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La función parental en la adopción

The parenting function in Adoption


ALEJANDRO ÁVILA ESPADA1

RESUMEN

La decisión de adoptar deriva no sólo de una compleja situación psicológica


secundaria a la imposibilidad de tener hijos por vía biológica, sino como efecto
de variables sociales y de edad. En este trabajo se recorren los conceptos de
parentalidad, maternidad y paternidad, situando el proceso de la parentalidad,
como despliegue de la función materna y paterna; funciones que van más allá
de las características asociadas a los roles sexuales y de género. Se propone que
la experiencia de la infertilidad implica una herida al narcisismo al enfrentarse
a la incapacidad de ser fértil, considerada esencial en muchas culturas, y se con-
sideran otras determinaciones sociales que influyen en la adopción. Tras revisar,
siguiendo principalmente a Winnicott (1998a,b), las diferentes trayectorias y
problemáticas de la adopción y la importancia de requerir a tiempo ayuda pro-
fesional, se presta especial atención a la adecuada transmisión de información
de los padres a sus hijos adoptivos, factor clave para resolver la tensión entre la
tendencia a la negación –por el hijo o por los padres- del origen y de todas las
marcas que puedan señalar ese rastro, y la necesidad de afirmarse en la diferen-
cia y expresar su identidad, fenómeno que hace especial eclosión en la adoles-
cencia. Se subraya que responder a las preguntas sobre el origen no es transmi-
tir un saber adquirido, sino un aspecto de la construcción de la parentalidad en
los padres adoptantes, y con ello la posibilidad de abrir un espacio psicológico
para sí como padres, y para el hijo/a, como tal.

1. Catedrático de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad


Complutense, Facultad de Psicología, Madrid (España). E-Mail: avilaespada@psi.ucm.es

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Palabras clave:

Adopción, Parentalidad biológica, Parentalidad adoptiva, Maternidad,


Paternidad, Adolescencia.

ABSTRACT

The decision to adopt derives no only from a complex psychological situa-


tion secondary to the impossibility of having children by biological means, but
as an effect of social and age variables. This paper covers the concepts of paren-
thood, both maternity and paternity, defining the parenting process as the unfol-
ding of maternal and paternal functions; functions that go beyond the characte-
ristics associated to sexual and gender roles. The paper proposes that the expe-
rience of infertility implies damage to the narcissist ego, as it faces the incapa-
city to be fertile, which in many cultures is considered essential, and studies
other social determinants which influence adoption. After revising, principally
following Winnicott (1998a,b), the different paths and problems inherent to
adoption and the importance of requesting professional support in time, special
attention is given to the adequate transmission of information from the parents
to the adopted child, as a key factor to resolving the tensions between the ten-
dency –of parents or children- to denial the origin of all the marks that may
point out that trace, and the need to affirm the difference and express his/her
own identity, a phenomenon that outbreaks particularly in adolescence. It is
pointed out that to answer questions about origin is not merely a transmission of
an acquired knowledge, it is an aspect of the construction of parenthood in
adopting parents and with this the possibility of opening a psychological space
for themselves as parents and for the adopted child, as such.

Key words:

Adoption, Biological Parenting, Adoptive Parenting, Motherhood,


Fatherhood, Adolescente.

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Parentalidad biológica y adoptiva: en los monos papiones (entre los que


