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© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
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Teléfono 91 593 20 98
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ISBN: 978-84-907791-6-3
A nuestras familias, a nuestros alumnos
y a todos los profesionales actuales
y futuros del sector turístico español
Índice
Prólogo
1.2.1. Introducción
La contribución del sector turístico al PIB español es de aproximadamente un
14% y, aunque el peso de los hoteles no es muy grande, en torno al 1% se
considera un sector estratégico, ya que es uno de los principales elementos que
conforma el producto turístico y genera importantes ingresos en otros sectores.
Desde el punto de vista de la oferta, el sector hotelero español cuenta en la
actualidad con casi un millón y medio de camas distribuidas en 14.553
establecimientos (media de hoteles, hostales y pensiones abiertos en el año
2015), según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se debe señalar que los
establecimientos y plazas facilitados por el INE se deben a una “media anual de
establecimientos abiertos”, por lo que no corresponde con los registrados
anualmente por las Direcciones Generales de Turismo de cada comunidad
autónoma, que suelen ser muchos más. Pero, además de las empresas hoteleras,
en España existe una amplia oferta de alojamientos turísticos cuya
denominación, según la legislación, es la de “extrahoteleros”. En este grupo se
encuentran incluidos principalmente los apartamentos, los campings y los
alojamientos rurales. Cabe destacar que, aunque se trata de una oferta amplia,
sigue siendo escasa en comparación con los alojamientos hoteleros, ya que cerca
del 57% del total corresponde a hoteles (véase figura 1.1).
1.2.2. Análisis de la oferta del sector hotelero español
CUADRO 1.1
Comparación del número de camas (años 2000 y 2015)
Fuente: elaboración propia a partir de datos del INE.
CUADRO 1.2
Evolución y dimensión de los hoteles por número de camas
Fuente: INE (2001, 2008, 2016).
Las razones del crecimiento de la oferta hasta el año 2008 han sido
financieras, ya que la situación coyuntural de enorme liquidez, bajos tipos de
interés y expectativas de alta rentabilidad eran mayores en este sector que en
otros. La entrada de nuevos actores como constructores, promotores
inmobiliarios, instituciones financieras, así como cadenas hoteleras
internacionales y nuevas nacionales que trataban de posicionarse en el mercado
español, propiciaron también este desarrollo (MHI, 2007). La crisis, a partir de
2008, frenó el interés de estos agentes y promovió la aparición de nuevos
operadores que carecían de recursos de capital suficientes para acometer grandes
proyectos de inversión, por lo que centraron su negocio únicamente en la gestión
o franquicia de muchas de estas empresas hoteleras (DBK, 2009). A partir de
2013 se observa una cierta recuperación, ya que la inversión en ese año 2013 fue
el 50% superior al año anterior, pues los fondos de capital riesgo y entidades
financieras volvieron a poner a España en su punto de mira. De hecho, en 2015
España se ha consolidado como destino preferente de la inversión a nivel
europeo y mundial, y ha conseguido superar su marca a nivel histórico,
elevándose hasta los 2.614 millones de euros, multiplicándose por 2,4 respecto
2014. Actualmente las Socimi (sociedades anónimas cotizadas de inversión
inmobiliaria), con el 40% del total, son los principales inversores (figura 1.6)
(IREA, 2015).
Fuente: Radiografía del mercado de inversión hotelera en España en 2014 (IREA, 2015).
Figura 1.6. Tipología de inversores.
1.2.5. Estacionalidad
Es necesario tener en cuenta que en el año 2015, si comparamos el mes que más
establecimientos permanecen abiertos con el mes que menos, se puede decir que
hay 28% de la oferta que permanece cerrada algún mes al año; este dato sería
aún mayor si lo comparásemos con el total de establecimientos censados, en
cuyo caso sería aproximadamente el 36% de establecimientos que no mantienen
su actividad durante todo el año, adecuándose a las características de la demanda
que serán posteriormente analizadas, y permanecen cerrados en determinados
meses, habitualmente en aquellos lugares vacacionales en que las condiciones
climatológicas no son favorables. Este hecho afecta fundamentalmente a las
zonas costeras y, muy especialmente, a la comunidad autónoma de las Islas
Baleares.
CUADRO 1.3
Categoría de hotel utilizada por los viajeros (2015)
Fuente: elaboración propia a partir de datos del INE (2016).
CUADRO 1.4
Viajeros y pernoctaciones según país de residencia (datos por países; 2015)
* Países incluidos en “resto de la UE”: Bulgaria, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia,
Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Rumanía.
1.2.10. Pernoctaciones
Las pernoctaciones en establecimientos hoteleros alcanzaron la cifra de 308,1
millones en el conjunto del año 2015, con un aumento del 4,4% respecto a 2014.
Las pernoctaciones de residentes aumentaron un 5,3% y las de no residentes
un 3,9%. Los viajeros residentes, que representaron un 50,9% del total,
realizaron el 35,7% del total de pernoctaciones durante 2015.
La tasa de variación anual de pernoctaciones en 2015 fue 1,2 puntos superior
a la registrada en 2014, que fue del 3,2%.
Del total de pernoctaciones de 2015, el 67,4% se concentraron entre los
meses de mayo a octubre.
Al igual que sucedía en años anteriores, el mayor número de pernoctaciones
se produce en los hoteles de cuatro estrellas (49,8%), seguidos de los de tres
estrellas (30,2%).
Andalucía, Cataluña, Comunida valenciana y Comunidad de Madrid fueron
los destinos principales de los viajeros residentes en España en 2015, con tasas
de variación en el número de pernoctaciones del 3,5, 10,4, 4,3 y 6,9%,
respectivamente (figura 1.12).
El principal destino elegido por los no residentes en 2015 fue Canarias, con
un 28,4% del total de pernoctaciones. En esta comunidad, las pernoctaciones de
extranjeros aumentaron un 1,6% respecto a 2014. Los siguientes destinos fueron
Islas Baleares (25,1% del total) y Cataluña (18,3%) (véase figura 1.13).
Fuente: nota de prensa sobre alojamientos turísticos 2015 (INE).
Figura 1.13. Distribución de las pernoctaciones de viajeros no residentes por comunidades autónomas de
destino en 2015 en %.
1.2.11. Ocupación
En el año 2015 se cubrió el 57,1% de las plazas ofertadas, con un aumento del
4,3% respecto a 2014. El grado de ocupación medio por plazas fue del 57,7%,
con un aumento del 4,3%. Agosto fue el mes con el índice más alto de
ocupación, con un 76,7%; por el contrario, enero fue el más bajo, con un 40,6%
de ocupación (véase figura 1.14).
Fuente: nota de prensa sobre alojamientos turísticos 2015 (INE).
Figura 1.14. Grado de ocupación por plazas mensual.
Islas Baleares presentó el mayor grado de ocupación por plazas durante 2015
(con el 75,5%); le siguieron Canarias (74,4%) y Comunidad valenciana (58,2%)
(figura 1.15).
Fuente: nota de prensa sobre alojamientos turísticos 2015 (INE).
Figura 1.15. Grado de ocupación por plazas mensual.
1.3.1. Introducción
El sector hotelero está inmerso en profundas transformaciones derivadas de los
cambios sociales y tecnológicos que se están produciendo en España en la
actualidad. Innovaciones que afectan a la gestión y prestación del servicio, al
modo de comercializar el producto hotelero e, incluso, a nuevas propuestas de
productos.
La aparición de internet y el nuevo consumidor turístico son dos de los
factores fundamentales que han propiciado estos cambios. El turista actual posee
mayor poder adquisitivo aunque, curiosamente, es más sensible al precio, exige
mayor calidad aunque es menos leal a la marca, dispone de más tiempo de ocio
aunque sus vacaciones resultan más cortas porque prefieren viajar con mayor
frecuencia, está acostumbrado a comprar en el último momento y, como es más
experimentado, prefiere organizarse su propio viaje.
A continuación, se clasificarán las diferentes tendencias en función de su
efecto en los productos y servicios que tienen que ofertar los hoteles
(innovaciones de producto) y en la gestión de las empresas hoteleras
(innovaciones de proceso) para ajustarse a las nuevas necesidades de los clientes.
Las previsiones para el futuro son muy favorables y se prevén incorporar
más de 31.000 habitaciones hasta 2019, muchas de ellas en nuevos destinos
como Arabia Saudí, Dinamarca, Ecuador, Israel y Mauricio (Hosteltur, 2016).
CUADRO 1.5
Ranking de las cadenas españolas en el mundo con más de 1.000 habitaciones
(2015)
Fuente: Hosteltur (2015, septiembre, pp. 18-25).
(www.static.hosteltur.com/web/uploads/2015/09/Ranking_Hosteltur_2015_I_parte_1.pdf)
B) La desestacionalización de la demanda
Si bien es cierto que existe una gran estacionalidad en la oferta en el sector
hotelero español debido a las condiciones climáticas (no en vano cerca del 28%
de los establecimientos cierran algún mes del año), en la actualidad se observa
un descenso de la misma motivado por diversas causas.
La fragmentación de las vacaciones es un hecho de constatada tendencia en
los turistas del siglo XXI, que tienen mayor poder adquisitivo y menor posibilidad
de disfrutar de unas vacaciones prolongadas. Los shortbreaks o los city-breaks,
estancias de fin de semana, o últimamente los nanobreaks, estancias de un día, se
han puesto de moda.
Otra causa de la desestacionalización y de la posibilidad de realizar viajes de
corta duración ha sido la aparición de las compañías de bajo coste (CBC) o low
cost carriers que, además de contribuir a ello, fomentan la fidelización del
turista, la captación de clientes más jóvenes y la diversificación espacial, tanto
de los puntos emisores como de los destinos receptores. El problema es la
disminución gradual que se ha observado en la elección de establecimientos
hoteleros por parte de los turistas extranjeros de las CBC, problema que tendría
fácil solución si se desviara la demanda a otros destinos menos saturados y
distintos de los considerados actualmente como “muy turísticos”.
También el desarrollo de productos “complementarios” al turismo de “sol y
playa”, como son el turismo rural, el turismo cultural, de compras o de aventura,
han contribuido a la desestacionalización.
Por último, el cambio climático ha influido en una subida de las
temperaturas y ha reducido el periodo invernal. Por contra, hay que señalar que
este “cambio” a largo plazo puede perjudicar gravemente al turismo en nuestro
país, tanto de sol como de nieve.
E) De la sofisticación a la sencillez
La tendencia con respecto a las categorías se sitúa entre dos extremos: desde
el low cost o express (Formule 1, Hoteles Easyjet, Ibis, etc.), hostales y
alojamiento alternativo (peer-to-peer y el couchsurfing) con servicios mínimos,
al hotel de lujo cinco estrellas, el boutique hotel o el hotel life style, con una
amplia oferta de actividades culturales y de ocio (talleres culturales,
gastronómicos, deportivos, música, cine, etc.) para mantener “cautivo” al cliente
dentro del hotel.
En los últimos cuatro años el número de pernoctaciones internacionales se
ha incrementado un 16%, hasta alcanzar los 7.500 millones de noches, según el
World Travel Monitor de IPK International. El alojamiento privado y alternativo,
con un alza del 31%, así como los hoteles de lujo y económico, con crecimientos
del 19 y 15%, respectivamente, han sido los que han captado esos 200 millones
de nuevas estancias, ya que los de gama media solo han registrado un aumento
del 8% (Hosteltur, 2014).
El modelo de hotel low cost, plenamente implantado en otros países
europeos como Francia, Reino Unido y Alemania, es relativamente reciente en
España, con una penetración del 22,5% del mercado. Este crecimiento se debe a
la inexistencia de una oferta relevante y a la tendencia cada vez mayor en la
sociedad del value for money, que hace que el cliente decida a qué servicios
quiere renunciar y diseñe su producto en función de sus necesidades. Otras
causas que podrían apuntarse son la fragmentación de las vacaciones y la
recesión económica, que ha extendido la necesidad de este tipo de hoteles al
segmento de negocios y ha facilitado la aparición de un mayor número de
oportunidades inmobiliarias debido a la bajada del precio del suelo. Así, cadenas
internacionales como Accor, Intercontinental y Travelodge han basado en este
modelo su expansión a corto y medio plazo en España.
Una variante del modelo low cost son los hoteles pop-up o prefabricados,
más económicos de construir, que permiten reducir los tiempos de edificación a
la mitad y que atraen, sobre todo, a clientes jóvenes.
Por otro lado, y dentro de esta misma tendencia, están los alojamientos
alternativos. Las redes sociales han facilitado que el hecho de compartir viajes y
servicios sea más fácil, dando lugar a nuevos modelos de negocio que implican
opciones de peer-to-peer (o p2p, de igual a igual, o economía compartida o
colaborativa), empresas turísticas que abarcan servicios de transporte, guía
turística y alojamiento, entre otras. Con respecto al alojamiento, cabe destacar
empresas como Airbnb o HouseTrip, y para reuniones HomeAway, etc. “De
momento, las autoridades de varios países están intentando regular el fenómeno
p2p, puesto que en muchos casos este tipo de actividad económica se escapa del
pago de impuestos y puede generar conflictos con los residentes locales y
empresas que sí tienen regularizada su actividad. Por otra parte, muchas de las
nuevas plataformas p2p son, en realidad, nuevos intermediarios que cobran
comisiones, en algunos casos mayores que las fijadas por los operadores de
comercio electrónico tradicionales” (Hosteltur, 2014).
Otra tipología de alojamiento alternativo lo constituye el denominado
couchsurfing, que son plataformas que invitan a alojarse en casa de un extraño
gratis: Couchsurfing, Bewelcome, Hospitality Club, etc.
Con respecto a la otra cara de la moneda, la oferta de hoteles de cinco
estrellas se ha casi triplicado respecto al año 2000. Así, en el año 2015, según el
INE (2015), en España se contabilizaban 258 establecimientos abiertos de cinco
estrellas; no obstante, cabe destacar que solo representan el 5,6% del total. Por
otra parte, las razones principales del crecimiento experimentado por los hoteles
de cinco estrellas se concentran en la saturación de la categoría de cuatro
estrellas, la bajada de impuestos, el boom inmobiliario de estos últimos años
hasta la crisis, la entrada de fondos de inversión en el capital de algunas cadenas
y el cambio de motivación del turista más exigente y sofisticado.
Otro ejemplo de lujo o sofisticación lo representan los hoteles boutique, que
se definen como hoteles de menos de cien habitaciones de tres, cuatro o cinco
estrellas, que hacen un especial énfasis en el diseño y el servicio personalizado.
Por otro lado, los hoteles life style han nacido de forma paralela a los hoteles
boutique, ofreciendo además una experiencia única en un entorno trendy y cool.
A diferencia de los hoteles boutique, los life style pueden tener más de cien
habitaciones y suelen estar dirigidos a un público más joven y más tecnológico.
Algunas de sus características pueden verse en la figura 1.18.
Fuente: Boutique Hotel Segment: The Challenge of Standing Out of the Crowd (HVS, septiembre 2011).
Figura 1.18. Características de los hoteles boutique y life style.
