología, ateniéndose
con sumo rigor al equilibrio experiencia-razón. El modelo de este momento es New-
ton, con su concepción de la ciencia.

Surge el alemán Immanuel Kant (1724-1804), y la epistemología sufre un cambio


profundo, como consecuencia de su gnoseología. La ciencia queda reducida a la
subjetividad kantiana.

Reviven las posiciones positivistas, con la afirmación de que el único saber es el


científico y lo único cognoscible es lo positivo. Ya no se mantenía el equilibrio, sino
que la filosofía queda condenada. Es sólo la ciencia la que agota la cognoscibilidad
del universo.

Bajo este concepto surge la mentalidad contemporánea, en la que la experiencia ya


no sirve al proclamarse la indeterminación de las leyes. Ya no hay dimensión meta-
física, pero la epistemología positivística es una concepción de la ley puramente
mecánica determinista. Tampoco se puede hablar de leyes en el sentido tradicional,
aún dentro del positivismo.

En estos momentos se tiene que hablar de anarquismo gnoseológico, distintos pen-


sadores admiten distintas formas de concebir y llevar a cabo la ciencia. El positi-
vismo lógico considera a la ciencia como una construcción coherente de grupos
de postulados, concebidos como puros decretos de la razón. La ciencia no será otra
cosa que una construcción arbitraria de puros signos del lenguaje sin relación con
nada. Es la dirección seguida con el neo-empirismo, en el que queda anulado el
concepto de ciencia al reducirla a pura forma del lenguaje, sin relación objetiva al-
guna.
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En la actualidad, a pesar de que la ciencia y lo científico lo llenan todo, se da una


distorsión total epistemológica, cuyo fenómeno más visible es la especialización
(denominada por Ortega y Gasset como moderna barbarie).

Se admite que en la actualidad de nuestra era tecnicista no surgen mentalidades


eminentes que abarquen la enciclopedia del conocimiento y provean a la cultura de
una estructura y un sentido orgánico, pero nace la especialización, de la que se
afirma que está conduciendo al mundo a un estado de descomposición cultural.
Cada uno entiende lo suyo, y, por consiguiente, nadie entiende nada, ya que el co-
nocimiento aislado, desarticulado de la filosofía y de los otros conocimientos, se
reduce a una simple técnica empírica.
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ACTIVIDAD Nº 1
a.- Elaborar una línea del tiempo ubicando en ella las distintas concepciones de
ciencia que se fueron sucediendo históricamente junto a sus principales pensa-
dores o propulsores.
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TIPOS DE CONOCIMIENTO:
NATURAL, CIENTÍFICO Y FILOSÓFICO
El conocimiento, a raíz de que puede abordar la realidad desde diferentes perspec-
tivas, puede ser clasificado de múltiples maneras. Éstas son:

El conocimiento natural: es el que se adquiere en forma espontánea e informal.


Es imprescindible para la supervivencia humana en el medio natural y social, y se
constituye sobre prácticas muy básicas que pasan a formar el llamado "sentido co-
mún". El lenguaje natural es su vía de expresión y de transmisión.

En el ámbito físico permite organizar el espacio con sus relaciones de equilibrio,


formas, pesos y volúmenes. Se aprende a calcular distancias, movimientos, veloci-
dades y a conocer el propio cuerpo y el entorno. En el orden social, se interpreta a
los semejantes, se comparten actividades con otras personas en múltiples situacio-
nes, tanto en lo familiar como en lo laboral.

Esta compleja trama de conocimientos espontáneos constituye la base de todo otro


tipo de conocimiento, son la base de las experiencias básicas a partir de las cuales
se adquieren habilidades, se piensa, se compara, se formula preguntas, se estable-
cen regularidades y se distinguen valores.

Se trata de un campo muy rico de la experiencia humana que se adquiere infor-


malmente, está moldeada por las disposiciones biológicas y por el orden social y
cultural. Permiten una enorme economía de pensamiento y esfuerzo, pero son tam-
bién sustento de prejuicios e ideologías. Muchas veces estos conocimientos espon-
táneos obstaculizan el conocimiento científico debido a que generan estereotipos,
modelos y expectativas que es difícil abandonar cuando la realidad demanda una
revisión crítica de las creencias y la búsqueda de conocimientos mejor fundados.

Hay una serie de distorsiones sistemáticas en las creencias ordinarias tales como
relacionar causalmente dos fenómenos por el mero hecho de que se suceden en el
tiempo, confundir el lenguaje con la realidad y cometer la falacia naturalista que no
discrimina lo que es de lo que debe ser. Al respecto Francis Bacon (filósofo inglés,
1561 a 1626) en su "Novum Organum" plantea cuatro tipos de "idola" o cuatro tipos
de errores o distorsiones recurrentes. Según este autor, los idola mencionados son
los siguientes:

1.- Idola tribu: comunes a todos los seres humanos, llevan a suponer, por ejemplo,
que hay más orden y regularidad en la naturaleza que la que realmente existe,
o a aferrarnos a creencias aceptadas, o creer que es real aquello que desea-
mos. Por ejemplo, aquella creencia que el fin del mundo iba a suceder en el
2000.
2.- Idola specus: distorsiones que tienen que ver con las características individua-
les, fruto de las condiciones biológicas, mentales y de la educación recibida.
Por ejemplo, la firme creencia en el poder efectivo de las cadenas de oración y
sus consecuencias, en caso de no cumplirlas.
3.- Idola fori: las distorsiones del lenguaje y de la comunicación, que llevan a con-
fundir la existencia de un término con la realidad referida a ese término. Por
ejemplo, que en Julio del 2006 se acabará la recesión.
4.- Idola theatri: errores que provienen de la herencia filosófica y que llevan a
adoptar ciertas ideas en forma dogmática. Por ejemplo, al hablar de las bonda-
des del neoliberalismo, como doctrina económica que salvará una nación.
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En cuanto a la integración del conocimiento científico con el natural, hay distintos


modos de concebirla. Algunos sostienen la completa continuidad entre una y otra
forma de conocer, otros en cambio marcan radicales diferencias. Una solución per-
mite reconocer coincidencias y continuidades así como diferencias y discontinuida-
des.

Mientras que el conocimiento natural tiende a ser rígido y responde a estereotipos,


Conocimiento
el conocimiento científico es crítico. Muchas de las creencias ordinarias se ven coti- natural: rígido y
dianamente refutadas y cierta cerrazón, ligado a veces a prejuicios y a economías responde a
de esfuerzos de interpretación o explicación no responden a las discrepancias que estereotipos.
surgen.

El conocimiento científico: es una modalidad de conocimiento cuyos orígenes se Conocimiento


remontan a la antigüedad del siglo VI a.C. con las matemáticas de Thales y Pitágo- científico: crítico
ras, la física y biología de los jónicos, la historia de Herodoto y Tucídides. Un flore- y racional.
cimiento importante ocurrió en el denominado período helenístico, en la Alejandría
de los siglos III a.C. a III d.C. que permitió la confluencia del pensamiento especula-
tivo y teórico de los griegos con los conocimientos prácticos de otras culturas como
la egipcia. Tuvo grandes figuras como Arquímides, Euclides, Herón en física y en
matemáticas y destacados biólogos y astrónomos.

Pero la ciencia moderna surge con figuras tan significativas como Galileo y Torrice-
lli, en el siglo XVII. Su característica principal fue la confluencia del pensamiento
teórico con la observación y experimentación empírica.

Se puede caracterizar a la ciencia, de manera muy general, por algunos rasgos


compartidos por las distintas disciplinas científicas, y que constituyen valores o
ideas regulativas.

Lo que caracteriza a la ciencia es la búsqueda de la verdad, esto significa que cual-


quier otro fin estará subordinado a este fin principal que es el acceso al conocimien-
to.

Es también un conocimiento racional, en el sentido de que debe ser coherente y


fundado en razones, es decir, sostenido argumentativamente. Pretende además ser
un saber crítico, rasgo que lo diferencia del conocimiento natural (que a veces es
poco crítico).

Se caracteriza también por la sistematicidad, que hace que la ciencia no sea nunca
la suma de conocimientos aislados, sino que busca su integración en distintos sis-
temas y estructuras complejas, lógicamente articuladas.

Es además un saber que intenta ser preciso. Logra esa precisión utilizando un len-
guaje técnico, con significados menos ambiguos que los del lenguaje natural, y por
otro lado mediante el empleo de herramientas formales, traduciendo sus hipótesis a
ecuaciones y fórmulas de la lógica y la matemática y distintos recursos simbólicos
como los de la química.

Otro rasgo distintivo es su carácter metódico, en el sentido de que requiere del em-
pleo de determinados procedimientos que gozan de confiabilidad para la obtención
y validación de los conocimientos.

También tiene la propiedad de ser general, dado que la ciencia busca formular le-
yes generales que expresen regularidades, sin perder, en muchos casos, la singula-
ridad.
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A diferencia del conocimiento filosófico, la ciencia acepta la existencia de supuestos


que no se cuestionan acerca de aspectos muy básicos de los objetos de estudio, su
existencia, su continuidad en el tiempo y el mejor de modo de conocerlos.

El conocimiento técnico y tecnológico: La técnica constituye un ámbito de cono-


cimiento que tiene una finalidad práctica, porque pretende actuar sobre la realidad.
Hay técnicas muy variadas y de muy antigua data que recorren las distintas culturas
desde tiempos prehistóricos, tales como la alfarería, el curtido de pieles, la prepara-
ción de alimentos y la agricultura. La tecnología es un tipo especial de técnica,
aquella que adopta la metodología científica y que presupone conocimientos cientí-
ficos.

El discurso técnico y tecnológico es en parte informativo y en parte prescriptivo, ya


que produce reglas para generar cursos de acción. Las acciones que se prescriben
pueden tener tres finalidades, muy conectadas entre sí:

a.- por un lado, se trata de evitar o prevenir determinados hechos,


b.- también se busca modificarlos y controlarlos,
c.- por último se trata de crear determinados productos o artefactos.

Por ejemplo, una técnica preventiva sería la que utiliza la agrotecnia para evitar la
degradación de los suelos o en medicina las estrategias para evitar la propagación
de una enfermedad o de una epidemia. En cuanto a técnicas de control y modifica-
ción, pueden citarse las de dragado de ríos para controlar su cauce, o reglas de
política económica para disminuir el desempleo. La ingeniería civil y electrónica
ejemplifican las técnicas de producción de artefactos.

La importancia de la tecnología en nuestra cultura y en el desarrollo del conocimien- La Tecnología


to son bien conocidas. El poder que este conocimiento ha generado y la cultura produjo grandes
tecnológica que se ha instalado en las últimas décadas es tema de permanente cambios sociales.
reflexión. Los cambios sociales que la tecnología es capaz de generar son debati-
dos desde diferentes perspectivas y modelos políticos.

El conocimiento filosófico: La filosofía produce un conocimiento de difícil delimita-


ción dado el amplio campo de problemas que abarca y la diversidad de modalidades
y criterios que se han desarrollado a través de su historia. Pretende ser un saber ge-
neral, que fundamenta y evalúa los distintos productos y actividades humanas.

Gran parte de los conocimientos filosóficos son conocimientos de segundo nivel o


metateóricos: aquellos que no tratan problemas relativos a un campo determinado
de la realidad, sino que se ocupan de problemas acerca del conocimiento. Todo lo
que se refiere a la verdad de una teoría, su fundamentación teórica y empírica, su
coherencia, su estructura, su poder explicativo y predictivo es siempre metateórico.

Ciertas temáticas son también teóricas, sólo que de un amplio grado de generalidad
y abstracción, como la antropología filosófica, la metafísica y algunos desarrollos de
la ética normativa. Son muchas las disciplinas que integran la filosofía y aunque
muchas veces se identificó a la epistemología con la filosofía de la ciencia, pero en
sentido estricto, la epistemología sólo toma los problemas relativos al conocimiento,
mientras la filosofía de la ciencia incluye otras cuestiones, como las ontológicas y
las éticas. Del mismo modo que las ciencias, las disciplinas filosóficas han cambia-
do a lo largo de la historia, fusionándose algunas veces y bifurcándose otras. En
algunos casos, ciertas disciplinas que en el pasado integraban la filosofía fueron
convirtiéndose en ciencias. Tal es el caso de la lógica, que desde sus orígenes,
con la obra de Aristóteles, hasta finales del siglo pasado fue parte de la filosofía,
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para terminar en la actualidad constituyendo una ciencia formal, muy cercana en


métodos y contenidos a la matemática.

Si bien la filosofía pretende configurar sistemas de conocimiento que en tanto tales


estén formados por enunciados verdaderos y fundados, su metodología difiere de
las ciencias. Por un lado, no se requieren procedimientos de contrastación de las
afirmaciones con la información empírica, y por otro lado no hay un conjunto unifi-
cado de procedimientos que constituyan la metodología filosófica. Entre las metodo-
logías utilizadas se pueden mencionar la deducción, el análisis conceptual, la intui-
ción y la analogía.

LA ACTIVIDAD CIENTÍFICA
COMO SABER EXPLICATIVO O DE FUNDAMENTOS
La ciencia se encuentra en continuidad con la búsqueda de conocimiento en la vida
ordinaria. En los dos ámbitos (el ordinario y el científico) el hombre plantea proble-
mas y se busca la forma de resolverlos mediante el esfuerzo intelectual, buscando
explicaciones que permitan comprender por qué suceden las cosas. La diferencia
radica en que la vida ordinaria, esa búsqueda puede ser más o menos consciente;
mientras que en la ciencia se trata de una búsqueda no sólo consciente, sino siste-
mática.

Por tanto, la ciencia incluye los siguientes aspectos: primero, la búsqueda de expli- La ciencia se
caciones que permitan resolver problemas; y, en segundo lugar, el carácter siste- encuentra en
mático de esa búsqueda. A estas dos características se le podría sumar una terce- continuidad con
ra, que es el rigor, de tal manera que las explicaciones se someten a pruebas que la búsqueda de
conocimiento de
permitan comprobar su validez. la vida ordinaria.

El ideal clásico de la ciencia suele expresarse como un conocimiento cierto por las
causas (esta es la visión aristotélica y luego tomista). Se debe tener en cuenta en
este concepto que en la actualidad hay objetos de estudio que presentan un alto
grado de contingencia (por ejemplo, en su variabilidad, en su mutabilidad) que difi-
cultan la afirmación de que sea un conocimiento cierto. Por ejemplo, en el plano de
la astronomía se fueron cambiando los modelos de universo; en el plano de lo hu-
mano, intervendrá la libertad la cual hace que para estudiar la conducta humana
habrá que tener en cuenta esa característica variable (la libertad) y ello hace que le
otorgue a la investigación un cierto grado de dificultad, al buscar la certeza en lo
que es cambiante.

Se dice también que la ciencia busca explicaciones universales y necesarias. Uni- La ciencia
versales en el sentido de que en la medida en que se encuentre respuestas a las busca
cosas que se estudia y éstas se apliquen al resto de los objetos similares, esa ex- explicaciones
plicación será cada vez más general, pues permitirá explicar a mayor cantidad de universales y
necesarias.
objetos. Es decir, una explicación universal posee máxima generalidad. Esta carac-
terística debe contrastarse con lo dicho líneas arriba (acerca de la certeza de los
conocimientos) pues mientras más amplitud o generalidad se busque, más difícil es
lograr la certeza. De la misma manera cuando se pretende buscar lo necesario en
el conocimiento. Esto significa que lo que se diga, necesariamente será válido para
todos. Pero, si resulta dificultoso establecer la certeza de manera universal, obvia-
mente esa explicación necesaria de tal o cual fenómeno de la naturaleza, compor-
tamiento animal o conducta humana, también será difícil precisar su necesidad.

