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- AÑO XLVIII - Nº 533

PSICOLOGICA
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Nilda Rozenfeld - Ariana Lebovic - Nadina Goldwaser, Joana Rowinski


Sebastián Plut - Alejandra P. Frías - María Cristina Rojas - Claudio Spivak
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¿Límites o misión definiendo el estatuto de madre y padre,


hijos en sus diferentes categorías, abuelos, tíos, et-
cétera.
Superyó uno vivencia, digamos así, un ejemplo del
modo en que el presente es traspuesto en pasado”.

Lo expreso de un modo más amplio de esta ma- Condiciones para lograr un aprendizaje
nera: “La sujeción al lenguaje nos aleja de toda posi- de un límite

castigos? bilidad naturalista. El deseo humano, cuanto más


busca imaginariamente recrear un entorno natural,
menos reconoce estar marcado por lo simbólico, de
La crianza está influida por numerosas variables.
La historia de cada uno de los progenitores puede se-
tal forma que lo natural no existe como posibilidad guir la misma línea que los conformó o tender a hacer
directa. La naturaleza se puede remedar sabiendo que lo contrario de lo que fue la educación recibida. La
Nilda Rozenfeld1 está paradójica y necesariamente desnaturalizada por pertenencia a una etnia, religión, pensamiento polí-
razones estructuralmente humanas” (Peskin, 2015). tico, organización social, situación económica, hace
La transmisión sumada a la imposición confi- a que no se pueda tomar el tema de una manera ais-
gura patriarcados, matriarcados o el protagonismo lada. Estas variables muestran que la configuración
parental más repartido. Algunas veces, como anti- de los límites y caminos a seguir es un producto com-
cipamos, ambos papeles de madre y padre son abo- plejo derivado de las orientaciones que decantaron
lidos y sustituidos por la comunidad en su en cierta cultura y el modo como una comunidad, fa-
conjunto, o el déspota dueño de todos los hijos, etc. milia y conflictos del entorno terminaron constru-
Lo que sí se evidencia es que el que haga de madre, yendo. Dentro de la diacronía de la historia de ese
con los cuidados que permiten la supervivencia de grupo social emerge sincrónicamente un hijo, quien
la cría humana, y el que haga de padre, marcando se sostendrá en su supervivencia y desarrollo a partir
límites y senderos, lo hacen mediante lo que plan- de la existencia o ausencia del deseo parental; esto se
teamos como transmisión y enseñanza. El padre y extiende a lo social. Toda cultura marca el lugar del
la madre o quienes cumplan estas funciones pro- hombre y de la mujer y aunque en las sociedades más
porcionan una entrada a la cultura y la formación “civilizadas” esto va incidiendo subliminalmente, a
de las identificaciones. Padre y madre son indepen- su vez, da lugar a la emergencia de movimientos rei-
dientes de la sexuación o género de quien ejerce la vindicativos, como el movimiento feminista.
función, aunque el que lo haga o la que lo haga de- En este amplio contexto, para que sea compren-
jarán los rastros identificatorios. Y si estas funcio- dido, deben confluir diversas disciplinas como la an-
nes son comunitarias y no personales, también tropología, la sociología, la historia, la medicina, la
determinarán rasgos de la construcción de la per- arqueología, la filosofía, la psicología, y así podría-
sonalidad de los hijos de esa comunidad. Incluso mos seguir mencionando el estudio de cada variable
podemos afirmar que el mismo inconsciente está que nos explicaría cómo se constituye un niño/niña
diseñado y conformado por estos hechos. Los actos como producto de una cultura en una época, deri-
y acciones van impregnando la subjetividad de cada vado en una determinada familia, en un momento
miembro de esa familia y el lenguaje se apoya en determinado.
esos cánones, consolidándolos.
Voy a tomar un párrafo de un texto de S. Freud El concepto de límite es un concepto
(1938): “Para todas las posteriores épocas de la vida límite
subroga el influjo de la infancia del individuo, el cui-
Ley: Regla o norma establecida por una autori- dado del niño, la educación y la dependencia de los Entrando dentro de este contexto al tema de los
dad superior para regular, de acuerdo con la justicia, progenitores —de esa infancia que en el ser humano límites, que es el que debemos comentar, se puede
algún aspecto de las relaciones sociales. se prolonga tanto por la convivencia dentro de fami- recurrir a un ejemplo que reúne una cantidad de va-
Obedecer: Proviene del verbo latino ob audire, lias—. Y, con ello, no solo adquieren vigencia las cua- riables comparables al desarrollo de un sujeto en una
que significa escuchar bien. lidades personales de esos progenitores, sino también sociedad. Los límites que se configuran en países,
Diccionarios: Oxford Languages y RAE. todo cuanto haya ejercido efectos de comando sobre provincias, estados, continentes, etc., son productos
ellos mismos, las inclinaciones y requerimientos del culturales que derivan de las vicisitudes histórico-
Introducción estado social en que viven, las disposiciones y tradi- culturales de un territorio. Estos derivados de este
ciones de la raza de la cual descienden. Si uno es anudamiento entre lo real topográfico y lo simbólico

C
omencemos por considerar que afecto a las comprobaciones generales y las separa- constituyen marcas de separación y dan cuenta de
la familia y sus características ciones tajantes, puede decir que el mundo exterior, que son marcas que separan y hacen tope. Sin em-
son un producto cultural. Eso lo donde el individuo se hallará ex-puesto {aussetzen} bargo, en general tienen su permeabilidad; se podría
vemos a lo largo de la historia de tras su desasimiento de los padres, representa [repra- pasar utilizando los pasos fronterizos existentes entre
la humanidad, en las diversas sentieren] el poder del presente; su Ello, con sus ten- un país y otro con la documentación correspon-
culturas que fueron existiendo y en las que obser- dencias heredadas, el pasado orgánico, y el Superyó, diente, siempre y cuando no se trate de países en
vamos en estos días. Los roles de cada uno de los in- que viene a sumarse más tarde, el pasado cultural ante guerra o sistemas que prohíban salir o entrar como
tegrantes y sus funciones se definen y se imponen todo, que el niño debe, por así decir, revivenciar en voluntad de un régimen. Estas son condiciones muy
o, en el mejor de los casos, son el producto de una los pocos años de su edad temprana. No es fácil que importantes, ya que toda restricción impuesta arbi-
transmisión más que de una imposición despótica. tales generalidades sean universalmente correctas. trariamente genera una tensión latente que de tanto
Sabemos que la transmisión excede el enseñar, es Una parte de las conquistas culturales sin duda ha de- en tanto determina pequeños o enormes conflictos.
una producción más compleja que puede incluir la jado como secuela su precipitado dentro del Ello, Consideremos que en los casos más logrados exis-
enseñanza como una parcialidad. Funciona produ- mucho de lo que el Superyó trae despertará un eco ten modos de atravesar autorizados, sin transgredir.
ciendo efectos conscientes y especialmente incons- en el Ello, y no poco de lo que el niño vivencia como No necesariamente son líneas duras e impenetrables,
cientes, forjando la personalidad y los mandatos, nuevo experimentará un refuerzo porque repite un sino que hay zonas que permiten comunicación.
determinando los grados de libertad u obligación ancestral vivenciar filogenético. (‘Lo que has here- Tanto las fronteras como la elasticidad de los límites
de cada miembro de la familia y de esa familia den- dado de tus padres, adquiérelo para poseerlo’2). De son el producto de largos conflictos progresivamente
tro de la comunidad en que se encuentra inserta. este modo, el Superyó ocupa una suerte de posición apaciguados y resueltos mediante pactos dando un
Por lo tanto, construir una familia no es nada natu- media entre Ello y mundo exterior, reúne en sí los in- equilibrio más estable. Lo que en psicología se deno-
ral. En cada familia de una sociedad opera la trans- flujos del presente y el pasado. En la institución del mina diques o fundamentos de la construcción de lo
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que se denomina represión son fronteras que marcan pedagogía». También es la única forma de construir cia derivada de la impotencia, que considero que
lo que se puede y lo que no se puede. Pero estos lími- una verdadera autoridad: una autoridad autorizada. tarde o temprano agrava el desorden.
tes, como las fronteras geográficas, incluyen condicio- Porque este es el nudo: no hay crisis de autoridad “La diferencia entre generaciones puede cristali-
nes donde se puede permeabilizar el límite en ciertas hoy, hay una crisis del futuro. Porque, como hemos zarse en una oposición sin tregua. Ello sucede cuando
condiciones, que suelen requerir negociaciones. dicho, no hay educación sin frustración, sin apla- los hijos interpretan la ley como peso, violencia, opre-
Con los niños sucede lo mismo. El punto de de- zamiento para actuar, sin renunciar al disfrute in- sión, represión sacrificial de su vida. O bien cuando
tención de una acción requiere considerar cuáles mediato. Pero la frustración es educativa solo si es los padres pretenden encarnar la Ley, identificándose
son los puntos posibles para acceder ante una reac- una promesa de logros futuros” (2020, Pag26). con ella, afirmándose como tutores y representantes
ción inesperada o muchas veces esperable del niño. Es determinante cuando se intenta definir un lí- infalibles de la propia Ley. En esta doble degeneración
No se puede generalizar respecto de qué actitud mite desde dónde se lo hace y quién lo hace; si el en- de la visión de la ley, hijos y padres se arriesgan a des-
tomar. Lo que para unas familias o docentes estaría torno cultural cuestiona las jerarquías parentales humanizar la Ley, convirtiéndola en una carga opre-
claramente prohibido, para otros no lo está. Esto es antiguas, es difícil invocar criterios de autoridad. siva o en la medida sádica del ejercicio de un poder
la consecuencia de lo que esbocé en la introducción. Cuando la figura de docentes y padres queda desdi- estúpidamente disciplinario” (Recalcati, 2020, p. 85).
La solución a los conflictos producidos por los lí- bujada es difícil que sus palabras o gestos produzcan Para evitar la violencia cuando de un límite se
mites requiere de un largo proceso gradual. un efecto ordenador. En esos contextos emergen las trata, se debería comenzar por el diálogo. Sepamos
Todas las familias y docentes coincidirían en no formas de violencia que denotan la impotencia del que la violencia no es solo corporal, las palabras
permitir que sus hijos y alumnos se expusiesen a pe- que pretende poner un orden. Aclaro esta variedad también hieren.
ligros. Aunque lo que se define como peligro está de violencia porque existen muchos tipos de violen- ¿Cuánto incide el estado de ánimo del adulto
intrínsecamente ligado a la cultura que sostiene esa cia, pero la que más nos interesa resaltar es la violen- respecto de la tolerancia y de un posible diálogo?
comunidad. Puede observarse que lo impedido o
prohibido en cierta cultura es incentivado en otra.
Dice Jean Luc Nancy (2016): “Cada cultura,
cada sociedad tiene sus particularidades y se trans-
forma con el correr del tiempo. Observamos que
numerosas trasformaciones de las sociedades se
deben a desobediencias”. P.27
Continúa en otro párrafo: “La desobediencia no
es mala completamente o en sí misma, ya que ha
dado lugar, por ejemplo, a grandes inventos en la
historia de la humanidad”. P.27
A su vez, hoy en día se hace difícil para el adulto
posicionarse respecto de los niños. La concepción
de la infancia, la pubertad o la madurez son varia-
bles que cambian en el tiempo y en el ámbito que
se evalúe. A partir de las advertencias que fui ha-
ciendo intentaré volcar algunas reflexiones respecto
del tema que no pretenden ser recetas.

Preguntas

Abramos preguntas: ¿Poner un límite es infun-


dir miedo? Si son necesarios los límites, ¿cómo apli-
carlos sin adiestrar? ¿Se trata de castigos que
amedrenten o de incentivos a una renuncia? El sis-
tema de premios y castigos, ¿es un aprendizaje o un
condicionamiento con la rigidez y la fragilidad que
esto implica?
Para abordar una reflexión acerca de estos anti-
guos dilemas consideremos la posición del adulto
de hoy, ya que entiendo se siente perdido en cuanto
a su lugar. En muchos casos surge la pregunta: ¿Es
amigo de su hijo o es una autoridad, como en los
“viejos tiempos”, a la que no se le discute? Un vín-
culo transversal con el hijo, sin diferencias entre el
adulto y el niño, ¿ayuda a crecer? Los que enseñan
y aquellos a quienes enseñan, ¿tienen los mismos
derechos y obligaciones en cuanto a las normas?
Evidentemente el modelo de autoridad de otras
épocas entró en crisis por gran cantidad de razones,
pero lo que emerge en su lugar es una figura ambi-
gua parental. La autoridad pasó de la obediencia a
la relajación de las normas, probablemente porque
no se sostenían dada su rigidez. Pero en el cambio
se perdió flexibilidad para que las normas necesa-
rias sigan vigentes.
Meirieu afirma,
“Por eso, para salir de la oscilación entre auto-
ritarismo y laxismo que caracteriza a nuestra socie-
dad, hoy más que nunca es importante «hacer
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Tal vez sería útil de parte del niño escuchar una dis- Los padres y maestros Es importante que el niño entienda el motivo de
culpa del adulto cuando se excede al decidir ciertas los límites, que conozca la explicación de por qué no
medidas, pero esto solo aparece cuando el adulto se Los padres suelen sentirse impotentes ante la tiene que realizar una acción o no puede hacerlo.
siente consistente y tiene claro el sentido del límite. testarudez, desafío o capricho del niño y reaccionan Aunque en un primer momento parezca una tonte-
Solamente se puede transmitir algo que está re- de un modo violento; quizá no llegan a percibir que ría o pensemos que quizá no lo entienda, lo estamos
suelto en cierta medida en aquel que lo propone. la testarudez está causada por la violencia que ellos ayudando a hacer conexiones y a razonar acerca de
Los limites son una construcción que comienza manifiestan. Reconozcamos que muchas veces esa las normas sociales. Estimulamos su pensamiento
desde que los niños son pequeños. Son aquellos que agresividad es fruto de la impotencia, aunque otras crítico, para que no respete las normas “porque sí”,
se pueden entender sin coartar su desarrollo. Habría veces los niños son objeto de las descargas agresivas sino que lo haga encontrando las explicaciones lógi-
que prescindir de pretender imponer una idea o una que los adultos expresan por sus propios conflictos. cas que hay detrás y controlar sus impulsos básicos.
norma simplemente para detentar una imagen de au- Sabemos que una historia de violencia familiar se Dice Recalcati (2020, p. 84): “La condición del
toridad. Siempre se trata de actuar en nombre de un replica cuando se tienen hijos o, en el caso de los hijo, como tal, exige siempre el derecho a la revuelta.
cierto ordenamiento y no del capricho o la pretensión docentes, cuando ellos se formaron en períodos de La familia no puede agotar el horizonte del mundo.
de prestigio del que busca establecer un límite. educación violenta y represiva. Así como la vida humana requiere hospitalidad, un
Dialogar cuando se está enojado no es posible, Este lenguaje violento para resolver los proble- hogar, una familia, a la vez, con la misma intensidad,
hay que esperar a que se calmen los berrinches de mas es una matriz que el niño empleará con los necesita irse a otra parte, separarse, cultivar su pro-
“ambas partes”. compañeros en la escuela y en el futuro. La dispo- pio secreto. Pertenencia y errancia son dos polos
Lo que descoloca y desorienta al niño es la con- sición agresiva y maltratadora se aprende y se re- igualmente fundamentales del proceso de humani-
fusión, entre otras cosas, que le provoca el hecho de plica. Una sociedad violenta engendra hijos zación de la vida”.
que se le permita algo que al día siguiente no se le violentos. Una sociedad que excluye engendra hijos Mediante los límites, estamos ayudando al niño
autoriza. violentos. no solo a gestionar su frustración sino también a no
Las normas son construcciones que organizan; Cuando los niños están desbordados tenemos caer en el modelo de gratificación instantánea.
no solo vale que el niño vaya conociéndolas sino que darles nuestra calma y no sumarnos a su caos. Acostumbrarnos desde pequeños a las gratificacio-
también que sienta qué aporta desde su lugar para Se aprende a regular el enfado y la ira si entendemos nes instantáneas nos convierte en adultos insatisfe-
crearlas y qué le pasa con algunas de ellas que le re- por límite una construcción que se extiende en el chos cuando no logramos nuestros objetivos
sultan conflictivas. Esto no quiere decir que los tiempo y que es formativa. inmediatamente. Muchos padres temen frustrarlos,
niños deciden todo, sino que pueden expresar qué Doltó afirma, “cuando un niño no es criado en pensando en el dolor y la ansiedad que manifiestan
les pasa con ciertas decisiones que toma el adulto. el amor, si no en el miedo, no aprende a amar si no cuando no obtienen lo que desean. Pero, en reali-
El no es fuente de amor y protección, de ambas par- a defenderse”. 3 dad, esta condición los deja en desventaja, ya que
tes. En la medida en que es un ser independiente Si nos enfadamos frente a sus equivocaciones, darles “todo” a los niños adquiere una nueva dimen-
del adulto y no una extensión de este, anticiparle aprende que las equivocaciones son un desastre y, sión: los convierte en inválidos para tolerar la frus-
con tiempo aquello a lo que se le convocará lo pre- como consecuencia, el niño se orienta hacia una de- tración. Esto probablemente es vinculable a diversos
para. Por ejemplo, si tiene que salir a cenar, antici- fensa agresiva reivindicativa o se entristece, mi- factores, en especial, cuando el discurso dominante
parlo con tiempo para que sepa lo que se espera de nando su autoestima. Si el niño es descalificado por plantea la aspiración al todo en una sociedad con-
él. Si a pesar de la anticipación hubiese resistencia, sus padres, él descalificará a los demás y a sí mismo. sumista como modelo de éxito y meritocracia. Por
uno debe seguir insistiendo, mantenerse firme y Es evidente que los niños quieran aprender del otro lado, el debilitamiento de las figuras parentales
amable. Al niño no lo ayuda a crecer crear un adulto. busca saciar las demandas con la abundancia y con
mundo sin inconvenientes. El problema no son los Así lo dice Peskin, la ilusión de ascenso social o de pertenencia a clases
límites sino el proceso formativo que se pone en “Consideremos que la añoranza de un Padre más elevadas que aparentan signos de poder y ri-
juego. La regla auténtica es la que emerge sin ser imaginario fuerte, incluso salvador, aunque se ma- queza. Las patologías insignias de la época son la bi-
propiedad o capricho de alguien. nifieste en todos los humanos y se extienda a lo so- polaridad, la bulimia y/o anorexia y el consumo de
“Los hijos necesitan encontrar obstáculos en sus cial, es una típica demanda neurótica, que muchas drogas como consecuencia de la endeblez del límite
padres incluso cuando estos no lo son, porque el veces recrudece de un modo particular en la adoles- y el efecto que el exceso produce.
conflicto custodia la diferencia simbólica entre las cencia. Se expresa como idealizaciones, frustraciones
generaciones y es, por lo tanto, un escalón indispen- y quejas de la figura de referencia” (Peskin, 2015). Los efectos psíquicos de la aceptación
sable para la formación de la vida” (Recalcati, 2020). Por lo tanto, el adulto tiene que transmitirles o el rechazo de un límite
confianza y seguridad, ubicándose en una posición
Los límites claros y sostenidos dan seguridad y clara en relación con lo que enseña y transmite de La superación de los obstáculos marca un enri-
confianza. La ausencia de límites genera padeci- las normas. Esta posición incluye que se pueda dis- quecimiento de la autoestima, siempre y cuando sus
miento y culpa, lo que deriva muchas veces en bús- tinguir las diferencias, la singularidad de cada hijo resultados se basen en el reconocimiento del esfuerzo
quedas de castigo o perdón forzado. o alumno, y que se tengan en claro las diferentes y el trabajo realizado. Este es un hecho progresivo
El límite se impone más allá del agente “represor” personalidades, origen e historia. que va generando tolerancia, si puede eludir el sen-
y conlleva la frustración a partir de impedir tenden- Los límites van siendo reconocidos estando con timiento que se signifique como fracaso o derrumbe
cias de descargas que resultan entre placenteras y los niños a través del juego, paseos, lecturas, dibu- por no alcanzar una meta. Poder afrontar la adversi-
destructivas. Frustrarse y decepcionarse forma parte jos, etc., lo que permitirá descifrar y entender en dad remedando las enseñanzas de cualquier cría de
del desarrollo; sin estas experiencias sabemos que no qué consiste su necesidad y qué hace que se des- los mamíferos depende de la transmisión parental.
se constituyen los deseos, sino descargas pulsionales pierte su enfado. La diferencia es que en cualquier mamífero hay una
directas que resultan destructivas. Incluso autodes- predisposición genética que hace más claro el efecto
tructivas; es el hecho más preocupante, aquello que Los malentendidos sobre lo que son de la orientación que puedan dar los adultos. El hu-
no se detiene a tiempo lo hará por caminos autodes- los limites mano es muchísimo más desvalido y, para bien o
tructivos, ya sea por exposiciones al peligro o por os- para mal, casi todo lo que logra ser y hacer proviene
curas tendencias de autoagresión. Hoy en día esas Los límites están erróneamente vividos como co- de afuera, de los padres como agentes de la transmi-
dinámicas se observan como tendencias adictivas o acción de libertad, cuando en realidad sirven para sión de la cultura en la que están inmersos. Esto
autoflagelantes, como el cutting. proteger al niño y enseñarle normas sociales vitales, brinda al humano una enorme libertad y potenciali-
Plantea Meiriu como no pegar, respetar al semejante e ir asumiendo dades que hay que alcanzar, si no se encuentra
“Pero estas renuncias no se le pueden imponer progresivamente que el efecto sobre los otros sea mucho más desvalido que cualquier otro animal.
en virtud de una arbitrariedad que lo convertiría en asumido poniéndose en su lugar. Es lo que nomina- Las experiencias de ensayo y error comienzan en
el capricho del otro: uno no renuncia a lo infantil mos como empatía, que recién va surgiendo con el esa interacción de lo que el infans va haciendo y de
bajo la presión de otro infantil.” (2020, Pág. 111) progresivo reconocimiento de los semejantes. la interacción con los adultos o los mayores aun sin
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llegar a ser adultos, hermanos, amigos, compañeros, tener un hijo, pero hay que alcanzar en los hechos podrá elegir no ser de esa manera al no quedar en-
etcétera. Nos dice Recalcati (2020, p. 28): “La tarea serlo. Lo mismo la condición de maestro, tutor o gañado por un discurso.
del hijo es encontrar su propia palabra en las leyes encargado, parafraseando nominaciones jurídicas. Terminamos citando a Doltó cuando dice,
del lenguaje; es asumir de forma singular lo que los Ser nominado no alcanza, se trataría de que el ele- “Estamos preparando, para una vida que no sa-
padres nos han legado”. gido alcance el estatuto de su jerarquía. Como con- bemos cómo va a ser, a unos niños que justamente
“El hijo justo es un heredero, pero es también, clusión, al plantear un límite es determinante desde tienen que ser diferentes de nosotros, puesto que
siempre, un hereje, porque retoma el pasado a su dónde lo hace aquel que opera como agente del han tenido experiencias que a nosotros nos eran
manera, confiriéndole un nuevo sentido” (Recal- orden y cuál es el contenido de lo que está inten- desconocidas a su edad” (1994)
cati, 2020, p. 29). tando imponer o “componer” con el niño que está
siendo invitado o “conminado” a ajustarse a esa Bibliografía
Para ir concluyendo regla. Recordemos que una regla debe ser justa, es
decir, aplicable a todos y no ser el capricho de una Doltó, F. (1994) “La causa de los niños” Paidós, Ibérica
Quizá la clave de la posibilidad de lograr que un voluntad sino una transmisión de un orden general, Freud, S. (1938). Esquema del psicoanálisis. Obras Completas
niño reconozca y acepte un límite es el fruto de un no dislocarse como una imposición parcial sin un (Vol. 23). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.
encadenamiento de factores; el último eslabón en el sentido que trascienda algún hecho puntual. Meirieu, P. (2020). El deber de resistir. Ed. Unae. Unipe. Ecuador
que hace de agente que efectiviza esa cadena son los Escribe Meirieu, Nancy, J. L. (2016). ¿Por qué obedecemos? Colección El maestro
padres y maestros. Pero recordemos que la cadena “Se trata de permitir que los sujetos se integren ignorante. Buenos Aires, Ed. Capital Intelectual.
comienza con el entorno cultural, sigue por la histo- y, más fundamentalmente, se involucren en un co- Peskin, L. (2015). La realidad, el sujeto y el objeto. Bs Aires, Paidós.
ria de ese grupo social y la de los padres, la familia y lectivo. El colectivo solo, de hecho, es un generador Recalcati, M. (2020). El secreto del hijo. Barcelona, Anagrama.
los maestros. Culmina en la presencia o ausencia del de autoridad legítima” (2020, pag.26)
gesto de aquel que marca el límite y en qué medida Notas
logró él mismo tener paciencia, ser congruente, tener Para terminar, se trataría de que transformemos
claro el sentido del acto y confiar mucho más en que el “haz lo que yo digo y no lo que hago”, de Séneca, 1
Lic. Nilda Rozenfeld, maestra normal nacional, licenciada en psi-
la consolidación del orgullo en el niño vale mucho en “haz lo que digo y hago”, a pesar de una cultura cología (UBA). Exdirectora en diversas escuelas. Asesora escolar
más que el temor o el dolor de un castigo. Llegado el que disloca el decir del hacer y tiende a construir en temas de psicología y métodos pedagógicos. Asesora externa de
caso de la necesidad del castigo como marca referen- relatos que encubren lo que no se hace o se hace la Escuela de Gestión Social “Creciendo Juntos” de la localidad de
cial, este debe tener la proporción, el sentido y el ob- mal. Los niños y quizá todos los integrantes de una Moreno, Pcia de Buenos Aires, desde el 2009 hasta la actualidad.
jetivo de marcar una frontera. sociedad como la que describo, perciben y copian rozenfeldnilda@hotmail.com
Jean Luc Nancy (2016) afirma: “Para que el acto esta dislocación y se ven autorizados a burlar la au- 2
Goethe, Fausto. Parte 1, escena 1
de obedecer se justifique, hace falta que tenga sen- tenticidad del orden. El orden termina siendo una 3
http://analiz-arte.blogspot.com/2013/01/los-ninos-primero. html
tido; en segundo lugar, este significa entender no apariencia. Ante la objeción de que un adulto diga
solo la orden sino el para qué, su finalidad”. y haga ambas cosas de un modo incorrecto, lo que
El padre o maestro, como cualquier estatuto de cuestionaría la propuesta de que sea congruente el
jerarquías humanas, se construye; se es padre al que educa, podemos responder que si es así el niño
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Del Desafío a Las paradojas de la conducta


