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Lección 1.

1 El desarrollo del pensamiento crítico en las alumnas y los


alumnos
Pensamiento crítico en el aula
Concepto de pensamiento crítico
Desde una perspectiva psicológica, se destacan los componentes cognitivos
y autorregulatorios del concepto y se le ubica como la habilidad de pensamiento
complejo, de alto nivel, que involucra en sí otras habilidades (comprensión,
deducción, categorización, emisión de juicios, entre otras).
Para Ennis, el pensamiento crítico se concibe como el pensamiento racional y
reflexivo interesado en decidir qué hacer o creer. [...] Su finalidad es reconocer
aquello que es justo y aquello que es verdadero, es decir, el pensamiento de un
ser humano racional.
Asimismo, [...] es una actividad reflexiva; porque analiza lo bien fundado de los
resultados de su propia reflexión como los de la reflexión ajena. [...] Se trata de un
pensamiento totalmente orientado hacia la acción. [...]
Ennis (1985, 2011) [...] ha destacado que el pensamiento crítico está compuesto
por habilidades (vertiente cognitiva) y disposiciones (vertiente afectiva).
[...] Para Kuhn y Weinstock (2002), [...] lo fundamental para desarrollar el
pensamiento crítico son las competencias metacognitivas y la evaluación
epistemológica (pensar sobre lo que se piensa), lo cual tiene implicaciones para la
enseñanza (Nieves y Saiz, 2011).
Actividades que fomentan el pensamiento crítico
[...] Ennis (2011), establece una diferencia entre dos clases principales de
actividades de pensamiento crítico: las disposiciones y las capacidades.
Las primeras se refieren a las disposiciones que cada persona aporta a una tarea
de pensamiento, rasgos como la apertura mental, el intento de estar bien y la
sensibilidad hacia las creencias, los sentimientos y el conocimiento ajeno. La
segunda hace referencia a las capacidades cognitivas necesarias para pensar de
modo crítico, como centrarse, analizar y juzgar (Bruning, Schraw & Ronning 1999).
Habilidades básicas del pensamiento crítico, según Ennis
Capacidades del pensamiento crítico, según Ennis (2011):
1. Centrarse en la pregunta.
2. Analizar los argumentos.
3. Formular las preguntas de clarificación y responderlas.
4. Juzgar la credibilidad de una fuente.
5. Observar y juzgar los informes derivados de la observación.
6. Deducir y juzgar las deducciones.
7. Inducir y juzgar las inducciones.
8. Emitir juicios de valor.
9. Definir los términos y juzgar las definiciones.
10. Identificar los supuestos.
11. Decidir una acción a seguir e Interactuar con los demás.
12. Integración de disposiciones y otras habilidades para realizar y defender una
decisión.
Habilidades auxiliares:
13. Proceder de manera ordenada de acuerdo con cada situación.
14. Ser sensible a los sentimientos, nivel de conocimiento y grado de sofisticación
de los
otros.
15. Emplear estrategias retóricas apropiadas en la discusión y presentación (oral
y escrita
Características del pensador crítico
[...] El pensador crítico ideal se caracteriza además de sus habilidades cognitivas,
también por su disposición y la manera en que se enfrenta a los retos de la vida.
El pensamiento crítico va más allá de las aulas escolares. [...] Lo que caracteriza
al pensamiento crítico en la vida cotidiana incluye los siguientes rasgos
(Fancione, 1990):
 Curiosidad por un amplio rango de asuntos.
 Preocupación por estar y permanecer bien informado.
 Estar alerta para usar el pensamiento crítico.
 Confianza en el proceso de indagación razonada.
 Confianza en las propias habilidades para razonar.
 Mente abierta para considerar puntos de vista divergentes al propio.
 Flexibilidad para considerar alternativas y opiniones.
 Comprensión de las opiniones de otra gente.
 Justa imparcialidad en valorar razonamientos.
 Honestidad para encarar los propios prejuicios, estereotipos,
tendencias egocéntricas o sociocéntricas.
Otras características del pensador crítico
[...] Más allá de las características generales [...] los pensadores críticos ideales
pueden ser descritos en términos de cómo se aproximan a temas específicos, a
las preguntas o a los problemas. Los rasgos que destacan son los siguientes
(Fancione, 1990):
 Claridad en el planteamiento de preguntas o preocupaciones.
 Disciplina para trabajar con la complejidad.
 Minuciosidad en la búsqueda de información relevante.
 Sensatez en la selección y aplicación de criterios.
 Cuidado en centrar la atención en la preocupación más próxima.
 Persistencia ante las dificultades.
¿Por qué promover un pensamiento crítico en la escuela?
1 Una de las metas de la educación, en los diferentes países, es la de formar
ciudadanos que sepan discernir apropiadamente para tomar decisiones que
afecten positivamente a las personas y a la sociedad. Se quiere una educación
que impregne a las estudiantes con habilidades de razonamiento que les permita
analizar y evaluar situaciones complejas, propias del mundo de hoy.
2 La vida, en general, y la ciudadanía, en particular, requieren de las personas el
actuar adecuadamente, lo que implica la elección de opciones y la toma de
decisiones de convivencia basadas en un cuidadoso ejercicio del pensamiento
crítico. [...]
[La] base de la democracia, se fundamenta también en la capacidad de pensar
con claridad.
En términos de democracia y ciudadanía, el cultivo y educación del pensamiento
crítico resulta fundamental. Por ello, [...] se solicita a las escuelas que apliquen
estrategias y técnicas para su desarrollo. Se les pide promover en los alumnos el
pensar por sí mismos.
3 El pensamiento crítico es propio de la naturaleza humana. Todos contamos con
esta capacidad, desarrollada en diferentes niveles o grados. El ser humano hace
uso del pensamiento crítico en diferentes momentos o situaciones [...].
[...] El ejercicio del pensamiento crítico es aplicable en toda la vida personal y
profesional. [...] Más que una persona con mucha información, se demanda en la
actualidad una persona que sepa discernir y tomar decisiones razonadas en el
ámbito personal, profesional y social.
4 [...] El pensamiento crítico [...]. Está asociado con la racionalidad de la persona,
la cual puede ser cultivada y desarrollada a través de la educación en los
diferentes niveles educativos.
5 El pensamiento crítico es un proceso activo, intencional, basado en principios,
que evalúa racionalmente argumentos, toma decisiones fundamentadas y revisa el
proceso de su propio pensamiento.
[...] [La persona que usa] esta habilidad es reconocida por su búsqueda de la
verdad, una mente abierta y analítica, seguridad en su racionamiento y juicio al
estar basado en criterios [...], además su perseverancia en la búsqueda de la
verdad, la honestidad intelectual, etcétera.