Cuando se hace referencia a buscar explicaciones y causas significa decir que se


busca los fundamentos de lo que se intenta explicar. Esta idea (que viene desde
Aristóteles) es discutida en cierto modo por la epistemología contemporánea, la
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cual insiste mucho en la provisionalidad de los logros científicos, de tal modo que
no parece quedar lugar para el concepto de fundamentación. Hablar de fundamen-
tación significa sostener que se buscará los fundamentos o basamentos del saber;
esto implica sostener que a pesar de todas las dificultades, es posible lograr la cer-
teza en el conocimiento (aunque sea transitoria) y obtener en determinado momen-
to explicaciones auténticas de los múltiples seres que pueblan la naturaleza. Estos
basamentos significan pensar en que se puede encontrar una verdad última de to-
das las cosas.

Cuando se habla de la actividad científica, se hace referencia a que ésta es una


actividad humana. Se trata del conocimiento que el hombre desarrolla en función de
lo que aprehende de las cosas que le rodean, se trata de ciencia humana (para
distinguir a la ciencia divina, cuyo objeto es Dios). Esta ciencia humana se encuen-
tra afectada por los límites de los objetos que pretendemos conocer (muchas veces
esos objetos son difíciles de ser conocidos -por ejemplo, pretender establecer dón-
de está el límite del universo, pretender establecer con absoluta certeza la cantidad
de células que forma al hombre, etc.-) como así también por la limitación de las
capacidades cognoscitivas humanas. Por ello, se puede afirmar que la ciencia sea
limitada.

CONCEPTO DE CIENCIA.
OBJETO Y MÉTODOS DE LAS CIENCIAS
La ciencia parte del hecho de que hay que buscar la razón de las cosas, buscar las
causas. De esta manera, la ciencia actual es realista, busca una respuesta real a un
porqué también real; de hecho, la ciencia investiga las razones reales de un siste-
ma. La ciencia, como sistema, es la racionalización de lo real. La ciencia parte de
que las razones de las cosas están en las cosas, y el sabio las arrebata de las co-
sas por medio de la abstracción (Aristóteles).

La ciencia puede definirse:

- Objetivamente: es el conjunto de verdades ciertas y lógicamente enlazadas entre


sí, de manera que formen un sistema coherente; y,
- Subjetivamente: es el conocimiento cierto de las cosas por sus causas o leyes.
Es una cualidad positiva que perfecciona intrínsecamente la inteligencia con rela-
ción a un determinado orden de saber.

Conforme a la definición clásica: "la ciencia es un conocer cierto por las causas", se
agrega, que es un saber-efecto de la evidencia mediata de la demostración, y tiene
por objeto gnoseológico lo universal y lo necesario.

Modernamente se entiende por ciencia un "conocimiento metódico y sistemático",


en otras palabras, ciencia es igual a conocimiento más método.

Estas dos concepciones (la clásica y la moderna) se complementan, ya que la se-


gunda hace extensiva y aplicable a la primera, la hace más inteligible. Según esto,
el método es esencial a la ciencia, y la metodología es la armadura interna del sa-
ber científico; sin ella no puede haber ciencia.

Al decir que la ciencia es una actividad humana, ésta está dirigida hacia unos obje-
tivos determinados. Además, para conseguir esos objetivos se usan determinados
métodos. Y en la aplicación de dichos métodos, se busca conseguir resultados con-
cretos.
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Objetivos de las ciencias: aunque toda ciencia consiste en un cierto tipo de cono-
cimiento, sin embargo, no se debe pensar que los objetivos de todas las ciencias
sean completamente teóricos. Muchas ciencias combinan la búsqueda de conoci-
miento con objetivos o fines prácticos: por ejemplo, en las ciencias naturales se
intenta obtener conocimientos que permitan un dominio controlado de la naturaleza,
y en las ciencias de la educación se busca un conocimiento que permita mejorar la
práctica pedagógica.

Si se tiene en cuenta que en la vida humana teoría y praxis están íntimamente rela- La ciencia tiene
cionadas, de la misma manera, en el plano de las ciencias, éstas tienen objetivos objetivos teóricos
teóricos (búsqueda de conocimiento) y, al mismo tiempo, objetivos prácticos (domi- y prácticos.
nio de la naturaleza, mejora de la actividad humana en el nivel individual o en el
social). El conocimiento es la base para la práctica y los problemas prácticos son un
estímulo para la búsqueda de conocimiento. Esto no significa dejar de pensar que
aún así, hay ciencias con un carácter marcadamente teórico, como otras con un
carácter práctico.

Se debe distinguir en el objeto, el objeto material y el objeto formal.

El objeto material es el tipo de seres que son estudiados por una ciencia, son las
cosas concretas que se estudia, que se investiga; por ejemplo, los cuerpos celestes
en la astronomía, los seres vivos en la biología, el hombre en la antropología, etc.

El objeto formal es el punto de vista bajo el cual se estudia en una determinada


ciencia su objeto material. Es decir, un mismo objeto material puede ser abordado
por diferentes disciplinas, pero de diferentes maneras; por ejemplo, estudiar al
hombre (objeto material), pero la manera como lo haga la teología, la filosofía, la
antropología cultural, la psicología, son totalmente diferentes.

El objeto formal es la perspectiva en la que se sitúa en cada ciencia y, de alguna


manera, es el tipo de recursos que se usa. Por ejemplo, el estudio que realice la
filosofía será por medio de la razón, la teología, además de usar la razón, dispondrá
del contenido de la revelación sobrenatural (el cual es aceptado por la fe), el quími-
co, además de la razón tiene a su disposición una serie de instrumentos que le
ayudarán en su tarea.

Métodos de las ciencias: éstos son los medios que emplean las ciencias para
conseguir sus objetivos. Por tanto, el método se caracteriza en función de sus obje-
tivos. Dada la índole de cada ciencia, considerando lo que cada una de ellas estu-
dia, no todas poseerán el mismo método a aplicar.

El método será entonces el modo cómo se realiza determinada investigación en El método es


función de un objeto determinado. Se tiene que tener en cuenta que un mismo obje- el modo en que
to puede, simultáneamente, ser objeto de estudio de distintas disciplinas (como se realizo una
dijo líneas arriba). Por ejemplo, repitiendo el ejemplo de estudiar al hombre, a éste investigación.
se lo puede abordar desde la antropología filosófica, desde la antropología cultural,
desde la psicología, desde la economía, desde la teología. Todo dependerá de cuál
sea el resultado que se quiere lograr.

Entre los métodos más usuales se pueden mencionar los siguientes:

1.- el método deductivo: metodológicamente sintético, va desde los principios a las


consecuencias concretas, explicando los fenómenos por las causas últimas; su
instrumento inventivo científico es la deducción;
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2.- el método inductivo: metodológicamente analítico, va desde la singularidad expe-


rimental a la universalidad inteligible; su instrumento inventivo es la inducción;
3.- el método de autoridad o método de fe, para las ciencias humanas: en las que
fundamentalmente interviene la voluntad y se presentan en el pasado, y cuyo
punto de apoyo es el testimonio.

Pero también se pueden señalar métodos como la observación simple (la que coti-
dianamente realizamos), la observación mediante el uso de algún instrumento, la
experimentación.

El uso de cada uno de ellos dependerá de la ciencia a la cual se pertenezca, de los


seres que se estudien y de los resultados que se quieran lograr.

CIENCIA, FILOSOFÍA Y SABIDURÍA.


CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS

Ciencia y filosofía tienen la misma raíz, el afán de saber que se extienda más allá
de lo que aparece ante la experiencia ordinaria. Teniendo en cuenta el punto de
vista histórico, van juntas: en la Antigüedad se desarrollaron al mismo tiempo,
mezcladas entre sí y esa íntima vinculación o combinación duró hasta la Edad Me-
dia o Modernidad, período en el cual las distintas ciencias, al irse desprendiendo de
la filosofía, fueron logrando su autonomía.

Ese proceso de diferenciación, que fue acompañado por la especialización existen-


te en todas las áreas del saber, generó que en la actualidad, filosofía y ciencia apa-
rezcan como dos realidades completamente diferentes. Hoy se aplica el concepto
de ciencia a la rama del saber que se ocupa de lo natural y de lo humano (y en ello
lo social). Sin embargo, se debe tener en cuenta que las características generales
de las ciencias están presentes, también, en la filosofía.

El concepto de sabiduría (del latín sapere) implica la capacidad del hombre de gus-
tar por el conocimiento. Es una condición netamente humana que implica el hecho
de buscar las causas más profundas. Al realizar esta tarea conlleva, a su vez, la
capacidad de introducir un orden en el plano del descubrimiento (en este sentido
Aristóteles lo mencionaba claramente al inicio de su obra Metafísica, cuando hace
referencia a que es propio del sabio el ordenar las cosas; es decir, ordenar -
establecer una jerarquía- lo que con la capacidad discursiva de la razón, va descu-
briendo).

De esta manera, se puede tener presente la siguiente clasificación.

- Ciencias sapienciales y particulares: el concepto de sabiduría venido desde Aristó-


teles (el cual está presente en su obra Metafísica) hace referencia a que es propio
del sabio el ordenar las cosas. Aplicado este concepto al plano del saber, consiste
en el orden que se debe dar a las distintas disciplinas, a aquella disciplina que por
su carácter permita delimitar el carácter de las restantes. Las ciencias que no
cumplan esa función se denominan ciencias particulares.
De esta manera se dice que tiene carácter sapiencial la teología en el plano so-
brenatural y la filosofía en el plano natural. La teología estudia a Dios y toda la
realidad y cada una de sus partes a la luz de lo que se sabe de Dios; se ocupa del
sentido último de la vida humana y de toda la creación.
La filosofía lo es en el plano natural, dado que desde la metafísica se estudia al
ser y éste es el sustrato último de todas las cosas. Todas las cosas son seres y
desde el punto de vista de lo universal, la filosofía lo estudia. Por este motivo, pro-
porciona los principios más generales que sirven de fundamento a todas las cien-
19

cias. Cualquier ciencia usará los principios que la filosofía elabora, por ejemplo,
los principios de causalidad, de no contradicción, los tipos de causas, la noción de
verdad y sus tipos, etc.
Las ciencias particulares son muy numerosas y su mismo progreso hace posible
que nazcan otras nuevas, cada vez más especializadas. En la Antigüedad, ciencia
y filosofía formaban un cuerpo común, pero el proceso que condujo a la madura-
ción de la ciencia moderna a partir del siglo XVII ha tenido como consecuencia la
aparición de una cantidad mayor de ciencias y disciplinas particulares, que se ex-
tienden a todos los ámbitos de la naturaleza y de la vida humana. En este caso,
reciben la denominación de particulares pues se ocupan o tienen como objeto de
estudio a una parte de la realidad, a una parte de la naturaleza. No estudian la to-
talidad (como lo hace la filosofía desde un punto de vista abstracto), sino que se
dedican al estudio de un objeto determinado.
- Ciencias experimentales y humanas. Las primeras se centran en el estudio de la
naturaleza buscando conocimientos que puedan ser controlados mediante expe-
rimentos. Una característica fundamental que se exige a los experimentos científi-
cos es que sean repetibles, de tal modo que posean una validez intersubjetiva (o
sea, que no dependa de los pareceres u opiniones de quienes lo están realizando)
y permitan conocer aspectos de la naturaleza que, al menos en principio, puedan
repetirse del mismo modo.
Las ciencias experimentales que se desarrollaron en primer lugar fueron la astro-
nomía y la mecánica. Asimismo, desde la antigüedad se estudió la composición
de los cuerpos (por ejemplo, con el arjé de los presocráticos, particularmente con
los átomos de la escuela atomista) la cual dio origen en la edad moderna a la
química moderna.
El estudio científico del ser humano, tanto en sus aspectos individuales como so-
El estudio
ciales, se remonta a la Antigüedad. El ser humano pertenece a la naturaleza y, al científico del
mismo tiempo, la trasciende, debido a sus dimensiones espirituales. El estudio de ser humano
las características humanas (realizadas por la psicología o la filosofía social) ha se remonta a
conducido a importantes avances mucho antes de la revolución científica del siglo la Antigüedad.
XVII. El impacto de esta revolución consistió en haber impulsado el interés por lo-
grar que unas ciencias utilicen el método experimental y consigan de esa manera,
una capacidad predictiva para resolver problemas humanos concretos.
Con esta visión, dentro de las ciencias humanas se pueden distinguir dos grandes
grupos:
- por una parte, las humanidades, que influyen la filosofía, la filología, las ciencias
de la educación, la historia, etc.,
- por otro lado, las ciencias que estudian características específicamente humanas
utilizando, en la medida en que es posible, el método de la ciencia experimental,
como por ejemplo, la psicología empírica, la sociología, etc.

En los tiempos actuales no es infrecuente que se use el concepto de ciencias so-


ciales por el de ciencias humanas.
- Ciencias Empíricas y formales: las empíricas estudian hechos reales, mientras que
Ciencias
las formales, estudian entidades mentales (producto de la construcción mental). Empíricas:
Las ciencias formales son la lógica y las matemáticas. Si bien tienen relación con estudian echos
la realidad, sin embargo, éstas se centran en el estudio de entidades que sólo reales.
existen en la inteligencia humana. La lógica se ocupa de las relaciones de razón:
por ejemplo, la construcción de los argumentos que se ocupan tanto en la ciencia Ciencias
como en el hablar diario. Las matemáticas se ocupan de construcciones que se Formales:
relacionan con las dimensiones cuantitativas. En algunos casos, estas construc- estudian entidades
ciones se originan en la experiencia (se puede apreciar la cantidad de "sillas" que mentales.
hay en el aula y se procede a numerarlas), pero muchas otras se sitúan en un ni-
vel abstracto (por ejemplo, la elaboración de los números imaginarios o los núme-
ros negativos).
20

Las ciencias empíricas son aquellas que tratan sobre los distintos objetos o cosas
que existen en el universo. Ciencias como la biología hasta la astronomía se pue-
den citar en este grupo. Su objeto de estudio es una cosa concreta que existe en
la naturaleza.

CONCEPTO DE EPISTEMOLOGÍA
En la actualidad la gnoseología y la epistemología son las disciplinas que desde la
filosofía se ocupan del problema de cómo conocemos, del origen, las condiciones y
los límites de nuestro conocimiento.

Desde el siglo XVII se denominó "gnoseología" a la disciplina filosófica que se ocu-


pa de los problemas relativos al conocimiento.

En cuanto al término "epistemología", en alguno de sus usos significa lo mismo que


gnoseología o teoría del conocimiento. Pero hay otro uso muy difundido que entien-
de por epistemología algo más restringido, circunscribiendo su temática a todo lo
referido al conocimiento científico. Se trata en este sentido de un subconjunto de
problemas dentro de la gnoseología. Debido a su referencia a la ciencia, su lengua-
je y su metodología se fueron acercando en muchos aspectos a los modos de tra-
bajo científico, sin por eso confundirse con la ciencia, y fue tomando distancia si-
multáneamente del lenguaje filosófico más tradicional. (Algunos autores consideran
que la epistemología forma parte de la denominada "ciencia de la ciencia", autores
como Mario Bunge en su "Epistemología"). Mario Bunge

Ya sea que se la considere como parte de la filosofía o como ciencia de la ciencia,


desde ambas perspectivas resulta ser una disciplina metateórica, puesto que no
refiere a un dominio determinado de la realidad, sino que reflexiona y teoriza sobre
el conocimiento mismo. Un modo generalizado de ver la epistemología, que va
desde Aristóteles hasta el presente, considera centrales las cuestiones relativas a la
estructura interna de las teorías. Se analizan los aspectos lógicos y semánticos de
los conceptos y enunciados científicos, se estudia también la vinculación de las
teorías con sus referentes, empíricos o no, y las relaciones entre distintas teorías.
En algunas orientaciones contemporáneas se han puesto especial énfasis en cues-
tiones relativas a las prácticas científicas y a su contexto, en los aspectos psicológi-
cos, sociológicos e históricos. Temas como ciencia y sociedad, ciencia y política,
ciencia e ideología, reflejan este tipo de interés.