antisocial.
“Comprender que el acto antisocial es una ex-
nura parental. La ternura es instancia típicamente
humana, tan primigeniamente constituida que se
la podría pensar de naturaleza instintiva. Se habla
presión de esperanza constituye un requisito vital del instinto materno. Mas la ternura es produc-
para tratar a los niños con tendencia ción que va más allá de lo instintivo, aunque tenga
la Esperanza. antisocial manifiesta”.1
Winnicott, 1956.
allí su basamento. La ternura, siendo de hecho una
instancia ética, es inicial renuncia al apodera-
miento del infantil sujeto. Para definirla en térmi-

E
n “El Proyecto de psicología para nos psicoanalíticos, diré que la ternura es la

El trabajo neurólogos” Freud [1895] escribió


que la acción específica ante el des-
valimiento infantil es la fuente de
coartación -e l freno- del fin último, fin de des-
carga, de la pulsión, concepto que aquí solamente
menciono. Esta coartación del impulso de apode-
todos los motivos morales. Es por- ramiento del hijo, este límite a la descarga, no

clínico con que hay un adulto que se identifica y atiende las ne-
cesidades del infans que puede haber un principio de
humanización. Las acciones de cuidado, palabra,
ajeno a la ética, genera dos condiciones, dos habi-
lidades propias de la ternura: la empatía, que ga-
rantizará el suministro adecuado (calor, alimento,
arrullo, abrigo, alimento y ternura son la fuente de arrullo, palabra) y como segundo y fundamental
una ética basada en el registro del otro en tanto pró- componente: el miramiento. Tener miramiento es

niñ@s con jimo- diferente y a la vez semejante. Las respuestas


calmantes transforman, construyen y organizan, co-
laborando en el desarrollo y la complejidad psíquicas.
mirar con amoroso interés a quien se reconoce
como sujeto ajeno y distinto de uno mismo. E1
miramiento es germen inicial y garantía de auto-
Según Emmanuel Levinas la ética implica el reco- nomía futura del infante.

conductas nocimiento del semejante como otro humano. La di-


ferencia adulto-niño plantea de entrada la asimetría
como disparidad, y la dependencia como necesidad
La ternura, atendiendo a la invalidez infantil
hace posible, desde el suministro y la garantía de au-
tonomía gradual, superar esa etapa inicial y organi-
impostergable. Punto de partida en condiciones de- zar un sujeto esperanzadamente deseante, al tiempo
siguales que obliga al adulto a asumir la responsabi- que sienta las bases constitutivas de lo ético”.2

oposicionistas lidad de atender y dar respuesta al desvalimiento


infantil. El principio de humanización se funda en la
moral y en la ética.
La capacidad de responder con afecto, disponi-
bilidad y paciencia a las necesidades del niño ma-
tiza, suaviza, y acota las tendencias a la descarga
El modo en que el adulto pone coto a su propio pulsional, pone borde a los desbordes y organiza el

y desafiantes. goce con relación al cuerpo del niño es el comienzo


de una ética basada en los cuidados, inscribiendo
así el orden de una circulación que, siendo libidinal,
psiquismo diferenciando cualidades de cantidades.
La pulsión sujeta a la palabra acota, organiza, y
calma. El sostén y la continuidad en el manejo del
no es puramente erógena, sino que, además, es or- infans por parte de un entorno lo suficientemente
ganizadora. El niño llora porque tiene malestar, bueno construyen psiquismo en un proceso que no
Ariana Lebovic porque siente displacer: para que su llanto se torne es de una vez y para siempre, lleva tiempo.
mensaje, es necesario que haya un otro capaz de co- En tiempos constitutivos y constituyentes son
dificar y de asumir esa demanda con responsabili- fundamentales las experiencias de auxilio, sostén y
dad y afecto. cuidado en tanto vivencias que se inscriben en el
Pienso en la crueldad de desatender el sufri- psiquismo como marcas de calma, de confianza, y
miento. Dejar a un niño sufrir hasta el agotamiento, de esperanza. El sujeto capaz de preocuparse por el
no intervenir frente a conductas de desborde, no otro, de ponerse en su lugar o de empatizar, es aquel
ofrecer respuestas calmantes dejando al niño ex- que ha tenido experiencias satisfactorias de cuidado
puesto a angustias muy profundas, no escuchar, no y afecto lo suficientemente buenas y gratificantes
estar disponible. Esto puede tener serias consecuen- con sus objetos primarios.
cias psíquicas como diferentes respuestas que pue- Por el contrario, la falta reiterada de respuestas,
den oscilar entre la desconexión, el retraimiento, la la poca previsibilidad en los gestos del otro, las con-
inquietud o el terror. La ausencia de empatía por ductas manifiestas de indiferencia, el abandono, la
parte del entorno sumado a castigos o conductas pérdida de un objeto significativo o la desatención
muy coercitivas puede inscribirse como vacío, pueden dar lugar a defensas como la escisión, la di-
como hostilidad, odio o dolor. Se atenta contra la sociación o la retracción psíquicas. En los casos más
capacidad de internalizar gestos de afecto, ternura graves las acciones de crueldad del adulto hacia el
y cuidado, barreras psíquicas que ponen freno a la niño pueden dar lugar a la identificación con figu-
descarga. Si no hay quien escuche, al niñ@ a este no ras sádicas siendo la base de experiencias que pro-
le queda otra opción que desestimar lo que siente, mueven un funcionamiento que se orienta hacia la
negarlo, disociarse, expulsarlo a través de actuacio- psicopatología o la delincuencia.
nes o descargas. Winnicott, pediatra y psicoanalista inglés, traba-
Ulloa en La Novela Psicoanalítica sostiene que jando con bebés y niños en tiempos de guerra pudo
“El tiempo de la invalidez infantil es el escenario observar los efectos del ambiente sobre el desarrollo
donde actúa la ternura parental (…) se trata de emocional. Así hizo del ambiente un objeto interno
una instancia psíquica fundadora de la condición fundamental en el psiquismo del lactante. El niño
humana. La invalidez infantil es un tiempo sin pa- para su desarrollo emocional necesita de un am-
labras con pocas posibilidades de pensamientos biente lo suficientemente confiable, que pueda sufrir
susceptibles de ser rememorados de forma cons- modificaciones o cambios en una justa y soportable
ciente con ulterioridad, aunque todo lo que se ins- medida, acotada y en cierto modo previsible. Un
criba entonces será constituyente del continente ambiente cuyas fallas no sean traumáticas, lo que
inconsciente del sujeto (…)” significa reducir al máximo posible aquellas viven-
“La invalidez infantil está presidida por la ter- cias o experiencias que están más allá de lo tolerable.
Actualidad Psicológica Octubre 2023 • Página 7

Un contexto estable, o predecible, garantiza que el perdió algo bueno. Su conducta es la reacción sobre niño que necesita que el entorno asuma el manejo
bebé o niño pequeño y su ambiente, vivan experien- el ambiente de la dificultad de tramitar el dolor psí- de su hostilidad, y aunque parezca que busca la vi-
cias de continuidad a través de las cuales se facilita quico por algo bueno que perdió. Y a la vez, esconde gilancia y el control lo que verdaderamente espera
el impulso vital, la creatividad y la sensación de ser una esperanza: Que el ambiente repare eso mismo son experiencias de cuidado, de confianza, y de fir-
uno mismo a pesar de los cambios. Su trabajo como que el ambiente generó. “En relación con los niños meza. Como en el juego de las escondidas el niño
psicoanalista en hogares de niños refugiados le per- a los que me estoy refiriendo, puede decirse que las con conductas desafiantes necesita que lo encuen-
mitió conceptualizar clínicamente una serie de con- cosas marcharon lo suficientemente bien y después tren, y aunque quizás él no lo sabe, espera que no
ductas que se repetían en muchos de ellos, y a las no marcharon lo suficientemente bien. Sobrevino renuncien a buscarlo, que no lo encierren rápida-
que llamó conducta antisocial, conductas desafiantes un cambio que alteró por completo la vida del mente en diagnósticos o medicaciones, y que no se
que no constituían un diagnóstico en sí, pero reque- niño, y ese cambio ambiental se produjo cuando el aburran de jugar con él.
rían un tipo de manejo particular por parte del en- niño tenía suficiente edad como para darse cuenta
torno. Niños que, habiendo tenido buenas de lo que estaba sucediendo. No se trata de que Chavoleochadas4
experiencias con objetos primarios en la fase de de- pueda venir aquí y darnos una conferencia sobre
pendencia absoluta, en un tiempo que va del tránsito sí mismo, sino de que, en condiciones adecuadas, “Cuando existe una tendencia antisocial ha habido
de la dependencia a la independencia, sufrían algún es capaz de reproducir lo que ocurrió, porque por una verdadera Deprivación y no una simple priva-
tipo de acontecimiento traumático, como puede ser entonces estaba lo suficientemente desarrollado ción. En otras palabras, el niño ha perdido algo
una pérdida, un abandono, una mudanza, o un como para comprenderlo. Dicho de otro modo, en bueno que, hasta una fecha determinada, ejerció un
duelo, frente a lo cual desplegaban conductas desa- condiciones especiales de psicoterapia es capaz de efecto positivo sobre su experiencia y
fiantes, oposicionistas o agresivas. Niños que pre- evocar, a través del material aportado en sus jue- que le ha sido quitado”.5
sentaban conductas oposicionistas ante las normas gos, sus sueños o su charla, los rasgos esenciales de Winnicott, 1956.
institucionales. No eran niños psicóticos ni estaban la deprivación original”.3
gravemente perturbados, pero ponían en acto agre- Desafíos, robos, malos comportamientos pue- “La curiosidad infantil, ese sentimiento tan propio
siones sobre el ambiente: robos, hurtos, conductas den ser la cara visible de algo que queda invisibili- del niño con el que finalmente los adultos logramos
de huida del hogar, mentiras o falta de límites, entre zado: el dolor o el odio ante la pérdida de algo familiarizarnos, hoy parece haberse desplazado:
algunas de las formaciones sintomáticas que presen- bueno (una relación de objeto, un vínculo signifi- somos los adultos quienes observamos, perplejos, el
taban. Las conductas antisociales ponían en riesgo cativo, un espacio de confianza) y paradójicamente devenir de una infancia que resulta cada vez más
la pertenencia y continuidad institucional quedando la misma tendencia esconde una profunda necesi- difícil continuar suponiendo como tal”.6
al borde de la expulsión. dad, que el entorno le permita desplegar su agresi- Ignacio Lewkowicz, 1999.
Niños, que habían sufrido la pérdida de algo vidad y su hostilidad sin responder en espejo, que
bueno, un objeto, una relación, un contexto, que sobreviva a sus estallidos o crisis de angustia, y que La mamá de Pablo (9años) llegó a la consulta pi-
hasta ese momento cumplía una función vital. le tenga paciencia y confianza. diendo de manera urgente una medicación para
Winnicott llamó a esto Deprivación. El niño de- El niño con una tendencia antisocial es un niño tranquilizar a su hijo, algo que ella no podía hacer.
safiante es un niño deprivado, alguien que siente que con esperanza de ser escuchado y ayudado, es un Creía que siempre iba a ser así, que su hijo iba a

Anorexia - Bulimia
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Tratamiento Ambulatorio

Dirección Médica:
Dr. Nestor Corvalan

Coordinación Terapéutica:
Dra. Analía Verónica Losada

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Trastornos de la Alimentación

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Página 8 • Octubre 2023 Actualidad Psicológica

tener esas dificultades «siempre». Niño con con- comprobemos que puede construirla”. Sólo si per- dentro sucedía. Una sensación de pertenencia em-
ductas desafiantes y disruptivas, venía derivado por mitimos y toleramos que ponga en juego cierto pezaba a gestarse y entonces todo cobraba otro sen-
la escuela porque su comportamiento le estaba tra- monto de agresividad, y sobrevivimos a su agresión, tido para el niño que comenzaba a mostrar gestos
yendo serios problemas. Niño frágil, con conductas le permitiremos al niño conectarse con su capaci- de cuidado sobre los materiales y las personas tanto
impulsivas, le costaba atender en clase y respetar las dad de reparar. dentro del aula como en el consultorio.
consignas, robaba los útiles de los compañeros, los El trabajo de entrevistas con los padres, inaugu- En su escuela relata que tiene una psicóloga y un
insultaba, o se desbordaba con facilidad. Desatento, raron un espacio de escucha y sostén que les permitió espacio privado, empieza a sentirse más aliviado
hiperactivo, pasaba más tiempo deambulando por reflexionar sobre las situaciones que estaban atrave- después de mucho tiempo en el que se sentía eno-
los pasillos de la escuela que dentro del aula. Un sando, transformando la mirada sobre el niño a quien jado. Viene a querer arreglar cosas y descubre que
niño irritable pero sensible. Se habían mudado de se lo veía como un ser patológico en alguien vulnera- hay cosas que tienen arreglo. Frente a una situación
manera imprevista, y habían cambiado de ciudad y ble que estaba actuando un personaje omnipotente en su familia, le dice a la mamá: - “Llevame a lo de
de escuela. La familia no tenía un lugar estable, más como modo de desmentir el desvalimiento del que Ariana, ahí construyo”.
bien lo estable era lo inestable y por eso se mudaban era objeto. Esto posibilitó re-significar esos malos Habla del chavo del ocho que no es malo, y en-
con mucha frecuencia, cambiaban de casa, de ba- comportamientos, ponerlos en un contexto. La mal- tonces nos reímos de sus chavoleochadas, neolo-
rrio y de escuela, mudanzas intempestivas, impre- dad devino tristeza por lo perdido, las acciones se gismo que inventamos para nombrar sus macanas. El
vistas, impredecibles. Los desalojaban de los transformaron en palabras y pensamientos habili- humor posibilita un pasaje, una transición. La escena
lugares. Una familia que lo había perdido todo y vi- tando un trabajo de duelo por lo irrecuperable. Las permite ver la inocencia que se esconde detrás de esa
vían en situación de calle. Pablo se mostraba desa- intervenciones con los padres apuntaron a promover máscara de ladrón. El sentido del cuidado se traslada
fiante y agresivo, hacía poco tiempo que habían acciones de cuidado y contención, favoreciendo otro a la escuela, el grupo empieza a ser importante y en-
llegado a esta escuela y no había manera de ponerle registro de lo que le estaba sucediendo a Pablo. Se tra- tonces cuidar lo del otro tiene un sentido. Descubre
límites o frenar sus desbordes. taba, no tanto de poner o sancionar castigos sino de que le interesa aprender y espera ansioso ir a la es-
En un encuentro con él dibujó una casa soste- construir bordes y legalidades que les permitieran cuela para mostrar lo que sabe. Se produce un alivio
nida por globos aerostáticos. Este dibujo le permitió construir respuestas más contenedoras a los desbor- sintomático. Lo que le pasaba empieza a perder «se-
hablar de cómo se sentía, literalmente en el aire. des de Pablo. Sin perder la ternura, pero con Firmeza. riedad». La madre se siente orientada y sostenida en
Ante la pérdida de sus espacios, le sacaban sus Esto tuvo efectos positivos, disminuyeron las ac- los encuentros de padres. Ya no pide pastillas, y cues-
cosas, no tenía juguetes ni cuarto donde guardar sus tuaciones dando lugar al remordimiento, la emo- tiona su posición inicial. Emocionada y culposa por
pertenencias, una vivencia tras otra de desalojo y ción y el surgimiento de una corriente más tierna, haber pedido de entrada una medicación, le agradece
falta de sostén. Casa-globo, casa-barrilete, casa en junto con modos más decididos de ejercer la auto- a la analista «la transformación «.
el aire. La sensación de desazón y de desamparo no ridad. Ellos también se habían caído de un lugar de Intervenciones subjetivantes que favorecieron la
tenía medida. Quizás él buscaba alguna haciéndose confianza y sostén para el chico. En tanto se sentían institución de la ternura como instancia psíquica y
encerrar o castigar. escuchados y alojados fueron mejorando su capaci- ética. Como dice F. Ulloa (2012) “Una idea que en-
El primer trayecto de tratamiento consistió en dad de escucha y confianza en la puesta de límites. cuentro eficaz en relación con el proceso de la ter-
poner a prueba mi paciencia, intentando averiguar Además, podían identificarse y reconocerse en el nura es que su mediación crea en el niño el
qué juguetes resistían a su odio y cuáles no. Luego dolor de Pablo. sentimiento confiado de que el mundo consiente en
de maltratar los objetos del consultorio, de poner Con respecto a Pablo se observaron algunos satisfacer sus demandas. Es así como va adqui-
en juego su hostilidad y agresividad sobre el am- cambios significativos, ya no utilizaba respuestas de riendo convicción en la existencia y bondad de un
biente, de poner a prueba mi odio contratransfe- desmentida. El trabajo en conjunto con la escuela suministro ajeno a él, a la par que confía en sus pro-
rencial y mi apuesta deseante, descubrió que el favoreció la inclusión de estrategias que se pensaron pias posibilidades de demandarlo y obtenerlo. Es, a
espacio era lo suficientemente confiable como para en equipo como apoyos extraescolares que promo- partir de este sentimiento de confianza que en el su-
relajarse. En La agresión y Sus Raíces [1939] Win- vieron en el niño la curiosidad y el deseo de apren- jeto se estructurará una relación de contrariedad
nicott dice “Sólo si sabemos que el niño desea de- der. Esto favoreció la transferencia hacia la con lo que daña, con el sufrimiento. Relación de
rribar la torre de ladrillos le resultará valioso que institución escolar, por ende, hacia todo lo que allí contrariedad quiere significar que lo que daña es
percibido como algo externo a sí mismo. Este pro-
ceso será fundamental para el desarrollo paulatino
de la conciencia acerca de que él mismo puede ser
causa externa de sufrimiento para el otro. En esta
relación de contrariedad con el daño, radica la po-
sibilidad de acceder a lo que llamaré la imposición
de justicia, aquel sentimiento que distingue no sólo
entre lo que daña y lo que no daña, sino que indica
además cuándo el mismo sujeto es o no dañino para
el otro. Este saber que se va imponiendo es una de
las bases del discernimiento de lo que es justo como
parte constitutiva de la persona”.7
El tratamiento concluyó luego de algunas inter-
venciones que permitieron reordenar las relaciones
del niño con la familia y en la escuela. Escuchar el
sufrimiento del niño, también de sus padres, atra-
vesar los muros del consultorio y construir puentes
de diálogo y comunicación con la escuela, no ad-
mitir la demanda de medicación como única o pri-
mera respuesta ante la necesidad de disciplina o
control, fueron parte de las estrategias terapéuticas.
Ante tanto abuso de manuales diagnósticos y
clasificaciones imprecisas es urgente e indispensa-
ble reivindicar el derecho al síntoma y su escucha.
¿Cuántos niños actúan, como modo de defen-
derse o quitarse de encima la angustia? ¿Cuántos
esconden bajo un disfraz de agresividad un sí
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mismo sensible o vulnerable? ¿Cuántas veces se bo- representa hoy la infancia como apuesta al presente por la exclusión es un terror social que genera
rran la dimensión histórica y singular de los sínto- y promesa de futuro. Formas del desamparo al que mayor odio y segregación.
mas en nombre de rótulos o clasificaciones? quedan expuestos miles de niños y adolescentes. En Se acabó la visión edulcorada e ingenua de la in-
Los niños se expresan como pueden, muestran muchos lugares del país la proeza de llegar a la es- fancia, hoy la infancia está en riesgo pues las insti-
o denuncian su padecer a través de síntomas, ac- cuela se ha transformado en la expresión vergonzosa tuciones encargadas de su cuidado y protección
tings out, o conductas desafiantes. A veces nos del estado de desprotección en el que se encuentra están siendo destituidas de su función.
hacen soñar y otras nos producen desvelo. la infancia. La meritocracia y el voluntarismo son la Es urgente entonces construir junto a otros,
¿Cómo explicarle a un niño que él no tuvo la explicación racional y justificada de la falta de opor- prácticas inclusivas, que alojen lo singular y lo dis-
culpa de quedarse sin techo, ni escuela, ni lugar tunidades, como si fuera un problema individual y tinto, que den respuesta a los malestares desde una
propio donde guardar sus juguetes? ¿Cómo elabo- no social. Sin embargo, llega quien puede no quien mirada científica pero también política. Quizás el
rar la pérdida cuando la pérdida es un arrasamiento quiere. Como contracara aparecen malestares psí- desafío que tenemos quienes trabajamos con niñ@s
subjetivo? Los niños tienen derecho a estar tristes, quicos cada vez más habituales, como el remordi- con conductas desafiantes es no fallarles encerrán-
por qué colgarles un cartel diagnóstico, también tie- miento, la depresión, la apatía, la abulia y las dolos en medicaciones o rótulos estigmatizantes.
nen derecho a ponerse desafiantes y no por eso son ideaciones suicidas. Como dice Byun Chul Han
unos desviados. (2014) en Psicopolítica “Quien fracasa en la socie- Bibliografía de consulta
En tiempos de desamparo, amparar: con juegos, dad neoliberal del rendimiento se hace responsable
con palabras, con firmeza y disponibilidad. a sí mismo y se avergüenza, en lugar de poner en Berezin, A. (2010) Sobre la Crueldad: la oscuridad en los ojos.
Localizar la dificultad le permitió a la familia de duda a la sociedad o al sistema. En esto consiste la Bs As, Psicolibro ed.
Pablo aceptar el dolor de lo que se perdió: puerta inteligencia del régimen neoliberal. Dirigiendo la Bleichmar, S (2011) La construcción de un sujeto ético. Bs As,
abierta a un trabajo de duelo difícil pero necesario. agresividad hacia sí mismo el explotado no se con- Paidós
El juego le permitió ir encontrando las letras, las pa- vierte en revolucionario, sino en depresivo”10. La Freud, S (1895) Proyecto de una psicología para neurólogos.
labras para nombrar lo innombrable y poner allí falta de oportunidades, el individualismo, el ataque Obras completas, Vol III. Buenos Aires, Amorrortu.
donde todo parecía arrasado un borde. a los lazos colectivos y solidarios, y la naturalización Ulloa, F (2012) La novela clínica psicoanalítica. Bs As, Paidós
“Soy un puteador” había dicho de sí mismo, se de la crueldad predominan en los comportamientos Winnicott, D (1991) Deprivación y delincuencia. Bs As, Paidós
me escapa y no lo puedo parar: “Ayudame a no pu- y los modos de pensamiento actual. Hay una per- (1993) Los procesos de maduración y el ambiente facilitador.
tear”. La transferencia como un espacio potencial manente y visible cosificación y degradación de los Buenos Aires, Paidós Psicología Profunda.
facilitó la salida del lugar de maldito transformando sujetos a la condición de objetos: de uso, de investi-
el malestar. gación, de dominación, o de consumo. Notas
Quizás el bien-decir tenga que ver con encon- Si la modernidad construyó un ideal de niño
trar palabras o representaciones que ayudan a como padre del hombre, la neo-postmodernidad 1
Winnicott, D (1956) La tendencia antisocial. Deprivación y
poner nombre a lo que no tiene nombre, represen- impone ritmos vertiginosos en el que el tiempo se Delincuencia (1991). Buenos Aires, Paidós Psicología Profunda
taciones para la tristeza, la injusticia, la impotencia. licúa en urgencias que atender. Las instituciones en- 2
Winnicott, D (1956) La tendencia antisocial. Deprivación y
Una clínica del bien decir es aquella que se orienta cargadas de cuidar y proteger las infancias hoy se Delincuencia (1991). Buenos Aires, Paidós Psicología Profunda
en buscar lo que el síntoma como palabra encerrada encuentran en una profunda crisis de confianza. 3
Ulloa, F (2012) La novela clínica psicoanalítica. Buenos Aires,
intenta expresar. Por eso es iatrogénico que las ins- Como dicen Corea y Lewcowicz “La niñez es un in- Paidós Psicología Profunda.
tituciones encargadas de cuidar a las infancias en vento moderno: es el resultado histórico de un 4
El siguiente caso clínico es un relato ficcionalizado de la clínica
lugar de promover acciones de salud hacia los niños conjunto de prácticas promovidas desde el Estado privada con fines de transmisión científica. Cualquier parecido
que han sido objeto de situaciones de desamparo o burgués que, a su vez, lo sustentaron. Las prácticas a la realidad es mera casualidad.
de violencia, les fallen, otra vez, a través de la vigi- de conservación de los hijos, el higienismo, la fi- 5
Winnicott, D (1939) La agresión y sus raíces. Deprivación y
lancia, el control y la medicalización. lantropía y el control de la población dieron lugar Delincuencia (1991). Buenos Aires, Paidós Psicología Profunda.
a la familia burguesa, espacio privilegiado, du- 6
Corea Cristina - Lewkowicz Ignacio (1999) ¿Se acató la infan-
Derechos Torcidos rante la modernidad, de contención de niños. La cia? Ensayo sobre la destitución de la niñez. LUIMEM
“La ternura es el abrigo frente a los rigores de la escuela y el juzgado de menores también se ocu- 7
Ulloa, F (2012) La novela clínica psicoanalítica. Buenos Aires,
intemperie” 8 paron de los vástagos: la primera, educando la Paidós Psicología Profunda.
Fernando Ulloa. conciencia del hombre futuro; el segundo, promo- 8
Ulloa, F (2012) La novela clínica psicoanalítica. Buenos Aires,
viendo la figura del padre en el lugar de la ley, Paidós Psicología Profunda.
“Aunque me fuercen yo nunca voy a decir que como sostén simbólico de la familia. Ninguna de 9
Spinetta, L. A: Cantata de Puentes Amarillos. Artaud.
todo tiempo por pasado fue mejor, estas operaciones prácticas se llevó a cabo sin com- 10
Han, Byun Chul (2014) Psicopolítica, Neoliberalismo y nue-
mañana es mejor”.9 pulsión sobre los individuos; todas ellas termina- vas técnicas de poder. Herder.
L. A. Spinetta. rían finalmente por consolidar los lugares 11
Corea Cristina - Lewkowicz Ignacio (1999) ¿Se acató la infan-
Cantata de Puentes Amarillos. diferenciados que. niños y adultos ocuparían cia? Ensayo sobre la destitución de la niñez.
como hijos y padres en la institución familiar na- LUIMEM
En un país en el que la mitad de los niños, las ciente. De modo que no hay infancia si no es por
niñas y los adolescentes son pobres, en el que las es- la intervención práctica de un numeroso conjunto ASOCIACIÓn ARGEnTInA
tadísticas de abuso sexual infantil van en ascenso y de instituciones modernas de resguardo, tutela y DE PSICODIAGnÓSTICO
los embarazos y suicidios adolescentes aumentan, asistencia de la niñez. En consecuencia, cuando DE RORSCHACH
se elige discutir sobre la necesidad de bajar la edad esas instituciones tambalean, la producción de la CURSO DE PSICODIAGnOSTICO DE RORSCHACH
de punibilidad en lugar de poner más énfasis en po- infancia se ve amenazada”.11 PARA GRADUADOS UnIVERSITARIOS
líticas de protección y de cuidado hacia los meno- La modernidad líquida ha transformado el Dos años de duración. Abierta la inscripción. Inicia: marzo 2024
SEMInARIOS:
res. En vez de pensar cómo proteger a los niños de mundo en un lugar incierto, y cambiante, eso tiene Evaluación Psicológica Para Portación De Arma De Fuego - Test de la Persona
la miseria y de la violencia se promueven mayores serias consecuencias en la producción de subjetivi- Bajo la Lluvia - Bender
Modalidad: virtual sincrónica
sanciones y castigos a través de propuestas de re- dad y en las biografías singulares. Los adultos están
PARA EGRESADOS DE AAPRO:
presión o encierro. En el mundo del revés en lugar cada vez más expuestos a vivencias de inseguridad, • GRUPOS DE SUPERVISIÒN.
• GRUPOS DE ESTUDIO EN NIÑOS Y GRUPO DE ESTUDIO EN
de mejorar los protocolos de asistencia a las vícti- exclusión y desamparo, inmersos en situaciones de PSICOANALISIS
mas de abuso y de invertir en prevención se desfi- angustia por mantener niveles básicos de estabili- • PSICODIAGnÓSTICOS InSTITUCIOnALES. SUPERVISIOnES
nancian los programas de atención, y se persigue a dad económica y laboral. La preocupación por no Aclaración: Por no ser esta Asociación una institución universitaria habilitada para dictar cursos de especialización, maestría
ni doctorado, de acuerdo con la Ley de Educación Superior Nº 24.521 y normas reglamentarias, los certificados que extiende acre-
ditan la realización de cada programa de estudios en particular.
los profesionales que se involucran en las causas. caerse del mapa de la inclusión deviene en expul- Horarios de Secretaría: 9 a 13 hs.
El vaciamiento de la educación y la salud públi- sión, la prevención en predicción. El miedo al fu- Teléfonos 4777-0351/4927 Celular 15-2778-3059
Uriarte 2221. (1425) Buenos Aires.
cas son una clara representación del desinterés que turo cortocircuita los ritmos de infancia, la angustia E-Mail: aapro@ asoc-arg-rorschach.com.ar WEB: www.asoc-arg-rorschach.com.ar
Página 10 • Octubre 2023 Actualidad Psicológica