A) La “calidad total”
A principios de la década de 1990, en respuesta a la aparición de una
demanda más exigente e informada, unos competidores más fuertes cuyos
precios son más bajos y una clasificación hotelera un tanto confusa (como ya se
ha comentado, cada comunidad autónoma tiene su propia legislación; los
parámetros de categorización responden solo a criterios objetivos), se implanta
una política de mejora de la calidad respaldada por una marca que garantice la
excelencia de los servicios turísticos españoles (la “Q de Calidad”). El precio ya
no constituye la variable fundamental en la comercialización de los productos
nacionales, sino que se produce una reorientación hacia una relación calidad-
precio más equilibrada. De este modo, la aplicación de la calidad total como
método enfocado a la satisfacción de las necesidades de los consumidores se
configura como una de las herramientas principales al servicio de la gestión.
Esta preocupación supuso que la Administración y el sector privado
implantaran, hace aproximadamente veinte años, el Sistema de Calidad Turística
Española (SCTE), que en el año 2000 originó el Instituto para la Calidad
Turística Española (ICTE) como resultado de la fusión de los seis institutos
sectoriales que funcionaban, desde hacía varios años en paralelo, para normalizar
seis sectores diferentes (hoteles, turismo rural, restaurantes, agencias de viaje,
estaciones de esquí y campings).
Por otro lado, la creación de un Comité Internacional de Servicios Turísticos
en el ámbito de la ISO tiene como objetivo crear unas normas internacionales
basadas en la actual normativa española, ya que España es el país que más ha
avanzado en sistemas específicos de calidad. Otro objetivo importante ha sido la
conversión de las normas “Q” privadas en normas públicas UNE (Una Norma
Española). Todo este esfuerzo, unido a la inversión continuada en promoción, ha
intentado posicionar la marca “Q” como la más poderosa garantía de calidad de
los hoteles españoles.
Por otra parte, en la actualidad se está llevando a cabo un proyecto
denominado Hotel Stars Union (HSU), para armonizar las distintas
clasificaciones hoteleras en el ámbito europeo. Este sistema europeo de
clasificación de los establecimientos hoteleros está basado en un sistema de
puntuación según el cumplimiento de determinados criterios, tanto obligatorios
como opcionales. Cada categoría de los hoteles tiene establecido un número
mínimo de criterios a cumplir y la puntuación mínima a obtener. También se
define cuántos puntos extra hay que obtener para alcanzar la denominación de
“superior” (véase figura 1.19).
Existen quince países europeos que ya han adoptado este sistema de
clasificación. Un sistema al que se han adherido varias comunidades autónomas
en España; otras han optado por aplicarlo con sus particularidades, y es que “el
celo competencial de las comunidades autónomas está impidiendo que se adopte
un sistema único de clasificación hotelera en Europa, donde no entienden esta
regionalización que existe en España” (Hosteltur, 2013).
Por tanto, con respecto a la prestación del servicio, las infraestructuras de los
alojamientos actuales han experimentado mejoras sustanciales con la
incorporación de tarjetas magnéticas, televisión interactiva, sistemas de
seguridad, sistemas de check-in y check-out exprés, sistemas audiovisuales,
sistemas domóticos, wearables, etc., que proporcionan más confort y dan un
servicio más eficaz.
Además de estas innovaciones de producto, se llevan a cabo numerosas
innovaciones de proceso en los hoteles, lideradas por la introducción y
aplicación intensiva de la tecnología. Su papel principal es la mejora de la
gestión interna del hotel a través de hardware, software y herramientas de
comunicación que, entre otros aspectos, permiten la gestión sostenible de los
hoteles y la externalización de los procesos.
El aumento de la necesidad de tecnología y de personal cualificado, junto
con el incremento de la competitividad, han influido en la necesidad de la
externalización de servicios, al permitir al hotel desarrollar y concentrarse en
aquellas competencias básicas que aporten mayor valor añadido y, por tanto,
mejoren la calidad del servicio ofrecido, al mismo tiempo que ahorren costes.
Los hoteles de toda España emplean a cerca de 260.000 trabajadores, según las
cifras de la Seguridad Social, de los cuales el 30% estaría ya externalizado y, en
un plazo de cinco años, se prevé que el porcentaje de externalización crezca
hasta el 60%. Uno de los principales motivos, si no el prioritario, por el cual los
hoteles llevan a cabo procesos de externalización, es conseguir un ahorro de
costes laborales que puede situarse entre el 15 y el 30% (Hosteltur, 2014).
Esta tendencia se observa más comúnmente en procesos de limpieza (en los
cuales el objetivo es de eficiencia operativa y reducción de costes), de
restauración (con el objetivo estratégico de ceder esta actividad a expertos que
incrementen la satisfacción del cliente), de los sistemas de información (donde
de nuevo se busca operatividad y eficiencia) y de marketing. No obstante, el
proceso de externalización de servicios debe abordarse desde una perspectiva de
valor, pues no todos los procesos pueden tener la capacidad de ser externalizados
(por ejemplo, la recepción de un hotel), ya que se podría llegar a una
deshumanización del servicio y, por ende, a una comoditización del mismo, ya
que actualmente los recursos humanos constituyen el valor añadido más
importante en un hotel y la clave de su diferenciación.
Por otra parte, la gestión se agiliza mediante el manejo de programas
informáticos o PMS (property management system), bases de datos (big data),
business intelligence (BI), centrales de reservas (CRS), programas de revenue
management, motores de reservas, channel manager , etc., que incrementan la
productividad, reduciendo costes de personal y mejorando los flujos de
información (véase figura 1.20).
Figura 1.20. Cambios que ha originado la tecnología en los hoteles.
C) Internacionalización y concentración
Es una realidad que los negocios se organizan actualmente en grandes
espacios económicos y políticos que obligan al crecimiento de la dimensión
empresarial. La internacionalización avanza hasta su consolidación definitiva y
alcanza a todos los sectores del turismo pero, principalmente, a las cadenas
hoteleras. El proceso que, como se apuntaba en el apartado dedicado a las
cadenas hoteleras, se inició en la década de 1980, ha continuado hasta la
actualidad y supone el 35% de la oferta de las cadenas. Las ventajas
competitivas de la hotelería española son su know-how y la experiencia
acumulada durante más de 50 años. Por otro lado y según Hosteltur (2014), el
informe de la consultora Magma desvela que existe un gran interés de los
hoteleros por diversificarse geográficamente especialmente a zonas de Caribe y
América Latina, buscando sobre todo un equilibrio en sus riesgos y
complementar su oferta.
Las tendencias que observan Fuster, Lillo, Martínez y Ramón (2010) en el
crecimiento internacional de las cadenas hoteleras vacacionales españolas es su
apuesta por los resort de lujo y los hoteles de cinco estrellas, a la vez que
desarrollan fórmulas de comercialización que vinculan el turismo residencial y el
hotelero, como los grandes condominios de propiedad fraccional o mixta; de esta
forma, se potencian paralelamente al negocio hotelero tradicional con
actividades de tiempo compartido. Este proceso de financiación se sufraga
principalmente a través de la cooperación empresarial, como, por ejemplo, las
sociedades de capital riesgo de carácter patrimonial, con orientación turístico-
inmobiliaria.
El contrato de gestión o management ha sido el modo de entrada más común
utilizado en esta expansión del sector hotelero español, utilizado por la mitad de
los hoteles en el exterior. El otro modelo ha sido la inversión directa, bien
mediante la propiedad o acuerdos de cooperación. Modelos como la franquicia u
otras formas de propiedad compartida que tanto éxito han tenido en otros
mercado como en el norteamericano, apenas han sido utilizados por las cadenas
hoteleras españolas en su expansión internacional. La razón principal puede ser
el escaso número de marcas españolas reconocidas en el ámbito internacional y
el predominio de hoteles vacacionales que, debido a su peculiar forma de gestión
y control, hace más complicado el crecimiento a través de franquicias (Berbel,
2008).
En cuanto al crecimiento futuro, Gémer y Jiménez (2013) consideran que el
Caribe seguirá siendo la gran apuesta aunque la inversión se irá trasladando de
mercados más maduros como Cuba, México o la República Dominicana, a
mercados emergentes americanos como Brasil, Colombia o Panamá. Otros
países emergentes con buenas oportunidades para la inversión hotelera son
China, India o Rusia, de los cuales el mercado asiático es el que genera más
expectativas, aunque las barreras de entrada resultan más complejas que las de
mercados como el latinoamericano (López de Ávila, 2013). Por ello, en estos
países se recomienda el uso de fórmulas que lleven aparejadas el compartir
aventura con socios locales, puesto que son mercados con unas características
culturales muy específicas.
Con respecto a la concentración, como se ha comentado anteriormente, la
crisis económica ha frenado la incorporación de agentes financieros (fondos de
inversión, de pensiones, fondos de capital riesgo) e inmobiliarios y ha
beneficiado la entrada de nuevos operadores que carecen de capital para
acometer grandes proyectos de inversión (DBK, 2009) y cuyo negocio es la
gestión de hoteles. Por otro lado, algunas cadenas están aprovechando la
dificultad que atraviesa el sector inmobiliario, cuyas empresas, debido a la
depreciación de sus activos y a la necesidad de liquidez inmediata, se están
viendo obligadas a abandonar el negocio hotelero (DBK, 2009). Cabe destacar
que continúa el denominado sale and lease back, que consiste en la venta del
patrimonio inmobiliario por parte de las cadenas manteniendo la gestión de los
hoteles.
Además, aunque los condohoteles no están todavía muy extendidos en
España, son la fórmula que más ha crecido en el marco mundial estos últimos
años (muy extendida en Francia y Estados Unidos) y se prevé que se desarrolle
de la misma manera en nuestro país. Las causas de este atraso en la aplicación de
estos nuevos modelos de gestión se centran en el desconocimiento y
desconfianza que generan.
Todas estas fórmulas básicas permiten todo tipo de variaciones y hay
reconocidos más de 150 modelos de gestión. Lo que es un hecho es que cada vez
es más frecuente que el propietario y el gestor sean diferentes personas y, como
se apuntó anteriormente, los contratos de arrendamiento variable y gestión son
los más utilizados actualmente en España, aunque la franquicia está aumentando
considerablemente estos últimos años.
Por otro lado, no se puede obviar la alta atomización de la oferta en el sector.
Existen todavía un gran número de pequeñas empresas familiares (por ejemplo,
hostales y hoteles de menor categoría) situados en plazas secundarias que, para
sobrevivir en el mercado actual, tienden a recurrir a empresas comercializadoras
o consorciadas (Sercotel, Hotusa, Apsis Hotels, etc.). Estas empresas ofrecen
servicios de “cadena” a hoteles independientes y suelen realizarse bajo contratos
de comercialización para un periodo mínimo de dos años. El establecimiento
mantiene su independencia y la empresa especializada pone a su disposición un
equipo comercial que “vende” su hotel en los canales tradicionales, así como a
través de sistemas online. El hotel reduce costes, entre ellos los relacionados con
cuestiones de innovación, ya que precisamente estos acuerdos llevan parejos
servicios tecnológicos, a la vez que se consigue el paraguas de una marca
consolidada.
En los últimos años son cada vez más habituales las alianzas entre
compañías competidoras o pertenecientes a distintas áreas de negocio (acuerdos
de distribución y promoción, contratos de gestión, etc.). Además, están teniendo
lugar múltiples operaciones de concentración, tanto horizontal como vertical, a
través de fusiones, adquisiciones y contratos de colaboración:
D) Profesionalización
En el sector hotelero el factor humano es clave, ya que forma parte del
“producto”. Los recursos humanos son los intangibles que mejor conforman la
“experiencia turística” que demanda el cliente actual. La diferenciación basada
en atributos tangibles cada vez se hace más complicada, lo que provoca la
necesidad de contar con trabajadores más cualificados y profesionales.
Por otra parte, debido a los rápidos y profundos cambios que está sufriendo
el sector, se hace patente la escasez de mano de obra cualificada capaz de
adaptarse a las nuevas tecnologías y a las mayores exigencias de los clientes.
Esta realidad causa incrementos en los costes derivados de la falta de calidad de
los servicios.
En este sentido, se hace preciso promover la especialización a través de
programas de formación adecuados. Esta necesidad debe ser atendida no solo
desde el ámbito empresarial (considerando la formación como inversión y no
como gasto), sino también desde el sector público, adecuando la oferta formativa
a la realidad empresarial.
Desde el ámbito universitario, con la convergencia universitaria en el marco
europeo, se ha promovido la especialización con una oferta de postgrados
oficiales que facilitan el acceso a la empresa y a la investigación. Por otra parte,
los estudios de Turismo tienen categoría de título de grado desde el año 2008.
También se hacen ineludibles la potenciación de los estudios de formación
profesional, la puesta en marcha de las cualificaciones profesionales, la nueva
formación dual que combina la formación en los centros con la práctica en
empresas y la apertura de escuelas de hostelería en países en vías de desarrollo
que permitan la entrada en España de trabajadores ya formados en sus países de
origen.
A pesar de que estas carencias se producen en todos los niveles de la
organización, son especialmente manifiestas en la falta de una dirección
intermedia suficientemente capacitada (gobernantas, jefes de cocina, jefes de
alimentos y bebidas, etc.). Además, la estacionalidad de la actividad y la fuerte
fragmentación, con una importante presencia de empresas de pequeño tamaño,
obstaculizan la solución a estos problemas.
Las nuevas tendencias apuntan hacia la profesionalización de todas las fases
del proceso de gestión de la empresa turística, la definición de los puestos de
trabajo a través de procesos de mejora continua y, sobre todo, la adaptación a
modelos turísticos distintos del modelo tradicional con la creación de nuevos
puestos de trabajo más acordes con las necesidades del mercado, como revenue
manager, channel manager, conference manager, community manager, etc.
E) Sostenibilidad y accesibilidad
De acuerdo con las preferencias de los clientes en cuanto al cuidado del
entorno y el respeto al medio ambiente, se trata de alcanzar el equilibrio entre su
protección y su explotación turística. El sector vive directamente relacionado
con el nivel de calidad del entorno. La gestión del turismo sostenible debe ser
local, con una permanente colaboración entre la administración municipal, la
iniciativa privada y la comunidad local. Esta preocupación se traslada al ámbito
jurídico mediante el desarrollo de una legislación extensa, que abarca desde la
gestión de los recursos naturales a la ordenación del territorio.
La concienciación del sector privado es cada vez mayor y debe compaginar
objetivos estrictamente económicos (los costes energéticos suponen entre el 4 y
el 25% de los costes de explotación en los hoteles), con la necesidad de
minimizar el impacto sociocultural y medioambiental de la actividad turística.
Solo si se obtienen este tipo de beneficios, el producto o negocio será
competitivo en el futuro. Una correcta planificación contribuye a la consecución
de estas metas.
Por otra parte, los hoteleros que ya ejercen su responsabilidad
medioambiental descubren potencialidades de ahorro o generación de nuevos
ingresos con estas estrategias. Así, según el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH)
y Euroconsult, los hoteles que controlaron en 2014 su consumo energético
obtuvieron un ahorro de 307 millones de euros (Hosteltur, 2015). En la última
década, se ha percibido un incremento considerable de la concienciación de los
empresarios hoteleros españoles por la mejora del medio, existiendo una
tendencia creciente a la adopción de prácticas de preservación del entorno
natural. Algunas de estas buenas prácticas consisten en:
• Debilidades
– Madurez del producto tradicional de “sol y playa”.
