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CURSO: PENAL I
DOCENTE: LIC. HÉCTOR RAFAEL ANTONIO GONZÁLEZ OBREGÓN
TERCER SEMESTRE
SECCIÓN: "A"
EXPOSICIÓN
UNIDAD II
La Teoría General Del Delito, La Acción, Teorías De La Acción, Ausencia De
La Acción, Formas De La Acción, La Acción Y Resultado, La Imputación
Objetiva, Teoría Sobre la Relación De Causalidad y La Omisión
GRUPO No. 12
INTEGRANTES:
Jasmin Rosario Rivera Ajiataz(Coordinadora) Carnè: 202243387
Rosa Alejandrina del Carmen Pascual Díaz. Carné: 202248858
Heidy judith Abac Sanic Carnè: 202248778
Ana Beatriz Lapoyeu Garcia Carnè: 202143159
Rosa Priscila Ixcayau Beltràn Carnè: 201542251
Claudia Maribel Yancor Oroxòn Carnè: 201542242
Ana Victoria Ortez Larrave Carnè: 201241871
La primera edición del módulo Teoría del delito, fue publicada por el Instituto de la
Defensa Pública Penal, en el año 2008, y ha sido una fuente de consulta sobre los
temas de teoría del delito, por su aplicación al proceso penal.
En el ámbito del derecho penal, el estudio de la acción y las teorías que la rodean
2. LA ACCIÓN
3.2 LA OMISIÓN
ACCIÓN
Estos son algunos de los subtemas relacionados con la acción en el derecho penal.
Cada uno de ellos es importante para comprender cómo se define, se clasifica y se
juzga la conducta delictiva en el ámbito legal.
RESULTADOS
Los resultados, en el contexto del derecho penal, son las consecuencias o efectos
que resultan de la acción delictiva. Estos resultados pueden ser de diferentes tipos,
como lesiones, muerte, daños materiales, entre otros, dependiendo del tipo de delito
y la legislación aplicable.
ACCIÓN Y RESULTADO
En materia de derecho penal, la acción y el resultado son dos elementos
fundamentales que deben estar presentes para que se configure un delito. Ambos
elementos suelen estar estrechamente relacionados y son necesarios para la
existencia de la responsabilidad penal. A continuación, se explican estos conceptos
y su relación en el ámbito del derecho penal:
1. Acción: Robo.
2. Acción: Homicidio.
3. Acción: Lesiones.
4. Acción: Estafa.
AUSENCIA DE ACCIÓN
Sabemos que para que un hecho pueda considerarse cómo delito debe reunir una
serie de elementos positivos de tal forma que si falta uno sólo de ellos el hecho no
es considerado delitos. En contraposición podemos hablar también de elementos
negativos que, como es fácilmente deducible, son exactamente los opuestos a los
positivos. En este caso la presencia de uno de ellos es causal de que el hecho no
se considere como delito. La ausencia de acción es entonces el elemento negativo
de la acción
Ausencia de Acción: Este concepto puede ser más complicado de lo que el mismo
nombre deja entrever. Al referirnos a ausencia de acción no hablamos simplemente
sobre el que no se haya producido ningún hecho u acción, sino también de los casos
en los cuales habiéndose producido un hecho que pudiera considerarse delictivo, la
acción no es considerada como delito. Esto puede ocurrir en los casos dónde hay
falta de voluntad consciente, estados de inconsciencia, y/o estados patológicos.
Desde el Derecho Romano se tenían como análogos los actos del durmiente y del
loco, ya que en ambos faltaba la consciencia. Este principio era conocido como
“dominus furioso aequiparatur.” Esta concepción influyó en las leyes y costumbres
de la edad media, la cual concedía una exención de los actos cometidos por los
durmientes.
Otro ejemplo, en los países dónde la violación del secreto es un delito, si una
persona revela un secreto hablando dormida, no se debe considerar esta acción
como un delito.
FORMAS DE LA ACCIÓN
Las formas de la acción se refieren a las diferentes maneras en que una persona
puede cometer un delito.
1) Acción pública;
2) Acción pública dependiente de instancia particular o que requiera autorización
estatal;
3) Acción privada.
Artículo 24. Bis.- Acción pública. (Adicionado por el Artículo 2 del Decreto 79-
97 del Congreso de la República.) Serán perseguibles de oficio por el Ministerio
Público, en representación de la sociedad, todos los delitos de acción pública,
excepto los delitos contra la seguridad del tránsito y aquellos cuya sanción principal
sea la pena de multa, que serán tramitados y resueltos por denuncia de autoridad
competente conforme al juicio de faltas que establece este Código.
2) DEROGADO
9) Alteración de linderos;
En casos de flagrancia, la policía deberá intervenir para evitar que continúe la lesión
del bien jurídico tutelado o la comisión de otros delitos y para asegurar los medios
de investigación.
Para los casos en que se requiere de autorización estatal para el inicio de la acción
penal, el Ministerio Público procederá como se establece en este Código para el
trámite del antejuicio.
2) Daños;
LA IMPUTACIÓN OBJETIVA
Para entender mejor este principio, es necesario analizar sus dos elementos
principales:
LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD
La relación de causalidad constituye un elemento indispensable para
establecer la concordancia entre la conducta realizada por un sujeto y el
resultado producido por causa de esa conducta; o bien si esa lesión
producida en el bien jurídico es consecuencia de determinada conducta de
acción u omisión.
