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TIPOS DE CONTRATO MÁS UTILIZADOS EN EL SECTOR DE CONSTRUCCIÓN

CIVIL Y SU PROBLEMÁTICA

El personal en general no posee problemas relacionados con sus derechos laborales,


por cuanto por estar vinculados directamente con la empresa permiten un mayor
control por parte de los entes fiscalizadores y los empresarios cumplen con los pagos
parafiscales de ley. Sin embargo, se observa que en general el personal que se
encuentra vinculado con contrato de prestación de servicios se encuentra
desarrollando actividades que por sus características corresponde a contratos
laborales ya que tienen subordinación, cumplen un horario de trabajo y son un medio
para cumplir algún objetivo, características típicas del contrato laboral.

En consecuencia este personal entre los que se encuentran los ingenieros y


arquitectos que desarrollan trabajos en oficina (compras, presupuestos, cantidades de
obra, etc.) perciben unos honorarios mensuales y no tienen protección alguna en
cuanto a salud, riesgos profesionales y pensiones o algunas veces se les exige de
estas afiliaciones para poder ser contratados costeados en su totalidad por ellos
mismos. Se podría decir que este personal está en condiciones de subempleo (se
encuentran mal remunerados o su trabajo no corresponde a su capacitación,
experiencia y competencias profesionales).

El personal de obra se divide en dos grupos: el personal de administración de obra y el


personal de obra propiamente dicho. Los primeros están vinculados mediante
contratos por duración de obra cuya vigencia está determinada por la duración del
proyecto; por contratos a término fijo cuya duración es inferior a un año y se suscribe
por el periodo que dure la actividad, etapa o fase de la obra y el restante están
vinculados mediante contrato de prestación de servicios en el cual se perciben unos
honorarios por el desarrollo de una actividad.

Este último contrato, sin embargo, por sus características no debería ser usado para
contratar este personal por cuanto como se mencionó en anteriormente este personal
constituyen un medio para realizar el proyecto, tiene subordinación y cumple un
horario, características propias del contrato laboral. Es importante aquí tener en cuenta
que uno de los principios del derecho laboral es que prima el hecho sobre lo escrito y
por tal razón en caso de controversia en estos casos entre empleador y trabajador,
sería este último el favorecido, teniendo el empleador que restituir todos los pagos
adeudados al trabajador por su vinculación laboral.

La vinculación del personal de obra propiamente dicho a los proyectos la realiza la


empresa principalmente a través de subcontratistas de obra, siendo estos últimos los
encargados de proporcionar la mano de obra, vinculándolos generalmente mediante
tres modalidades de contrato: Contrato a destajo por jornales o por unidad de tiempo
(48%), mediante el cual se establece un precio por hora, día, semana, quincena o
mes. Contrato por precios unitarios (37%) también llamado por unidad de obra, que
consiste en pagar un valor por cada unidad de ítem ejecutado (también llamado
vulgarmente “al contrato”) y Contrato por duración de actividad (15%) mediante el cual
el trabajador se compromete a realizar una determinada actividad pactando un costo
global por la actividad y una modalidad de pago. Sin embargo muchos de los contratos
indicados anteriormente (cerca del 56%) corresponden a contratos verbales realizados
principalmente por parte de los subcontratistas para contratar personal en cada una de
las fases del proyecto por un periodo corto de tiempo (muchas de las actividades que
se realizan durante un proceso constructivo tienen un corto periodo de duración).
Igualmente se encontró que el subcontratista prefiere el pago a “destajo” sobre el
trabajo por pagos de salario semanal de nómina, el cual produce menos ventajas
sobre el primero por las siguientes razones: El trabajador con pago semanal puede,
sin la debida supervisión, incrementar sin necesidad el número de obreros para la
ejecución de los trabajos, ya que la seguridad del pago puede ocasionar que la
productividad baje de manera intencional, desfasando la obra en tiempo. El pago por
obra ejecutada impide que el subcontratista incremente el número de trabajadores de
forma innecesaria abatiendo costos, además imprime mayor velocidad a los trabajos,
ya que de esto depende su pago. Sin embargo el contrato a destajo requiere que por
parte del contratante se suministren los materiales en el debido momento. Situación
que en la mayoría de las veces no sucede así, no se realizan programas de
suministros y en la mayoría de las veces no se tiene en cuenta al trabajador, ni sus
rendimientos, para realizar estos programas.

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