– Obsolescencia de la planta hotelera y exceso de oferta en algunos
destinos.
– Escasez de mano de obra cualificada en algunos puestos.
– Atraso en la aplicación de las tecnologías.
– Atomización de la oferta.
– Escasa planificación en la explotación de los recursos.
– Aplicación de una distribución intensiva frente a la selectiva.
– Pérdida de competitividad del sector por incremento de los costes frente
a los competidores no comunitarios.
– Modelos de gestión “tradicionales” debido al número de pymes.
– Falta de corporativismo en el sector, pues se trata de un sector muy
competitivo.
– Falta de conectividad entre las TIC.
– Falta de sensibilización del papel que juegan los recursos humanos como
generadores de valor añadido.
– Descoordinación entre el sector público y privado.
– Externalización de servicios: falta de personalidad y profesionalidad.
– Excesiva comoditización de la oferta: los hoteles son cada vez más
parecidos los unos a los otros, incluso en precio.
– Nivel de idiomas y, en especial, personal poco preparado para el turismo
asiático.
• Amenazas
– La alta estacionalidad de la demanda.
– Competidores con precios más competitivos.
– Competencia de grades grupos hoteleros internacionales.
– Descoordinación entre administraciones (central, autonómica y
municipal).
– Excesiva regulación y burocracia que comporta mayores costes.
– Legislación diferente en cada comunidad autónoma que dificulta la
estandarización del producto y la comercialización exterior.
– Inestabilidad de los precios energéticos.
– Dificultad de acceso a recursos financieros.
– Aumento de la “oferta residencial” ilegal no controlada (en 2014 había
un 20% de turistas extranjeros (7 millones) que se alojan en casas de
familiares y amigos, lo cual es difícil de creer.
– Aparición de plataformas peer to peer o de igual a igual o de
colaboración, que ponen a disposición del cliente las viviendas turísticas
vacacionales, las cuales suponen una oferta desleal, ya que en la mayoría
de las comunidades autónomas no existe regulación de esta oferta.
– Aumento de la fiscalidad (aumento del IVA).
– El pago de derechos de autor por la instalación de televisores en las
habitaciones.
– Falta de conectividad aérea a algunos destinos españoles.
– La falta de apoyo de las Administraciones al turismo urbano.
– Aumento de los viajes de “última hora”.
– El “todo incluido” de la competencia.
– Cambio climático.
– Disminución de la demanda interna por la crisis económica.
– Dependencia de turoperadores extranjeros, sobre todo en el producto
vacacional.
– Los distribuidores online ganan peso y posicionamiento y sus comisiones
y condiciones aumentan, mermando el poder de los hoteles.
– Canales de comercialización online de venta flash o colectiva, con
grandes comisiones y descuentos.
– Apps de último minuto que provocan cambios de hábito de compra de
los clientes que dificulta la gestión del inventario del hotel y provocan la
bajada de precios.
– La paridad tarifaria que se erige como un “mal menor”, ya que facilita el
control del precio por parte del hotelero, aunque menoscaba la
diferenciación en los precios entre el hotel y el distribuidor. No obstante,
la tendencia es a la desaparición.
– La necesidad de una alta tecnificación de los hoteles con la entrada de la
distribución online.
– Los cambios en el consumo y en los hábitos de compra del turista.
– España posee un abundante número de recursos turísticos, pero no los
correspondientes productos turísticos.
– La necesidad de estar conectado con el turista en cualquier momento
bajo dispositivos digitales o electrónicos.
– Aparición de una demanda sensible a atributos relacionados con la
sostenibilidad.
– Pérdida de imagen de España, baja valoración de los turistas que todavía
no nos han visitado.
– Imagen deteriorada de España relacionada con el turismo sexual y de
borrachera que se ha producido en algunos destinos.
– Dificultad de acceso a recursos financieros.
– La excesiva externalización de servicios con la consecuente pérdida de
personalidad.
– Reducción del presupuesto destinado a viajes de empresa.
– Nueva ley de costas menos restrictiva.
– Falta de conexiones directas con el continente asiático.
– Excesiva burocracia en la obtención de visados (por ejemplo, China).
• Fortalezas
– Tradición y experiencia turística.
– Abundancia de recursos turísticos que hacen factible la diversificación
del producto turístico = sun, sea, sand + experience.
– Internacionalización de cadenas españolas.
– Alta fidelidad de la clientela.
– Diversidad entre las distintas comunidades autónomas.
– Tendencia hacia nuevos modelos de negocio: del low cost hotelero a
hoteles de cicno estrellas y boutique, etc.
– Cambio de mentalidad del sector con respecto a la inversión en I+D =
reducción de costes.
– La predisposición del sector hotelero a la innovación y aplicación de la
tecnología.
– Asociacionismo y redimensionamiento empresarial.
– Externalización de servicios: ahorro y mayor profesionalidad.
– Existencia de fuentes estadísticas de elevada calidad.
– Estandarización de los parámetros de calidad (ICTE, UNE, Unión
Europea, etc.).
– Nuevas fórmulas de gestión: arrendamiento variable management,
franquicia, tiempo compartido y condotel, que facilitan la expansión de
las cadenas hoteleras.
– Implantación de una gestión más estratégica y analítica basada en el
revenue management.
• Oportunidades
– Aparición de nuevos segmentos, nuevos mercados y nuevos productos
turísticos.
– La sanidad española es considerada como una de las mejores del mundo.
– Estabilidad política.
– Integración de sistemas.
– Tecnología móvil que permite tanto un acceso directo al cliente y nuevas
formas de comercialización, como influir en todas las fases del viaje.
– Menores costes de intermediación por la aplicación de las nuevas
tecnologías.
– Multitud de canales de distribución.
– Criterios de clasificación europeos (Proyecto HotelStars Union) que
benefician a España.
– Mejor acceso a la información y mejor conocimiento del cliente.
– Potenciación de los viajes con compañías de bajo coste.
– El “todo incluido”, amenaza que puede convertirse en oportunidad:
“DTI” (destino todo incluido).
– Facilidad en el desplazamiento entre los miembros de la UE.
– El español es la segunda lengua en el mundo.
– Inclusión del turismo como objetivo específico en la UE.
– Nuevos actores: los fondos de inversión y capital riesgo compran los
activos hoteleros: cadenas puras gestoras (sale&leaseback).
– Autoservicio de algunas tareas: llaves electrónicas, despertador,
restauración buffet, reservas a través de internet, dispositivos wearables,
etc.
– Las redes sociales ofrecen mayor conocimiento del cliente, una mejor
adaptación de la oferta, mayor fidelización, herramienta de
comunicación.
– Conflictos bélicos y ataques terroristas en países competidores.
– Gran diversidad de recursos.
– Condiciones climáticas, de seguridad y servicios de transporte que
existen en España.
– Aumento del prestigio de la gastronomía española.
– Mejores profesionales con la adecuación de los estudios a las
necesidades del sector (grado, posgrados y formación profesional).
2
Tipología de alojamientos
turísticos
2.1.1. Introducción
La reglamentación en materia de alojamientos turísticos en España es prolija y
diversa, ya que a partir del año 1983 se transfieren las competencias en turismo a
las comunidades autónomas. Este hecho determina que surja un abundante
cuerpo legislativo propio de cada comunidad con respecto a las tipologías y
requisitos, aunque orientado siempre por la normativa estatal de ámbito nacional,
que en el caso de los hoteles fue el Real Decreto de 1983, que fue de aplicación
real hasta 2010, considerándose derecho supletorio en el resto de las
comunidades autónomas que no habían generado su propia normativa. Con la
derogación en 2010 (Real Decreto 39/2010, de 15 de enero), actualmente todas
las comunidades autónomas deben tener su propia legislación. Lo mismo
sucedió con los apartamentos: hasta 2010, las comunidades autónomas que no
tenían legislación al respecto se regían por el Real Decreto 2877/1982, de 15 de
octubre, del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, de
Ordenación de Apartamentos y Viviendas Vacacionales.
Las definiciones de alojamiento turístico son distintas dependiendo de cada
comunidad; no obstante, coinciden en lo esencial, que es considerar alojamiento
turístico a aquellas empresas que presten servicios de hospedaje al público a
cambio de una contraprestación económica, de forma profesional y habitual,
bien sea de modo permanente o temporal, con o sin prestación de servicios
complementarios. Quedan excluidas las actividades de alojamiento fuera del
ámbito turístico (residencias de estudiantes, juveniles, de ancianos, etc.).
Además, todos los alojamientos deberán tener una clasificación y
calificación que identifique al establecimiento, bien sea de carácter jurídico, bien
a nivel comercial. Se establecerá un contrato entre el cliente y el alojamiento en
el que se determinen una serie de elementos de importancia para ambos, como
son, entre otros, el tipo de alojamiento, la cantidad de personas a alojar, los días
de estancia, los servicios contratados de manutención, los precios, etc. Deberán
también publicarse los precios a percibir por el establecimiento según los
servicios ofertados.
En la normativa estatal los alojamientos turísticos se dividían en hoteleros y
extrahoteleros. Los alojamientos hoteleros estaban compuestos por hoteles
(hoteles, hoteles-apartamento y moteles) y pensiones (pensiones y hostales). El
resto de alojamientos estaban en la categoría de extrahoteleros: apartamentos,
bungalós, campings, albergues, ciudades de vacaciones o establecimientos
similares (artículo 1 del Decreto 231/1965, de 14 de enero). Sin embargo, de este
estante común se han ido independizando muchas categorías de alojamiento
turístico extrahotelero. En unas ocasiones porque el proceso socioeconómico así
lo ha exigido. En otras, porque lo exigía un poderoso componente urbanístico y
porque la exigencia venía impuesta por una planificación política o comercial
(Mesa del Turismo).
Cabe destacar que, actualmente en una gran parte de las comunidades
autónomas, la figura de los moteles ha desaparecido de sus clasificaciones (está
recogida en las legislaciones autonómicas de Castilla y León, Castilla-La
Mancha y La Rioja; otras regulan estos establecimientos bajo la categoría de
especiales, como Valencia, Andalucía y Aragón, y otras no los incluyen en su
regulación, como Madrid, Asturias y Cantabria), los hostales no están en todas
(Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña y Murcia), las pensiones no
tienen en todas las mismas estrellas (son consideradas de categoría única, caso
de Aragón, Castilla y León, La Rioja y Valencia; de dos y una estrella –la casi
totalidad de las restantes autonomías–; y de tres, dos y una estrella caso único de
Madrid, que además establece la clasificación de casas de huéspedes: pensiones
sin estrellas).
Por otra parte, con respecto a los alojamientos extrahoteleros, se han
incorporado los alojamientos rurales a esta clasificación y han desparecido en la
mayoría de las reglamentaciones las figuras de los albergues y ciudades de
vacaciones.
A) Clasificación
Así, el Decreto 159/2003, de 10 de julio, de Ordenación de Establecimientos
Hoteleros de la Comunidad de Madrid, excluye del concepto de establecimiento
hotelero:
Además, según este real decreto, su artículo 6 establece que todos los
establecimientos de alojamiento turístico deberán exhibir obligatoriamente en la
entrada principal la placa normalizada en la que figure el distintivo
correspondiente a su grupo y categoría y, en su caso, la correspondiente a la
existencia de servicio de comedor (véase figura 2.1).
Por otro lado, este real decreto también regula como lo hacen en otras
comunidades autónomas las especialidades de determinados establecimientos
(playa, montaña, balneario, convenciones, médicos, grupo, familiares, etc.) (art.
7).
Fuente: Decreto 159/2003, de 10 de julio, de Ordenación de Establecimientos Hoteleros de la Comunidad
de Madrid.
Figura 2.1. Modelos de placa normalizadora de la Comunidad de Madrid.
– 1 ESTRELLA
Habitación doble de 12 m2 mínimo, habitación individual de 7 m2
mínimo, cuarto de baño (baño o ducha) de 3,5 m2 mínimo, calefacción y
ascensor.
– 2 ESTRELLAS
Habitación doble de 14 m2 mínimo, habitación individual de 7 m2
mínimo, cuarto de baño (baño o ducha) de 3,5 m2 mínimo, teléfono en
habitación, calefacción, ascensor y servicio de caja de seguridad.
– 3 ESTRELLAS
Habitación doble de 15 m2 mínimo, habitación individual de 8 m2
mínimo, cuarto de baño (baño o ducha) de 4 m2 mínimo, teléfono en
habitación, calefacción, aire acondicionado en zonas comunes, ascensor,
bar y servicio de caja de seguridad.
– 4 ESTRELLAS
Habitación doble de 16 m2 mínimo, habitación individual de 9 m2
mínimo, cuarto de baño (baño y ducha) de 4,5 m2 mínimo, teléfono en
habitación, calefacción, aire acondicionado en habitación, ascensor, bar
y caja fuerte en habitación.
– 5 ESTRELLAS
Habitación doble de 17 m2 mínimo, habitación individual de 10 m2
mínimo, cuarto de baño (baño y ducha) de 5 m2 mínimo, teléfono en
habitación, calefacción, aire acondicionado en habitación, ascensor, bar
y caja fuerte en habitación.
Para una información más detallada sobre los requisitos que se exigen, se
debe consultar la legislación existente para cada comunidad autónoma.
Por otro lado, existe una serie de requisitos técnicos generales acerca del
sistema de protección de incendios e insonorización de todas las instalaciones.
Los precios máximos de los servicios deben ser expuestos en la recepción en
un lugar visible y es obligatoria una lista de precios en la habitación de los
servicios extra (por ejemplo, teléfono, lavandería o garaje).
– 1 estrella:
– 2 estrellas:
– 3 estrellas:
– 4 estrellas:
– 5 estrellas:
Fuente: Orden, de 27 de septiembre de 2011, por la que se aprueban los Distintivos de los Apartamentos
Turísticos.
Figura 2.2. Modelos de placa normalizada de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
B) Campamentos
Según la normativa estatal, el Real Decreto 2545/1982, de 27 de agosto,
conceptúa como campamento de turismo “el espacio de terreno debidamente
delimitado, dotado y acondicionado para su ocupación temporal con capacidad
para más de diez personas que permita hacer vida al aire libre, con fines
vacacionales o turísticos y utilizando como residencia albergues móviles: tiendas
de campaña, caravanas u otros elementos similares fácilmente transportables”
(art. 1). No se entienden como campamentos de este tipo aquellos cuya
contratación supere los seis meses (art. 2).
La Orden, de 28 de julio de 1966, ya derogada establecía cuatro categorías:
lujo, primera, segunda y tercera, cuyos distintivos serán, respectivamente, “‘L’,
‘1.a’, ‘2.a’ y ‘3.a’ dentro de una silueta frontal de tienda de campaña” (art. 11.1).
Esta clasificación puede variar según la comunidad autónoma en la que nos
encontremos. Así en la Comunidad de Madrid está vigente el Decreto 3/1993, de
28 de enero, sobre Campamentos de Turismo en la Comunidad de Madrid,
donde las categorías son únicamente tres: lujo *****, primera **** y segunda
***, y sus correspondientes distintivos L, 1 o 2, acompañados de las estrellas
correspondientes, y grafiados dentro de la silueta de una tienda de campaña
según medidas específicas; el color de la placa debe ser verde hierba (véase
figura 2.3).
