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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0658/2018-S2

Sucre, 15 de octubre de 2018

SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano
Acción de libertad

Expediente: 25288-2018-51-AL
Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 25 de abril de 2018, cursante de fs. 102 a 106 vta.,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Jorge Crespo
Flores contra Mary Luz Yapura Guerrero, Jueza Pública de Familia y
Partido de Trabajo y Seguridad Social Primera de Punata del
departamento de Cochabamba.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

A través de la acción de libertad presentada el 24 de abril de 2018, cursante de


fs. 49 a 52, el accionante manifestó lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 4 de junio de 2012, Mónica Quinteros Gareca inició un proceso de asistencia


familiar en su contra, sin cumplir los presupuestos establecidos por el art. 327 del
Código de Procedimiento Civil -actualmente abrogado- (CPCabrg), al no haber
consignado sus datos personales ni su domicilio real; por lo que, se procedió a su
citación en un domicilio falso ubicado en la zona de Vacas, Calle Kochi Laguna s/n
de la provincia Punata del departamento de Cochabamba.

La citada actuación, fue practicada por María Torrico Salazar, Oficial de Diligencias
del Juzgado de Instrucción Mixto Cautelar Primero de Punata del departamento de
Cochabamba; y, resultó nula de pleno derecho debido a que no logró su finalidad
de hacer conocer sobre el proceso de asistencia familiar, a efectos de asumir
defensa.

Ulteriormente, se señaló audiencia preliminar y complementaria prosiguiendo la

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causa en su rebeldía pronunciándose Sentencia el 21 de diciembre de 2012;
posteriormente, la demandante abandonó el proceso hasta el 22 de marzo de
2016, momento en que solicitó el desarchivo del expediente y la liquidación de las
pensiones devengadas; a cuyo mérito, la autoridad judicial ahora demandada
mediante proveído de 12 de abril de igual año dispuso que con carácter previo se
notifique con la sentencia emitida. En ese entendido, se procedió a notificarlo en
el mismo lugar en que se lo citó con la demanda, es decir, se optó por la vía más
fácil y se llevó al Oficial de Diligencias a un domicilio falso, no cumpliendo con lo
establecido por el art. 307 II y III del Código de las Familias y del Proceso
Familiar (CF).

Asimismo, observó que en consideración del tiempo que estuvo abandonado el


proceso, cuatro años y tres meses, era deber de la Juzgadora ordenar que el
oficial de diligencias pregunte, indague o averigüe por medio de los vecinos del
lugar, si efectivamente su persona tenía su domicilio en el lugar que señalaba la
demandante; debido a que la norma exige que se debe dejar el cedulón a
cualquiera de los familiares o dependientes mayores dieciocho años y que el
oficial de diligencias o la persona comisionada debe identificar a la persona a
quien entrega la actuación o quien firma la diligencia, y que en caso de negativa
deberá rubricar el testigo de actuación debidamente identificado.

Sin embargo, la diligencia de notificación con la Sentencia de 12 de diciembre de


2012, no identificó quien recepcionó el cedulón, ni explicó si fue un familiar o un
dependiente mayor de edad o si alguien se rehusó a firmar, situación que
demuestra que el funcionario en ningún momento preguntó si efectivamente el
demandado, ahora accionante, vivía en el lugar, en razón que directamente fijo el
cedulón en la puerta y tomó una fotografía, actuación que es nula de pleno
derecho considerando que la norma exige también que se debe acompañar a la
diligencia de citación o emplazamiento una fotografía del inmueble en la que se
practicó la diligencia y de la persona que recibió el cedulón o presenció el acto.

En virtud a todo lo expuesto, denuncia que se le generó indefensión; y, el Juez de


la causa mediante Auto de 11 de septiembre de 2017 aprobó la liquidación
devengada ordenando que la misma sea cancelada al tercer día bajo conminatoria
de expedirse mandamiento de apremio, resolución que debió ser notificada de
manera personal tratándose de una conminatoria; sin embargo, se lo notificó en
el tablero del Juzgado en función al art. 442 del CF, lo cual le impidió tener
conocimiento de dicha diligencia; razón por la cual se emitió el mandamiento de
apremio, ejecutado el 19 de abril de 2018, momento en que recién tomó
conocimiento del proceso de asistencia familiar iniciado el 2012.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante alega como lesionados sus derechos a la libertad física, al debido


proceso y a la defensa consagrados en los arts. 115, 116, 117, 119, 120; y, 121.II
de la de la Constitución Política del Estado (CPE).

