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LA POÉTICA DE LA GENERACIÓN DEL 27: ENTRE TRADICIÓN Y

VANGUARDIA.

1. El concepto de poética.
Con el término poética hacemos referencia a la concepción que cada escritor tiene de su
propio proyecto literario (qué pretende expresar, cómo ha formado su estilo, qué
influencias reconoce).
En el caso que nos ocupa de la Generación del 27 es posible identificar una poética
compartida a lo largo del tiempo en trayectorias, por lo demás, tan singulares y variadas.
El rasgo definitorio de esta poética común sería su capacidad para la síntesis entre la
herencia asumida de la tradición literaria, por un lado, y las nuevas posibilidad
expresivas de la más moderna poesía de vanguardia, por otro.

2. Entre la tradición y la vanguardia.


(a) LA TRADICIÓN POPULAR Y CULTA A la hora de hablar de las influencias
recibidas de nuestra tradición literaria —ese conjunto de autores y obras que han quedado
fijados como canónicos a través de los siglos—, habría que distinguir entre las
aportaciones de la lírica popular y las de la lírica culta.

De la lírica popular −anónima, de transmisión oral y vinculada al canto− les fascina su


capacidad para la expresión de emociones, su esencialidad, su transparencia. De ella
incorporan el verso de arte menor −especialmente el octosílabo−, y el gusto por las rimas
en asonante. De ahí la presencia del romance en su obra (por ejemplo, el Romancero
Gitano de Lorca). También viene de lo popular el uso de estrofas como la copla, la
redondilla o la cuarteta.

-El neopopularismo. El poema del cante jondo de García Lorca y Marinero en tierra
de Rafael Alberti.
El poema del cante jondo se publica en 1931 pero lo había escrito en los años veinte. Es
un libro compacto, lleno de ayes, dolor y muerte ambientado en Andalucía. Lorca expresa
su propio dolor de vivir a través del dolor que rezuman los cantes “ hondos” de su tierra.
Su lengua poética alcanza aquí por primera vez esa identificación con lo popular
mezclado con la elaborada estilización culta.
Otro claro ejemplo de este neopopularismo lo tenemos en el poemario de Rafael Alberti
Marinero en tierra. Libro inspirado en la nostalgia de su tierra gaditana, de su mar, de las
salinas a través de unos versos que se inspiran en la lírica tradicional y que están llenos
de luz, blancura y vivo colorido.

En el ámbito lírica culta, los poetas del 27 reconocen distintas influencias:


• Por una parte, nuestros poetas clásicos de los Siglos de Oro: Garcilaso, San
Juan
de la Cruz o Lope de Vega. De ellos aprenden el uso del endecasílabo y la técnica para
componer estrofas como la décima o poemas como el soneto.
De manera especial les inspira la obra del poeta barroco Luis de Góngora, hasta entonces
olvidado: admiran su ingenio verbal y sus metáforas deslumbrantes. El hermetismo
elitista de Góngora el oscuro conectaba muy bien con las tendencias vanguardistas y
deshumanizadoras de la poesía de su tiempo. Para ellos fue un precursor de la modernidad
poética en nuestra lengua.
• Por otra parte, el romanticismo de Bécquer inspirará el giro hacia una lírica
más sentimental y humanizada que los autores del 27 cultivarán a partir de los
años treinta.
• Por último, aunque ellos los consideraran un contemporáneo y no tanto parte de
la tradición, no puede olvidarse la influencia tutelar de Juan R. Jiménez: su
búsqueda de la poesía pura, el gusto por lo popular y no pocas de las innovaciones
formales aparecidas en Diario de un poeta recién casado (verso libre, prosa
poética).

La poesía pura. Cántico de Jorge Guillén y La voz a ti debida de Pedro Salinas.