Fuente: Decreto 3/1993, de 28 de enero, sobre Campamentos de Turismo en la Comunidad de Madrid
(https://www.bocm.es/boletin/CM_Boletin_BOCM/19930208_B/03200.pdf).
Figura 2.3. Modelo de placa normalizada de campamentos de la Comunidad de Madrid.
C) Alojamientos rurales
El turismo rural es un fenómeno relativamente reciente en nuestro país, que
comenzó en la década de 1980 con el apoyo de las ayudas provenientes de
Europa (Fondos Leader, Feder, etc.) para impedir el éxodo de personas de las
zonas rurales a las urbanas y contribuir con el turismo a aumentar el desarrollo
de estas zonas, suponiendo una renta complementaria a la agropecuaria y
constituyendo una posibilidad de trabajo para jóvenes y mujeres.
El primer desarrollo de turismo rural con éxito tuvo lugar en el municipio de
Taramundi (Asturias). A partir del año 1983 las competencias en materia
turística se transfieren a las comunidades autónomas, por lo que estas comienzan
a regular este tipo de alojamiento. Cabe destacar la prolija legislación que existe
en España de alojamientos rurales (más de 44 denominaciones y 24 tipologías
distintas), debido posiblemente a que no se partió de una normativa estatal y a la
idiosincrasia de este tipo de alojamiento (véase cuadro 2.1).
No es de extrañar que ante tanta variedad existan muchas definiciones de
turismo rural, tomando, como en el caso de los hoteles, la legislación de la
Comunidad Autónoma de Madrid (Decreto 117/2005, de 20 de octubre, de
Autorización y Clasificación de Alojamientos de Turismo Rural en la
Comunidad de Madrid): “Se consideran establecimientos de alojamiento de
turismo rural aquellas edificaciones situadas en el medio rural (menos de 15.000
habitantes) que, con características singulares se destinan de forma habitual y
profesional al alojamiento turístico de carácter temporal, mediante precio, y
reúnen los requisitos previstos en el presente decreto y demás normas que le son
de aplicación”.
Por otra parte, según el Informe sobre la Normativa de Turismo Rural de la
Mesa de Turismo, no parece que exista un modelo genérico en la explotación del
turismo rural, que puede ser por viviendas completas o por habitaciones, en
régimen de hospedería o de residencia, con prioridad en ciertos casos de la
reabsorción de actividades específicas como el agroturismo.
CUADRO 2.1
Tipologías de alojamientos rurales según comunidad autónoma
Fuente: Villacé.
2.2.2. Especialización
Según la especialización, los hoteles se pueden dividir en:
2.2.3. La propiedad
Según Gallego (2014), atendiendo a la propiedad se pueden establecer los
siguientes tipos de hotel:
CUADRO 2.2
Ventajas e inconvenientes del modelo de gestión o management para el
propietario y el gestor
– Cuota básica. Con este acuerdo la compañía hotelera tan solo recibe
una cuota básica, que puede ser de hasta un 5% de los ingresos
brutos del establecimiento. De forma alternativa, la cuota puede
estar basada en dos porcentajes por separado: uno sobre los ingresos
brutos por alojamientos y otro sobre los ingresos brutos por
alimentos y bebida (food & beverage). Las cuotas básicas no ofrecen
ningún incentivo para mantener los costes reducidos, lo que estimula
la maximización del esfuerzo de ventas, pero a expensas de unos
costes algo descontrolados. El propietario podría acabar de forma
probable sin beneficios, por lo que se agrega una cuota de incentivos
para estimular a la compañía de gestión a mantener los costes bajo
control.
– Cuota básica más incentivo. Bajo este acuerdo, la cuota básica
podría ser un porcentaje de los ingresos brutos (normalmente hasta
un 5%) más un incentivo de hasta un 10% del gross operating profit
(GOP) o beneficio bruto de la explotación. El GOP se define como
los ingresos brutos menos todos los gastos de explotación habituales
exceptuando los impuestos sobre la propiedad, seguros, alquiler,
intereses y amortización, e impuestos sobre beneficios. Una segunda
alternativa sería tener la cuota básica dividida en un porcentaje de
los ingresos por alojamiento y otro porcentaje sobre los ingresos por
alimentos y bebidas, más un incentivo igual a un porcentaje de los
beneficios brutos de explotación. Una tercera alternativa puede ser
una cuota básica basada en una cantidad fija por unidad de
alojamiento disponible, más un porcentaje de los beneficios brutos
de explotación como incentivo. Otra variación ha consistido en basar
el incentivo sobre el cash flow.
– Cuota básica o incentivo. Este tercer tipo de acuerdo consiste en
tener una cuota básica o un incentivo, dependiendo de cual sea
mayor. Obviamente, hay una amplia variedad de alternativas
disponibles en lo que a modalidades se refiere. Las tres principales
cadenas gestoras en el contexto internacional son Home Inns &
Hotels Management, Plateno Hotels Group y Marriot International
(véase cuadro 2.3).
Como se ha comentado anteriormente, en España la gestión supone
el 25% de los hoteles de las cadenas.
4. Franquicia. Una cadena hotelera (franquiciador) se compromete con un
empresario de alojamiento (franquiciado) a ceder el uso de su marca
comercial y de su “saber hacer”, a desarrollar la publicidad y a incluirle
en su sistema de reservas a cambio de una remuneración previamente
establecida. El contrato suele tener una duración prolongada en el
tiempo, entre 15 y 20 años. En algunos casos, se incluye dentro del
contrato de franquicia otro de gestión con el fin de asegurar la calidad
del servicio prestado y ofrecer mayor cobertura al franquiciado. Esta
fórmula se convierte en un medio adecuado para incrementar la oferta
de las cadenas con una inversión reducida.
CUADRO 2.3
Ranking internacional de las diez primeras cadenas gestoras (2013)
Fuente: www.hotelsmag.com.
CUADRO 2.4
Ventajas e inconvenientes del modelo de gestión o management para el
propietario y el gestor
Fuente: Martorell y Mulet (2003).
En el cuadro 2.4 se detallan las ventajas e inconvenientes para las
cadenas gestoras y para los propietarios.
En España, la franquicia no ha sido un modelo que se haya
desarrollado mucho, aunque en los últimos años haya aumentado
considerablemente y suponga el 15% de los hoteles de las cadenas
españolas.
En el contexto internacional las principales cadenas franquiciadoras
son Whyndhan Hotel Group, Choice Hotel International e
Intercontinental Hotel Group (cuadro 2.5).
CUADRO 2.5
Ranking internacional de las diez primeras cadenas franquiciadoras (2013)
Fuente: www.hotelsmag.com.
CUADRO 2.6
Ventajas e inconvenientes del condohotel
Fuente: Horno (2007).
Notas
1 Los spas utilizan agua corriente tratada y los centros de talasoterapia agua de mar.
2 La Ley 4/2012, de 6 de julio, sustituyó con escasas modificaciones al Real Decreto-Ley 8/2012. Con
esta ley se traspone la norma comunitaria incorporando en sus títulos II y III, con las necesarias
modificaciones, la Ley 42/1998, de 15 de diciembre, sobre Derechos de Aprovechamiento por Turno
de Bienes Inmuebles de Uso Turístico y Normas Tributarias. Ha de aclararse que la Directiva 2009 y
la ley que lo traspone a nuestro ordenamiento no solo se refiere ya a inmuebles, sino también a otros
bienes de uso turístico (caravanas, embarcaciones). Por otra parte, dichas normas contemplan de
forma completamente novedosa la regulación de productos vacacionales de larga duración, de los
contratos de reventa y de los contratos de intercambio turísticos.
3
Organización departamental
hotelera
3.1. Introducción
Antes de analizar los distintos departamentos que constituyen un hotel, hay que
insistir en que, en la prestación de servicios en general y hoteleros en particular,
es necesaria la intervención de un gran número de personas pertenecientes a
distintos departamentos. Por ello, el éxito se deberá en gran parte a la
coordinación y sincronización que exista entre todos ellos.
Es imposible definir un único modelo organizativo común a todos los
hoteles ya que, dependiendo de factores tales como el tamaño, la antigüedad, la
categoría, la ubicación, el sistema de trabajo, el tipo de clientela, etc., su
estructura va a ser diferente. Por ejemplo, se puede observar que cuanto más
grande es el hotel, mayor es su especialización departamental, y que los
establecimientos de categoría más alta suelen contar con una plantilla numerosa
que les permite racionalizar y repartir el trabajo fácilmente. Sin embargo, en los
hoteles de menor categoría y tamaño los trabajadores suelen asumir actividades
correspondientes a distintos departamentos como atender una reserva y, a la vez,
cumplimentar una entrada. Lo mismo ocurre respecto a la ubicación del
establecimiento: los hoteles urbanos, en los que se producen continuas entradas y
salidas de clientes, necesitan contar con un mayor número de empleados. En los
hoteles de playa, donde las estancias son más prolongadas, la plantilla es más
reducida en la recepción, sobre todo si se utilizan sistemas informáticos que
agilizan e incrementan la eficiencia del trabajo. Por último, teniendo en cuenta el
tipo de clientela, los hoteles cuyos huéspedes son fundamentalmente grupos
tienen menores necesidades de personal en la recepción, puesto que los trámites
se reducen.
Desde finales del siglo XX, se están produciendo unos importantes cambios
en el ámbito del diseño organizativo. Las condiciones en las que actualmente
actúan las organizaciones en general, y las empresas hoteleras en particular, las
están obligando a redefinir sus estructuras organizativas. Aunque los retos a los
que se tienen que enfrentar los hoteles en el momento actual son múltiples,
concretaremos en tres los que más están afectando al diseño organizativo de
estas empresas.
Por un lado, las empresas hoteleras deben ser capaces de ser flexibles, es
decir, de adaptarse en las mejores condiciones posibles al entorno cambiante en
el que actúan. En este sentido se articulan las estructuras organizativas en trébol
(Handy, 1995). Por otro, los hoteles deben ser capaces de aprender de los
principales agentes con los que se relacionan, especialmente de sus clientes. En
esta línea se establecen las estructuras organizativas hipertexto (Nonaka y
Takeuchi, 1995) y las estructuras potenciadoras del aprendizaje y la transferencia
del conocimiento (PATC) (Rodríguez Antón et al., 2008). Por último, los
establecimientos hoteleros deben buscar la colaboración con otras empresas que
complementen adecuadamente su cadena de valor. Para esta finalidad se crean
las estructuras organizativas en red y las federales (Rodríguez Antón y Alonso,
2008).
A partir de estos diseños organizativos surgen otros que intentan responder a
varios retos a la vez. En este sentido, las estructuras organizativas hipertrébol
(Rodríguez Antón, 2001) se orientan al reto conjunto de la flexibilidad y del
aprendizaje organizativo y las estructuras organizativas hiperred (Rodríguez
Antón, 2008) se enfocan a los tres retos: flexibilidad, aprendizaje organizativo y
colaboración interempresas.
Estos tres grandes retos deben guiar el diseño organizativo de los hoteles,
independientemente de los departamentos operativos con los que cuenten para
realizar las actividades que vayan a desarrollar para producir y ofrecer los
servicios que configuren su oferta, los cuales serán analizados a continuación.
Hay que señalar que la organización depende también de que el hotel forme
o no parte de una cadena hotelera. Así, la figura 3.1 representa el organigrama de
un hotel y la 3.2 el organigrama de una cadena hotelera.
En el presente capítulo se estudia la organización departamental de un hotel
de grandes dimensiones, ya que es en este tipo de hoteles en los que la
departamentalización se encuentra más desarrollada debido a la alta
especialización funcional aplicada.
3.2.1. Dirección
Como se verá detalladamente en el capítulo 4 de este volumen, las funciones
principales de la dirección son cinco: planificación, organización, mando,
coordinación y control.
Desde el punto de vista de la dirección hotelera, estas funciones se concretan
someramente en el cuadro 3.1.
CUADRO 3.1
Funciones de la dirección del hotel
Planificación
Organización
Mando
Coordinación
Control
A) Recepción
Se podría calificar a la recepción como el “corazón del hotel”. Por un lado,
se conforma como el principal nexo de unión entre el cliente y la empresa, ya
que es el departamento con el que el huésped mantiene una relación más
estrecha. Por otro lado, y desde el punto de vista interno, es una división
productiva cuya principal actividad es la venta de habitaciones que, como se ha
señalado anteriormente, constituye generalmente la actividad más importante del
establecimiento. Además, recepción desempeña un papel fundamental en las
relaciones con otros departamentos.
Cuando se habla de recepción, se piensa inmediatamente en el mostrador que
existe en todos los vestíbulos de los hoteles, pero el departamento es mucho más
que eso. Si bien es cierto que desarrolla una parte de su actividad de cara al
público a través del mencionado mostrador, también existe otra parte que se
realiza en dependencias interiores: funciones administrativas y comerciales. En
consecuencia, el personal de recepción se encargará tanto de realizar tareas
típicas del back office como del front office. Aunque en el capítulo 5 de este
volumen se verán con más detalle, a continuación se presenta una relación de las
principales tareas que deben ejecutar (véase cuadro 3.2).
CUADRO 3.2
Funciones principales de la recepción de un hotel
– Cobro de facturas
– Cambio de moneda extranjera
– Control de las cajas de seguridad
– Confeccionar las liquidaciones de facturas cobradas por efectivo y crédito
– Liquidación de caja y de divisas
– Cumplimentar documentación del departamento
– Autorizar la salida de equipajes
B) Conserjería
La conserjería es un departamento del ámbito de alojamiento que
tradicionalmente se ha encontrado separado física y funcionalmente de la
recepción en hoteles de cinco estrellas. En el resto de establecimientos, lo
habitual es que se halle fusionado con este departamento con el que, incluso,
compartirá la misma plantilla, realizando indistintamente labores de recepción y
conserjería (cuadro 3.3).
CUADRO 3.3
Funciones básicas del departamento de conserjería
C) Pisos
El departamento de pisos se encarga de preparar el producto más importante
que vende el hotel: la habitación. Las habitaciones representan la parte más
significativa del alojamiento, constituyendo su elemento básico. Las funciones
que se deben ejecutar en el departamento de pisos se recogen en el cuadro 3.4.
En la mayoría de los establecimientos la lencería, la lavandería y, en su caso,
la plancha y la costura, dependen de este departamento. Su misión principal es
proporcionar al resto de departamentos las prendas necesarias para su
funcionamiento y asegurarse de la limpieza y buen estado de toda la ropa que se
utiliza en el hotel (véase cuadro 3.5).
CUADRO 3.4
Funciones básicas del departamento de pisos
D) Mantenimiento
El departamento de mantenimiento, servicios técnicos y seguridad posee un
componente eminentemente técnico y tiene como objetivos básicos encargarse,
por un lado, del perfecto funcionamiento de las instalaciones, maquinaria y
elementos técnicos del hotel y, por otro, cuidar de la seguridad de las personas
que se alojan y trabajan en el hotel, así como de sus bienes. En algunos hoteles
ambas funciones se encuentran separadas, existiendo un departamento de
mantenimiento y otro de seguridad. Las funciones de ambos departamentos se
rencuentran recogidas en el cuadro 3.6.
CUADRO 3.6
Funciones básicas del departamento de mantenimiento, servicios técnicos y
seguridad
Figura 3.6. Estructura jerárquica del personal del departamento de alimentos y bebidas.