También han aparecido propuestas que intentan fundamentar la reflexión acerca


del conocimiento en general y de las ciencias en particular desde las ciencias exis-
tentes. Se ha llamado esta orientación "epistemología naturalizada". Bajo esta
perspectiva la epistemología pierde su carácter metateórico, y se borran las dife-
rencias entre ciencia y filosofía. En muchos casos esta reflexión acerca del conoci-
miento se realiza desde una teoría determinada, sobre todo desde aquellas que
poseen amplio alcance explicativo. Tal es el caso de algunas teorías psicológicas,
otras biológicas y de ciertas teorías sociales, como por ejemplo la psicología piage-
tiana, teorías cognitivas y algunas versiones del psicoanálisis y del marxismo. En
estos casos los problemas epistemológicos no son reconocidos como cuestiones
meta-científicas, sino que se los intenta subsumir bajo el alcance de una teoría de-
terminada que explicaría todo conocimiento con sus propias categorías e hipótesis.
21

METODOLOGÍA DE LA CIENCIA
La metodología de la ciencia puede considerarse como un subconjunto de proble-
mas dentro de la epistemología, ocupada de evaluar los procedimientos utilizados
por la ciencia y, en su función normativa, prescribiendo los procedimientos que se
consideren más conducentes y confiables. En un nivel de especificidad mayor den-
tro de la metodología están las técnicas de investigación, que analizan y discuten
los procedimientos particulares de la búsqueda y procesamiento de conocimientos,
como la confección de encuestas, el diseño de experimentos o las técnicas de
muestreo.
22

ACTIVIDAD Nº 2
a.- Elaborar un mapa conceptual exponiendo los distintos tipos de conocimiento
b.- Conforme a lo expuesto sobre el objeto material y formal y de acuerdo a la dis-
ciplina o ciencia en la cual te has formado:
1.- describir cuál es el objeto formal de tu disciplina o profesión.
2.- tu disciplina o profesión, ¿tiene un objeto material (es decir común) con
otras ciencias? ¿cuáles son esas ciencias?

c.- De acuerdo a los métodos descriptos, ¿cuál es el que se adecua a tu discipli-


na? ¿por qué?
d.- En la clasificación de las ciencias que se desarrolla, ¿en cuál de estos tipos de
ciencia ubicas a tu profesión? ¿por qué?
23

Bibliografía
Para acceder a una profundización de la problemática del nacimiento de la ciencia
moderna, leeremos:

- Antiseri, Dario - Reale, Giovanni - Historia del conocimiento científico y filosófico -


Tomos I, II y III - Editorial Herder.
24

EL SURGIMIENTO DEL POSITIVISMO. EL CÍRCULO DE VIENA


El término "positivismo" encierra una pluralidad de significaciones las cuales pue-
den ser encontradas en el ámbito del derecho, de la literatura. Es decir, no es pa-
trimonio exclusivo del ámbito filosófico.

Este término aplicado a las ciencias (y en particular a las ciencias sociales) fue utili-
zado por primera vez por Saint Simón (1760-1825), aunque adquiere la relevancia
que actualmente posee con Augusto Comte (1788-1857, discípulo de Saint Si-
mon). Comte empleaba esta palabra para designar lo real, lo fáctico, lo observable
y cuantificable, en oposición a lo metafísico, lo especulativo.

En su obra Discursos sobre el espíritu positivo, dice Comte:

"...la palabra positivo... considerada en primer término en su acepción más


antigua y más corriente designa lo real, en oposición a lo quimérico. En este
sentido conviene plenamente al nuevo espíritu filosófico, así caracterizado por
su constante consagración a las investigaciones verdaderamente accesibles a
nuestra inteligencia, con exclusión permanente de los impenetrables misterios
de que se ocupaba, sobre todo, en su infancia...".

En su estudio acerca de la historia dividió la humanidad en tres estadios:

- el primero constituido o caracterizado por el teológico, el cual era "superado" o


más bien "ordenado" por la doctrina liberal de la Revolución Francesa,
- el segundo, instituido por la Revolución Francesa es correspondiente al estadio
metafísico, aunque sus consecuencias eran el desorden y la anarquía,
- el tercero, el estadio positivo, constituido por la presencia de la ciencia.

Sostenía que, dado que la organización social estaba regida por un orden que res-
pondía a las leyes naturales, existían por lo tanto desigualdades y subordinaciones
naturales. Así, la libertad consistía en la aceptación racional de las leyes naturales.
En este punto sostenía que la verdadera libertad radica en la aceptación racional de
las leyes naturales, por lo que no hay verdadera libertad de conciencia en astrono-
mía, en física, en química, en filosofía. Por lo tanto, el espíritu científico consistirá
en la búsqueda de estas leyes naturales invariantes a través de la observación de
los hechos.

De tal manera que los elementos centrales del positivismo serán:

- La recurrencia a lo empírico, a lo observable, a los hechos como único origen legí-


timo del conocimiento.
- La creencia de que en el orden social existe una legalidad natural que el hombre
debe descubrir (orden similar al hallado por el científico en el plano de las cien-
cias).
- La metodología usada por el científico en las disciplinas naturales.
- La creencia en el progreso obtenido a través de la razón científica.

Características Generales del Positivismo


1.- Sólo se puede alcanzar aquello que se manifiesta a nuestra experiencia sensi-
ble. No reconocen la distinción metafísica que, desde los griegos se hizo entre
esencia y fenómeno. Sobre este punto, lo esencial no es objeto de conocimien-
to. Defendiendo o sosteniendo esta postura se constituyen en empiristas.
25

2.- Negación de todo valor cognoscitivo a los juicios de valor (éticos y estéticos) y
a los enunciados normativos. Estos enunciados (los normativos) al expresar
órdenes o prohibiciones no afirman ni niegan nada en el sentido de ser verda-
deros o falsos; por eso, no tienen valor cognoscitivo.
3.- Mantienen fe en la unidad del método científico. Es decir, los modos de acceso
al conocimiento son los mismos para todo tipo de saber (fundados en la expe-
riencia), como así también son iguales a los modos a través de los cuales la
experiencia disponible en algún campo específico es elaborada por la reflexión
teórica.

Esta característica genera las siguientes consecuencias:

- Reducción de la razón a la ciencia. El conocimiento científico aparece no sólo co-


mo el exponente más elevado y acabado de la razón humana, sino que se consti-
tuyen en la única racionalidad posible.
- El modelo de todo saber fue durante mucho tiempo la física ya que, entre todas
las disciplinas empíricas, es la que ha elaborado los más valiosos modos de des-
cripción y cuyas explicaciones se extienden a las propiedades y a los fenómenos
más universales dentro de la naturaleza.
- Jerarquía de las diferentes disciplinas científicas. Sus diferencias cualitativas obe-
decen a una cuestión de desarrollo histórico, es decir, aquellas que no hayan al-
canzado el grado de desarrollo de la física, se encontraría en un estadio inferior.
- La característica anterior implicaba, en muchos casos, la posibilidad de reducir las
otras ciencias al modelo de la física o, tendencia a la reducción paulatina a ámbi-
tos de explicación cada vez más unificados y abarcativos (lo cual implicaría la
pérdida de la especificidad propia de las disciplinas).

El Círculo de Viena
A partir de 1924, Moritz Schlick (1882-1936) quien estaba en Viena, encargado de
la cátedra de "Filosofía de las ciencias inductivas", organizó grupos de debates
donde intervinieron importantes matemáticos, filósofos, sociólogos y físicos. Este
grupo que se reunía con el propósito de establecer una "filosofía científica", publicó
en 1929 el Manifiesto del Círculo de Viena, donde explicitaron sus objetivos princi-
pales, que eran, básicamente la constitución de una ciencia unificada que abarcara
todos los conocimientos, con el uso a fondo del análisis lógico de los enunciados
científicos.

La visión del neopositivismo vienés pretende desentenderse de los problemas de la


producción del saber. No se interesa por el origen del conocimiento científico, ya
que ésta será un problema para la sociología, la historia o la psicología, pero no
para determinar la verdad o falsedad de una teoría científica. Se ocupa solamente
de las cuestiones de justificación o validez de las hipótesis a través de dos instan-
cias: el control empírico de sus enunciados de primer nivel y la validez lógica, o sea
la corrección de la estructura deductiva que vincula las hipótesis fundamentales con
los enunciados empíricos.

La objetividad del saber se apoya según estos criterios, sobre dos pilares, la auto- La objetividad
nomía y la neutralidad. La autonomía posibilitaría su comprensión y análisis pleno del saber se
desde sí mismo, es decir, desde el interior del propio discurso científico. Esta auto- apoya sobre
nomía le confiere la segunda característica: la neutralidad, según la cual es posible la autonomía y
la neutralidad.
concebir la ciencia como un intento de buscar la verdad de un modo independiente
de los intereses humanos.
26

La presencia de estos elementos permite la siguiente caracterización:

- Contexto de descubrimiento.
- Contexto de justificación.
- Contexto de aplicación.

Hans Reichenbach en su obra Experiencia y predicción, discrimina entre lo que se


llama contexto de descubrimiento y contexto de justificación.

En el contexto de descubrimiento importa la producción de una hipótesis o de una El contexto de


teoría, el hallazgo y la formulación de una idea, la invención de un concepto, todo descubrimiento
ello relacionado con circunstancias personales, psicológicas, sociológicas, políticas se ocupan de
y hasta económicas o tecnológicas que pudiesen haber gravitado en la gestación formular teorías
o hipótesis.
del descubrimiento o influido en su aparición.

A ello se opondría por contraste el contexto de justificación, que aborda cuestiones


de validación: cómo saber si el descubrimiento realizado es auténtico o no, si la
creencia es verdadera o falsa, si una teoría es justificable, si las evidencias apoyan
nuestras afirmaciones o si realmente se ha incrementado el conocimiento disponi-
ble.

En primera instancia, ambos contextos parecen referirse a problemas independien- El contexto


tes y Reichenbach aboga para que no se los confunda. El contexto de descubri- de justificación
miento estaría relacionado con el campo de la psicología y de la sociología, en tan- aborda cuestiones
to que el de la justificación se vincularía con la teoría del conocimiento y en particu- de validación.
lar con la lógica.

Sin embargo, en la actualidad son muchos los filósofos de la ciencia que afirman
que la frontera entre los dos contextos no es nítida ni legítima, pues habría estre-
chas conexiones entre el problema de la justificación de una teoría (y de sus cuali-
dades lógicas) y la manera en que se la ha construido en la oportunidad en que ella
surgió.
27

EL FALSACIONISMO COMO
CRITERIO DE DEMARCACIÓN CIENTÍFICA: KARL POPPER
Para Popper podrán formar parte de la ciencia sólo aquellas afirmaciones pasibles
de refutación, o también, "falsables". Esto significa que afirmaciones provenientes
de la religión o la astrología no podrán ser científicas ya que no es posible pensar
ninguna experiencia u observación que las haga falsas. Cualquier suceso puede ser
explicado desde su punto de vista.

La intención popperiana no es sólo dejar fuera del ámbito de lo científico a la reli-


gión y a la astrología (considerándolas como pseudociencias), sino establecer un
criterio de demarcación que pudiera dejar afuera a estas disciplinas y también al
psicoanálisis y al marxismo. Karl Popper

El criterio falsacionista no considera las afirmaciones que no sean científicas como


afirmaciones sin sentido, sólo sostiene que no podrán reclamar legítimamente per-
tenecer al corpus de la ciencia.

En cuanto al origen del conocimiento, éste no comienza con la observación sino


con una "conjetura" o "hipótesis". Esta conjetura puede ser de cualquier naturaleza
(verosímil, fantasiosa, etc) ya que, ésta será contrastada empíricamente y esta
comprobación empírica es la que decidirá su corroboración o su falsación (y su
eventual abandono, en este último caso).

La postura popperiana entra en conflicto con el inductivismo, el cual sostenía que el


origen del conocimiento partía desde la experiencia y obtenía leyes. En cambio,
desde la perspectiva de Popper se parte de una teoría o conjetura y la instancia
empírica (la experiencia) operará como "elemento de control".

El esquema es, entonces, el someter a refutaciones todas las afirmaciones. Las que En la teoría
no "resisten" son eliminadas por no ser científicas. Por ello el requisito para que popperiana la
estas conjeturas sean consideradas parte de una teoría científica será su condi- condición de
ción de falsabilidad. falsabililidad
determina una
Teoría científica.
Popper denomina a su teoría "racionalismo crítico", apuntando, por un lado, a su
carácter profundamente antiempirista y, por otro, a la limitación impuesta por la ins-
tancia de la crítica implacable a la cual debe ser sometido todo enunciado falsable.

El método hipotético deductivo o refutacionismo ingenuo


Los mitos, las religiones, la ciencia, la poesía son diferentes modos de explicación
de la realidad que se presenta como problemática. Todas ellas son conjeturas o
hipótesis, verdaderos intentos de explicación o de solución de problemas. De esta
manera, el conocimiento científico no estará dado por otra cosa que no sea la refu-
tabilidad y el intento efectivo de falsearlo por parte de la comunidad científica.

Surge así la noción de la "intersubjetividad" o relación entre los miembros de una


comunidad científica, la cual es un requisito necesario, pues el conocimiento debe
salir de sí, del ámbito de la esfera personal, privado para que al ser conocido por
todos, éstos sean quienes efectúan la función de la testabilidad.

Es decir, este método no comienza con observaciones como pretendía el inducti-


vismo, sino con afirmaciones tentativas acerca de un estado de cosas en el mundo
que surgen como consecuencia de un problema a resolver. La teoría guía a la ob-
28

servación; todos los términos poseen la denominada "carga teórica". El origen de


estas afirmaciones o conjeturas es, para Popper, totalmente irrelevante, éste es el
momento creativo en el trabajo científico.

Para Popper, el hombre no construye su conocimiento inductivamente; el hombre


avanza en el camino del conocimiento refutando conocimientos anteriores. Además,
la tarea de la epistemología radica en conocer, no el origen del conocimiento, sino
en la justificación de las teorías.

Según este método, es posible, apelando a los resultados de la observación, de-


mostrar que una teoría es falsa, aunque asimétricamente no es posible demostrar
que sea verdadera. Y esto es posible lógicamente, pues:

- Un enunciado particular o singular puede invalidar una teoría o enunciado univer-


sal.
- Un número finito de enunciados singulares no puede asegurar la validez de su
correspondiente enunciado universal.

Por ejemplo:

Si se arrojara un objeto al vacío y éste no cayera, ese solo caso bastaría para
hacer falsa la ley de la gravedad. Pero, el caso contrario, que se tire miles y
miles de objetos y todos caigan no bastan para probar la universalidad de la
ley de la gravitación.

Por lo tanto, para comprobar la validez de una ley hay que contrastarla, es decir,
someter a control las hipótesis a través de las consecuencias observables. En esta
acción de contrastación de las hipótesis pueden suceder dos cosas: que dicha pre-
dicción se cumpla o no.

En el segundo caso, es decir, en el caso de que las predicciones no se cumplen, la


hipótesis ha sido "refutada". Ha sido demostrada suficientemente su falsedad, es
decir, la hipótesis es falsa.

