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PATOLOGÍA EN LOS RASGOS GRAFOLOGICOS

La importancia de detectarlos en el proceso de Selección de Personal


Son conocidos los aportes que la Grafología ha prestado a la Psicología Experimental. Los comentarios
permanentes sobre la calidad de los trazos escriturales realizados por Karl Koch (El test del árbol) y por
Lauretta Bender (Test Gestáltico Visomotor), alejan a esta práctica herramienta de toda interpretación
esotérica.

Al ser la escritura un acto individual, ésta es única e irrepetible, aún, cuando conserve trazos
similares a los incorporados durante el proceso educativo, al formar parte de una Gestalt, la letra
se puede analizar desde una visión holística integradora, y las relaciones dinámicas que
aparezcan en su totalidad nos hablarán de las distintas personalidades de los postulantes a
evaluar. Si bien el ser humano es determinado y libre, también es cierto que no existe hombre que
esté libre de conflictos.

Cobra importancia al momento de adaptarse a las circunstancias, la educación familiar, escolar y


las experiencias vividas para que el hombre pueda integrarse de manera sana y creativa o
masificarse y robotizarse; Una personalidad adaptada es el resultado del desarrollo de la conducta
por el cual el ser humano puede integrarse de manera satisfactoria o al menos, sin grandes
conflictos con el medio ambiente.

En este proceso, al decir de Bleger (Psicología de la conducta), aparecen tres áreas de conducta:
Mental, Corporal y Social y, si bien funcionan de manera interactiva, en ciertos momentos
predomina un área sobre otra y de allí, se derivan los tipos de personalidad.

A esta actividad evolutiva natural, debemos agregar que el hombre, para dar respuestas a sus
conflictos, elige y en este juego de alternativas, no sólo aparecen las alteraciones de las áreas
mental, corporal y social por disfunciones orgánicas, accidentes o problemas psíquicos, sino que
el alcohol, las drogas (legales y de las otras), la falta de control sobre las emociones, atentan
contra la capacidad adaptativa, cercenan el talento natural y reprimen los potenciales naturales.

Al estar todo el tiempo produciendo significados, en el acto de escribir proyectamos mensajes que
pueden coincidir o no con el objetivo buscado. Así como para un entrevistador experimentado, no
se le escapan en la conversación el discurso, la postura corporal, los gestos faciales y el tono de
la voz para detectar mensajes ambiguos, también en grafología, cuando efectuamos los trazos
gráficos, estamos produciendo significados. No sólo exponemos el mensaje, sino que también
manifestamos rasgos de nuestra personalidad más profunda, nuestros estados anímicos,
estructuras rígidas o flexibles, funcionamiento de nuestro sistema psico-físico y, en definitiva, todo
aquello que nos diferencia y nos distingue de los demás. Es obvio que en esta acción proyectamos
también nuestras fortalezas.

En el acto de escribir se refleja nuestra actividad nerviosa, por eso, a pesar del factor tiempo y de
nuestra voluntad, es difícil modificar automatismos ya fijados sino es por medio de una ayuda
terapéutica que nos lleve a realizar profundos cambios internos. Sólo así, el trazo escritural
proyectará la modificación producida.
Ahora ¿cómo determinamos si una escritura presenta signos patológicos?

En una escritura sana, los movimientos avanzan en el espacio con un impulso decidido y sin
ninguna clase de inhibición. Los trazos son firmes y suaves de acuerdo con el formato de las letras.
La presión ejercida sobre el papel no presenta deficiencias ni excesos de profundidad y los rasgos
aparecen bien nutridos de tinta. Cuando el ritmo –que es propio- es espontáneo y libre, no
acusando trabas en la onda gráfica y el movimiento es continuo, sin regularidades excesivas y sin
rigidez, pero conservando un cierto orden inconsciente en la relación: movimiento, firmeza y
espacio.

