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Dr. Managó Martin, Lic. Friscione Luciano, Lic. Appendino Gabriel, Lic. María Celeste
Gómez
Fisiología Respiratoria
◆ Identificar las principales estructuras del tracto respiratorio superior y cómo funcionan.
◆ Describir cómo y por qué las vías respiratorias producen y movilizan el moco.
1
La función principal del sistema respiratorio es la absorción continua de oxígeno
y eliminación de dióxido de carbono. Este intercambio entre el gas de la atmósfera y la
sangre se denomina respiración externa. Este proceso apoya la respiración interna, que
es el intercambio de gases entre sangre y tejidos. Para realizar la respiración externa,
el sistema acerca el gas al flujo sanguíneo en el sistema circulatorio pulmonar. La
membrana alveolo capilar, permite un intercambio de gases eficiente a través de difusión
simple.
El ser humano en desarrollo sufre una transformación notable de una sola célula
a un individuo.
El embrión se compone de tres distintas capas que finalmente forman todos los
tejidos y órganos: endodermo, mesodermo y ectodermo. De estas capas surgirán los
órganos y sistemas.
2
El desarrollo del sistema respiratorio se ha categorizado en varias etapas. La
Figura 1 muestra las diversas etapas del desarrollo pulmonar, y la tabla 1 resume los
principales eventos de desarrollo en cada fase.
FIGURA 1
3
TABLA 1
4
La etapa canalicular (ver Figura 9-4, B) comienza en la semana 16 y continúa
hasta la semana 26. Esta etapa, se superpone con la etapa pseudoglandular porque las
regiones superiores se desarrollan más rápido que las regiones inferiores. Durante esta
fase, los cambios primarios incluyen el desarrollo de dos a cuatro generaciones de
bronquiolos respiratorios de cada bronquiolo terminal. En las últimas semanas de esta
etapa, la región más allá de cada bronquiolo terminal forma la estructura funcional
llamada acino, esta será la unidad básica de intercambio de gases del pulmón. A su vez,
los dos principales tipos de células epiteliales comienzan a aparecer, conocidos como
los neumocitos tipo I y tipo II.
Durante la etapa sacular terminal (ver Figura 9-4, C), los bronquiolos terminales
y sus acinos asociados forman y se desarrollan desde las 26 semanas hasta el
nacimiento. La formación del número total de bronquiolos terminales se completa al final
de esta fase. El epitelio cuboidal que recubre el acino continúa diferenciándose en
células secretoras redondeadas (neumocitos tipo II) y células epiteliales escamosas
más planas (neumocitos tipo I). Los capilares continúan formándose cerca de la
superficie del acino.
Los neumocitos tipo I de las paredes del sáculo son delgados y alargados para
cubrir las paredes de esta región. Las células tipo I se convierten en células primarias
de intercambio de gases en el pulmón con una aproximación cercana al desarrollo de
los capilares pulmonares.
5
Un recién nacido a término tiene aproximadamente 50 millones alvéolos,
este número continúa aumentando durante aproximadamente 2 a 3 años
después del nacimiento. Los alvéolos están revestidos con los neumocitos tipos
I y II.
FIGURA 2
6
FIGURA 3
“El desarrollo de los alvéolos maduros marca la etapa final del desarrollo
pulmonar, conocido como período alveolar. Este período comienza
aproximadamente a las 32 semanas de gestación y continúa durante años
después del nacimiento. Como resultado, los bebés prematuros menores de 32
semanas están en mayor riesgo de desarrollar dificultad respiratoria”
7
FIGURA 4
8
Estructura y función placentaria
Figura 5.
Muestra una sección transversal de una placenta bien desarrollada. La sangre materna fluye
hacia el espacio intervelloso a través de las arterias espirales, mientras que la sangre fetal se
suministra a las vellosidades de dos arterias umbilicales. La sangre materna y fetal se acercan
mucho pero permanecen separados por una membrana embrionaria que permite el intercambio
de O2, CO2, agua, iones, varias moléculas metabólicas, y hormonas.
9
Casos de implantación anormal de la placenta, desgarro de la placenta de la
pared uterina, o la disminución del flujo sanguíneo placentario puede frenar el
crecimiento intrauterino.
En casos graves, esto puede causar asfixia fetal, lo que aumenta el riesgo de
daño cerebral y la dificultad respiratoria en el período postnatal inmediato.