CUADRO 3.7
Funciones principales del departamento de alimentos y bebidas
Subdepartamento Funciones
Restaurante y bar – Limpieza del local, mobiliario y menaje
– Montaje de mesas, aparadores y bufés
– Reposición de géneros
– Reserva de mesas
– Recibir y acomodar al cliente
– Prestación del servicio: entregar las cartas, tomar la
comanda, servir, etc.
– Desbarasar las mesas
– Facturar
– Cambio de ropa
– Proponer y sugerir a cocina la oferta gastronómica
– Servicio de habitaciones o room service
Cocina – Previsión diaria de la demanda
– Petición de suministros
– Preparación del servicio: transformar, elaborar e
informar de la oferta gastronómica
– Recepción de comandas
– Elaboración de lo comandado
– Presentación de los platos
– Control de consumos
– Control de existencias para el servicio siguiente
MICE – Distribución óptima del espacio en función de los
eventos
– Gestión de los equipos técnicos y audiovisuales
– Montaje de mesas en función del tipo de evento
– Atención al cliente
– El resto de funciones atribuidas anteriormente a sala o
restaurante
Economato y bodega – Mantener relaciones con los proveedores
– Comprobar las existencias y confeccionar los pedidos
– Valoración de stocks
– Cotejar los precios de los productos según mercado
– Efectuar las compras
– Controlar la calidad de los productos
– Verificar que los géneros y cantidades entregados son los
solicitados
– Examinar los albaranes, facturas y vales de pedido que
intervienen en la entrada y distribución de género
– Recepción y almacenamiento
– Distribución de los pedidos a los departamentos del
hotel
– Control de existencias o stocks
– Realizar inventario físico y comparación con los
permanentes
– Enviar la anterior documentación al departamento de
administración
En cuanto a sus funciones básicas, son las que se muestran en el cuadro 3.8.
CUADRO 3.8
Funciones principales del departamento comercial
Departamento Funciones
Comercial – Establecer el plan de marketing del hotel
– Definición de mercado
– Estrategia de segmentación
– Estrategia de posicionamiento
– Marketing mix
– Diseñar el servicio-marca
– Mantener tanto a las empresas como a las agencias
informadas de las ofertas, tarifas, servicios, etc.
– Plan de medios
– Posicionamiento SEO, SEM y SMM
– Organizar eventos que puedan atraer nuevos clientes
– Desarrollar la publicidad y promoción del
establecimiento
– Comunicación y relaciones públicas
CUADRO 3.9
Funciones principales del departamento de revenue
– Análisis de la demanda
– Análisis de la competencia
– Análisis del producto
– Previsión de la demanda
– Segmentación de mercados
– Fijación de precios
– Cálculo y actualización de los límites de reservas
– Aceptación o denegación de reservas: análisis de los desplazamientos
– Paquetización de servicios
– Análisis de las principales cuentas
– Análisis del entorno, eventos, etc.
– Análisis de los históricos
– Análisis de la sensibilidad al precio de los distintos segmentos
– Análisis de la rentabilidad de cada segmento
CUADRO 3.10
Funciones principales del departamento de animación
CUADRO 3.11
Funciones principales del departamento de calidad
CUADRO 3.12
Funciones principales del departamento financiero
Subdepartamento Funciones
Administración – Caja
– Facturación
– Control
Contabilidad – Gestión de cobros y pagos
– Control de caja
– Llevanza de libros contables
– Contabilidad analítica
– Control y gestión de obligaciones fiscales
– Gestión de clientes y proveedores: facturas, albaranes,
etc.
Financiación – Gestión de créditos y riesgos
– Negociación con entidades de crédito
– Valoración de inversiones
CUADRO 3.13
Funciones principales del departamento de recursos humanos
4.1.1. Planificación
Planificar significa determinar de antemano qué objetivos se desean alcanzar y
cómo se van a conseguir. La función de planificación se concreta, por tanto, en
la elaboración de planes que posibiliten a la empresa alcanzar los objetivos
propuestos. Para ello, es necesario un conocimiento profundo del entorno
empresarial que permita identificar las amenazas y oportunidades existentes,
diseñar los objetivos y seleccionar las alternativas más adecuadas. Es
fundamental realizar un seguimiento permanente de los planes que se han
formulado, determinando el grado de consecución de los objetivos e
identificando la conveniencia de realizar cambios si estos no fuesen los
adecuados. Por ello, las funciones de planificación y control –la primera y la
última del proceso de dirección– se encuentran estrechamente ligadas aunque,
como se verá más adelante, el control afecta a todas y cada una de las fases del
proceso de dirección que es, a su vez, continuo.
La planificación puede realizarse a corto plazo (en momentos como los
actuales su horizonte temporal serían unos pocos meses), en cuyo caso recibe la
denominación de operativa; a medio plazo (horizonte temporal comprendido
entre ese periodo y un año), en cuyo caso recibe la denominación de táctica, o a
largo plazo (horizonte temporal superior al año), también llamada estratégica.
Mientras que la planificación operativa suele corresponder a los niveles
inferiores de la pirámide jerárquica, la planificación táctica corresponde a los
intermedios y la estratégica es desarrollada por la alta dirección, debido a la
mayor implicación y trascendencia temporal que supone. Ello no significa que
los planes a corto o medio plazo sean menos importantes que los planes a largo,
pues si ambos no se encuentran debidamente coordinados, será difícil la
consecución de los objetivos generales de la empresa.
4.1.2. Organización
Organizar consiste en establecer la estructura organizativa de la empresa,
dividiendo y asignando las tareas y actividades que se tienen que desarrollar
entre las personas que tienen que ejecutarlas, agrupándolas en unidades y
creando una estructura que dé estabilidad a los procesos que en ella se
desarrollen (Rodríguez Antón y Alonso, 2008). Se trata, por tanto, de dividir el
trabajo, identificar las diferentes funciones a desempeñar, determinar la
estructura y las líneas de autoridad y responsabilidad y establecer las relaciones
entre las distintas unidades, de manera que todos los trabajadores conozcan con
claridad cuál es su cometido y su lugar en la empresa.
Una vez dividido el trabajo y asignado a los trabajadores que vayan a
ejecutarlo, estas tareas se deben agrupar en unidades organizativas,
departamentos o divisiones, que configuran el organigrama, que es “una forma
de representar el posicionamiento jerárquico de las distintas unidades
organizativas que existen en una empresa y las relaciones formales existentes
entre ellas” (Rodríguez Antón y Alonso, 2008: 71). Los tipos más habituales de
organigramas son:
4.1.3. Mando
Mandar consiste en conseguir que las personas realicen sus funciones y
contribuyan a la consecución de los objetivos de la empresa. Actualmente suena
extraño hablar de mandar, pero el propio Fayol así lo define utilizando la palabra
francesa commander, identificándola con “hacer funcionar al personal”. Esta
tarea se basa en el desarrollo del liderazgo (influencia y autoridad) y la
motivación de los trabajadores. No debe confundirse, no obstante, jerarquía con
liderazgo, pues en algunos casos existen personas que ejercen el liderazgo sin
ostentar la categoría de directivos, y directivos que no poseen capacidad de
liderazgo. Un buen líder logra que las personas se identifiquen con los objetivos
de la empresa y hagan todo lo posible por alcanzarlos. El ideal es que el líder
coincida con el directivo o, lo que es lo mismo, que los directivos sepan
satisfacer las necesidades de sus trabajadores para que estén dispuestos a seguir
sus directrices.
Existen numerosos estudios sobre liderazgo que tratan de explicar la
influencia del comportamiento del líder sobre el grupo y, en la actualidad, se
configura como un elemento básico de la cultura de la empresa (conjunto de
valores compartidos por los miembros de la organización). Tannenbaum y
Schmidt (1958) establecieron cinco tipos de líderes: el líder que comunica la
decisión, el líder que hace aceptar la decisión, el líder que consulta antes de
decidir, el líder cuyas decisiones son compartidas y el líder que delega la toma
de decisiones. En cualquier caso, y desde una perspectiva sencilla, los estilos de
liderazgo se encuentran situados en una escala en la que es posible identificar
tres actitudes:
Aunque pudiera parecer que el más adecuado para conseguir motivar a los
trabajadores es el que permite una mayor libertad de actuación, no existe un
estilo de liderazgo óptimo en cualquier situación. El comportamiento adecuado
dependerá de circunstancias como la experiencia de los empleados, su grado de
madurez o la complejidad de la tarea a cumplir. Lo importante es que el líder sea
capaz de variar su comportamiento en función del contexto: así, cuando se trata
de personas inexpertas, que llevan poco tiempo en su puesto de trabajo, el líder
delegará poco y asumirá la responsabilidad de la toma de decisiones. Sin
embargo, a medida que la capacitación vaya aumentando, será posible otorgar
una mayor libertad y responsabilidad a los subordinados.
4.1.4. Coordinación
Coordinar consiste en concertar o armonizar los recursos disponibles de una
empresa para lograr una acción común. En cualquier tipo de empresa existen
múltiples unidades organizativas que actúan realizando un conjunto de
actividades diferenciadas.
Las empresas suelen emplear, de forma no excluyente, sino complementaria,
los siguientes procedimientos de coordinación (Mintzberg, 1984):
4.1.5. Control
Controlar significa comprobar el grado de ejecución de una actividad,
comparando lo realmente logrado con los objetivos fijados, con el fin de detectar
si existen desviaciones y corregirlas si fuese necesario. Así, las fases del proceso
de control se concretan en las siguientes:
Todo ello hace que revista especial importancia la sensación que los
directivos proyectan, pues se convierten en referencia para el comportamiento de
sus subordinados que, a su vez, serán los encargados de transmitir la imagen del
establecimiento al cliente final.
Una vez concluido este estudio de mercado y con una definición muy
ajustada del hotel que se va a crear, es preciso acometer la segunda parte del
estudio de viabilidad, que consiste en efectuar un análisis de rentabilidad. El
análisis de rentabilidad se debe efectuar una vez que se dispone de datos precisos
sobre el tipo de hotel que se pretende crear, los cuales permitan establecer
estimaciones sobre los posibles ingresos que puede generar y sobre los gastos –
ciertos y previsibles– en los que se va a incurrir.
Por lo que respecta a los ingresos, se deben efectuar previsiones,
aconsejablemente estableciendo los potenciales escenarios que se puedan llegar
a dar, sobre las distintas fuentes de ingresos que pueda lograr el hotel. Estas
fuentes de ingresos van a depender, por supuesto, del tipo de hotel a crear y de la
gama de productos y servicios que llegue a ofrecer a sus clientes. La primera
categoría de ingresos va a venir configurada por el alojamiento, como producto
hotelero básico. La segunda la constituirán todos los ingresos que pueda lograr
relacionados con la restauración –o con el departamento de alimentos y bebidas–
en todas sus manifestaciones. La tercera suele ser muy variable, dependiendo del
tipo de hotel a crear. Puede estar configurada por los ingresos procedentes del
departamento de congresos –MICE–, por los ingresos del spa o wellness center,
por los ingresos del alquiler del campo de golf y otras actividades deportivas,
etc.
En cuanto a los gastos, se deben considerar, en primer lugar, los de personal,
incluyendo las cargas sociales a cargo de la empresa. A continuación se deben
tener en cuenta los relativos a los consumos necesarios para el funcionamiento
del hotel. En esta categoría se incluyen los consumos relacionados con la
restauración, la energía, la limpieza, los de funcionamiento, etc. También se
deben considerar las amortizaciones de todas aquellas instalaciones, maquinaria
y equipamientos que vaya a poseer el hotel, los gastos de publicidad en los que
habitualmente incurre, así como los gastos financieros que debe soportar.
Tras el cálculo de los ingresos y gastos que previsiblemente va a obtener el
hotel, se deben calcular los márgenes, beneficios y flujos de caja que van a ser
generados durante un horizonte temporal aceptable de un mínimo de tres años.
Estos valores servirán para calcular los criterios de selección de inversiones más
habituales, como son el valor actual neto, la tasa interna de rentabilidad o la tasa
de retorno o pay back, que indicarán si la inversión es viable o no desde un
punto de vista económico.
EJEMPLO 4.1
Suponiendo que fuera necesario cubrir tres turnos de ocho horas: por las mañanas y por las tardes tres
personas y por las noches dos (ocho empleados), el cómputo total sería el que se muestra a continuación:
CUADRO 4.1
Horario del departamento de mostrador del 1 al 7 de febrero
Como se puede observar, los lunes y los martes sobraría personal, pero bien
es cierto que se trata de días en que, en los hoteles de ciudad, suelen producirse
muchas entradas. En consecuencia, el jefe de recepción, una vez valorada la
actividad que se puede registrar, podrá optar por dar más descansos, si lo
estimara oportuno.
5
Departamento de alojamiento (I).
Reservas y mostrador
5.1. Introducción
El departamento de alojamiento, como se comentó en el capítulo 3 de este
volumen, es uno de los más importantes del hotel, ya que generalmente genera la
mayor parte de los ingresos. Está conformado habitualmente por los siguientes
departamentos: recepción, pisos y mantenimiento.
No obstante, cabe destacar que no todos los hoteles tienen la misma
estructura y se pueden observar diferencias, como en el caso del
subdepartamento de reservas, que en muchos hoteles y por sus funciones
comerciales depende del departamento comercial o del de revenue management;
o como el departamento de mantenimiento o servicios técnicos, que puede ser un
departamento independiente, como también los departamentos de mostrador,
conserjería y caja, que en la mayoría de los hoteles están fusionados.
El departamento de recepción está dividido en varios subdepartamentos:
reservas, mostrador, conserjería, cargos y créditos y caja. No obstante, la
composición puede ser distinta dependiendo de la categoría del hotel: a mayor
categoría, se observa mayor especialización y, por ende, mayor
departamentalización. Un ejemplo lo constituyen los hoteles de cinco estrellas
tradicionales, en los que se puede encontrar el departamento de mostrador
diferenciado del de conserjería y caja; por el contrario, lo habitual en el resto de
hoteles es que las funciones de estos dos últimos las lleve a cabo mostrador. En
este capítulo se estudiarán los subdepartamentos de reservas y mostrador y en el
siguiente el resto.
Como se comentó en el capítulo de organización departamental, los
departamentos o, mejor dicho, las funciones de recepción se realizan de cara al
público, front office (mostrador, conserjería y caja), y de espaldas al público,
back office (reservas y cargos). Los departamentos de reservas y mostrador son
los más comerciales y el personal debe estar orientado al cliente, tener dotes
comunicativas y de venta, en tanto que en caja y cargos las labores son más
administrativas.
5.2. Reservas
El subdepartamento de reservas, perteneciente al departamento de recepción, es
el departamento donde comienza la relación entre el cliente y la empresa de
alojamiento, a excepción de los clientes walk-in o “de paso” (los que llegan sin
reserva).
Como se ha comentado, puede depender del departamento comercial e
incluso del de revenue management y, en hoteles que pertenecen a cadenas,
puede no existir en el hotel y estar a nivel corporativo en la cadena.
Normalmente, reservas es el departamento encargado de realizar las reservas
individuales. Las de grupos y eventos generalmente es el departamento MICE
(meetings, incentives, conferences and exhibitions) el responsable de los
contratos y bloqueos, mientras que reservas se encargaría de introducir los datos
de la rooming list o listado de clientes en el PMS (property management system).
