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INFORMACIÓN GENERAL

Nombre de Curso Doctrina Social de la Iglesia

Experto temático Andrés Felipe Roldán Posada

Asesora pedagógica Alexandra Patricia Acuña Acuña y Xiomara Valencia

24
HORAS AD

HORAS TI 72

UNIDAD 2

RESULTADO Aplica los principios éticos y los valores cristianos en diferentes


DE contextos.
APRENDIZAJE

Identificar la visión antropológica desde la doctrina social de la iglesia en


ELEMENTO DE
el marco de la antropología integral.
COMPETENCIA

Aplica los principios presentados en los documentos de la doctrina social


CRITERIOS DE
de la Iglesia como forma de humanizar la cultura.
DESEMPEÑO
DESCRIPCIÓN

El desarrollo integral de cada persona y de cada sociedad está inevitablemente regido por
la acción política y los diversos modelos económicos implantados a nivel global, y con
especial aplicación al Estado; razón por la cual es menester de la Doctrina social de la
Iglesia generar una reflexión crítica de dichos modelos, a la vez que propone con
insistencia la necesidad de humanizarlos, aplicando los principios presentados en los
documentos de la Doctrina Social de la Iglesia.

INTRODUCCIÓN

Teniendo claridad sobre los fundamentos y principios de la Doctrina Social de la Iglesia, es


el momento de iniciar una revisión de los temas de interés más recurrentes en los
documentos que representan el pensamiento social de la Iglesia; es así como cada
estudiante debe interesarse por el estudio de las ideologías políticas y económicas surgidas
a partir del siglo XVII, haciendo un recorrido histórico desde el contexto propio en el cual se
origina cada una, hasta sus formas de representación en la actualidad; al mismo tiempo
que se establecen posibles puntos en común o de divergencia con los principios y
fundamentos de la Doctrina Social de la Iglesia.

Para una comprensión crítica de los aspectos relacionados con las ideologías políticas y
económicas en los últimos siglos, se adoptará una visión antropológica desde la Doctrina
Social de la Iglesia en el marco de la antropología integral, donde cada estudiante tendrá
la posibilidad de un acercamiento general a las doctrinas del liberalismo, del marxismo y de
la democracia, a la vez que profundizará en dos doctrinas políticas y dos económicas para
realizar un cuadro comparativo sobre su origen, fundamentos epistemológicos y su
aplicación o impacto en la actualidad.

La presentación del cuadro comparativo servirá de insumo para propiciar la interacción con
los demás compañeros y el docente del curso en un foro de discusión, donde se espera
que cada estudiante aplique los principios presentados en los documentos de la Doctrina
Social de la Iglesia como forma de humanizar la cultura y los cambios que en cada época
proponen las diversas ideologías políticas y económicas.
PREGUNTA ORIENTADORA

La misión profética de la Iglesia invita constantemente a “anunciar y a denunciar”, razón


por la cual desde la Doctrina Social se hace necesaria una reflexión constante en torno a
la realidad y a las dinámicas sociales, especialmente las que pueden generar situaciones
contrarias a la justicia, a la opción preferencial por el pobre, a la dignidad o al desarrollo
humano integral, como es el caso de las ideologías políticas y económicas, las cuales están
llamadas a ofrecer líneas de acción para un “auténtico desarrollo” de los pueblos y ante las
cuales es necesario plantearse los siguientes interrogantes:

¿Cuál es el origen, fundamento e impacto de las ideologías políticas y económicas


imperantes en el mundo actual?

¿Es posible humanizar la propuesta de las ideologías políticas y económicas a la luz de los
principios de la Doctrina Social de la Iglesia, en pro del desarrollo humano integral?

¿Qué beneficios encuentra la Doctrina Social de la Iglesia en la democracia, como forma


de gobierno, sobre otras formas propuestas en las ideologías políticas vigentes?

LOS SISTEMAS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA


IGLESIA

1. Sistemas políticos y Doctrina Social de la Iglesia

El hombre de todos los tiempos, en cada civilización y lugar de la geografía ha


establecido formas de organización social, la mayoría de las veces con un modelo
jerárquico y unos sistemas morales, jurídicos, axiológicos, políticos y económicos que
orientan la cotidianidad de sus integrantes a la vez que le otorgan unas características
específicas por las cuales será reconocido tanto en su contexto como en las relaciones de
diversa índole que establezca más allá de sus fronteras, tal vez los modelos de mayor
recordación sean la polis griega y la república romana.

