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propiedad y en el registro
Problemática en la transmisión inmobiliaria*
El presente trabajo fue materia de ponencia en el “Congreso Internacional por los 30 años del
Código Civil” realizado en la ciudad de Arequipa del 5 al 7 de diciembre de 2014, organizado
por la Corte Superior de Justicia de Arequipa; y, entregado a los organizadores para su publica-
ción en el respectivo libro de ponencias del citado Congreso.
26 Defensa de la posesión Héctor E. Lama More / La posesión en la propiedad y en el registro 27
trario, la propiedad ha sido creada para asegurar la posesión; la posesión en materia de derechos reales lÁ apariencia jurídica se encuentra estre-
apareció primero, la propiedad surgió después. Por ello, en determinados chamente ligada a los medios icidad; todo medio de publicidad
escenarios, la posesión vencerá a la propiedad; el que se presenta en el crea-ura apariencia y toda apariencia es en ella misma una forma de
caso narrado es uno de ellos; la usucapión es otro. publicidad. Señala con justa precisión que en el campo de los derechos
reales hay dos grandes formas de publicidad: i) la situación de apariencia
La posesión, en el sentido que la entendemos en nuestro país, la ejer- de titularidad real que se produce con la creación de un signo exterior de
ce quien, en los hechos, usa y disfruta un bien en interés propio; la pose- recognoscibilidad, como es el caso de la posesión; y ii) la situación creada
sión permite el goce de los bienes; es la realidad incontrastable. El Dere- por la inscripción en los registros públicos.
cho esla ficción, la entelequia, creado por el hombre para asegurar, con la
fuerza del Estado, que los bienes materiales o inmateriales- asignados a 3.1. Posesión y registro
determinadas personas no sean intervenidos por extraños; impone reglas
La posesión y el registro, cada uno en sus respectivos niveles, son
para proporcionar seguridad y tranquilidad a las personas y la sociedad;
medios de publicidad de derechos reales, y como tales cumplen un rol
sin embargo, el Estado puede fallar y convertir al propietario en un por-
diosero, por acción o por omisión. importante en el tráfico de bienes; al lado de la publicidad registral y del
registro inmobiliario como forma e instrumento básico de la publicidad
El Estado no tiene otra opción que la de prote posesión, sea por
la ger relativa al dominio y a los derechos reales sobre bienes inmuebles, con-
omisión —frente a casos de “convulsión social”- o por acción —frente a serva hoy todo su valor la figura de la posesión; no cabe duda, refiere el
supuestos en que la posesión puede ser la exteriorización de un derecho citado jurista español”, que en el derecho moderno la posesión es tam-
cierto y válido-; en esta última, la defensa posesoria -judicial o extra- bién instrumento de publicidad de los derechos reales, y puede colarse en
judicial- es un primer mecanismo para impedir el eventual abuso o la alguna medida como institución paralela de la publicidad registral.
arbitrariedad de quienes invocan tener un mejor derecho, abriendo el ca-
Por ello las reglas fijadas por el Derecho, con el objeto de dar seguri-
mino para que ello -la invocación del mejor derecho- se dilucide en un
dad a la titularidad sobre bienes, han encontrado un escenario propicio
proceso previsto legalmente.
en el mecanismo denominado Registros Públicos. El acceso libre a la in-
Ahora bien, en el debate sobre los derechos de propiedad sobre bie- formación, dado su carácter público, proporciona una referencia segura
nes, sería un contrasentido dejar de lado los derechos posesorios sobre sobre quiénes son titulares respecto de determinados bienes; deja de lado
estos o ignorar la realidad posesoria de los mismos, es decir, quiénes y la incertidumbre al momento de adquirirlos, pues impide la costosa ave-
por qué razón se encuentran en posesión de ellos. riguación de los antecedentes que dan origen al derecho de quien nos
los transfiere; sin embargo, la seguridad que proporciona la apariencia
3. La publicidad: necesidad de proteger la apariencia jurídica en jurídica que emana del registro si bien protege al tercero de buena fe, no
materia de derechos reales obstante, muchas veces el sistema no proporciona mecanismos de pro-
A diferencia de las relaciones obligatorias, que generalmente perma- tección al verdadero propietario o titular del derecho que mantiene la
necen en el ámbito de las partes, las relaciones jurídicas reales, por su posesión del bien, pero que no tiene su derecho publicitado en el registro;
naturaleza y por trat echos que recaen sobre bienes que ueden
eventualmente ser objeto de garantías, de circulación o tráfico económi-
= TA 4 el autor que el problema de la protección de la apariencia jurídica es un problema que pertenece
có o jurídico, requieren de publicidad; como bienlo señala Díez-Picazo”, a la parte general del Derecho Civil; pero tratándose de relaciones jurídico-reales la protección
AAA AAA de la apariencia jurídica reviste gran importancia, pues dichas relaciones son básicas para el
tráfico de bienes y debe tenerse en cuenta por los terceros a quienes este tráfico ocupa, como
por ejemplo el adquiriente de una cosa o el que presta dinero con garantía.
4 DÍEZ-PICAZO, Luis, Fundamentos del derecho civil patrimonial, 5* ed.,Thomson-Civitas, Ma-
drid, 2008, T. III (Relaciones jurídico-reales. El registro de propiedad. La posesión), p. 336. Explica DIEZ-PICAZO, Fundamentos del derecho civil patrimonial, cit., T. II, p. 337.
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vacío jurídico muy bien aprovechado por personas inescrupulosas, que Durante el siglo XIX se hizo evidente tales características; la doctrina y el
ante la difícil probanza de la mala fe, terminan privando del derecho de derecho comparado terminaron involucrados en un intenso debate sobre
propiedad a muchas personas. ella, sobre su configuración y su naturaleza, cuyos efectos se encuentran
presentes aún en la actualidad.
