El síndrome de Brown-Séquard, también conocido como síndrome de
hemisección de la médula espinal, es una condición neurológica poco común que resulta de una lesión unilateral de la médula espinal. Este síndrome lleva el nombre de los médicos Charles-Édouard Brown-Séquard, quien describió por primera vez esta condición en 1850. Se caracteriza por una combinación de síntomas motores, sensitivos y autonómicos que varían dependiendo del nivel y la extensión de la lesión en la médula espinal.
El síndrome de Brown-Séquard se produce cuando hay una lesión o daño en un
lado específico de la médula espinal. Los síntomas característicos incluyen debilidad o parálisis en los músculos del lado de la lesión, pérdida de la sensibilidad al dolor y la temperatura en el lado opuesto al de la lesión, y alteraciones en la sensibilidad táctil y vibratoria en el mismo lado de la lesión. Además, puede haber alteraciones en la percepción del calor y el frío en el lado opuesto al de la lesión.
La pérdida de la función motora y sensitiva en el síndrome de Brown-Séquard se
debe a la interrupción de las vías nerviosas que transmiten los impulsos desde y hacia el cerebro. La lesión afecta los haces de fibras nerviosas en la médula espinal, que son responsables de llevar la información motora y sensitiva a través de los diferentes niveles de la médula espinal hacia el cerebro y viceversa.
La causa más común del síndrome de Brown-Séquard es el trauma, como
lesiones por arma blanca o de fuego, accidentes automovilísticos o caídas severas. Otras causas menos frecuentes incluyen tumores, infecciones y enfermedades degenerativas de la médula espinal. El nivel y la extensión de la lesión determinan los síntomas específicos y el pronóstico de la condición.
El diagnóstico del síndrome de Brown-Séquard se basa en la evaluación clínica
de los síntomas y la realización de pruebas de imagen, como resonancia magnética o tomografía computarizada, para identificar y localizar la lesión en la médula espinal. La evaluación neurológica detallada, que incluye la evaluación de la fuerza muscular, los reflejos y la sensibilidad, también es fundamental para confirmar el diagnóstico.
El manejo del síndrome de Brown-Séquard se centra en el tratamiento de la causa
subyacente de la lesión y en la rehabilitación para mejorar la función y la calidad de vida del paciente. Dependiendo de la causa y la gravedad de la lesión, puede ser necesario realizar cirugía para estabilizar la columna vertebral, eliminar tumores u otros procedimientos específicos para abordar la lesión en la médula espinal. Además, se puede requerir terapia física y ocupacional para mejorar la movilidad, la fuerza muscular y la adaptación a las limitaciones funcionales. El síndrome de Brown-Séquard es un cuadro clínico poco frecuente con síntomas neurológicos específicos desencadenada por hemisección medular (generalmente la mitad lateral),1 de la médula espinal, que afecta, por debajo del punto de la lesión, a la función motora de un lado de la médula espinal, produciendo parálisis del mismo lado de la lesión. Hay una pérdida del tacto epicrítico y de la propiocepción, ambas son ipsilaterales (del mismo lado de la lesión) ya que estas vías se cruzan a nivel del bulbo. Se produce una termoalgesia contralateral a la lesión.2
provocados por una lesión en la médula espinal.
Concretamente, esta lesión hace referencia a una hemisección medular que por regla general perjudica a la mitad lateral.
¿Qué es el síndrome de Brown-Séquard?
El síndrome de Brown-Séquard también es conocido como "hemisección medular", es decir, lesión de la mitad de la médula. Eso hace que en la mitad derecha del cuerpo aparezcan unos problemas neurológicos y en la mitad izquierda las alteraciones sean distintas. Sus características habituales incluyen: Suelen ser lesiones cervicales o dorsales. En ocasiones se producen por heridas por arma blanca o de fuego. Por la distribución de las fibras nerviosas en la médula, en el mismo lado de la lesión se altera el movimiento y la sensibilidad de roce y posicional. En el lado contrario se altera la sensibilidad de dolor y temperatura. El pronóstico de recuperación suele ser bueno. ¿Quiere estar al día sobre temas de salud? Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y aLa vía corticoespinal está formada por los axones de las neuronas motoras que viajan desde las cortezas motoras (corteza motora primaria, área motora suplementaria y corteza premotora) hasta la médula espinal.vance Síndrome de Brown Sequard. Se trata de una lesión en la mitad lateral de la médula que lesiona unilateralmente el haz corticoespinal (vía motora que desciende del cerebro que envía información del cerebro hacia la medula) y el haz espinotalámico (vía que conduce impulsos de presión, de tacto y de mecanorreceptores no discriminativos o vibratorios de la medula al cerebro).
Como ambas vías se cruzan, la parálisis es homolateral a la lesión y
de acuerdo al nivel de lesión puede provocar una monoplejía o una hemiplejía. La afección de la sensibilidad termoalgésica (poder sentir temperaturas y dolor) es contralateral a la lesión, pero conserva la sensibilidad termoalgésica profunda.
Es una clasificación de la lesión medular incompleta que se
caracteriza por una parálisis ipsilateral (del mismo lado de la lesión) con pérdida o disminución de la propiocepción, el tacto y la sensación de vibración, mientras que en el lado contralateral hay pérdida o disminución de la sensibilidad de temperatura y dolor.
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