Tabla 3
Circulación Fetal:
Existen tres importantes vías de derivación (shunt) en el feto en desarrollo para mejorar
el flujo de sangre a los órganos en desarrollo: conducto venoso (ductus venoso),
conducto arterioso (ductus arterial) y foramen oval. Se transporta sangre oxigenada de
la placenta en la vena umbilical de regreso a la circulación fetal a través de la vía
hepática, (Figura 7), aproximadamente un tercio de esta sangre fluye hacia la parte
inferior del tronco y las extremidades. Los otros dos tercios restantes fluyen a través del
conducto venoso, sin pasar por la circulación del hígado y fluye hacia la vena cava
inferior. La sangre oxigenada en la vena cava inferior se mezcla con la sangre venosa
que regresa de la parte inferior del tronco y las extremidades entrando en la aurícula
derecha. Aproximadamente el 50% de esta sangre se deriva de la aurícula derecha a la
10
aurícula izquierda a través de una abertura en el tabique interauricular llamado foramen
oval.
11
Figura 7
12
Durante el parto, aproximadamente un tercio del líquido pulmonar se elimina mediante
la compresión del tórax en el canal de parto. Los capilares pulmonares y linfáticos se
encargan de depurar el líquido restante.
Figura 8
13
La figura 9 resume los principales cambios cardiopulmonares que ocurren durante la
transición de un pulmón lleno de líquido a un pulmón lleno de aire. A medida que el
pulmón se expande con el aire y el intercambio de gases comienza dentro del pulmón,
la PO2 en sangre pulmonar aumenta, la PCO2 disminuye y aumenta el pH; esto da
como resultado vasodilatación pulmonar, menor resistencia vascular pulmonar y
constricción del conducto arterioso, lo que facilita un mayor flujo sanguíneo a través de
la circulación pulmonar. El cierre del conducto arterioso se estimula aún más por la
pérdida de prostaglandinas maternas.
En este momento en que las presiones izquierdas son más altas que las presiones del
lado derecho, el foramen oval se cierra. Cuando sucede esta última derivación de
derecha a izquierda, la transición entre las circulaciones fetal y extrauterina es
funcionalmente completa.
Figura Nº9
14
DESARROLLO PULMONAR POSTNATAL
El pulmón infantil es una estructura única y no una mera miniaturización del pulmón
adulto. Las vías respiratorias, el tejido pulmonar y el lecho capilar pulmonar continúa
creciendo y desarrollándose después del nacimiento. Aunque el patrón general está bien
desarrollado al nacer, tanto las vías respiratorias superiores como las inferiores
continúan cambiando y son relativamente únicas en cada persona.
La figura Nº 10 muestra las diferencias relativas de la vía aérea superior en relación con
el tamaño corporal en un bebé y un adulto. El mayor peso relativo de la cabeza puede
provocar una flexión aguda de la columna cervical en lactantes con un tono muscular
deficiente. La flexión del cuello infantil causa obstrucción aguda de las vías respiratorias.
Aunque la cabeza es más grande, los conductos nasales del bebé son
proporcionalmente más pequeños que los de un adulto. Además, la mandíbula del bebé
es mucho más redonda y la lengua es mucho más grande en relación con el tamaño de
la cavidad bucal.
Por estas diferencias anatómicas, se dice que el pediátrico es respirador nasal obligado,
ya que el tamaño de la lengua en la cavidad bucal propicia mayor resistencia para
ingresar el aire.
Figura Nº10
15
caminos casi separados, uno para respirar y otro para tragar, lo que permite a los bebés
respirar y mamar al mismo tiempo.
Las grandes vías respiratorias de los bebés son más cortas y estrechas que las vías
respiratorias de los adultos. La tráquea normal del recién nacido mide aproximadamente
de 5 a 6 cm de largo y 4 mm de diámetro, mientras que en bebés prematuros pequeños,
puede tener solo 2 cm de largo y 2 a 3 mm de diámetro. Debido a las vías respiratorias
más pequeñas, el espacio muerto anatómico en el recién nacido es proporcionalmente
más pequeño que el espacio muerto anatómico de un adulto, siendo aproximadamente
1,5 ml / kg de peso corporal.
Figura Nº 11
Similar al de los adultos, el bronquio principal derecho está aún más en línea con la
tráquea, promoviendo la intubación selectiva a la hora de instrumentar la vía aérea.
