Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Muchas de las empresas privadas como públicas están dirigidas por profesionales de
diferente índole. Por lo tanto, es importante que tengan bien en claro los principios y
valores. El profesional, cuando se dedica a su labor con un sentido de vocación,
siempre actuará buscando el beneficio de la otra persona. En ese sentido, el ejercicio
correcto de estas profesiones ayuda a la sociedad. Ya que, si existe un servicio
profesional de calidad, se está ayudando al desarrollo de un país. Sin embargo, existen
posibles conflictos que conllevan a la vulneración de la ética de las profesiones. Por
ello, es importante una educación adecuada desde la elección de su carrera.
Existe una diferencia entre los principios y normas éticas. Los principios son señales
que indican el correcto actuar las cuales deben estar acorde con la moral. Mientras que
las normas son reglas que se deben seguir de acuerdo a las conductas, tareas y
actividades. Esto quiere decir, “Los principios se diferencian de las normas porque son
más generales que éstas, ponen sobre la mesa los temas y valores del vivir y del actuar
mientras que las normas aplican los principios a situaciones concretas”. (Garcia,2006,
p.131-132).
Principio de beneficencia:
Este principio está relacionado a la acción de hacer el bien, establece que el profesional
nunca debe actuar en perjuicio del cliente, es más siempre debe buscar el beneficio o
bienestar de quien solicita sus servicios. Pero ¿Cuándo se puede ver vulnerado este
principio? Asociándolo con nuestra realidad hacemos referencia a los muchos casos de
corrupción, en el poder judicial muchas veces denunciantes han tenido el desagrado de
presenciar como a su acusado los liberan, bajo fundamentos absurdos, en base a
sustento por “falta de pruebas” y “golpes leves”. En nuestra sociedad el tipo de
denuncias de fiscales comprados es pan de cada día.
Augusto Hortal (2002) Según Alasdair MacIntyre, conocido filósofo y autor de obras sobre
historia de la filosofía y teología hace referencia a la distinción entre bienes intrínsecos
y extrínsecos. Los primeros están ligados a la adecuada realización de la práctica
profesional, mientras que los segundos se refieren a las recompensas económicas, de
poder y de prestigio que se asocian a ella (p.123-124).
En la práctica los bienes intrínsecos son los que deberían ser prioritarios, pero la
mayoría de estos profesionales se dejan deslumbrar por el beneficio económico
ofrecido o por la promesa de un mejor cargo a cambio de “apoyo” a un trabajador
público corrupto.
Principio de no maleficencia:
Este principio se refiere a que el profesional no deberá hacer daño, es decir no hacer
daño al propio oficio profesional, ni a la persona a quien esté teniendo como cliente o
paciente.
a) Del daño físico: Este daño refiere a que la persona que está siendo sujeto de
investigación no deberá estar expuesta a daños físicos ni a quedar en peor
condición de la que ya se encontraba. Aunque este tipo de daño es más común en
la investigación médica y biológica, puede producirse también en la investigación
social y psicológica.
b) Daño emocional y legal: En este tipo se encuentran los daños a la propia estima del
sujeto investigado, el cual sería daño emocional y si se plantean temas
problemáticos, y en cuanto a que, si en el proceso de investigación se revelan
actos criminales cometidos, la posesión de la información puede generar fuertes
temas legales.
Por lo tanto, en este principio esta expresado que no se debe perjudicar ni hacer mal a
otros, no manipularles ni ejercer violencia sobre ellos, no violar sus derechos ni
ignorarles como personas; no cometer injusticias privándoles de lo que se les debe o
les corresponde. Esto quiere decir, “El juramento hipocrático expresa claramente la
obligación de no maleficencia y la de beneficencia: Usaré el tratamiento para ayudar a
los enfermos de acuerdo a mi habilidad y mi juicio y nunca los usaré para perjudicarlos”
(Beauchamp y Childress, 2001, p. 113). En ese contexto, el principio de no maleficencia
es una obligación para no perjudicar a un cliente o paciente.
Se han visto casos que profesionales médicos que han faltado a este principio, por
ejemplo el caso de un médico del seguro que al momento de intervenir en una operación
a la pierna izquierda , este le amputa la pierna derecha, afectando así la situación del
paciente a quien al final tuvieron que amputarle las dos piernas, en este caso le han
ocasionado un daño tanto físico como psicológico, puesto ya que de por sí este paciente
se encontraba devastado por la decisión de amputarse una pierna, ¿Cómo creemos que se
sintió cuando se enteró que por error se tuvo que quedar sin ninguna pierna?.
Principio de autonomía:
Principio de justicia:
En la actualidad, se está viendo por muchos medios que este principio se está vulnerando.
Desde que empezó la pandemia del Covid-19, uno de los protagonistas a quien hace
referencia Bermejo que en este caso sería el estado, está incumpliendo con los recursos
que se le deberían brindar a los médicos y a todo el personal de hospitales, al no contar
con los equipos necesarios para la atención es imposible que personales médicos puedan
ejercer su labor al 100 %, es por ello que vemos muchos hospitales colapsados y sin
oportunidad que muchos pacientes puedan ser atendidos. Es ahí donde se rompe el
equilibrio entre las necesidades, exigencias y expectativas. Al respecto, Hirsch (2002)
manifiesta lo siguiente:
Dicho de otro modo, la autora indica que el principio de justicia busca la armonía en
todo su esplendor, para todos los intervinientes.