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I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, disponiendo la cesación de los hechos denunciados,


el restablecimiento del debido proceso y su inmediata libertad, sea con calificación
de daños y perjuicios.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia de acción de libertad el 25 de abril de 2018, conforme el


acta de fs. 101 y vta., se realizaron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

Instalada la audiencia de consideración de la acción de libertad, el accionante por


intermedio de su patrocinante, ratificó los términos de la acción tutelar formulada,
añadiendo además lo siguiente: a) Se encontraba en Argentina al inicio del
proceso seguido en su contra tomando conocimiento recién al momento de su
apremio; y; b) La testigo de cargo en el proceso familiar, expresó que conocía de
vista al demandado y que ignoraba donde vivía, por estos motivos el proceso
iniciado vulnera también el derecho a la defensa.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Mary Luz Yapura Guerrero, Jueza Pública de Familia y Partido del Trabajo y
Seguridad Social Primera de Punata del departamento de Cochabamba, mediante
informe escrito de 25 de abril de 2018, cursante de fs. 56 a 59 vta., manifestó lo
siguiente: 1) Para la procedencia de la acción de libertad deben agotarse los
medios ordinarios establecidos por ley, en el presente caso concurre la
subsidiariedad excepcional debido que el accionante no agotó el medio de defensa
más eficaz y oportuno para resguardar sus derechos supuestamente vulnerados;
toda vez que, la acción de libertad no es un mecanismo paralelo o sustituto de los
recursos ordinarios; 2) La SC 0080/2010-R de 3 de mayo, estableció tres
supuestos excepcionales en los que a través de la acción de libertad no es posible
ingresar al fondo de la problemática denunciada, con la finalidad de evitar que
esta acción tutelar se convierta en un medio alternativo o paralelo que pueda
ocasionar confrontación con la jurisdicción ordinaria; en referencia al primer
presupuesto, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, es ante ella donde se
debe acudir en procura de la reparación o protección de derechos, de no ser así,
se estaría desconociendo el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a
través del legislador ha dado al juez ordinario; 3) De lo expuesto y conforme a la
jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional, las infracciones al debido
proceso deben denunciarse ante la autoridad jurisdiccional que conoce el caso, no
así mediante la presente acción tutelar como pretende el accionante, además que
no se le causó absoluto estado de indefensión, más si conforme la representación
efectuada por la Oficial de Diligencias el 13 de junio de 2012 se evidenció que se
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dejó aviso judicial a Francisco Crespo, padre del accionante, no existiendo en el
informe ningún dato que refleje que ese domicilio no es el del demandado; 4)
Debe tomarse en cuenta que el art. 117 del CF, establece la asistencia familiar
señalando que esta se cumple en forma de pensión o de asignación pagadera por
mensualidad vencida y corre desde el día de la citación con la demanda; la misma
Norma señala en su art. 109 que la pensión de la familia es un derecho y una
obligación para la alimentación, salud, educación, vivienda, recreación y
vestimenta; surge ante la necesidad manifiesta de los miembros de las familias y
las posibilidades de quien debe otorgarla; la obligación de asistencia familiar es de
interés social y su oportuno suministro no puede diferirse por recurso o
procedimiento alguno, bajo responsabilidad del juzgador; y, 5) La misma norma
establece que cuando el obligado haya incumplido el pago de la asistencia
familiar, a petición de parte, la autoridad judicial ordenará el apremio corporal
hasta seis meses y en su caso podrá ordenar el allanamiento del domicilio en que
se encuentre el obligado; en el presente caso, se expidió el mandamiento de
apremio dentro de los alcances de los arts. 127 y 415 del CF, sobre todo velando
el interés superior del beneficiario, con quien está obligado con su progenitor, no
debiendo esperar la emisión de un mandamiento para cumplir sus obligaciones en
razón que saben que es responsable con sus hijos desde el momento de que
nacen.