algunas consideraciones se ubica la leyenda novelesca de
Tarzán) (Masson, 2000). En la psico-
La decisión de adoptar suele deri- logía animal se constatan así abun-
var de una compleja situación psico- dantes ejemplos de que la parentali-
lógica secundaria a la imposibilidad dad no se asienta solo en la biología.
de tener hijos por vía biológica, o En lo que atañe a la adopción, la
como efecto de variables sociales y de maternidad y paternidad derivan de
edad. Asumir y ejercer la paternidad o las capacidades para ejercer la fun-
maternidad es tomar conciencia de un ción materna y paterna respectiva-
proceso complejo, y a la vez un rol a mente, o incluso para ejercer ambas,
construir, una función que cada uno porque aunque en la pareja de padres
despliega en forma singular y que no biológicos las funciones paterna y
se reduce a las consecuencias de un materna pueden en ocasiones sola-
hecho biológico. La capacidad de pro- parse, desdibujarse y alternarse,
crear por sí sola no nos hace padres, encontraremos sin embargo ciertos
de la misma manera que ser hijo adop- caminos rotulados por la biología
tivo no trae per se una carga patógena, desde el mismo embarazo; es en la
sino como efecto de lo secreto y del paternidad y maternidad de origen
modo anómalo de manejar la informa- adoptivo donde la distinción entre
ción acerca del origen y la diferencia ambos roles será mucho más difusa.
con “los otros”. Entonces el varón, p.e., según sus
¿Qué sabemos de las diferencias características psicológicas, puede
entre la parentalidad2 adoptiva y la desplegar más función materna que la
biológica? propia mujer que forma esa pareja,
Empezando por la psicología com- quien complementariamente, o por
parada, además de las leyendas y rela- efecto de su personalidad, podría des-
tos novelescos que plasman los ejes plegar más características de la fun-
de nuestra cultura, la paternidad adop- ción paterna. Ese potencial intercam-
tiva ha sido observada claramente en bio de roles, esa plasticidad o forma
perros salvajes, lobos (de la que nues- idiosincrásica de ejercer los roles, que
tra cultura romana hace honor al darle se puede observar también en la pare-
a la loba capitolina su decisivo papel ja biológica, tiene en la adopción
en el origen de la civilización), chaca- amplias posibilidades y límites mucho
les, leopardos cazadores, gaviotas, y más difusos, precisamente porque

2. Usaremos el termino parentalidad para referirnos indistintamente al despliegue de la paternidad


o maternidad, bien por separado o conjuntamente.

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ninguno ha tenido al bebé dentro de sí fundamentalmente de tipo emocional,