Es el caso de aquellos que como consecuencia de otras reglas fija-
das por el Derecho, como el de la adquisición de la propiedad inmobi- Dos grandes vertientes se abrieron al debate; una de ellas apareció
liaria por el simple consentimiento, quien aparece en el Registro Público en escena con la publicación, en 1803, de la obra Tratado de la posesión,
como titular de un derecho, por ejemplo, de propiedad, puede no serlo; escrito por Friedrich Carl von Savigny. Esta obra tuvo diversas edicio-
entonces la información del registro no resulta suficiente para identificar nes publicadas a lo largo del mencionado siglo; en ella el jurista alemán
la titularidad de los derechos; en tal supuesto, debe recurrirse a otras re- volcó su tesis sobre la posesión, al que se le ha conocido como la “teoría
ferencias jurídicas; como las que se aluden a la conducta de las personas, subjetiva de la posesión”, en razón del elemento subjetivo que permite la
es decir, la buena o mala fe en relación al conocimiento de la información diferenciación con la tenencia; se trata del animus cualificado que debe
registral; si conocía O estaba en condiciones de conocer que la informa- portar quien tiene el bien para ser considerado poseedor; este debe ser
ción que proporcionaba el Registro no era exacta; resultando, en tal caso, el resultado de considerarse así mismo como propietario —sin serlo-, es
necesaria no solo la verificación de los respectivos títulos, sino además la decir, sin reconocer en otro la propiedad; a este elemento se le denominó
verificación física del bien, quienes ejercen, en los hechos, los atributos de animus domini.
la propiedad; dicho en otras palabras, quienes ejercen la posesión. La otra vertiente fue sostenida por otro sabio alemán, Rudolf von
Por ello, en relación a la identificación de la titularidad de bienes en Ihering, quien en sus obras La voluntad en la posesión, con la crítica del
nuestro país, no es posible tener una certera sobre ello, sin hacer un enfo- método jurídico reinante, y Teoría de la posesión. Fundamento de la pro-
que tripartito: posesión, propiedad y registro. Es este el motivo del presente tección posesoria”, entre otras, expuso su franca discrepancia con la, en-
trabajo. tonces, teoría dominante, y sostuvo que para ser poseedor no se requiere
del animus que exige la tesis de Savigny. Consideró que el elemento cen-
Someteremos al análisis las citadas figuras a través de dos supuestos,
tral para calificar a una persona como poseedor es que tenga el bien en
que permitirán un enfoque transversal de ellas, así como la elaboración su poder —corpus—, entendido como el vínculo de la persona y el bien,
de propuestas compatibles con el Derecho y la Justicia. con independencia de considerarse a sí mismo como dueño, pero con la
intención y voluntad de mantener tal situación; consideró que además
TI. La posesión como solo se requiere de un animus tenendi, sin establecer sustancial diferencia
apariencia jurídica de un derecho real con la del tenedor, salvo que la ley la establezca; es decir, en esta idea,
quien tiene un bien en su poder es poseedor y será tenedor cuando la
La posesión constituye una institución del derecho civil, reconocida ley lo señale. A esta teoría se ha conocido como la “teoría objetiva de la
como una de las materias más difíciles de este derecho”, además de con- posesión”.
trovertida; sobre ella se hace referencia en el derecho romano, aparece en Dentro del ámbito de esta última tesis posesoria, se reconoce tam-
el Digesto de modo inconexo, con características y atributos dispares”. bién en la doctrina la teoría expuesta por Raymundo Saleilles*. Esta teo-
GALIANO, José, De las cosas. La posesión y las acciones posesorias, Jesús Menéndez e hijo, Bue- Nació en Beaune en 1855, y falleció en 1912. Raymond Saleilles fue de familia acomodada, de
nos Aires, 1923, p. 41. terratenientes y viticultores. Estudió Leyes en la Universidad de París, donde posteriormente
7 RUSSOMANNO, Mario C., La posesión en los principales códigos civiles contemporáneos, Abele- fue profesor. Guardando distancia sobre lo expuesto por Jhering, es identificado como una de
do-Perrot, Buenos Aires, 1967, p. 9. las variantes de la teoría objetiva que este impulsó. Comentarios hechos por el editor de su obra
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ría difiere de la de Savigny, en que no se requiere de un acto de aprehen- Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Uruguay, etc.; el primer Código
sión realizado o a punto de realizarse; a su vez toma distancia de la tesis Civil peruano -1852- siguió la misma suerte.
de Ihering, en razón de que para este el corpus es la manifestación de
un vínculo jurídico —exterioridad de la propiedad—, mientras que para 2. Influencia de la tesis posesoria de Ihering
Saleilles el corpus es la exteriorización de un vínculo de subordinación, El Código Civil alemán (BGB), vigente desde 1900, incorporó -con
disfrute y explotación económicos de la cosa. sus particularidades- en este tema, la teoría objetiva de la posesión; en el
Este jurista francés, que se declaró partidario de la teoría objetiva Perú, el segundo Código Civil (de 1936) así como el actual Código Civil
de Ihering, sin embargo, sostuvo que se aparta de dicha teoría en lo si- (de 1984), abandonaron la tesis del animus de Savigny y se afiliaron a
guiente: el acto en que consiste el animus no es el simple acto de tenencia la teoría objetiva de la posesión. En este continente, los códigos civiles
y disfrute de la cosa, es el acto de señorío, que debe ser tal que implique de Brasil y México D. E siguen, junto al nuestro, la tesis objetiva de la
que no hay renuncia a este señorío y, por consiguiente, existe un animus posesión'”. Una tendencia de reformas legislativas en nuestro continente
incluye -en materia posesoria— un progresivo abandono de la tesis sub-
y distinto
possidendi distinto de la voluntad de retener y gozar la cosa, jetiva de la posesión, reconociendo, por ejemplo, al poseedor como la
también del animus detinend?.
persona que ejerce un poder de hecho sobre una cosa, comportándose
Sin duda, la tesis sostenida por Saleilles es, de lejos, mucho más com- como titular de un derecho real, lo sea o no.''
pleta y técnica, de la que expuso Ihering, aun siendo ambas parte de la
“teoría objetiva de la posesión”; no se trata de colocar en equivalencia Y 3. Diferencias
la tenencia con la posesión, como refiere Ihering; se trata más bien de
una situación donde la persona tiene un vínculo de subordinación con el
bien y busca el goce del mismo; además de la explotación económica en
interés propio, y no en interés ajeno. Para identificar al poseedor, no se
requiere que el legislador intervenga; es suficiente que se determine que
el goce del bien se realice en interés propio; si es en interés ajeno, habrá
tenencia y no posesión.