En definitiva, cuando el escrito, aún sin saber de Grafología nos transmite una sensación de
armonía, orden y naturalidad, tal como sería la impresión que recibimos cuando conversamos
personalmente con alguien.

En consecuencia, una escritura presenta patologías cuando se observan temblores,


empastados, rasgos regresivos que detienen el ritmo normal de la escritura; cuando la
misma es estereotipada, dibujada o, cuando la emotividad no controlada hace que la onda
gráfica se desplace en el espacio de manera desordenada, anárquica y avasallante.

Para una mayor comprensión acompañamos algunos ejemplos de esto:

A) Escritura excesivamente grande,


bucleada, lenta, algunas letras invaden el
lugar de las otras como así también,
partes constitutivas de las mismas caen
sobre los renglones inferiores. El original
carece de firma por omisión del actor.

Significado: Denota una sociabilidad


calculada dirigida al logro de los propios
objetivos con el mínimo esfuerzo. El yo
busca el efecto exterior necesitando
destacarse y brillar, de llamar la atención de
los demás en torno de sí mismo. ilusiones
fantásticas de grandeza, esnobismo,
vanidad narcisista, megalomanía.
B) mecánicos y uniformes, estereotipados.
Los mismos se suceden como puestos por
una máquina de escribir.

Significado: La estereotipia gráfica es


incompatible con una buena salud mental.
El sujeto funciona programado por esquemas
y hábitos que le dan sostén a la conducta. Se
aferra rígidamente a sus principios teniendo
un comportamiento social “acartonado” y
distante. Carece de aptitudes para tareas de
creatividad e incapacidad para la
improvisación debido a las limitaciones que el
automatismo lleva consigo.

C) En este caso, la gráfica presenta un


margen izquierdo irregular, las letras
aparecen desunidas en algunas palabras y
éstas, con una gran separación entre ellas.
En el inicio de la rúbrica aparece un número
dos y, en el texto, se leen frases ambiguas.

Significado: Existe una situación conflictiva


entre los estímulos que lo mueven al deseo,
a la atracción y al rechazo de los mismos.
La sexualidad no aparece bien definida, por
el contrario, sostiene una lucha consigo
mismo que le produce gran ansiedad y un
comportamiento neurótico en el que se
encuentran disociados el pensamiento, el
sentir y el obrar.
D) El test G.V. de Bender y el escrito han
sido realizados por la
misma persona. En ambos se observan
serias anomalías.
Dificultad para ubicarse espacialmente,
superposición de figuras, amontonamiento
de las mismas y defectuosa terminación de
algunas. Las letras, aparecen mezcladas
de
manera compulsiva, pasan de tipográficas
a cursivas. Se aprecian barras de "t" con
torsiones, letras "i" fragmentadas y algunos
temblores.

La firma aparece con marcadas


desproporciones al inicio y al final,
lanzándose al exterior con suma
agresividad.

Significado: Se trata de un joven adicto,


con dificultad para controlar sus impulsos.
La personalidad fuertemente escindida le
impide ver la realidad tal cual es. Por lo
tanto vive en un mundo de fantasías y,
cuando algo que se presenta no es de su
agrado, cae en una excitación psicomotriz
que lo lleva a obrar de manera violenta
contra el entorno.
Es obvio que los rasgos grafo-patológicos no se agotan en estos ejemplos, que tienen como
finalidad el demostrar que el proceso psicomotor que se pone en movimiento al momento de
escribir nos da una imagen fiel del sujeto realizada por él mismo, sin intermediarios y sin el
riesgo de la inhibición y nerviosismo que toda prueba psicotécnica produce cuando la persona
se siente "examinada". Negar hoy los fundamentos que informan y sustentan la grafología sería
tanto como desconocer la constitución bio-psíquica del hombre.

Bibliografía:
Grafología y Grafopatología- Dr. Alberto Posada Angel Ed. Paraninfo Escritura y
Personalidad- Augusto Vels - Ed. Herder Psicología de la conducta - José Bleger - Ed. Centro
editor de América Latina

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