físicamente, previamente a encarar la engarzados en torno a la palabra, con
tarea de crianza. Y las fantasías que la que el padre y la madre despliegan
llevan al despliegue del rol materno su papel. De la misma manera padres
en los varones que adoptan son y madres biológicos y adoptantes,
mucho más intensas y frecuentes que ocupan ese espacio de paternidad y
en los padres biológicos; fenómeno maternidad, y lo hacen de forma idén-
potenciado por las dificultades de la tica, pues se puede tener un hijo bioló-
mujer para desplegar su papel de gico sin desplegar la función paterna o
madre a partir de la evidencia de su materna. Somos padres y madres ocu-
infertilidad, donde la elaboración de pando ese lugar, desplegando la capa-
la pérdida o dificultad de disponer de cidad de cuidado y la palabra inheren-
esa función precede a poder ocupar de te al mismo. Los procesos de preocu-
manera sana su lugar como madre. pación maternal primaria, característi-
Esta situación vincular debe clarifi- cos de la función materna, así como la
carse conjuntamente para que la pare- función de diferenciación y ley que es
ja parental supere el encasillamiento inherente a la función paterna, confi-
en lugares frecuentemente falsos (p.e. guran el escenario y procesos de la
la esterilidad de la mujer vs. la poten- parentalidad, a través del despliegue
cia del varón) como nos demuestran de ambas funciones: materna y pater-
las abultadas tasas de esterilidad na, funciones que van más allá de las
determinada por el factor masculino, características fenotípicas de los roles
y que la pareja encare las dificultades sexuales y de género.
de fertilidad como una situación com- ¿Habrá en esa madre, y padre
partida, soslayando las estructuras de potenciales, capacidad empática sufi-
negación que sostienen algunos pape- ciente para sostener al bebé y para
les tópicos que nos muestran al varón ocupar ese espacio de palabra que les
“solo fecundo como madre” o a la hará padres o madres? Es necesario,
mujer “fálica y estéril como madre que uno de los miembros de la pareja
pero potente como padre”. parental, ordinariamente la madre,
La paternidad y la maternidad es pueda desplegar una cualificada capa-
una dimensión psicológica y construi- cidad para cuidar y sostener, mientras
da que no se basa en lo biológico, sino que las dificultades que genera esa
en qué sea posible ocupar el papel de tarea y la recomposición a la que
padre o madre, a los cuales se accede implica el ocupar ese lugar, serán faci-
por un sistema relacional complejo, litadas por el otro miembro de la pare-
que incluye el sistema de los cuidados ja, en este caso el padre, que sostiene
y la palabra. Se trata de la capacidad a la madre. Una trama vincular en la
de prestar ciertos cuidados que son que puede insertarse un hijo/a y tener
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lugar. Reiteramos que una mujer miento de “no valer, de no ser nadie si
puede desplegar la función paterna y no se es madre” bien ante la pareja, la
un hombre puede desplegar la función constelación familiar de origen o el
materna, mientras que en las familias contexto social de pertenencia. Los
monoparentales las cosas se compli- factores psicodinámicos y sociales
can un poco más, ya que si bien una más consistentemente constatados en
sola persona podría desplegar ambas la clínica de la infertilidad han sido ya
funciones, estará sobrecargada, y expuestos en trabajos anteriores
requerirá estar adecuadamente soste- (Langer, 1964; Ingelmo, Vaz y
nida por una amplia red de relaciones Silvestre, 1984; Ávila, 1993). La ten-
de familia extensa o pares. sión estructural de este conflicto ha de
Las personas que vienen de un dila- ser reconocida, elaborada y resuelta en
tado recorrido por experiencias de gran medida, antes de que se encaren
infertilidad y fracaso conceptivo pre- las exigencias reales de la parentali-
sentan una problemática específica dad, para no lastrarla con ella.
que se manifiesta como herida grave a El escenario emocional que lleva a
su propio narcisismo, provocado por la adopción puede derivar también de
la experiencia de enfrentarse a una otras representaciones sociales, como
incapacidad esencial, la de ser fértil, las de las identificaciones solidarias
que viene a ser considerada esencial con entornos o culturas con graves
en la mayoría de las culturas, donde se dificultades económicas3, o como una
ha creado el arquetipo de que una experiencia de juego o aventura “que
mujer que no tiene hijos no está com- está de moda”, escenarios que no
pleta o no tiene valor. La casuística clí- siempre son positivos, y que puede ser
nica nos ha aportado abundantes ejem- actuaciones negadoras de la acepta-
plos de que en estos casos puede darse ción de lo imposible o de las dificulta-
una profunda ambivalencia en torno al des inherentes de enfrentar los cam-
deseo de tener hijos, representado bios del ciclo vital. Enfrentar la paren-
como un lenguaje de espera y anhelo, talidad adoptiva requiere un elevado
pero a la vez negado en un cuerpo que grado de madurez, y no es una forma
no da el soporte necesario, que se más de evitación o solución de con-
rebela, en un clima emocional entre la flictos en la propia identidad o en la
tristeza de no lograrlo y a la rabia, disi- pareja. La adopción es un recurso
mulada o reprimida derivada del senti- social más, en la medida en que hay

3. El boom de la adopción en España se disparó después de la emisión por los medios de comuni-
cación de masas de un documental sobre las más que precarias condiciones en que vivían las niñas
en los orfanatos chinos (v.g. “Las habitaciones de la muerte” Documentos TVE).