al bien con intención de dueño; en consecuencia no serán poseedores los nas razones señalan que tal defensa resulta necesaria como interdicción a
arrendatarios, los usufructuarios, los comodatarios, los usuarios, etc.; es la violencia, es decir, para impedir la arbitrariedad y violencia que da lu-
decir, todos aquellos que recibieron el bien del propietario con el deber de gar al uso de la autotutela en la recuperación de bienes que se encuentran
devolución; o, quienes en general reconocen en otro la propiedad, en poder de otro; otra razón que se alega es la de presunción de propiedad
atribuida al poseedor de bienes, de tal modo que al defender la posesión
Por el contrario, en la teoría objetiva, son poseedores: el arrendata- se estaría protegiendo la propiedad; otros sostienen que con la posesión
rio, el usufructuario, el comodatario, el usuario, etc.; y, lo serán también,
se cumple con el principio del destino universal de los bienes; etc.
el arrendador y todos aquellos que entregaron temporalmente el bien; los
primeros serán poseedores inmediatos y los segundos serán poseedores Con ello podemos afirmar, que en la solución de las controversias,
mediatos; serán también poseedores quienes ejercen señorío fáctico so- discusiones o conflictos, respecto de derechos o titularidades sobre bie-
bre el bien y lo aprovechan en interés propio, incluso aquellos que acce- nes corpóreos, en especial sobre predios o inmuebles, deberá tenerse en
dieron a él directamente, es decir, sin autorización del dueño; diremos en cuenta siempre, la posesión que se ejerce sobre ellos; dicho en otras pa-
general que se considerarán como tales a todos aquellos que, aun recono- labras, la posesión que se ejerce sobre bienes, es un elemento importante
ciendo en otro la propiedad, usan y disfrutan un bien en su beneficio, sea a tenerse en cuenta en el escenario de identificación de los derechos o
en virtud de un título o derecho que le hubieren conferido, o sin él; sea de titularidades sobre los mismos.
modo legítimo como ilegítimo; se incluye en este grupo al precario, y al
que posee ad usucapión, es decir, con animus domini
III. Los riesgos en la
Estando a las diferencias glosadas, debemos tener cuidado, pues dinámica de los derechos de propiedad
quien es poseedor en nuestro país, no lo será en el derecho civil italiano,
portugués, chileno o argentino, debido a que la tesis posesoria vigente en La propiedad sobre bienes, figura creada por el Derecho, permite al
dichos países, difiere de la que predomina en el nuestro. propietario la seguridad del goce de los mismos. La propiedad no impli-
ca, necesariamente, el goce de las cosas; lo que permite es el derecho a
4. Finalmente gozar de ellas, a tener el bien o a reclamar su entrega para poder ejercer
En nuestro país, como es evidente, la defensa posesoria regulada por los atributos que el ordenamiento jurídico le reconoce; la posesión, en
el Derecho Civil proyecta un espectro mayor de protección que la exis- cambio, sí permite ello: la posesión da lugar al goce, al uso o al disfrute. La
tente en otras realidades jurídicas; existen mucho mayor número de per- propiedad proporciona el derecho a la posesión y concede al propietario
sonas bajo el ámbito de tutela posesoria. Ello resulta positivo, atendiendo la seguridad jurídica para su ejercicio.
a la función social de la posesión. Con relación a la persona, la posesión es el fin, la propiedad es un
Conforme a lo indicado, la posesión en el Perú permite al poseedor medio que proporciona seguridad. Propiedad sin posesión es derecho
el goce de los bienes; el uso o el disfrute de ellos, permite su aprovecha- vacío, solo sirve para la especulación o el artificio económico; muchas ve-
miento económico; en el lenguaje católico, la posesión se encuadra den- ces se utiliza para el tráfico ilícito de bienes o para el engaño. A la inversa,
la posesión ejercida por quien no es propietario, se encuentra expuesto
tro de los alcances del principio conocido como el destino universal de
los bienes. a perderla por quien ostente mejor derecho a poseer, en especial por el
propietario; pero también, en determinadas condiciones, puede llevarlo,
Son muchas las razones que justifican la defensa posesoria, como de- en virtud de una posesión cualificada —animus domini- a la propiedad
recho subjetivo del poseedor; que permite el derecho al poseedor de no del bien.
ser despojado del bien, unilateralmente, por acto de particulares. Algu-
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1. Concepto y dinámica del derecho de propiedad gozar: usar, abusar y disfrutar; ii) disponer: enajenar, gravar, transformar,
destruir, y iii) reivindicar. Precisa el autor español que del concepto sobre
Ahora bien, la propiedad sobre bienes ha sido reconocida desde propiedad puesto en el Code, se ha suprimido la expresión “de la manera
siempre como el derecho real por excelencia; el prototipo de los derechos más absoluta”, pues se ejerce dentro de las limitaciones impuestas por la
reales. Se ha señalado que se trata de un “derecho absoluto”, en el sentido ley.
que puede ser opuesto a cualquier persona; ello para diferenciarlo de los
derechos obligacionales -derechos relativos— que se ejercen respecto de Puig Peña'” al igual que el citado jurista español, reconoce que du-
determinada persona o personas. Existe otro sentido que se le atribuye al rante el último tercio del siglo XIX, va consagrándose y tomando relieve
carácter absoluto del derecho de propiedad, que está referido a la facultad la doctrina de las limitaciones, que representa ya un evidente y magnífico
omnímoda que tiene el propietario de hacer o no hacer con sus bienes o esfuerzo para ir reduciendo, poco a poco, la propiedad a sus límites pro-
cosas aquello que creyera conveniente. Este sentido, que antiguamente pios”. Estas limitaciones tienen que ver con las que emanan de las rela-
era la regla general y tenía el significado que permitía al propietario el ciones de vecindad, del abuso del derecho, las establecidas por el poder
ejercicio de su derecho de “la manera más absoluta”, ha ido perdiendo te- público sobre la propiedad y los deberes impuestos sobre la propiedad
rreno para dar pase a un interés que trasciende al individuo y se proyecta por la misma disposición del propietario, referente sobre todo a las pro-
a la sociedad, y al bien común. hibiciones de disponer.