Lección 1.2 Construcción de una ciudadanía democrática desde la escuela


Educar democráticamente
Una educación democrática, en el doble sentido de educar para la democracia y
en la democracia, es a la vez un fin y un medio de la educación. En una sociedad
democrática constituye una obligación de la educación pública [...] [formar] a los
futuros ciudadanos para poder participar activamente en la sociedad civil y política
sin riesgo de exclusión, lo que supone asegurar que toda la población adquiera
aquellas virtudes, conocimientos y habilidades necesarios para la participación
política y la inserción social.
El ejercicio de la ciudadanía exige un nivel adecuado de educación, necesario
para vitalizar una democracia y participar en ella con autonomía y de modo
informado. Además, se requiere, por un lado, de una cultura cívica que posibilite
dicho ejercicio activo y, por otro, del reconocimiento de la cultura propia. No hay
democracia en sentido pleno sin la participación activa de la ciudadanía y,
paralelamente, la democracia es el sistema político que reconoce y respeta los
derechos humanos, políticos y sociales, al mismo tiempo que exige –en
contrapartida– ciertos deberes políticos y jurídicos.
El ciudadano en una democracia se hace, no nace, y la democracia se
aprende; por lo tanto, hay que enseñarla, ejerciéndola al tiempo. [...] Si queremos
preservar la forma de vida de la democracia, el primer desafío es educar para una
ciudadanía activa.
[...] Lo que da fuerza y estabilidad a una democracia no es la mera existencia de
instituciones democráticas [...], sino más prioritariamente la virtud cívica de sus
ciudadanos. De ahí la importancia del cultivo de la educación para una ciudadanía
democrática. Concebir la democracia como una implicación activa de los
ciudadanos en todos los ámbitos de acción, como forma de vida cívica, implica
considerar que la educación tiene un papel relevante en la formación e ilustración
para el ejercicio de la ciudadanía.
Solo cuando se apuesta social y políticamente por incrementar la participación de
los ciudadanos en todas las decisiones colectivas, llega a adquirir todo su papel la
educación ética y cívica, no recluida –por lo demás– a las escuelas.
En una democracia “fuerte” los diversos grupos de ciudadanos participan
activamente para llegar a tener propósitos comunes y acciones mutuas. [...]
1. Una educación democrática
Una educación democrática que pretende el ejercicio de una ciudadanía activa
tiene que promover la participación democrática para vivir el propio ejercicio de la
democracia en la escuela. [...] Una educación democrática toma como valor de
primer orden, educativo en sí mismo, la participación en todos los niveles: gestión
del centro y del aula, de la convivencia, etcétera, y tiene que afectar más
radicalmente a las decisiones básicas que determina la naturaleza misma de la
escuela y del currículum.
[...] La construcción de un currículo y escuela democrática, que incluye como valor
y tarea esencial proveer y garantizar con una eficacia buena educación a todo el
alumno, de modo que puedan ejercer una ciudadanía activa o seguir, sin graves
carencias, su desarrollo profesional, académico o inserción sociolaboral posterior.
[...] Una educación democrática debe tener como prioridad que todo alumno o
alumna adquiera los conocimientos, aprendizajes básicos o competencias que
posibilitan la integración y participación activa en la vida pública. [...]
La democracia es entonces un proceso, un modo de interacción entre los
ciudadanos, una vida comunitaria en todos los ámbitos. Esto implica que debe
darse cuenta de una cierta congruencia entre el aprendizaje experiencial que el
alumno o alumna tiene fuera de la escuela y la creación de comunidades
democráticas en el centro escolar. Además, la educación para una ciudadanía
democrática no se puede reducir a la educación (e incluso vivencia en el centro
escolar) de un conjunto de valores democráticos, también la propia educación ha
de ser democrática en el sentido fuerte de garantizar a toda la población la
adquisición de un currículum común o básico [...].
Un centro escolar se define como democrático cuando persigue unos fines y
objetivos acordes con lo que entendemos como “educación democrática”, al
tiempo que practica una participación entre todos, con el objetivo último de
resolver de modo consensuado los problemas cotidianos y proporcionar la mejor
educación. posible a todos sus alumnos.[...]

