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APELLIDOS Y NOMBRE: FECHA:

“El carácter dinámico de la Doctrina Social de la Iglesia”: Hablábamos al principio de este capítulo del
peligro de caer en los anacronismos al usar los textos del magisterio social. Con eso sugeríamos ya toda una
actitud para acercarse a la DSI. Esto nos lleva a poner de relieve la evolución que han sufrido los contenidos
doctrinales a lo largo de este último siglo, que es el horizonte temporal de la DSI. Nada tan ilustrativo como
los ejemplos. Aduzcamos uno, referente a la doctrina sobre la propiedad privada. Y para ello vamos a
comparar dos textos, uno de 1891 y otro de 1981. El primero es de la Rerum Novarum. Tras hacer la crítica a
la solución propuesta por los socialistas para resolver la cuestión social (la abolición de la propiedad privada),
se concluye con el siguiente resumen:

“De todo lo cual se ve que aquel dictamen de los socialistas, a saber, que toda propiedad ha de ser común,
debe absolutamente rechazarse, porque perjudica a los mismos a quienes se trata de socorrer; pugna con los
derechos naturales de los individuos y perturba los deberes del Estado y la tranquilidad común. Quede, pues,
sentado que cuando se busca el modo de aliviar a los pueblos, lo que principalmente y como fundamento de
todo se ha de tener, es esto: que se debe guardar intacta la propiedad privada”. (RN 11)

Noventa años después, Juan Pablo II afirma que toda la vida socioeconómica debe estar presidida por un
principio: la prioridad del trabajo sobre el capital. A tenor de esto se revisa la doctrina sobre la propiedad con
estas palabras:

“Los medios de producción” no pueden ser poseídos contra el trabajo, no pueden ser ni siquiera poseídos
para poseer, porque el único título legítimo para su posesión -y esto ya sea en la forma de la propiedad
privada, ya sea en la de la propiedad pública o colectiva- es que sirvan al trabajo; consiguientemente que,
sirviendo al trabajo, hagan posible la realización del primer principio de aquel orden, que es el destino
universal de los bienes y el derecho a su uso común” (LE 14c)

A pesar de las apariencias, no sería exacto sostener que hay contradicción entre ellos, en el sentido de que uno
afirme exactamente lo contrario que el otro. Pero al menos hay que admitir que los acentos son distintos en
ambos. En la Rerum Novarum se busca en la propiedad privada el fundamento de todo el orden social,
mientras que en la Laborem Excersens la propiedad, sea privada o colectiva, no es más que un instrumento al
servicio del trabajo. Pero sí debe reconocerse que ha cambiado la forma de articular doctrinalmente los dos
elementos claves en toda la vida socioeconómica: el trabajo y el capital…

Nos interesa preguntarnos por qué se produce este desplazamiento de los acentos: en este caso concreto que
hemos aducido, por qué hoy ponemos en primer lugar lo que en tiempos pasados, sin ser negado, ocupaba un
lugar más secundario. Nadie pone en duda hoy que el ritmo de evolución de la realidad socioeconómica ha
aumentado en los últimos tiempos. Después de muchos siglos, durante los que la humanidad vivió en una
situación de cuasi estancamiento, a raíz de la revolución industrial se desencadenó un rápido proceso de
desarrollo que, poco a poco, fue extendiéndose en todas direcciones. Aunque ese desarrollo no tenga idénticos
efectos ni siempre puedan considerarse positivos para todos, es indudable que el ritmo de cambios ha sido
espectacular. La acumulación de capital ha permitido una expansión y un avance continuado de la tecnología,
seguido de una multiplicación de los medios y las oportunidades a disposición de la humanidad, con el
consiguiente aumento del nivel cultural y de bienestar social y económico. Tales cambios han hecho
evolucionar considerablemente también los sistemas de organización de la vida social y política. Todo eso
empañado por desigualdades e injusticias que son un permanente semillero de conflictos entre las personas,
entre los grupos sociales y entre los pueblos. Pero lo que interesa retener es el ritmo de cambios y su
incidencia sobre la DSI. Los problema del capitalismo liberal del siglo XIX, no son los del capitalismo tras la
segunda guerra mundial ni los de la crisis actual.
APELLIDOS Y NOMBRE: FECHA:

Y la iglesia no puede decir sobre el capitalismo de hoy lo que decía a finales del XIX o en plena crisis de
1929. Cuando al DSI quiere pronunciarse por el capitalismo, tiene que comenzar por preguntarse de qué
capitalismo está hablando. Lo mismo se diga del socialismo, de la democracia o de cualquier otro fenómeno
socioeconómico o político. Sino, corre el peligro de quedarse en afirmaciones abstractas que, no tienen apenas
incidencia sobre las realidades concretas que preocupan al hombre en cada momento histórico.

Pero volvamos a la pregunta anterior: ¿Evolucionan los contenidos de la DSI? Más bien habría que decir que
evoluciona el conjunto de las enseñanzas, la forma como los distintos principios se articulan en un todo
orgánico. Al hablar de conjunto, huimos de considerar la DSI como una suma de principios aislados, cada uno
de los cuales puede analizarse y verificarse independientemente de los demás. A través de los sucesivos
documentos se va produciendo lo que cabría denominar una continua remodelación de la doctrina como
consecuencia de la reflexión que se hace desde la fe sobre una realidad en permanente cambio. En la medida
en que los creyentes conservemos la sensibilidad suficiente para percibir lo nuevo de cada situación histórica,
evitaremos que la DSI se vaya anquilosando.

Es la actitud que describen estas líneas: “La situación actual del mundo, vista a la luz de la fe, nos invita a
volver al núcleo mismo del mensaje cristiano, creando en nosotros la íntima conciencia de su verdadero
sentido y de sus urgentes exigencias]” (Sínodo de Obispos de 1971 “La justicia en el mundo II, 1).Es el mejor
antídoto contra esa tendencia de los creyentes a repetir lo que nos llega del pasado, con una falsa concepción
de la fidelidad a la tradición.

(Texto tomado de Camacho, Idelfonso. “Doctrina Social de la Iglesia. Una aproximación histórica”. Ed.
Paulinas. Madrid 1991. Págs. 16 a 20)

1. ¿EVOLUCIONA LA ENSEÑANZA SOCIAL DE LA IGLESIA? RAZONE SU


RESPUESTA SEGÚN LA LECTURA

2. LEON XIII EN LA RERUN NOVARUM (1891) CONDENO EL COMUNISMO. ¿SU


ENSEÑANZA ES APLICABLE HOY DIA A LOS PARTIDOS SOCIALISTAS DEL
S.XXI? RAZONE SU RESPUESTA SEGÚN LA SEPARATA

3. SEGÚN LO EXPLICADO EN CLASE SOBRE EL METODO DE LA DSI (VER,


JUZGAR Y ACTUAR) IDENTIFIQUE COMO LO APLICA EL AUTOR EN LA
SEPARATA LEIDA

4. ELABORE DOS CONCLUSIONES DE LA LECTURA

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