Las referencias históricas así lo señalan; por ejemplo en el derecho En relación a la dinámica de los derechos reales en el derecho espa-
romano se señalaba que el derecho de propiedad confiere a su titular la ñol, la propiedad y los demás derechos sobre bienes -con excepción de la
potestad plena sobre la cosa. En las Partidas españolas se señala que tal hipoteca— se adquieren y transmiten por consecuencia de ciertos contra-
derecho constituye el poder que el hombre tiene sobre una cosa, de hacer tos mediante la tradición. El modelo adoptado es el de título y modo; el
en ello o en ella lo que quisiera, según Dios y el fuero. título es el acuerdo traslativo o el contrato de transferencia, el modo es la
tradición; según esta doctrina la tradición es la entrega de la cosa trans-
Lo importante en la propiedad no solo es su concepto, es además el
mitida hecha por el transmitente al adquiriente; es decir, en el modelo es-
modo como se transmite, es decir, si existen reglas jurídicas claras que pañol no se adquieren derechos reales sobre una cosa hasta que haya sido
permitan la protección del derecho del adquiriente como del verdade- entregada; así lo establece el Código Civil, en el que se establece, además,
ro titular o propietario del bien. Concurren en este caso muchos siste- que se entiende entregada la cosa vendida cuando se ponga en poder y
mas, no obstante, tres de ellos con los más relevantes: el sistema español posesión del comprador.
de título y modo, el sistema consensualista francés y el modelo registral
alemán. El primer sistema está vinculado directamente a la posesión del Sin embargo, advierte Díez-Picazo'* que debemos tener cuidado,
bien que se transfiere; en los otros dos modelos la posesión se encuentra pues el mero traspaso posesorio es en sí mismo incoloro y equívoco y
ausente. Veamos. puede tener una pluralidad de significados -en custodia, en préstamo,
en garantía, etc. —; se desvanece el equívoco y dicho traspaso significará
2. El título y modo en el derecho español la transmisión de propiedad cuando exista una concorde voluntad de las
Encontramos en este sistema civil, con relación al concepto de pro- partes de transmitir y de adquirir el dominio o de constituir un derecho
piedad, un enfoque más cercano a nuestro derecho civil. Diez-Picazo” real.
precisa que la propiedad sobre cosas es la reunión de tres facultades: i)
13 PUIG PEÑA, Federico, Tratado de Derecho Civil español, 8* edición actualizada en legislación
y jurisprudencia, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1972, T. III [Derechos reales],
volumen 1 [Teoría general de los derechos reales], pp. 215-216.
12 DIEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio, Sistema de derecho civil, 5 ed., Tecnos, Madrid, 1995,
vol. III, p. 161. 14 DÍEZ-PICAZO, Fundamentos del derecho civil patrimonial, cit., T. III, p. 870.
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40 Defensa de la posesión
En materia inmobiliaria, la transmisión de la propiedad opera o sur- en lugar de la de poseer. Creo que, técnicamente, el cambio es correcto,
te efecto independientemente de quien esté en posesión del bien. Este he- pues se posee un bien cuando se usa y también cuando se disfruta.
cho es indiferente; no interesa quién tiene el bien. No obstante, ello no es Como se ha indicado anteriormente, la tendencia contemporánea en
problema, pues siendo el registro constitutivo del derecho de propiedad, el derecho comparado ha marcado nuevas pautas en este tema. El dere-
quien esté en posesión del bien deberá entregarlo al propietario registral. cho del siglo XX, en materia referida al ejercicio del derecho de propie-
No obstante la posesión está presente en la transmisión mobiliaria, dad, se ha ido apartando progresivamente del viejo carácter meramente
donde subsiste, al igual que en el derecho español -y en el derecho ro- “individualista” de este derecho, para agregar un ingrediente limitativo al
mano antiguo- el acuerdo o contrato, y la entrega del bien o el traspaso ejercicio de ese derecho, en atención a su rol en la sociedad y la vida en
posesorio. común entre las personas. Este cambio viene desde el siglo XIX; se apre-
cia en el Code de Napoleón y, con mayor incidencia, en el BGB alemán.
5. Enel derecho civil peruano actual
isión y usucapión como modo
En nuestro país, el propietario tiene el derecho subjetivo de gozar del
bien, vale decir, de usar, abusar y disfrutar del mismo; de recibir sus bene- Nuestro derecho civil, en materia de transmisión de propiedad es re-
ficios económicos. El ordenamiento jurídico le confiere a su vez faculta- ceptor de dos de los modelos antes citados; en materia inmobiliaria se ha
des o poderes de disposición y reivindicación, pudiendo por ello excluir afiliado a la doctrina consensualista del derecho francés; así lo establece
a extraños que impidan o entorpezcan el ejercicio de los atributos confe- el art. 949 CC: “La sola obligación de enajenar un inmueble determinado
ridos por la ley. La propiedad regulada en el actual Código Civil recoge hace al acreedor propietario de él, salvo disposición legal o pacto en contra-
la misma idea y concepto de la norma anterior, y no la modifica sustan- rio”; se diferencia del sistema del título y modo español, pues no interesa
cialmente, sin embargo, se puede apreciar una sintonía con la tendencia quien está en posesión del bien; asimismo, se aleja del modelo alemán,
contemporánea internacional —en el derecho comparado- y que hemos en la medida que para los fines de la transmisión de la propiedad no s
referido en los párrafos precedentes, sobre la idea respecto del ejercicio requiere de su inscripción en el registro público.