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niños y niñas que necesitan padres y dora de las fantasías. El haber sido
entornos adecuados para su desarro- realmente objeto de abandono mantie-
llo, y que pueden ser confiados a per- ne en lo actual ese peligro y hace sen-
sonas capaces de enfrentar la tarea de tir la ansiedad de que toda fantasía
crianza, tarea que hay que abordar pueda “realizarse”. Es decir, como
sobre todo con delicadeza y generosi- subrayan Grinberg y Valcarce (2003),
dad, tanto por los potenciales padres no sólo existe la vivencia de una pér-
adoptantes como por los profesionales dida ocurrida, que produce dolor, ver-
que asesoran en este campo. güenza y rabia, sino la angustia de
Adoptantes y adoptados habrán de que pueda repetirse. Este escenario
gestionar sus dificultades. Como estructural provoca un incremento de
subrayó Winnicott (1998c) los padres la ansiedad de separación, bien como
adoptivos comparten con los padras- aumento de la dependencia de la
tros y las madrastras la dificultad de madre adoptiva o bien rechazarla para
no poderse identificar plenamente con vengarse o anticiparse al rechazo. Y la
sus hijos adoptivos o hijastros en el madre adoptiva puede ser vista como
mismo nivel profundo que con sus la “salvadora todopoderosa” que
hijos biológicos, teniendo que resol- puede también deshacerse del niño/a,
ver dicha diferencia en sus diferentes si éste no se porta como ella quiere,
claves: biológica (la transmisión here- conduciendo a una actuación como si,
ditaria), antropológica (el tabú del al despliegue de un falso self que
incesto), entre otras. agrade a la madre. Este concepto nos
Hemos de tener en cuenta también acerca al pensamiento de D.W.
los especiales problemas emocionales Winnicott, quien se ocupó amplia-
que se constatan comúnmente en mente de la adopción, tanto a partir de
niños/as adoptados (Grinberg y su clínica como de su propia expe-
Valcarce, 2003), quienes han de ela- riencia con adolescentes.
borar, además de los problemas inhe- Winnicott formula algunos indica-
rentes al desarrollo normal, las expe- dores sobre la adopción que marcan
riencias y fantasías de haber sido interesantes puntos de reflexión.
abandonados, rechazados por sus Primero, sobre el horizonte de la nor-
padres biológicos, o la incapacidad de malidad: “Si la adopción marcha
éstos para cuidarles. Aunque casi bien, la historia que se desarrolla es
todos los niños desarrollan con cierta común” (1998a) insistiendo en que
frecuencia fantasías de haber sido ¿por qué hemos de ver la adopción
adoptados, vivir la realidad de tener necesariamente como una “historia
dos pares de padres reales, los bioló- excepcional”? Lo que no implica
gicos y los adoptivos, parece interferir negar las diferencias, siempre crucia-
con la función constructiva y regula- les tanto para los hijos como para los
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padres: “Por más que una adopción adoptado, que en algunos casos se
tenga éxito, siempre habrá (…) algo manifestará como psicopatologías,
distinto de lo habitual tanto para los incluso graves. Para estos últimos, el
padres como para el niño (modifica- conocimiento de la historia temprana
ción del sentido de obligación). Los permitiría valorar de qué índole serán
niños no tienen que agradecerles a los problemas que pueden encontrar
sus padres biológicos haberlos conce- los padres adoptivos en el desarrollo
bido, aunque de hecho pueden echar- de su hijo/a. De ahí la importancia de
les la culpa por ello. Pueden presumir minimizar el impacto potencial de
que sus padres experimentaron algo dichas dificultades a través de la
muy valioso para ellos en todo el adopción temprana. Dice Winnicott:
lapso que llevó al momento de conce- “La adaptación activa a la idea de
birlos. Con los niños adoptados no adoptar activa sentimientos profun-
ocurre lo mismo (…) los padres bioló- dos. Cuando los padres se deciden
gicos que los concibieron son desco- finalmente a adoptar un bebé, están
nocidos e inaccesibles, y con sus en el momento justo para hacerlo, y
padres adoptivos la relación real no una demora de meses puede ser insa-
puede llegar a los niveles más primi- lubre (…) Si un bebé no puede ser
tivos de su capacidad para relacio- criado por sus padres biológicos, lo
narse. En algunos casos, cuando hay mejor que puede pasarle es que se lo
problemas, este rasgo se torna tan incorpore a una familia, y se lo críe
importante que una vez que los hijos como parte de ella” (importancia del
adoptivos llegan a la edad adulta se sentido de pertenencia, que da la
empeñan en indagar el tema de su ori- adopción legal), (1998b)
gen, y no se satisfacen hasta haber Cómo dice Winnicott, a veces más
encontrado a uno de sus padres rea- que adoptar un hijo, la madre sustitu-
les, o a ambos” 4 (1998a). Tanto lo ta se lleva consigo “un caso”, al con-
diferente como lo común de las histo- vertirse la madre en “terapeuta” de un
rias familiares de la adopción necesita niño deprivado. Dice Winnicott muy
ser construido como historia propia, gráficamente, hablándoles a los agen-
encarada por sus actores, compartida tes sociales encargados de gestionar
como escenario de relación. las adopciones en la Inglaterra de la
Winnicott propone considerar dos postguerra: “Cuando plantan un niño
categorías de problemas en la adop- en medio de unos padres, no se trata
ción: los problemas en el manejo de la de ofrecerles meramente una pequeña
adopción misma, inherentes poten- distracción, sino que altera toda su
cialmente a toda adopción, y las com- vida. Si todo sale bien, pasarán los
plicaciones resultantes del manejo próximos veinticinco años resolvien-
deficiente del bebé antes de que sea do el enigma que Vds. les han plante-
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ado. Y si las cosas no salen bien –y a momento de la adopción y en