I.2.3. Resolución

El Juez Mixto Civil y Comercial, de la Niñez y Adolescencia y Sentencia Penal


Primero de Punata del departamento de Cochabamba, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución de 25 de abril de 2018, cursante de fs. 102 a 106
vta., denegó la tutela, de acuerdo a los siguientes fundamentos: i) Conforme
consta de los antecedentes remitidos por la Jueza demandada, dentro del proceso
de asistencia familiar iniciado contra Jorge Crespo Flores, las notificaciones se
realizaron en su domicilio real que fue proporcionado por la demandante y este no
se apersonó al proceso dejando pasar el tiempo presumiblemente para
deliberadamente plantear la presente acción tutelar; ii) La certificación
domiciliaria acompañada por el accionante carece de credibilidad, puesto que,
quien certifica no acompañó acta de designación ni acta de posesión de dicho
cargo, tampoco existe el número de cédula de identidad; considerando además
que dicha actuación la debe realizar la Policía Regional de Punata previa
verificación y corroboración testifical; iii) No corresponde anular obrados hasta el
estado de la demanda, porque se debe precautelar el interés superior de la menor
en ejercicio de lo previsto por el art. 12 inc. a) de la Ley 548 de 9 de marzo de
2013 -Ley para Garantizar a la Mujer una Vida Libre de Violencia; ya que, es
obligación ineludible del padre proporcionar la asistencia; en ese orden, las
palabras del accionante sobre el supuesto domicilio falso no son creíbles; iv)
Actualmente las nulidades procesales están normadas por el art. 17 de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ), a su vez el art. 16 del mismo cuerpo legal establece que las
magistradas y los magistrados, vocales y jueces, deberán proseguir con el
desarrollo del proceso sin retrotraer las etapas concluidas, excepto cuando
existiera irregularidad procesal reclamada oportunamente y que viole el derecho a
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la defensa conforme a ley; situación que no ocurrió en el caso que nos ocupa; en
razón a que el demandante -en observancia del principio de subsidiariedad- podía
impugnar cualquier resolución que creyere atentatoria de su derecho, y no recurrir
directamente a la acción de libertad; y, v) El accionante no estaba indebidamente
privado en su libertad, no se quebrantó derecho alguno ni se le generó estado de
indefensión; por el contrario, se activó resguardando el interés superior de la
menor, correspondiendo aclarar que notificación con la liquidación de asistencia
familiar de 10 de agosto de 2017, se la realizó en el domicilio de sus padres según
se advierte a fs. 40 del expediente original.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y análisis de los antecedentes cursantes en el expediente, se tiene


lo siguiente:

II.1. Mediante memorial de 4 de junio de 2012, Mónica Quinteros Gareca


presentó una demanda de asistencia familiar contra Jorge Crespo Flores;
la cual originalmente fue de conocimiento de Norma Viviana Arnez Arnez;
Jueza de Instrucción Mixta Liquidadora y Cautelar de Punata del
departamento de Cochabamba (fs. 5).

II.2. El 21 de diciembre de 2012, dentro del proceso de asistencia familiar


iniciado contra el ahora accionante, se emitió Sentencia declarando con
lugar la demanda interpuesta, fijando de este modo una asistencia familiar
de Bs500.- (quinientos bolivianos) (fs. 24 a 25); Mediante memorial de
memorial de 11 de abril de 2016, Mónica Quinteros se efectuó liquidación
de asistencia familiar a la Jueza Pública Familiar Primera de Punata del
departamento de Cochabamba (fs. 28); y, Cursa decreto de 12 de abril de
2016, emitido por la Jueza Pública Familiar Primera de Punata del
departamento de Cochabamba en el que se dispuso que se notifique al
demandado con carácter previo a la petición de 11 de abril de 2016. (fs.
28 vta.).

II.3. De la Resolución de 19 de julio de 2017, se acredita que la Jueza Pública


de Familia y de Partido del Trabajo y Seguridad Social Primera de Punata,
el 1 de junio de 2017 asumió competencia del proceso de asistencia
familiar iniciado contra el accionante (fs. 34).

II.4. A través del Auto de 25 de septiembre de 2017, la autoridad demandada


emitió mandamiento de apremio contra el obligado Jorge Crespo Flores,
en aplicación a lo dispuesto por el art. 127 del CF (fs. 43).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante denunció la vulneración de sus derechos a la libertad física, al


debido proceso y a la defensa; toda vez que, se le inició un proceso de asistencia
familiar, dentro del cual la citación y posteriores notificaciones se realizaron en un
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domicilio falso; por lo que, asumió conocimiento de la demanda al momento de su
apremio, situación que le dejó en un estado total de indefensión.