Pensar las Es nuestro sistema de pensamiento acerca de los


niños/as lo que se necesita modificar.
Eva Giberti
Esta concepción se encontraba plasmada en el
Código Civil, que bajo el paraguas de la Patria Po-
testad otorgaba a madres y padres una serie de de-
rechos sobre sus hijos. Entre ellos, en el artículo

E
n el presente trabajo, nos interro- 278, el llamando “Derecho de corrección” según el
infancias en gamos sobre la posibilidad de mi-
grar desde una cultura del control
cual “Los padres tienen la facultad de corregir o
hacer corregir moderadamente a sus hijos; y con la
y la imposición de límites a través intervención del juez, hacerlos detener en un estable-
del castigo, hacia una sociedad cimiento correccional por el término de un mes. La

términos de donde primen una ética basada en principios regi-


dos tanto por el respeto entre semejantes como por
una escucha que aloje las diferencias en vez de re-
autoridad local debe reprimir las correcciones exce-
sivas de los padres”.
En el año 1919 dicho Código, por medio de la
chazarlas y expulsarlas. En particular, buscamos ley Agote, sufre una modificación resultando que

complejidad. propiciar un salto cualitativo respecto del modo de


pensar las relaciones parento-filiales y la dependen-
cia que estas comprometen como una forma esen-
“Los padres tienen la facultad de corregir o hacer co-
rregir la conducta de sus hijos menores. El poder de
corrección debe ejercerse moderadamente, debiendo
cial de experienciar con otra persona la constitución quedar excluidos los malos tratos, castigos o actos
de la subjetividad. que lesionen o menoscaben física o psíquicamente a

De las Historizar infancias y adolescencias


los menores. Los jueces deberán resguardar a los me-
nores de las correcciones excesivas de los padres, dis-
poniendo su cesación y las sanciones pertinentes si
“Infancia” y “adolescencia” son términos cuyos correspondieren.” Esta formulación tuvo vigencia

oposiciones a significados se originan, responden y se modifican


en relación con un determinado contexto histórico
y social. Por esta razón, pensar las infancias y nues-
hasta el año 2015.
La Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN) fue adoptada por la Organización de las Na-
tra manera de conceptualizarlas exige historizarlas. ciones Unidas en 1989, promulgada en 1990 e in-
En el año 1919, el Congreso de la Nación Ar- corporada con rango constitucional por la