En la historia de la salvación es posible encontrar comunidades como el pueblo de


Israel que inicialmente confiaba solamente en la autoridad divina, posteriormente piden a
Dios un rey y ante ciertos abusos de la realeza, se hace necesaria la acción profética
para “anunciar y denunciar”, se empieza a percibir un lenguaje de compasión por los más
desfavorecidos, se requiere de alguien que atienda la súplica de los marginados de la
época, surgiendo una especie de instituciones y movimientos sociales en su favor.

Ante la necesidad de atender las demandas políticas y económicas de cada


momento concreto de la historia, han surgido sistemas políticos y económicos ante los
cuales la Doctrina Social de la Iglesia ofrece constantemente sus principios y la
experiencia misma de la Iglesia en la promoción del desarrollo humano integral, con una
visión desligada de intereses o afinidades en dichos modelos como sugiere Múnera
(2012) reconociendo la validez del mercado, de la empresa y de la ciencia, pero siempre
en función del bien común.

1.1. Liberalismo

El liberalismo como ideología nace inspirado en el individualismo; tiene sus raíces en la


reforma protestante del siglo XVI, en las revoluciones inglesas del siglo XVII y en la
influencia de los pensadores de los siglos XVII y XVIII, como afirma Vargas (2007) al
exponer tanto el surgimiento del estado liberal y sistema capitalista como su posterior
migración a la propuesta neoliberal que, entre otras, promueve la eliminación del
concepto de bien público o comunidad, propiciando desigualdad en la distribución de la
riqueza, coartando la libertad y favoreciendo la propiedad individual de los medios de
producción.

Por su parte, Arceo (2013) explica el origen del liberalismo en la necesidad de


interpretar, sintetizar y reelaborar las ideas vanguardistas del siglo XVII, especialmente
las relacionadas con los inicios de la ilustración donde se defienden conceptos liberales
como igualdad, libertad y justicia, los cuales son indefendibles en palabras de Garreta
(2012) quien se pronuncia en contra de las propuestas liberales, por las posibilidades que
tiene el estado de ejercer mecanismos de coerción sobre los ciudadanos, negando lo que
el autor denomina el pluralismo razonable.

La propuesta del liberalismo ha sido objeto de reflexión a la luz de los principios de


la Doctrina Social de la Iglesia, que advierte sobre la necesidad de una política social que
defiende la primacía de lo moral sobre lo económico, del servicio sobre el lucro y del
consumidor sobre el productor como indica Bigo (1967) recordando las enseñanzas de
Santo Tomás de Aquino sobre la moderación, a la vez que denuncia la avaricia como un
pecado que induce a adquirir o poseer riquezas más allá de la justa medida.

1.2. Marxismo

Consignas como “cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad” son
propias del pensamiento marxista, como indica Díaz (2012) ante el deseo de Marx de
incrementar las fuerzas productivas para la consolidación del socialismo, como respuesta
al mecanismo productivo del sistema capitalista, impulsado por el desarrollo industrial,
llegando a lo que en la actualidad denuncia Mansilla (2007), después de hacer un
recorrido teórico por los estados socialistas y la transformación de los partidos
comunistas, la acumulación primaria de capital mediante la instauración de la propiedad
estatal de los medios de producción.

La modificación de la relación entre el individuo y el grupo, y entre lo privado y lo


público, así como la primacía del trabajo sobre la propiedad, son algunos de los reclamos
que la Doctrina Social de la Iglesia hace a la propuesta marxista, ya que como afirma la
Rerum Novarum (León XIII, 1891, n. 11) “Daña a quienes pretende socorrer”, a la vez que
propone la máxima “Ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital”
(n 14), para invitar a una convivencia armoniosa entre las personas y entre ellas y el
Estado.

1.3. Democracia

La razón de la existencia de la Doctrina Social de la Iglesia es el pobre, como


afirma Mifsud (1998) al mencionar compromisos fundamentales de todo cristiano como la
opción fundamental por los pobres y la promoción de la justicia, también el Papa
Francisco, en su discurso ante la ONU en septiembre de 2015, ha recordado que “la
exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana”, lo cual
exige no solamente denunciar la injusticia, sino luchar contra sus causas, a partir de la
democracia como forma de gobierno que invita a la comunidad política a servir a la
sociedad civil.
En cuanto al reconocimiento de la democracia como forma de gobierno, la
encíclica Centesimus Annus (n. 46) expresa lo siguiente:

La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la


participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los
gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien
la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica. Por esto mismo, no puede
favorecer la formación de grupos dirigentes restringidos que, por intereses
particulares o por motivos ideológicos, usurpan el poder del Estado (Juan Pablo II,
1991, n. 46).