menudo tendrán que salir mal- uste- consecuencia los padres adopti-
des los habrán involucrado en la difí- vos tienen que aportar más cui-
cil tarea de la decepción y la toleran- dados que con un niño normal,
cia a la falla” (1998a). lo que resulta insuperable más
Clarificando este punto de vista, y pronto o más tarde y requiere
resumiéndolo, constatamos tres trayec- contar con la ayuda de un profe-
torias tipo o categorías de adopción: sional. Si no se ha dado antes, es
1. Adopción temprana normal: El en la adolescencia cuando se
niño/a es recogido lo antes posi- produce la crisis, para la que hay
ble cuando es bebé, y criado en prestar las medidas de ayuda
un hogar estructurado, que fun- necesarias. Usar adecuadamente
ciona normalmente y en el que las ayudas profesionales evita
no hay secretos relevantes; los que los padres se conviertan en
padres adoptivos se preocupan imposibles terapeutas de sus
por él/ella, y buscan consejo, si hijos adoptivos.
es necesario, recurriendo a los
canales normales, como harían Un factor clave en la adopción:
con sus propios hijos, o para la adecuada transmisión
enfrentar sus propias crisis. de información al niño/a.
2. Adopción tardía, sin historia
traumática de especial relevan- La adopción implica recorrer algu-
cia: La adopción es tardía o nos caminos complejos, como la toma
implica complicaciones, pero el de la misma decisión de adopción, la
niño/a tuvo un buen comienzo, comprensión y aceptación de los dife-
estuvo adecuadamente sosteni- rentes límites legales, la superación de
do. Los problemas tienen que las sucesivas evaluaciones y trámites,
ver con el hecho de que el niño/a la espera, a veces interminable, y
ha conocido a otras personas finalmente, si el recorrido tiene éxito,
que lo cuidaron, y posiblemente la integración del niño en la nueva
a uno de sus progenitores o familia. Entre ellos, uno de los ámbi-
ambos, con los que permanece tos más complejos es el que atañe a
una huella de vínculo significa- las preguntas que los niños/as hacen,
tivo. La necesidad de elaborar fundamentalmente sobre su origen y
suficientemente esta pérdida y condición, y las respuestas que los
sus causas, requiere un cuidado nuevos padres pueden dar. La dinámi-
asistencial prolongado. ca de estas preguntas, expresadas
3. Adopción traumática: El niño/a tanto en el lenguaje manifiesto como
se hallaba perturbado en el en las actitudes latentes sutiles, es
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cambiante, y los interrogantes se y a otros, sin que el tema de la adop-


transforman conforme el contexto del ción esté por medio.
niño/a va cambiando, así como las ¿Qué significa ser adoptado?
claves desde las que los padres adop- Representa ser una persona igual que
tantes pueden responderlas. los demás pero con una historia vivida
Interrogarnos sobre el origen es que empieza antes del encuentro con
uno de los lugares comunes de la quienes serán de hecho sus padres.
especie humana. ¿Quienes somos?, Nuestra historia como personas
¿de dónde venimos?, ¿qué justifica comienza en cierto sentido cuando
nuestro origen?, son preguntas que tenemos conciencia de historia propia.
todas las personas nos hemos hecho Este sentido de historia personal se
en uno u otro momento. Necesitamos “re-escribe” constantemente a lo largo
entender tanto la causa inmediata (la de la vida, y su primera versión viene
filiación biológica) como la última basada en un relato construido por los
causa de la existencia de todo nuestro padres, quienes ofrecen una narración
mundo (la atribución del origen a la sobre la etapa anterior a nuestro naci-
explicación religiosa o material). miento, cómo nacimos, cómo fue
Cómo seres individuales, la filiación nuestra crianza, las anécdotas y crisis
implica entender quiénes son nuestros de la misma, y así sucesivamente hasta
padres, a la par que reconocer tanto lo que nosotros mismos tomamos el pro-
que nos asemeja a ellos como lo que tagonismo del relato, generalmente
nos diferencia. Coexisten en nuestro discrepando o introduciendo matices
mundo simbólico tanto explicaciones que nos diferencian de nuestros
materiales como relatos míticos, y si padres. Y si nuestro desarrollo afectivo
bien los relatos cambian, de alguna y social avanza normalmente llega un
manera todos atravesamos la dialécti- momento en que tenemos conciencia
ca entre que “nos trajo una cigüeña de de “ser alguien en el mundo”, con la
París” y las muchas veces farragosas convulsión que esto provoca, un
descripciones de “la semillita de papá momento que habitualmente tendrá
que fecundó el huevo de mamá” con lugar en torno a la adolescencia.
todos sus correlatos. Entre los herma- En este proceso de construcción y
nos –y muchas veces por los propios desarrollo de la identidad personal, el
padres- circulan “bromas” del tipo de niño/a adoptivo tiene que enfrentar
que “a ti te dejaron en la puerta unos una complejidad mayor, simplemente
gitanos”, o sea que en el mundo sim- porque su historia es más compleja
bólico de nuestro desarrollo emocio- que la promedio, y muchas veces con-
nal circulan muchas interrogantes tiene lagunas significativas o realida-
sobre nosotros, nuestros padres, y los des de difícil comprensión en momen-
verdaderos lazos que nos unen a unos tos precoces.
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Y en la historia de todo niño adop- hijo de la “dolorosa” verdad, sino por