Por otro lado, mostrador también realizará reservas cuando este permanezca
cerrado. Del mismo modo y en el caso de que el hotel pertenezca a una cadena,
la central de reservas del corporativo puede ser la encargada de tomar las
reservas del hotel siempre o en algunos casos.
La reserva se define como el acuerdo verbal o escrito por cualquiera de los
medios que la técnica permite, mediante el cual el cliente (persona física o
jurídica) solicita a una empresa de alojamiento la utilización futura de una o
varias unidades de alojamiento con unas características determinadas, durante
unas fechas concretas. Estas fechas generalmente se contarán por módulos de
veinticuatro horas –tradicionalmente ha sido desde las 12 horas del mediodía a
las 12 horas del mediodía siguiente–; con posterioridad, el cliente que no haya
abandonado la habitación que ocupa se entenderá que prolonga su estancia un
día más, pudiendo el hotel cobrar por ese concepto. También existe la
posibilidad de ampliar la hora de salida abonando diferentes suplementos. No
obstante, actualmente, estos horarios han cambiado y lo lógico es que sea de 14
horas a las 12 horas; por otro lado, cada vez es más habitual que se puedan
realizar reservas de habitaciones por horas e, incluso, han aparecido
distribuidores especializados en ofrecer este producto, como la plataforma
Byhours1.
El personal de reservas, a pesar de no encontrarse en contacto directo con el
cliente (back office), sí desempeña labores comerciales, teniendo como misión
principal la correcta venta de habitaciones. Para ello, debe existir un gran control
sobre las reservas. No se trata solo de vender, sino de maximizar esa venta
(máximo precio/máxima capacidad). Una mayor ocupación, además de un
incremento en la cuenta de habitaciones, normalmente genera ingresos por otros
conceptos: bar, restaurante, teléfono, etc.
Una habitación no ocupada hoy no se puede guardar para mañana. Es un
producto perecedero, con tan solo 24 horas de vida. La rigidez del producto
hotelero hace que no se pueda reducir o aumentar el número de habitaciones
según la demanda. Por ello es tan importante el control desde este departamento,
para evitar un overbooking o sobrerreserva involuntario, o se deje de vender y,
por lo tanto, se pierda el producto. Una mala gestión en este departamento
implicaría:
– Un overbooking involuntario.
– Perder la venta de habitaciones.
– No obtener el mayor beneficio de la venta.
EJEMPLO 5.1
Se trata de un hotel urbano donde se tienen dos tipos de clientes bien diferenciados: por un lado, el cliente
de negocio, que ocupa el hotel de lunes a viernes y, por otro, el cliente de ocio de fin de semana. Se están
tomando reservas para un fin de semana en el cual se prevé (tras la consulta del forecast) que se alcance un
100% de ocupación.
Teniendo en cuenta que normalmente en todos los hoteles el sábado es el día de mayor ocupación del
fin de semana, interesará aceptar las reservas que tengan la entrada el viernes (maximizar la venta: dos
noches). Si, por el contrario, no se hiciera una buena previsión y se tomaran indiscriminadamente todas las
reservas, llegado el momento, podría darse la circunstancia de no poder aceptar reservas con entrada el
viernes por tener el sábado ya completo. El resultado sería que el sábado se llegaría al 100% de ocupación
mientras que el viernes probablemente quedasen plazas sin vender. En estos casos, desde el departamento
de revenue management se limitarán las reservas con entrada el sábado poniendo un “non arrivals”, que
consiste en aceptar reservas que atraviesen una cierta fecha solamente si son entrada en días anteriores para
ese día, es decir, no coger ninguna reserva para el sábado que no venga desde el viernes.
a) Cantidad de habitaciones.
b) Tipo de habitación: en relación con el modelo de habitación, se pueden
establecer los siguientes tipos:
H) Técnicas de venta
La optimización de las ventas viene determinada en la mayoría de los casos
por la habilidad comercial del personal de contacto. No consiste, como se ha
dicho, en vender, sino en intentar maximizar esa venta. Para ello se utilizan
técnicas de venta basadas en muchos casos en la psicología. Lo más habitual es
preparar al personal para intentar vender productos de categorías superiores, lo
que se denomina upselling, o vender otros servicios aparte, denominado
crosseling o venta cruzada. Es importante la percepción del valor que tenga el
cliente sobre el producto, ya que a mayor valor percibido mayor podrá ser el
beneficio para el hotel, pues el cliente estará dispuesto a pagar un precio y el
personal deberá conocer la manera de aumentar esta percepción de valor a la
hora de ofrecer el producto y fijar los precios al cliente –es lo que se denomina
Valupac (value per available customer)–. Un ejemplo de influenciar en la
percepción del valor es el hecho de que es más fácil vender un servicio
(desayuno, spa, etc.) con antelación por teléfono a través del departamento de
reservas que in situ en el mostrador del hotel.
CUADRO 5.1
Funciones del departamento de reservas
Una vez consultado el planning de reservas, pueden ocurrir dos cosas: que se
disponga de habitación o que no tenga disponibilidad para las fechas que el
cliente solicita. Para este último supuesto, lo más aconsejable es recomendarle
otro hotel de similares características, pero intentando que el elegido no suponga
una competencia directa, bien sea por el precio, situación o calidad del servicio,
y ofrecerle apuntarle en la lista de espera por si hubiera alguna anulación. El
cliente agradecerá esta cortesía y quizá la recuerde a la hora de volver a solicitar
nuestros servicios.
Una vez confirmada la disponibilidad de plazas, se deben tomar los datos del
cliente, pero antes se comprobará de qué cliente se trata (si es un cliente habitual,
moroso, VIP, etc.) consultando el siguiente documento, que es el cardex de
cliente o empresa.
– De cliente.
– De empresa.
– De agencia.
Los datos más importantes que deben figurar en una hoja de reservas
(véase figura 5.6) son:
D) Archivar la documentación
La hoja de reservas, aparte de quedar grabada en el sistema, es conveniente
sacarla también en papel, ya que en muchos casos la reserva generará
documentación (bonos, prepagos, etc.); por este motivo es necesario archivarla,
aunque, en el caso de que se haya tomado primero manualmente, se deberá
introducir los datos en el PMS que se utilice en el hotel para que quede
bloqueada en el inventario del mismo.
Las hojas de reservas normalmente se guardan en un archivo de carpetas que
se colocan por orden cronológico todos los días de un mes y a continuación, en
una sola carpeta, se colocará el mes o meses siguientes (véase figura 5.7). Las
hojas de reservas se archivan en la carpeta por orden alfabético. Un día antes de
la fecha de llegada se extraen todas las hojas de reserva y demás documentación
que haya generado la reserva (bonos, vale de depósitos, mensajes, etc.), que
servirá para confeccionar la lista de llegadas.
E) Confección de la lista de llegadas
Constituye el documento final y es un resumen de toda la documentación
que se ha manejado. Se pasará a mostrador la noche anterior a la llegada de los
clientes. Actualmente la lista de llegadas la emite el PMS, e incluso no hace falta
que se imprima, sino que se puede visualizar en él. Los datos que deben aparecer
son los que a continuación se detallan:
5.3.2. Funciones
En el cuadro 5.2 se detallan las funciones generales de mostrador según los tres
turnos de trabajo que se establecen: mañana, tarde y noche.
CUADRO 5.2
Funciones generales del front desk
A) Cambio de habitación
El cambio de habitación puede producirse por solicitud del cliente o por
necesidad del hotel. De cualquier forma, este cambio supone la modificación de
todos los documentos y la transmisión de esta información a los departamentos
afectados: conserjería, teléfonos, gobernanta y a todos aquellos a los que el
cliente haya solicitado algún servicio: lavandería, servicio de habitaciones, etc.
Siempre se ofrecerá ayuda para efectuar este cambio. Por otro lado, se debe
siempre comunicar a la gobernanta que la habitación ha quedado vacía.
B) Camas supletorias
La regulación de la instalación de camas supletorias no es igual en todas las
comunidades autónomas; no obstante, cabe destacar que todas ellas han tomado
como referencia la Orden, de 15 de septiembre de 1978, por lo que se pueden
establecer ciertas similitudes con respecto a las medidas de la habitación en la
que se podrá instalar una cama supletoria, siempre que la superficie de la
habitación exceda al menos en un 25% de la mínima exigida en los requisitos
mínimos de infraestructura de cada legislación autonómica, y que normalmente
será el cliente el que solicite la supletoria. Otros temas, como el número de
camas permitido, varían entre el 25% (de Cantabria) al 50% (de Castilla y León)
de las plazas en camas fijas de la habitación, o el tema de los precios, que en
muchas comunidades autónomas no está regulado y en otras sí, tomando como
referencia la normativa estatal que indicaba que el precio de la primera cama
supletoria no debía exceder del 35% del precio de la unidad de alojamiento, y el
de la segunda del 25%. Para entender mejor esta normativa, se propone el
siguiente ejemplo: la instalación de dos camas supletorias en una habitación de
100 euros, supondría al cliente como máximo la cantidad: 100 + 35 (1.a cama) +
25 (2.a cama) = 160 euros.
El departamento de mostrador deberá informar al departamento de pisos de
la solicitud de camas supletorias por parte del cliente, para que proceda a la
colocación de las mismas.
C) Parte de averías
Normalmente los clientes se dirigen al mostrador de recepción cuando
observan alguna deficiencia o avería en la habitación. En este caso, mostrador
deberá comunicar la misma al departamento de mantenimiento o servicios
técnicos. Recepción realizará un parte en el que se hará constar el lugar de la
avería, motivos, fecha, hora y firma, entregando la copia al mencionado
departamento. Este último, una vez que haya finalizado la reparación, informará
a recepción y cumplimentará el mismo, haciendo constar la fecha y la duración
de la reparación.
Al igual que otros departamentos del hotel, recepción puede solicitar estos
servicios directamente cuando detecte alguna avería en su departamento.
D) Hoja de reclamaciones
El subdepartamento de mostrador debe cuidar de que la admisión de
reclamaciones se efectúe de acuerdo con la legislación vigente. Las hojas de
reclamaciones son impresos oficiales emitidos por las comunidades autónomas y
estandarizados, que están obligados a tener a disposición del cliente por ley
todas aquellas personas físicas o jurídicas que, en su caso, actúen en el marco de
una actividad empresarial destinada a la comercialización de bienes o servicios
para los usuarios o consumidores finales. Generalmente se establecen los
siguientes requisitos:
A) Estadísticas
Con carácter obligatorio y una vez al mes, el Instituto Nacional de
Estadística (INE) envía a los establecimientos hoteleros inscritos como tales en
el correspondiente registro de las consejerías de turismo de cada comunidad
autónoma, una encuesta referida a siete días seguidos de cada mes, elegidos
aleatoriamente, de tal manera que entre todos los establecimientos cubran el mes
completo. Se hace una segunda consulta sobre el total de viajeros alojados y de
pernoctaciones efectuadas durante todo el mes al que se refieren los datos y
sobre el periodo de apertura en el mes considerado. A través de los datos
recibidos, el INE elabora la encuesta de ocupación hotelera, la de índices de
precios y la de indicadores de rentabilidad en el sector hotelero.
El cuestionario se enviará, una vez cumplimentado, en los cinco días
naturales a los que se refieren los datos, a la Delegación Provincial del Instituto
Nacional de Estadística. Es posible, asimismo, remitir la información a través de
internet, cumplimentando directamente el cuestionario en pantalla. Los
cuestionarios están a disposición de los hoteles en las siguientes páginas webs:
– www.ine.es/daco/daco42/ocuphotel/eoh1_15.pdf.
– www.ine.es/daco/daco42/ocuphotel/eohm_15.pdf.
G) Libro de incidencias
Como el personal varía cada ocho horas, es conveniente que exista un libro
de incidencias entre turnos en el que se facilite información de interés que deba
tenerse en cuenta para dar un servicio mejor al cliente.
Notas
1 Byhours es una plataforma donde el cliente marca la hora de llegada y la hora de salida, sin ni siquiera
ajustarse a unos packs de horas concretos, y el precio se ajusta en función de la duración de su
estancia.
2 Los clientes que salen antes de la fecha concertada.
3 Los clientes que prolongan su estancia.
6
Departamento de alojamiento
(II). Cargos, créditos y caja
6.1. Introducción
Se ha encontrado oportuno realizar un estudio conjunto de estos dos
subdepartamentos de recepción porque, como apuntábamos en el capítulo 4 de
este volumen, desempeñan labores administrativas. Ambos han cambiado
considerablemente con la introducción de la informática, e incluso han
desaparecido prácticamente en la mayoría de los hoteles, ya que dichas
funciones las asume el personal de mostrador o, en algunos casos, es el
departamento de administración el que se encarga de la función de los cargos y
créditos en las facturas.
Como cualquier otra empresa, la hotelera persigue con sus actividades un
beneficio; por tanto, será necesario llevar un control de las cuentas generadoras
de ingresos del hotel que culminará con la presentación de la factura al cliente al
finalizar su estancia.
El subdepartamento de cargos y créditos, antes denominado “mano
corriente”, se encarga de realizar los cargos en las facturas de los clientes para
que, posteriormente, el subdepartamento de caja proceda al cobro de las mismas.
En relación con el personal adscrito a estos departamentos, la plantilla
dependerá, sobre todo, del tipo, categoría, número de habitaciones y utilización
de aplicaciones informáticas. Por ejemplo, en un hotel que cuente con un PMS y
terminales de punto de venta (TPV) en todos los departamentos generadores de
ingresos –bar, cafetería, restaurante, etc.–, no será necesario tener personal que
se encargue de realizar los cargos, sino que será el propio personal de cada
departamento el que cargará directamente en la cuenta de los clientes los
importes correspondientes y, posiblemente, solo será necesario un recepcionista
auditor de noche (night auditor) para revisar y cuadrar la producción diaria del
hotel. No obstante, lo habitual es que los cargos que proceden de recepción,
restaurante, bar, room service y teléfono se carguen directamente a la cuenta del
cliente (que se abrió durante el proceso de check-in) por parte de los camareros o
maîtres a través del TPV, en el caso de la restauración, y automáticamente en el
caso del teléfono. Otros servicios como minibar, lavandería, internet, fotocopias,
etc., generalmente se cargan de forma manual por parte del departamento de
recepción.
Los subdepartamentos de cargos y crédito y caja tienen gran importancia en
los hoteles urbanos de paso, en los que se producen muchas entradas y salidas a
diario. Sin embargo, en los hoteles vacacionales de larga estancia no será
necesario contar con mucho personal, puesto que los trámites de cargo en
facturas se podrán realizar únicamente una vez al día.
6.2.1. Funciones
Las funciones principales de este departamento son:
EJEMPLO 6.1
El precio que damos a la agencia de viajes por habitación doble es de 40 € por habitación (incluido IVA), y
su comisión es del 11%. Calcular la cantidad que debe abonar la agencia:
x + 10% x = 40;
1x + 0,10x = 40;
1,10x = 40;
x = 40 / 1,10 = 36,36;
11% (36,36) = 3,99;
36,36 – 3,99 = 32,37;
32,37 + 10% (3,23) = 35,60 €
Una vez cobrada la factura y, dependiendo del sistema de pago utilizado por
el cliente (caja, crédito: tarjeta o mediante bono, etc.), el personal de cargos
apuntará el importe, bien sea a crédito o caja. El saldo nuevo corresponderá a las
cantidades que todavía los clientes no hayan abonado (subtotal), y que
conformarán el saldo anterior en la nueva hoja de cargos.