En el primer caso: en el caso de que la consecuencia observable resulte verdadera,


no se sigue necesariamente que la hipótesis es verdadera. Esto porque aún no se
comprobaron absolutamente todos los casos, y aún puede quedar la duda si no
aparecerán más casos en el futuro. Se dice que la hipótesis ha sido "corroborada",
quedando el margen para el futuro de que se vea falsada o continúe eternamente
como hipótesis.

Cuando una hipótesis pasa la prueba del control empírico, es decir, ha sido corro-
borada, Popper afirma que ha resistido y, en la medida que haya mayor cantidad de
contrastaciones, la hipótesis se hará más y más confiable, aunque nunca se haga
verdadera.

Para Popper, el falsacionismo adquiere el carácter de prueba de honestidad cientí-


fica, ya que la labor del científico debe ser tratar de refutar constante y honestamen-
te su teoría.

Pero ¿cuándo termina este proceso de verificación de las hipótesis?

Para este pensador, el proceso verificacional concluye cuando la comunidad cientí-


fica decide que ya se ha contrastado de manera suficiente la hipótesis en cuestión,
de allí el rol importante de la comunidad científica.
29

ACTIVIDAD Nº 3
a.- Explique los contextos de descubrimiento, de justificación y de aplicación.
b.- En su área profesional, aplique los contextos mencionados con un ejemplo.
c.- Para Popper, ¿qué tipo de afirmaciones pueden formar parte de la ciencia?
d.- ¿Cómo comienza el conocimiento? ¿Qué es lo que decide que sea o no científica?
e.- ¿En qué consiste el método hipotético deductivo?
f.- Del texto “Conjeturas y Refutaciones” (Karl Popper)
g.- Realice una síntesis del texto anteriormente mencionado.
30

PARADIGMAS Y RUPTURAS: THOMAS KUHN


En 1962 Kuhn publica La estructura de las revoluciones científicas. En dicha obra
sostiene que, en la reconstrucción del quehacer científico no deben perderse de
vista dos cuestiones:

- La ciencia tiene una historia.


- Que surge como resultado de una práctica colectiva y no de meras individualida-
des.

La comunidad científica Thomas Kuhn

Es necesario definir que es lo que el propio Kuhn entiende por comunidad científica.
Este grupo está constituido por científicos de una determinada disciplina que han
compartido un aprendizaje, que tienen formas similares de entender y resolver los
problemas que la investigación diaria les plantea y a los que un lenguaje común les
permite comunicarse entre sí sin riesgo a ser malentendidos.

Esta comunidad no sólo tiene a su cargo la producción de nuevos conocimientos en


el área correspondiente a su especialidad, sino que también le corresponde el en-
trenamiento y formación de los nuevos profesionales.

Los científicos comparten toda una serie de conocimientos, pero también una varie-
dad de prácticas educativas, metodológicas y de comportamiento que los identifica
como miembros de un grupo determinado.

La función del paradigma


Kuhn sostiene que una comunidad científica es tal en la medida en que comparte Paradigma:
un paradigma. Bajo este concepto se encierra la idea de que el paradigma es: mo- modelo de acción,
metodología
delo de acción, metodología de investigación y sobre todo, una manera de ver el
de investigación
mundo. y manera de
ver el mundo.
De esta manera, la noción kuhneana de paradigma excede el concepto tradicional
de teoría científica y funciona como un conjunto de prácticas y categorías comparti-
das por un grupo de científicos en un momento dado y que les permite a éstos or-
ganizar y conocer el mundo de una determinada manera.

Mientras este modelo de trabajo llamado Paradigma esté vigente, el período de la


ciencia sería denominado por Kuhn: ciencia normal. En la ciencia normal el para-
digma vigente dirige las investigaciones y es el marco en el cual se desarrolla la
actividad de la comunidad científica. La actividad se centra en la resolución de pro-
blemas, que pueden ser tanto de tipo teórico como experimental. Existe una con-
fianza generalizada en que el paradigma compartido provee de los instrumentos
metodológicos, conceptuales, etc necesarios para resolver cualquier enigma.

De esta manera, los científicos se hallan trabajando dentro de un paradigma y en


función de éste, se puede hablar de un progreso en la ciencia. Progreso en el senti-
do de que se profundiza y se complejiza más lo conocido. Pero, en algún momento
del desarrollo científico se presentan determinados hechos que no pueden ser ex-
plicados dentro del paradigma, es decir, surgen nuevos problemas, nuevos plan-
teos, nuevos enigmas que no pueden ser explicados por el paradigma que se viene
sosteniendo. Entonces cuando el modelo vigente no tiene una respuesta cabal para
ese nuevo problema, surgen lo que se denomina anomalía.
31

La existencia de la anomalía implica dos cosas:

1.- que los científicos no encontraron la manera de insertar adecuadamente lo


nuevo en el correspondiente marco conceptual;
2.- que es el marco conceptual el que no logra responder satisfactoriamente de la
realidad empírica a la que se refiere.

Como Kuhn sostiene que la comunidad científica es una sociedad conservadora, es


decir, reticente a los cambios, sostiene que los científicos convivirán permanente-
mente con dichas anomalías con la esperanza de que el desarrollo posterior de sus
investigaciones encuentre con la solución adecuada. Lo cual puede suceder o no.

A partir de la acumulación de problemas sin solución, el paradigma entra en crisis y


surgen diversas propuestas de solución y modelos alternativos.

La crisis de un paradigma pone en juego el conjunto de los elementos que lo com-


ponen. Es en este momento cuando los científicos hacen un esfuerzo por explicitar
y fundamentar la visión del mundo que había adquirido acríticamente.

Si el esfuerzo por explicar el nuevo problema no tiene resultados, es probable que


se imponga una nueva teoría a las demás constituyendo un nuevo paradigma y
también una nueva comunidad científica, en el sentido en que quedan excluidos
aquellos que se resisten a cambiar de modelo y se incluyen a otros que quizás no
compartían el paradigma anterior.

Teniendo en cuenta que, según Kuhn, la ciencia en su desarrollo histórico, atravie-


sa distintos momentos, éstos pueden esquematizarse de la siguiente manera:

1.- La evolución inicia con un estado denominado pre-ciencia. La disciplina no ha


encontrado un modelo lo suficientemente sólido y abarcativo para imponerse.
Cada uno de los científicos no comparte aún una guía de acción y formación
común, las investigaciones se realizan en forma aislada y muchas veces desde
perspectivas contrapuestas.
2.- Puede suceder que a raíz de un descubrimiento o de la publicación de un libro,
se fortalezca una de las teorías en discusión. Se inicia así un período de con-
versión de los hombres de ciencia al nuevo modelo.
3.- Cuando este nuevo modelo se torna hegemónico, se habla entonces de la exis-
tencia de un paradigma que desarrolla la ciencia normal.
4.- Durante el desarrollo del período de la ciencia normal, pueden surgir la anomalía.
5.- Las anomalías, según su número o gravedad conducirán tarde o temprano a la
crisis del paradigma vigente.
6.- La fragmentación de la comunidad científica lleva nuevamente a la discusión y
a la propuesta de nuevas soluciones que, en la medida en que logren imponer-
se, reiniciarán el camino de un nuevo período de conversión y posterior ciencia
normal en el marco de un nuevo paradigma.
7.- El proceso que tiene lugar desde la aparición de las anomalías hasta el surgi-
miento de un nuevo paradigma es la denominada revolución científica.El sur-
gimiento de un nuevo paradigma es el resultado de una revolución científica.

Cuando Kuhn habla de revolución lo hace para remarcar el hecho de que esta no
implica un mero cambio en la teoría sino que, en la medida en que todo paradigma
implica un ordenamiento de las cosas que hay en el mundo según las categorías
que considere como válidas, un cambio de dichas categorías genera una alteración
en la manera de analizar esa realidad. La transformación es total y se da a nivel de
vocabulario, métodos, lenguaje, etc.
32

Esquema sobre el Desarrollo histórico de la ciencia:

Dado que el concepto de paradigma implica una visión del mundo, el cambio de
paradigmas trae como consecuencia un cambio en concepción que se tiene sobre
el mundo. Desde esa perspectiva, se afirma que no es posible comparación entre
paradigmas, justamente por ser inconmensurables.

Inconmensurabilidad, progreso y comunicabilidad


Para Kuhn existe inconmensurabilidad cuando es imposible encontrar en un lengua-
je una descripción adecuada para traducir una categoría de otro lenguaje. Niega la
existencia de un lenguaje de observación común a dos teorías, semánticamente
neutral en términos lógicos y lingüísticos, que permita la elección entre ellas por
simple observación o experimentación.

En la elección entre teorías no sólo intervienen procesos de tipo lógico-matemático


sino también la persuasión. La elección se hace en base a valores que son ense-
ñados y aprendidos y no hay reglas de elección.

Una teoría es mejor que otra si resuelve más enigmas, lo cual no quiere decir que
sea verdadera.

Para entender el progreso científico hay que entender el fenómeno de la comunica-


ción parcial. No hay progreso en un sentido finalista sino que se evoluciona o se
desarrolla en complejidad y profundidad a partir de lo que se conoce.

Kuhn distingue dos formas de desarrollo de la actividad científica:

- Desarrollo progresivo dentro de la ciencia normal, es acumulativo en el sentido de


que el conocimiento supone el anterior.
- Desarrollo no progresivo, es decir, no acumulativo entre un paradigma y otro.

Este último tipo se da en la forma de rupturas, de discontinuidades, debido a la in-


conmensurabilidad de los paradigmas en pugna. Por último, Kuhn entiende el pro-
greso no con un sentido direccional, es decir hacia algo, sino más bien el "progreso
desde" lo que se conoce. Y el criterio para elegir entre teorías sería interno a la co-
munidad científica en función de las soluciones y experiencias disponibles a los
enigmas científicos.

Con esta reconstrucción de la actividad científica, Kuhn cuestiona la división de


contextos, abriendo la posibilidad de interpretar la ciencia valorando la necesidad
de aportes de las ciencias sociales (historia, sociología, psicología, antropología y
de la lingüística).
33

ACTIVIDAD Nº 4
a.- ¿Tiene relevancia la presencia de la comunidad científica? ¿Por qué?
b.- ¿Qué es paradigma para Kuhn?
c.- ¿En qué consiste el período o de estado de la preciencia?
Del texto “La Tensión Esencial” (Thomas Kuhn).
d.- Respecto a la teoría del verificacionismo o de la verificabilidad, ¿cuál es su
posición? ¿por qué?
34

LA METODOLOGÍA DE
LOS PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN: IMRE LAKATOS
Samuel Lipschitz (1922- 1974), quien luego adoptó el nombre de Imre Lakatos, fue
discípulo de Popper. Sostiene haber llevado las ideas popperianas a su forma más
desarrollada, aunque el mismo Popper no haya reconocido esto. Pero, por otro la-
do, en sus ideas se pueden distinguir elementos kuhneanos, razón por la cual mu-
chos autores ven en él una suerte de combinación o síntesis entre Popper y Kuhn.

Su obra El falsacionismo y la metodología de los programas de investigación apa-


rece en 1970 (ocho años después de la aparición de La estructura....de Kuhn) en un
momento clave en la discusión entre las teorías popperianas y kuhneanas, aportan-
do una visión diferente acerca del origen de la ciencia. Imre Lakatos

La historia de la ciencia muestra que toda teoría nueva está sumergida en medio de
muchos sucesos que la contradicen y que, a la luz de un refutacionismo poco ela-
borado, aparecerían como otras tantas refutaciones. Según Lakatos, hay que en-
tender estas supuestas refutaciones como sucesos a explicar mediante la adición
de hipótesis ad hoc.

Por lo tanto, no hay que analizar las teorías aisladas, sino un entramado bastante
más complejo compuesto por la teoría primitiva y sus sucesivas modificaciones lue-
go de añadirle hipótesis ad hoc.

Esta unidad de análisis es lo que Lakatos llama programa de investigación, que


incluye además la instancia de la decisión de la comunidad científica. Esta decisión
de la comunidad no solamente constituye el acto fundacional de la aceptación del
programa sino que implica el compromiso de trabajar dentro de él aún en circuns-
tancias donde la experiencia disponible sea refutatoria.

Estos programas de investigación están compuestos por diferentes instancias que


pueden ser consideradas cada una como conjuntos de reglas metodológicas, o sea
instrucciones de cómo actuar, cómo investigar, etc.

Esta decisión que toma la comunidad científica es el punto en el cual se asemeja a


Kuhn. Aunque Lakatos lo critica por volcar la actividad científica en la irracionalidad,
al tener una concepción de verdad por consenso.

Los elementos constituyentes de los programas de investigación son los siguientes: Los programas
de investigación
- un núcleo duro. Este núcleo es considerado irrefutable por decisión metodológica se integran por
de la comunidad científica que actúa dentro de este programa. Son las teorías un núcleo duro
centrales que al formar parte del núcleo no son modificables. Por eso, los progra- y la heurística
positiva y negativa
mas no son refutados sin que sólo existe la decisión metodológica de abandonarlo
por otro programa más prometedor y que posea contenido empírico adicional.
- pero también hay que considerar al cinturón protector, que está compuesto por
hipótesis auxiliares. Estas hipótesis se emplean toda vez que sea necesario salvar
al núcleo de una aparente refutación. Así, ningún hecho refutatorio chocará direc-
tamente contra el núcleo, sino que será mediado por estas hipótesis auxiliares. Al
cumplir esta función de protección de la teoría central del programa, permite que
la investigación prosiga sin necesidad de poner a aquélla en duda. Este cinturón
de hipótesis auxiliares es constituido merced a reglas precisas, reglas metodológi-
cas que indican el camino a seguir en las investigaciones. Estas reglas conforman
lo que Lakatos llama la heurística positiva.
35

La decisión metodológica de preservar el núcleo a través de hipótesis auxiliares


construidas según la heurística positiva, que indicarían el camino que debe seguir la
investigación, no sería verdaderamente efectiva en su función si al mismo tiempo
no delimitara de un modo preciso, qué es lo que se puede hacer dentro del progra-
ma: la heurística negativa. Ésta última; está constituida por un conjunto de reglas,
e indica lo que está prohibido para el programa, los caminos que la investigación
debe evitar, a riesgo de afectar el núcleo duro.

En definitiva, la pregunta ahora es, cómo funcionan, entonces los programas de


investigación. Una determinada comunidad científica decide que ciertas teorías son
el núcleo duro del programa, esa misma comunidad construye un cinturón de segu-
ridad, y a través de él se determina una heurística negativa y una heurística positiva
que les servirán, para desarrollar la investigación y evitar posibles inconvenientes
mediante la aplicación de la primera heurística.

Es así que un programa de investigación está compuesto por un núcleo duro (la
teoría central) y un cinturón protector (las hipótesis auxiliares). Mientras se desarro-
lla la investigación se desecharán algunas hipótesis y se incluirán otras, con lo cual
se dice que el programa está sujeto a cambios continuos que, si bien no afectan al
núcleo, sin embargo se va modificando. Esta característica marca una diferencia
con respecto a la concepción de Kuhn, dado que el paradigma no presentaba este
aspecto. En virtud de estos cambios en los programas es que los mismos atravie-
san distintos estadios, a los cuales se los puede calificar como "progresivos" o "de-
generativos".

Un programa será progresivo si lleva a descubrir nuevos hechos gracias a la heu-


rística positiva. Será degenerativo si las hipótesis ad hoc que protegen al núcleo
de la refutación no son corroboradas en el curso de las investigaciones que lleva a
cabo la comunidad científica.

Otra diferencia respecto a la visión kuhneana es que para Lakatos, puede haber
varios programas de investigación en desarrollo e, incluso, que exista conflicto entre
ellos (lo cual no era factible en Kuhn, dado que el paradigma vigente es único en
ese momento).

