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Llevaremos a cabo una investigación sobre cómo las herramientas colaborativas que ofrece
Internet pueden favorecer el desarrollo de esta competencia “olvidada”.
Las competencias básicas son aquellas que debe haber desarrollado un joven al finalizar la
enseñanza obligatoria para poder lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa,
incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje
permanente a lo largo de la vida. La Unión Europea seleccionó en su momento, a través del
Consejo de Europa, ocho competencias básicas, que deben constituir el gran objetivo educativo en
todos los niveles de la enseñanza, y que han sido recogidas por la LOE de esta manera:
2. Competencia matemática.
Éstas serían los tres campos generales a partir de los que concretar las distintas competencias
básicas. Sin embargo, el propio informe declara que “en el centro del marco de competencias
clave se encuentra la habilidad de los individuos de pensar por sí mismos como expresión de una
madurez moral e intelectual, y de tomar responsabilidad por su aprendizaje y por sus acciones”, y
se considera la reflexión como el “el corazón de las competencias clave”. Es decir, que la capacidad
de reflexionar sería la “competencia cero” que unifica las tres áreas, y recorre y sustenta por tanto
las sucesivas concreciones que surjan a partir de ellas porque, según el informe, la reflexión
implica el uso de destrezas meta-cognitivas (pensar acerca de pensar), habilidades creativas y la
adopción de una actitud crítica. La capacidad de reflexionar sería la condición sin la cual no puede
producirse el aprendizaje.
1 . En qué consiste la competencia de “aprender a pensar”?
Luego nuestra competencia consistiría en generalizar en el alumno una actitud crítica ante el
mundo que le rodea y las consideraciones que se hacen sobre él desde las ciencias, los medios de
comunicación y su entorno más inmediato, entendiendo por crítica la capacidad de juzgar de
acuerdo con las condiciones reales, pero también en consecuencia con unos valores o principios
no contenidos en la realidad misma. La palabra crítica, en su origen griego, significa discernir y
distinguir, es decir, separar unas cosas de otras e interpretarlas adecuadamente. Por ello la
capacidad crítica, y lo que se persigue con la competencia de “aprender a pensar”, llevaría
implícitas las siguientes capacidades:
Mantener a lo largo de la vida una actitud de curiosidad y espíritu crítico: preguntar por qué. El
hábito de no dar nada por sentado, cuestionar lo establecido como indiscutible y seguir
interesándose por el por qué de las cosas es lo que fundamenta la comparación clásica entre la
infancia y la filosofía. “Pensar” significa mantener viva esa actitud de curiosidad y duda ante lo
evidente, reorganizar los datos de los que se dispone y saber mirar los hechos desde nuevas
perspectivas.
Atreverse a saber: sapere aude. La actitud crítica presupone “atreverse a saber”, aun cuando el
pensamiento autónomo y el conocimiento al que se puede llegar a acceder no resulten cómodos.
Pensar, en este sentido, no es “saber”, sino la condición previa de todo conocimiento, la liberación
del pre-juicio que impide conocer lo que las cosas son realmente, y la liberación del “miedo de
saber” y del “miedo a la libertad”.
Dialogar (pensar con) y argumentar (defender con razones). El pensamiento sin su comunicación
no puede llamarse propiamente pensamiento. Es necesario un “otro” enfrente con el que
confrontar el pensamiento para asegurarnos de que nuestra brillante teoría no es un delirio. Así,
pensar es también saber crear el medio adecuado para el diálogo, y saber defender con razones
las opiniones, lo que presupone habilidades de razonamiento lógico, análisis y síntesis.
Adquirir habilidades éticas y reflexivas: dirigir la inteligencia instrumental. Pensar consiste, por un
lado, en poner los medios para obtener determinados fines; pero lo que aquí nos interesa, por
tratarse del proceso educativo, es elegir los fines. Pensar sería, en este caso, saber elegir los fines
adecuados de acuerdo con las condiciones reales y los objetivos de la persona, teniendo en cuenta
la situación objetiva pero sin ser absolutamente determinados por ella. Una inteligencia
meramente instrumental y estratégica no se distingue en nada de la de una máquina; la persona
incluye en sus actuaciones los fines hacia los que éstas se dirigen, previamente establecidos por
ella. Pensar significa elegir autónomamente esos fines, y “aprender a pensar” consiste en dotar a
la persona de la capacidad de relacionar medios y fines, de elegir los fines y, a la vez, hacerse
responsable de los fines elegidos.
Interpretar. “Pensar: Referido a una idea, examinarla cuidadosamente para formar un juicio o
reflexionar sobre ella”. “Formar un juicio”, en este contexto, significa interpretar. El sentido de los
hechos no está nunca contenido en ellos (de la misma manera que el significado de la metáfora no
está nunca en las palabras que la componen), y conocer la realidad es siempre interpretarla.
Pensar significa entonces interpretar la realidad con vistas a su comprensión, condición
imprescindible para su transformación.
Reunir y relacionar los conocimientos aportados por los distintos saberes (interdisciplinariedad).
Para llevar a cabo tal comprensión, se hace cada vez más necesario tener presentes los múltiples
saberes que abordan los distintos aspectos de una realidad compleja. El desarrollo imparable de
las ciencias han llevado a una creciente desconexión entre éstas, así como entre éstas y las
humanidades. Pensar, hoy por hoy, significa ser capaz de conectar los conocimientos de unas y
otras parcelas del saber, función que recayó durante mucho tiempo en la filosofía pero que hoy
está vacante. La interpretación de los hechos desde la perspectiva global provista por la
multiplicidad de perspectivas abre el camino al pensamiento heurístico.