tado hay una madre biológica (y su propia incapacidad para enfrentar
padre, aunque no siempre identificado el significado de dicha verdad, sus
o consciente de serlo) que no pudo o propios límites o fallas como persona.
quiso tenerlo o criarlo, que por fuerza Y recordemos que asumir las fallas
de sus circunstancias sociales, fami- propias es elemento crucial de la evo-
liares o personales ha de ceder o aban- lución a la madurez.
donar a su hijo, y una madre y un Winnicott insiste también en este
padre adoptivo que optan a ser tales, punto y subraya que ser engañado en
en cuyo entorno crecerá, ya en el seno una cuestión tan esencial a la propia
de una familia a la que pertenece por existencia no se supera fácilmente:
derecho. Del entrecruce de esos dos “Se ahorran muchas dificultades si al
mundos, con sus respectivas historias, niño se le dice a temprana edad que
deriva la historia propia del niño/a ha sido adoptado (…) Es absoluta-
adoptado. Pero ¿cómo pueden abordar mente necesario que se les diga a los
los padres su tarea de ayudar al niño a niños adoptivos cuales fueron los
construir su historia propia, proceso hechos de su vida. Otros niños se las
que coexiste muchas veces con su ingeniarán para averiguar las cosas
propia necesidad de entender el signi- aquí y allí, y jugar con la imaginación
ficado de la adopción para todos los y el mito; pero los adoptivos tienen
implicados en ella?. que tener respuestas cabales y ser
Sobre este aspecto se han efectua- ayudados para que formulen las pre-
do muchas propuestas, todas coinci- guntas adecuadas” (1998c).
dentes en un elemento crucial: decirle El niño/a adoptado necesita poner
al hijo/a adoptado la verdad, y lo antes en palabras un saber sobre su origen
posible, sin caer en el error común de que deriva de muchas fuentes, desde
“esperar a que lo pregunte”. Hablar de un saber inconsciente, hasta una mul-
la adopción, y de la historia del origen tiplicidad de aferencias internas y
como un elemento natural más de su externas que lo corroboran. Un saber
historia propia. Pues conocer la propia que se organiza como pensamiento si
historia personal es un derecho esen- se puede construir un relato, una his-
cial de toda persona, tenga la edad que toria de vida que incluye el origen y
tenga. Está disponible una extensa sus vicisitudes, por qué fue cedido, y
literatura sobre las maneras de facili- por qué fue aceptado, la cual hace
tar a los padres adoptantes esta tarea posible la construcción de un espacio
(Kweller, 1991, 1999; Giberti et al, interno, necesario para el desarrollo
2001; Baeta, 2001). Consideremos de la identidad tanto de los padres
que el adulto que miente al hijo, en lo adoptantes como de los niños adopti-
esencial, no lo hace para proteger al vos. Re-construir la propia historia
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requiere no solo texto, sino quizá sobreviene una nueva necesidad de