El pulmón humano continúa desarrollando alvéolos durante años hasta que alcanza una
etapa estable, en la que el número total ha aumentado a aproximadamente a 480
millones de alvéolos. Todo el desarrollo es generalmente completo a los 10 años de
edad, y la mayoría ocurre en los primeros 2 años posnatales. En la edad adulta, la
membrana alveolo-capilar tiene una superficie de intercambio de gas de
aproximadamente 140 m2.
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Desarrollo de vascular, linfático, y sistema nervioso
Los vasos linfáticos ubicados en los tractos de tejido conectivo del pulmón rodean los
bronquios, bronquiolos, vasos sanguíneos, nervios y membrana pleural. Estos
desempeñan un papel central en el control del equilibrio de líquidos y proteínas dentro
del pulmón.
El líquido recogido del espacio pleural y el intersticio es transportado por los capilares y
vasos pleurales a través del sistema linfático de regreso a la raíz del pulmón (hilio),
donde se encuentran numerosos ganglios linfáticos.
Antes del nacimiento, los centros neuronales del tronco encefálico, formados por varios
nervios aferentes y eferentes, se forman para sentir y controlar diferentes aspectos del
sistema respiratorio. El nervio frénico y los nervios intercostales son los componentes
principales del sistema nervioso somático (motor) que transmite señales nerviosas
desde el tronco encefálico hasta los músculos respiratorios. Ellos inervan el diafragma
(nervios frénicos) y los músculos intercostales (nervio intercostal).
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tronco encefálico y la médula espinal ingresan a los pulmones y crecen en el mismo
tracto de tejido conectivo que rodean las vías respiratorias y albergan vasos sanguíneos
y linfáticos mucho antes del nacimiento.
Las fibras inervan los músculos lisos de los bronquiolos para causar broncodilatación
(fibras simpáticas), las glándulas mucosas para producir moco (parasimpático) y los
vasos sanguíneos para causar vasoconstricción (simpática).
La pared torácica en los bebés es más dócil y sus músculos están menos desarrollados
que los músculos de los adultos y proporcionan poco apoyo estructural.
El tórax infantil se asemeja a una caja, por la presencia de las costillas orientadas
horizontalmente o elevadas (Figura 12). Además, el diafragma se inserta en la caja
torácica en un plano horizontal disminuyendo así la capacidad efectiva de generar
presión y agrandar los diámetros del tórax.
Cuando un bebé inhala, el diafragma se mueve hacia abajo, pero la pared torácica se
mueve muy poco en la zona anteroposterior. Esta situación se agrava
proporcionalmente cuando el contenido visceral abdominal está aumentado y restringe
el movimiento del diafragma.
Las costillas adquieren una progresiva angulación a medida que el niño crece, y a los
10 años la caja torácica tiene la configuración que se ve en los adultos. La osificación
de las costillas y el esternón normalmente se completan a los 25 años de edad.
El equilibrio de estas fuerzas estáticas da como resultado una reducción del volumen
dentro de este tórax, proporcionalmente, los volúmenes pulmonares más bajos pueden
provocar el cierre temprano de las vías respiratorias, colapso alveolar generalizado
(atelectasia), alteración ventilación / perfusión (V / Q) e hipoxemia resultante. La
combinación de un volumen pulmonar reducido y un alto consumo de O2 hace que el
lactante sea más susceptible a la hipoxemia profunda en situaciones que alteran la
ventilación, el volumen pulmonar o la compatibilidad V/Q.
18
Figura Nº 12 A
Figura Nº12
CASO CLÍNICO
¿Por qué los bebés y los adultos con dificultad respiratoria con obstrucción
severa de las vías respiratorias o compliance reducida presentan retracciones de
los tejidos blandos torácicos?
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RESPUESTA: La presión dentro del espacio intrapleural es ligeramente negativa (por
ejemplo, -5 cm H2O) como resultado de la tendencia del pulmón para retroceder hacia
adentro y la caja torácica para retroceder hacia afuera. Esta presión se vuelve más
negativa (p. Ej., −8 cm H2O) durante inspiración. Los músculos respiratorios agrandan
20
Figura Nº13
La línea axilar media divide el tórax lateral en mitades iguales. La línea axilar anterior
es paralela a la axilar media. Está situada a lo largo del tórax anterolateral. La línea
axilar posterior también es paralela a la línea axilar media. Está ubicada en la pared
torácica posterolateral (Figura 14).