En consecuencia corresponde en revisión, verificar si tales extremos son


evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. De las competencias de los juzgados públicos familiares,


conforme la Ley del Órgano Judicial y el Código de las Familias y
del Proceso Familiar

Conforme lo establece la Ley del Órgano Judicial, la función judicial es


única en todo el territorio del Estado Plurinacional y se ejerce por medio
del Órgano Judicial; en el caso de la jurisdicción ordinaria este ejercicio de
administración de justicia se lo realiza a través del Tribunal Supremo de
Justicia, los Tribunales Departamentales de Justicia, los Tribunales de
Sentencia y los Juzgados, criterio asumido por el legislador en observancia
a lo dispuesto por el art. 179 de la CPE, que de la misma forma dispone
que la función judicial es única y que el ejercicio de la jurisdicción
ordinaria corresponde a los Tribunales y Jueces a los que hace referencia
la Ley del Órgano Judicial.

La actividad de los órganos que ejercen la jurisdicción ordinaria en el


Estado Plurinacional de Bolivia, está normada por la Ley del Órgano
Judicial, disposición legal que tiene por objeto regular la estructura,
organización y funcionamiento de toda la indicada organización
jurisdiccional, esta regulación evidentemente también alcanza a los
juzgados públicos familiares.

Al respecto el art. 70 de la LOJ, dispone que: Las juezas y los jueces en


materia familiar tienen competencia para:

1. Aprobar el acta de conciliación en las demandas orales o escritas en


materia familiar;
2. Rechazar el acta de conciliación en las demandas orales o escritas,
cuando considere que la conciliación vulnera derechos
constitucionales;
3. Conocer en primera instancia de las demandas que no hubieran sido
conciliadas;
4. Conocer y decidir causas de comprobación, de nulidad y anulabilidad
del matrimonio;
5. Conocer y decidir procesos de divorcio y separación de esposos;
6. Conocer y decidir las siguientes causas contenciosas: filiación,
pérdida de filiación, suspensión y restitución de la autoridad de los
padres, declaración de interdicción, remoción de tutor, revocación y
nulidad de adopción;
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7. Conocer procedimientos de desacuerdos entre los cónyuges y de
constitución de patrimonio familiar.
8. Conocer procedimientos voluntarios que señala el Código de Familia;
9. Conocer y decidir procesos de asistencia familiar, tenencia de hijos y
de oposición al matrimonio;
10. Intervenir en procedimientos de autorización judicial y concesión de
dispensa matrimonial; o
11. Intervenir en otros casos previstos por ley”.

En el mismo sentido, el Código de las Familias y del Proceso Familiar que


regula los derechos de las familias, las relaciones familiares y los
derechos, deberes y obligaciones de sus integrantes; establece que la
jurisdicción y competencia de las autoridades judiciales en Materia
Familiar, es improrrogable e indeclinable; disponiendo en su art. 222.II
que el Juez de Familia ejerce su jurisdicción en el ámbito territorial al que
fue designado y es competente para resolver las acciones establecidas por
el precitado Código; en ese orden, el juzgador en materia familiar tiene los
siguientes deberes:

“ a) Dirigir hasta su conclusión la causa que sustancia.


b) Sancionar el fraude procesal como la colusión, deslealtad, malicia o
temeridad, y cualquier otra situación tendiente a vulnerar o
mediatizar los principios procesales.
c) Resolver oportunamente y en tiempo las pretensiones puestas a su
decisión así como adoptar las medidas más adecuadas para evitar
violación de los derechos de las personas, especialmente los de
niñas, niños, adolescentes y de adultos mayores.
d) Informar de oficio a las partes y demás sujetos procesales sobre el
desarrollo del procedimiento, con particular énfasis en la forma y
los fines que se pretende lograr en la audiencia.
e) Buscar la tutela efectiva del derecho material.
f) Dirigirse a las partes con respeto, sin expresiones degradantes o
discriminatorias.” (art. 232 del CF)

III.2. El régimen de incidentes establecido en el Código de las Familias


y del Proceso Familiar

Conforme establece la doctrina, un incidente constituye una cuestión que


se plantea en el desarrollo de un proceso; pero que difiere al objeto
principal del mismo, aunque sí guarda relación con él; en ese entendido,
las cuestiones incidentales exigen un tratamiento procesal especial y por
regla general deben ser resueltas independientemente del objeto del
proceso; y pueden ser planteadas en cualquier etapa del mismo, incluso
en ejecución.

El régimen de incidentes dispuesto en los arts. 255 y ss. del CF,


establecen que éstos deben ser planteados de manera fundamentada
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observando lo siguiente: tienen que resolverse en audiencia; si se
plantearen fuera de ella, se interpondrán en el plazo de cuarenta y ocho
horas siguientes a la notificación; si la formulación es en el curso de dicha
actuación procesal debe ser fundado y oída la parte contraria si
corresponde y se debe resolver de inmediato; si es notoriamente
improcedente o se basa en hechos alegados anteriormente se rechaza sin
más trámite.