del derecho de propiedad. La actual norma —artículo 923 CC- señala que Como es natural, lo expuesto entraña un grave riesgo, pues si bien la
la propiedad: “Debe ejercerse en armonía con el interés social”; disposi-
,
dinámica resulta ágil, es posible que quien transfiera el bien a una perso-
ción que no aparecía en la norma civil anterior -Código Civil de 1936-, na ya no sea el propietario por haberlo enajenado anteriormente a otro;
que circunscribía que dicho ejercicio debía efectuarse “dentro de los lími- los costos de transacción se elevan. En estos casos, normalmente quien
tes de la Ley”. La propiedad, en otras palabras, no solo tiene que ver con compra un inmueble en tales condiciones se cuida mucho de verificar
la ley -positivismo-, sino también con el interés social o el bien común, quien está en posesión del mismo y de exigir al enajenante la prueba de
La Constitución Política del Estado —artículo 70"- ha señalado que su derecho para transmitir la propiedad eficazmente; salvo que el antece-
el derecho de propiedad es inviolable y que se ejerce “en armonía con dente dominial aparezca en el registro, el que cumple un rol informativo,
el bien común y dentro de los límites de la ley” (negritas nuestras). Ello mas no constitutivo del derecho; o que sin interesar al adquiriente la po-
corrobora la citada tendencia. sesión del bien, lo adquiera como “derecho” para fines de simple especu-
lación económica o como un medio para burlar el derecho de propiedad
Se aprecia un cambio de forma en relación al concepto del derecho de quien no lo tiene inscrito.
de propiedad en el actual Código Civil, respecto del regulado en la norma
anterior. En la norma actual se ha señalado que “la propiedad es el poder En materia mobiliaria la transmisión regulada en nuestro país se ha
jurídico que permite usar”; la norma anterior señalaba que “el propietario adherido al modelo del título y modo del derecho español, y de la regla de
de un bien tiene derecho a poseerlo”; se ha reemplazado la expresión usar, transmisión mobiliaria del derecho civil alemán. En nuestro derecho civil
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46 Defensa de la posesión
En la legislación antigua —Grecia, Egipto, Roma- se han encontrado precisa el citado jurista español”, que el efecto del registro no es tanto
referencias a registros oficiales. Los antecedentes del Registro Oficial in- para la oponibilidad o inoponibilidad en relación con los terceros, como
mobiliario de los pueblos alemanes se remontan al siglo XII. En ese siglo, el carácter constitutivo que otorga la inscripción fundada o relacionada
con el acuerdo abstracto traslativo.
la autoridad municipal de algunas ciudades alemanas recoge en libros
oficiales las transmisiones y gravámenes inmobiliarios; posteriormente, Como bien lo señala Albaladejo”, la tan necesaria publicidad de los
es en el siglo XVII que en Prusia se inicia un movimiento de recupera- derechos reales se logra a través de la inscripción de los mismos en Regis-
ción del derecho nacional, y el sistema tradicional de publicidad registral tros Públicos, a los que puedan tener acceso las personas interesadas en
se perfecciona por las leyes promulgadas en los siglos XVII y XIX, en conocer su existencia y permanencia; deja constancia este jurista español
territorios que ahora forman parte de Alemania y Austria y diversos can- que el Registro más importante, es el llamado Registro de la propiedad.
tones suizos; por otro lado, la creación de los Registros inmobiliarios en
determinados países latinos, aparece recién en el siglo XIX, primero en
Francia y Bélgica y, poco después, en España e Italia. En estos países no V. La posesión y el Registro de la Propiedad
se perfecciona un sistema anterior, como los centroeuropeos, sino que se Como se ha indicado líneas arriba, la posesión puede ser la expresión
forma uno nuevo.” del ejercicio de un derecho real -como la propiedad, usufructo, etc.- O
El Registro público francés, según indica Díez-Picazo”, es de actos y puede ser la expresión de una voluntad propia de quien tiene el bien, sin
no de derechos; señala que la constancia registral no es de asientos, son que exista otro derecho real subyacente, salvo la posesión misma, ejercida
los propios documentos originales presentados y coleccionados a modo en interés propio y con fines de aprovechamiento económico —posesión
de protocolos notariales, que constituyen los libros del Registro. La ins- per se—. Existe otro tipo de posesión, se trata de una posesión cualificada
cripción no es nunca constitutiva ni produce efectos de legitimación o de apta para adquirir otro derecho —de propiedad o de servidumbre- como
fe pública; la inscripción es únicamente necesaria para la oponibilidad a es el caso de la usucapión. Tal distinción resulta relevante, como veremos,
terceros del derecho inscrito. Se entiende por tercero al adquiriente de un para los fines de relacionar la posesión con el Registro de la Propiedad.
derecho real inmobiliario inscribible; el tercero queda protegido frente a La posesión per se, que se ejerce aun sin que exista derecho alguno
otros actos del causante y frente a títulos que no se inscriban o que lle- que la justifique, permite al poseedor hacer valer el derecho subjetivo que
guen después al registro. le confiere el ordenamiento jurídico, esto es, la defensa del statu quo po-
Nuestro sistema registral ha adoptado del modelo francés en el sen- sesorio, que supone el derecho a no ser privado de la posesión de modo
tido que la inscripción no es constitutiva del derecho, así como respecto unilateral por cualquier particular. En este caso solo puede ser privado de
de la función que se asigna a la inscripción del derecho en el registro, la posesión por mandato judicial, luego de un proceso que tenga ese ob-
es decir, el de hacer oponible el derecho inscrito frente a terceros; como jeto o finalidad; en tanto ello no suceda defenderá la posesión mediante
veremos más adelante. la autotutela posesoria y los interdictos.
A diferencia del sistema registral francés, en el modelo registral ale- La defensa posesoria, en el supuesto descrito, es un derecho que se
mán se adopta el sistema del folio real con historia completa, con pleno ejerce en los hechos, frente a un evento fáctico contra la posesión, no re-
tracto sucesivo, tanto en el sentido material como en el sentido formal;
26 MONSERRAT, Antonio, Derecho inmobiliario registral, Civitas, Madrid, 2000, pp. 24 y 25. Las
28 DIEZ-PICAZO, Fundamentos del derecho civil patrimonial, cit., T. III, p. 349.
referencias históricas que se describen, han sido tomadas por el autor de las obras de Roca
29
Sastre -Derecho Hipotecario -y de La Cruz —Derecho inmobiliario—. ALBALADEJO, Manuel, Derecho Civil, 8* edición, José María Bosch, Barcelona, 1994, T. IN [De-
recho de bienes], vol. II [Derechos reales en cosa ajena y Registro de Propiedad], pp. 405-406.