Figura Nº14
Tres líneas verticales imaginarias se encuentran en la parte posterior del tórax. Las
líneas medioescapulares izquierda y derecha son paralelas a la línea de la columna.
(Figura 15).
21
Figura Nº 15
Es una cavidad que alberga los pulmones, el corazón y el contenido del mediastino
(Figura 16).
Figura Nº 16
Las diversas partes de la pared torácica se muestran en la Figura 17. La cubierta exterior
del tórax está formada por el sistema tegumentario que incluye piel, cabello, grasa
subcutánea, y tejidos mamarios.
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Figura Nº 17
La capa interna de la pared torácica está revestida con una membrana serosa llamada
pleura parietal. Es opuesto a otra membrana serosa llamada pleura visceral, que cubre
el pulmón. El espacio pleural se encuentra lleno de líquido pleural.
La rigidez del tórax es proporcionada por el tejido óseo de la caja torácica. Las partes
óseas de la caja torácica incluyen el esternón, las costillas, huesos vertebrales torácicos,
escápula y clavícula (Figura 18). El esternón es un hueso plano largo y vertical que se
encuentra en la cara anterior que se compone de tres partes: el manubrio, el cuerpo y
la apófisis xifoides.
Figura Nº 18 A
23
Figura Nº 18 B
La caja torácica está formada por 12 pares de costillas. Los pares de costillas 1 a 7 se
conocen como costillas verdaderas porque están unidas directamente al esternón. Las
primeras costillas y el esternón superior forman la abertura en el tórax que se llama
entrada torácica, u opérculo. Las costillas 8 a 12 se denominan costillas falsas porque
no están unidas ni directa ni indirectamente al esternón.
Figura Nº 19
Las diversas costillas se mueven de diferentes maneras y algunas pueden moverse más
que otras en diferentes momentos. La primera costilla se mueve ligeramente, al subir y
bajar el esternón. Su leve movimiento aumenta el diámetro anteroposterior del tórax.
Esta acción no se utiliza durante la respiración tranquila y se activa solo bajo
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condiciones que requieren mayor ventilación o respiración profunda. Las costillas 2 a 7
pueden moverse simultáneamente alrededor de dos ejes (Figura 20). A medida que
cada costilla gira sobre el eje de su cuello, el extremo esternal sube y baja. Este
movimiento aumenta el diámetro anteroposterior torácico en lo que comúnmente se
conoce como un movimiento de “palanca de la bomba”. Al mismo tiempo, la costilla se
mueve a lo largo desde su ángulo con el esternón. Este movimiento causa que la parte
media de la costilla se mueva hacia arriba y hacia abajo en lo que es comúnmente
descrito como un "asa de balde".
Figura Nº 20
Membranas pleurales
La membrana pleural parietal recubre la pared torácica y el mediastino, mientras que los
pulmones son cubiertos por la pleura visceral. Ambas membranas están constituidas de
una capa superficial delgada de células mesoteliales, y debajo de la capa de células
mesoteliales se encuentra una capa de tejido conectivo que alberga vasos sanguíneos,
vasos linfáticos y fibras nerviosas. Numerosas aberturas microscópicas, llamadas
estomas, se encuentran en la superficie de la pleura y están rodeadas por células
mesoteliales. Los estomas se abren hacia el sistema de drenaje linfático de la pleura.
25
líquido pleural. El líquido pleural es un líquido claro con un pH de 7.60 a 7.65 que tiene
pocas células, una pequeña cantidad de proteína (alrededor de 1 g/dl), glucosa y
electrolitos en concentraciones que se aproximan a los del plasma. El pequeño volumen
de líquido pleural se extiende por toda la superficie de ambos pulmones y funciona como
lubricante para reducir la fricción a medida que se mueven los pulmones dentro del
tórax. Además, actúa como un sello hermético que se adhiere a las dos membranas
pleurales.
Pulmones
Los pulmones son órganos con múltiples lóbulos, en forma de cono y esponjosos que
se encuentran dentro de las cavidades pleurales (Figura 21). Son de color rosa al nacer
y desarrollan una coloración gris con la edad.