En esta línea se encuadra el poemario de Cántico de Guillén iniciado en 1919 y publicado


en 1928. La poesía de Guillén es una expresión de entusiasmo ante el mundo y ante la
vida. El poeta se complace en la contemplación de todo lo creado. Y es un poemario
decididamente antirromántico pues prefiere cantar al amanecer o al mediodía, escoge el
esplendor primaveral, el amor no es sufrimiento, sino cima de vivir y ante la muerte
adopta una actitud de aceptación serena. Lo mismo le sucede a Pedro Salinas con La voz
a ti debida. Su antirromanticismo se muestra en que el amor es una prodigiosa fuerza que
da plenitud a la vida y confiere sentido al mundo. Es un acontecimiento jubiloso. Tiene
una agudeza y arte de ingenio que se manifiestan en paradojas, sutiles juegos de ideas,
condensación de conceptos..

b. LA VANGUARDIA: A todo este caudal de nuestra tradición se suman las


innovaciones propuestas por los movimientos de vanguardia artística y literaria surgidos
en España y en Europa en las primeras décadas del siglo XX.

La recepción del novedoso arte de vanguardia en nuestro país contó con el apoyo del
filósofo José Ortega y Gasset. Su ensayo La deshumanización del arte legitimaba
intelectualmente las nuevas tendencias. Ortega apostaba por una literatura anti-
sentimental (anti-romántica), ingeniosa e irónica. La Revista de Occidente y La Gaceta
Literaria fueron las revistas que difundieron las nuevas ideas artísticas.
En esta nueva coyuntura el escritor Ramón Gómez de la Serna representó un papel estelar
en la introducción de las vanguardias. Fue el inventor de la greguería: un enunciado
poético breve e ingenioso que surgía de la suma de la metáfora más el humor. Las
greguerías estaban en la línea de la nueva literatura defendida por Ortega y Gasset.
El ultraísmo, vanguardia española. Gerardo Diego
El ultraísmo que fue un efímero movimiento español cuyo primer manifiesto aparece en
1919. Incluye temas maquinistas y deportivos, utiliza los caligramas y su máximo
impulsor fue Guillermo de la Torre que ilustró sus doctrinas con poemas visuales en su
libro Hélices. Gerardo Diego fue el representante español del Creacionismo, así en
Manual de espumas, ya aparece esa referencia a una poesía libre de imaginación,
juguetona y al margen de toda lógica “ Creer lo que no vimos, dicen que es la fe; crear
lo que nunca veremos, esto es la Poesía”
El surrealismo, vanguardia europea. La realidad y el deseo de Luis Cernuda y La
destrucción o el amor de Vicente Aleixandre.
De entre todos los movimientos de vanguardia, los que encontraron mejor acogida entre
los jóvenes poetas del 27 fueron el Creacionismo y especialmente el Surrealismo, que
inspiraría alguno de los libros más célebres de la generación.
Surgido de las teorías del psiquiatra vienés Sigmund Freud, el arte surrealista buscaba
representar el mundo inconsciente de los sueños; se pensaba que en ellos se manifestaban
libremente nuestros conflictos más íntimos, ocultos y reprimidos por la racionalidad y las
normas sociales. A diferencia de otras, vanguardias, el surrealismo no fue un arte ajeno a
los problemas del ser humano y a los conflictos de la historia. En la poesía surrealista los
textos fluían sin que aparentemente hubiera un control racional por parte del escritor, un
método denominado escritura automática. Se empleaba preferentemente el verso libre y
la irracionalidad del mundo onírico se expresaba mediante recursos como la imagen
visionaria (“mi cuerpo se vuelve choza de madera”) o el desplazamiento calificativo (“el
trino amarillo del canario”).

Desde 1936 Cernuda reunió diversos libros bajo el título común La realidad y el deseo,
las dos palabras que expresan el conflicto medular de su vida y su poesía. En su estancia
como lector en Francia hace que lea poesía surrealista y surge un libro Los placeres
prohibidos (1931) con poemas alejandrinos sin rima, en versículos en los que el malestar
y la osadía que le atraían del surrealismo se mezclan con sus problemas íntimos. Por su
parte, Vicente Aleixandre, en La destrucción o el amor ( 1932-1933) la pasión amorosa
se confunde con la pasión por una muerte liberadora: de ahí la construcción identificativa
del título. Encierra esta obra algunos de los poemas amorosos más intensos que se han
escrito en nuestra lengua.

(3) Eclecticismo. Síntesis de contrarios.