Bajo esa lógica y a la luz de las disposiciones legales establecidas en el


Código de las Familias y del Proceso Familiar, quien considere que dentro
de un proceso judicial se han cometido irregularidades de cualquier
naturaleza, lesionando normas de orden público, vulnerado derechos y
garantías constitucionales como el debido proceso en cualquiera de sus
elementos; tiene el derecho de interponer cuestiones incidentales con el
fin que se restituyan sus derechos y garantías supuestamente vulnerados
dentro de la tramitación del proceso.

Concordante con lo señalado los arts. 248 y ss. del CF, disponen las reglas
generales que deben observarse al momento de reclamar la nulidad
procesal en materia familiar; nulidades que necesariamente deben ser
reclamadas y observadas en la vía incidental; es decir, en observancia de
los arts. 255, 256 y 257 del CF, que regulan la procedencia, tramitación y
efectos de los incidentes.

III.3. Mecanismos intraprocesales para restituir derechos afectados por


actividad procesal defectuosa

La SC 0160/2005-R de 23 de febrero, constituye el primer antecedente


sentado por el Tribunal Constitucional sobre supuestos de subsidiariedad
excepcional del entonces recurso de habeas corpus, ahora acción de
libertad; la referida jurisprudencia establecía que en los supuestos en que
la norma procesal ordinaria de manera específica prevea medios de
defensa eficaces y oportunos para tutelar y resguardar los derechos
supuestamente vulnerados; dichos medios deben ser utilizados
previamente a la interposición del recurso de habeas corpus, circunstancia
en la que el citado recurso el habeas corpus operaba de manera
subsidiaria, dando entender que no se podía acudir a la jurisdicción
constitucional cuando el ordenamiento jurídico prevé medios de
impugnación específicos y estos no han sido agotados.

Posteriormente, dicho entendimiento fue modulado mediante la


SC 0008/2010-R de 6 de abril, estableciendo que no obstante a que la ley
procesal vigente dispone mecanismos o medios de impugnación
específicos; si éstos resultan evidentemente inoportunos o inconducentes
para restituir derechos, el recurso de habeas corpus por la urgencia de la
situación constituye el medio más eficaz a dicho fin; no obstante, dichos

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medios deben ser utilizados previamente y la acción de defensa operaria
en el caso de no haberse restituido los derechos vulnerados.

El precedente sentado mediante la SC 0008/2010-R, bajo el nuevo modelo


constitucional imperante, estableció tres presupuestos sobre la
subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, conforme a lo
siguiente: “I. El recurso de hábeas corpus, ahora acción de libertad, es el
medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier tipo de lesión o
vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir
una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro
el derecho a la libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas,
a pesar de existir mecanismos de protección específicos y establecidos por
la ley procesal vigente, éstos resulten ser evidentemente inoportunos o
inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la urgencia
de la situación, se configura como el medio más eficaz para restituir los
derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos
procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y
oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución
o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por
el o los afectados; en estos casos por tanto, la acción de libertad
operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos
afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas.

II. Asimismo, cuando exista privación efectiva de libertad, por ser esta
una causal grave, se entenderá que la vía procesal existente no es idónea,
cuando se pruebe que una vez activados estos mecanismos procesales, su
resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo, por ser
irrazonables los plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal
para una rápida decisión o ejecución de la decisión o por no cumplirse con
los plazos para emisión de resoluciones establecidos por la ley.

III. En el caso de vulneración al derecho a la vida, protegido por la acción


de libertad, procederá esta acción de forma directa y sin necesidad de
agotar otra vía.

IV. En mérito a este entendimiento, se aclara que las subreglas que sobre
la base de la sentencia 0160/2005-R se desarrollaron a través de la
SC 0181/2005-R y muchas otras más, deben ser reconducidas a la
modulación realizada en la presente Sentencia”.

III.4. Análisis del caso concreto

El 4 de junio de 2012, Mónica Quinteros Gareca presentó una demanda de


asistencia familiar contra Jorge Crespo Flores, proceso que fue seguido en
su rebeldía; habiéndose dictado sentencia el 21 de diciembre de 2012 que
declaro “con lugar” la demanda interpuesta.