Para el Derecho Penal, la causalidad se constituye como una relación que debe
existir entre una acción u omisión y un resultado delictivo, elaborando distintas
teorías acerca de esta relación de causalidad, tales como la Teoría de la
Equivalencia que exige una relación plena entre causas y resultado, la Teoría de la
condición más eficaz, o la denominada Teoría de la causalidad adecuada que
considera como causa de un resultado aquella actividad normalmente adecuada
que para producirlo, en este sentido se ha pronunciado el gran penalista Eugenio
Cuello Calón.
Todas las condiciones son del mismo valor en la ocurrencia del hecho dañoso, por
lo cual son todas equivalentes.
Esta teoría no puede ser considerada suficiente para determinar cuál es la causa
del daño, puesto que su aplicación implica erigir en causa del evento a todos y cada
uno de esos hechos antecedentes, lo cual provoca extender ilimitadamente las
consecuencias del perjuicio ocasionado.
Esta teoría busca encontrar una entre todas las posibles condiciones que se han
encadenado previamente a la ocurrencia del daño y seleccionarla como causa del
evento. Para ello, resulta suficiente considerar a la última condición como causa del
daño sin necesidad de remontarse a un grado más lejano.
Esta postura ha sido duramente criticada en nuestro país por una calificada doctrina
con acertado criterio, puesto que no siempre la condición más próxima
temporalmente al daño adquiere el carácter de causa.
La teoría de la causa eficiente es similar a la anterior, pero considera causa del daño
a la condición que posea mayor poder intrínseco para causarlo. Se arriba a tal
conclusión mediante un análisis cualitativo de las condiciones, considerándose
causa aquella que posea mayor eficacia intrínseca en el proceso causal para
provocar el resultado dañoso.
Esta postura ha sido criticada por dos motivos:
Según esta postura, no existe equivalencia entre todas las condiciones que se
suceden encadenadamente en forma previa a la producción de un daño; por ende,
será causa adecuada del daño aquella que según el curso natural y ordinario de las
cosas es idónea para producir el resultado. El resto de las condiciones que no
poseen tal idoneidad solo pueden ser consideradas como factores concurrentes,
aunque una de las consecuencias más importantes que trae aparejada esta teoría
es la admisión de existencia de concausas, es decir que posibilitara a los
magistrados determinar frente a un caso en concreto que las causas adecuadas del
daño final pueden ser dos o más.
1. SUJETOS:
a. Sujeto activo
b. Sujeto pasivo
c. El Estado
2. EL OBJETO
a. Material
b. Jurídico
3. LA ACCION
A. Tipo objetivo
B. Tipo subjetivo
A. Elemento descriptivo
B. Elementos normativos.
LA OMISIÓN
CLASES DE OMISIÓN
b) cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente
protegido mediante una acción u omisión precedente (art. 11).
Del texto del precepto se deduce que la comisión por omisión exige una serie de
requisitos: el primero de ellos es que para que pueda hablarse de comisión por
omisión es preciso que la no evitación del resultado equivalga a la causación del
mismo. Ha de haber, pues, una equivalencia material entre la abstención u omisión
y la causación. Y esta equivalencia lo ha de ser en el sentido del texto de la Ley. De
manera que el verbo empleado por el legislador en la descripción del tipo lo mismo
se puede conjugar en el caso de la acción que de la omisión. Así, por utilizar un
ejemplo común, ante la falta de ayuda a un enfermo, que muere al no recibirla,
habremos de poder decir en el lenguaje ordinario que quien no le prestó la ayuda le
mató (Tomás Vives Antón). Aplicar la comisión por omisión más allá de lo que
permite el texto de la ley no está permitido.
El segundo requisito es que se trate de un delito o falta que consista en la producción
de un resultado, este requisito no sólo exige un resultado, sino que precisa que
el delito consista en él, lo que evidentemente restringe el ámbito de la comisión por
omisión. Pues no basta que se trate de determinadas conductas de las que deriva
un resultado.
Del apartado a) resulta que es precisa una explícita concreción jurídica del deber,
bien en la ley, bien en un contrato. En las situaciones informales de riesgo por faltar
el deber jurídico de tutela no es posible hablar de comisión por omisión.
Del apartado b) aparece como indispensable que el omitente haya creado una
ocasión de riesgo para el bien jurídicamente protegido. Ahora bien, esta creación
de riesgo ¿ha de ser fruto de una actuación antijurídica? o más aún ¿requiere
ser dolosa? El precepto no esclarece estas interrogantes, pero como de su
literalidad no se desprende otra cosa hay que pensar que la causación
del riesgo puede ser fortuita o culpable, y en este último caso puede ser dolosa o
culposa. El precepto habrá de ponerse en relación con el artículo 195 del Código
Penal español que contempla la omisión de socorro, en cuyo apartado 3 distingue
según que la víctima lo fuere por accidente o si se debió a imprudencia del que
omitió el socorro, agravándose la pena en este último caso.
CONCLUSIÓN
https://guiasestudiantesderecho.blogspot.com/2018/03/ausencia-de-accion.html?m=1