En el currículum de una escuela democrática, la dimensión cognitiva debe


conjugarse con la afectiva y con otras dimensiones [...] al tiempo que una
integración curricular e interdisciplinariedad. [...]

[...] La cultura democrática [...] es algo que se debe aprender en las relaciones
diarias y fomentar en la vida cotidiana [...].

Una escuela democrática debe significar, al menos, tres cosas (Feito y López,
2008):

 Organizar la educación de modo que se crean las condiciones que


garantizan el éxito escolar para todo el alumno [...].
 democratizar la vida en las aulas y en el centro, partiendo de las
necesidades del alumno como protagonista de su propio aprendizaje y
llevando a cabo procesos y modos de enseñar que posibilitan una
autonomía, cultura cívica y capacidad de aprender.
 Potenciar la participación del profesorado, del alumno y de los padres y
madres en el control y gestión de los centros [...]

2. Educar para una ciudadanía activa


[...] Una ciudadanía “diferenciada” –según las identidades no nos llevaría lejos,
dado que el derecho a la diferencia y al reconocimiento identitario debe seguir
siendo reequilibrado con el imperativo de la equidad. [...]
Integrar lo común con lo diverso es también uno de los propósitos de redefinición
de la ciudadanía en la escuela pública en el momento actual, donde el principio de
igualdad ha de ser compensado con el derecho a la diferencia, lo común
conjugado con lo diverso. [...] Una noción de ciudadanía inclusiva de la diversidad
étnica y cultural, de forma que no sea excluyente sino integradora [...].
3. Modos de enseñanza y aprendizaje de la ciudadanía
[...] La educación para el ejercicio de la ciudadanía democrática debe ser
entendida en un sentido amplio, no referido a alguna materia dedicada
específicamente a ello. [...] Actualmente abogamos por un enfoque amplio “que no
solo incluye la enseñanza y el aprendizaje en el aula, sino también las
experiencias prácticas obtenidas a través de la vida escolar y de las actividades
desarrolladas en la sociedad” (Eurydice, 2012, pág.9). [...]
[...] La educación para una ciudadanía democrática es, en primer lugar, una tarea
de todo el establecimiento, a través de su Proyecto Educativo Institucional, [...] hay
una apuesta decidida por la apertura de las escuelas al entorno y la implicación de
la comunidad. Por eso mismo, el asunto es una tarea comunitaria [...].
Si bien precisan conocimientos, estos no garantizarán el ejercicio de una
ciudadanía democrática. [...]
[...] La educación para la ciudadanía es algo más que una asignatura, dado que
concierne a toda la escuela y, más allá, a la comunidad. A esto se le llama
tratamiento transversal, pero situarla como responsabilidad de todos también
conduce a que en la práctica pueda ser eludida, por lo que –para no acabar
dependiendo de la decisión individual de cada profesor– debe formar parte del
Proyecto Educativo de la escuela. [...]
La Educación para una Ciudadanía Democrática es un conjunto de prácticas
escolares que pueden contribuir a consolidar los valores que cementan una
sociedad democrática. Por eso, formar ciudadanos no significa solo enseñar un
conjunto de valores propios de una comunidad democrática. Es también
estructurar el centro y la vida en el aula con procesos (diálogo, debate, toma de
decisiones colegiada) en los que la participación activa en la resolución de los
problemas de la vida en común contribuye a crear los correspondientes hábitos y
virtudes ciudadanas. [...]
[...] No puede consistir solo en contenidos a aprender en una materia (es decir, en