La autoridad política es un bien necesario dentro de la estructura organizativa de


la comunidad civil, por tanto, como afirma Pablo VI (1965) en Gaudium et Spes (GS):

Es indispensable una autoridad que dirija la acción de todos hacia el bien común
no mecánica o despóticamente, sino obrando principalmente como una fuerza
moral, que se basa en la libertad y en el sentido de responsabilidad de cada uno
(n. 47).

Corresponde a la comunidad, además de la elección de sus gobernantes,


obedecerles y defender sus derechos ante posibles abusos de autoridad, a la vez que
corresponde a los gobernantes procurar el bien común, mantener el orden moral, usar
responsablemente su autoridad “guardando los límites que señala la ley natural y
evangélica”, tanto los gobernantes como la comunidad deben procurar el equilibrio de los
poderes públicos teniendo como fin la formación de un “hombre culto, pacífico y benévolo
respecto de los demás para provecho de toda la familia humana” (Pablo VI, 1965, n. 74).

2. Economía en la Doctrina Social de la Iglesia

El desarrollo económico de la sociedad genera unas dinámicas que llaman la atención de


la Doctrina Social de la Iglesia, en cuanto pueden promover o contrariar sus principios
fundamentales, lo cual conlleva a la promoción o al impedimento de un desarrollo humano
integral y a la constante reflexión sobre temas relacionados con la dimensión económica y
con el capital, como lo describe el Consejo Pontificio Justicia y Paz:

En la perspectiva del desarrollo integral y solidario, se puede apreciar justamente


la valoración moral que la doctrina social hace sobre la economía de mercado, o
simplemente economía libre: « Si por “capitalismo” se entiende un sistema
económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del
mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con
los medios productivos, de la libre creatividad humana en el sector de la
economía, la respuesta es ciertamente positiva, aunque quizá sería más
apropiado hablar de “economía de empresa”, “economía de mercado” o
simplemente de “economía libre”. Pero si por “capitalismo” se entiende un sistema
en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido
contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la
considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y
religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa». De este modo queda
definida la perspectiva cristiana acerca de las condiciones sociales y políticas de
la actividad económica: no sólo sus reglas, sino también su calidad moral y su
significado (Consejo Pontificio Justicia y Paz, 2005, n. 335).

2.1. La propiedad privada

La Doctrina Social de la Iglesia manifiesta constantemente su preocupación por el


ordenamiento de los bienes materiales, recordando que, aunque sean “poseídos
legítimamente, conservan siempre un destino universal. Toda forma de acumulación
indebida es inmoral, porque se halla en abierta contradicción con el destino universal que
Dios creador asignó a todos los bienes” (Consejo Pontificio Justicia y Paz, 2005. n. 335).
manteniendo abierta la discusión por la connotación moral de la economía (n. 330) en
términos del bien común y la justicia social.

En defensa de los bienes materiales, son innumerables las enseñanzas bíblicas,


específicamente a partir de los mandatos no robar y no codiciar los bienes ajenos, así
como también es constante la invitación a la moderación en la acumulación de riqueza y a
la opción preferencial por el pobre, de tal modo que la obtención, administración y disfrute
de los bienes materiales es objeto no sólo de la dimensión económica, sino también
social y moral, así “la propiedad privada es un elemento esencial de una política
económica auténticamente social y democrática y en garantía de un recto orden social”
(Consejo Pontificio Justicia y Paz, 2005. n. 176).
2.2. La empresa

El actual modelo económico global se sostiene sobre la concepción de empresa, como


unidad de producción, en torno a la cual giran algunos de los conceptos centrales de la
Doctrina Social de la Iglesia, como el trabajo humano, el salario, la asociatividad, la
autonomía de las empresas y su relación con el Estado, la regulación de mercados, el
desarrollo industrial y la explotación de los recursos naturales, entre otros temas
sensibles en cuanto a la responsabilidad de la empresa como garante de condiciones
laborales que propicien condiciones necesarias para un desarrollo humano integral.

La encíclica Rerum Novarum (1891), reconocida como la primera encíclica social


de la Iglesia, promulgada por el Papa León XIII el 15 de mayo de 1891, surge en un
contexto histórico marcado por la aparición del capital como nueva forma de propiedad y
el asalariado como nueva forma de trabajo, según lo describe Mifsud (1998) al presentar
la función de la encíclica en razón de la defensa de los derechos fundamentales de los
trabajadores en el conflicto entre capital y trabajo, haciendo énfasis en temas como el
derecho a la propiedad privada, a crear asociaciones profesionales y sindicatos, a un
horario laboral, al descanso y trato dignos, a un salario justo y a cumplir libremente los
deberes religiosos.

