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El FILME DE FICCIÓN

•» El potencial cinematográfico del filme se combinó con la


expectativa rcprcsentacional del público para producir el
l'ilmc de ficción, que pronto fue el tipo predominante de
filme, superando los otros dos tipos. En el curso de su
desarrollo, el filme de ficción tuvo que resolver problemas
como técnica narrativa, representación visual, sintonización
audiovisual y la crítica de la realidad fílmica.

El filme de ficción cuenta un relato. Tiene una trama, con


un principio, un conflicto y un desenlace. En ésto, siguió a la
novela burguesa anterior a 1905.
Sin embargo, el filme tuvo que descubrir su propia
técnica narrativa, de tal modo que la descripción y la acción
en prosa pudiesen ser traducidas a una secuencia de
imágenes enmarcadas. Apropiadamente, fue durante el
decenio crucial de la revolución perceptual cuando se elaboró
la técnica del filme narrativo. 01 En el ano 1903, Edwin S.
Porler, en La vida de un bombero norteamericano, intercaló
diferentes escenas para contar el relato; luego, en El gran
asalto al tren, hizo escenas sccuenciales de diferentes lugares
y diferentes momentos. De 1908 a 1914, D. W. Griffith nartió
el escenario en tomas separabas, desde dclose-iip hasta el
panorama y las editó con un lempo rítmico y cortes paralelos.
Utilizando la cámara y la edición para contar una historia,
Griffith llegó a la cúspide de su carrera en El nacimiento de
una nación (1915) y lanzó al filme de ficción por su larga y
lucrativa carrera.

Más allá de la técnica narrativa de cámara y edición,


quedaba el jiro ble m a de la representación vjsuaJ^La
imagen fílmica ya es una realidad visual, pcrouenlro del
contexto del filme de ficción, la imagen adquiere una función
representativa. El problema estético consistía en cómo
satisfacer mejor esta función representativa. El estilo
expresionista de El gabinete del Dr. Caligari (1919) fue una
solución que constituyó un fracaso interesante. El estilo de
tal filme, como lo ha indicado Panofsky, fue diseñado en el
medio escénico, en vez de ser resultado de la cámara o la
edición. Por tanto, resultó teatral y ornamental, no
cinematográfico, y siguió siendo simplemente interesante
desde el punto de vista del "arte". 62 La lección aprendida de
este fracaso es que la conexión representativa entre la imagen
fílmica y la narrativa de ficción debe ser directa, explícita. El

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