las diferencias gentina sancionó la Ley 10903 del Patronato de


Menores (conocida también como “Ley Agote”,
apellido del diputado que la impulsó). La norma
Argentina en 1994. Ha sido suscripta por 190 países
(excepto Somalia, Sudán y los Estados Unidos). En
la Argentina, la Ley 26.061 de Protección Integral
no estaba enfocada en los cuidados de las infan- de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes,
cias, sino en su control. Desde entonces, diecisiete sancionada en 2005, estableció la aplicación obliga-
Nadina Goldwaser generaciones vivieron bajo esta ley, que no consi- toria de la Convención.
deraba a las infancias como sujetos plenos de de- La CDN introdujo un cambio paradigmático
rechos. Eran pensados y mirados como objeto de rotundo y esperanzador. Se empezó a hablar de las
tutela. “El menor” (modo de nombrar elegido por personas recién nacidas, las infancias y las adoles-
Joana Rowinski la legislación argentina desde entonces) no tenía cencias menores de 18 años como sujetos plenos
derechos ni era escuchado. de derechos, y de la igualdad de derechos sin im-
La Ley Agote fue un emergente social en el que portar “la raza, el color, el sexo, el idioma, la reli-
estaban involucrados también los tipos imperantes gión, la opinión política o de otra índole, el origen
de crianza y educación, así como los conceptos bá- nacional, étnico o social, la posición económica, los
sicos y nucleares de la época respecto de la familia, impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier
las infancias y la escuela. La disciplina como pauta otra condición del niño, de sus padres o de sus re-
conductual en el hogar y en la escuela constituían presentantes legales” (CDN, art. 2). Por sobre todo,
un eje estructural: la golpiza, la violencia y los cas- la Convención abrió un abanico de oportunidades
tigos estaban legitimados e instalados (como ocurre para pensar las niñeces y adolescencias desde una
lamentablemente aún hoy en muchos casos). perspectiva ética del cuidado y de derechos. Así,
A quienes no cumplían con la conducta espe- entre muchos otros, se estableció que niñas, niños
rada, se les castigaba para aleccionarles: expresiones y adolescentes (NNyA) tienen derecho a la identi-
como “se hizo a los golpes y mal no salió” ponían dad y a ser protegidos de la explotación, los malos
en evidencia un modelo de crianza y educación fun- tratos y la violencia. Que tienen derecho a la salud
dado en el premio y el castigo como formas de y a recibir una alimentación adecuada, a acceder a
“controlar” el comportamiento desde una mirada la educación, a jugar y a descansar. En lo que res-
conductista. Desde luego, sabemos que el producto pecta al ámbito judicial, la mencionada Ley 26.061
de esta dinámica es un “como si” todo “funciona”, establece como norte la priorización del interés su-
cuando —en realidad— no se trata más que de una perior: “A los efectos de la presente ley se entiende
acción/reacción que prioriza el resultado y desa- por interés superior de la niña, niño y adolescente
tiende y subvalora el proceso, sus marcas y efectos. la máxima satisfacción, integral y simultánea de los
A propósito, Eva Giberti publicó en 1961 la pri- derechos y garantías reconocidos en esta ley” (ar-
mera edición de una colección en tres tomos titu- tículo 3). Asimismo agrega en su artículo 24, el de-
lada Escuela para padres. Este material resulta recho a opinar y a ser oído.
interesante para rastrear la historia y larga trayec- En el Código Civil y Comercial de la Nación,
toria del castigo físico a las niñeces. En los tiempos sancionado en el año 2015 (que derogó al Código
y el contexto de su publicación original, la educa- Civil y al Código Comercial vigentes hasta el mo-
ción en las infancias priorizaba la obediencia y la mento), el cambio de paradigma implica que se re-
disciplina. Y para que esto resultase, la persona emplaza el concepto de Patria Potestad por el de
adulta consideraba que era necesario castigar. Esta Responsabilidad Parental.
idea hunde sus raíces sin duda en cómo la perspec- No se menciona el derecho de corrección y en
tiva religiosa pensaba las infancias. cambio, explícitamente, en el artículo 647 se esta-
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blece “Prohibición de malos tratos. Auxilio del Es- límites y la aplicación de los castigos. El objetivo no su cumpleaños, se angustió mucho porque un pan-
tado. Se prohíbe el castigo corporal en cualquiera de es juzgar ni culpabilizar a quienes se han formado talón que quería usar ese día no le entraba y armó
sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que le- con cierto tipo de mandatos y modalidades ya ve- un gran escándalo ante Marta (su madre, con quien
sione o menoscabe física o psíquicamente a los niños tustos, sino analizar y revisar modelos de crianza y convive) y su hermanita, más pequeña que él.
o adolescentes. educación en términos de la responsabilidad adulta El día del cumpleaños, el padre llamó a Nino
Los progenitores pueden solicitar el auxilio de los involucrada y en referencia a un contexto histórico, muy temprano. Después de felicitarlo, le contó que
servicios de orientación a cargo de los organismos del social y político. no iría a la fiesta porque tiene vedado legalmente el
Estado.” ingreso a su casa. El niño, entonces, le reprochó a
El límite pensado como castigo / El su madre esta situación gritándole, insultándola y
Criar y educar: acerca de límites castigo pensado como un “límite”. hasta arrojándole un juguete que la golpeó en una
y castigos mano. Marta se angustió mucho también, sin lograr
Hace muchos años, unos padres consultaron sobreponerse. Es que, después de sufrir varios años
En el marco de la crianza y la educación, el sobre las conductas desafiantes y violentas de su de violencia hacia ella, Marta había logrado sepa-
castigo físico es siempre una reafirmación del hijo adolescente hacia ellos. Tiempo atrás, habían rarse de ese padre.
poder y la autoridad. O, mejor dicho, del autori- decidido poner “un límite” a los enojos desenfrena- Más tarde, durante la fiesta, cuando estaba por
tarismo que las personas adultas cuidadoras ejer- dos y las malas palabras sacándole “la play” por un soplar las velitas, Nino se alteró mucho porque le
cen sobre NNyA. Por lo general, no se considera mes. Como esto no surtió el efecto buscado, le qui- estaban tomando fotos. Así que salió corriendo y
que tal violencia deja siempre una marca, una taron su teléfono celular como “límite y castigo”. se encerró en su cuarto. Cuando su madre fue a
huella, ni que funda tanto la subjetivación como Los enojos se hicieron cada vez más frecuentes y buscarlo, se escucharon los insultos de su hijo
su posible arrasamiento. El castigo genera miedo, progresivamente más explosivos, así que decidieron hacia ella: “puta”, “muerta de hambre”, “con razón
enojo y resentimiento. dejarlo sin permiso para salir los fines de semana papá te dejó”.
La descarga física y psicológica lineal, constante con sus camaradas de escuela o asistir a las fiestas
y continua por parte de las personas adultas pro- de 15. En consecuencia, el adolescente quedó su- En esta viñeta, rastreamos una escena de domi-
voca con el tiempo la naturalización de la violencia, mido en el aislamiento y la soledad sin una palabra nio donde escenas de violencia quedan cristaliza-
muchas veces solapada y sobreadaptada, convir- que mediase el vínculo, sin sostén ni escucha adulta. das. Podemos interrogarnos sobre qué sucede
tiéndose en una forma de vincularse y en una diná- La madre y el padre estaban convencidos de que esa respecto de las identificaciones de este hijo con su
mica familiar. Algo de esto se cuela siempre en el era la manera de encarar la cuestión. Pero aquí es- padre y el modo en que la violencia queda instalada
cuerpo, en la escuela, en un síntoma, en la clínica y taban, en la consulta, preguntándose por qué nada en la dinámica familiar. Podríamos pensar esta si-
—en el mejor de los casos— en el relato. Conviene de lo hecho había funcionado. tuación desde diversas aristas. Pero dada la temática
señalar que la ausencia de relato no significa que no El caso resumido repite un circuito caracterizado que nos convoca en este artículo, nos centramos en
haya violencia: NNyA hablan cuando pueden, por respuestas de las personas adultas cuidadoras la pregunta acerca de la perspectiva desde la cual
como pueden y con lo que pueden. En muchas per- que son patrimonio de una cultura epocal que de- enfocarnos para pensar el caso.
sonas adultas que han sido golpeadas en sus infan- clara “a los golpes se aprende y con mano dura se Como explicamos un poco más adelante, nues-
cias, la violencia se naturaliza de tal modo que el hacen fuertes”. Desde luego, esto no contribuye al tras prácticas profesionales se inscriben en una
registro es que ese trato “es necesario”. Por lo avance progresivo de las adolescencias hacia la auto- larga tradición psicoanalítica que hoy lucha por
demás, nombrar “educación golpeadora” resulta nomía, ya que esta requiere —como nos transmitió descentrarse de ciertos conceptos —entre otros, el
contradictorio, porque son palabras que se excluyen Winnicott (2007)— no solo pensarse en términos de Complejo de Edipo y el inconsciente— para incor-
y se oponen. rivalidades, sino incluir la alteridad y la experiencia porar y dar lugar a nuevas perspectivas de abordaje.
Por otra parte, proyectar sobre la víctima la que, en vez de obturar, produce espacios novedosos Así, por ejemplo, el caso de Nino parece exigirnos
responsabilidad de la violencia que fue ejercida es para el pensar, para el hacer y para el decir. introducir la perspectiva de género para dar cuenta
un procedimiento que, generando culpa, suele Dado que estas historias llegan al consultorio del enorme peso que conlleva el ser testigo de la vio-
acompañar esa “educación”. Frases como “¿no te frecuentemente y como relato de un proceder que lencia de su progenitor hacia su madre para el psi-
avergüenza haber hecho esto?”, “¿cómo es posible fracasó, cabe preguntarnos por otros modos de le- quismo en desarrollo de una infancia. De ninguna
que a tu edad sigas mojando la cama?”, “¡qué ver- gitimar la palabra y la acción que den lugar a la di- manera sostenemos que se trata de una conflictiva
güenza dan tus calificaciones!”, “¡les voy a contar ferencia respecto de los ideales que resaltan el éxito entre personas adultas, porque esa sería una lectura
a tus amigas!” y otras análogas sólo producen hu- y el individualismo entre las personas jóvenes y las sesgada, donde —como siempre— el universo he-
millación a la parte vulnerable de la relación de adultas. En suma, nos interrogamos si es posible gemónico del patriarcado se las arregla para “la-
crianza, agudizando y profundizando marcas en criar y educar de una forma diferente a la que alien- varse las manos” de culpas. Interpretamos más bien
las subjetividades. tan los discursos de odio que nos sobrevuelan sos- que nos hallamos ante un contexto familiar en el
¿Cuántas generaciones se han dormido escu- teniendo ideologías represoras. cual el progenitor ejerce violencia, no solo sobre la
chando frases como “si no te dormís, va a venir el Por otro lado, ¿las manifestaciones de NNyA que madre, sino también sobre el hijo y la hija, testigos
cuco”? ¿O recibido amenazas como “si te portas podrían encuadrarse en el concepto de “tendencias involuntarios y víctimas del maltrato activo de
mal, el hombre de la bolsa te va a llevar” y “si seguís antisociales” (acuñado por Winnicott) no deberían quien ejerce la violencia.
así, la policía va a venir por vos”? Se trata de situa- interpretarse como llamados de atención ante angus- Adscribimos a la idea de Rodulfo (2015) res-
ciones en que quien cría y/o educa no puede poner tias y procesos devenidos imposibles de controlar pecto de que las funciones parentales deben modi-
un orden o “borde” desde su posición adulta y, por para sujetos que están aún en pleno desarrollo y que ficarse partiendo de lo lúdico como ese lugar de
tanto, ese límite se proyecta desde afuera provo- son producto de dificultades ambientales? Cuando encuentro donde antes se presentaban sólo los im-
cando terror. Por supuesto, se inscribe también en lo compulsivo, lo que insiste y las formas sintomáti- passes de la dominación y los mandatos que verte-
esta línea la conocida advertencia “ya vas a ver cas repetitivas, excesivas, insistentes e insensatas (Ro- braban las relaciones parento-filiales. Así,
cuando venga papá” o la práctica del “duérmete dríguez, 2015) reciben una respuesta ambiental a deconstruye las identidades fijas del “ser” madres o
niño” (dejar llorar a las y los bebés hasta que auto- destiempo y de modo inadecuado, ¿la intervención padres y de “ser” hijas, hijos o hijes para “jugar a”.
rregulen su llanto por cansancio y vencidos por el no debería redireccionarse a fin de incluir no sólo al Apuesta interesante, que propone otra dimensión
sueño). Son formas de criar y educar que operan sujeto del síntoma (NNyA), sino también a todo su subjetivante basada en modos diversos de “estar
provocando angustia, temores y terrores que salen núcleo familiar a fin de indagar las fallas en el sostén con” sin perder de vista las asimetrías que el uni-
a la luz a posteriori en sintomatologías recurrentes. y/o los contextos de violencia que proporcionan? verso de los adultos implica respecto del universo
Lamentablemente, estas formas y modos fundidos de las infancias y adolescencias. Ahora bien, si a
de terror siguen replicándose en la actualidad. Nino y los golpes esto no se agrega la perspectiva de género, perde-
A continuación, reseñamos tres casos que nos mos de vista los criterios que suponen los roles es-
permiten ilustrar algo acerca del establecimiento de Nino acaba de cumplir 9 años. En el festejo de tereotipados que las mujeres deben desempeñar en
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cumplimiento de mandatos como —por ejemplo, dad individual). Este fenómeno lejos se ubica de un y lo cultural, en lo que está bien y lo que está mal,
en el caso de Nino— “mantener unida a la familia” procedimiento que pretenda borrar la historia de porque “el niño/a no puede hacer lo que quiere”. La
aun a costa de la integridad personal y/o a pesar de nuestra disciplina. Como propone Ricardo Rodulfo crianza y la educación se conciben, entonces, como
la falta de sanción (respaldada por ciertos imagina- (2015), no se trata de destronar el Edipo, sino de re- una forma de disciplinar, mientras que el castigo
rios sociales) que aseguran impunidad a las violen- formularlo quitándole las pretensiones hegemóni- sería la manera más antigua de aleccionar desde el
cias ejercidas por varones cis heteronormativos. cas en que se basaba y, así, salir de a poco de las maltrato. Poner límites se engarza en lo moral más
oposiciones binarias que impiden flexibilizar que en un planteo ético y de derechos, al tiempo
El castigo del chancho modos de pensar la subjetividad. que alimenta la ilusión de obtener resultados para
legitimar la uniformidad conductual de las infan-
Lo complejo es siempre un modo de pensar, es- De las oposiciones a las diferencias cias gracias a la disciplina y la obediencia. Así, el de-
cribir e intervenir que no puede pasar desaperci- sarrollo potencial y singular del individuo desde un
bido. Lo cultural, los rituales, lo generacional y lo Nos apoyamos en el pensamiento de Ricardo vínculo ético queda de lado y olvidado. Algo similar
intergeneracional son factores que deben ser teni- Rodulfo, así como en las teorizaciones de Jacques ocurre con el respeto (donde la palabra y la pre-
dos en cuenta en la consulta clínica. Derrida y otras autoras y autores, para proponer gunta son los recursos privilegiados para generar
Una mamá trajo a la consulta “el castigo del modos alternativos desde donde abordar las rela- otras o nuevas formas de construcción de legalida-
chancho”, una práctica que aplicaba a su hijo ciones parento-filiales y sus dificultades, porque des), es decir, con ese espacio “entre” personas
“cuando se portaba mal”. Esta supuesta “imposi- pensar en clave de diferencia ayuda a desviarnos adultas cuidadoras y NNyA que se transita sin
ción de límites” repite el castigo que la abuela del un poco de un pensamiento binario, que rigidiza temor a perder la asimetría necesaria y saludable.
niño aplicaba a su mamá y que no hace más que la los vínculos y las pautas de crianza correspondien- Si poner límites es disciplinar a NNyA para que
naturalización de la violencia y, anudado a esta, del tes a los diversos momentos del desarrollo de una no hagan lo que quieran cuando quieran mediante
sistema patriarcal. El castigo del chancho no era persona. el castigo (estrategia implementada desde tiempos
otra cosa que una forma de mostrar autoridad, La “revuelta derrideana”, como la nombra Bal- inmemoriales para “corregir” o “reprender”), ¿de
control, dominación, y de exigir cumplimiento, carce (2016), busca desarmar el montaje que su- qué otros modos pueden construirse legalidades sin
obediencia a la autoridad. En suma, era un modo pone que el encuentro con otro ser humano se obturar la subjetividad de NNyA? ¿Es inevitable
de disciplinar. Cómo construimos y cómo se fue produce de manera pacífica. Por el contrario, De- pensar en la crianza y la educación como marcar lí-
hilvanando la autoridad a través de nuestra histo- rrida identifica que el “ser-con” presenta una situa- mites o abandonarse a la anomia? ¿Solo nos es dado
ria, en determinados contextos y épocas, es parte ción de asimetría inicial innegable y por la cual esa elegir entre los términos de esta pregunta dilemá-
de ese bagaje que proponemos desarmar y revisar. otra persona nos interpela desde el primer mo- tica o podemos ensayar un planteo diferente?
Es nuestra responsabilidad, la de todas las perso- mento. Rodulfo (2015) propone pensar en esa línea Entendemos que hay que reordenar y repensar
nas, desarmar esos nudos sociales, culturales e his- las relaciones paterno-filiales (y, por extensión, el problema. Que debemos eludir el planteo bina-
tóricos, colectivos e individuales, para poder ser cualquier relación entre el mundo adulto y el uni- rio. Que es preciso abordar la crianza y la educa-
parte de otros modos de comunicarnos, de crecer verso infantil), ya que tales vínculos se ven afecta- ción desde una mirada que dé cuenta de su
y de ser. dos también por la idea de una verdad central e complejidad. Necesitamos idear —desde la ter-
En términos de complejidad, el sistema patriar- inapelable (regida por el paradigma clásico, que nura, el diálogo y el intercambio— un nuevo posi-
cal hace que la violencia sea su caldo de cultivo. sostiene la existencia de núcleos de saber sostenidos cionamiento de las funciones parentales (y, cuando
Desde este paradigma, se instalan lógicas construi- por verdades indiscutibles). Dentro de esta lógica estas estén vacantes, de quiénes cumplan las fun-
das y sostenidas por ciertos mandatos sociales, cul- binaria y hegemónica, no existe espacio para las di- ciones de protección y sostén). Desde luego, es im-
turales e históricos cuyo carácter fundante los ferencias y, en consecuencia, nos encontramos tan prescindible que esta reconfiguración de la crianza
vuelve muy difíciles de derribar, aún en la actuali- solo con lógicas oposicionistas. Así, de acuerdo con y la educación sean trabajadas desde el cuidado y
dad. En el año 1982 se filmó The Wall, una película el pensamiento derridiano de Rodulfo, esas lógicas la responsabilidad, y con una perspectiva de gé-
que recrea escenas de la década de 1950 e identifica terminaron por reducir la diferencia a la oposición, nero, de derechos y de infancias.
la escuela con una trituradora de carne a la que como si esta clase de relación fuera la única posible “La humanización del niño depende de la mi-
NNyA son conducidos para obtener un producto y todo lo que no se adecue a ella quedara “expul- rada del adulto”, señala con claridad Bleichmar
homogéneo. La metáfora resulta clara y contun- sado”, puesto afuera. Como ya señalamos, Rodulfo (2008, p. 64). Esta afirmación simple, profunda y
dente respecto del modo en que las infancias y la critica fuertemente a un psicoanálisis que ha deve- contundente subraya tanto la responsabilidad de la
educación se pensaban. Allí se plasmaba un tipo de nido un discurso rígido debido a este modo centra- persona que cría y educa, como el cuidado que ella
sociedad con rasgos disciplinarios, una “sociedad lizado de pensar, por ejemplo, el Edipo y el debe desplegar en la construcción de las legalidades,
de la vigilancia” —al decir de Corea y Lewcowicz inconsciente. evitando siempre generar y provocar el arrasa-
(2004)— donde los espacios de encierro —entre En relación con las infancias en términos de miento de la subjetivación a través de la violencia
ellos, la escuela— operan como instituciones que complejidad, proponemos pensar los vínculos y la física y/o verbal, de las amenazas y/o de cualquier
reproducen y afianzan mandatos culturales, histó- familia desde una perspectiva por fuera de los lími- otra forma de castigo como, por ejemplo, la indife-
ricos y sociales. La escuela se constituye, entonces, tes de lo binario, esto es, desde otros modos de ejer- rencia sostenida en el tiempo. Este es, nada menos,
como un dispositivo normalizador, que trata a cer la legitimación como personas adultas en clave el desafío que debemos afrontar.
NNyA como materia prima de un proceso de pro- de diferencias no oposicionales. Por supuesto, este
ducción en serie de fuerza laboral y ciudadanía, y otro modo de pensar las relaciones implica angus- Conclusiones
que intenta circunscribir la subjetividad sin permi- tia, así como cierta incertidumbre frente a esto más
tirle desviación alguna. “descentrado” de abordar la familia y la asimetría “La independencia no existe”, nos propone pro-
A pesar de la fuerza que ejerce la intrincada de quienes cumplen las funciones de sostén. vocativamente Winnicott (2007). Para Rodulfo, la
complejidad de creencias profundas y arraigadas De acuerdo con Silvia Bleichmar (2008), la asi- hostilidad sería parte integrante de la ambivalencia
que definen el paradigma al que responden institu- metría entre una persona adulta cuidadora y NNyA inherente a querer a otra persona. Y conlleva, ade-
ciones, discursos, prácticas y disciplinas, asistimos no reside ni debería residir en el poder (por ejem- más, incluir la alteridad. Incluir a otra persona
a cambios perceptibles e importantes. El psicoaná- plo, “te hablo como me da la gana porque soy tu como semejante. Distinto es el odio, que implica un
lisis, por ejemplo, se va modificando a partir de la mamá”) sino en la responsabilidad y el cuidado. Por nuevo acto psíquico por el que otra persona queda
interacción y la incorporación de nuevas perspec- eso, Bleichmar introduce un concepto maravilloso: excluida. El odio, complementado por la crueldad,
tivas que transversalizan los estudios de género, las la construcción de legalidades en relación con la “condena a la subjetividad a un riesgo desubjeti-
neurociencias y otros desarrollos que amplían pau- ética. Esto es la construcción y constitución de va- vante” (Berezin, 2010, p. 51). Allí hay un límite. Allí
latinamente ciertos sesgos (entre otros, el lugar cen- lores a partir de un contexto de responsabilidad y no queda espacio para pensarse/pensarnos.
tral asignado al inconsciente y el Complejo de cuidado, no desde el autoritarismo y la imposición. Nos preguntamos cuánto afecta en ese sentido
Edipo como factores determinantes de la subjetivi- La imposición de límites se arraiga en lo social la retirada de algunos ideales que sostenían los lu-
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gares de quienes cuidan y son referentes de crianza nativas posibles de subjetivación. Tales éticas son Buenos Aires: Psicolibro ediciones.
de las infancias. Acordamos con aquello que Ro- indispensables para producir nuevos modos de Bleichmar, Silvia (2008). Violencia escolar, violencia social: de
dulfo conceptualiza sobre la dominación de otra estar con otras personas. la puesta de límites a la construcción de legalidades. Buenos
persona como modo de neutralizar la dependencia Esta necesidad se vuelve aún más apremiante Aires: Editorial Noveduc.
y, de paso, la diferencia. cuando hablamos de infancias y adolescencias, mo- —— (2011). La construcción del sujeto ético. Ciudad Autónoma
mentos cruciales del desarrollo en los cuales quedan de Buenos Aires: Paidós.
Pensar el respeto a NNyA como sujetos plenos instaladas experiencias y conceptos que formarán Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (2006). Conven-
de derechos no equivale a proponer el laissez faire parte del psiquismo de personas cuya vida en socie- ción sobre los derechos del niño. https://www.un.org/es/events/
ni postular la paridad de las infancias con las per- dad —esperamos— les demandará pensar y armar childrenday/pdf/derechos.pdf
sonas adultas. Significa rechazar el autoritarismo de lazos con sus semejantes. El castigo como límite Corea, Cristina y Lewcowicz, Ignacio (2004). Pedagogía del abu-
la imposición, el control y el castigo a la transgre- opera desde la obediencia, la disciplina y desde la rrido: Escuelas destituidas, familias perplejas. Buenos Aires: Ed.
sión. Es generar y promover una ética basada en la asimetría de poder, no de autoridad sino de autori- Paidós.
responsabilidad de las personas adultas en la cons- tarismo. La construcción de legalidades, en esa asi- Garaventa, Jorge (2017). La puesta de límites o la carcajada pul-
trucción fundante del vínculo con NNyA y no en el metría de responsabilidades, genera la posibilidad sional. Actualidad Psicológica, 457, 11-13.
ejercicio del poder adulto ¿Cómo proveer a este de pensar, de promover el pensamiento crítico. En Giberti, Eva (1964). Escuela para padres. (7ª ed., Tomo II). Bue-
proceso de construcción de respeto? La propuesta la crianza y la educación, la construcción y consti- nos Aires: Editorial Ínsula.
de Rita Segato (2018), elaborada desde una perspec- tución de un sujeto ético germina y se construye en Rodríguez, Jorge (2015). Soñar con los dedos. Entre Freud y
tiva menos ligada al psicoanálisis, son las contra- vínculo con una persona capaz de sostener valores. Winnicott. Buenos Aires: Letra Viva.
pedagogías que rescatan espacios de reflexión y Es en ese “entre” que inauguran quien cría y quien Rodulfo, Ricardo (2015). Padres e hijos en tiempos de la retirada
sensibilización en contraposición a los del poder se está criando, quien educa y quien se está edu- de las oposiciones. (1ª ed.). Buenos Aires: Paidós.
basado en la crueldad y los mandatos de masculi- cando, donde pueden gestarse la sensibilidad, la ge- Segato, Rita (2018). Contra-pedagogías de la crueldad. Ciudad
nidad de baja empatía y desensibilización. nerosidad, la cooperatividad, la escucha respetuosa Autónoma de Buenos Aires: Prometeo Libros.
En épocas caracterizadas por una derechización y el cuidado de otro ser humano. Winnicott, D.W. (2007). Los procesos de maduración y el am-
de ciertas miradas, que presentan a la violencia biente facilitador: estudios para una teoría del desarrollo emo-
como la única salida (en apariencia) posible para Referencias cional. Buenos Aires: Paidós.
frenar los avances de nuevos paradigmas, sostene-
mos la urgencia de elaborar otras éticas, donde pri- Balcarce, Gabriela (2016). Derrida. Ciudad Autónoma de Bue-
men la ternura, el respeto entre semejantes y la nos Aires: Galerna.
visibilización de las diferencias como formas alter- Berezin, Ana (2010). Sobre la crueldad. La oscuridad en los ojos.
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Límites y “Los problemas desenvueltos a partir del


sentimiento inconciente de culpa,
sus nexos con la moral, la pedagogía, la
manera sintética algunos conceptos, el objetivo
central de este artículo es exponer tres situaciones
clínicas diferentes que nos permitirán reflexionar
criminalidad y el desamparo social, sobre el problema del masoquismo y la renuncia

castigos: del constituyen hoy el campo de trabajo predilecto


de los psicoanalistas”
Freud, Nuevas conferencias de introducción al
pulsional.

Breve anotación conceptual


psicoanálisis
Hay dos perspectivas globales de Freud que re-

masoquismo “Pueden ser despistados en su indagación


por el neurótico que reacciona como si fuera
culpable aun siendo inocente,
sultan fundamentales y que dieron lugar a progre-
sos fecundos. Por un lado, ubicar la centralidad
del complejo de Edipo en el origen filo y ontoge-
porque lleva en su interior una conciencia de nético de la eticidad y la moral (en el sujeto y en

a la renuncia culpa aprontada y al acecho para apoderarse de


cualquier inculpación determinada”
Freud, La Indagatoria forense y el psicoanálisis
la civilización). Por otro lado, la detección de la
enigmática combinación entre el sentimiento de
culpa y la necesidad de castigo (Freud; 1913, 1916,
1924). Dichas conceptualizaciones son bien cono-
Introducción cidas, de modo que no precisamos hacer aquí la

