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PRESENTADO POR:
MARIA DANIELA TAFUR VARGAS
PRESENTADO A:
DOC. GILBERTO CUELLAR BOTELLO
ELECTIVA DE ENFASIS 2
Magistrado Ponente:
Alejandro Linares Cantillo
Dentro de los hechos se expone que el señor Ramiro Sánchez Peña (R), es hijo
del causante Julio Sánchez Cruz y la accionante Didima Peña de Sánchez, nació
el 8 de enero de 1964 y cuenta con una incapacidad mental absoluta, que consiste
en un retardo mental leve moderado y esquizofrenia paranoica; estos certificados
por la EPS Seguro Social, en la fecha de 31 de julio de 1996 y el Instituto Médico
Legal y Ciencias Forenses, el día 28 de agosto de 2009. Se expresa que R, tuvo
dificultades de aprendizaje por lo que no continuo sus estudios sino hasta primero
de bachillerato, nunca ha trabajado, por lo que depende económicamente de sus
padres; este se encuentra afiliado a la seguridad social en calidad de beneficiario y
no tiene esposa, ni hijos. Con esto, se hace mención acerca de unas sentencias
que declaran la interdicción de este por discapacidad absoluta, designando a la
señora Didima (su madre), como su guardadora, decisión tomada por el juzgado
13 de familia de Bogotá y confirmada por la Sala de Familia del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogotá.
El día 14 de diciembre del 2014, el señor Julio Sánchez Cruz, beneficiario de una
pensión de jubilación por parte del Banco de la República desde el 2 de enero de
1984 fallece. Con ello, la señora Didima, solicita al Banco que se realice el
reconocimiento y pago de la sustitución pensional y de seguro de vida por su
calidad de cónyuge supérstite; y con ello, que se le reconozca a R como
beneficiario por su condición de hijo invalido y dependiente económicamente del
causante. Siendo así, se presentó una nueva solicitud de reconocimiento de
sustitución pensional por parte de la señora Luz Dary Suarez Z., en condición de
compañera permanente, presentando una declaración juramentada hecha por el
causante el 30 de mayo de 2014, donde este afirmaba que se encontraba viviendo
en unión marital con la señora Luz Dary, desde hace más de 40 años; tenían 4
hijos; reconocía que si se encontraba casado con Didima, pero no convivían; y que
le proveía todo a Luz Dary, por ser su compañera.
Con esta situación, las partes interesadas manifestaron su puntos frente a las
pretensiones de la señora Didima, donde el banco indica que esa acción es
improcedente pues no cumple con el requisito de subsidiariedad, por lo que el
escenario judicial apto para manifestar su desacuerdo, es frente a un proceso
ordinario ante el juez laboral del circuito; siendo así, solicita al juez que niegue la
acción de tutela interpuesta por la guardadora de R, puesto que no se estaría
vulnerando ningún derecho fundamental y aclara una vez más que al momento del
fallecimiento del causante, R, no contaba con un PCL igual o superior al 50%. Así
mismo, la señora Luz Dary, compañera permanente del causante, manifiesta que
dichas pretensiones no tienen lugar a prosperar, repitiendo lo que se había dicho
anteriormente, que R, no cumple con los requisitos formales y que la fecha de
estructuración fue después del fallecimiento del señor Julio.
La sala hace mención del objeto que tiene el sistema de seguridad social integral,
creado con la ley 100 de 1993, siendo este, el garantizar a los particulares el
amparo en las diferentes contingencias que se presenten a causa de la vejez,
invalidez o la muerte, por medio del reconocimiento de pensiones y prestaciones.
Frente a los requisitos para acceder a la sustitución pensional en calidad de hijo
invalido, se fundamenta en el artículo 47 de la ley 100 de 1993, que establece que
tendrán acceso los hijos inválidos que dependían económicamente del causante,
que no tengan ingresos adicionales y que subsistan las condiciones de invalidez.
Siendo así, menciona que para que una persona, tenga acceso a la prestación,
debe acreditar tres requisitos, siendo, la existencia de la relación de parentesco
con el causante, su dependencia económica para su subsistencia y su estado de
invalidez que debe estar debidamente certificado con el porcentaje de pérdida de
capacidad laboral con la fecha de estructuración. Ahora bien, otro punto
importante a destacar por la Corte para tomar la decisión es la manera en que se
acredita el estado de invalidez, destacándose que en los casos de primera
instancia las entidades encargadas de esta calificación podrán ser, Colpensiones,
las ARL, las Compañías de Seguros y las EPS; mientras en segunda instancia
podrá hacerlo la Junta Regional de Calificación de Invalidez. Por lo tanto, recuerda
que existen otros medios probatorios diferentes al dictamen de la pérdida de
capacidad laboral, establecido en el artículo 38 de la ley 100 de 1993, siempre y
cuando este contenga la información necesaria y suficiente que acredite su
estado, algunos de estos medios probatorios son las historias clínicas,
evaluaciones neuropsicológicas y sentencias que declaren la interdicción, tal como
sucedió con R.
Es así como la Corte destaca que no se está vulnerando el derecho a la salud ni el
derecho a la igualdad, pues se encuentra afiliado al sistema de salud en calidad
de beneficiario de su madre y no se evidencia un trato desigual por parte del
Banco de la República, es entonces que ampara los derechos a la vida digna,
mínimo vital y seguridad social, junto a ellos el derecho al debido proceso por no
considerarse en su totalidad las pruebas presentadas por la accionante; con esto
la Sala declara que en el contenido del expediente se encuentran suficientes
pruebas que según la ley 100 de 1993, lo hacen titular del derecho a la pensión de
sobrevivientes en calidad de hijo invalido. Por lo tanto, la Corte decide y ordena,
se le reconozca la pensión de sobrevivientes, al señor Ramiro Sánchez Peña, hijo
del causante Julio Sánchez Cruz, al encontrar acreditado el estado de invalidez en
el contenido de todos y cada uno de los exámenes presentados como prueba;
Estableciendo así que el Banco de la República, al momento de negarse, si habría
vulnerado los derechos a la vida digna, mínimo vital, debido proceso y seguridad
social, del señor R, además de solo considerar como prueba el dictamen expedido
por la Junta Regional de Calificación de Invalidez de Bogotá y Cundinamarca.