2. “IMPORTANCIA DE DESARROLLAR HABILIDADES DE PENSAMIENTO SUPERIOR (PENSAMIENTO
CRÍTICO, PROCESAMIENTO DE INFORMACIÓN, SOLUCIÓN DE PROBLEMAS, CREATIVIDAD,
ANÁLISIS, CONCEPTUALIZACIÓN, EVALUACIÓN Y AUTOEVALUACIÓN, ENTRE OTROS) EN LAS AULAS
UNIVERSITARIAS Y SUS IMPLICACIONES EN LA FORMACIÓN DE LOS FUTUROS PROFESIONALES”.
Las habilidades de orden superior son una serie de procesos propios del ser humano que tiene
como fin desarrollar las capacidades cognitivas para la solución de problemas. Estas habilidades
ampliamente conocidas se aplican actualmente en el ámbito de la educación, sobre todo en boga
en la educación a distancia, por lo que se permite en este ensayo dar una breve introducción de
las mismas y su aplicación en la educación virtual y en la formación de los futuros profesionales,
esta dirigido a todas aquellas personas interesadas en el tema, como estudiantes de cualquier
nivel comprometidos en el estudio del aprendizaje virtual, se presenta una breve reseña de que
son estas habilidades y como influyen en la educación actual y sus implicaciones en la formación
de futuros profesionales.
Habilidades superiores del pensamiento son los procesos de análisis, síntesis y evaluación que
lleva acabo el sujeto con el objetivo de aprender, son entonces operaciones mentales organizadas
y coordinadas en función de las cuales procesamos la información que recibimos y permiten el
desarrollo de las capacidades intelectuales, psicomotoras y/o socio-afectivas, así como la solución
de problemas y toma de decisiones. Las habilidades de orden superior, pretenden el conocimiento
e identificación de la información, y además buscan la comprensión y la aplicación del
conocimiento en situaciones concretas.1
Lipman,1991, las define; “El conjunto de acciones interiorizadas, organizadas y coordinadas, que
propician un adecuado procesamiento de la información, enfocadas tanto a la información a
procesar en sí, como también a las estructuras, procesos y estrategias que están siendo empleadas
al procesarla.”
1.- ANÁLISIS: La capacidad para distinguir y separar las partes de un todo hasta llegar a conocer sus
principios o elementos.
2. SÍNTESIS: Capacidad para llegar a la composición de un todo a partir del conocimiento y reunión
de sus partes.
3. CONCEPTUALIZACIÓN: La capacidad de abstraer los rasgos que son necesarios y suficientes para
describir una situación, un fenómeno o un problema.
7. INVESTIGACIÓN: La capacidad para plantear interrogantes claros con respecto a una situación o
fenómeno dado; de proponer hipótesis precisas y modelos conceptuales de lo que se estudia; de
producir o recopilar datos e información con el propósito de verificar el modelo conceptual y las
hipótesis; de examina el peso y la validez de la información y el grado con el que se refutan las
hipótesis o los modelos conceptuales y, por último, formular teorías, leyes o conceptos acerca del
fenómeno en estudio.
11. EVALUACION: El proceso de obtener evidencias (medición) que nos permita juzgar (juicio) el
grado de logro (congruencia) de los objetivos de aprendizaje, las nuevas acepciones señalan a la
evaluación como fuente de información para la toma de decisiones, mejora, renovación, cambio
de las prácticas habituales del sistema, es una actividad permanente y flexible, cada vez más
científica.
Además de las mencionadas anteriormente a mi parecer debería incluirse en estas las dos
siguientes:
1. INTELIGENCIA EMOCIONAL: Consiste en una serie de actividades que sirven para apreciar y
expresar de manera justa nuestras propias emociones y las de otros y para emplear nuestra
sensibilidad a fin de motivarnos, planificar y realizar de manera cabal nuestra vida.
Otro ejemplo (en el paradigma cognitivo) lo podemos encontrar en los modelos educativos
basados en competencias, en donde el aprendizaje les demanda el desarrollo de estas habilidades
para poder desarrollar el aprendizaje basado en problemas o en proyectos situados.
Implicaciones de las habilidades del pensamiento de orden superior en la formación de los futuros
profesionales.
El desarrollo social y económico exige que los sistemas educativos ofrezcan nuevas habilidades y
competencias, que les permitan beneficiarse de las nuevas formas emergentes de socialización y
contribuyan activamente al desarrollo económico bajo un sistema cuya principal baza es el
conocimiento.
Estas habilidades y competencias del pensamiento de orden superior aplicadas a la educación
actual tienen el fin de indicar que están más relacionadas con las necesidades de los modelos
emergentes de desarrollo económico y social que con aquellas del siglo pasado al servicio del
modo industrial de producción.
Referencia bibliográfica
1. Psicopedagogía. Las habilidades superiores del pensamiento. [pagina web]. Disponible en:
http://pilarraquel2.blogspot.com/2009/03/las-habilidades-superiores-del.html
http://magygilcovapsicopedagogia.blogspot.com/2009/03/sesion-10-habilidades-del-
pensamiento.html