pulsional reseña correspondiente. No obstante, evoquemos

E
xaminar las diferencias y las se- una hipótesis de Freud (1918) que resulta ilustra-
mejanzas entre límites y castigos tiva para lo que sigue: “Mediante la exhibición de
requiere una definición más o su conducta díscola quería obligar al padre a apli-
menos precisa de cada uno de los carle correctivos y pegarle, recibiendo así de él la
Sebastián Plut términos pero, además, advertir anhelada satisfacción sexual masoquista. Por
que ni uno ni otro son entidades homogéneas. Es tanto, sus ataques de gritos eran directamente in-
decir, tanto en el universo de los límites como en tentos de seducción. Y en consonancia con la mo-
el de los castigos seguramente encontraremos gra- tivación del masoquismo, habría hallado en tales
dos, variaciones. correctivos al mismo tiempo la satisfacción de su
Asimismo, el debate se amplifica toda vez que sentimiento de culpa… No sé cuán a menudo los
aquellas categorías tienen lugar en diferentes ám- padres y educadores tendrían ocasión, frente a la
bitos: la crianza de los hijos, la vida escolar, el inexplicada conducta díscola de un niño, de recor-
mundo laboral o la justicia penal, entre otros. dar esta trabazón típica. El niño que se comporta
Posiblemente, en los hogares hoy sean menos de manera tan indomeñable está haciendo una
frecuentes frases que en otros tiempos resultaban confesión y quiere provocar un castigo. Busca en el
infaltables: “ya vas a ver cuando venga tu padre”, correctivo al mismo tiempo el apaciguamiento de
“te vas a ir a la cama sin postre”, “esta casa no es su conciencia de culpa y la satisfacción de su aspi-
un hotel”, etc. Tal vez, actualmente las adverten- ración sexual masoquista”.
cias reemplacen el postre por el celular o la PlayS- Desde luego, no siempre el desconocimiento
tation. Incluso, en algunas familias las amenazas de un límite se enlaza con la transgresión de una
cobraban formas algo más ominosas, como recu- norma o ley. En todo caso, la posición desafiante
rrir a la figura del “hombre de la bolsa” o a la in- podrá expresar un conflicto con el superyó, pero
ternación en un “colegio pupilo”. también podrá tener por objeto la alteración de la
Como se observa en las frases precedentes, lí- autoconservación, en cuyo caso ya nos hallamos
mites y castigos pueden consistir en amenazas, en un terreno diverso. Dicho de otro modo, los lí-
advertencias, reconvenciones, privaciones, etc. A mites (o su ausencia) incluyen una heterogenei-
su vez, para continuar aun en un terreno descrip- dad de sectores, tal como se desprende de la
tivo, el uso de la voz (más allá del contenido) hipótesis freudiana del triple vasallaje del yo (el
puede adquirir diferentes tonalidades e intensida- superyó, el ello y la realidad).
des hasta combinarse, también, con algún gesto
físico. Si nos centramos, en cambio, en el problema
Desde luego, en estas escenas confluyen desa- del castigo la propuesta freudiana se enfoca en la
rrollos afectivos como el enojo, la culpa o el miedo. tensión entre el yo y el superyó, es decir, en los
afectos que invaden al yo cuando advierte la dife-
En cualquier caso, el propósito de aplicar un lí- rencia con el ideal. Recordemos que para Freud el
mite o un castigo presupone una teoría (implícita o superyó constituye el arquetipo de las aspiracio-
explícita, formalizada o sui generis) sobre cómo nes yoicas, en tanto es el subrogado del ello y del
producir alguna modificación subjetiva y/o con- mundo exterior.
ductual. Allí se reúnen el repertorio de actitudes Sin embargo, si consideramos la cita prece-
que se aspira a modificar (o que surjan), el conjunto dente, debemos prestar atención tanto al sadismo
de prácticas y estrategias que se aplican y, final- del superyó como al masoquismo del yo, sobre
mente, el resultado obtenido, es decir, el examen de todo porque este último suele permanecer más
si aquellas estrategias resultan eficaces o no. oculto que el primero.
Agreguemos que ya sea sobre los límites o Asimismo, en este conjunto también cobra re-
sobre los castigos, son dos las posiciones que de- levancia la propuesta de Freud sobre la triple
bemos estudiar: la de quien establece el límite o el fuente de sufrimientos (cuerpo, vínculos y mundo
castigo y la de quien acepta o transgrede el pri- exterior). En efecto, en el texto de 1924 plantea
mero, o recibe la sanción. que ciertas neurosis que se muestran refractarias
al análisis exhiben cierta disminución si la per-
Si bien en el próximo apartado expondré de sona sufre una desdicha matrimonial, un que-
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branto económico o una enfermedad orgánica. Es Dicho de otro modo, su aprendizaje tuvo por que debía resolver, para el lunes, un tema de ho-
decir, la neurosis disminuye si se traslada el pade- fuente la ética ajena. rarios de la facultad. Los colegas no respondieron
cimiento de un lugar a otro, podríamos decir al a su mensaje y Mario no sabe por qué pero sintió
trasladar el sufrimiento desde lo anímico al plano 2. Lea culpa. Pensó que sus colegas no le respondían
de los vínculos, de la realidad o del cuerpo. A Lea le cuesta estudiar y por momentos duda porque estarían enojados con él por algún motivo.
Por último, contamos con otro concepto que de la elección vocacional que hizo poco tiempo La sensación de culpa más tarde se combinó
se desprende de la observación freudiana sobre la atrás; o bien no duda de la elección pero teme no con una reacción contraria: Mario comenzó a en-
conducta díscola y que aplica al desconocimiento poder llegar a buen puerto. Cuando habla con su furecerse por la falta de respuesta y, en sus fanta-
de los límites, a quien aplica un castigo y a quien padre, éste le dice que no se preocupe, que puede sías, imaginó insultarlos fuertemente: “los iba a
lo recibe: me refiero a la noción de renuncia pul- estudiar o no, que quizá ahora o más adelante mandar a la mierda”, dice.
sional, ya que, tanto en el sadismo como en el ma- pueda cambiar de carrera, que nada de eso es Esa mezcla perturbadora solo disminuyó
soquismo, dice Freud, opera su inversa, la grave sino que lo importante, le dice el padre, es cuando horas después, con la premura de resolver
resexualización del complejo de Edipo. que “tenés que ser feliz”. el tema del horario pero aun sin respuesta de los
Aun cuando podamos consensuar que la feli- colegas, Mario optó por decidir él mismo cómo
Tres situaciones clínicas cidad es una aspiración valiosa, también sabemos resolver el asunto.
que nunca se constituye como un estado dura- Luego se despejó el panorama: los otros do-
1. Silvio dero. La felicidad siempre es transitoria y parcial. centes estaban de vacaciones (desconectados del
Silvio recuerda una escena escolar de sus Sin embargo, más allá de estas particularidades, teléfono) y finalmente a ambos les pareció bien
nueve años: mientras la maestra estaba de espal- el efecto perturbador de la frase paterna deriva de cómo Mario resolvió el problema.
das a los alumnos (escribiendo en el pizarrón), él dos aspectos. Uno de ellos está contenido en la Mario evoca una antigua escena: en una oca-
lanza una plasticola a un compañero (la arroja por frase y consiste en el “tenés que”, lo que trans- sión, siendo adolescente, su padre le dijo que fuera
el aire) que se encontraba en la otra punta del forma la frase en una orden y no en una pro- a buscar algo a la casa de un vecino y él, sin decir
salón. La maestra se da vuelta justo en el mo- puesta, consejo, etc. El otro aspecto deriva del nada, no fue porque estaba jugando. El padre hizo
mento en que la plasticola llegaba a manos de su emisor, de quién pronuncia la frase: Lea no le cree un silencio durante dos días y al cabo, y sin mediar
destinatario, por lo cual no pudo ver quién la a su padre pues ella no ve que él sea feliz. palabras, se acercó al joven y lo golpeó duramente
había lanzado. Preguntó quién la había arrojado Lea asocia este hecho con otros dos: por un con las manos. Esta escena contiene diversos ele-
(para sancionarlo) y Silvio no dijo nada. La ma- lado, cuando recientemente falleció la perra de la mentos: los golpes, la desproporción entre la
estra volvió a preguntar y, a su vez, avisó que san- familia, que estaba con ellos hace casi dos déca- “falta” y el castigo, el silencio y la distancia tem-
cionaría a quien recibió la plasticola. Silvio das, su padre se mostró desconcertado al ver que poral entre uno y otro hecho.
tampoco dijo nada y permaneció en un silencio Lea y su madre lloraban. Esta falta de sensibilidad Al enlazar ambas escenas, Mario asocia su pro-
culposo y angustiado. y de empatía, su imposibilidad de conmoverse y pia posición: en las dos situaciones dice que se sin-
Al finalizar la clase, tres compañeros se acer- duelar a la querida mascota familiar, también tió culpable, en la más antigua cuando recibió el
caron a Silvio a reconvenirlo por no haber confe- abonan la incredulidad de Lea respecto del man- castigo y en la más reciente a la espera del presunto
sado que había sido él quien arrojó la plasticola. dato paterno sobre la felicidad. enojo (sin fundamento alguno) de sus colegas. Es
Lo cuestionaron seriamente y esto lo hizo sentir El otro hecho al que se refiere Lea es que mien- decir, Mario destaca la posición masoquista, la de
muy mal. De hecho, Silvio sabía, pese a mante- tras tenía previsto un paseo con una amiga, la quien siente culpa ante la severidad ajena, y que
nerse en silencio, que su conducta no había sido abuela la llamó por teléfono para invitarla a su sería equivalente en ambas escenas.
correcta, que no era de buen compañero. Refiere casa. Pese a no tener ganas de ir y a que dejaría Sin embargo, el analista advierte algo más. En
que en aquel momento su temor pudo más. sin efecto la salida con su amiga, no le pudo decir la escena actual él pregunta (pide) algo a sus co-
Silvio relata que a partir de ese momento, en que no y Lea fue a lo de su abuela. legas y son éstos quienes no responden, del
cada ocasión en que debe enfrentar una situación Veamos, entonces, las diversas capas que se re- mismo modo en que él no respondió a su padre.
que le exige hacerse responsable, no solo lo hace únen en torno de la exigencia transmitida por su Es decir, si la culpa en las dos escenas lo coloca a
inevitablemente, sino que también recuerda aque- padre (“tenés que ser feliz”). él en la situación amenazante de recibir un cas-
lla escena infantil. Lea advierte que la felicidad no puede con- tigo, la furia que tuvo en la escena actual lo coloca
Hasta aquí la antigua escena parece contener quistarse por obligación, lo cual constituye una en la posición de su padre según la escena infantil:
cuatro partes y una consecuencia: lanzamiento del suerte de contradicción, ya que la alegría no se alguien que se enoja fuertemente ante la falta de
objeto, silencio de Silvio, sanción de la maestra a plasma por imperativo alguno. Al mismo tiempo, respuesta ajena.
su compañero y crítica posterior a Silvio por parte y pese a la contradicción, Lea siente que si no es
de sus compañeros. La consecuencia será el desa- feliz decepciona a su padre, lo cual pone de ma- Lo notable es que “hacer silencio” condensa
rrollo ético de Silvio. nifiesto que si bien reconoce la contradicción no ambas posiciones: él se enoja por el silencio de los
Si efectivamente esa fue la escena que dio ori- puede cuestionarla. colegas, pero ese mismo silencio es el que le hace
gen a su ética (aunque posiblemente esta escena A su vez, como ya dijimos, no le cree, y enton- pensar que los colegas están enojados. O bien, su
es revestimiento de otras anteriores), supondría- ces a su dolor por la imposibilidad de responder padre le pega porque él no respondió, pero su
mos que la secuencia fue: “hice algo que estaba a la exigencia se suma otro displacer ligado con padre hace silencio y luego le pega.
mal, sancionaron a otro por mi culpa, no lo evité otro tipo de contradicción: pretender responder Resulta algo enigmático decidir cómo se com-
pudiendo hacerlo, luego fui criticado por mis al pedido de un sujeto no creíble. Todo ello se en- binan culpa y furia o, también, masoquismo y sa-
amigos, sentí culpa, de resultas de todo lo cual, laza con la escena en que no pudo decirle que no dismo respectivamente. En la escena reciente, al
aprendí a hacerme cargo de mis errores”. Surge, a su abuela, ya que al igual que con el mandato menos en apariencia, la culpa precedió a la ira.
entonces, una pregunta: si sintió culpa, ¿no debe- “tenés que ser feliz”, Lea tampoco pudo decir que También en la escena infantil, podemos conjetu-
ría haber estado previamente el sentimiento ético no. rar que la culpa y el temor ante un padre violento,
en Silvio? El desenlace sintomático, entonces, consiste posteriormente dieron paso a la rabia contra él.
Precisamente, Silvio destaca que el factor que en que Lea no logra estudiar pues implica respon- Respecto de la escena actual con sus colegas,
mayor peso tuvo en él no fue la crítica de sus com- der a una exigencia del superyó (estudiar) que le pregunté si él sabía que estaban de vacaciones,
pañeros, sino otro: el silencio que sus propios también se expresa bajo la frase “tenés que”. y respondió afirmativamente. En cuanto a la es-
compañeros hicieron durante el evento, es decir, cena infantil, le pregunté si ante un padre tan vio-
que nadie lo delató a él y aguardaron a que él 3. Mario lento él no pensaba que si desobedecía el padre
mismo lo hiciera. En suma, Silvio no aprendió del podría pegarle. A esto, él respondió que él solía
castigo de la maestra ni de la crítica de sus amigos, Durante el fin de semana Mario, que es do- ser desafiante con su progenitor.
sino de la renuncia de estos últimos a delatarlo. cente universitario, le escribió a dos colegas por- En ambas escenas, entonces, tenemos un ini-
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cio hostil de parte de Mario: desafiar a su padre e muerte, en los intentos por domeñarla, la pulsión del discurso paradojal, al que se agrega la imposi-
interrumpir las vacaciones de sus colegas y luego de muerte introduce una desmezcla pulsional bilidad de creer. De hecho, no solo Lea no le cree
de ello viene la culpa. dentro de Eros, de modo que pulsión de muerte y a su padre, sino que ella también termina di-
Por último, hay una referencia más, muy sig- sexualidad se alían contra la autoconservación, ciendo algo no creíble: cuando acepta la invita-
nificativa, que apareció bastante más tarde en las contra el principio de estabilidad del aparato psí- ción de su abuela pese a no querer ir. En suma,
sesiones. quico. De ese modo, queda alterado el principio esta viñeta pone de manifiesto la complejidad de
Para la época del desafío a su padre, Mario de constancia y la pulsión de muerte reintroduce los enlaces entre el deseo y los imperativos, esto
tendría unos 14 años. Él tenía una hermana me- la descarga al cero absoluto. Esta hipótesis resulta es, cuando la dinámica vincular y subjetiva no
lliza a la cual su padre entregaba a un tío para que del examen de la relación entre displacer y au- abonan la conciliación entre los dos vasallajes
abusara de ella. Esto, recuerda Mario, sucedía en mento de tensión por un lado, y placer y rebaja de sino su perturbación.
el cuarto de al lado mientras él jugaba en silencio. la tensión por otro. Sin embargo, dice que esto no Por último, el caso de Mario expone más cla-
es correcto ya que hay aumentos de tensión pla- ramente la potenciación recíproca entre sadismo
La importancia del masoquismo centeros, tal como ocurre en la práctica sexual. y masoquismo, y que transforma en una aporía el
Concluye, entonces, que lo importante -en el pla- intento de resolución de las culpas por vía del cas-
En el título y en un apartado previo hicimos cer- es el ritmo, el ciclo temporal de la subida o tigo. Podemos decirlo así: el sentimiento de culpa
referencia al masoquismo. En efecto, no resulta rebaja del estímulo, mientras que cuando hay dis- da lugar a la furia y desde allí va en busca del cas-
posible comprender la complejidad de límites y placer se altera eso que él llama ritmo. En suma, tigo para reiniciar compulsivamente el circuito.
castigos (como tampoco de la violencia en sus en el masoquismo hay un proceso de aceleración Asimismo, y de modo semejante a la fantasía de
múltiples variedades) si no localizamos la centra- que es otra forma de aludir a la descarga a cero. paliza analizada por Freud, es conveniente incluir
lidad de la humana disposición masoquista. Recordemos, asimismo, el examen que Freud la importancia de los vínculos fraternos, que en el
(1919) hizo de la denominada fantasía de paliza, caso de Mario se actualiza en su relación con los
En lo que sigue voy a sintetizar algunas ideas “pegan a un niño”. Freud sostuvo que esta fantasía dos colegas, aunque el telón de fondo contiene la
(Freud, 1924; Maldavsky, 1986, 1996; Plut, 2021) posee una escena inicial expresada en la frase sá- culpa por su silencio ante lo que, en el cuarto con-
para darle precisión a dicho concepto y que tal vez dica infantil (“mi padre pega a mi hermano, al que tiguo, sucedía con su hermana melliza.
arrojen alguna luz sobre las viñetas expuestas. yo odio”) que pone en evidencia una fijación anal
Sostengo que el concepto de masoquismo es y los celos por suponerse relegada por la madre, Bibliografía
uno de los conceptos fundamentales de la teoría quien preferiría al hermano. A su vez, una escena
freudiana. Si, acaso, se considerase que la noción posterior corresponde a una frase masoquista Freud, S.; (1913) Tótem y tabú, en Amorrortu Editores, vol.
de inconciente tiene más relevancia, respondería (“soy golpeada por mi padre”), y que constituye 13.
afirmativamente en tanto es más abarcativa. Sin una transformación de la frase anterior y pone de Freud, S.; (1915) Pulsiones y destinos de pulsión, en AE, vol.
embargo, conviene subrayar que no acertaríamos manifiesto el complejo de Edipo que queda repri- 14.
a comprender en qué consiste el inconciente si ex- mido y se sustituye por una erogeneidad regresiva Freud, S.; (1916) Algunos tipos de carácter dilucidados por el
cluimos la referencia al masoquismo. Uno y otro, (sádico anal), ya vuelta masoquista. Este maso- trabajo analítico, en AE, vol., 14.
de hecho, se co-implican inevitablemente. quismo incluye algo de la culpa por el sadismo Freud, S.; (1918) De la historia de una neurosis infantil, en
Dicho de otro modo, si pensáramos al incon- precedente y la identificación fraterna. Por úl- AE, vol. 17.
ciente sencillamente como un conjunto de repre- timo, la frase final sádica (“pegan a un niño”) ya Freud, S.; (1919) Pegan a un niño, en AE, vol. 17.
sentaciones y pensamientos que escapan de resulta de la represión de la fantasía masoquista. Freud, S.; (1924) El problema económico del masoquismo, en
nuestra conciencia, el psiquismo humano y, en AE, vol. 19.
consecuencia, la vida y los vínculos, no presenta- Comentarios finales Freud, S.; (1928) Dostoievski y el parricidio, en AE, vol. 20.
rían las dificultades de las que somos testigos y Kazez, R. y Plut, S. (comps.); (2023) Psicopatología psicoana-
protagonistas cotidianamente. Podemos saber Si en el proceso de hacer conciente lo incon- lítica. Programa Maldavsky, Ed. Lugar.
mucho sobre nosotros mismos, podemos recorrer ciente, el sujeto logra acotar su masoquismo y sus Maldavsky, D.; (1986) Estructuras narcisistas, Amorrortu
diversas versiones de nuestra propia historia, po- fantasías omnipotentes, tendrá lugar aquel logro Editores.
demos ir significando de diversas maneras lo que que Freud designó renuncia pulsional. En ella se Maldavsky, D.; (1990) “Metapsicología de la neurosis obse-
nos fue sucediendo, pero aunque hagamos todo asume la obtención de un placer morigerado siva”, Revista de Psicoanálisis, L (1).
eso, es posible que sigamos repitiendo algunos (contrario a la aspiración a la satisfacción pulsio- Maldavsky, D.; (1996) Linajes abúlicos, Ed. Paidós.
actos, es probable que una y otra vez repitamos la nal irrestricta), que admita cierta postergación y Maldavsky, D.; (1997) Sobre las ciencias de la subjetividad,
misma mala decisión o cometamos el mismo tro- que, sobre todo, sea compatible con la vida. Ed. Paidós.
piezo. Y eso es el masoquismo. Es decir, padece- El relato de Silvio, por ejemplo, nos recuerda Maldavsky, D., Plut, S., Scilletta, D. y Coronel, C.; (2021)
mos de la compulsión a la repetición que es una la hipótesis de Freud: “la primera renuncia de lo “Investigación empírica de la falsedad en el discurso: méto-
de las formas de describir el masoquismo. pulsional es arrancada por poderes exteriores, y es dos, problemas, limitaciones”, en Lenguaje y Psicoanálisis. In-
De hecho, Freud sostuvo que el masoquismo ella la que crea la eticidad, que se expresa en la vestigaciones con el ADL, Ed. Topía.
es el gran enigma de nuestra subjetividad: ¿qué es conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo Plut, S.; (2007) “Variaciones sobre el crimen”, Revista non
lo que hace que tantas veces el displacer sea lo que pulsional” (1924, p. 176). En su relato es posible nominus, N° 7, México.
orienta nuestras decisiones? ¿Por qué el dolor o el advertir que culpa y castigo pueden conducir a Plut, S.; (2012) “Recorrido e interrogantes sobre la crimina-
displacer dejan de ser advertencias y se convierten una retracción masoquista, mientras que la re- lidad”, Actualidad Psicológica, N° 413.
en metas, en aspiraciones? nuncia pulsional (sus amigos optan por no dela- Plut, S.; (2013) “Derechos y acreencias”, Revista de Epistemo-
Si bien desde Freud en adelante contamos con tarlo) constituye una fuente más significativa para logía y Ciencias Humanas, N° 5.
diversas formas de pensar las metas de un trata- el desarrollo ético. Plut, S.; (2014) “El sentimiento de inseguridad en la opinión
miento, intuyo que podrían sintetizarse en tres El caso de Lea parece corresponder a proble- pública”, Revista Subjetividad y procesos cognitivos, Vol. 18,
proposiciones los objetivos de un análisis: hacer mas ajenos a la cuestión de los límites y los casti- N° 2, UCES.
conciente lo inconciente; limitar el narcisismo y gos. No obstante, nos parece pertinente porque Plut, S.; (2015) Trabajo y subjetividad. Estudios psicoanalíti-
acotar el masoquismo. Dicho de otro modo, uno allí la palabra paterna no opera ni como castigo cos, Ed. Psicolibro.
se psicoanaliza para entenderse un poco más, para por no estudiar ni funge de límite a la desorienta- Plut, S.; (2021) Vestigios Psicoanalíticos, Ed. Ricardo Vergara.
reducir las fantasías omnipotentes y para acotar, ción de su hija. En todo caso, el problema es que Plut, S.; (2022) ¿El resto qué piensa? Experiencias de análisis
también, la tendencia a excitarse con el propio el padre recurre a un imperativo (“tenés que”) institucional, Ed. Topía.
displacer. sobre un sector de la vida psíquica que no admite
En el terreno más abstracto Freud planteó que órdenes (la felicidad). Dicho de otro modo, en
en el intento de Eros por ligar la pulsión de este caso consideramos la eficacia perturbadora
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Límites o El individuo ha luchado siempre para no ser ab-


sorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás
solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es dema-
por una estructuración psíquica en proceso, da
cuenta de la exigencia que la neurosis impone.
La toma de conciencia o reflexión es un proceso
siado alto por el privilegio de ser uno mismo. Frie- que con el correr de los años termina operando de
drich Nietzsche(1) manera defensiva en el adulto, Freud descubre tem-