La gestión de créditos suele depender del jefe de recepción, aunque en las
cadenas puede estar a nivel corporativo. En otros casos, puede depender de
administración. Este subdepartamento se encarga de tramitar el cobro de las
facturas que han quedado a crédito. Normalmente el plazo de pago se establece
en los contratos con las agencias y empresas, y suele ser a 30 días después de la
salida del cliente. En los modelos de facturación con agencias que el cliente paga
en el hotel, se deberá liquidar con la agencia de viajes la comisión que le
corresponde. Normalmente estas liquidaciones con agencias con las que se
trabaja habitualmente no se realizan individualmente, sino que suele hacerse
conjunta y mensualmente, según las condiciones que se hayan pactado en los
contratos.
6.2.5. Control de la facturación
En el sistema manual, las facturas se iban cumplimentando todas las noches por
el recepcionista de noche; actualmente y con las aplicaciones informáticas, la
factura es emitida en el momento de su solicitud por el cliente, pudiendo realizar
el cajero algún cargo de última hora, como por ejemplo el de minibar, que es
muy común.
La factura debe contener los siguientes conceptos:
6.3.1. Funciones
Como se vio en el capítulo 3 de este volumen, las funciones principales del
subdepartamento de caja son las siguientes:
Total caja – Saldo anterior = Importe de las facturas cobradas en efectivo ese día.
Saldo actual = Saldo anterior + Entradas del día – Salidas del día = = Existencias
en metálico.
2. Crédito:
7.1. Introducción
El departamento de pisos perteneciente al departamento de alojamiento se
conforma (aun no siendo un departamento de servicio, pues no es facturable)
como uno de los departamentos de línea clave del hotel, ya que se encarga del
mantenimiento, orden y limpieza del producto básico que es la habitación. La
limpieza no es algo abstracto, y se puede observar tanto en un hotel nuevo como
en uno antiguo, por lo que la tarea del personal de este departamento no debe ser
infravalorada. La falta de limpieza es uno de los argumentos más importantes
para no volver a un hotel.
Las competencias de este departamento pueden diferir entre establecimientos
dependiendo de criterios organizativos. Así, en la mayoría de los hoteles forman
parte de este departamento lencería-lavandería e, incluso, el servicio de
habitaciones o room service.
A pesar de que en muchos hoteles lencería-lavandería se constituye como un
departamento autónomo, en este capítulo se va a seguir el modelo organizativo
propuesto en el capítulo 3 de este volumen, por lo que va a ser considerado como
subdepartamento de pisos.
El responsable de este departamento es la gobernanta o encargado general,
que podrá delegar funciones en dos o más subgobernantas.
A) Organización de tareas
A primera hora de la mañana, una vez que ha llegado todo el personal de
pisos, la gobernanta reparte el trabajo diario, teniendo en cuenta los siguientes
aspectos: personal con que cuenta, cualificación del mismo, tamaño del hotel,
dimensión y características de las habitaciones, si las habitaciones son
desocupadas o continúan los clientes, las amenities o artículos de acogida que
hay que colocar en la habitación, etc.
La limpieza de las habitaciones se realizará preferentemente en turno de
mañana, siempre respetando el descanso de los clientes.
Dará un impreso a cada camarera en el que conste el número de habitaciones
que les corresponden. Normalmente la media se suele establecer entre 14 y 18
habitaciones por camarera.
El trabajo debe estar estandarizado, por lo que la gobernanta debe establecer
una normativa que recoja el procedimiento más adecuado para desarrollar cada
tarea. Por ejemplo, en lo relativo a la limpieza de habitaciones, las que tienen
prioridad, recorrido de ejecución, los métodos más adecuados, etc.
Durante el desarrollo del servicio, la gobernanta debe mantener un contacto
directo con la recepción del hotel (esto resulta muy sencillo si se utilizan
sistemas informáticos) en relación con las salidas que se vayan produciendo,
para establecer las prioridades y repartir el trabajo; del mismo modo, la
gobernanta deberá informar a recepción de las habitaciones que ya están
preparadas.
E) Atención al cliente
Cuando el hotel no disponga de un departamento médico, será la gobernanta
la encargada de prestar los cuidados necesarios al huésped durante su estancia en
el hotel, si bien es lógico advertir que será en casos muy puntuales de
enfermedades leves que no revistan importancia, ya que el hotel no es un lugar
adecuado para el tratamiento de enfermedades.
B) Cambio de ropa
Generalmente, el cambio de sábanas en los hoteles de cinco y cuatro
estrellas se realiza a diario, y en el resto cada dos días, aunque esta regla puede
variar en función del tipo de hotel y de sus necesidades.
Las toallas, sin embargo, se cambian todos los días y, en algunos casos, hasta
dos veces al día, aunque actualmente en muchos hoteles se deja a criterio del
cliente por motivos medioambientales y de ahorro del propio establecimiento.
Para transportar tanto la lencería como los útiles de limpieza y demás
artículos, la camarera de pisos utiliza el llamado carro. El modelo estándar
normalmente se distribuye de la siguiente manera (véase figura 7.3):
E) La cobertura
La encargada de esta función es la camarera del turno de tarde. La cobertura
es un proceso formado por las siguientes acciones: repaso de las habitaciones,
orden de las pertenencias de los clientes (si fueran habitaciones ocupadas) y
disposición de la habitación para la noche, es decir, abrir las camas retirando las
colchas, cerrar las cortinas y por último dejar alguna luz encendida para hacer
más cálida y confortable la llegada del cliente a su habitación. En muchos casos,
se suele dejar algún presente (bombón, caramelo) y una tarjeta deseando las
buenas noches.
Normalmente, la cobertura se realiza en hoteles de cuatro y cinco estrellas.
1. Mesas de clasificación.
2. Fregaderos de lavado manual.
3. Lavadoras.
4. Centrifugadoras (si no incorpora dicha función la lavadora).
5. Secadoras (si no incorpora dicha función la lavadora).
6. Máquinas de planchar: calandria, rodillo o ambos, plancha camisera,
pantalonera, bustos de planchado, plancha a vapor manual, etc.
7. Carros.
8. Báscula para el pesaje de la ropa.
9. Estanterías para almacenar la ropa limpia.
10. Almacén para productos de limpieza.
8.1. Introducción
Uno de los problemas más acuciantes que ha tenido, y en algunos casos sigue
teniendo el sector hotelero español, ha sido la obsolescencia de las
infraestructuras, hecho que ha sido provocado por la no aplicación de políticas
adecuadas de mantenimiento y renovación. La función principal del
departamento de mantenimiento es garantizar el correcto funcionamiento de las
instalaciones del hotel y su buen aspecto, y sus características van a depender, en
gran medida, del tamaño del hotel. Cuanto más grande sea, contará con un
mayor número de instalaciones e infraestructuras, lo que supondrá un mayor
número de averías, reparaciones y reposiciones para las que necesitará personal
cualificado. Puesto que el campo de actuación es muy amplio, se hace imposible
que pueda contar con empleados especializados en todas las profesiones:
fontanero, albañil, electricista, carpintero, pintor, mecánico, etc. Por ello, los
hoteles suelen subcontratar estas tareas a empresas especializadas en
reparaciones en general y utilizar contratos de mantenimiento de la maquinaria o
instalaciones que así lo precisen (ascensores, maquinaria de lavandería, cocina,
etc.).
Por otro lado, la seguridad sigue siendo una asignatura pendiente por parte
de muchos hoteles. La seguridad debe entenderse en su doble sentido
comúnmente aceptado. Por un lado, la seguridad –en inglés, safety– se
entiende como la protección ante riesgos accidentales procedentes del normal
desarrollo de la actividad hotelera, como, por ejemplo, la protección ante
posibles incendios, roturas de cañerías, fugas de gas, cortocircuitos,
inundaciones, terremotos, etc. Por el otro, la seguridad –en inglés, security– se
entiende como la protección ante riesgos intencionados provocados por
personas, como, por ejemplo, robos, atracos, secuestros, atentados, etc. Ante
toda esta amplia gama de riesgos, accidentales o intencionados, a los que se
puede enfrentar un hotel, cada vez es más frecuente, como en el caso del
mantenimiento, que se subcontrate a una empresa especializada en seguridad
para que el hotel pueda desarrollar su actividad en las mejores condiciones
posibles.
Por último, la accesibilidad se va convirtiendo, poco a poco, en una
característica imprescindible para las empresas hoteleras. Una sociedad que
pretende ser justa con sus ciudadanos ha de procurar que todos ellos, sin ningún
tipo de distinción o exclusión, puedan hacer uso de la cada vez mayor cantidad
de servicios que ha ido poniendo a su disposición. Por ello, las empresas
hoteleras deben procurar eliminar todo tipo de barreras que limiten la
accesibilidad de cualquier usuario a sus instalaciones.
Bajo estas premisas, a continuación se estudiará cómo deben enfocar estos
temas las empresas hoteleras.
A) Inmueble
Sus características se detallan en el cuadro 8.1:
CUADRO 8.1
Inmueble. Tareas de mantenimiento
B) Instalaciones básicas
Las características de las instalaciones básicas se detallan en el cuadro 8.2:
CUADRO 8.2
Instalaciones básicas. Tareas de mantenimiento
Instalaciones Tareas
Calderas y red de distribución de Control y limpieza de quemadores y depósitos, etc.
agua
Aire acondicionado Control y limpieza de filtros, etc.
Descalcificador de agua Control y limpieza de la cámara, depósitos, etc.
Ascensores y montacargas Control y obligatorio mantenimiento preventivo por el fabricante
Instalaciones eléctricas Control y obligatorio mantenimiento preventivo por empresas
legalmente autorizadas
Instalaciones de fontanería y Vigilancia de las instalaciones y mantenimiento correctivo:
saneamiento desatascos en desagües, reparación de cisternas, grifos, tuberías,
etc.
Equipos para la prevención de Revisiones periódicas: aparatos, instalaciones, señalizaciones, etc.
incendios
C) Maquinaria
En este apartado figuran todas las máquinas que forman parte de los distintos
departamentos del hotel: lavadoras, secadoras, plegadoras, planchas, aspiradoras,
enceradoras, cocinas, lavavajillas, cámaras frigoríficas, hornos, campanas
extractoras, minibares, cajas de seguridad, televisores, vídeos, cámaras de
seguridad, ordenadores, centralitas, etc. Conviene que el departamento de
mantenimiento realice revisiones periódicas para evitar futuras averías y un mal
funcionamiento.
Es habitual que el proveedor de la maquinaria ofrezca al hotel la posibilidad
de contratar un mantenimiento periódico, que será o no aceptado en función de
la cualificación del personal de mantenimiento que posea el hotel y del precio
fijado por la empresa proveedora.
En el momento de la adquisición de la maquinaria, se establecerá el
programa de mantenimiento y la periodicidad de las revisiones.
D) Mobiliario
Cabe destacar: camas, mesas, sillas, sillones, tresillos, mesillas, armarios,
aparadores, escritorios, espejos, mobiliario de jardín, etc. Se realizará un
mantenimiento relativo a trabajos de carpintería, encolado, barnizado, tapizado,
etc.
E) Zona exterior
Formada por las terrazas, los jardines, las zonas deportivas y piscinas. El
cuidado de los jardines requiere personal cualificado, bien del propio hotel, bien
subcontratado a una empresa especializada.
Por otra parte, deberá cuidarse especialmente el clorado, la temperatura y las
condiciones higiénico-sanitarias de las piscinas e instalaciones adyacentes
(vestuarios, duchas, lavabos, etc.), que deberán ajustarse a la legislación vigente
que regula esta materia.
CUADRO 8.3
Ejercicio de reemplazamiento individual frente a grupal
8.3. Departamento de seguridad
8.3.1. Introducción
La actividad hotelera es fuente habitual de una serie de riesgos que deben ser
analizados y tenidos en cuenta por la dirección con el fin de aumentar la
seguridad existente en el hotel. Como apuntamos en la introducción del presente
capítulo, la seguridad hotelera puede ser considerada bajo la perspectiva de la
protección ante riesgos accidentales propios de la actividad mercantil del hotel
(safety) o bajo el enfoque de protección ante situaciones de riesgo provocadas
voluntariamente por personas (security).
Ante estos posibles riesgos, el hotel debe decidir cómo va a afrontar las
posibles situaciones y acontecimientos indeseados de ambos tipos a los que se
puede enfrentar, y puede optar, siguiendo a Cerra et al. (1999), por cuatro
alternativas:
1. Definiciones:
8.4. Accesibilidad
Desde hace pocos años, uno de los grandes retos a los que se enfrenta la
sociedad en todas sus manifestaciones es el relativo a la accesibilidad. Una
sociedad que pretende ser justa con sus individuos ha de procurar que todos
ellos, sin ningún tipo de distinción o exclusión, puedan hacer uso de la cada vez
mayor cantidad de servicios que ha ido poniendo a su disposición. Sin embargo,
la propia naturaleza y la intervención humana generan barreras que limitan el
acceso de una parte importante de la población a múltiples servicios. Ante esta
situación, tanto las instituciones como las empresas relacionadas con el turismo
deben procurar eliminar estas barreras, facilitando la accesibilidad de todos los
potenciales turistas a las zonas e instalaciones turísticas.
La OMT (2014), en sus “Recomendaciones por un turismo accesible para
todos”, adoptadas por la Resolución A/RES/637 (XX) de la Asamblea General
de dicha organización en agosto de 2013, que actualiza las recomendaciones
emitidas en el año 2005, propone una serie de medidas que aseguren el acceso de
las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, al
entorno físico, al transporte, a la información y las comunicaciones y a otros
servicios e instalaciones cuando realicen actividades turísticas. Estas
recomendaciones se desarrollaron con el apoyo de la Fundación para la inclusión
social y económica de personas con discapacidad de la ONCE y la red europea
para el turismo accesible ENAT.
Para la ONU (2006), la discapacidad no es una característica de las personas
que la sufren, sino que resulta de las relaciones que mantienen estas personas
con las barreras originadas por la actitud de otras personas y el propio entorno en
el que actúan, las cuales reducen su participación en la sociedad en igualdad de
condiciones con el resto de la población. Siguiendo este planteamiento, una
persona con discapacidad en el ámbito turístico es aquella a la que las barreras
del entorno en que desea moverse y las barreras actitudinales de otras personas
impiden o limitan su participación plena, en condiciones de igualdad con los
demás, en los viajes, alojamientos y otros servicios turísticos. El origen de esta
discapacidad puede ser físico, mental, intelectual o sensorial y debe tener una
consideración permanente. Otras personas que pueden tener estos mismos
problemas, pero de manera temporal, son personas que llevan muletas o sillas de
ruedas por accidentes reversibles, personas que llevan equipaje, niños pequeños,
etc.