Normas éticas:
Son reglas que deben seguirse o ajustarse de acuerdo a las conductas, tareas o
actividades, permitiendo llegar hacia los valores éticos y fundamentalmente son: la
confidencialidad, veracidad y fidelidad. En primer lugar, la confidencialidad hace
referencia a que todo lo que se observe u oyera, deberá quedar reservado por otra u otras
personas En segundo lugar, la veracidad como acto tácito de interrelación con las demás
personas. Y, en tercer lugar, la fidelidad ser leal al saber y entendimiento.
Cuando las personas llegan a ser adultos, deben comprender que la profesión será la
actividad esencial en su vida. Por lo tanto, toda persona consciente planifica un proyecto
de vida personal que sea satisfactorio para sí misma. Al respecto, comencemos definiendo
la palabra profesional, y podemos indicar que son aquellas personas que saben y realizan
de manera correcta su labor y ocupan la mayor cantidad de su tiempo a ella. De esta
manera la profesión se vuelve su recurso de vida. Y para ello, es necesario tener juicio
ético. Así mismo, se detallará algunos juicios o criterios éticos que serán beneficiosos al
determinar un proyecto ético personal.
En el primer criterio, elegir una profesión digna, en este caso, se debe tener en cuenta
que al elegir una profesión se tiene que analizar si es una profesión como lo definimos
anteriormente, o es una dedicación o afición injusta como ser un traficante o mafioso.
Porque, no toda dedicación puede ser llamada profesión. Por ende, al optar una profesión
se deberá eliminar aquella que atenta contra los derechos humanos. Al respecto, Martínez
(2006) manifiesta lo siguiente:
Sería moralmente incorrecto elegir una profesión que uno sabe de
antemano que no a poder desempeñar adecuadamente por falta de
algunas capacidades que son esenciales para ejercerla, puesto que las
consecuencias de una tal elección seria a la larga perjudiciales para las
personas beneficiarias de la profesión (pacientes, alumnos, clientes,
usuarios, etc.). (p.9)
En otras palabras, el autor considera que las profesiones tienen que ser elegidas
teniendo en cuenta que podrá ejercer de manera idónea, o por el contrario al ejercer de
manera incapaz estaría perjudicando a la sociedad.
En el segundo criterio, elegir una profesión compatible con las propias creencias y valores,
por lo tanto, se tiene que cuestionar si la profesión que está escogiendo le va posibilitar
consolidar sus valores y creencias. Teniendo en cuenta que no debe elegir una que lo va
alejar de sus aspiraciones éticos profesionales. Es decir, sería conveniente que una
persona que conserva una creencia religiosa determinada elija una profesión que se
encuentre con mayor afinidad con las creencias, convicciones y grado de vocación.
En el tercer criterio, elegir una profesión que sea congruente con la propia personalidad.
Al respecto, es necesario tener grado de vocación, de esta manera pueda desempeñarse
como persona y alimentar el esfuerzo que le llevará a la excelencia profesional.
En el ámbito de acción
En nuestra sociedad resalta de alguna manera las instituciones técnicas viable para
estudiantes con menor recurso económico, debido a la omisión de puntos importantes en
el proceso educativo como la formación ética y valores llevados en un contexto familiar,
político y social, dando lugar a la parte práctica para la obtención de mayores
oportunidades en mejora a la calidad de vida de un profesional tomando con
responsabilidad decisiones para el futuro. El autor Gregorio Sánchez Oropeza, nos detalla
mejorar la calidad de enseñanza a las próximas generaciones de estudiantes con vocación
tanto humanitaria y social; tomando en cuenta talleres culturales con diversos contenidos
de inclusión y problemática de nuestra situación actual como ejemplo didáctico, creando
conciencia y reflexión de hechos reales en nuestro país. Al respecto Sánchez (2006)
manifiesta lo siguiente:
En otros términos, el autor revela que existe una gran responsabilidad de las
instituciones educativas en formar profesionales inclusivos.
A modo de conclusión
En conclusión, la ética profesional nos brinda principios y normas las cuales fueron
elaboradas para la correcta aplicación de los profesionales, al no cumplir a cabalidad
dichas normas se estaría entrando a una vulnerabilidad de la ética profesional, por ello es
muy importante elegir una profesión digna, una profesión compatible con las propias
creencias y elegir una profesión que sea congruente con la propia personalidad, todo ello
ayudara a no ir en contra de la ética de la profesión. Debido a los temas estudiados
analizamos la importancia al nivel educativo con la implementación de gestiones y
procesos para la formación ético y moral de los futuros profesionales y poner en práctica
en el medio que nos vamos a desarrollar en consideración a nuestra situación actual.
Finalmente, se considera que es importante la no vulneración de la ética en la profesión. Y
su ejercicio correcto de la ética profesional, contribuyen con el desarrollo de la sociedad.
Referencias:
Hortal, A. (2002) Ética general de las profesiones. Bilbao, España, Desclée De Brouwer SA.
Beauchamp, T. y Childress, J. (2001) Principios de ética biomédica. (5.ª ed.). Nueva York, Oxford
University Press.
García, C. (2006) Ética de las profesiones. pp. 127-132. En Revista de la Educación Superior, vol.
XXXV (1), núm. 137.
(https://www.redalyc.org/pdf/604/60413710.pdf)
(Dialnet-LaEticaProfesionalBasadaEnPrincipiosYSuRelacionCon-4406374.pdf)
http://www.emiliomartinez.net/pdf/Etica_Profesion.pdf
SANCHEZ, G. (2006) Mundo siglo XXI. pp. 66-71. En: La ética profesional: compromiso social y
educativo.
(https://www.mundosigloxxi.ipn.mx/pdf/v02/07/07.pdf).