27 DÍEZ-PICAZO, Fundamentos del derecho civil patrimonial, cit., T.IIL p. 347.
50 Defensa de la posesión Héctor E. Lama More / La posesión en la propiedad y en el registro 51
quiere de más publicidad que la posesión misma. No necesita del registro Chico y Ortiz* reconoce que existen dos grandes problemas que
para hacer valer tal derecho. plantea la posesión, en sus relaciones con el Registro de la Propiedad;
Creo que a este tipo de posesión es la que aplica el comentario que uno de ellos se refiere a la configuración jurídica de la posesión como un
refiere Chico y Ortiz*, cuando citando a Núñez Lagos, señala que las re- hecho o como un derecho, dependiendo la solución que se le dé al pro-
laciones entre posesión y registro, al tratarse de dos figuras antípodas, blema el acceso o no de la misma al registro; el otro está referido a la legi-
antagónicas, una perteneciente al mundo jurídico de los derechos; y la timación basada en la apariencia que la misma lleva consigo al tratarse de
otra, al de la realidad avasalladora de los hechos, generan un constante una realidad posesoria, que se hace patente y se exterioriza de un hecho.
rechinar de sus piezas al ponerse en contacto. En el derecho registral español, la legislación en materia registral
Cosa distinta sucede cuando se está frente a la posesión como apa- desde la segunda mitad del siglo XIX —Ley Hipotecaria de 1861- incor-
riencia jurídica de un derecho real, en este caso la posesión permite al poró al registro la inscripción de la posesión como medida de derecho
poseedor el ejercicio de un doble derecho, el que le corresponde al posee- transitorio; las regulaciones legislativas en esta materia se modificaron a
dor per se —es decir, la defensa posesoria judicial y extrajudicial-, y el que raíz de la expedición de la Ley de diciembre de 1944. Refiere Díez-Pica-
emerge del derecho que da sustento a la posesión misma, que puede ser zo” que, en este caso, el legislador trata de resolver el problema a través
de propiedad, de usufructo, de uso u de otro derecho real; puede ser in- de la distinción entre el ius possidendi y el ius possessionis. El derecho a
cluso expresión del ejercicio de un derecho real plasmado en un contrato, poseer, sostiene el citado jurista, es un derecho real que el Registro debe
como el arrendamiento o comodato, entre otros. reflejar y proteger; en cambio el mero hecho de la posesión, aunque al-
cance trascendencia jurídica relevante, no alcanza la categoría de derecho
Por otro lado, en nuestro país, en determinadas condiciones, cuan- real; por ello, insiste, se protege el ¡us possidendi del titular registral.
do se trata de ocupaciones por pobladores sobre terrenos de propiedad
municipal o estatal, las autoridades extiendes certificados de posesión a Teniendo en cuenta el carácter constitutivo del derecho de propie-
dichos pobladores, en tanto se tramita el saneamiento físico-legal de di- dad y demás derechos reales en el registro, las dificultades descritas —re-
chos predios; tales certificaciones, que son la antesala de la propiedad que lación entre posesión y registro- no se advierten en el derecho registral
en su momento les conferirá la entidad pública respectiva, merecen ser alemán; en él, las situaciones de hecho se anotan en el catastro y las de
inscritas en el registro. derecho en el registro. Registro y catastro corren juntos en este sistema
registral. En relación al registro, Westermann** señala que los derechos
La posesión descrita en los dos párrafos precedentes merece la pro- reales sobre inmuebles los hace públicos el Registro inmobiliario, no así
tección del registro, cuando el derecho que le da sustento no está inscrito el catastro; registro y catastro se complementan entre sí, mientras que
en el registro; y a este supuesto aplica, en mi opinión, la idea que expone el registro hace públicas las relaciones de derecho, el otro hace públicas
Chico y Ortiz*, cuando expresa que posesión al igual que el registro na- las relaciones de hecho. El registro inmobiliario es un registro estatal que
cen con una finalidad común: la legitimación del derecho de propiedad, muestra la propiedad y los derechos reales sobre inmuebles.
a través de la publicidad que llevan consigo.
En términos generales, se puede afirmar que, en opinión de muchos
autores, las relaciones entre posesión y registro no son buenas, que si bien
30 CHICO Y ORTIZ, José María, Estudios sobre derecho hipotecario, 4* edición actualizada, Marcial se le reconoce a la posesión cierta identidad con el registro, en la medida
Pons, Madrid, 2000, T. IL, p. 887.
31
CHICO Y ORTIZ, Estudios sobre derecho hipotecario, cit., pp. 887-888. En este caso el autor pone
en una misma descripción la posesión en general, creo que, en el caso de la posesión, según la
naturaleza que atribuye nuestro ordenamiento jurídico —teoría objetiva de la posesión—, debe 32 CHICO Y ORTIZ, Estudios sobre derecho hipotecario, cit., pp. 885-886.
33
abordarse distinguiendo entre la posesión que se ejerce con derecho —o en virtud de un título-, DÍEZ-PICAZO, Fundamentos del derecho civil patrimonial, cit., T. IL p. 393.
de la que se ejerce sin derecho —o que se ejerce sin título alguno-. WESTERMANN / WESTERMANN / GURSKY / EICKMANN, Derechos reales, cit., p. 926.
Defensa de la posesión Héctor E. Lama More / La posesión en la propiedad y en el registro 53
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que ambos son medios de publicidad de derechos reales, sin embargo, decir, que la propiedad se adquiere en virtud del simple consentimiento
entre las partes; la concurrencia de las voluntades entre la del transferente
al calificar la posesión como un hecho y no como un derecho —postura
propia de los sistemas jurídicos afiliados a la tesis savigniana de la pose- y la del adquirente permiten a este adquirir la propiedad, sin que sea ne-
sión, presente en la mayoría de países, entre ellos España, Francia, Italia, cesario el traspaso posesorio del bien, ni que el derecho —del transferente
Argentina, etc.- se concluye que el registro excluye ala posesión, en la ni del adquirente— se encuentre inscrito en el registro público, ello aten-
medida que el registro tiene por finalidad mostrar relaciones de derecho diendo que el derecho de propiedad no se constituye con la inscripción
en el registro*,
y no situaciones de hecho.