objetos, fotografías, documentos pro- verdades fácticas (…) la pubertad
pios, dibujos, etc.) fuerza a cada niño a adoptar una
Un lugar típico de conflicto se da nueva orientación con respecto al
en torno a cómo nombrar a la madre mundo. Hay una fase de la adolescen-
biológica, con una amplia variedad de cia (…) que es una mezcla de desafío
tópicos, que a veces incluye también y de dependencia. Los adultos pueden
al padre biológico, entidad más abs- perjudicarlos si suponen, por su com-
tracta. Además del nombre y denomi- portamiento, que son adultos, o si los
nación, el niño/a adoptado necesita ridiculizan por su infantilismo (…) En
recuperar “objetos” o signos de la la adolescencia, los niños adoptados
madre biológica, para procesarlos no son iguales a los otros niños, por
como objetos internos que consolidan más que pretendamos lo contrario”
su identidad a través de la función (1998c). Se trata de una entrada
transicional. Dice Winnicott: “Estos abrupta y rápida, sobre todo en la
niños necesitan información, pero la genitalidad, una etapa en la que expre-
información sola no basta. Necesitan sar la rebelión, y llegar hasta los lími-
además contar con una persona con- tes, poniéndolos a prueba constante-
fiable, que se ponga de su lado en la mente. Para manejar este período y
búsqueda de la verdad y comprenda desplegar esa función, los padres
que tienen que experimentar la emo- adoptivos pueden tener dificultades, y
ción propia de la verdadera situa- pueden ser especialmente útil una
ción” (1998c). Es decir, requieren intervención profesional: “En gene-
que un adulto les acompañe en sentir ral, los adolescentes precisan a
el dolor, y expresar la emoción ade- alguien ajeno a la familia, con quien
cuada, evitando que se creen espacios puedan ver su hogar desde cierta dis-
de secreto o innombrables que lindan tancia, evaluarlo y criticarlo. El niño
con la angustia psicótica. Este fenó- adoptivo tal vez encuentre muy peli-
meno se torna muy intenso en la ado- groso usar con ese fin a sus amigos, y
lescencia. Donde de nuevo se re-expe- de hecho no es raro que sucedan
rienciarán las ansiedades básicas de cosas sorprendentes en una amistad
un hijo/a adoptivo: el miedo a ser nue- cuando se da esa información sobre
vamente abandonado por su familia, la adopción. Surge la necesidad de
la desconfianza ante los adultos, y la una relación profesional con un
creencia de que nada perdura, claves extraño, que no se preocupe directa-
que serán inevitablemente enfrentadas mente de la conducta, los logros o los
en esa época de pérdidas y descubri- aspectos morales, sino que pueda ser
mientos que es la adolescencia. usado para explorar ciertas ideas”
“En los inicios de la pubertad (1998c).
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La ayuda profesional facilita que el como los padres adoptivos tienen que
adolescente averigüe datos acerca del correr un riesgo, también los hijos
mundo real, reduce el misterio a una adoptivos deben hacerlo (…) Todos
entidad manejable, reduciendo la los niños reorientan su vida hacia la
intensidad de las fantasías, así como pubertad, y los hijos adoptivos
la carga potencial de emociones de enfrentan a esta edad una tarea espe-
amor, ira, horror, asco, siempre inmi- cial, y necesitan ayuda especializada.
nentes pero nunca suficientemente También los padres adoptivos necesi-
experimentadas. Y como dice tan ayuda para el manejo de sus sen-
Winnicott, si la emoción no es experi- timientos…” (1998c).
mentada, jamás se la puede dejar Para los padres y madres adoptan-
atrás. La vida es un recorrido de crisis, tes, y los hijos e hijas adoptivos queda
donde lo esencial no es que las haya o un amplio camino por recorrer, cada
no, sino cómo se comparten y gestio- uno desde su lugar. En lo esencial no
nan. Ser padres tiene su riesgo, como será un camino diferente del de cual-
ser hijos: “Sin duda al llegar a la ado- quier otra experiencia de parentalidad
lescencia muchos hijos adoptivos se o filiación, a condición de que no se
dan cuenta de que si hubieran podido nieguen las diferencias que dimanan
elegir no habrían optado por los de la singularidad de cada historia
padres que se les asignó; pero así vivida.

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