un aprendizaje conceptual), sino en un conjunto de prácticas pedagógicas y
educativas que comprenden, al menos, tres componentes: conocimientos,
habilidades y actitudes y valores. [...] Exigen procesos de vivencia en el centro
escolar y en la comunidad, que además precisan un cierto grado de consistencia
entre ellos.
Una educación para la ciudadanía exige, por sí misma, una renovación didáctica.
Por una parte, los procesos de enseñanza han de dar lugar a unos resultados de
aprendizaje; por otro, se han de cultivar con esmero los mismos modos de trabajo
y adquisición. [...]

Hay varias vías para la educación de una ciudadanía democrática. [...] Estimular el
pensamiento crítico, el razonamiento moral y la toma de decisiones; mientras que
otros enfatizan los aspectos afectivos y relacionales. En cualquier caso, los
procesos del aula, el clima del centro y el servicio a la comunidad son ejes claves
en dicha formación:

 La escuela debe estar organizada democráticamente en sus órganos de


gobierno, toma de decisiones y debate sobre los asuntos de interés común.
[...] Es preciso vivir cotidianamente los valores en la trama organizativa del
centro.
 Aprendizaje servicio como actividad que combina la participación en el
servicio a la comunidad con la enseñanza de conocimientos y valores [...].
Es una metodología idónea para la “práctica de ciudadanía”,
proporcionando la formación de una ciudadanía participativa y capaz de
contribuir al bien común. [...]

Entre los diversos niveles de participación, la discusión en clase y en grupos


pequeños se constituye en un medio privilegiado para el diálogo, la interacción,
ponerse en el lugar del otro y las actitudes de respeto, tolerancia y
responsabilidad. Un clima de clase abierto para el diálogo y la discusión favorecen
el desarrollo de habilidades cívicas y es, por ello mismo, conformador de una
ciudadanía. Las asambleas de clase son el primer y mejor ámbito de educación en
valores democráticos en la medida en que permitan, de modo directo, la
deliberación y decisión en asuntos comunes.
[...] La [...] [formación] para el ejercicio activo de la ciudadanía se tiene que ver
acompañado de otros contextos: participación en la toma de decisiones en el aula,
el centro escolar y la vida social. [...]
La acción conjunta establecida en el Proyecto Educativo es el ámbito privilegiado
para aprender y ejercer una ciudadanía democrática [...]
La estructura institucional u organizativa de un centro escolar proporciona un
conjunto de tareas, procesos y significados en la vida diaria que están
promoviendo una determinada ciudadanía. [...] Una escuela para aprender a
ejercer la ciudadanía ha de promover, en primer lugar, la participación activa en
todos los niveles (gestión del centro y del aula o en la propia gestión de la
convivencia). Además, la participación no debe quedar limitada al centro escolar,
tiene que ampliarse a las familias, la comunidad y el municipio. [...] La implicación
del alumno resulta esencial. [...]
En las escuelas democráticas se trata, pues, de “hacer de cada escuela una
buena escuela”, tanto porque tiene buenos profesores (comprometidos con la
mejora) como porque se ha configurado el centro escolar como un lugar de
aprendizaje de la ciudadanía, no solo para el alumnado sino también para el
propio profesorado (“comunidades profesionales de aprendizaje”) y, en la medida
de lo posible, para las familias y la comunidad.
[...] Educar para una ciudadanía activa más que el resultado de una enseñanza es
una práctica [...].