DESCRIPCIÓN DE ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

La actividad en equipo, para la comprensión crítica de las ideologías políticas y económicas


a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia consiste en la elaboración de un cuadro
comparativo de las ideologías políticas, el cual debe contener como mínimo dos ideologías
políticas, para cada una de las cuales se incluye información sobre su origen
(representantes que la proponen y defienden, contexto geográfico, social, descripción del
momento histórico y sus principales problemáticas asociadas a cada ideología política y
económica), una breve presentación de sus fundamentos epistemológicos o las fuentes
teóricas en las cuales se sustenta cada una, y una reflexión personal sobre su aplicación e
impacto en la actualidad.

Los cuadros comparativos serán presentados en un foro de debate, donde cada estudiante
realizará un comentario, como mínimo a dos de sus compañeros, propiciando la discusión
argumentativa sobre las implicaciones actuales de cada una de las doctrinas presentadas
por sus dos compañeros, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
PASO A PASO
1. Dividir el grupo en equipos de trabajo colaborativo
2. Cada integrante del equipo es responsable de contactar a sus demás compañeros,
ninguno debe esperar a ser contactado. En caso de no poder contactar a sus
compañeros informar al docente máximo dos días después de anunciados los
equipos.
3. Lectura de los contenidos del curso y de los recursos complementarios
4. Investigar a cerca de dos ideologías políticas
5. Realizar el cuadro comparativo, con los elementos requeridos
5.1. Origen
5.2. Fundamentos epistemológicos
5.3. Reflexión personal sobre su aplicación e impacto en la actualidad
6. Publicar el cuadro comparativo en el foro, teniendo en cuenta la fecha establecida
para que los demás compañeros puedan visualizarlo y propiciar la discusión.
7. Expresar su opinión sobre las ideologías políticas y económicas expuestas por dos
de sus compañeros, con argumentos sólidos y a la luz de los principios de la
Doctrina Social de la Iglesia.
8. Participar activamente en el foro, teniendo en cuenta los aportes de los compañeros
y las retroalimentaciones del docente.

ENTREGABLES

Cuadro comparativo y su respectiva publicación e interacción en el foro de debate.

1. Portada (1 página)
2. Cuadro comparativo con los elementos requeridos (máximo 2 páginas)
2.1. Origen
2.2. Fundamentos epistemológicos
2.3. Reflexión personal sobre su aplicación e impacto en la actualidad
3. Referencias (1 página)
4. Además de tener en cuenta las normas de estilo APA, tanto en la presentación de
su actividad como en las citas y referencias.
5. El documento grupal con el cuadro comparativo será publicado por cada equipo en
el foro de debate “Política y economía en pro del auténtico desarrollo”.
9. Cada estudiante está invitado a participar en el foro expresando su opinión sobre
las ideologías políticas y económicas expuestas por dos de sus compañeros, con
argumentos sólidos y a la luz de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Foro de debate: “Política y economía en pro del auténtico desarrollo”.

Teniendo en cuenta que “el desarrollo no reduce únicamente al crecimiento económico”


(Populorum Progressio, 14), se plantea el foro de debate “Política y economía en pro del
auténtico desarrollo”, con una interacción que gira en torno a las ideologías políticas y
económicas, así como a su fin último que es el desarrollo humano integral, todo ello
orientado por los principios y fundamentos de la Doctrina Social de la Iglesia, a partir del
siguiente interrogante:

¿Cómo armonizar las ideologías políticas y económicas vigentes en la actualidad, con los
principios de la Doctrina Social de la Iglesia, para contribuir al desarrollo auténtico de los
pueblos?

RECURSOS COMPLEMENTARIOS

Agafonow, A. y Haarstad, H. (2009). El socialismo del siglo XXI, ¿una alternativa factible?.
Revista de Economía Institucional, 11(20), 287-303.
https://www.redalyc.org/pdf/419/41911877011.pdf

Hamburger, Á. (2014). El socialismo del siglo XXI en América Latina: características,


desarrollos y desafíos. Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y
Seguridad, 9(1), 131-154. https://www.redalyc.org/pdf/927/92731211006.pdf

Houtart, F. (2008). La Iglesia y el Socialismo del Siglo XXI. Alteridad. Revista de Educación,
3(1), 46-57. https://www.learntechlib.org/p/195357/

Míguez, P. (2015). Tópicos contemporáneos del marxismo: aproximaciones teóricas a los


problemas del capitalismo del siglo XXI. Cuadernos de Economía Crítica, (3), 125-
150. https://www.redalyc.org/pdf/5123/512351612006.pdf
Pérez, M. (2017). Tres enfoques del pluralismo para la política del siglo XXI. Ideas y
Valores, LXVI (163), 177-202.
https://doi.org/10.15446/ideasyvalores.v66n163.48358

REFERENCIAS

Arceo, J. (2013). ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de Liberalismo? Estudios
Políticos, 9(29), 129-147.
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=4264/426439550006

Bastos, F. (1991). Pequeña enciclopedia de la doctrina social de la Iglesia. San Pablo.