Las recomendaciones de la OMT se extienden a todos los integrantes de la
cadena turística, de tal manera que las personas con discapacidad puedan
desarrollar sus actividades turísticas convenientemente. En concreto, se refieren
a:
De forma concreta, Predif recomienda que los hoteles deben preocuparse por
que sus instalaciones y elementos posean una serie de características en materia
de accesibilidad física que permitan a las personas con movilidad reducida que
vayan a utilizarlas, hacerlo con comodidad, autonomía y seguridad. En concreto,
estas recomendaciones se refieren a zonas de aparcamiento, acceso, rampas,
escaleras, ascensores, puertas, pasillos, pavimentos, recepción, habitaciones,
aseos y cuartos de baño, restaurante y cafetería, información y trato al cliente:
A) Proceso de compra
Para el desarrollo o prestación del servicio de restauración es precisa la
compra. Se trata de obtener los productos a un precio justo, en la cantidad y
calidad pactada y en el tiempo solicitado de proveedores adecuados.
En el hotel las compras las efectúa el jefe de economato o el de compras. El
encargado de realizar las compras debe estar en todo momento asesorado por el
jefe de cocina que, además, será la persona encargada de determinar la calidad
de los géneros que entran, sobre todo en lo que se refiere a carnes, pescados,
mariscos y comestibles. Como se apuntó anteriormente, estos productos se
envían directamente a las cámaras frigoríficas de la cocina.
El jefe de economato o el de compras deberán tener en cuenta los siguientes
principios:
C) Proceso de almacenaje
Las categorías de los productos gestionados por aprovisionamiento y
almacenaje son las siguientes:
– FIFO (first in, first out): “primera entrada, primera salida”. El precio
de salida de un artículo será el precio de los artículos que entraron
en primer lugar.
EJEMPLO 9.1
CUADRO 9.1
Método FIFO
– LIFO (last in, first out): “última en entrar, primera en salir”. Este método
es exactamente opuesto al anterior, el precio de salida de las mercaderías
es el precio de las que entraron en último lugar en el almacén (cuadro
9.2).
CUADRO 9.2
Método LIFO
CUADRO 9.3
Método de la media ponderada
3. Control del stock de seguridad. Suele suponer en el sector hotelero un
incremento del 25% del stock mínimo. El cálculo del stock mínimo se
realiza sobre la base de la demora de los aprovisionamientos, el
consumo medio, las previsiones de ocupación, etc.
4. Control de las entradas y salidas. Todos los movimientos de mercancías
deberán quedar debidamente documentados.
5. Codificar cada artículo dentro de su “familia” de una manera ordenada y
en relación con los documentos que aporten información del producto.
EJEMPLO 9.2
10.1. Introducción
Una vez recepcionada y almacenada la mercancía, el siguiente proceso dentro
del servicio de restauración es su transformación en el producto final. Esta
operación es llevada a cabo por el departamento de cocina. Posteriormente, y
una vez finalizada la fase de “producción”, es restaurante (comedor) el
encargado de facilitar el servicio de manutención al cliente.
En este capítulo se van a analizar ambos departamentos teniendo en cuenta
sus operaciones, personal y documentos utilizados y, en algunos casos, el
tratamiento informático de los mismos.
A) Planificación
La primera misión que tiene el jefe de cocina es la de prever los servicios
que tendrá al día siguiente o en días sucesivos. Para realizar dicha previsión debe
apoyarse en la información que le facilita la recepción en relación con los
índices de ocupación y previsiones, banquetes en lo relativo a eventos o
servicios concertados y comedor con respecto a las reservas realizadas
directamente por el cliente.
Por supuesto, si se quieren obtener unos datos en teoría más exactos, deberá
basarse en el “histórico”, es decir, tomando los datos del pasado. Este documento
suele realizarse junto con el jefe de comedor y el director de alimentos y
bebidas.
Los documentos utilizados en esta etapa de planificación son:
B) Petición de géneros
Una vez realizadas las previsiones, el segundo paso es la solicitud de
suministros. Para ello, el jefe de cocina debe tener en cuenta qué es lo que se
quiere ofrecer al cliente, las existencias disponibles y los géneros que brinda el
mercado. El jefe de cocina se relaciona directamente con los proveedores de
carne, pescado y marisco. Normalmente, la petición de estos géneros se realiza
por teléfono a proveedores que, previamente, han sido seleccionados y
aprobados por la dirección. Con el resto de los pedidos, se deben seguir las
pautas marcadas en el anterior capítulo para el proceso de compra.
Propuesta de pedido: a la vista de existencias y de la previsión de servicios
para el día siguiente, se formula una propuesta de pedido por parte del jefe de
cocina, detallando los géneros que necesita, las cantidades y las especificaciones
sobre el suministro (gramajes, raciones, sin racionar, en crudo, etc.).
EJEMPLO 10.1
Entra en cocina una pieza de carne de 30 kg a 10 €/kg, lo que supone un coste total de 300 €. Tras la
limpieza y despiece de la misma, pesa 25 kg. De estos y por la naturaleza de la carne, 7 kg son destinados a
carne picada (hamburguesas, albóndigas) y 3 kg son huesos. Con el resto se quieren hacer escalopes que,
según la receta estándar, la porción está establecida en 120 g. El escandallo de esta pieza será el que se
representa en la figura 10.2.
El factor de coste por porción se utiliza en las hojas de coste de las recetas para que, en el caso de que
algún ingrediente cambie de precio, sea fácil obtener el nuevo coste. Ejemplo: supongamos que en el
siguiente pedido, el proveedor sube el precio a 12 €/kg, lo que provocaría un nuevo cálculo del coste de la
receta. Si se quiere evitar esto, se debe multiplicar el precio actual por el factor de coste por ración que, en
el caso del escandallo de la figura 10.2, se establece en 0,26:
EJEMPLO 10.2
Se realiza el relevé al finalizar la jornada y los datos son los que a continuación se detallan (figura 10.3):
En la valoración de las salidas se puede aplicar el precio medio ponderado: (10 × 10 + 30 × 12) : 40 =
11,5 €.
A) Servicio de habitaciones
Servicio de restauración (desayuno, almuerzo o cena) en las habitaciones
durante 24 horas. Es habitual en hoteles de ciudad y de negocios. Exige una gran
coordinación, tanto interdepartamental como personal, y material suficiente
puesto que el cliente espera la misma prestación e igual profesionalidad que en
el comedor o sala. Por ello, cualquier olvido o espera puede provocar una
inmediata reclamación. El servicio más demandado es el de desayuno.
Dependiendo de las características del hotel, se puede disponer en cada
planta de un pequeño office donde se guardará el material necesario, atendido
por un mayordomo que tendrá a su cargo varios camareros. En algunos
establecimientos, el servicio se realiza desde el departamento de restaurante o
desde la cafetería.
En la habitación ha de existir una carta con la oferta y los horarios. El cliente
debe cumplimentar el impreso señalando lo que desea y anotando el número de
habitación y la hora en la que espera el servicio. Normalmente, y si se trata del
desayuno, se colocará el impreso en el pomo de la puerta, siendo recogido
posteriormente por la camarera de pisos. Del mismo modo, se puede solicitar por
teléfono o directamente al camarero, que tomará la comanda en la habitación.
No suele resultar rentable debido al personal y espacio que ocupa, pero es
una prestación imprescindible en hoteles de cierta categoría.
Algunos consejos para la prestación del servicio son los que se detallan a
continuación:
E) Restaurante-piscina
Es habitual en hoteles de costa. La oferta es sencilla y se basa en comida
rápida. Resulta un servicio muy cómodo para el cliente que no tiene que
desplazarse al comedor a la hora del almuerzo.
H) Bar-discoteca
Se caracteriza por su ambientación musical y sirve de complemento a la
celebración de banquetes (bodas, convenciones, etc.); en los hoteles vacacionales
es el lugar en el que el departamento de animación desarrolla los shows
nocturnos.
K) Vending
Restauración automática mediante máquinas.
L) Minibar en habitaciones
Muchos establecimientos disponen de pequeñas neveras en las habitaciones
que proporcionan bebidas propias de un bar (refrescos, licores, cervezas, etc.) y
snacks (cacahuetes, avellanas, chocolatinas, etc.). El cliente debe anotar las
consumiciones que efectúa en un impreso en el que figura una relación de las
mismas con su precio. Al día siguiente, serán repuestas por la camarera de pisos
o personal del departamento de bar, que pasará el cargo a la cuenta del cliente.
Es habitual que se pierdan las consumiciones realizadas el último día por el
huésped, debido a la dificultad para su comprobación por parte de la camarera.
M) Pícnic
Propio de hoteles vacacionales en los que los clientes tienen contratado el
régimen de media pensión o pensión completa y no les es posible utilizarlo.
CUADRO 10.1
Utensilios propios del comedor
10.3.4. Organización y funciones del departamento de sala o
comedor
El departamento encargado de la acogida, recepción y servicio a los clientes del
restaurante es el departamento de sala o comedor. Su importancia es similar a la
de la cocina, ya que el “servicio de restauración” lo conforman no solo el
producto o manjar, sino también el personal que interviene, es decir, la atención
que recibe el cliente.
Como se ha visto en capítulos anteriores, la organización, características del
restaurante, variedad de la oferta y puntos de venta dependen de factores como la
categoría, capacidad o situación del hotel. En función de estos y de otras
circunstancias, la dirección del restaurante puede adscribirse directamente a la
dirección del hotel, al director de comidas y bebidas o al jefe de comedor o sala.
En la organización de los hoteles de categoría alta y gran capacidad es
habitual una división espacial de la sala o comedor: el primer nivel después de
los jefes de comedor o maîtres corresponde a cada uno de los apartados del
restaurante, que se encontrarán a cargo de un responsable, el jefe de sector. Los
sectores se dividen, a su vez, por mesas, siendo un grupo de mesas un rango.
Existirá también un responsable del rango, el jefe de rango o camarero, que tiene
a su cargo al ayudante o ayudantes de camarero.
El IV Acuerdo Laboral de ámbito Estatal para el sector de la hostelería (BOE
de 21 de mayo de 2015) establece, en su artículo 18, las funciones del personal
adscrito a este departamento. Son las que a continuación se reproducen:
A) Planificación
El jefe de comedor utiliza los mismos documentos que el de cocina: estadillo
de previsión de servicios, listado de ocupación, servicios contratados en
banquete, previsión histórico de ventas, minuta u oferta diaria. Por ello es válido
lo comentado en el apartado correspondiente a la cocina.
El jefe de comedor anota en su libro de reservas no solo las previsiones y
reservas suministradas por recepción, sino también las que provengan
directamente de los clientes. Con toda esta información podrá:
B) Servicio
1. Entregar las cartas (por la derecha).
2. Comentar los platos del día o sugerencias.
3. Tomar la comanda anotando las observaciones o gustos del cliente
(carne pasada, poco hecha, sin sal, etc.). Es aconsejable numerar a los
comensales.
4. Servir y retirar por la derecha.
5. Cambiar ceniceros.
6. Servir las bebidas.
7. Evitar largas esperas entre platos.
8. Estar pendientes de los detalles.
C) Despedida
Es un momento crucial, pues supone el colofón a un buen servicio. Las
acciones a tener en cuenta son:
A) Tipos de servicio
1. En gueridón o mesa auxiliar. Muy lujoso y profesional, se presentan los
platos sobre fuentes con campanas que se muestran a los clientes por la
izquierda y se depositan en la mesa auxiliar. Se sirve desde la misma y,
si es necesario, se trincha, se raciona y se desespina a la vista. El plato
se pasa a los clientes por su derecha, y las salsas y guarniciones por la
izquierda.
2. De fuente a plato. Tiene dos modalidades:
Además, existen otras normas generales que también deben ser conocidas
por el personal de comedor:
Todas las actividades estarán enmarcadas en los tres grupos. Así, un baile de
disfraces dirigido a un público infantil será una actividad diurna, infantil y
recreativa, o un campeonato de tiro con arco será una actividad diurna, casi
siempre vespertina, para el público en general y deportiva.
Las características principales de los principales tipos de animación
existentes son:
EJEMPLO 11.1
A modo de ejemplo, se ilustra el tablón de actividades semanales de un resort del Caribe que cuenta con
1.544 plazas cuyo público objetivo son familias con hijos pequeños y parejas jóvenes, cuyas nacionalidades
son principalmente española, alemana, inglesa, italiana, argentina, etc. Cuenta con un departamento de
animación compuesto por veinte personas.
Por la noche se desarrollarán concursos, shows, fiestas, etc., y se utilizarán carteles individuales para
promocionarlas (véase cuadro 11.1).
A) Cóctel de bienvenida
Para dar la bienvenida a los clientes e informarles sobre los servicios del
hotel, se les suele convocar (normalmente el día después de su llegada, para que
estén descansados) para invitarles a una bebida mientras se les presenta el
personal de animación y las actividades que se pueden realizar.
CUADRO 11.1
Tablón de actividades semanales
B) Megafonía
Es un medio de promoción muy eficaz, aunque se debe tener cuidado de no
abusar ni molestar a los clientes en los horarios de descanso (después de comer o
a primera hora de la mañana).
El mensaje debe:
1. Sintonía de animación.
2. Llamada de atención.
3. Pausa.
4. Saludo.
5. Mensaje.
6. Despedida.
7. Sintonía.
C) Tablón de actividades
Se colocará en un lugar de mucho tránsito y bien visible (recepción, a la
entrada del restaurante, de los ascensores, etc.) y no debe cambiarse de lugar.
El tablón contendrá la programación semanal y deberá indicar el nombre de
la actividad, lugar y hora de la celebración. Se utilizarán el menor número de
idiomas posibles, para evitar confusiones y marginaciones; por ello es muy usual
el empleo de dibujos que representen las actividades programadas. Para la
animación infantil, es conveniente la colocación de un tablón propio.
D) Carteles promocionales
Los carteles suelen promocionar las actividades nocturnas y los espectáculos
habituales del hotel que requieren la participación de un gran número de
personas.
Estos carteles deben ser ubicados también en sitios visibles y existirá un
lugar fijo para colocar los de toda la semana e, incluso, los de la siguiente. Los
que muestren las actividades del día, es aconsejable que se encuentren en
distintos lugares (a la entrada de los restaurantes, ascensores, etc.) con el fin de
que puedan ser vistos por un mayor número de clientes.
Otra manera de promoción son los carteles murales con fotos de los clientes
participando de las actividades que se realizan durante el día.
E) Folletos informativos
No es un medio habitual, ya que resulta excesivamente costoso. Es
aconsejable que figure el programa de actividades mensual, resaltando las
actividades nocturnas. Estos folletos estarán a disposición de los clientes en la
recepción del hotel o en las habitaciones.
H) Entrega de premios
Como se dijo anteriormente, al comienzo de la velada se pueden otorgar los
premios de las actividades que se han organizado a lo largo del día, con lo que se
conseguirá, no solo motivar a los premiados, sino que se informará al resto del
público de las actividades que se han realizado durante la jornada.
Con el propósito de poner en práctica unos principios ecológicos, económicos y prácticos, el listado
completo y actualizado de las fuentes bibliográficas empleadas por los autores en este libro se encuentra
disponible en la página web de la editorial: www.sintesis.com.
Las personas interesadas se lo pueden descargar y utilizar como más les convenga: conservar,
imprimir, utilizar en sus trabajos, etc.
AECA (2013). Marco conceptual del turismo. Documentos AECA, serie Turismo, n.° 1. Madrid: AECA.
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