4. Una tarea comunitaria


El aprendizaje del oficio de ciudadano, como aprendizaje situado, se realiza en los
ámbitos sociales en que viven los jóvenes. Por eso, la [...] [formación] para el
ejercicio activo de la ciudadanía se tiene que ver acompañada de otros contextos,
sin limitarla al ámbito escolar y extendiéndola, paralelamente, a las diferentes
prácticas que marcan la vida cotidiana de la juventud [...].
Familia, escuela y comunidad son tres esferas que, según el grado en que
interseccionen y solapen, tendrán sus efectos en la educación de los alumnos
(Luengo, 2006).
[...] Educar para el ejercicio cívico necesita otra lógica, otro modelo, otra forma de
organizar los espacios educativos. Siguiendo a Nóvoa (2002, 2009), se requiere
reconfigurar el espacio público de educación, sin limitarlo a los centros educativos,
sino poniendo de manifiesto que, actualmente, es una tarea comunitaria, de la que
todos somos corresponsables.
[...] La educación para la ciudadanía democrática no puede centrarse en los
alumnos como individuos aislados, sino en jóvenes en interacción con unas
determinadas condiciones sociales y políticas en sus vidas. [...]
En suma, estimamos que no es en el cambio de programas donde se sitúa el
cambio en esta segunda modernidad, sino en la acción comunitaria.

Lección 1.3 Vivir en comunidad y


sus aportes al desarrollo integral
del alumnado
 “… La escuela no es un espacio aislado de la comunidad, sino que su
razón de ser está en relación con la vida de las personas que acuden a ella
todos los días con sus lenguas, costumbres, hábitos identidades, relaciones,
afectos y expectativas, las cuales se construyen y vinculan con otras
personas en diferentes espacios de una comunidad…”.
 •
“La formación de las y los estudiantes de la Nueva Escuela Mexicana
busca que vivan los derechos humanos desde sus realidades concretas, en
su cotidianidad y en permanente relación con la diversidad territorial,
social, lingüística y cultural que constituye un país como México para que
interactúen, dialogen y aprendan diversas capacidades que les permitan
comprender y participar en la transformación de las relaciones desiguales
que existen por motivos de clase, etnia, sexo, género, edad o capacidad,
mismos que violentan la dignidad humana.”
Tomado de: Secretaría de Educación Pública (2022). Anexo. Plan de Estudio para la educación
preescolar, primaria y secundaria(opens in a new tab), págs. 10 y 67.
 •
“…se promueve la transformación educativa de un modelo de escuela que
no tiene sentido para sus integrantes, y que busca su recuperación a través
de la comunidad”
Tomado de: Essomba, M. (2019). Educación comunitaria: crear condiciones para la
transformación educativa(opens in a new tab). Núm. 27, p. 2. Instituto Paulo Freire. (opens
in a new tab)
 •
“Se busca que las alumnas y los alumnos desarrollen el sentido de
pertenencia a una comunidad caracterizada por la diversidad de formas de
ser; prácticas; sables; expresiones lingüísticas y estéticas; que se
comprometen con la convivencia pacífica, armónica y respetuosa, entre
otras características”.
 •
“Preparar al alumnado para la vida, como base del aprendizaje […] exige,
ni más ni menos, que introducir la vida real y externa a las escuelas”.
IMPLICACIONES PARA LA JUSTICIA SOCIAL DE LA APERTURA DE LAS
ESCUELAS EN EL ENTORNO SOCIAL

Bellido, J. (2021).
Implicaciones para la justicia social de la apertura de las escuelas al entorno social (opens in a new tab) . Espacios en
Blanco. Revista de Educación , 1 (31), -Junio, pp. 09-25.
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires.

[...] La apertura de la escuela al entorno, se configura como un componente


esencial de una de las dimensiones fuertemente vinculadas al concepto de justicia
social. [...] Este vínculo [...] puede propiciar un enriquecimiento de las
condiciones sociales y humanas necesarias para que se establezca la justicia
social. [...]
[...]

En este sentido, la escuela, con su apertura al entorno, puede propiciar que las
prácticas democráticas, equitativas y justas promovidas desde el interior se
proyecten hacia toda la ciudadanía y el entorno social. La cultura del centro
representa, una pequeña escala, la cultura social del entorno. [...]

Si todos los objetivos son conocidos y compartidos por la comunidad educativa


generarán actitudes de apertura que permitirán tanto que el entorno penetre y
nutra a la escuela como que la escuela realice su aportación a la mejora del
barrio, ciudad o contexto más amplio con el que se relaciona.
[...]