Bigo, P. (1967). Doctrina social de la Iglesia: búsqueda y diálogo. Instituto católico de


estudios sociales de Barcelona.

Díaz, J. (2012). Evolución del concepto de socialismo. Negotium, 7(21), 90-92.


https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=782/78223430006

Francisco. (25 de septiembre de 2015). Visita a la Organización de las Naciones Unidas:


Discurso del santo padre.
http://www.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/september/documents/
papa-francesco_20150925_onu-visita.html

Garreta, M. (2012). Liberalismo político: justificación pública dentro y fuera de las


fronteras de una democracia constitucional. Eidos, (17), 192-223.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-
88572012000200008&lng=en&tlng=es

Juan Pablo II. (1 de mayo de 1991). Carta encíclica Centesimus Annus. En el centenario
de la Rerum novarum. http://www.vatican.va/content/john-paul-
ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_01051991_centesimus-annus.html

León XIII. (15 de mayo de 1891). Carta encíclica Rerum novarum. Sobre la situación de
los obreros. http://www.vatican.va/content/leo-xiii/es/encyclicals/documents/hf_l-
xiii_enc_15051891_rerum-novarum.html
Mansilla, H. (2007). Socialismo y nacionalismo como agentes de modernización
acelerada. RIPS. Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, 6(1), 21-42.
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=380/38060102

Mifsud, T. (1998). Moral social: lectura solidaria del continente. CELAM.

Múnera, D. (2012). Curso de doctrina social de la iglesia: humanismo cristiano y


desarrollo humano. Litoservicios.

Pablo VI. (7 de diciembre de 1965). Gaudium et spes: constitución pastoral del Concilio
Vaticano II.
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-
ii_const_19651207_gaudium-et-spes_sp.html

Pontificio Consejo Justicia y Paz. (2005). Compendio de la doctrina social de la Iglesia.


http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/justpeace/documents/rc_pc_
justpeace_doc_20060526_compendio-dott-
soc_sp.html#SIGNIFICADO%20Y%20UNIDAD

Vargas, J. (2007). Liberalismo, Neoliberalismo, Postneoliberalismo. Revista Mad, (17), 66-


89. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3112/311224745005

GLOSARIO

Política: ciencia y arte de gobernar la polis, arte de organizar bien la vida de los pueblos.
La Doctrina Social de la Iglesia insiste en la tesis de que la política debe servir al bien
común (Bastos, 1991, p. 516).

Progreso: progresar significa avanzar y todo avance es una síntesis entre elementos ya
adquiridos y elementos nuevos. Se aplica en su sentido más amplio a todo proceso que
resulta en el paso de un estado menos perfecto a uno más perfecto. El ser humano
progresa biológica y psicológicamente, en cuanto se aproxima al más pleno desarrollo de
sus potencialidades (Bastos, 1991, p. 538).

Proletariado: designa al individuo que en los censos y catastros no tenía otra riqueza por
declarar sino la prole. Actualmente, el término designa, dentro del gremio de los obreros,
la categoría más desfavorecida, caracterizada por la carencia total de bienes raíces o por
la total dependencia, para las necesidades de cada día, de la remuneración del trabajo de
sus brazos, no especializado (Bastos, 1991, p. 541).

Propiedad: es la relación de predominio del hombre sobre las cosas, fundamentado en el


hecho de que, en la escala de los seres, la cosa es inferior al hombre y tiene por finalidad
servirlo. El predominio de un hombre sobre una cosa, con exclusión, por tanto, de otros
hombres, es el que realiza la idea de propiedad, es decir, de que alguien posea una cosa
separadamente (Bastos, 1991, p. 544).

Salario: en su forma original designa la cantidad de sal que se daba como pago o el
sueldo que se pagaba al soldado para comprar la sal. En sentido general, significa toda
forma de remuneración por la prestación de un servicio (Bastos, 1991, p. 581).

Sindicato: son asociaciones profesionales que tienen como objetivo la defensa de los
intereses de los que ejercen la misma actividad (Bastos, 1991, p. 588).

Socialismo: término que constituye el denominador común de todos los sistemas que
atribuyen cualquier primacía a lo social por encima de la persona (Bastos, 1991, p. 592).

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