Tal percepción no resulta del todo cierta, ni aplicable integramente a Frente a la citada regulación, encontramos, por lo menos tres dis-
nuestro ordenamiento jurídico, teniendo en cuenta que el sistema pose- posiciones ubicadas en el libro IX del CC que coloca al propietario no
sorio vigente en nuestro país —a diferencia del de muchos autores-, reco- registral en una situación de riesgo inminente, frente a una conducta
noce a la posesión como un derecho subjetivo que le permite la defensa dolosa de quien aún permanece como propietario en el registro o de
posesoria. No obstante, es preciso distinguir, como se ha indicado, entre quien, luego de un ardid o artimaña legal, adquiere irregularmente un
la posesión que se ejerce sin derecho alguno, de aquella que expresa la derecho en el registro y despoja el derecho del verdadero propietario. En
apariencia de un derecho real. La primera se protege en los hechos, frente este último caso, el despojo incluso alcanza al propietario registral; tales
al ataque contra la posesión; la segunda requiere de una publicidad más normas son las contenidas en los numerales 2012”, 2014* y 2022” del
refinada y perfecta, como la que emana del registro. CC. Dichas normas son las que concurrentemente invocan los autores
de dichos despojos inmobiliarios; la primera de ellas constituye la piedra
angular del sistema registral, y establece una presunción ¡ure et ¡ur en la
VI. Rol de la posesión frente a publicidad registral, es decir, que toda persona conoce sin admitir prue-
la propiedad y el registro. Problemática ba en contrario, del contenido de las inscripciones; la segunda establece
en la transmisión inmobiliaria
36 EnlaCas. N*1974-2000-Cusco, publicada en El Peruano el 1 de marzo de 2000, la Corte Supre-
En la Sección Quinta del Libro Cuarto -De los Derechos Reales- del ma señala: “En el caso de la transferencia de inmuebles, la inscripción en los Registros Públicos
Código Civil de 1936, se reguló lo referido a los Registros Públicos; como no es constitutiva de derechos”.
se conoce, en la actualidad, el Código Civil vigente de 1984 ha incorpora- Asimismo, en la Cas. N* 1930-2001-La Libertad, publicada en El Peruano el 2 de febrero de
do dicha materia como un libro independiente del Libro de los Derechos 2002, la Corte Suprema señala: “De acuerdo a su naturaleza jurídica las inscripciones registrales
pueden ser declarativas o constitutivas, siendo las primeras aquellas que sirven para reconocer
Reales. un estado jurídico constituido previamente, y las segundas son aquellas con las que se consti-
Pese a dicho cambio, se mantienen aún regulaciones en ambos libros tuye o nace el derecho”. Tomado de Código Civil, edición actualizada, Jurista, marzo, 2012, pp.
239 y 427, respectivamente.
del Código Civil que no resultan compatibles para una mejor protección 7 Artículo 2012.- Principio de publicidad. Se presume, sin admitirse prueba en contrario, que
de los derechos de propiedad de las personas, en especial cuando se ad- toda persona tiene conocimiento del contenido de las inscripciones.
quieren tales derechos por transmisión o por usucapión; así por ejem- 38 — Artículo 2014 CC.- Principio de buena fe registral. El tercero que de buena fe adquiere a título
plo, como hemos indicado, el libro V del CC regula los citados modos de oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo,
el principio de fe pública registral, en virtud de la cual se fija la regla de tercero que prevé el numeral 2014 del CC. Algunos sostienen
que el tercero que de buena fe adquiere a título oneroso un derecho de que Á no perdería su derecho; no comparto tal postura, creo que
quien en el registro aparece con facultades para transferirlo eficazmen- si A demanda la nulidad del contrato de compraventa celebrada
te, el registro lo protege una vez que inscriba su derecho, aun cuando el entre B y C, solo podrá vencer si prueba que C desconocía de la
derecho del transferente pierda eficacia jurídica, en virtud de causas que inexactitud de la información del registro.
no constan en los registros; la tercera norma indica que encontrándose iii) Una persona A es propietaria registral de un inmueble; otra
dos derechos reales sobre inmuebles en oposición, prevalece el que se persona B suplanta a A y vende con títulos falsos -con poder
inscribió primero. falso o con DNI falso- el mismo bien a C, apareciendo en tales
Pese a lo expuesto en el párrafo precedente, en el sentido que el de- documentos como si fuera A quien vende a C. Este inscribe su
recho de propiedad inmobiliaria no es constitutivo en el Registro; sin derecho y luego vende a D; inscrito el derecho de este último, el
embargo, las reglas del Registro Público confieren a la información re- registro lo protege frente al derecho que pudiera invocar A (art.
gistral una fuerza jurídica vinculante respecto de tal derecho, que, en de- 2014 CC); A podrá vencer a D si acredita que este conocía de
terminadas condiciones, se protegerá al titular del derecho inscrito, en la inexactitud del registro. En este tercer supuesto, es evidente
perjuicio del derecho de propiedad anteriormente adquirido, pero que que Cno está bajo la protección del registro; en mi opinión si se
no aparece en el registro, el que se pierde. Todo ello, a condición de que condujo de buena fe, habría sido objeto de una estafa.