castigos El humano llega al mundo despojado de posibi-


lidades para sustentarse, de ponerse en pie y hacer
pranamente que la toma de conciencia no resuelve
un conflicto psíquico. Por ejemplo en la obsesión,
donde el pensamiento mismo es la posición donde
su recorrido en forma independiente. Como ser en las ideas se sintomatizan.
falta ha de constituirse para alcanzar anhelos, cons- La crianza ejercida por la familia, las institucio-
Alejandra P. Frías truir ilusiones y lograr algún momento de felicidad, nes escolares, y alguna parte de la sociedad sigue
pero sobre todo habitar y ser habitado por el deseo. practicando ésta fórmula anudada: si se atraviesa el
Para ello necesitará un sostén amable y amoroso, límite corresponde un castigo, con el fin de que el
ser cobijado y asistido, ser acompañado por sus ser quede prisionero de las pautas sociales y mora-
seres del amor de crianza y así atravesar los avatares les. El humano se desdibuja, queda despersonali-
de los operadores psíquicos que generarán cambios zado si no cumple con los mandatos establecidos,
y delinearan su destino. entonces se sobre adapta, se rebela o siente culpa
El tema que hoy nos convoca son dos conceptos cuando los confronta.
que en algunos tiempos históricos se anudaron y el El humano, encuentran dos formas de respon-
psicoanálisis los fue poblando de fundamentos para der frente a lo culturalmente establecido. Desde una
darles otro soporte teórico, límites o castigos. conducta que fuerza para cumplir aquello que la fa-
El psicoanálisis es una práctica que se sostiene en milia y la sociedad impone y exige: encajar ser igual
una premisa: no hay hechos por fuera de las palabras. al otro, amoldarse ante amenaza de castigo. Castigo
El individuo puede relatar una secuencia crono- divino o humano según su crianza. O vivir con li-
lógica aceptable de un período actual de su historia, bertad sus pulsiones, manifestar arrebatos que sue-
pero no logra narrar su infancia de la misma forma, len no ser contenidos, sino castigados y atravesar
pues ésta se la recuerda de manera fragmentada, las vicisitudes que implican la constitución de su
atravesada por el paso del tiempo y por el meca- psiquismo, transformándose en sujeto de la cultura
nismo de represión que operó en su momento. y sujeto de su propio deseo, no sin costos sociales y
La represión pone fin a la infancia como expe- morales. Dos acciones totalmente opuestas.
riencia del niño ya que aunque siga siendo niño, su En ese pasaje de la constitución subjetiva es ne-
posición subjetiva será otra, y bajo los efectos de la cesario que exista la familia como moderadora y pro-
represión tal como la descubrió Freud, las vivencias ductora de subjetividad. El ser humano se estructura,
se constituyen como pérdidas. “en el borde de la transgresión que lo torna único y
La forma de hablar, varía según la edad, el niño que lo define como parte de una especie en la cual lo
pequeño sostiene un dialogo sin miramientos por diferente no es accidente sino esencia misma.” (2)
la realidad. La palabra tiene valor de acto. El latente La familia se transforma en una sede en la que
de siete u ocho años dialogará a condición de que- se tejen el entramado de la transmisión de ideales e
rer hacernos saber que se trata de un engaño. Es por identificaciones, pero también es portadora de la
eso que para Freud el crecimiento de una persona o trasmisión de algo del orden de una satisfacción y
su madurez, lo acerca más a la neurosis. de una prohibición. Una satisfacción prohibida de
Lacan se intereso en trabajar y rescatar la forma la cual surge la posibilidad de una satisfacción sus-
del dispositivo analítico ya que se encuentran dife- titutiva. A lo largo de la historia las pautas de
rencias desde el inicio, entre los pequeños seres ha- crianza y las forma de vincularse con el otro se fue-
blantes y los adultos. ron modificando, pero lo que permanece es la ne-
Con un niño pequeño sería complejo sostener cesidad de que alguien se ubique como garante y
una sesión en silencio o devolverle una palabra que soporte del vínculo con el niño.
el mismo pronuncio, o interpretar las mismas en El vocablo límite procede, etimológicamente del
sentido estricto como lo formula en Dirección de la latín deriva del sustantivo “limes”, que puede tra-
cura, puesto que para que la operación analítica ducirse como “frontera o borde” y también como
tenga su lugar, se requiere del efecto de la retracción función, derivado de “functio”, que es sinónimo de
de la cadena significante. “función o ejecución”.
Un niño de cuatro años no reflexiona, no por- Si bien, ésta es una definición de límite como
que no piense sino porque la reflexión es la conse- función en matemática, podemos apropiarnos de
cuencia del efecto de la instalación de la represión. ella y pensar cómo se puede equipar en tanto fron-
Esa posición espontanea desaparece en la latencia tera, tope, dique, punto de clivaje en la crianza; co-
y nuevamente cambia en la pubertad. Esta diferen- laborando con los operadores psíquicos que se irán
cia es de suma importancia para tener en cuenta al
hablar de límites. Ubicar la etapa por la que está
atravesando un ser hablante nos orienta, ya que las Atención
primeras infancias, la latencia o la pubertad tienen
psicológica
diferentes respuestas por estar posicionados de ma-
nera particular frente al ordenamiento simbólico. online
Los límites dependen de la estructuración en su
relación al lenguaje. Psicólogos UBA
Buenos Aires - Argentina
Las diferentes etapas son modos distintos de ha-
blar y de relacionarse a la satisfacción pulsional.
Whatsapp:
La importancia de tener en cuenta estas etapas
es que si se le exige al otro algo que no puede dar +54 9 11 3049 1305
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sucediendo según las primeras separaciones. Metá- en análisis se habla de un dique, un corte y cuando para hacer lazo con ese niño y colaborar con él. Pen-
fora paterna mediante advendrá la operatoria de la se propone un castigo como corrector, sugerimos sarnos en el armado de un vínculo único y posible.
castración, para luego adquirir la consciencia moral sancionar desde la palabra para que ese ser a través La clínica aborda al ser desde otra perspectiva.
a través del surgimiento del súper yo como otra ins- del lenguaje pueda referir su padecimiento que lo Lejos de plantear el límite como reto o castigo, pro-
tancia de subjetividad que ubica al ser en el mundo. hace transgredir. ponemos armar pautas de crianza que organicen,
La frontera o el borde, ejecuta un corte, des aliena Que la palabra sea el recurso para descubrir que que habiliten un proceso interno y propio, del cual
al ser de esa diada primaria. Y según esa resolución salir de los bordes ubica a ese individuo por fuera más tarde podrá encontrar su propio freno.
primaria serán entretejidas las próximas vivencias. del lazo social. Eso lo hace sentir frustrado y culpa- Existe un conocimiento sesgado que interpreta
En las instituciones, en general no se piensa al ble en general. Pero si eso no lo aconteciera; el des- que los llamados límites, son bienes que se ofrecen
niño desde la observación de su estructuración psí- bordarse, no podríamos advertir que algo no está y se transfieren ya constituidos, y no. Los humanos
quica, desde su subjetividad. El que logra frenar bien en su vida emocional y probablemente cargue en su carácter de únicos e irrepetibles y en conoci-
ante ese borde o frontera sigue adelante, aprende y con ese padecimiento hasta que se transforme en miento de su propia finitud, no viven las mismas
se socializa. síntoma. experiencias frente a un corte de parte del otro. Al-
El que atraviesa esa frontera es trasgresor, se lo “Nuestro papel consiste en justificar el deseo gunos se rebelan, se sienten provocados y compeli-
considera disruptivo y generalmente son sanciona- que se expresa y en investigar lo que el niño repite dos a avasallar, y otros se asustan y se paralizan,
dos/castigados. A veces el freno es mediante un re- de ese deseo que no ha podido expresar de manera porque lo pulsional no es transferible. Es propio.
medio que calme al infante inquieto y díscolo. En el regular con los que lo rodean. También debemos Solo cuando se permite que el ser experimente
mejor escenario se orienta a la familia al inicio de un volver a encontrar los afectos que circundan los de- y se auto perciba en un mundo en movimiento, en
tratamiento psicológico para descubrir que le ocurre. seos que se han reprimido alrededor de su súper yo un mundo donde puede crear desplegándose y sos-
Esto es básicamente cultural y aun se mantiene impuesto por el ambiente educativo. Las pulsiones teniéndose en el lazo social, evitaremos que ese ser,
en pos de las normas, la socialización y los requeri- de deseo cuyos afectos no han podido expresarse, juegue al límite.
mientos pedagógicos, los tres pilares que representa ya sea directamente o de manera desviada, trastor-
la institución escolar, y estamos de acuerdo que la nan el funcionamiento somático e ideatorio del Según el contexto, con frecuencia los bordes pa-
institución ordena, trabaja para la autonomía del niño y provocan angustia. Es exactamente el es- recen desdibujarse, entonces los humanos corren el
humano, pero es importante que se tenga en cuenta quema de Freud en su libro Inhibición síntoma y riesgo de desbordarse. Cada familia, con cada hijo,
las diferencias de las etapas por las que transita para angustia. La inhibición en un niño puede llegar en cada momento de su historia, irá entretejiendo
actuar sin exigencias que dañen. hasta a detener sus funciones vitales y su creci- afectos e ideales que colaboren al surgimiento de un
Cuando hablamos de límite o castigo, pensa- miento. Nuestro papel consiste en restablecer la cir- proceso singular, amable para ser pensado, firme
mos qué límites transgrede un individuo y qué se culación entre todo eso. Pero indudablemente no para ser tenido en cuenta, cuidado y respetado.
castiga realmente, ya que, si tomamos al ser como en normalizar, lo que no quiere decir nada. La pulsión es un primer acceso para pensar esta
fuente de deseo, y en su crianza intervino una fa- Consiste sobre todo en permitir que se expresen, falta de paridad en el lazo con el otro y que podría dar
milia fundadora de dones y emblemas, podemos y también que coexistan en buen entendimiento, cuenta de aquello que retorna como amenaza en rela-
decir que se castiga la pulsión que no deja de pujar ese imaginario y esa realidad que son una contra- ción a la autoridad. Para Freud hay una imposibilidad
ante ese borde o frontera. dicción que todos tenemos que asumir y que asu- intrínseca del ser humano frente a la educación
Naturalmente si en el ser humano opera el me- mimos por la vida simbólica, que no es solamente puesto que la sexualidad está regida por la satisfacción
canismo de castración, ubicándose bajo las coorde- verbalizada. pulsional y a pesar de los esclarecimientos del autor
nadas de las neurosis, aquello que se transgrede no Todo es lenguaje” (4) respecto a lo infantil, aun hoy se encuentran obstá-
suele ser grave. La socialización suele ser rica y una El debate sobre la puesta de límites en la educa- culos para la comprensión del niño según su teoría
fuente de aprendizajes continuos que hace del re- ción de los niños, aunque no utilicemos ese tér- psicoanalítica. Freud rompe con cualquier idea evo-
corrido individual una vida amable. mino, suele estar presente en la actualidad de lutiva de síntesis que el yo como instancia psíquica
“En la educación de los niños pretendemos que diversos modos. La consulta y derivación a un ana- podría conservar. No se trata del descubrimiento de
todo esté en paz, no vivenciar dificultad alguna; en lista no escapa a ello. En su momento, aun ocurre, la sexualidad infantil en sí, sino de que ésta se rige
suma, queremos un «niño bien criado», y nos cui- el pediatra era el consejero de los padres, luego tam- bajo la noción de pulsión parcial. (5)
damos poco de que este curso evolutivo sea prove- bién se traslado esa tarea a los trabajadores de la Que el humano se constituya en un ser ético
choso también para él. Yo podría imaginarme, salud mental, se produjo un desplazamiento en la obliga a revisar una serie de mitos y teorías con los
entonces, que fue benéfico para nuestro Hans haber cesión de saber sobre la crianza de los hijos a los te- que se ha intentado derivar la instalación de legali-
producido esa fobia, porque ella orientó la atención rapeutas. dades de la instauración del súper yo propiciando
de los padres hacia las inevitables dificultades que una superposición entre moral y ética. Silvia Bleich-
depara la superación de los componentes pulsiona- Por otro lado, todos estos movimientos se dan mar explora en un movimiento de reformulación y
les en la educación del niño para la cultura, y por- en un contexto socialmente florido, donde hay rescate de los aportes de diversos autores y en orden
que esta perturbación suya le valió la asistencia del tanto escrito y hablado sobre los derechos y la di- a una fundamentación metapsicológica, presenta
padre. Y quizás aventaje a otros por no llevar ya versidad, que no deja de ser curioso cuando se niega los prerrequisitos de la conformación de la ética a
dentro de sí aquel germen de complejos, reprimidos la opinión del niño, o del púber que plantea sus partir de los enlaces amorosos que ligan al otro
que por fuerza ha de significar siempre algo para la cuestionamientos intentando participar de alguna desde los primeros tiempos de la vida.
vida posterior, y que apareja sin duda, en alguna decisión individual o grupal. “La instauración de la ética precede a la estruc-
medida, deformación del carácter, si no la predis- El adulto, muchas veces, vive como una ame- turación del superyó como instancia en la infancia:
posición a contraer después una neurosis. Yo me naza la palabra del otro, sea niño, púber o adoles- como se ha planteado, la ética no es simplemente
inclino a pensar así, pero no sé si muchos compar- cente, se instala una fantasía donde la pérdida de residual a la renuncia edípica, sino que el sujeto
tirán mi juicio, y tampoco sé si la experiencia me autoridad se pone en entredicho. Se produce una ético se constituye ya en los orígenes, en los tiempos
dará la razón”. En éste caso el niño fue educado sin lucha de poderes donde los adultos sienten que se en los cuales se empiezan a producir las renuncias
amedrentamientos, con el mayor respeto y la los desautoriza. Despolitizar al ser hablante implica al goce como una forma de ceder lo autoerótico en
menor compulsión posible, su angustia salió a la luz negarle su posición ética y desconocer que los dis- función del amor del otro” (6)
con más osadía. Le faltaron los motivos de la mala cursos proponen un modo de relación, aunque no El psiquismo se constituye a partir de la acción
conciencia y del temor al castigo, que de ordinario resulte simétrico, el amo con el esclavo, el analista sexualizante y narcisizante del adulto sobre el niño.
contribuyen a empequeñecer esa angustia. (3) con el analizante, el estudiante con el maestro. El otro se halla presente desde los orígenes, ya sea
La frase “a este chico le faltan límites”, en relación como instituyente de la sexualidad o como propi-
Los humanos en tanto seres pulsionales, en las a la crianza, invita a una observación particular que ciador de las ligazones capaces de producir deriva-
infancias se encuentran a plena potencia, en plena desvía la mirada y atención que podría capturar al- dos. Esto implica que su reconocimiento se instala
estructuración psíquica. Cuando se habla de límite, guna dificultad o trastorno en la cual involucrarnos precozmente: “la función materna ocupa un lugar
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princeps en su doble carácter: en tanto es capaz de plicado en la misma lógica por tratarse de una prác- La palabra es el norte, el límite es un Real que
generar un plus de placer que no se reduce a lo au- tica y no de una reflexión. Puede pensarse también no se alcanza nunca. Acompañando al ser a con-
toconservativo mediante los procesos de pulsación entonces, en un fracaso estructural de la práctica del frontarse con sus escenas y escenarios, colaborar
que dan origen a las inscripciones de los objetos ori- psicoanálisis, no hay educación posible de la satisfac- para que tomen coraje con el fin de reescribir sus
ginarios, y en sus aspectos ligadores, de apertura de ción pulsional, puesto que el lenguaje a diferencia vivencias con nuevos trazos, revitalizar sus viven-
los sistemas deseantes a partir de nuevas vías de pla- del instinto presenta una imposibilidad de localizar cias y simbolizarlas dará como resultado a nuevas
cer que no quedan reducidas ni fijadas a la satisfac- un objeto específico para la satisfacción. Esto no pariciones de sí mismo. Y ese Real se irá despla-
ción pulsional más inmediata” (7) quiere decir que la educación y la práctica psicoa- zando en el horizonte en la medida que lo simbólico
En la instalación de la ética se encuentra el nar- nalítica no se puedan ejercer. Conmover, destituir gane terreno.
cisismo trasvasante del adulto, capaz de investir a el lugar del amo del saber absoluto, poner en cues-
la cría religando la excitación que se inscribe en la tionamiento alguna supuesta autoridad genera tra- Escuchar, atender, alojar al humano para que
implantación de la pulsión. Esto guarda relación bajo, con el cual se puede aportar esclarecimiento. atraviese sus fantasmas y reinscriba con su letra su
con “la capacidad ligadora que el otro instaura, con La posición del adulto asentado sobre un saber novela familiar y así se transforme en soporte de su
la posibilidad del otro de reconocerlo como seme- amo, genera rebelión, algunos diálogos muestran la propio deseo es nuestro trabajo.
jante, y al mismo tiempo, como alguien distinto [… impotencia que se genera en ellos frente a los discur-
] Alude precisamente a la capacidad del adulto de sos de los niños o adolescentes. Se refugian en un dis- “…sigo a una alondra en su ascenso. Gana al-
ubicar una imagen totalizante en el niño, trasvasada curso normativizante como si fuera un mecanismo tura en amplios círculos, pequeña, parda y feliz,
de su propio narcisismo […] La idea de narcisismo defensivo porque no se pueden sostener en forma na- sube cantando y su canto es lleno, no muy variado
trasvasante alude a la necesidad de que esté presente tural. Al igual que el lugar del psicoanalista no se sos- pero constante y rico en color, parece nacer de una
el narcisismo para poder narcisizar al niño […] Es tiene en la clínica con niños a través del semblante. alegría incesante como si la alondra y su vuelo no
precisamente el narcisismo trasvasante el que per- La autoridad del analista se sostiene en aquella tuviera otra razón de ser que ese canto ininterrum-
mite equilibrar los cuidados precoces y simbolizar posición cuando el analista paga con su persona, pido, esa celebración de la vida por sí misma, sin
al otro como humano” (8) con sus palabras y con el corazón de su ser, eso sig- razones ni ontologías, sin infiernos ni cielos.”(11)
Este desdoblamiento de la función del otro “es nifica que participa, tanto como el analizante, de la
la fuente de toda constitución posible y de la del su- constitución del inconsciente en su estatuto ético. Psicoanalista
jeto ético, porque en la medida en que se produce Dicho esto, deberíamos preguntarnos por los lími- Bibliografía
su reconocimiento ontológico y, al mismo tiempo, tes de los que se considera “material clínico”. Se la-
una diferenciación de necesidades y un reconoci- bora con obstáculos y vaivenes, el trabajo de 1- Friedrich Nietzsche
miento de estas diferencias, el sujeto no queda cap- analista es un trabajo artesanal, un trabajo de orfe- 2-Silvia Bleichmar.
turado por una sexualidad desorganizante que el brería. Enlazar perla a perla un extenso collar del 3- Sigmund Freud. Caso Pequeño Hans pág. 114. Editorial
otro le inscribe, sino que empieza a constituirse en devenir de las historias de cada ser en tratamiento. Amorrutu
un entramado simbólico que lo des-captura, tanto Cabe pensar que así como toda demanda de 4- Françoise Dolto. Seminario de psicoanálisis de niños 1. Pág.
de la inmediatez biológica como de la compulsión amor y como tal imaginaria, en la cual los analistas 31. Siglo XXI Editores
a la que la pulsión lo condena” (9) no ingresan, la falta de límites adviene cuando el 5- Sigmund Freud. Tres ensayos de teoría sexual (1905) Edito-
Desde la lectura de Freud la educación fracasa lugar de autoridad resulta de una impostura. De allí rial Amorrortu
estructuralmente, porque si bien la salida del Com- que el conflicto psíquico no se resuelve tomando 6- Silvia Bleichmar. La construcción del sujeto ético. Editorial
plejo de Edipo supone la resignación de las investi- medidas, porque su motor continuo es la pulsión. Paidós, Buenos Aires, 2011, Pág. 513
duras del objeto parental, con la entrada al período Pensar los límites y no en los castigos implica 7- Silvia Bleichmar. La fundación de lo inconsciente. Amorrortu
de latencia advienen los diques psíquicos –el asco, ubicar a la autoridad por fuera de la potencia o la editores, Buenos Aires, 1992, Pág. 11.
la vergüenza y la moral-. Como nuevas formas de la impotencia. 8- Silvia Bleichmar. La construcción del sujeto ético. Editorial
pulsión para darse a ver. Esto significa que el perí- El niño fue un falo sustituto fálico para Freud y Paidós, Buenos Aires, 2011, Pág. 71 y 91.
odo de latencia no escapa al fracaso de la represión. Lacan aporta que también podría encarnar al ob- 9- Silvia Bleichmar. Idem.pag 22
Freud sostendrá: que educar, gobernar y psico- jeto a, como resto y por lo mismo, la autoridad y 10- Sigmund Freud. Análisis terminable e interminable (1937)
analizar son quehaceres que comportan ciertos los límites no deben pensarse por fuera de dicho Editorial Amorrortu
puntos de imposibilidad. resto libidinal. Sino dentro de la misma experiencia 11- Julio Cortázar. Los autonautas de la cosmopista. Editorial
Indagar la infancia del paciente obedece a la te- de la palabra. Alfaguara.
oría Freudiana pues a partir de esos de esos recuer-
dos de vivencias tempranas traumáticas se podrá
ubicar el desencadenamiento de síntomas y permi-
tir el advenimiento de sentido del mismo. Aquello
que permanecía ajeno y oculto bajo represión, en
el transcurso del tratamiento analítico, se desci-
frará, siempre y cuando aparezcan dos escenas, una
actual a partir de la pubertad que indica el retorno
de aquella escena temprana vivida y censurada
bajo represión.
Todo síntoma muestra el fracaso de la repre-
sión, dicho efecto no se le adjudica solo a la amne-
sia infantil, sino al concepto Freudiano que explica
que la pulsión no tiene representación, no hay una
traducción precisa de su fuerza constante. Lacan,
bajo esta misma lógica hablará de la retracción de
la cadena significante. Para que el sentido del sín-
toma advenga es necesario que se enuncien, que
aparezcan dos significantes.
La práctica analítica da testimonio de los desfa-
sajes entre la palabra y la cosa, la alteración del
tiempo cronológico alterado por la relación al len-
guaje. El analista verifica dicho desencuentro im-
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Vivirlo todo. Sin limites les se hace posible; el límite, tolerable Si rigen, en cam-
bio, las carencias, los excesos pulsionales, las ausen-

E
l dolor del límite se agudiza en un cias o hiperpresencias controladoras propiciadas en
mundo que parece ofrecer acceso al el mundo adulto, esto produce un sobresufrimiento
todo. La ilusión de lo ilimitado, aun- que excede el malestar ineludible al que Freud se re-

Distopía de un que siempre contrastada en algún


punto, aun en la cotidianeidad,
tiende a rotular las vidas “limitadas” como fracasos
firiera. Y son intensas, en tales casos, las afectaciones
en la conformación psíquica de niños y niñas, exce-
didos en su aptitud metabolizadora.
personales, dadas las concepciones de la meritocracia Dicho de otro modo, cuando el vínculo se con-

mundo sin neoliberal. Es decir, quien no se expande más allá de


las fronteras de lo conocido / permitido / posible, -lo-
grando fama, dinero, poder- es juzgado y quizá se juz-
forma en la dimensión predominante de la ternura, la
tolerancia de los límites trasmitidos se facilita. El niño
tendrá también la opción de ir aprendiendo/ desa-
gue a sí mismo como “perdedor”, destructivo de sus prendiendo; de transcribir y hacer propio lo trasmi-
posibilidades, mientras que otros, los “ganadores”, los tido. Pensemos que la ternura, en el corpus freudiano,

otros. exitosos, traspasaron fronteras por cualquier medio.


