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¿Y qué si son inmuebles?

Martín Mejorada
Jueves, 12 de Septiembre de 2019

El Decreto Legislativo Nº 1400 modificó el artículo 885 del Código Civil. Sobre el
particular, el autor comenta las principales implicancias jurídicas que origina el haber
retornado a las naves y embarcaciones a la condición de “inmuebles”, sobre todo en el
plano de las garantías reales.

El Decreto Legislativo 1400 aprobó la nueva “garantía mobiliaria”. Si bien la figura no


está vigente, pues aún requiere la plataforma electrónica que permitirá inscribir la
garantía – SIGM (Octava Disposición Complementaria y Final), la Primera Disposición
Complementaria y Modificatoria contiene cambios en el sistema legal que sí entraron
en vigor el 11 de setiembre de 2018. Se trata de alteraciones que no dependen de la
puesta en marcha del SIGM. Además, son modificaciones que en los capítulos del
decreto aparecen después de la norma sobre vigencia de la garantía mobiliaria.

Uno de los cambios es el retorno de las naves y embarcaciones a la condición de


“inmuebles” (estos bienes habían pasado a la relación de “muebles” con la Ley 28677
de junio de 2006). Esto tiene implicancias sobre todo en el tipo de garantía que
corresponde a tales bienes. Desde hace un año naves y embarcaciones se deben dar
en hipoteca y no en garantía mobiliaria. La SUNARP cree que siguen siendo muebles.

Ahora bien, ¿qué implica considerar mueble a lo que es un inmueble? No se trata solo
del nombre de la garantía, sino de procesos constitutivos, alcances y vigencia
sustancialmente diferentes. Si las naves y embarcaciones se dieran en hipoteca solo
podrían garantizar obligaciones determinadas y determinables, mientras que la
garantía mobiliaria asegura obligaciones abiertas y de todo orden. La hipoteca
requiere un contrato, la otra garantía puede nacer del acto unilateral. Si fuera hipoteca
no podría recaer sobre bienes futuros o ajenos, mientras que la garantía mobiliaria
afecta todo tipo de bienes, incluso categorías de bienes o inventarios. Si fuera
hipoteca la inscripción sería constitutiva, no así la prenda cuya inscripción es opcional.
Si estuviésemos ante hipoteca la ejecución sería siempre judicial, en tanto el otro
aseguramiento admite la venta extrajudicial e incluso el pacto comisorio y la toma de
posesión directa.

¡Cuidado! Si desde el 11 de setiembre de 2018 se hubiesen celebrado garantías


mobiliarias sobre naves y embarcaciones, consignando condiciones propias de la
prenda, pero extrañas y hasta prohibidas para la hipoteca, estaríamos ante actos
constitutivos con ciertos vicios, los cuales estoy seguro serán invocados por los
deudores en el momento indicado, procurando incluso que ellos contaminen todo el
contrato. El hecho que se hayan registrados en estos meses garantías mobiliarias
sobre aeronaves y navíos no cambia lo dicho. El juicio sobre la validez de una garantía
la realizan los magistrados de la República en base a la ley, no los Registros
Públicos. Es cierto que las decisiones de la SUNARP tienen un impacto inmediato en
la apariencia de validez, pero ciertamente no es la última palabra.

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