Los pulmones son órganos huecos de baja densidad que ocupan un volumen de
aproximadamente 3,5L y pesan aproximadamente 900 g, los órganos dentro del
mediastino sobresalen hacia el hemitórax izquierdo, resultando en un pulmón izquierdo
más estrecho y ligeramente más pequeño. El hígado debajo del pulmón derecho eleva
el diafragma derecho y da como resultado un pulmón derecho ligeramente más corto.
Cada pulmón se divide en dos o tres lóbulos, separados por una o más cisuras. El
pulmón derecho tiene lóbulo superior, medio e inferior. El pulmón izquierdo tiene sólo
una parte superior y una inferior. Ambos pulmones tienen una cisura oblicua que
comienza en el tórax anterior en aproximadamente la sexta costilla en la línea
medioclavicular.
26
Figura Nº21
Figura Nº22
Una red de linfáticos también participa en el transporte de líquidos desde los pulmones,
este sistema elimina el líquido del tejido pulmonar y del espacio pleural y lo devuelve a
la circulación sistémica.
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Circulación pulmonar
La circulación pulmonar se suministra con sangre del lado derecho corazón (Figura Nº
23). La sangre venosa sistémica con reducción de O2 fluye al corazón derecho a través
de las venas cavas inferior y superior. Esta sangre es bombeada a los pulmones por el
ventrículo derecho a través de la válvula semilunar pulmonar y hacia el tronco de la
arteria pulmonar. El tronco de la arteria pulmonar pasa hacia arriba y se divide en
arterias pulmonares derecha e izquierda justo debajo del punto de bifurcación traqueal
(carina).
Figura Nº 23
Las arterias pulmonares acompañan a los bronquios del tallo principal derecho e
izquierdo (carina) a través de la abertura hiliar hacia los pulmones y continúan
dividiéndose junto con las vías respiratorias. Estas se dividen para formar dos tipos de
arterias: convencionales, que continúan para seguir la ramificación de las vías
respiratorias, y supernumerarias, que se ramifican en ángulos de 90º de las arterias
convencionales y viajan fuera del camino común. Ambos conjuntos de arterias forman
arteriolas, conectando y suministrando sangre a la microcirculación de la zona
respiratoria del pulmón.
El sistema arterial pulmonar continúa dividiéndose hasta los espacios aéreos distales.
Se subdividen, formando densos lechos de capilares alveolares ubicado dentro de las
paredes de los alvéolos, justo debajo de aproximadamente 90% de la superficie alveolar
(Figura Nº 24).
28
Figura Nº24
El capilar está formado por células endoteliales. En reposo, el lecho capilar pulmonar
contiene de 60 a 80ml de sangre y puede expandirse a 200ml a través de la dilatación
y el reclutamiento de capilares colapsados durante condiciones de mayor gasto cardíaco
(por ejemplo, ejercicio).
Cuatro venas pulmonares principales (superior – inferior de cada pulmón salen a través
del hilio y devuelven la sangre arterializada a la aurícula izquierda del corazón para su
administración a la circulación sistémica (figura 25).
Figura Nº 25
29
de O2 y CO2 con gas alveolar, llevándolo al corazón izquierdo. La segunda función es
servir como barrera entre los espacios intersticiales y espacios de aire del pulmón en un
lado y la sangre dentro del capilares en el otro.
Tabla Nº 4
El gasto cardíaco pasa tanto por el circuito pulmonar como sistémico, la circulación
pulmonar ofrece una resistencia mucho menor y, en consecuencia, tiene una presión
arterial mucho más baja. Estas presiones bajas dentro del circuito pulmonar son
esenciales en el mantenimiento del equilibrio de líquidos en la interfase alveolar-capilar.
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Control nervioso de los pulmones
Todas las estructuras principales del sistema respiratorio están inervadas por ramas del
sistema nervioso periférico, el sistema autónomo y ramas somáticas (Figura Nº 26). El
sistema somático proporciona control motor voluntario y automático, además de
inervación sensorial de la pared torácica y los músculos respiratorios.
Figura Nº 26
La señalización del sistema nervioso autónomo hacia y desde los pulmones se lleva a
cabo a través de vías eferentes y aferentes.
Ambos aportan fibras al plexo pulmonar anterior y posterior, de estos, las fibras
simpáticas y parasimpáticas ingresan al pulmón a través del hilio e inervan diversas
estructuras.