Un último punto en la mira de Lakatos es la revalorización de la historia en el desa-


rrollo de las teorías, punto en el cual coincide con Kuhn y no con Popper, distin-
guiéndose la "historia externa" como la "historia interna" de la ciencia. Para este
pensador la historia externa es irrelevante, mientras que asume un carácter impor-
tante la historia interna. Sostiene que los programas de investigación (el cual, como
hemos visto, está constituido por el núcleo duro, el cinturón protector, la heurística
positiva y negativa) es la unidad de análisis de la metodología de los programas de
investigación, y su desarrollo constituye la historia interna.

EL ROMPIMIENTO DE TODA
REGLA EPISTEMOLÓGICA: PAUL FEYERABEND
Nacido en Viena en 1924, se opuso fuertemente a la concepción popperiana en
torno de la ciencia.

Para él no hay metodología en el campo de la epistemología que haya brindado


sólidos lineamientos a la práctica científica concreta. De esta manera, pone énfasis
en la imposibilidad por parte de cualquier propuesta epistemológica que se funda-
mente en una preceptiva rígida, sea inductivista o falsacionista, en proporcionar
36

criterios adecuados que guíen y orienten a los científicos en el desarrollo y en la


elección de teorías: todas las metodologías tienen sus limitaciones.

En su obra Contra el método afirma que "...hay un solamente un principio que pue- Feyerabend
de ser defendido bajo cualquier circunstancia y en todas las etapas del desarrollo desarrolla una
humano. Me refiero al principio 'todo vale'..." De allí que el denominara a su teoría teoría entorno a
una teoría anarquista del conocimiento, siendo criticado como irracionalista al la anarquía del
conocimiento.
sostener como válida la imposibilidad de cualquier metodología epistemológica.

Frente a cualquier principio metodológico que pudiera ser aceptado y necesario


para la ciencia, pueden plantearse o imaginarse situaciones donde no sólo sea
aconsejable ignorar esa regla, sino incluso reemplazarla por una opuesta.

Feyerabend sostiene dos principios:

- La condición de consistencia, el cual exige que las nuevas hipótesis concuerden


con teorías aceptadas. O sea, que una nueva hipótesis o teoría debe ser descar-
tada no sólo porque no se corresponde con el material empírico que la pone a
prueba sino que debe ser eliminada porque no concuerda con otra teoría. De esta
manera, se multiplica la existencia de las teorías, en especial aquellas que resul-
tan incompatibles con las comúnmente aceptadas, y esto, porque en ocasiones, la
evidencia relevante para una teoría determinada, sólo puede manifestarse a la luz
de otra teoría.
- La segunda regla se refiere a la posibilidad de refutar nuestras teorías si no se
adaptan los contenidos de la evidencia empírica. Así, postula una regla alternati-
va: la contrainducción. Esta surge de la consideración de que ni una sola teoría
concuerda con todos los hechos conocidos en su dominio.

Este último aspecto, remite a otras de sus ideas consistentes en el rechazo siste-
mático de la presunta objetividad de los hechos como criterio evaluador de las teo-
rías científicas. Así, los significados de los términos y enunciados dependen del
contexto teórico que se sustente. En definitiva, Feyerabend invita a actuar contrain-
ductivamente, planteando nuevas teorías que incluso vayan en contra de los resul-
tados observacionales y experimentales, ya que ello revela en los hechos mismos
su carácter problemático y los supuestos que se ocultan tras su apariencia de obje-
tividad.

La contrastación empírica no es más que la confrontación entre perspectivas teóri-


cas, una de las cuales tiene una tradición más sólida en virtud de su antigüedad y
por el hecho de que ha pasado a constituirse en una interpretación natural, o sea ha
pasado a formar parte del lenguaje observacional de la ciencia en una disciplina
particular.

Esta idea nos conduce a otra que radica en sostener la imposibilidad (justamente al
carecer de enunciados observacionales liberados de contenido ideológico alguno)
de poder evaluar teorías alternativas. Esta idea es similar a la kuhneana sobre la
inconmensurabilidad de los paradigmas. Por lo tanto, al no poder efectuar ningún
tipo de valoración objetiva de las teorías, queda simplemente una instancia pura-
mente subjetiva en el desarrollo de la actividad científica.

Suponer que el desarrollo científico está sujeto al ámbito de las subjetividades de


los científicos lleva a Feyerabend a formular una de sus tesis más polémicas, ya
que implica plantear la justificación acerca de la necesidad de la reflexión epistemo-
lógica, reflexión que se hace en torno de una práctica, la ciencia, que es sólo una
tradición ente muchas otras.
37

Así, independientemente de la ponderación sobre los beneficios que la ciencia


aportó a la humanidad, ella no es producto del método y en todo caso obedece a
una multiplicidad de factores entre los cuales se encuentra el monopolio de los me-
canismos de publicidad. Dice Feyerabend que:

"...la ciencia hoy prevalece no en virtud de sus méritos comparativos, sino en


virtud de que montó el espectáculo en su provecho...".

Estos duros conceptos que critican a la actividad científica, implican también una
impugnación a la misma epistemología que pierde el carácter de normativo (que
desde el surgimiento del Círculo de Viena se mantenía) con este anarquismo epis-
temológico amparado en el principio del "todo vale".
38

ACTIVIDAD Nº 5
La epistemología de Imre Lakatos y Paul Feyerabend

Imre Lakatos

a.- ¿Cómo hay que entender las refutaciones a las teorías?


b.- ¿En qué consiste el programa de investigación? ¿Cuáles son sus elementos
integrantes?
c.- ¿Qué rol o qué papel juega la comunidad científica?
Del texto “Introducción a la metodología de la ciencia”
d.- ¿Por qué sostiene este autor que “no podemos probar las teorías y tampoco
podemos refutarlas”.
e.- ¿Qué es el falsacionismo refinado?

Paul Feyerabend

a.- ¿En qué consiste la condición de consistencia?


b.- ¿Por qué se denominó a su teoría como "anarquista del conocimiento"?
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LECTURAS COMPLEMENTARIAS
Escuela de Frankfurt - Contextualización histórico filosófica

Ideas filosóficas y sucesos históricos que influyeron de un modo decisivo en el


desarrollo del pensamiento de los frankfurtianos. Muchas de sus ideas se compren-
den mejor desde este fondo filosófico e histórico que están íntimamente relacionado
con su filosofía.

Como pequeña introducción para comprender algunas de las motivaciones y los


temas centrales de Adorno y Horkheimer, cabe centrarse en 3 periodos históricos,
que, en cierto modo, motivan y condicionan la reflexión de los frankfurtianos. Nos
estamos refiriendo al tema de la Ilustración, Auschwitz y el movimiento estu-
diantil de finales de los 60. Estos 3 momentos describen, a grandes rasgos, el na-
cimiento, evolución y desarrollo de la llamada Escuela de Frankfurt, que aglutinó a
pensadores con muy diversas motivaciones e intereses teóricos.

El problema filosófico de la Ilustración

En primer lugar, la Ilustración como problema es un tema central que caracteriza la


formulación misma del proyecto de Teoría Crítica. Uno de sus objetivos prioritarios
(“Introducir razón en el mundo”) sitúa ya al Instituto para la Investigación Social
en la tradición ilustrada. Y esto, además, con una ventaja adicional: al inspirarse en
la tradición marxista, todos los miembros de la escuela son conscientes de los peli-
gros de la Ilustración, de su cara oculta que puede llegar a subvertir sus ideales, y
presentar como logros de la emancipación del ser humano, lo que, en realidad,
mantiene la opresión o la explotación. Se trata, por tanto, no de una Ilustración con-
fiada en sus posibilidades, sino, por el contrario consciente de sus posibles desvia-
ciones, de sus errores históricos, que pueden hacer que la historia de la humanidad
evolucione precisamente en una línea contraria a la pretendida. Por ello, la teoría
crítica se entiende a sí misma como una teoría eminentemente materialista: es el
contacto con la realidad y con los problemas sociales, y la prevención respecto a
cualquier tipo de distorsión ideológica, lo que puede conseguir que los ideales
ilustrados no sean traicionados por aquellos mismos que los promueven. La Ilustra-
ción se convierte así en uno de los problemas que ocuparon la reflexión de Adorno
y Horkheimer. En primer lugar como oportunidad (“Teoría Tradicional y Teoría Crí-
tica”, “Materialismo, Metafísica y Moral”) y, en un segundo momento, como anhelo
que debe ser sometido a control y vigilancia.

La persecución nazi como punto de inflexión

En segundo lugar, Auschwitz, convertido en símbolo de la persecución nazi, repre-


senta un giro muy significativo en el pensamiento de Adorno y Horkheimer, preci-
samente por ser una negación histórica y social del proyecto de Teoría Crítica y de
toda la Ilustración. Auschwitz viene a ser la sentencia de muerte de la capacidad
crítica y reflexiva que los frankfurtianos asociaban a su teoría. Mientras la Teoría
Crítica investigaba aquellos procesos sociales que perpetuaban el horror y la explo-
tación, estos mecanismos sociales iban en ascenso. Auschwitz viene a ser, en este
sentido, la culminación de la opresión racionalmente calculada. La tragedia de
Auschwitz no radica solamente en lo que allí ocurrió, sino en que todo aquello esta-
ba completamente planificado y calculado. No se puede decir que los campos de
exterminio fueran la consecuencia de un grupo de locos, o de personas irracionales.
Muy al contrario, los planes de exterminio eran enormes sistemas racionales (al
menos desde un punto de vista instrumental), destinados a fines (estos sí, irraciona-
40

les, ¿pero cómo determinar su irracionalidad?) que fueron ampliamente extendidos


por agudos sistemas de propaganda.

Esta experiencia, que llevó al exilio a muchos de los frankfurtianos, provocó la re-
nuncia a los objetivos originarios de la Teoría Crítica y un replanteamiento de sus
ideas centrales. De la esperanza respecto a la Ilustración (y todo lo que significaba)
a la desconfianza respecto a la misma. El pensamiento de los frankfurtianos a partir
de esta época ha recibido muchos calificativos: escepticismo, posmodernidad, irra-
cionalismo… Al margen de todas estas etiquetas, que no terminan de captar el
pensamiento de los frankfurtianos en su globalidad, Adorno y Horkheimer se ocu-
pan de la filosofía después del Holocausto, tratando de darle una forma a la altura
de los tiempos históricos en que se realizaba. No es de extrañar, por tanto, que
Adorno y Horkheimer reflexionaran de temas tan diversos como el arte o la reli-
gión, encontrando en estas instancias momentos de verdad que podían incluso
desarrollar un potencial crítico frente a los movimientos regresivos de su tiempo.

El movimiento estudiantil

Para finalizar esta contextualización histórica, cabe referirse a un suceso que, si


bien no determinó el pensamiento de Adorno y Horkheimer, sí influyó en la evolu-
ción de la Escuela: nos estamos refiriendo al movimiento estudiantil de los años 60,
en el que los miembros de la escuela, el menos en las revueltas de Frankfurt, juga-
ron un papel muy importante. De hecho, varios grupos de estudiantes se encerraron
en el edificio del Instituto para la Investigación Social, provocando así un conflicto
entre Adorno (que entonces dirigía el Instituto) y la policía.

El apoyo de los frankfurtianos a este tipo de movimientos estuvo siempre supedita-


do a que éstos no incluyeran ningún tipo de violencia, lo que les valió el rechazo y
la crítica de ciertos grupos. Con todo, el compromiso político de los miembros de la
escuela es innegable, y será un tema que ya atraerá la atención de Habermas a
finales de los 50, anticipando quizás todos los movimientos que llegarían unos años
después. Las revueltas de los 60 aparecen ya en el ocaso de la labor intelectual de
autores como Adorno o Horkheimer, pero es uno de los temas iniciales de la refle-
xión de un filósofo de la talla de Habermas, que es considerado como el mayor re-
presentante de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt. Todo ello es un
buen síntoma de que el pensamiento de la Escuela nunca dejó de estar al tanto de
los sucesos históricos, sociales, económicos y culturales más relevantes de su
tiempo.

Del proyecto de la Teoría crítica al desengaño de la razón

Ideas centrales que configuraron el marco filosófico en el que debía haberse desa-
rrollado la actividad de los miembros de la Escuela, con la posterior evolución hacia
posiciones más escépticas respecto a las posibilidades de la razón humana.

Heterogeneidad de los autores

Lo primero que hay que advertir, es que reunir en una sola exposición a autores tan
extremadamente complejos como Adorno, Pollock, Horkheimer, Fromm o Marcuse,
es sencillamente imposible. La Escuela de Frankfurt nunca fue una escuela en sen-
tido cerrado, en la que todos hubieran de tomar las mismas líneas de investigación
o los mismos presupuestos teóricos. Lo que unía a los autores de la escuela, era la
intención de desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo, inspirado en el pen-
samiento marxista. A partir de aquí, la libertad primó sobre la necesidad de sistema-
41

tizar, y los miembros de la escuela desarrollaron pensamientos heterogéneos. Esta


heterogeneidad no fue siempre fácil de armonizar: baste recordar que Fromm y
Marcuse salieron de la Escuela por desavenencias en la interpretación de autores
como Freud o Heidegger. Así, a la hora de destacar los temas centrales de la es-
cuela, cabría la posibilidad de escribir tantos trabajos distintos como miembros tuvo
la escuela. Con todo, puesto que no es ese el objetivo de este especial, nos centra-
remos en el proyecto de teoría crítica, tal y como fue formulado por Horkheimer, y
su mínimo desarrollo a lo largo de los años 30.

La interdisciplinariedad del proyecto de Teoría Crítica

El proyecto original de Horkheimer aparece formulado, entre otras obras, en Teo-


ría tradicional y teoría crítica y en Materialismo, metafísica y moral. Horkheimer no
transformó sustancialmente el proyecto originario del Instituto para la Investigación
Social. Pero sí que se puede decir, que la orientación predominantemente socioló-
gica dio lugar a un enfoque más filosófico. Así una de las ideas centrales seguirá
siendo la interdisciplinariedad. Si de transformar la sociedad se trata, si “introducir
razón en el mundo” es uno de los objetivos de la escuela, un conocimiento lo más
científico posible de la misma será una condición indispensable. Esta interdisciplina-
riedad se concretará en tres disciplinas fundamentales, que podrán verse comple-
mentadas por otras secundarias.

La Sociología

Así, en primer lugar, la sociología sigue siendo un instrumento indispensable. Esta


ciencia, desarrollada desde presupuestos marxistas, deberá buscar líneas de inves-
tigación que muestre precisamente “lo otro” de la sociedad. Desde los presupuestos
dialécticos asumidos con la escuela, totalizar un objeto de estudio tan complejo
como la sociedad es falsearla. Por eso los proyectos concretos se centrarán en las
formas de opresión o marginación presentes en la sociedad. Un buen ejemplo de
todo esto lo podemos encontrar en los estudios sobre el antisemitismo llevados a
cabo por Adorno y Horkheimer. Además de su valor sociológico, son una crónica
excepcional de los mecanismos utilizados por el nacionalsocialismo en la construc-
ción de un “sentimiento social” y de todo un sistema destinado a la marginación y
exterminio de un grupo determinado. La sociología, por tanto, debe mantener la
crítica de la sociedad. No es su función simplemente describir el todo social, sino
precisamente impulsar su transformación al sacar a la luz lo que los instrumentos
ideológicos pretenden esconder. Lo negativo de la sociedad deberá apuntar aquello
que debe cambiar. Con el paso del tiempo, esta concepción de la sociología sería el
centro de la llamada Disputa de la Sociología alemana, en la que la teoría crítica de
los frankfurtianos (Adorno-Habermas) se enfrentó con el racionalismo crítico (K.
42

Popper-H. Albert). Los puntos de vista de estos 4 autores aparece en un libro ya


convertido en clásico: La disputa del positivismo en la sociología alemana.