Arrollando bordes, quizá arrollando otros.
también se liga a un límite, ya que se trata de coartar
el fin sexual de la pulsión. Ferenczi, a su vez, se refiere
Quien se deja limitar, perdería así su libertad; ilu- al silencioso universo de la ternura, al considerar el
soria libertad total y solitaria, solo posible en un in- trauma. Lo sexual, señala, es traumático para el niño,
creíble y distópico mundo sin otros. Sin esos otros tiene el mismo efecto que la privación de amor, por
María Cristina Rojas que, por su sola existencia, hacen tope al “vivirlo eso su demanda es de ternura. (Ferenczi, 1984)
todo”, y según las propias ganas. En ese mundo so- No hay libertad total que elimine a los otros, por-
lipsista, la condición de existencia del otro supone que los procesos de humanización solo se dan en el
que esté presente de modo incondicional, saturando seno del grupo, con otros y entre otros. El sueño li-
requerimientos aun antes de la demanda, A modo de bertario, capitalista, construye una fantasía que lleva
objeto consumible y desechable. al extremo el individualismo, nacido en la moder-
nidad y hoy instalado plenamente en vastos sectores.
La humanidad, en cada tiempo y con distintos re- En dicho imaginario, el propio yo -omnipotente y
cursos, luchó de algún modo contra los imposibles, quizá a la brevedad inmortal-, en apariencia no re-
intentando abrir las puertas cerradas, avanzar en lu- querido del amor y el apuntalamiento recíproco con
gares desconocidos e inhóspitos, y derrotar límites otros, solo comparte ese mundo con otros objetali-
que parecían infranqueables. De tal modo, exploró zados, que existen al servicio de su centralidad,
territorios para expandir las fronteras por entonces como antes señalé. Esto puede combinarse fácil-
conocidas; creó nuevas herramientas y técnicas, de- mente con indiferencia, crueldad y falta de empatía,
sarrolló aspectos de las artes y las ciencias, y tanto más ya que no hay otros diferenciados con quienes co-
en la historia humana. Soñando borrar aquello que sentir, co-pensar.
propone e impone límites y demarca un no-todo que Este imaginario encamina a los individuos a bus-
no se deja eliminar. Una negatividad inasible que pro- car el logro por sí mismos, desarrollar sus “superpo-
picia enigmas sin respuesta. deres”, tan presentes en las narrativas culturales, que
Así nacieron mitologías y religiones; el teatro, a veces parecen desbordar la ficción.
para vivir otras vidas y no la única posible, y las tec- Siguiendo a Foucault, señalaré que para controlar
nologías, que fueron ampliando el mundo e inva- a los individuos de una sociedad hay que convertirlos
diendo también los territorios compartidos con otros en unidades aisladas, quebrar redes y crear átomos
seres vivos, considerados al servicio de homo sapíens, ficticios fabricados como tales a través de distintas
el ser autoconciente que sueña con la inmortalidad y tecnologías del poder. En una sociedad que predica y
el dominio total de la naturaleza, a la que él mismo practica las relaciones de dominación, y exalta un in-
desconoce pertenecer. dividualismo competitivo y triunfalista, es un desafío
construir modelos diferentes,
Cada época convirtió algunos imposibles en po- Cuando las relaciones de fuerza se mantienen in-
sibles. No obstante, cierto límite de la satisfacción visibilizadas, dan lugar a una violencia simbólica que
total, postergándola o renunciando a ella, parece una fortalece el ejercicio arbitrario del poder al ocultar su
instancia que los seres humanos han ido constru- procedencia; de tal manera, las relaciones de domi-
yendo, con distintos formatos, para que la conviven- nación aparecen como legítimas. (Bourdieu, P. 2000)
cia sea posible. Vivir en comunidad implica De ahí la importancia de tornarlas visibles también
renuncias, y como Freud señaló, conlleva cierto ma- en nuestras prácticas psicoanalíticas. El ocultamiento
lestar (Freud, 1930/79) Malestar, quiero destacar, y naturalización de las opresiones étnicas, de clase so-
equilibrado por las pertenencias, cuando ofrecen cial y de género son algunos ejemplos de implícitos
amor, cuidados, alimento. cuya puesta de manifiesto modifica las prácticas y
Los otros significativos son fuente de desasosiego, procesos clínicos.
ansiedad, a veces sufrimientos: porque el niño los En la sociedad neoliberal en que vivimos, pare-
ama y en los inicios los necesita, el adulto a cargo ad- ciera haber dos destinos posibles para los vínculos:
quiere poder y responsabilidades, derechos y deberes dominar o ser dominado. Si ingreso en esa lógica, ha-
en relación con los niños que está criando. La depen- ciendo sufrir al otro me protejo de sufrir yo. Mundo
dencia, también ligada a la búsqueda de reconoci- de perfil binario, de perdedores y ganadores. Este
miento, es recíproca: el niño que responde sello sociocultural que impregna las vinculaciones en
positivamente a lo esperado por los adultos funciona grupos e instituciones puede parecernos hoy predo-
como puntal del narcisismo y la autoestima de padres minante, aunque otras lógicas proponen opciones en
u otros cuidadores. Ahora bien, cuando se construye diferencia, ligadas al reconocimiento del otro como
confiabilidad, amor y protección, la renuncia al so- subjetividad diferenciada. Considero de gran interés
lipsismo, la incorporación de reglas y códigos epoca- poner de manifiesto y analizar estas cuestiones para
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quienes trabajamos con vínculos en cualquier ámbito, ción subjetiva y de existencia son producción de una fragilidad, es decir, junto al vaciamiento del “interior”
clínico, educacional, etc. compleja trama sociocultural. Códigos epocales múl- singular se produciría un parcial desvanecimiento del
tiples van dando forma, en cada tiempo, a las subje- ligamen vincular, al menos del que fuera propio de la
Es profunda la incidencia de las tecnologías en la tividades, en el encuentro potencia/ mundo. era moderna. Los contactos hoy pueden multipli-
búsqueda de lo ilimitado y aún en la confrontación Señala Deleuze: “Es fácil hacer corresponder a carse, pero también perder sentido e intensidad. Es
con ese muro infranqueable que demarca la finitud, cada sociedad distintos tipos de máquina, no porque decir, perder los viejos sentidos y convocarnos a com-
El ritmo de tecnologías vertiginosas, que nunca se las máquinas sean determinantes sino porque expre- prender si hay falta de sentidos, o sentidos-otros que
detienen, genera otros cuerpos y modos de vivir, crea san las formas sociales capaces de crearlas y utilizar- todavía no hemos decodificado, pero nos inducen a
seres visibles, conectados, dispersos y cansados, a di- las.” (Deleuze, 1999) (El subrayado es mío) la reflexión en las singularidades clínicas.
ferencia del sujeto moderno, caracterizado por la in- Desarrollos tecnológicos que parecían lejanas uto- El poder disciplinario moderno tuvo una función
trospección, concentración y disciplina. (Sibilia, 2012) pías -a veces distopías- son ya hablados en tiempo principal: conformar sujetos dóciles a las ideas pre-
La presencia constante e intensa de estímulos presente. Por este medio circulan los deseos de existir valentes, en particular propias de los grupos domi-
atrapantes y adictivos despierta un apetito a veces in- por siempre, aun como extrañas e incorpóreas ondas nantes, dentro de un capitalismo montado en
controlable: no solo los videogames, sino las series pensantes. vínculos de dominación con frecuencia invisibiliza-
“para maratonear”, las apuestas de dinero, facilitado- Si ese borde parece aún intransitable, muchos im- dos. “Enderezar conductas”, con un microsistema de
ras de ludopatías, los viajes quizá al alcance de la posibles, en cambio, se tornaron posibles. El empe- penalidades tendiente a la homogeneización. Pero la
mano. Emerge una suerte de bulimia de verlo y te- queñecimiento del planeta por la celeridad de los cuestión de los llamados límites excede el clásico
nerlo todo, y seguir en movimiento sin descanso. medios de transporte situó al viajar y conocer el “portarse bien”. Se trata de conformar bordes que
Todo parece estar tan cerca: detenerse es una pérdida, mundo como un deseo realizable para aquellos sec- sustenten el armado del psiquismo. Se precisan con-
dormir un fastidio que quisiera ser evitado, jugar, leer tores económicos de mayores e intermedios recursos. tornos de contención en el seno de vinculaciones que
mangas o seguir un capítulo más, hasta que el cuerpo El alargamiento de la vida, favorecido por los apuntalen y regulen. El “no” o “hasta acá” pueden for-
ponga el límite. Exhausto, dañado. avances médicos y farmacológicos, y otros cambios mar parte de prácticas de cuidado, donde se cons-
Si el mundo es un gran Maxikiosco 24hs ¿qué me en las condiciones de vida, incrementan la aspiración truya, en mutualidad, el cuidar y sentir con otro.
estoy perdiendo mientras me ausento de él? Estos rit- de eternidad. Las técnicas de reproducción asistida Freud (Freud, S., 1905/79) refiriéndose al período
mos, replicados en todas las áreas de la vida, confor- diversifican rizomáticos sistemas de parentesco, no de latencia, decía que durante el mismo “se edifican
man un modo diferente, impaciente e irritable, de necesariamente consanguíneos. los poderes anímicos que más tarde se presentarán
vivir la espera; otros modos de existencia. El enojo y Mientras el tiempo se acelera al ritmo del nano- como inhibiciones en el camino de la pulsión sexual
desasosiego cuando Internet se interrumpe o Google segundo, por demás inalcanzable para el humano, ad- y angostarán su curso a la manera de unos diques (el
demora en abrir, expresan ese sufrimiento de la es- quiere la medida de la instantaneidad. Internet, asco, el sentimiento de vergüenza, los reclamos idea-
pera, cuando “maratonear” o seguir jugando es la generador de tantas transformaciones, deconstruye les en la estética y en la moral)”.
promesa misma de la inmediatez. Asirlo y saberlo el espacio, antes pensado por relación al propio punto A la luz de la multiplicidad de cambios que vamos
todo ya, con una aprehensión muchas veces débil, de residencia. Los “nómades digitales”, migrantes por viviendo y analizando, y a partir de la experiencia clí-
que pronto será olvidada y reemplazada por otros es- elección, que recorren el mundo con sus computado- nica, pienso que los diques propuestos por Freud en
pectáculos, nuevos juegos. ras, sin residencia fija, viviendo en diferentes lugares, 1905 sufren transformaciones: la culpa y la vergüenza
El capitalismo y las formas actuales neoliberales constituyen una original producción de época. Una se manifiestan con otras modalidades, y son diferen-
proponen como ideal un sujeto siempre despierto, experiencia de vida tan diferenciada de la estabilidad tes los “reclamos ideales en la estética y en la moral”.
produciendo y consumiendo. De ahí la experimen- burguesa que manifiesta intensamente la emergencia Fronteras y límites se modifican, se deslizan a
tación que algunos países poderosos realizan, con de otras subjetividades y vínculos. otros territorios, pero no se desvanecen.
fines también bélicos, pretendiendo anular esos lími- Ahora bien, ¿cómo producir bordes indispensa-
tes que el cuerpo-psique impone: el sueño y el miedo. Estrategias de crianza bles para la organización del psiquismo, en el seno de
(Crary,J, 2015) un imaginario social amplio que identifica límites con
En relación con esto, se da el consumo de drogas Cualidades y aspiraciones del vivir actual nos con- castigos? Si privarse de algo de todo lo posible -auto-
para “seguir la fiesta”, (“con la merca aguanto toda la mueven, y plantean, entre otros grandes desafíos, el limitarse- es sentido como violencia y causa tanto su-
noche”), para mantener negocios con empresas del requerimiento de construir anclajes que apuntalen al frimiento, ¿cómo privar o limitar a los hijos,
otro lado del mundo, con otros husos horarios, pro- mundo adulto, para habilitar estrategias de crianza prolongación misma de las vidas adultas?
ducir-consumir-seguir produciendo, seguir consu- donde operen regulaciones contenedoras. Estrategias ¿Cómo encarar una crianza respetuosa del otro
miendo. O para dominar el miedo y las inhibiciones, que conformen bordes, es decir, que limiten el flujo ofreciendo a la vez herramientas para el despliegue
ingresando de tal modo a deportes extremos, retos y que en su devenir amenaza con desbordes, o conlleva autoorganizativo de una singularidad encauzada? Los
desafíos con riesgo de vida: drogarse, beber y bailar la emergencia de formas actualizadas de la sociedad cauces van siendo trazados por los vínculos, las inter-
hasta morir, conducir alcoholizado a alta velocidad. disciplinaria: violencias, autoritarismos, castigos. conexiones con los otros: los cuidados y la empatía.
Nuevamente parecen diluirse en estas y otras múlti- Códigos epocales dan forma y configuran vín- Pensar los modos de la crianza no puede dejarse
ples situaciones descontroladas las fronteras, no so- culos y subjetividades. Esto no implica necesaria- de lado, -así como los grandes temas de la educación-
lamente los límites que preservan la vida, sino la mente violencia, salvo cuando se trata de una salvo que concibamos un sujeto nacido pleno de
discriminación entre ficción y realidad: esto no es un sobrecodificación totalitaria que no deja márgenes saber y aptitudes, por fuera de los habilitantes e im-
juego ni soy un ser con superpoderes, como los hé- a la singularidad. pedimentos de su tiempo.
roes de numerosas series y películas que conforman “La violencia no surge solamente de la hipercodi- Una subjetividad, como vengo diciendo, no es un
la infancia y adolescencia hoy. Es la vida misma, mi ficación….sino también de la descodificación desme- “ya dado”, es una producción, vincular, sociohistó-
vida, y puede perderse en un instante. Pero se des- surada y la supresión de fronteras, que disuelve el rica. Se “va haciendo” en trama con otros. Familias,
miente. Desmentidas y negaciones, mecanismos para mundo en un torrente inmanejable de acontecimien- escuelas, y otros dispositivos sociales juegan papeles
enfrentar situaciones temibles, pero prometedoras de tos, impulsos e intensidades” (Byung Chul Han,2016) fundantes. Foucault presenta una subjetividad con-
vivencias extremas que otros viven y exhiben. Cuando modalidades epocales diluyen en algún formada en dispositivos de saber, poder y tecnologías
El sueño es imprescindible para cada cual, pero, grado la intimidad en los vínculos familiares, se aco- del yo. Entonces, lo subjetivo no es del orden de lo
además, señala Crary, constituye una pausa de soli- tan los modos del compartir, y se ve afectada la cons- originario.
daridad que implica el cuidado de otros; el régimen trucción de la confianza básica. En relación con esto, Pese a ello, el mito de un niño de saber innato y
24x7 también anula esta experiencia y otredad. el apuntalamiento se hace frágil y puede debilitarse la poderoso, “grande” más allá de su apariencia tierna y
Si son intensas las afectaciones de las tecnologías certeza acerca de la incondicionalidad y permanencia frágil, infiltra concepciones epocales. Esto, y la escasez
actuales en los modos de subjetivación, destacaré que del otro, por ende, la seguridad de la pertenencia y del de recursos para la orientación de los niños y la tarea
ellas se entretejen con otras condiciones que a la vez sostén esperado del grupo familiar. La hegemonía de educativa; caídos y desprestigiados los métodos dis-
les han dado nacimiento, y los modos de conforma- la exterioridad, a su vez, contribuye a lazos de mayor ciplinarios, hoy por fin considerados como violentos,
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son otros de los factores que, en este siglo, y desde al- los horarios y regulaciones escolares suelen operar a la vez espacios que según su edad y condición el niño
guna década del pasado siglo, interpelan a los adultos entonces como organizadores de la vida familiar y en crecimiento requiera resolver y construir por sí
que crían niños. contribuyen a establecer algunas rutinas, por ejemplo, mismo, todo ello da base a la conformación de la di-
La tan mencionada “puesta de límites”, popular horarios de comidas. mensión ética y la empatía.
en los medios y en los consejeros familiares de las La lucha entre tecnología y horarios del sueño es El exceso de presencia sin intersticios ahoga; la
redes sociales, no tiene buena imagen en amplios sec- implacable: los padres intentan que los hijos dejen sus falta del límite que la espera genera provee la satisfac-
tores, incluidos algunos círculos psicoanalíticos. dispositivos para descansar, al mismo tiempo que de- ción inmediata, pero si es reiterada y sostenida más
Otros grupos, patriarcales, añoran la plena autoridad sean sumergirse en los suyos. allá de los primeros momentos de la vida del bebé, en
del padre varón, supuesto aval del orden y la ley. La sociedad requiere “padres del sí fácil”, dis- lugar de liberar puede generar una dependencia nar-
La mala prensa de los límites los identifica con puestos a responder a las solicitudes de consumo de cisista, que conforma zonas psíquicas vulnerables al
distintas formas de castigo, se asimilan a la represión sus niños, o a intentar reparar ausencias o gritos con desconocer las inmensas posibilidades autoorganiza-
más en el sentido policial destructivo que en el psico- regalos. tivas de los seres vivos, pasibles de emerger en cone-
analítico, constructivo; por ende, suele considerárse- Y encontramos a menudo padres agotados por xión discriminada con otros.
los fuente de sufrimientos e inhibidores de los exigencias socioeconómicas y la propuesta de formas Quien confronta obstáculos, postergaciones y
singulares procesamientos psíquicos de la infancia. de crianza inalcanzables, en familias donde las ma- fronteras, en cambio, si la situación es pertinente a su
Esa construcción se da en vínculos de ineludible dres a su vez trabajan. Requeridas de un grado de pre- edad y condición psicofísica, se ve interpelado a bus-
asimetría inicial, ya que son adultos -psiquismos ya sencia no compatible con las ansias de realizaciones car otros caminos, jugar, crear, imaginar, producir
conformados, aunque en flujo y transformación personales o la subsistencia misma, según los grupos algo nuevo que lo acerque a sus metas. En relación
constante- quienes habilitan la conformación de los sociales, muchas se sienten en falta. con esto, las interdicciones inhiben la inmediatez de
recién llegados; adultos trasmisores de algunos de los Padres y madres culpables y culpabilizados, so- la satisfacción y serán resistidas, pero pueden ser oca-
códigos epocales, en mayor o menor consonancia con cialmente juzgados por sus productos fallados, y a sión de transformaciones creativas.
los valores y creencias pregnantes. veces atendidos por especialistas psi y afines, que Cuando el límite es arbitrario, repetitivo, y está al
En esos vínculos: “…hay, sin embargo, una co- muestran su sabiduría reparando los “artefactos” que servicio de ciertas problemáticas adultas, es cuando a
construcción propia de cada singularidad vincular ellos han descuidado, o dándoles claras pautas para su vez produce un sobresufrimiento que afecta los
que también se da en las relaciones parentofiliales y evitar mayores daños. Esto es, situando a los padres procesos constructivos de la infancia.
puede inducir cambios en el psiquismo adulto. en un lugar subordinado, proponiéndoles un saber El desafío de la producción de subjetividad no
“Justamente a partir de la intensidad de investi- que, bajo la forma de la no violencia, tiende muchas es solo un problema de familias y escuelas, lo es del
duras y expectativas de los padres hacia los hijos veces a cumplir los objetivos de la crianza disciplina- Estado, de los distintos dispositivos de pertenencia
puede afirmarse que la asimetría no anula la recipro- ria moderna, construyendo sujetos dóciles, poco y referencia, de la comunidad toda. Es innegable
cidad. Desde el inicio de su vida, el bebé, fuente de cuestionadores de las premisas manejadas por los que vivimos grandes cambios y han nacido y siguen
placer a veces privilegiada, tiene, pese a su indefen- grupos dominantes. Técnicas de control, seductoras haciéndolo otras formas subjetivas y vinculares. Ve-
sión, lo que Aulagnier denominó el poder de hacer para algunos, por la aparente inmediatez de sus re- nimos, desde hace décadas ya, separando cuidado-
sufrir”. (Rojas, 2022) sultados y la diferencia con las tan denostadas moda- samente y con los recursos que tenemos, la paja del
Las familias transcurrieron un lento camino desde lidades disciplinarias. Aunque en sus efectos puedan trigo: esto es nuevo, esto es sufrimiento o patología.
el poder absoluto adulto, particularmente cristalizado inhibir las potencialidades de los niños, robotizados, Conformar espacios de reflexión y apuntalamiento
en el padre, a una crianza en una dimensión heterár- marcados por la falta de creatividad y una suerte de con los adultos a cargo de la crianza constituye una
quica, una transversalidad productiva, posible cuando neutralidad pasiva ante la vida, con despliegues lúdi- operación clínica indispensable, para dar lugar a in-
el poder circula sin fijarse en una sola posición ina- cos limitados y la parcial anulación de las pasiones. tercambios reflexivos acerca de las condiciones epo-
movible. Cuestión que a partir de mi práctica psicoa- Foucault planteó que las practicas subjetivantes cales y sus propios temores, dudas y desamparos.
nalítica con familias, niñez y adolescencia he trabajado han de dejar fracturas e intersticios donde broten sin- En tanto tampoco nosotros tenemos las res-
en distintas ´publicaciones a lo largo de los años. gularidades. Crary afirma que formaciones híbridas puestas, cuando de la novedad se trata, se remarca
del control señalado por Deleuze y la disciplina estu- el espacio clínico, a su vez, como situación de tras-
“Entonces, la gran riqueza y también la gran difi- diada por Foucault regulan el presente. versalidad y producción conjunta.
cultad de las formas actuales de parentalidad es acep- Temática enorme que va trabajándose en trans-
tar los desafíos de una mayor democracia y disciplina, a fin de desarrollar un psicoanálisis de Bibliografía
horizontalidad en el seno de la familia y en la relación niños, adolescentes y familias que construya puen-
adultos-niños, logrando sostener al mismo tiempo las tes con las nuevas modalidades subjetivas y vincu- Bourdieu, P: La dominación masculina, Barcelona, Anagrama, 2000
funciones constructivas del psiquismo infantil –sos- lares, y vaya conformando modos de conexión y Crary, J.: 24/7 El capitalismo tardío y el fin del sueño, Paidós, 2015
tén, interdicción, instalación de la renuncia pulsional, acceso a ellos. Deleuze, G. (1995) “Posdata sobre las sociedades de control”, en
entre otras- y conservando a la familia, para todos sus En un mundo donde las violencias se expanden Conversaciones 1972-1990, PRE-TEXTOS, Valencia, 1999
integrantes, como un ámbito de apuntalamiento in- globalmente, con sus connotaciones traumáticas: Ferenczi, S.: Confusión de lenguas entre los adultos y el niño. El
tersubjetivo del psiquismo, en el sentido kaësiano.” pandemia, guerras, incremento constante de la ine- lenguaje de la ternura y de la pasión; Obras completas, tomo IV,
(Rojas, 2013) quidad en la distribución de las riquezas, actualidad Madrid, Espasa Calpe, 1984
Por otra parte, ¿cómo incide el saber tantas veces de las distopías planetarias, se ven fisurados distintos Freud, S.: Tres ensayos de teoría sexual, Amorrortu, tomo VII, 1905/79
desmentido de lo incierto del destino de nuestro pla- apuntalamientos intersubjetivos y socioculturales, Freud, S.: El malestar en la cultura, Obra completas, vol.XXI,
neta en los modos de crianza? No tengo respuestas produciendo fragilización en todos los grupos etá- Amorrortu, 1930/1979
para esta inquietud, solo puedo señalar que percibo reos. Y en los vínculos de sostén. Foucault, M.: Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión, Bs As,
su presencia en consultas de jóvenes padres, y me pre- Dicho de otro modo, los bordes, las reglas que de- Siglo XXI, 2008
gunto también qué difiere en las parentalidades y en marcan posibles e imposibles, hacen psiquismo. El Foucault,M: Tecnologías del yo y otros textos afines, Barcelona,
lo transmitido a los hijos en quienes en estas condi- valor del otro constructivo es el amor, el interés, la Paidós, (1981/90)
ciones encaran la tarea de la crianza. contención. En su faceta “cuidador” aloja, calma, Sibilia,P.: ¿Redes o paredes? Bs As, Tinta fresca, 2012
Otra condición actual, acelerada en su implanta- acompaña, se aleja y se mantiene en disponibilidad; Rojas, MC.: Familias, infancias, adolescencias. Una clínica más
ción por la pandemia, es cierto desdibujamiento de pero los cuidados también implican confrontar, inter- allá de la piel, Bs As, Entreideas, 2022
los contornos de la vida laboral, antes claramente de- pelar, prohibir. El amor hospitalario y el límite regu- Rojas, MC: Nuevas construcciones de la parentalidad. Las familias
limitada por los horarios de entrada y salida del tra- lador favorecen la conformación de una subjetividad digitales, Revista Generaciones, EUDEBA, año 2 N° 2, 2013
bajo: los trabajos informales, el cuentapropismo, el capaz de dar y recibir, cuidarse y cuidar. Sentir al otro Vignale, S.: “Cuidado de sí y cuidado del otro. Aportes desde Foucault
home office, los días evaluados por tarea realizada y como subjetividad diferenciada, autónoma y recípro- para pensar relaciones entre subjetividad y educación”, Contrastes,
no por tiempo de permanencia, según modalidades camente apuntalante. Vivir, entonces, en un mundo Revista Internacional de Filosofía, vol. XVII, Univ. de Málaga, 2012
empresariales, contribuyen a esto. En buena medida, con otros. Ser amado, cuidado y limitado, ofreciendo
Actualidad Psicológica Octubre 2023 • Página 23

Criminales
C
on el comienzo de la segunda tó- presenta el desorden en dicho mundo, de modos
pica, Freud brinda herramientas diversos como “tratar mal, hacerse maltratar, caerse
para ajustar una definición de justo en el momento inoportuno, y hacerlo de una
“criminal”. Esta definición se manera repetitiva y que moviliza el entorno” (Mi-
despliega en una serie de textos ller, 2011).

castigados y y aparece, a nivel contextual, como solidaria del


surgimiento de la hipótesis necesaria de la pulsión
de muerte y la noción de superyó. En este sentido,
También es Miller quien nos provee alguna
idea, junto a la freudiana, para pensar este aspecto
donde lo criminal aparece desligado de la culpa.
tenemos un desplazamiento y relocalización de lo Pero dejaremos esto para más adelante.

criminales sin trabajado previamente, donde este aspecto criminal


aparecía afiliado a otras condiciones.
En la obra de Freud pueden rastrearse antece-
A continuación tomaremos una noticia policial,
la cual nos servirá de ilustración a lo que seguirá.

dentes a esta idea de criminal o la variante de de- Abusos. En el año 2017 asistimos a un aconte-
lincuente. Entre los ejemplos podemos mencionar cimiento. Se trató del desencadenamiento de una
límites las torturadas comunicaciones que encontramos en
el historial del Hombre de las Ratas o la elaboración
serie de denuncias de abusos, realizado por recono-
cidas actrices y trabajadores de la industria en
posterior relativa a los que delinquen por senti- Hollywood. Junto a las denuncias surgió un movi-
miento de culpa. Señalamos que no son las únicas miento denominado MeToo.
referencias. Estas menciones, desde nuestra lectura, El primer denunciado fue un productor de ape-
Claudio Spivak se pueden agrupar junto a una localización relativa llido Harvey Weinstein, con un centenar de acusa-
a la culpa y al castigo. También consigue ordena- ciones de abusos y violaciones de lo más variadas.
miento el que tengan la marca de una limitación. El historial delictivo del productor concluyó con su
En este último sentido, en cuanto a lo limitado, nos condena y encarcelamiento.
encontramos en las neurosis obsesivas dentro del El segundo en conocer la nueva fama de denun-
campo de la tortura del pensamiento, los reproches ciado fue el guionista y director de cine James To-
y las acusaciones, junto a irrupciones puntuales de back, quien recibió acusaciones de más de dos
pasajes al acto, los cuales muchas veces se acompa- centenares de mujeres. Al proceso judicial llegaron
ñan de actos reparadores o contra actos. Mientras unas cincuenta testigos. Sin embargo, el litigio
que en el caso de los que delinquen por conciencia quedó suspendido por cierta cualidad de los críme-
de culpa nos topamos con sujetos donde el límite nes perpetrados. Además, habiendo transcurrido
aparece en tanto que prohibición, siendo que tales un periodo de tiempo bastante largo entre esos
actos se realizan sobre todo porque son prohibidos. eventos y su juzgamiento, estos habían caducado.
Luego, esta limitación está dada por una especie de Toback adujo su inocencia, desconociendo a las
equilibrio, de alivio hallado a posteriori de haber supuestas víctimas, y alegando unos problemas de
cumplido con el acto criminal. La culpa previa es salud que le habrían impedido los delitos denuncia-
saldada y compensada por el acto delictivo. dos. Tiempo antes, refiriéndose a su juventud, ha-
Justamente, referidos a los que delinquen por blaba de una época de aventurismo sexual.
sentimiento de culpa, Freud nos trae dos ideas que Algunos de los testimonios se hicieron públi-
se desarrollarán años más tarde. Por un lado tene- cos, con lo cual la frustrada condena legal fue su-
mos la figura de carácter, como algo que se distin- plantada por la social. El anzuelo que ofrecía
gue del síntoma o al menos del síntoma como Toback a las futuras víctimas era una puerta de en-
descifrable. Por otro, una distinción, que es motivo trada a Hollywood, el inicio de una carrera promi-
de este trabajo y es la existencia de actos criminales soria o un papel importante en algunas de sus
que no están ocasionados por la culpa ni están producciones.
orientados por la búsqueda de castigo. Podemos La actriz Selma Blair, por ejemplo, testimonió
leer esto cuando Freud indica: que su representante le concertó una reunión por
trabajo a solas con Toback. A poco de iniciada la
“En cuanto a los delincuentes adultos, es preciso entrevista, Toback insistió en que se desnudara para
excluir, sin duda, a todos aquellos que cometen de- leer unas líneas. Si bien Blair desconfió, aceptó la
litos sin sentimiento de culpa, ya sea porque no han propuesta, entendiendo que su representante esta-
desarrollado inhibiciones morales o porque en su ría al tanto de las condiciones de la entrevista. Con
lucha contra la sociedad se creen justificados en sus ella ya desnuda, Toback propuso tener sexo, mien-
actos (Freud, 1916, p. 339).” tras comenzaba a masturbarse. Horrorizada, Selma
quiso salir de la escena. Obstaculizando la salida,
Leemos al final de la indicación la idea de lucha Toback no le permitió abandonar la habitación
contra la sociedad. En este punto, cuando nos pro- hasta haber eyaculado.
pone a la palabra lucha, Freud nos corre de la idea Luego Selma fue amenazada por Toback: si se
de conflicto, afín al síntoma. hacía público lo sucedido, la secuestraría alguien
Es también dentro de la segunda tópica que la conocido por él y arrojaría su cuerpo al Río Hudson
noción de mundo exterior se resalta como aquello con sus pies metidos en un bloque de cemento.
que puede frustrar, donde nuevamente el conflicto Antes Toback le había dicho a la actriz que podría
y la solución sintomática falla o no se presenta. encargar el asesinato de su padre.
En cuanto a la vinculación de la idea de carácter Otras mujeres denunciaron que Toback, en reu-
y mundo exterior, Jacques-Alain Miller, nos pro- niones similares, las cuales a veces sucedían en lu-
pone un modo de considerarlo. Indicará que el ca- gares públicos, les solicitaba que se desnuden,
rácter se presenta, también, a partir de acciones mientras él se frotaba contra ellas o simplemente se
hacia afuera, en la vida. Esto le servirá, por ejemplo, masturbaba.
para distinguirlo de la psicosis, donde hay anula- Según las noticias, qué los diversos encuentros
ción del mundo exterior. En torno al carácter se con las afectadas implicasen la sola masturbación
Página 24 • Octubre 2023 Actualidad Psicológica

