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TEMA 5 – la poesía de la generación del 27 y el teatro de Lorca

CONTEXTO HISTÓRICO: El clima de crisis y represión que caracterizó la última etapa de la dictadura de primo de
rivera y los primeros años de la segunda república, culmina con el alzamiento del ejercito en 1936 que les ato una
tormenta de sangre que no concluiría con el fin de la guerra en el 39, sino que se prolongaría 40 años más en la
dictadura del general Franco. En este ambiente surge un grupo de jóvenes escritores que llevan a cabo la renovación
del panorama literario español constituyendo “la edad de plata” de nuestra literatura.

En 1927 se celebra el tricentenario de la muerte de Góngora en el ateneo de Sevilla; allí se reúnen: Pedro Salinas,
Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Rafael
Alberti, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.

Todos ellos tienen como referente a Góngora por su perfección formal y como él, buscan el equilibrio entre lo culto y
lo popular, la tradición y la novedad. Muchos son amigos y conviven en la residencia de estudiantes, participan en las
mismas revistas (revista de occidente), reciben una amplia formación literaria y comparten unos maestros comunes:
Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez.

Las vanguardias también influyeron en estos poetas que a la vez que desarrollaban el verso libre, rescataban del
olvido estrofas clásicas; comparten el sentimiento de desolación y agotamiento propio del arte deshumanizado a
través del tema de la ciudad que representa su idea de progreso. Otros temas son la naturaleza cercana, el amor
humano e individual, el compromiso con su tiempo, y la resignación ante la muerte. Destacamos además la riqueza y
originalidad de sus metáforas.

En la evolución del grupo se distinguen 3 etapas:

• Etapa inicial de deshumanización, marcada por la preocupación estética siguiendo los principios del arte
puro y minoritario defendidos por Ortega.
• La segunda etapa de rehumanización, marcada por la influencia del surrealismo y el creciente compromiso
político.
• Una etapa final de disolución del grupo con el exilio de alguno de sus miembros y la muerte de otros como
García Lorca.

Pedro Salinas comienza con “presagios” una etapa de poesía pura; después trata el sentimiento amoroso en “la voz
a ti debida”, hasta llegar al dramatismo de “todo más claro”. La poesía pura e intelectual es fundamental en la obra
de Jorge Guillén que recogió bajo el titulo “aire nuestro” del que destacamos la alegría y el vitalismo de “Cántico”.

Con sus antologías Gerardo Diego contribuye a la consolidación del grupo y evoluciona desde una poesía tradicional
en “versos humanos” a la libertad propia de las vanguardias con “Manual de espumas”. Las vanguardias son también
fundamentales en la primera etapa de Vicente Aleixandre (premio nobel de literatura en 1977) con “pasión por la
tierra”. Su siguiente etapa esta dominada por el surrealismo “espadas como labios” y “sombra del paraíso”, obra que
junto a “hijos de la ira” de Dámaso Alonso impulsan la renovación poética posterior. La experiencia es el eje central
de su siguiente obra “historias del corazón”; en su última etapa recupera los procesos surrealistas en “poemas de la
consumación”.

El verso libre, en su realismo y los ambientes idealizados los encontramos en Rafael Alberti a través de temas como
el mar, el amor, el dolor y el exilio. “Marinero en tierra” refleja la nostalgia del mar de su Cádiz natal; “Cal y canto”
muestra la influencia gongorina; “Sobre los ángeles” obra cumbre del surrealismo español revela su conflicto
existencial; “Poeta en la calle” representa su poesía política comprometida; y “entre el clavel y la espada” nos
muestra a un Alberti nostálgico por el paso del tiempo.

IMPORTANTE. La muerte y el amor frustrado son una presencia constante en la poesía de García Lorca, junto a ellas
aparecen la tradición y la Andalucía trágica en sus primeras obras “Poema del cante jondo” y “Romancero gitano”.
“Poeta en Nueva York” fruto de su estancia en esa ciudad y de la influencia del surrealismo nos muestra su
conciencia social representada por el hombre incomprendido en conflicto con su propia existencia. Su simbología, su
erotismo y la fuerza de sus imágenes continúan en sus siguientes obras “canciones”, “El diván de Tamarit” y “Llanto
por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”.
El teatro de Lorca ala altura de su poesía prostituye una de las cumbres del teatro español y universal; tras comenzar
con obras de apariencia infantil como “la zapatera prodigiosa”, y sus coqueteos con el drama histórico “Mariana
Pinea” a su regreso de Nueva York compone piezas renovadoras de corte experimental y surrealista que forman el
ciclo de las comedias imposibles, “así que pasen 5 años” y “el público” que fueron tan renovadoras que no se
estrenaron hasta los años 80 del siglo pasado.

Lo verdadera perdurable de su teatro es el ciclo formado por las dos tragedias “Yerma” y “bodas de sangre”, y los
dramas “Doña Rosita la soltera” y “La casa de Bernarda Alba”, obras que tratan los mismos temas que su poesía, la
frustración y el deseo imposible, que se manifiestan en un doble plano, el metafísico donde las fuerzas enemigas son
la muerte y el paso del tiempo; y el social donde los prejuicios y las convenciones impiden la realización personal.

Igualmente, frustrada y dolorosa es la poesía de Luis Cernuda que recoge en “la realidad y el deseo”. También
destacamos las islas invitadas de Manuel Altolaguirre; “llanto en la sangre” de Emilio Prados y las portaciones del
grupo de las sinsombrero (María Zambrano, Rosa Chacel…).

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