El psicoanálisis

Como complemento a esta perspectiva crítica de la sociedad, se hacía también


necesario lograr una comprensión adecuada del individuo. Para ello, se tomó a
Freud como referente y se encargó a Erich Fromm la tarea de armonizar las ideas
esenciales del psicoanálisis con los presupuestos marxistas. La elección del psi-
coanálisis no fue, a este respecto, casual. Si una de las críticas más importantes
del marxismo denunciaba la alienación que sufría el proletario dentro de las socie-
dades capitalistas, el psicoanálisis también apuntaba la función represiva de la so-
ciedad sobe los impulsos del individuo. El psicoanálisis y el marxismo se comple-
mentaban a nivel teórico en su dimensión crítica, tal y como supieron ver los frank-
furtianos. Con todo, ambos pensamientos eran también divergentes, y estas dife-
rencias fueron las que, con el tiempo, provocaron la salida de Fromm del Instituto
para la Investigación Social. La interpretación de Fromm, influida quizás por prejui-
cios de tipo religioso o moral, restaba importancia a conceptos como el de libido y
presentaba una visión del psicoanálisis que a los ojos del resto de frankfurtianos no
era fiel a los textos de Freud, por lo que Horkheimer y Adorno se fueron distancian-
do de Fromm. Para ellos, el potencial crítico del psicoanálisis había sido sustituido
por una divagación cuyos resultados no eran nada claros.

La economía

Con la psicología y la sociología, se había logrado una visión adecuada del indivi-
duo y la sociedad. Sin embargo, era necesario encontrar una forma de enlazar am-
bas perspectivas, encontrando algún objeto de estudio en el que individuo y socie-
dad interactuaran. Tal y como aparece en el proyecto de Horkheimer, esta ciencia
debía ser la economía, disciplina en la que los frankfurtianos contaban con la cola-
boración de Friedrich Pollock. En la economía individuo y sociedad establecen rela-
ciones entre sí, de modo que es un lugar idóneo para estudiar las relaciones entre
ambos. El individuo influye en la sociedad a través de la economía, y a la vez la
sociedad afecta a la vida de los individuos también por medio de la economía, por
lo que su estudio completa este proyecto interdisciplinar que animó a los frankfur-
tianos desde el principio.

Aunque las tres disciplinas de las que hemos hablado son el hilo conductor de la
Teoría Crítica, tal y como la entiende Horkheimer, no se puede olvidar que se abre
también la posibilidad de que intervengan otros enfoques que siempre pueden ser-
vir como complemento. Así, los tratados teológicos de P. Tillich, o los estudios
musicales de Adorno, eran también incluidos dentro de este proyecto. De hecho, el
IIS siempre estuvo abierto a la participación de más autores, entre los que cabe
destacar, por citar un solo ejemplo, a Walter Benjamin, cuyos estudios sobre esté-
tica y sobre filosofía de la historia ejercieron una influencia notable sobre el pensa-
miento de Adorno.

Pensamiento crítico y reflexivo

Junto a la interdisciplinariedad que acabamos de comentar, hay que destacar tam-


bién dos características fundamentales: la reflexividad del pensamiento y su dimen-
sión crítica. El pensamiento debe nacer, a ojos de Horkheimer, a partir de las con-
tradicciones de la realidad, desde todo aquello que nos hace pensar una sociedad
distinta. El materialismo del que hablan los frankfurtianos no es, ni mucho menos, una
teoría física sino sociológica. La sociedad misma señala los temas y las líneas de
43

investigación en aquello que reprime, en aquello que silencia, y una sociología a la


altura de su tiempo debe atender precisamente a estos mecanismos de dominación
de la sociedad, para rescatar la verdad de lo que oculta. Por eso, el pensamiento
debe ser crítico y reflexivo. Crítico no como negación directa de la realidad, sino co-
mo renuncia a una aceptación irreflexiva de la realidad (social) tal y como se nos pre-
senta. La crítica parte siempre de una sencilla proposición: “otra sociedad es posible”.
Sólo en la medida en que es crítico puede el pensamiento también ser reflexivo. Sólo
naciendo de la injusticia misma puede llegar a modificarla, a transformarla, superando
así la dicotomía teoría-práctica. Un pensamiento materialista y práctico no es una
pura especulación teórica, sino una actividad de tipo práctico que contribuye también
al progreso de la sociedad. El “télos” (fin) emancipatorio heredado del marxismo con-
tinúa en el pensamiento de los frankfurtianos plenamente vigente.

Este proyecto fue prácticamente abortado desde su nacimiento. La actividad de los


miembros del Instituto era cada vez más vigilada, y, como ya hemos comentado, sus
miembros se vieron obligados a exiliarse. Esta situación política llevó a la desespera-
ción a los frankfurtianos, que veían una y otra vez cómo la realidad se burlaba de sus
aspiraciones teóricas, de modo que la transformación esperada de la sociedad no
llegaba, sino que, muy al contrario, se iba afianzando el horror y la persecución.

El desengaño: Dialéctica de la Ilustración

La experiencia vital e histórica de los miembros de la Escuela de Frankfurt provocó


un giro en su pensamiento. La barbarie sistemática y racionalmente organizada
les hizo desconfiar de la capacidad del hombre (y especialmente de su tan elogiada
razón) para lograr construir sociedades justas e igualitarias. El proyecto de la Teoría
crítica se ve suplantado por un escepticismo y un alto grado de pesimismo, que se
ven reflejados en una de las obras más comentadas de Adorno y Horkheimer: Dia-
léctica de la Ilustración (DI). La idea central de esta obra es sencilla: la Ilustración
esconde dentro de sí los momentos de explotación y horror que se han ido desple-
gando a lo largo de la Historia. La DI no representa sólo una renuncia a ese pen-
samiento reflexivo y práctico, sino que además es una crítica devastadora a la ra-
zón occidental. El mito tiene algo de ilustrado, y la Ilustración tiene también un
componente mitológico. Pretender deslindar ambas dimensiones es, sencillamen-
te, ingenuo. La afirmación ilustrada de la razón lleva aparejada la destrucción y la
instrumentalización del ser humano, por lo que confiar en la razón, antes o des-
pués, vuelve a conducirnos al exterminio, a la masacre.

Este giro se reflejó en Adorno y en Horkheimer de dos modos bien diferenciados:


mientras Adorno se centraba en sus intereses por la estética y se refugiaba en el
arte en su huida de la racionalidad, Horkheimer se volvía a sus lecturas de juventud
(entre las que frecuentó a Schopenhauer) y recuperaba igualmente el valor positi-
vo de la religión que aprendiera dentro de su familia. Arte y religión como dos esfe-
ras no estrictamente racionales desde las que aún era posible la crítica. “Pesimista
teórico, pero optimista práctico”. Así se definía Horkheimer que encontraba en la
crítica el único imperativo moral del intelectual, la única vía de escape, y la única
construcción racional que no corría el peligro de totalizarse, de convertirse en un
dogma. Esta crítica radical al logocentrismo occidental se reflejó en obras como
Crítica de la razón instrumental, A la búsqueda de sentido, Ocaso (Horkheimer) o
Teoría estética, Mínima moralia, y Dialéctica negativa (Adorno). Para ambos auto-
res pensar después de Auschwitz tiene que ser pensar al margen de la razón ins-
trumental, pero también al margen de una razón objetiva que corre el peligro de
solidificarse o de convertirse en metafísica (en el sentido peyorativo de la palabra).
Por eso el arte y la religión vienen a ocupar un lugar tan importante en su pensa-
miento.
44

Escuela de Fráncfort - Origen y desarrollo

Se conoce como Escuela de Fráncfort (o Escuela de Frankfurt) a un grupo de inves-


tigadores que se adherían a las teorías de Hegel, Marx y Freud y cuyo centro esta-
ba constituido en el Instituto de Investigación Social, inaugurado en 1923
en Fráncfort del Meno. También se les considera representantes de la teoría críti-
ca que allí se fundó.

El núcleo de la teoría crítica de la escuela de Fráncfort es la discusión críti-


co ideológica de las condiciones sociales e históricas en las que ocurre la construc-
ción de teoría y la (así mediada) crítica de esas condiciones sociales. La relación
resulta de la pretensión de conceptualizar teóricamente la totalidad de las condicio-
nes sociales y la necesidad de su cambio. En la concepción de la escuela de Fránc-
fort la teoría se entiende como una forma.

La denominación ''teoría crítica'' se remonta al título del ensayo programático Teoría


tradicional y teoría crítica (Traditionelle und kritische Theorie) de Max Horkhei-
mer del año 1937. Se considera la obra principal de esta escuela la colección de
ensayos Dialéctica de la ilustración (Dialektik der Aufklärung), compilada y editada
conjuntamente por Horkheimer y Theodor W. Adorno entre 1944 y 1947.

El nombre de Escuela de Fráncfort se hizo popular en la década de 1960, tanto


en Alemania como otros países que, de alguna manera, siguieron las discusiones
teóricas y políticas que pretendían una teoría social y política crítica y
de izquierdas que por tanto tomaba distancia de la ortodoxia del "socialismo real-
mente existente" (URSS).

Sin embargo no existió, como tal, una “escuela” única y lineal. El rótulo, “escuela de
Fráncfort”, ha provocado dos consecuencias:

1.- Unificar bajo el mismo concepto teorías distantes e incluso contradictorias.


2.- Minimizar las diferencias teóricas entre los diferentes autores.

Una consecuencia de esto último ha sido establecer algo así como una línea ininte-
rrumpida de progreso teórico que va desde la primera formulación de la teoría críti-
ca por Max Horkheimer en su obra Teoría tradicional y teoría crítica
de 1937 hasta Jürgen Habermas y su obra de 1981 Teoría de la acción comunicati-
va donde describe el concepto deacción comunicativa, considerándolo una "su-
peración" de las concepciones anteriores. Como muestra del error contenido en
esta etiqueta unificadora, basta citar que en el año 1983 se celebraron dos congre-
sos sobre el pensamiento y la obra de Theodor Adorno: uno en Fráncfort, auspicia-
do por Jürgen Habermas y otro en Hamburgo, auspiciado por el grupo reunido en
torno a la revista Zeitschrift für kritische Theorie.

El énfasis del proyecto sustentado por el Instituto de Investigación Social estaba


puesto en la crítica y renovación de la teoría marxista de la época, haciendo hinca-
pié en el desarrollo interdisciplinario y en la reflexión filosófica sobre la práctica
científica. Agrupó a estudiosos de muy diferentes ámbitos y tendencias y fue la pri-
mera institución académica de Alemania que abrazó abiertamente las ideas marxis-
tas; debido a esto y al origen judío de muchos, la mayoría de sus miembros tuvo
que trasladarse al exilio durante el régimen nazi, principalmente a Estados Unidos,
regresando luego varios de ellos a Fráncfort del Meno tras la victoria aliada. Aunque
el instituto continúa activo, practicando la crítica social (hoy día bajo la dirección
de Axel Honneth), desde el punto de vista histórico se considera a Jürgen Haber-
mas el último miembro de la escuela de Fráncfort. Habermas, sin embargo sostiene
45

posiciones que son profundamente divergentes de las que defendía la primera ge-
neración de investigadores sociales.

Max Horkheimer se convirtió en el director del Instituto en 1930. Su órgano de pu-


blicación fue la Zeitschrift für Sozialforschung (Revista de investigación social), ini-
cialmente editada en Leipzig y, posteriormente, con el auge del régimen nazi,
en París. La escuela de Fráncfort reunió marxistas disidentes, críticos severos
del capitalismo que creían que algunos de los denominados seguidores de las ideas
de Karl Marx sólo utilizaban una pequeña porción de las ideas de este, usualmente
en defensa de los partidos comunistas más ortodoxos. Influidos además por el sur-
gimiento del nazismo en una nación tecnológica, cultural y económicamente avan-
zada como Alemania y los fracasos de las revoluciones obreras en Europa Occi-
dental especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, tomaron como tarea
encontrar las partes del pensamiento marxista que pudieran servir para clarificar
condiciones sociales que Marx no podía haber visto o predicho.

Para lograr esto, se apoyaron en la obra de otros autores para enriquecer la teoría
marxista y darle un carácter más explicativo. Max Weber ejerció una notable in-
fluencia, así como Sigmund Freud (particularmente en la obra de Herbert Marcuse).
El énfasis de la escuela en el componente crítico de la teoría se derivaba de su in-
tento por sobrepasar los límites del positivismo, el materialismo vulgar y
la fenomenología mediante un retorno a la filosofía crítica de Immanuel Kant y sus
sucesores en el idealismo alemán, principalmente Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Una influencia clave también vino de la publicación en 1930 de las obras de
Marx Manuscritos económico-filosóficos o Cuadernos de París y la Ideología ale-
mana, obras que mostraron una continuidad de ciertos temas hegelianos en la obra
de Marx.
46

ACTIVIDAD Nº 6
a.- De ambos textos (Lectura Complementaria, página 39) efectuar cuadros o ma-
pas conceptuales extrayendo las ideas o conceptos centrales del mismo.
47

EL PROGRAMA FUERTE EN
SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
La sociología de la ciencia es una rama de la sociología del conocimiento. Se con-
sidera a Karl Mannheim (discípulo de Max Weber y estudioso de Marx) como el
fundador de la sociología del conocimiento. Aunque este pensador no efectuó nin-
guna investigación especializada, ni elaboró teoría detallada alguna. Básicamente,
se limitó a destacar el condicionamiento social de las ideas y, por ende, la impor-
tancia de la sociología del conocimiento como anexo de la historia y de la filosofía
del conocimiento. Puesto que no llegó a sostener que todas las ciencias tienen con-
tenido social, es a menudo criticado por los exponentes de las nuevas orientaciones
quienes afirman que los hechos sociales son constitutivos de la ciencia y no tan
sólo factores contingentes que las influencian desde fuera. Max Weber

En realidad, la moderna sociología de la conocimiento no es creación de Mann-


heim. Fue en principio esbozada por Karl Marx y Friedrich Engels, y cultivada mu-
cho tiempo después, en forma sistemática, por Emile Durkheim y Max Weber, Max
Scheler, Robert Merton y otros.

Dado que Merton fue el último miembro eminente de la escuela clásica, y por ha-
berse atenido al método científico y no ser, en consecuencia, ni constructivista ni Karl Max
relativista (corrientes posteriores desprendidas de la sociología), los sociólogos de
la ciencia de las nuevas corrientes pasaron a llamarse "post-mertonianos", con la
pretensión de haber ido mucho más allá que él.

Durante los decenios de 1960 y 1970 surgieron en la sociología de la ciencia una


cantidad de nuevas corrientes postmertonianas. Una de las más articuladas es el
llamado programa fuerte desarrollado por Barry Barnes, David Bloor y Steve Shapin
(pertenecientes a la Sección de Estudios de la Ciencia en la Universidad de Edim-
burgo).

Tanto los sociólogos e historiadores de la ciencia marxistas occidentales como los


mertonianos que trabajaron a partir de 1930, distinguieron el contenido conceptual
de la ciencia de su marco de referencia social, y sostuvieron que este último influye
sobre el primero, pero sin determinarlo plenamente. Además, eximieron a la mate-
mática y a la ciencia natural de la acusación de ser ramas del conocimiento ideoló-
gicamente comprometidas.