hacía que el castigo de la ley limitase su accionar y en el caso del escritor encontramos otra versión, sus héroes se tradujeron en sus propios actos”.
la posibilidad de su castigo. Para nosotros, el hecho donde la pulsión de destrucción ha retornado y en Luego, el mismo pie de página se refiere a los ínti-
del crimen vinculado a la masturbación permite algún punto sofocado, aunque encontrando todavía mos vínculos entre los personajes de Dostoievski y
avanzar con este trabajo. cauce hacia el exterior en rasgos sádicos menores, sus propias vivencias, donde se rescata el testimonio
que Freud enumera como “su irritabilidad, manía dado por N. Strajov. Se agrega que el tema del abuso
El Dostoievski de Freud. En el trabajo de Freud martirizadora, intolerancia aun hacia las personas sexual cometido contra una niña inmadura es re-
sobre el escritor Dostoievski es donde encontramos amadas, y también salían a la luz en la manera en currente en las obras de Dostoievski. Tal como lee-
la mayor cantidad de referencias a la palabra crimi- que trataba a sus lectores como autor”. El resultado mos, podemos asociar que en la elección temática
nal. Una lectura atenta permite desligar dos versio- es alguien sádico, hacia fuera, en las pequeñas cosas. del creador también se presenta la insistente situa-
nes de esta figura, una más afín a lo que Freud Pero también sádico hacía adentro, y por tanto ma- ción del abuso.
evidencia en otros trabajos y otra que nos ilumina soquista, en las cosas mayores, combinación propi- Este último aspecto, que nos acerca al terreno li-
una versión singular. cia para convertirlo en “el más blando, manso y terario, ha sido ocasión de comentarios por parte
El escrito freudiano comienza explicando que solícito de los hombres”. En esta segunda versión de distintos autores. Tenemos el realizado por
en la rica personalidad del escritor pueden distin- lo criminal aparece amortiguado. Zweig, que se encuentra en su libro “Tres maes-
guirse cuatro fachadas: el literato, el neurótico, el tros”. Allí puede leerse una reiterada frase del escri-
pensador ético y el pecador. Luego pasa a analizar Carácter apasionado y el surgimiento de la tor ruso: “Toda mi vida he excedido los límites en
estos aspectos, en algunos casos brevemente, y de- culpa. Freud explica en el texto que, para dar cuenta todo y por doquier”. Lo que luego conduce al re-
dicando gran parte del texto a la neurosis de Dos- de la complicación de la persona de Dostoievski, corte que nos trae Freud, el cual comienza con “este
toievski. había presentado tres factores, uno cuantitativo (la traspasar los límites es su grandeza de artista, así
Durante el análisis, la fachada de pecador queda extraordinaria altitud de su afectividad) y dos cua- como su peligro como hombre”.
puesta en relación a la de “criminal”. Freud se pre- litativos (la disposición pulsional perversa que Después tenemos una carta que Strajov, el pri-
gunta acerca de la tentación de ubicar a Dostoievski debía moverlo a ser un sadomasoquista o un delin- mer biógrafo de Dostoievski, envió a Tolstoi:
entre los criminales. Aquí introduce una caracteri- cuente, y el talento artístico, no analizable). La exis-
zación, a partir de rasgos, que corresponde a la ver- tencia de estos tres factores conjugados es viable “Él se sentía inclinado hacia la corrupción y se
sión singular mencionada más arriba: disociados de la neurosis, momento en que trae el mostraba orgulloso de ello. Viskovatov me contó
ejemplo de masoquistas que no son neuróticos. una vez que se había jactado de haber fornicado con
“(…) en el criminal hay dos rasgos esenciales: el Sin embargo, teniendo en cuenta la relación de una niña que le había entregado su institutriz”.
egoísmo sin límites y la intensa tendencia destruc- fuerzas entre las exigencias pulsionales y las inhibi-
tiva; común a ambos rasgos, y premisa de sus exte- ciones que las contrarrestan (más las vías de subli- Quizá un primer argumento de la tesis de Freud,
riorizaciones, es el desamor, la falta de valoración mación disponibles), nos dice, sería conveniente la de la criminalidad de Dostoievski, sea ubicable
afectiva de los objetos (humanos).” localizar a Dostoievski como uno de esos caracteres en una carta a Zweig, del 19 de octubre de 1920
llamados «apasionados». La traducción nos adjunta (Freud y Zweig, 2018). Tal como leemos, nos quita
A continuación, Freud argumenta que Dos- un término alemán, triebhaft, para referirse a este el problema de la efectividad o no del acto criminal
toievski pareciera ubicarse en el polo opuesto de modo de pasión. Volveremos a traer esta palabra perpetrado por el escritor.
esta descripción. Entonces convoca que en el escri- más adelante. En la carta Freud trae el ejemplo de los Herma-
tor se localiza la necesidad de amor y su enorme ca- Volviendo al texto sobre Dostoievski, Freud in- nos Karamazov junto al que considera el problema
pacidad de amar, lo que se exterioriza en dica que la situación aparece perturbada por la pre- más personal del escritor: el parricidio. Se sostiene
manifestaciones de extrema bondad, con lo que ob- sencia de la neurosis. Y agrega que esto no sería en este libro, escribe, la proposición analítica de la
tuvo el ser amado y socorrido donde habría mere- indispensable. Tan sólo es un signo de que el Yo no equivalencia entre el hecho y la intención incons-
cido el odio y la venganza. logró alcanzar una síntesis. ciente. Para decirlo de una vez, lo que encuentra
Sin embargo, para Freud, tres aspectos vienen a Insistiendo en la discriminación, tenemos la Freud en la repetición temática es la intención in-
reafirmar la ubicación de Dostoievski entre los cri- ubicación de una constelación de exigencias pulsio- consciente. En esa intención se hace presente uno
minales. Primero, por la elección temática del cre- nales, que darían el resultado criminal. Luego estas de los factores que le sugieren señalar al escritor
ador literario, en especial en torno a especificidades son contrarrestadas por inhibiciones, a lo que se ruso como criminal. Aquí podemos agregar que
y recurrencias. Freud destaca de los personajes de suman vías de tránsito por la sublimación, lo que algo de la tendencia pulsional, la que podría haberlo
Dostoievski: “los caracteres que descuellan por sus provocarían un carácter apasionado. Finalmente, y hecho un criminal, se expresa en la obra del escritor
rasgos violentos, asesinos, egoístas, lo que indica la en un tercer tiempo, sobre lo anterior, se monta la y esto sin demasiada desfiguración del material,
existencia de tales inclinaciones en su interior”. Lo neurosis. Es recién en esta última estación, con el aunque afectada por el inconsciente.
criminal se expresa en el literato, que delata las in- sobreagregado de la neurosis, donde aparece la po- Ya en el artículo sobre “Dostoievski y el parrici-
clinaciones interiores del autor. El siguiente aspecto sibilidad de la culpa y del autocastigo. dio”, Freud recorta que:
es el dato concreto de la manía por el juego y el úl-
timo es la sospecha de que Dostoievski haya come- Dos de los tres aspectos criminales en Dos- “(…) criminal es para él casi como un redentor
tido un abuso sexual sobre una menor, lo cual se toievski. Arriba indicábamos que para Freud lo cri- que ha tomado sobre sí la culpa que los otros habrían
apoya en el retorno del tema en su obra. minal en Dostoievski se expresa en tres aspectos: en debido llevar. Después que él ya ha asesinado, no
A continuación, Freud tomará el rasgo autodes- la elección temática del creador literario, donde los hace falta asesinar; antes bien, es preciso estarle agra-
tructivo de Dostoievski, que se presenta a nivel pul- personajes resaltan “por sus rasgos violentos, asesi- decido, pues de lo contrario uno mismo habría de-
sional. Escribe que la fortísima pulsión destructiva nos, egoístas, lo que indica la existencia de tales in- bido asesinar. Esto no es sólo compasión indulgente;
del escritor, la cual podría haberlo convertido en clinaciones en su interior”. Agrega algún “elemento es identificación sobre la base de los mismos impul-
criminal, se dirigió contra su propia persona en fáctico de su vida, como su manía del juego, y acaso sos asesinos, en verdad un narcisismo apenas despla-
lugar de hacia los otros y encontró expresión en su también el abuso sexual cometido contra una niña zado (descentrado)” (Freud, 1928 [1927], p. 187).
masoquismo y sentimiento de culpa. Rasgos sádicos inmadura en el literato” (p. 176). En cuanto al
también son evidentes, pero en menor grado. Cabe abuso sexual de una menor, encontramos en el En la cita, Freud nos hace mención a la culpa,
recordar que la pulsión de destrucción, para Freud, texto un pie de página. Allí se lee un comentario de una que asume el criminal realizando el acto que
refiere a la pulsión de muerte, siendo su expresión. Stefan Zweig quien escribe sobre la incertidumbre otros hubieran debido cometer. Obtenemos un
Entonces nos encontramos con dos versiones de de las transgresiones realizadas de Dostoievski. Lo desplazamiento del crimen y de la culpa. El otro
lo criminal. Una primera, que halla expresión di- figura como a alguien a quien “no lo detienen los corrimiento es en relación al narcisismo, donde se
recta, la cual ha sido señalada a partir de dos rasgos frenos de la moral burguesa” y del que nadie sabe juega la identificación y se expresa el impulso. Lo
esenciales, el egoísmo sin límites y la intensa ten- decir “cuánto trasgredió en su vida las barreras ju- criminal se expresa un tanto desplazado, apenas
dencia destructiva, y sus exteriorizaciones. Luego, rídicas”, ni “cuánto de los instintos criminales de desfigurado, y junto a la figura del redentor. Pode-
Actualidad Psicológica Octubre 2023 • Página 25

mos considerar, esto último, con afinidades a la fi- contra la masturbación y en los juramentos de no Y agrega algo que nos interesa. Dice que en
gura del líder o del héroe, la cual espigaremos más volver a hacerlo, está presente la figura del padre, casos donde el onanismo cobra relevancia, se debe
adelante. encarnando la ley y poniendo limite a la práctica situar la culpabilidad. Porque cuando se trata del
Por otra parte, la localización de la tendencia onanista. La transgresión es sancionada bajo las es- erotismo masturbatorio sin culpabilidad hay un
permite desligar el acto efectivo del fantaseado, pecies del autocastigo. En esta orientación leemos empuje a la muerte, hay una llamada a la muerte.
aunque ambos se reúnen en relación a la responsa- el párrafo final del texto. Resulta conveniente agregar que, en el texto
bilidad. El sujeto responderá por tanto por la ten- mencionado, se leen diversas circunstancias donde
dencia como por el acto. “Si la manía por el juego y sus infructuosas lu- el escritor aparece como alguien que ha mante-
chas por deshabituarse y sus oportunidades de au- nido relaciones con jóvenes, muy jóvenes varones
El tercer factor. Hay un tercer elemento que tocastigo, es una repetición de la compulsión y es señalado como pedófilo, ejercicio perverso
Freud considera para permitirle arribar a la faceta onanista, no nos asombrará que se haya conquis- donde la masturbación liberada ha encontrado su
criminal del escritor y es una práctica que le ha ocu- tado tan gran espacio en la vida de Dostoievski. Es expresión. En este punto no es necesario justificar
pado, al menos por diez años: su manía o pasión que no hallamos ningún caso de neurosis grave en la criminalidad.
por el juego. Esto nos trae un nuevo problema, y es que la satisfacción autoerótica de la primera infan-
la pregunta sobre el por qué considerar esta pasión cia y de la pubertad no hubiera cumplido su papel, Líder y criminal. En su artículo sobre tipos libi-
como expresión de criminalidad. y los vínculos entre los empeños por sofocarla y la dinales Freud (1931) postula, a partir de constela-
Una posible explicación podemos situarla a par- angustia frente al padre son demasiado notorios ciones localizables de la libido, tipos psicológicos.
tir de un desvío en relación a la masturbación. El para necesitar elucidación.” En un principio distingue tres, puros y posibles.
texto de Freud sobre Dostoievski tiene una deriva- Nos presentará entonces a los tipos erótico, narci-
ción que nos propone situar la relación entre el La ligazón entre neurosis y masturbación cul- sista y compulsivo. En un segundo momento, pasa
juego compulsivo y la masturbación. Para esta lo- pable y angustiada, efecto del complejo paterno, a combinar estos tipos y obtener mixturas y sus ca-
calización, Freud utilizará el ejemplo de una novela aquí mencionada por Freud, es localizable en una racterísticas. También nos expone qué sucede
del ya citado Zweig, explicando e indicando como neurosis llamada grave. Esta vía nos abre la posi- cuando estos caen en patologías.
en la novela se sustituye y se muestra que el vicio bilidad de la existencia de un tipo de onanismo no El tipo libidinal narcisista no presenta ninguna
del onanismo es sustituido por la manía del juego. culpable, quizá alejada de la ley o no sofocada por tensión entre superyó y yo, lo cual es indicativo del
Esta derivación se evidencia en la apasionada acti- la neurosis. problema de la culpa o, mejor dicho, de su ausen-
vidad de las manos. Entonces dice: Masturbación sin culpa. Un largo comentario cia. Tampoco se hace presente ninguna dependen-
de Jacques-Alain Miller sobre el texto sobre Gide de cia del hiperpoder de la necesidad erótica. Nos dice
“Real y efectivamente la furia del juego es un Lacan, ubica una práctica del onanismo sin culpa. que el interés principal se orienta hacia la autocon-
equivalente de la antigua compulsión onanista, y en Este ejercicio tiene consecuencias particulares. servación, muestra independencia y escaso ame-
la crianza de niños no se usa otro término que el de Miller hace mención a una liberación del goce drentamiento. Agrega que el yo dispone de una
«jugar» para nombrar el quehacer de las manos en masturbatorio fuera de todo lazo social, de todo agresión elevada y son prontos a la acción. Su nula
los genitales”. lazo sexual y de todo lazo con el Otro. Se trataría de dependencia amorosa y su actividad los hace pro-
un goce masturbatorio que se cierra sobre sí mismo. clive a pretender el amar por encima de ser ama-
En lo que sigue de la frase señala el lazo existente Esta modalidad, siguiendo la indicación freudiana, dos. Finalmente los indica como hombres que se
entre este tipo de onanismo, el castigo y el juego, in- es independiente de la prohibición paterna. imponen a los otros como “personalidades”, son
dicando que los juramentos de no volver a hacerlo, el El comentario de Miller ilustra un evento en la en particular aptos para tomar el papel de conduc-
placer y la conciencia de arruinarse, incluso en la idea vida del escritor Gide, quien a los nueve años se tores y ser incitadores del desarrollo cultural o
de suicidio, se conservan a pesar de la sustitución. masturba durante una clase, en su escuela. El epi- afectar lo establecido.
También la vinculación con la ley, que encon- sodio es conocido y lo expulsan. Miller toma este El tipo mixto que combina lo narcisista y lo
tramos un poco más adelante, bajo el modo de an- fragmento como un índice de que al menos aquí el compulsivo determina la variedad donde recae el
gustia ante el padre. Freud localiza que la lucha goce fálico anda solo. mayor valor para la cultura. Se conjugan allí la in-

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Página 26 • Octubre 2023 Actualidad Psicológica

dependencia externa junto al respeto por los recla- mito de la adquisición del fuego, que tuvo como
Sumario I 533 mos de la conciencia moral. Además, junto a la vo-
cación por el hacer, el yo aparece fortalecido ante
el superyó pero atento a él.
premisa una renuncia pulsional. De tal forma, en el
mito de Prometeo se expresa el rencor de la huma-
nidad, que movida por las pasiones (triebhaft),
El mismo texto contiene una referencia a las dis- debió de sentir hacia el héroe. El rencor, entonces,
posiciones, que estos tipos podrían derivar, en sus es un saldo y efecto de la renuncia a una satisfacción
vertientes patológicas. Hallamos alguna cautela en pulsional.
la mención, siendo que conlleva encontrar su de- Freud agrega de inmediato que el reclamo de re-
mostración. Con las salvedades expuestas, Freud nunciar a lo pulsional y su imposición “provocan
explica que los tipos narcisistas si bien están libera- hostilidad y placer de agredir”. A esto nos referire-
dos en otros campos, están expuestos a las frustra- mos más adelante.
ciones que provienen del mundo exterior, lo que los Además, hay una precisión: la culpa no está pre-
predispone a las psicosis así como a las condiciones sente aquí, ya que “sólo en una fase posterior del de-
esenciales de la criminalidad. sarrollo psíquico (hostilidad y placer de agredir) se
La constelación libidinal narcisista, entonces, en trasponen en sentimiento de culpa” (ibidem, p. 175).
una de sus vertientes, quedaría del lado de los líde- En este apartado obtenemos algunas indicacio-
res, de los que producen algún cambio. En otra, si nes acerca de las pasiones, vinculadas a la vida pul-
bien no queda influido por el superyó o por la an- sional. La pasión pulsional y su acción queda
gustia de la perdida de amor, sí sufre la influencia expresada de manera independiente y en contrapo-
del mundo exterior. Y cuando se hace presente la sición a las exigencias de la vida en sociedad y de la
frustración de la satisfacción pulsional desde ese cultura. Derivado es que no se localiza la renuncia
punto, podría volcarlo a negar al mundo exterior, simple, sino un saldo de reclamo, rencor, así como
Octubre 2023 encontrando refugio en la psicosis, o empujar la sa- hostilidad y placer de agredir. Acaso así se localice
tisfacción y dirigirse a la criminalidad. lo criminal, esto es, como una pasión contraria a las
Ilustración de tapa:
Rodolfo López Martino El superyó, su presencia, hace límite a la expre- exigencias sociales, para nada afín a la renuncia.
Distribución en Interior: D.I.S.A sión y al acto criminal. Por otra parte, la simple
Imprenta: Mundo Gráfico S.R.L.
frustración del mundo exterior no resulta eficaz en Límites de hoy día. La compleja persona de Dos-
esta limitación. toievski nos permite localizar y deslindar la comple-
Los artículos firmados son de exclusiva jidad del problema de lo criminal en el psicoanálisis.
responsabilidad de sus autores,
y no reflejan necesariamente la opinión
El placer de agredir. Otra intervención de Si bien a lo largo de la historia este problema ha sido
de la dirección. Freud (1932 [1931]), sobre el mito de Prometeo y motivado por la convocatoria del jurista, nuestros
la conquista del fuego, nos asegura la distinción días de liberación pulsional y empuje a la satisfac-
que seguimos. ción reordenan la importancia temas ya trabajados
En el texto Freud plantea una caracterización, por nuestros referentes y, acaso, olvidados, por el
mientras nos habla de deidades que no funcionan practicante del psicoanálisis.
2 ¿Límites o castigos?
para nada como superyó sino como representantes También la definición de criminal, esa que nos
Nilda Rozenfeld
de la vida pulsional hiperpotente; son su traduc- habla de un egoísmo sin límites junto a la tendencia
ción. A estas deidades se les concede la satisfacción destructiva, conoce la exteriorización que atentan
6 Del Desafío a la Esperanza. El trabajo
clínico con niñ@s con conductas oposi- de todas las apetencias a las que el hombre debe re- contra el otro tanto social como amoroso, y donde
cionistas y desafiantes. nunciar. Los apetitos humanos, la vida pulsional re- la vocación por la acción, por el amar, pueden con-
Ariana Lebovic nunciada, se figuran en el privilegio divino, en fundirnos en cuanto a consultantes, líderes, héroes
goces de un Dios. En el mito que trata el escrito, el o partenaires que seducen por su narcisismo o ego-
10 Pensar las infancias en términos de Dios aparece como engañado por la renuncia a un ísmo, liberados del superyó o que desconocen el lí-
complejidad. De las oposiciones a las goce. Y esto trae consecuencias. mite de la culpa.
diferencias. El texto introduce lo criminal a partir de la fi-
Nadina Goldwaser, Joana Rowinski gura de Prometeo, quien comete dos contravencio- Bibliografía
nes al orden divino: una es el engaño al Dios Zeus
14 Límites y castigos: del masoquismo a y otra es el robo del fuego y su donación a los hom- Freud, S. (1909): “A propósito de un caso de neurosis obsesiva”,
la renuncia pulsional. bres. El castigo que recibe es ser encadenado a una Obras completas, Vol. XXI. Buenos Aires, Amorrortu Ed, 1976.
Sebastián Plut roca, en el Cáucaso, donde cada día un águila se Freud, S. (1916), “Algunos tipos de carácter dilucidados por el
alimenta de su hígado. Que el castigo recaiga sobre trabajo psicoanalítico”, Obras Completas, Vol. XIV. Buenos
17 Límites o castigos. ese órgano tiene un sentido. Nos explica Freud que Aires, Amorrortu Editores. 1979.
Alejandra P. Frías
para los antiguos el hígado era la sede de todas las Freud, S. (1928 [1927]), «Dostoievski y el parricidio», Obras
pasiones y apetitos. El castigo es, de hecho, el re- completas, Vol. XXI. Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1979.
20 Vivirlo todo. Distopía de un mundo
sin otros. sultado de un sacrilegio y del ejercicio de la ley de Freud, S. (1931), “Tipos libidinales”, Obras completas, Vol. XXI.

María Cristina Rojas los dioses. Buenos Aires, Amorrortu Editores. 1979.
A continuación, dando cuenta de una serie de Freud, S. (1932 [1931]), “Sobre la conquista del fuego”, Obras
23 Criminales castigados y criminales desfiguraciones para explicar qué de renuncia pul- completas, Vol. XXII. Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1985.
sin límites. sional implica el mito de Prometeo, Freud nos Freud, S. y Zweig, S. (1908-1939), “La invisible lucha por el
Claudio Spivak habla de su penalización. alma”, Epistolario completo, Argentina, Miño y Dávila, 2018.
Señala que este era un castigo “correcto para un Miller, J.-A. (1988), Acerca del Gide de Lacan, Buenos Aires,
criminal movido por sus pasiones (triebhaft), que Malentendido.
hubiera cometido sacrilegio bajo la impulsión de Miller, J.-A. (2011), La experiencia de lo real en la cura psicoa-
malas apetencias” (ibidem, p. 175). Aquí encontra- nalítica, Buenos Aires, Paidós.
mos la misma pasión mencionada en el texto de Smith, K. y Miller, J. (2017), “Selma Blair y Rachel McAdams
Dostoievski, como pasión vinculada a lo criminal y comparten sus historias sobre el acoso sexual de James Toback”,
a la impulsión o empujado a lo pulsional. Vanity Fair, recuperado en: https://www.vanityfair.com/holly-
Próximo número: Noviembre 2023 Sin embargo, añade Freud, en el relato del mito wood/2017/10/selma-blair-and-rachel-mcadams-share-their-
Identidades sexuales hay una desfiguración. De lo que se trata es de un stories-of-james-toback-sexual-harassment

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