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Estimada Maestra Marité:

Cómoestá? Espero que muy bien, escribo esta breve carta para contarle que ayer
pasé frente a la escuela donde realicé la primaria y de inmediato se me vino a la mente
tantos recuerdos y vivencias que dejaron una huella en mí, como ese primer día de
clases en el que lloré porque me sentía mucho miedo y perdidoya que era algo
completamente nuevo para mí, y como toda cosa desconocida genera miedo e
incertidumbre, pero usted con su amor y paciencia me contuvo.
Han pasado ya muchos años desde aquel entonces y aún recuerdo como si fuera
ayer como estaba decorada su aula, su sonrisa al entrar al salón y su dedicación al
enseñar. Por tanto, ya no soy ese niño vacio de conocimientos, sino lo contrario un
hombre que se va enriqueciendo cada vez más con saberes y vivencias y que hoy puede
comprender tantas cosas que antes eran ajenas a mí.
Quisiera agradecerle por siempre ayudarme cuando no entendía algún tema
particular, por guiar mi adaptación al salón de clases como también a la dinámica de las
mismas, hoy esos simples actos que usted realizaba tienen un gran valor para mí.
Además, me motiva contarle que elegí la carrera de formación docente porque
desde niño soñaba con algún día estar frente a un salón de clases repleto de niños que
con su inocencia, dulzura y ganas de aprender me vieran como su ejemplo a seguir o
como quien dice, como la perfección hecha persona y dejar en ellos, una de las mejores
herencias,“una educación de calidad”.
Soñaba con llenar de conocimientos no solo académicos sino también, para la
vida en sí a niños quienes se irán formando como futuros adultos, y sobre los cuales
tendré un papel muy importante.
Hoy que ya soy un adulto puedo comprender muchas cosas, como por ejemplo:
que su exigencia para con sus alumnos era para enseñarnos constancia, disciplina y
responsabilidad, que su mirada cansada no era simplemente por no haber dormido bien
una noche, sino que era preocupación constante por sus alumnos que tenían un ritmo de
aprendizaje diferente al resto del salón, por llegar a corregir trabajos y evaluaciones en
tiempo y forma, etc.
En síntesis un sinfín de razones que como alumnos sentados del otro lado del
escritorio no podemos imaginar, que solo siendo adultos pensantes y empáticos
podemos comprender todo lo que implica ser un docente digno de admirar y ser un
ejemplo a seguir para todos aquellas personas que elegimos la carrera de Profesorado de
Enseñanza Primaria como una vocación y no como una salida de escape, con el fin de
obtener un título ante esta crisis económica.
Por otra parte quiero comentarle que ahora entiendo su lucha constante por
dignificar la profesión o dicho en otras palabras intentar crear conciencia sobre la
importancia de la labor docente.
Deseo transmitirle también que como futuro docente aspiro salir del
encasillamiento, ya que desde mi punto de vista el aprendizaje no solo se reduce a la
adquisición de conocimientos académicos, sino que también a la enseñanza de valores,
formar sujetos críticos, reflexivos y pensantes, con deseos de acción. Y por sobretodo,
quiero tener en cuenta que me estaré relacionando con niños y que estos están inmersos
en un contexto que los atraviesa en todo sentido
(https://ppi2019silvaalvarez.blogspot.com/2019/10/carta-mi-yo-docente-del-futuro-
camila.html). Es importante destacar, que elegí esta cita de internet como soporte
porque refleja la realidad en la que muchos docentes se enmarcan brindando a sus
alumnos no solo lo que se refiere a la educación académica sino también a la educación
emocional (saliendo del diseño curricular), que hoy día juega un papel importante tanto
en las escuelas como en toda la sociedad, porque cada niño vive una realidad distinta y
muchas veces necesitan de las herramientas necesarias para hacerle frente, y así también
poder comprender diversas situaciones, en las que debe autorregular sus emociones,
sentimientos y pensamientos, etc.
Ahora bien, no quisiera dejar de contarle que
de acuerdo a los nuevos desafíos que demanda la escuela hoy, los asumiría con una
mirada crítica y reflexiva, es decir, reflexionando sobre mi propia práctica, analizando
tanto mis errores como mis aciertos, para que de esta manera mi formación docente se
vea cada vez más beneficiada y perfeccionada, sin dejar de tener en cuanta a que la
profesión docente, es una profesión inacabada.
Me despido con enorme emoción de haber recordado tantos momentos que
forman parte de mi biografía escolar, en la cual no podía dejar de tenerla presente ya
que ha marcado una etapa muy importante en mi vida, “mi primaria”.
Agradeciéndole el haberme enseñado tanto, no solo conocimientos académicos
sino, de la vida en sí, es mi mejor ejemplo a seguir y soy muy feliz de saber que pronto
seremos colegas.
Saludos, Héctor
En la carta realizada en el año anterior a la maestra Marité puedo observar como
huellas/ marcas de las tradiciones planteadas por María Cristina Davini la siguiente:
 La Tradición normalizadora - disciplinadora: el Buen Maestro: cuando
en la carta hago mención que la docente nos inculcó disciplina y
responsabilidades en todo momento desde pequeños.
En palabras de la autora, la cultura se define por la inculcación de formas de
comportamiento y por el conocimiento mínimo básico, susceptible de ser enseñado y
considerado útil para las grandes mayorías y dejando de lado la formación de
habilidades y al desarrollo del pensamiento.

Leyendo el material puedo concluir en que las tradiciones son importantes en el rol
docente porque las mismas dejan una huella importante en la manera de enseñar y de
aprender en los alumnos.
Las tradiciones operan en mi futuro rol como docente en que estas son maneras de actuar y/o
pensar. Además mediante el conocimiento de las mismas y sus respectivos impactos en el
alumno sabré que tradición es la más acertada para llevar a cabo en el aula, siempre teniendo en
cuenta que trabajaré con niños y que dejaré alguna impronta en ellos, como me han
dejado docentes por mi paso en las escuelas. No se trata de llevar a cabo la tradición
más acertada. Se trata de entender que las marcas de las tradiciones están y que siempre
operan de manera irreflexiva, a-crítica. Por eso es necesario develarlas, identificarlas y
comprender su “influencia” en nuestro modo de actuar/pensar.
Además los docentes son los actores directos ya que esto representa asumir
comportamientos de sumisión o autonomía y esto dependerá del tipo de tradición y
conocimientos con el que cuente el docente, es decir, que al al comprender las
tradiciones, sus conflictos y reformulaciones, permitirá adoptar criterios más claros y
distintos. Se trata, entonces, de comprender el presente, a través de una mirada hacia el
pasado. Cómo comprendes tu posición en el presente, dónde estás parado… mirando
hacia el pasado… qué huellas encontrás y cómo te proyectas hacia el futuro como
docente. Cuáles son tus argumentos. Con qué cuestiones/aspectos/marcas tenés que
#lidiar# para llegar a ser un docente más crítico y más reflexivo. Te sugiero releer
Davini para comprender la importancia de las tradiciones.
Durante mi trayectoria escolar puedo decir que la marca que predomina en ella es la
tradición normalizadora, ya que la función de la escuela estaba centrada en la
transmisión de valores y pautas de comportamiento, más que en la tradición del
contenido científico.

También es importante tener en cuenta que el rol del docente no se basa únicamente en
la posición del maestro enseñante, el cual solo transmite conocimientos y prioriza más
algunos que otros, sino también se debe dar lugar a que los alumnos participen y
reflexionen. Y, según lo que estamos estudiando en didáctica existen otros
componentes/factores/elementos que intervienen…

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