Vías eferentes
Las fibras preganglionares nerviosas parasimpáticas salen del tronco encefálico a través
de los dos nervios vagos. Al entrar en el tórax, el nervio vago se ramifica hacia la laringe.
Esta rama se llama nervio laríngeo recurrente. Cada nervio vago también desarrolla una
rama llamada nervio laríngeo superior. La rama externa de este nervio inerva el músculo
cricotiroideo. El interno proporciona fibras sensoriales a la laringe. El recurrente y los
nervios laríngeos proporcionan la inervación motora primaria a la laringe. El daño a los
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nervios laríngeos puede causar unilateral o bilateralmente parálisis de las cuerdas
vocales, según las ramas involucradas.
Las fibras parasimpáticas forman sus ganglios mucho más cerca de los tejidos diana
(por ejemplo, bronquiolos, glándulas y vasos sanguíneos) y tienen fibras nerviosas
posganglionares mucho más cortas. La mayoría de las fibras simpáticas forman sus
ganglios a lo largo de la médula espinal y luego forman fibras posganglionares más
largas que penetran en los pulmones y terminan en el músculo liso y las glándulas de
las vías respiratorias.
Vías aferentes
La mayoría de las fibras aferentes siguen desde los pulmones hasta el sistema nervioso
central en el nervio vago.
Las vías son activadas por una variedad de receptores diferentes dentro del pulmón que
son sensibles a la inflación, la deflación y las sustancias químicas estimulantes.
32
la sangre (por ejemplo, O2, CO2 y concentración de iones de hidrógeno) que participan
en el control de ventilación.
Las vías respiratorias del árbol traqueobronquial se extienden desde la laringe hasta las
vías respiratorias que participan en el intercambio de gases. Cada ramificación de una
vía aérea produce generaciones posteriores más pequeñas. Las primeras 15
generaciones se conocen como vía aérea de conducción porque transportan gas desde
la vía aérea superior a las estructuras que participan en el intercambio de gases con
sangre.
Las vías respiratorias microscópicas más allá de las vías respiratorias de conducción
generan el intercambio de gases con la sangre se conocen como vías aéreas
respiratorias.
Todas las vías respiratorias conductoras desde la tráquea hasta los bronquiolos tienen
paredes que se construyen de tres capas, una capa interna que forma una membrana
llamada mucosa, que se compone principalmente de epitelios; una submucosa
compuesta de tejido conectivo, glándulas bronquiales y fibras que envuelven las vías
respiratorias; y una cubierta exterior de tejido conjuntivo llamado adventicia.
33
se cree que juegan un papel importante en reparación de la membrana mucosa después
de enfermedades y lesiones dispersas.
Las glándulas bronquiales son glándulas exocrinas formadas por células epiteliales
secretoras que se sientan en la membrana basal, extendiéndose hacia la lámina
submucosa. En esta región también se encuentran células neuroendocrinas (también
conocidas como células de Kulchitsky), que a menudo son organizadas en pequeños
grupos llamados cuerpos neuroepiteliales.
Las células neuroendocrinas están conectadas al nervio vago y se cree que funcionan
durante el desarrollo pulmonar como sensores de hipoxia y de tensión-deformación, los
cuales, secretan varios productos químicos bioactivos (por ejemplo, serotonina,
calcitonina y péptido liberador de gastrina).
Está formado por diferentes capas, la más externa es gelatinosa y se llama gel. La capa
interna es mucho más fluida y se denomina sol, en medio de ambas capas se encuentra
la capa surfactante. El moco que se produce normalmente es casi transparente y fluido
34
con mayor viscosidad que el agua. Es una mezcla del 97% agua y 3% de soluto. La
porción de soluto se produce principalmente por células caliciformes y glándulas
bronquiales; se llama mucina y está compuesto de proteínas y minerales. Las
glicoproteínas, los lípidos y el contenido de agua del moco proporciona sus propiedades
de gel viscoelástico.
Una vista transversal del cilio revela que está construido de nueve pares de
microtúbulos que son encerrados en la membrana celular. Los pares externos de
microtúbulos están interconectados por una proteína filamentosa llamada nexina.
El golpe ciliar puede ser eficaz o no, dependiendo de la viscosidad de la capa de sol, la
cual aumenta ante exposición a gas seco al humo, altas concentraciones de O2 inhalado
y medicamentos como la atropina.