Una poética inspirada en la síntesis entre tradición y vanguardia requiere de autores
dotados de una gran versatilidad, capaces de armonizar tendencias aparentemente
opuestas: (a) lo intelectual y lo sentimental; (b) la técnica más depurada y la inspiración;
(c) el hermetismo con la claridad y la transparencia; (d) nuestra tradición literaria con las
tendencias universales. La versatilidad y el eclecticismo serán también otras marcas
distintivas de la generación.
4. Periodos y evolución de la Generación del 27
La poética de la Generación del 27 se manifiesta en distintas corrientes a lo largo del
tiempo. A grandes rasgos, podemos delimitar tres periodos:
(a) Primer periodo: década de 1920-1930.
Durante estos años ven la luz los principales libros de la corriente neopopular: Marinero
en Tierra (1924) de Rafael Alberti o los libros de Lorca, Poema del cante jondo y
Romancero gitano. Es también la época de los poemarios influidos por la poesía pura en
la estela de Juan Ramón. Un libro emblemático es Cántico de Jorge Guillén. Por su parte,
la fascinación por Góngora inspira la corriente neogongorina en libros como Cal y Canto
de Alberti. Más allá de las obras creacionistas de Gerardo Diego al comienzo de la década
(Imagen), en los últimos años aparecen las principales obras del surrealismo poético
español: La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre, Sobre los ángeles de Alberti y
Poeta en Nueva York de Lorca. En todas ellas se aprecia ya una tendencia a la
rehumanización: pasan a un primer plano las inquietudes humanas y las injusticias
sociales.
2º periodo: 1930-1936 (comienzo de la guerra civil española).
Durante este periodo se produce un giro hacia una poesía más humanizada, ya anticipado
en los libros surrealistas. El ingenio y la ironía ceden paso a la expresión de los
sentimientos. Reaparece la influencia de Bécquer. Es el momento de las grandes obras
neorrománticos: La voz a ti debida de Pedro Salinas, Donde habite el olvido de Luis
Cernuda y La voz en el viento de Ernestina de Champourcín.
3º periodo: Desde 1936 (guerra, posguerra, exilio, reconocimiento...)
Las esperanzas puestas en el advenimiento de la 2ª República se ven frustradas por el
golpe de estado de Franco y la Guerra Civil. Lorca es asesinado. Durante la guerra
aparecen algunos libros de poesía de combate en apoyo a la causa republicana.
Finalizada la guerra, algunos poetas permanecieron en España; otros, sin embargo,
optaron por el exilio. Cada uno entregado a su destino singular, continuarán su trayectoria
literaria sinrenunciar a los rasgos esenciales de su poética.
Los que se quedaron en España se constituyeron en maestros de las nuevas generaciones
depoetas e impulsaron distintas tendencias:
(a) Poesía clasicista. Poesía inspirada en los clásicos del Siglo de Oro: sonetos de técnica
depurada y meditación religiosa. Este fue el camino seguido por Gerardo Diego, Alondra
de verdad.
(b) Poesía desarraigada. Otros, como Dámaso Alonso, expresaron su dolor en una poesía
que se interrogaba por la orfandad del ser humano y la lejanía de Dios ( Hijos de la ira).
Los que marcharon al exilio expresaron su pesadumbre por las tragedias de la historia. El
Cántico optimista del Guillén de los años veinte se convierte en pesimismo en Clamor.
Algunos expresaron su añoranza por la tierra perdida (Mª Teresa León, Memoria de la
melancolía); Cernuda, por contra, renegó de este país y de su funesta historia en un libro
tan desgarrador como Desolación de la Quimera. No faltó tampoco la evolución hacia
una poesía de carácter hondamente religioso, como muestra el caso de Ernestina de
Champourcín.

(5) POSTERIDAD. La obra generada por los autores del 27 es sin duda una de las más
ricas y estimulantes de la literatura en lengua española. No es fácil encontrar un grupo de
poetas tan eclécticos, versátiles y dotados técnicamente. Su influencia sobre las nuevas
generaciones no cesa. La concesión del premio Nobel en 1977 a Vicente Aleixandre,
además de reconocer la indudable calidad de su obra, quizá fuera también un homenaje
al conjunto de los poetas de su generación.

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