[...] La apertura de los centros escolares, entre otras ventajas, permite un


enriquecimiento del proceso educativo.

[...] Son las interacciones sociales, emocionales y afectivas entre todos los
agentes que intervienen en el proceso los que enriquecerán el devenir de la
educación en dichos contextos. Ese tipo de escenarios enriquecidos permitirá la
generación de oportunidades que, a su vez, propiciarán un diálogo crítico y
constructivo entre los miembros de la comunidad. No podemos olvidar que el
espacio, cualquiera que sea, adquiere un potencial carácter educativo, por lo que
limitar las posibilidades y marcos de enseñanza y aprendizaje exclusivamente al
aula puede empobrecer severamente dicha potencialidad y cercenar la puesta en
escena de estrategias adaptativas y, posiblemente, creativas que permitan
contribuir positivamente a un incremento de la libertad

FORMACION INTEGRAL
Antón (1998), entiende que el contexto escolar contribuye poderosamente a la
formación integral del alumno, dado que, entre otras circunstancias, permite
aprender y practicar [...] la convivencia y, por tanto, propicia un ejercicio
responsable de la ciudadanía y vida en el seno de la sociedad. Por tanto, las
instituciones escolares [es] donde [...] [se aprende] a desarrollar los hábitos de
participación que, en un futuro, sentarán las bases de la construcción de la
ciudadanía para los niños y niñas que asisten a los colegios.

Todo esto no se canaliza exclusivamente a través del intercambio y transmisión


de conocimientos y técnicas, ni de manera puntual y aislada. Por el contrario, se
trata de un trabajo sistemático y, al tiempo, sistémico a desarrollar por los
docentes y resto de la comunidad educativa. Esto se podrá conseguir en la
medida en que la escuela no se aísle del entorno y se limite a conformar [...]
conocimientos, aislados de la vida, que tendrán poca o ninguna influencia en la
conformación de ciudadanos libres, críticos y responsables. [...]

[...] Los espacios escolares, históricamente hablando, han estado reservados para
albergar e impartir conocimientos especializados, no necesarios ni fácilmente
vinculados al contexto donde estaban insertas las comunidades educativas. Esa
exclusividad, en cuanto a la gestión del conocimiento que estas instituciones
realizan, facilitan la reclusión y la tendencia de la escuela a convertirse en un
lugar reservado [...]
[...]

En dicho contexto, el tiempo escolar discurre dentro de un orden idealizado,


donde el conflicto exterior se minimiza y los sutiles mecanismos sociales de
selección desarrollados permiten desalojar aquellos elementos que no deben
ocupar el espacio [...] [educativo].

Existe, en muchos casos, una percepción de riesgo derivado de una


contaminación hipotética con el mundo externo [...].

CONCLUSION
Podemos decir que entre la etapa de Educación Infantil y Educación Primaria es,
en el contexto estudiado, el marco donde el alumno conoce su entorno de una
manera más intensa. Dicho esto, un gran número de actividades reviste un
carácter complementario al currículo oficial y, en no pocas ocasiones, su
relevancia es anecdótica, sin que este término sea peyorativo en este caso, ya que
no se desarrollan vínculos más profundos ni permanentes.

En el profesorado que imparte la educación secundaria, este tipo de dinámicas de


apertura y realización de actividades son muy escasas, limitándose la inmensa
mayoría a la impartición de contenidos curriculares en el aula. [...]
Preparar al alumnado para la vida, como base del aprendizaje [...] exige, ni más
ni menos, que introducir esa vida real y externa en los centros. El aprendizaje por
descubrimiento, colaborativo y basado en proyectos exige una apertura a
vivencias extracurriculares y el establecimiento de puentes con la realidad
exterior que muy pocas escuelas se desarrollan de manera amplia y
comprometida con su entorno más próximo. En este sentido, el profesorado
representa, una vez más, un papel esencial para que este tipo de apertura pueda
desarrollarse o truncarse.

[...] Estamos convencidos de que esta opción es necesaria para que la [...]
dimensión constitutiva de la justicia social, pueda dar sus frutos y contribuir a la
mejora de la práctica docente y al establecimiento de sinergias positivas que
redunden en beneficio de la comunidad, la sociedad y la consolidación de la
justicia social en educación.

Lección 1.4 Perfil de egreso en el


Plan de estudio
Algunas ideas sobre el perfil de egreso de educación
básica

Lección 2.1 Lenguajes

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