el adquirente del derecho se conduzca bajo las reglas de la buena fé, iv) Una persona A es propietaria registral de un inmueble; otra
Precisamente, en todo esto, ¿tiene algún rol la posesión del bien por su persona B elabora una minuta de compraventa, donde él aparece
verdadero titular? Veamos. como comprador y A como vendedor, suplanta la firma de A, e
Los escenarios son diversos; expondremos algunos de ellos: introduce en el contrato una cláusula arbitral; luego B inicia el
respectivo proceso arbitral -generalmente con arbitro único ad
1) Una persona A adquirió la propiedad de un inmueble de otra
hoc, con el objeto de que el árbitro ordene a A le otorgue la
persona B, que en el registro aparecía como propietario; A, por
escritura pública y luego se ordene la inscripción de su derecho
alguna razón, no inscribe su derecho; acto seguido, B constituye
de propiedad en el registro; en dicho proceso, A es notificado
hipoteca a favor de C en garantía de un crédito; B incumple los en un domicilio que no le pertenece; inscrito el derecho de B en
pagos y C ejecuta la hipoteca; A se entera que el inmueble de virtud solo del laudo debidamente protocolizado, este vende el
su propiedad se está ejecutando en virtud de una deuda ajena; bien a C, quien de inmediato inscribe su derecho; luego C vende
en este caso, el derecho real de hipoteca de C prevalecerá sobre a D y este último también lo inscribe. Comúnmente sucede en
el de propiedad de A, quien no tendrá mecanismo idóneo para estos casos que el expediente arbitral desaparece, quedando en
detener la subasta; salvo que se pruebe la mala fe de C (art. 949 el registro solo el laudo arbitral y algunas piezas del proceso
vs. art. 2022 del CC).
arbitral, en el que no se incluye la minuta que dio origen a dicho
ji) Una persona A adquirió la propiedad de un inmueble de otra proceso. A, que posee el bien inmueble, se entera después de
persona B, que en el registro aparecía como propietario; A, algún tiempo, que el bien de su propiedad ya no le pertenece
por alguna razón, no inscribe su derecho; sin embargo B, que en el registro, y que en él existe otra persona como propietaria
aún permanece en el registro como propietario, transfiere registral (arts. 2012 y 2014 del CC). En este caso, ¿con qué
nuevamente el mismo bien a C y este inscribe su derecho. El medios legales cuenta A para proteger o recuperar su derecho
registro protege a C frente a A, quien pierde su derecho. En este de propiedad?
ejemplo se discute si realmente C tiene o no la condición de
Defensa de la posesión Héctor E. Lama More / La posesión en la propiedad y en el registro 57
56
- Si B mantiene su derecho registral y no transfiere el bien, Una segunda opción, creo la más coherente con los tiempos mo-
¿qué vía procesal le permitiría a A dejar sin efecto el derecho dernos de ágil y seguro tráfico inmobiliario, es la de agregar al contra-
de propiedad de B que aparece en el registro* to consenso entre las partes— la inscripción registral, a efecto de que la
transmisión inmobiliaria sea constitutiva en el registro; sin embargo, ello
- Enelcaso indicado, C y D se encontrarían bajo la protección supondría la incorporación del folio real y el catastro en un solo registro
del registro, salvo que se acredite que estos conocian o estaban inmobiliario; no obstante, tal opción no resulta viable en nuestro país,
en condiciones de conocer la inexactitud del registro. por ahora. Diferentes propuestas legislativas llevadas al Congreso de la
v) A es propietario registral de un inmueble; B posee el mismo República en los últimos años han ido en este sentido, pero no han tenido
inmueble por más de 10 años cumpliendo cada una de las éxito ni acogida, y parece que no lo la tendrán en los próximos años.
exigencias impuestas en el artículo 950 del CC, habiendo por ello Mientras tanto debemos enfrentar este fenómeno que viene causan-
adquirido la propiedad del citado bien por prescripción; luego B do mucho daño a las personas, quienes ven perder su patrimonio frente
vence a A en el respectivo proceso de usucapión; sin embargo a inescrupulosos personajes de modo impune, adoptando medidas que
A había vendido el bien a C quien inscribió su derecho, y luego incluyen la constatación posesoria del material de transferencia, a efecto
este a D. Este último también inscribió su derecho; la sentencia de la evaluación de la buena fe registral del adquiriente; así como de pro-
que declara la usucapión no menciona a Cni a D; el juez decide puestas legislativas que permitan llevar al registro la información poseso-
no inscribir la sentencia; D toma conocimiento de la sentencia e ria que se ejerce sobre inmuebles. Veamos.
inicia un proceso de declaración de mejor derecho de propiedad
y reivindicación, alegando estar protegido por el artículo 2014
del CC, invoca que adquirió su derecho en base a la fe pública VII. La posesión del bien, como
registral, y señala que no había en el registro información alguna medio de publicidad, puede desvirtuar
que limite las facultades de disposición de A; B invoca en su la “buena fe” del adquiriente
defensa la norma prevista en el artículo 927 del CC —del libro de
derechos reales—. ¿Qué derecho prevalece? El denominador común en los conflictos descritos líneas arriba, vin-
culados al derecho de propiedad sobre inmuebles, es que el verdadero
La coexistencia de dos regulaciones o modelos en materia de trans- propietario, es decir, quien está siendo despojado de su derecho, se en-
misión y adquisición de propiedad inmobiliaria, una en el libro de de- cuentra en posesión del bien materia de controversia.
rechos reales y la otra en el libro de Registros Públicos, hace a nuestro
ordenamiento jurídico vulnerable frente a situaciones como las que se El proceder normal y común de una persona que adquiere un in-
exponen. La adquisición de la propiedad en virtud del solo contrato, sin mueble, es la previa verificación de la situación fáctica del bien materia
la posesión y sin el registro, ha evidenciado suineficacia en la solución de de adquisición, en razón de que la idea es entrar de inmediato en pose-
graves problemas en materia de propiedad inmobiliaria. sión del bien para gozar del mismo y percibir sus beneficios, sea para
ocuparlo, o para volverlo a vender o para arrendarlo. Ello en razón de
Una opción frente a los citados escenarios podría ser agregar al con- que si el bien se encuentra deteriorado, o se encuentra ocupado por otras
trato consenso de las partes- la entrega del bien -traditio— o el traspaso personas, podrá calcular los costos que suponen su reparación del mis-
posesorio al adquiriente a efecto de hacer realidad la transferencia; sin mo, o el tiempo que tomará tener el bien desocupado, a efecto de que
embargo, tal opción constituiría un franco retroceso al antiguo sistema dichos costos sean trasladados al precio del bien; salvo que el objetivo sea
romano del título y modo. la simple especulación económica, lo que es muy difícil y extraño, pues el
escenario ideal de ello sería la bolsa de valores; o que la finalidad sea la de
Héctor E. Lama More / La posesión en la propiedad y en el registro 59
58 Defensa de la posesión