En cambio, la nueva sociología de la ciencia y en particular, el llamado “programa La nueva


fuerte” pretenden que todo el conocimiento sea moldeado por la sociedad y que sociología
además tiene que ver en alguna forma con ésta, o sea, que posee un contenido de la ciencia
social, por lo que en definitiva no habría distinción entre contenido y contexto. pretende que
todo el
conocimiento
Por ejemplo, si la matemática trata del número y de sus relaciones y si éstas son sea moldeado
creaciones y convenciones sociales, entonces, evidentemente, es de índole social. por la sociedad.
En sentido indirecto es, por lo tanto, referente a la sociedad.

Estas afirmaciones son meramente programáticas, dado que no se desplegaron


mayores esfuerzos por reunir pruebas a su favor y demostrar su validez, a pesar de
existir una buena cantidad de argumentaciones en su contra. En el caso citado de
las matemáticas, ésta no se refiere solamente al número y sus relaciones. Sólo la
teoría de los números se refiere a los números enteros o mejor dicho, a sistemas de
números, y dicha teoría es una porción bastante reducida de la matemática con-
temporánea; ésta, a su vez, contiene muchos sectores no numéricos, como la lógi-
ca, el álgebra abstracta, la teoría de las categorías, etc. Sin embargo, ésta es nada
48

más que una cuestión secundaria, la cual sólo contribuye a sugerir que nuestro so-
ciólogo de la ciencia no está familiarizado con la disciplina acerca de la que escribe.

Lo que importa es la afirmación de que toda ciencia, hasta la matemática pura, se


refiere a la sociedad. Aunque se admita el hecho de que la matemática es creación
social, en el sentido de ser construida por personas que se relacionan entre sí y que
aprenden unas de otras, no por ello se deduce que los axiomas, definiciones o teo-
remas matemáticos se refieran a la sociedad, y menos aún que la describan.

Además, si la matemática se refiriese a la sociedad, sería una ciencia social, y por


lo tanto:

1.- no podría aplicarse a la física, a la química, la biología o la psicología,


2.- sería puesta a prueba empíricamente, lo mismo que en principio deben serlo
las hipótesis de la ciencia social y,
3.- la ciencia social propiamente dicha resultaría superflua.

En definitiva, los sociólogos de la ciencia no han propuesto ni utilizado ninguna teo-


ría por el estilo sino que proceden de manera dogmática, sin base científica.

David Bloor propuso los cuatro principios siguientes:

1.- causalidad: la sociología de la ciencia debería ocuparse de las condiciones que


originan creencias o estados de conocimiento; el conocimiento emana de la so-
ciedad, es el producto de influencias y recursos colectivos y es peculiar de una
cultura dada;
2.- imparcialidad: con respecto a la verdad y a la falsedad, la racionalidad o la irra-
cionalidad, el éxito o el fracaso;
3.- simetría con respecto a la explicación, o sea, los mismos tipos de causas expli-
carían idénticas creencias (sean falsas o verdaderas);
4.- reflexividad: las pautas de explicación o los recursos argumentativos deberían
aplicarse solamente a la sociología misma.

Con relación a estos cuatros principios, se pueden efectuar las siguientes observa-
ciones críticas:

- el análisis causal no es suficiente y además, es a veces inadecuado: porque se


atiene a las condiciones exteriores, ignorando los motivos y los problemas cogniti-
vos del investigador, o los atribuye en su totalidad a factores externos, presentan-
do así al investigador como un mero instrumento y no como un creador;
- la imparcialidad es por supuesto necesaria mientras no se la interprete como una
indiferencia entre la verdad y el error, como una tolerancia con la anticiencia o la
pseudociencia, o como una confusión de éstas con la ciencia;
- la simetría con respecto a las explicaciones es obviamente errónea, dado que
requiere que los intereses creados disfracen la realidad a fin de ajustar las expli-
caciones a todo tipo de causa (en forma independiente a la verdad);
- la reflexividad estaría representada como una respuesta a alguna clase de intere-
ses no científicos, y por tanto no más fidedigna que una ideología.

Sin embargo, este programa presenta otro problema consistente en la llamada "pe-
tición de principios", la cual radica en saber si en realidad las ideas científicas son
causadas por circunstancias sociales.

Por todas estas cuestiones, es que se duda que el programa fuerte en sociología de
la ciencia sea más científico que ideológico.
49

EL PROGRAMA EMPÍRICO DEL RELATIVISMO


El programa fuerte tuvo su continuación en el programa empírico del relativismo,
desarrollado en la Universidad de Bath por distintos pensadores. El EPOR (de Em-
pirical program of relativism) señaló la importancia del principio de simetría en la
explicación sociológica, pero se orientó más a la microsociología, investigando
ejemplos y casos de la práctica científica: construir un láser, detectar ondas gravita-
cionales, investigar la naturaleza de un organismo biológico, etc. Más que las teo-
rías y las grandes hipótesis les interesaba acciones investigadores concretas.

La idea es que el significado de los pensamientos y de los actos depende siempre


de un contexto cultural. Si cambian las reglas de ver, observar, medir, etc, enton-
ces, una cosa puede parecer verdad en un momento o lugar dado, y falsa en otro.
Uno de sus autores, Collins, radicaliza las tesis de Kuhn y asume plenamente el
relativismo cultural, cuando dice que:

"...las diferentes culturas, con sus formas de ver y actuar dadas por supuesto,
constituyen paradigmas diferentes... diferentes paradigmas producen diferen-
tes objetos naturales. Lo que puede ser verdad en uno de ellos puede ser fal-
so en otro..."

El EPOR relativiza casi todo. No hay datos, los datos carecen de todo significado
fuera de un contexto interpretativo. Lo único que no relativiza son sus propios prin-
cipios: que haya sociedades, culturas. De esta manera, esta postura relativista cae
en el escepticismo de los antiguos griegos, pero sólo en relación con la naturaleza.
Ese principio de incertidumbre no se aplica a las sociedades o a las culturas, a pe-
sar de anunciar el principio de simetría como regla práctica para su propia reflexión.

No obstante, se pueden señalar como una importante contribución haber llamado la


atención sobre las controversias y los procesos de consenso entre los científicos,
mediante los cuales se cierran los debates anteriores, optándose por una visión o
interpretación canónica, que luego pasa a ser la interpretación científica.

Las controversias se cierran apelando a recursos retóricos, expositivos e institucio-


nales que poco tienen que ver con la contrastación empírica o los experimentos.
Por tanto, conviene investigar todos esos recursos, que forman parte esencial de la
actividad científica y también es más decisivo el contexto institucional que el ámbito
empírico investigado.

Por otra parte, si se analizan los procesos de controversia y de consenso, se ve que


los científicos están estrechamente vinculados a grupos sociales con ideología e
intereses muy determinados. De esta manera, el programa relativista en sociología
del conocimiento científico se especializó en una temática a la que ha hecho apor-
taciones significativas, independientemente de las valoraciones que se puedan ha-
cer sobre los planteamientos teóricos del programa.

LA ETNOMETODOLOGÍA Y
EL PROGRAMA CONSTRUCTIVISTA
La etnometodología es anterior a la sociología del conocimiento científico. En los
años 1980 se produjo una convergencia entre esas dos líneas de investigación, que
dio origen al programa constructivista.
50

Según Alan Coulon, la etnometodología se distingue de la sociología porque ésta


estudia cómo actúan las personas en situaciones previamente definidas, mientras
que la primera trata de comprender cómo las personas describen y proponen con-
juntamente una definición de la situación. Para desarrollar su proyecto, los etnome-
todólogos realizaron trabajos de campo en ámbitos educativos, judiciales, policiales,
médicos y organizacionales.

Desde el punto de vista filosófico, la postura más interesante es la sostenida por


Karin Knorr-Cetina precisamente porque se interesa por cuestiones epistemológi-
cas, sin limitarse a los estudios de campo. En lugar de ocuparse de los controver-
sias científicas, en donde afloran más claramente los intereses de los adversarios,
los constructivistas se dirigen al lugar real del trabajo científico, que identifican con
el laboratorio. Se trata de investigar en el lugar cómo se construye el conocimiento
científico, aplicando las técnicas de participación observante de la etnometodología.

Para las diversas corrientes de sociología del conocimiento, el interés radica en el


contexto de descubrimiento, que es donde se genera y se configura el conocimiento
científico. En el caso de Knorr-Cetina se afirma una tesis adicional, que es la dis-
tancia un tanto del espíritu naturalizador que anima a todo el movimiento: el carác-
ter artificial de los ámbitos donde trabajan los científicos.

Dice esta autora:

"...en el laboratorio, los científicos operan sobre (y en) una realidad muy artifi-
cial y prefabricada. Es obvio que los instrumentos de medida son productos
del esfuerzo humano, como lo son los artículos, los libros, las gráficas y los
textos que producen. Pero las plantas y ratas de laboratorio son criadas se-
lectivamente y desarrolladas de un modo muy especial. La mayoría de las
sustancias y reactivos químicos que se usan están purificados y se obtienen
de una industria que trabaja para la ciencia o de otros laboratorios.... En una
palabra, en el laboratorio no hallamos por ningún lado a la "naturaleza" o la
"realidad", que son esenciales en la interpretación descriptivista de la investi-
gación. Para el observador del mundo exterior, el laboratorio aparece como
un lugar de acción del que la "naturaleza" ha sido todo lo excluida que se ha
podido..."

Estas afirmaciones son particularmente ciertas en el caso de la ciencia contempo-


ránea, que está estrechamente vinculada a la tecnología.

En definitiva, la tarea del etnometodólogo se parece, en alguna medida, a la tarea


del antropólogo que investiga una cultura diferente a la propia, intentando compren-
der, más que explicar lo que allí sucede.

Dice Woolgar en su Ciencia abriendo la caja negra, que:

"...el etnógrafo intenta desarrollar una apreciación de la forma en que los nati-
vos ven las cosas. En el caso de la ciencia, nuestros nativos son la comuni-
dad de los científicos. Adoptaremos la perspectiva de que las creencias, pre-
supuestos y discurso de la comunidad científica deben percibirse como algo
extraño..."
51

ACTIVIDAD Nº 7
a.- ¿En qué consiste el programa fuerte de la sociología del conocimiento?
b.- ¿Cuáles son los principios elaborados por David Bloor?
c.- ¿En qué consiste el programa empírico del relativismo?
d.- ¿Qué es la etnometodología?
52

VERDAD Y OBJETIVIDAD EN LAS CIENCIAS


La ciencia experimental se presenta como conocimiento objetivo, o sea como la
actividad humana (del conocer) que frente a los objetos los capta. Es decir, que la
verdad a conocer dependerá de los objetos. Sin embargo, esta objetividad se puede
entender en dos sentidos:

- en primer lugar, como validez intersubjetiva en el sentido de que los métodos y


resultados científicos son válidos para cualquier sujeto, independientemente de
sus convicciones personales,
- en segundo lugar, la objetividad equivale a afirmar que algo pertenece al objeto, que
se da en la realidad; en este sentido se dice que el conocimiento es verdadero.

Evidentemente, ambos significados se encuentran estrechamente relacionados,


pero éstos no son idénticos.

La intersubjetividad científica
En la ciencia experimental se pueden proponer hipótesis que van mucho más allá
de lo que puede ser observado o medido. Sin embargo, todas las hipótesis deben
cumplir con el requisito de que se puedan relacionar de modo lógico con los datos
obtenidos experimentalmente.

La exigencia de control experimental implica que se deben definir conceptos que


relacionen la teoría con la experimentación: aunque los conceptos no se reducen al
conjunto de las operaciones empíricas mediante las cuales se definen, es preciso
relacionar los conceptos básicos de una teoría con los experimentos que sirven
para definirlos y para medir sus valores. Cuando se establecen esas relaciones, se
habla de un ámbito donde se da la intersubjetividad, porque cualquier persona pue-
de utilizar los conceptos así definidos.

La intersubjetividad de la ciencia experimental tiene una estrecha conexión con lo La


que puede denominarse "controlabilidad". La controlabilidad implica la presencia de Intersubjetividad
la repetibilidad (que es obtener los mismos resultados siempre que se repitan las de la ciencia
mismas condiciones). La controlabilidad es la posibilidad de que se puede verificar experimental se
relaciona con la
el resultado por parte de cualquier observador (es decir, si se afirma que algo es
controlabilidad.
válido para todos los sujetos, se concluye que debe ser válido para cada uno de
ellos. Para ello se debe someter a prueba, a control cada uno).

En conclusión, por intersubjetividad se debe entender el hecho de que cualquier


fenómeno a estudiar y ser demostrado, deberá pasar por la prueba, por el control a
fin de verificar su validez. Todo aquello que se haga en torno a demostrarlo serán
los distintos elementos de control, los cuales son independientes de la voluntad
individual: por eso se habla de intersubjetividad, es decir, estos elementos de con-
trol lo puede usar cualquier persona, dado que los mismos trascienden los intereses
y pareceres personales.

FACTORES CONVENCIONALES EN LA CIENCIA


En el hecho de construir teorías de cualquier índole en cualquier disciplina científi-
ca, los investigadores adoptan una serie de estipulaciones o convenciones. Éstas
son consideradas como preceptos a tener en cuenta y seguirlos en orden a la ela-
boración de las teorías. Se mencionan cinco tipos de preceptos, estipulaciones o
convenciones. Éstos son:
53

- Instrumentales.
- Funcionales.
- Axiomáticos.
- Judicativos.
- Normativos.

- instrumentales: son necesarios para la medición mediante instrumentos. Incluso


los aparatos más elementales de medición exigen la adopción de estipulaciones.
P or ejemplo, el uso de la balanza requiere la aceptación de leyes de la estática y
de la dinámica, así como las definiciones de las magnitudes básicas. Las estipula-
ciones serán mayores en número e importancia cuando se trata de dispositivos
más complejos (por ejemplo, en el caso de manejar grandes telescopios, o un mi-
croscopio electrónico o el acelerador de partículas, etc).
- funcionales: se refieren a la expresión formal de las leyes científicas. Tales leyes
se expresan en ocasiones usando términos ordinarios (por ejemplo, en el ámbito
de la física se usa el concepto de "masa", "fuerza"; en el ámbito de la sociología el
concepto de "masa", "grupo"; etc). Pero su formulación cuantitativa exige el em-
pleo de instrumentos matemáticos (aunque se traten de instrumentos auxiliares).
- axiomáticos: incluyen las decisiones mediante las cuales se toman determinados
enunciados como axiomas básicos de una teoría. Como una misma teoría admite
diversas formulaciones, existe siempre un elemento convencional en tales deci-
siones.
- judicativas: determinan las condiciones en que se considera que una construcción
teórica debe ser rechazada o aceptada. La comprobación empírica es un proceso
en el que intervienen los tres tipos de estipulaciones mencionadas, de modo que
su resultado depende de la aceptación de todo un conjunto de supuestos.
- normativos: afectan a un problema de fondo que suele denominarse “problema de
la demarcación” y se refiere a las relaciones entre el conocimiento de la ciencia
experimental y otras modalidades cognoscitivas.

Estos distintos preceptos o estipulaciones confluyen cuando se analiza una deter-


minada teoría de cualquier disciplina científica. En toda teoría encontraremos la
presencia de estas convenciones. Por ejemplo: en la elaboración de la teoría de la
herencia de Mendel, ciertamente que en algún momento de la investigación se tuvo
que usar instrumental tecnológico como el microscopio. Éste tiene que haber sido
ajustado a ciertos valores de medición (convención instrumental). En la medida en
que se fueron recabando datos, se fue escribiendo la teoría (convención funcional),
en esa redacción se habrán afirmado categóricamente una serie de principios (con-
vención axiomática). Una vez dada a conocer la teoría, habrá habido quienes ar-
gumentaron a favor o en contra, es decir, se determinó la validez de la misma (con-
vención judicativa) y finalmente, una vez presente la teoría en el medio científico y
social, ésta habrá debido ser aclarada para precisar ciertos conceptos, para evitar
confusiones con otras teorías (convención normativa).