Las células de la mucosa respiratoria cambian a medida que avanzan en las vías
respiratorias más pequeñas (Figura Nº27). Como el espesor de las paredes de las vías
respiratorias disminuyen, las glándulas bronquiales disminuyen en número. A nivel
35
bronquiolar, el número de células ciliadas también disminuye. Las células epiteliales
cilíndricas y cuboidales simples predominan y se intercalan con células caliciformes. En
esta región se encuentran gran número de células claras y células cuboideas no ciliadas
con gránulos apicales. Se cree que estas células juegan un papel en la degradación de
varios oxidantes, aportan proteínas para producción de tensioactivos, sintetizan varios
lípidos y desempeñan un papel en la reparación pulmonar al poder diferenciar en otras
importantes células epiteliales en la mucosa después de una lesión.
Figura Nº 27
Las vías respiratorias desde las fosas nasales hasta, e incluyendo, los bronquiolos
terminales constituyen la vía de conducción, las cuales no participan en el intercambio
de gases, como nombramos anteriormente, y constituyen el espacio muerto anatómico
de las vías respiratorias.
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Los bronquiolos respiratorios tienen una función doble, similar a la conducción de vías
respiratorias, no solo conducen el flujo de gas, sino que cuentan en sus paredes con los
alveolos. Los alvéolos y su capilar pulmonar llevan a cabo el intercambio de gases.
En conjunto, esta unidad se conoce como acino pulmonar, la cual es la unidad funcional
de los pulmones.
Figura Nº 28
Figura Nº 29
Alvéolos
37
Estimaciones más recientes sugieren que el número de alvéolos en adultos oscilan entre
270 y 790 millones, con un promedio de aproximadamente 480 millones. Los alvéolos
tienen una forma poliédrica que resulta de numerosas paredes planas en lugar de una
estructura esférica.
Los alvéolos que se encuentran en las regiones apicales del pulmón en posición vertical
tienen mayores diámetros que los alvéolos en las regiones basales por resultado de los
efectos gravitacionales. Los alvéolos en las regiones basales son colapsados
parcialmente como resultado del peso del órgano.
Figura Nº30
Las paredes alveolares, o septos, están formadas por varios tipos de células que están
dispuestos para proporcionar una superficie delgada para el intercambio de gases y los
tabiques alveolares están cubiertos con una capa extremadamente plana de epitelios
escamosos llamados neumocitos tipo I (figura 31).
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Figura Nº 31
Figura Nº32
Estas células son dos veces más numerosas que las células de tipo I, pero ocupan sólo
el 7% de la superficie alveolar. Las células de tipo II no funcionan como membranas de
intercambio de gases como lo hacen las células de tipo I. Ellos (junto con las células
39
Clara) fabrican surfactante, lo almacenan en vesículas llamadas cuerpos laminados, y
lo segregan sobre la superficie alveolar.
Aunque los pulmones no tienen células madre en el sentido clásico, las células de tipo
II tienen una acción similar a la de las “células madre”. Ellos pueden proliferar y
diferenciarse en células de tipo I para repoblar y reparar la superficie alveolar después
de una lesión. También están involucrados en la defensa alveolar a través de la
producción de surfactante y la liberación de algunas citoquinas que desencadenan
inflamación.
Los macrófagos son otra célula común que se encuentra en el alveolo, son células
defensivas que patrullan la región alveolar y fagocitan partículas extrañas y otras células
(por ejemplo, bacterias). Pueden presentar porciones de partículas extrañas y bacterias
como parte de la respuesta inmune y contienen varias enzimas digestivas (p. ej.,
tripsina) que descomponen el material que detectan.
Dentro del tabique interalveolar hay un espacio intersticial que contiene material de
matriz y los capilares pulmonares, también se encuentran en el espacio intersticial
bandas de fibras de elastina y una matriz de fibras de colágeno. Estas fibras sostienen
las células alveolares y la forma del alvéolo. Pequeñas aberturas se encuentran en los
septos alveolares, algunas de las aberturas permiten que el gas se mueva desde un
alvéolo a otro. Esto se logra a través de los poros de Kohn.
Otras aberturas conectan los alvéolos con los bronquiolos, estos se denominan canales
de Lambert, y por último tenemos a los que comunican bronquiolo, con bronquiolo
conocidos como canales de Martin.
40
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