DIMENSIONES DE LA VERDAD CIENTÍFICA:


VERDAD SINTÁCTICA, PRAGMÁTICA Y REFERENCIAL
La actividad científica busca el conocimiento de la naturaleza y para ello recurre a
construcciones teóricas que expresan la verdad de las cosas que va conociendo.

La verdad implica una correspondencia entre lo que es la realidad y lo que el obser-


vador, o lo que el científico formula. La verdad existe cuando lo que se afirma co-
rresponde a la realidad, pero esa correspondencia debe valorarse teniendo en
cuenta el significado de los signos lingüísticos que se utiliza. Por ejemplo, si se
afirma que "Los cerros están nevados", para comprobar la verdad de ese enuncia-
54

do, se debe remitir al significado de "cerros" y de "nieve". Esos términos tienen un


significado en el lenguaje ordinario y, mediante tal significado, se refieren a aspec-
tos de la realidad. En este caso concreto, es fácilmente comprobable. La cuestión
cambia al afirmar como verdadero un enunciado científico. En este caso, se afirma
que su contenido corresponde a situaciones reales cuando se tienen en cuenta el
significado y la referencia de los términos que lo componen.

1.- Es la primera acción del hombre: se contacta con la realidad que lo rodea co-
nociéndola.
2.- Como término de la primera acción, el hombre capta, aprehende lo que las co-
sas son.
3.- Con lo aprehendido, el hombre formula un discurso (en el lenguaje ordinario) o
una teoría (en el nivel científico).

Este discurso o teoría será verdadero en tanto y en cuanto refleje la realidad, es


decir tenga correspondencia con ella. La teoría "dirá" lo que observa (allí radica la
objetividad del conocer). La verdad se apoya entonces en el objeto que se está co-
nociendo y en lo que el hombre expresa. Por eso la verdad es contextual, depende
del contexto de observación que se tiene.

En este sentido se debe distinguir la verdad ontológica de la verdad lógica. La pri- La verdad
mera, la ontológica, tiene relación con el ser de las cosas (onto, del griego ens = lo ontológica es
que es), todo lo ontológico hace referencia al ser de las cosas; por lo tanto, la ver- la verdad que
dad ontológica es la verdad que está en las cosas mismas y que el hombre va de- está en las cosas
velando con su conocer. La verdad lógica es lo que en la mente del hombre se va mismas.
formando a partir del conocimiento de la verdad ontológica, es decir, hay una espe-
cie de dependencia de la segunda respecto de la primera.

Por eso, la verdad lógica expresa lo que en el plano ontológico es. Si el hombre, La verdad lógica
luego de observar no expresa lo que ve, se origina un distanciamiento, una noco- expresa lo que
rrespondencia entre lo conocido y lo que es en la realidad. Es decir, no hay una en el plano
adecuación entre la inteligencia y la realidad. Por lo tanto, la verdad es una propie- ontológico es.
dad de los enunciados, que son verdaderos cuando corresponden a la realidad y
falsos cuando no se da tal adecuación.

Por otro lado, la enunciación de la verdad tiene en cuenta tres aspectos: el contex-
tual, el pragmático y el de correspondencia con la realidad.

Un enunciado es verdadero contextualmente cuando satisface las reglas de validez


de un determinado contexto teórico. Una vez fijadas las estipulaciones de una teo-
ría, se debe afirmar la verdad de los enunciados que mediante ella se demuestran.
Por tanto, la validez intersubjetiva de una construcción teórica garantiza su verdad
contextual. Este nivel se relaciona con el aspecto sintáctico de la ciencia experi-
mental, o sea, con su lenguaje.

Desde el punto de vista pragmático, un enunciado es verdadero si permite resolver


los problemas científicos que se plantea. O sea, si ese enunciado tiene utilidad para
solucionar lo que se está estudiando. Para ello es necesario que éste esté correc-
tamente expresado.
55

Una vez establecida la verdad contextual y pragmática, queda fijada la correspon-


dencia con la realidad. Los enunciados se refieren al modelo ideal definido en la
captación de las cosas de manera objetiva, y ese modelo se refiere a la realidad a
través de un conjunto de criterios operativos.

EL REALISMO CIENTÍFICO
El realismo es una posición filosófica según la cual se puede alcanzar conocimien- El realismo
tos verdaderos acerca de la realidad. El concepto de verdad expresado líneas arri- pretende alcanzar
ba, supone una concepción realista. conocimientos
verdaderos
acerca de
En la actividad científica hay una intención realista, pues se trata de conocer a las
la realidad.
cosas (la palabra cosas, en latín se dice res y de allí realismo). Por eso, la actividad
científica se dirige a conocer la realidad y cuando cualquier científico habla de ele-
mentos químicos, electrones, ácidos, psiquis, conductas, etc. se está refiriendo a
aspectos reales de la naturaleza. Pero lo hace usando un lenguaje artificial, que se
refiere directamente a objetos que son construcciones del hombre. Es decir, ese
lenguaje es una construcción teórica (por ello es artificial) que es el instrumento
mediante el cual se busca conocer la realidad. Y depende de la ciencia que se trate,
esa elaboración de conceptos dentro de una teoría puede tener un carácter mera-
mente instrumental (por ejemplo, en las matemáticas cuando se usa conceptos ta-
les como derivadas, integrales, matrices, etc).

Se puede hablar de grados de realismo en las diferentes disciplinas científicas.


Aunque las construcciones científicas bien comprobadas siempre se refieren a la
realidad de acuerdo con las modalidades propias de cada caso, en algunas discipli-
nas esa referencia es más fácil de apreciar, porque se estudian objetos que se rela-
cionan de modo más inmediato con la observación. Es relativamente fácil estable-
cer la verdad de los conocimientos en muchas áreas de la química, la biología, la
psicología, la pedagogía que estudian sistemas organizados que se pueden repre-
sentar. En cambio, es mucho más difícil conseguirlo en la microfísica, ya que las
partículas subatómicas tienen dimensiones muy pequeñas y deben estudiarse me-
diante construcciones teóricas abstractas, cuya comprobación experimental es indi-
recta (algo similar ocurre en la astrofísica, cuando se estudian objetos enormemen-
te alejados del observador).

El realismo mencionado supone una base filosófica realista. Este se expresa me-
diante los siguientes puntos:

1.- Existe un orden en la naturaleza que puede ser captado por el entendimiento
humano. A su vez, esta afirmación implica la presencia de los siguientes ítems:
- existen unas estructuras reales en la naturaleza, un orden que no es creado
por el conocimiento humano, un orden que tiene consistencia propia;
- esas estructuras son inteligibles, es decir, son posibles de ser captadas por el
hombre;
- el hombre posee la capacidad para conocer, para penetrar ese orden real.

2.- Es posible alcanzar la certeza en la posesión de la verdad. La verdad se en-


cuentra en el plano objetivo (verdad ontológica) ya que expresa la adecuación
entre los enunciados y la realidad. En cambio, la certeza se encuentra en el
plano subjetivo, pues se refiere al grado de seguridad subjetiva con que se
afirma algo como verdadero o falso. Esta certeza crece a medida que se va co-
nociendo la verdad en cada una de las cosas, es decir, la certeza depende de
la verdad.
56

3.- existe continuidad entre el conocimiento ordinario y el de la ciencia experimen-


tal. La actividad científica se apoya continuamente sobre el conocimiento ordi-
nario, pero la primera debe trascender las perspectivas precientíficas, es decir,
abandonar las imágenes de la realidad formadas de manera insuficiente.

CIENCIA E IDEOLOGÍA
La tentación de usar la ciencia en apoyo de ideologías ha acompañado al desarrollo
de la ciencia moderna. Por ejemplo, con el auge y progreso de la física (y en ella de
la dimensión materialista) durante el siglo XVIII, quienes sostenían el materialismo
como ideología (que, básicamente sostienen que no existe ninguna realidad espiri-
tual, el hombre es pura materia, etc) pretendieron apoyar sus ideas en el progreso
que la física estaba realizando. El positivismo, el empirismo y el marxismo si-
guieron la misma línea desde el siglo XIX hasta la mitad del siglo XX. A partir de ahí
se tomó más clara conciencia de los peligros de la pseudociencia.

En el seno interno de las distintas ciencias se evita esto pues entre los mismos
científicos hay discusión para validar o invalidar alguna teoría. Pero no sucede lo
mismo cuando se sale de los límites de la ciencia y se ingresa al ámbito de la divul-
gación científica, terreno en el cual se mezclan realidades y verdades objetivas con
pareceres subjetivos, dependientes del divulgador, de la editorial que tienen intere-
ses extraños a la ciencia.

De la misma manera se corre este peligro cuando el científico desde su propio ám-
bito realiza afirmaciones que exceden su propio terreno sin un fundamento sólido.
Esto implica caer en un reduccionismo científico, pues se esta mirando desde su
propia ciencia a toda la realidad.

En la actualidad, la mayoría de los científicos reconocen los límites de su ciencia y


que existe una complementariedad entre ciencia, metafísica y religión.

CIENCIA Y FILOSOFÍA
En la antigüedad, lo que existía en las ciencias se encontraba mezclado con la filo-
sofía. Esta identidad ciencia-filosofía se mantuvo hasta cuando las ciencias particu-
lares fueron adquiriendo una consistencia propia a partir del siglo XVII; de esa ma-
nera, el progreso de la ciencia experimental llegó a relegar a la filosofía a un se-
gundo plano, proceso que ha continuado hasta la actualidad.

Esa separación inicial se nota más claramente en relación a las ciencias experimen-
tales, no así en relación a las ciencias humanas que, por su misma naturaleza, se
encuentran mucho más relacionadas con la filosofía.

Por lo tanto, aquella relación ciencia-filosofía desaparece en la modernidad y co-


mienza el desmembramiento paulatino de distintas ciencias desde el seno de la
filosofía. Surge así la idea de "demarcación", la cual se refiere al hecho de estable-
cer un límite o frontera entre dos territorios o asuntos. El epistemólogo Karl Popper
usó y popularizó la expresión "problema de la demarcación" para demarcar o sepa-
rar lo más importante en la teoría del conocimiento y a su vez lo que verdaderamen-
te es el cometido de la ciencia y lo que no lo es. Esta distinción lo llevará a hablar
de la ciencia y de lo que no lo es (la llamada pseudociencia).

En la demarcación entre ciencia y filosofía se debe tener en cuenta el objeto y el


método usados por ambas. Así, en la actualidad los contenidos (que surgen de sus
57

objetos) de ambas son totalmente diferentes, debiendo sostenerse una complemen-


tariedad y no una oposición entre ellas.

DIMENSIONES ÉTICAS DE LA CIENCIA


El doble objetivo de la ciencia tiene un carácter ético. Es decir, el objetivo teórico
(conocimiento de la naturaleza en toda su amplitud: la naturaleza propiamente di-
cha, como así también quienes habitan en ella) se relaciona con la búsqueda de la
verdad y exige una actitud de objetividad, y el objetivo práctico (dominio controlado
de la naturaleza) se relaciona con la consecución de medios que hacen posible una
vida más humana, o sea, con el servicio a la humanidad.

La pregunta que surge es acerca de la relación existente entre los valores científi- La dimensión
cos y los valores humanos que dan sentido a la vida, y por ende, allí se habla, en- ética de la ciencia
tonces de la dimensión ética en torno a la ciencia. relaciona
los valores
científicos con
Una de las corrientes de pensamiento considera que la ciencia es algo indepen- los humanos.
diente a los factores personales y subjetivos que se asocian con los valores; por
tanto, la actividad científica es una empresa libre de valores. Sin embargo, como
actividad humana dirigida hacia objetivos, debe incluir algún tipo de valores: al me-
nos, aquellos que se refieren a sus objetivos y a los medios necesarios para alcan-
zarlos.

Esto podría plantear alguna contradicción con lo dicho líneas arriba (acerca de la
objetividad en la ciencia). Ésta, la objetividad, significaba independencia de factores
subjetivos y personales, mientras que los valores se encuentran estrechamente
relacionados con los intereses y compromisos personales.

Por eso, la ciencia está libre de valores sólo si se consideran sus aspectos pragmá-
ticos. Cualquiera puede aprender a trabajar bien en la ciencia en forma indepen-
diente a sus ideas filosóficas o religiosas. La ciencia también puede ser considera-
da como libre de valores, en la medida en que no se la considera como una activi-
dad humana dirigida hacia objetivos, sino como una colección de resultados. Cier-
tamente, que muchos de esos resultados no tendrán un significado ético. Sin em-
bargo, incluso en esos casos, no se debe olvidar que ese resultado puede muchas
veces tener implicaciones en la cosmovisión imperante y, de ese modo, ejercer una
influencia en los valores que se posea.

En torno a esto se deben considerar los siguientes valores:

- valores constitutivos: son valores internos, característicos y necesarios de la cien-


cia. El resumen de todos ellos es que el valor práctico de la ciencia consiste en
proporcionar medios para servir a la humanidad (que la ciencia sea útil al hom-
bre), los cuales son independientes a los fines particulares.
- valores epistémicos: aquellas características que deberían poseer las construc-
ciones científicas para alcanzar el objetivo de la ciencia, el cual es alcanzar la ver-
dad. Tiene que ver con la forma de las teorías, lenguaje usado, etc.
- valores prácticos: el valor práctico general puede identificarse con el servicio a la
humanidad que se logra mediante la aplicación de la ciencia, desarrollando tecno-
logía. Esto se puede apreciar mediante la consideración de cómo la ciencia y la
tecnología fueron, paulatinamente a través de los siglos, produciendo modificacio-
nes en la naturaleza. El problema surge cuando se produce un atentado contra la
naturaleza mediante el poder destructivo de las nuevas tecnologías (tanto a nivel
de la naturaleza como así también contra el propio hombre). Desde el punto de
vista ético, el progreso tecnológico es ambivalente: el objetivo teórico (la búsque-
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da de la verdad) es siempre por sí mismo un valor positivo, el único problema que


puede eventualmente provocar se refiere a los medios empleados en la investiga-
ción.
- valores institucionales: se refieren al trabajo científico en la medida en que se en-
cuentra institucionalizado como una empresa común y, como tal, implica todo un
conjunto de valores que deben ser buscados por los miembros de la comunidad
científica. Estos valores se refieren a reglas que actúan dentro de la comunidad
científica, las cuales, aunque no tienen necesariamente un carácter ético, se rela-
cionan estrechamente con esos valores, y cuando el progreso científico los difun-
de, puede decirse que este hecho tiene implicaciones éticas positivas. Estos valo-
res están presentes en todo momento: la búsqueda honesta de la verdad, la ho-
nestidad y objetividad al difundir los resultados, el tratar honestamente la eviden-
cia de los hechos (sin manipulaciones que puedan tergiversar los resultados), el
rigor, la cooperación son algunos de los valores que corresponden a lo que se
puede denominar "ética de la objetividad".
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ACTIVIDAD Nº 8
a.- ¿Qué es la objetividad de la ciencia?
b.- Describa las dimensiones de la verdad científica.
c.- ¿Cuál es la relación que tiene la ciencia con la ética y la ideología?
d.- ¿Por qué es importante estudiar la epistemología?
e.- ¿Qué elementos nos aporta la epistemología para analizar las distintas realida-
des educativas?
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BIBLIOGRAFÍA
Unidad I:

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- Javier Echeverría. Op. cit.


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Edición 2017
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