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Posteriormente, la demandante no realizó ningún tipo de actividad en el
proceso de asistencia iniciado; hasta el 22 de marzo de 2016, momento en
que solicitó el desarchivo del expediente y la liquidación de las pensiones
devengadas, a cuyo mérito la autoridad judicial mediante proveído de 12
de abril de 2016 dispuso que con carácter previo se notifique con la
sentencia emitida; diligencia que es llevada a cabo el 29 de mayo de
2017, conforme lo dispone el art. 307.II y III del CF.

En ese orden y mediante Resolución de 11 de septiembre de 2017, la


autoridad jurisdiccional aprobó la liquidación presentada por Mónica
Quinteros Gareca, ordenando al demandado cancelar la suma de Bs30
500.- (treinta mil quinientos bolivianos) al tercer día de su notificación,
bajo conminatoria de expedirse mandamiento de apremio. Finalmente y
ante la falta de cumplimiento del obligado, se emitió el mismo, el cual fue
ejecutado el 19 de abril del presente año.

En el presente caso, el accionante denuncia la vulneración de sus


derechos a la libertad física, al debido proceso y a la defensa; toda vez
que, en el proceso de asistencia familiar iniciado en su contra, la citación y
posteriores notificaciones se realizaron en un domicilio falso; motivo por el
cual recién tomó conocimiento de la demanda al momento de su apremio,
situación que le generó un estado total de indefensión.

Del apartado de Conclusiones II.3 del presente fallo, se acredita que la


autoridad demandada, es decir, la Jueza Pública de Familia y de Partido
del Trabajo y Seguridad Social Primera de Punata asumió competencia del
proceso de asistencia familiar iniciado contra el accionante el 1 de junio de
2017.

Respecto a las competencias de las autoridades que ejercen jurisdicción


en materia familiar, están claramente establecidas en la Ley del Órgano
Judicial; y, el Código de las Familias y del Proceso Familiar; el Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
instituye que éstas comprenden, entre otras, conocer: En primera
instancia de las demandas que no hubieran sido conciliadas;
procedimientos voluntarios; decidir procesos de asistencia familiar,
tenencia de hijos y de oposición al matrimonio; dirigir hasta su conclusión
la causa que sustancia; resolver oportunamente las pretensiones puestas
a su decisión así como adoptar las medidas más adecuadas para evitar
violación de los derechos de las personas, especialmente los de niñas,
niños, adolescentes y de adultos mayores; así como la facultad de
intervenir en otros casos previstos por ley.

Dicho esto, y conforme dispone el Fundamento Jurídico III.2 de este Fallo


Constitucional Plurinacional, la norma procesal ordinaria en materia
familiar, establece un régimen de incidentes que está regulado en su
procedencia, trámite y efectos en los arts. 255 y ss. del CF; los cuales
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tienen entre sus fines, un normal desarrollo del proceso, el
restablecimiento de derechos y garantías en supuestos de vulneración y
restricción de los mismos, y el respeto y observancia del debido proceso.
Dicho esto, se advierte que la citada norma, establece medios y
mecanismos específicos y oportunos para restituir derechos y garantías,
los cuales deben ser agotados previamente a la activación de la
jurisdicción constitucional vía la acción de libertad regulada por el art. 125
de la CPE.

El entendimiento asumido mediante la SC 0008/2010-R, establece


supuestos excepcionales en los que la acción de libertad opera de manera
subsidiaria; respecto a los mecanismos intraprocesales ordinarios, dispone
que no obstante a que la ley procesal pueda instituir herramientas de
impugnaciones específicas; si éstas resultan evidentemente inoportunas o
inconducentes para restituir, derechos el recurso de habeas corpus –
ahora acción de libertad - constituye el medios más eficaz; no obstante,
los medios de impugnación ordinarios deben ser agotados previamente a
la activación de la tutela constitucional.

En ese entendido, el accionante previamente a la interposición de la


presente acción tutelar, en observancia de los Fundamentos Jurídicos
III.1, III.2 y III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional;
debió activar los medios ordinarios de impugnación establecidos en el
Código de las Familias y del Proceso Familiar; extremo que impide que
esta Sala ingrese al análisis de fondo de la problemática planteada, en
razón que opera la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad.

En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la tutela, evaluó en forma


correcta los datos del proceso, y la jurisprudencia constitucional emitida al
respecto.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confieren la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, resuelve: CONFIRMAR la
Resolución de 25 de abril de 2018, cursante de fs. 102 a 106 vta., pronunciada
por el Juez Mixto Civil y Comercial, de la Niñez y Adolescencia y Sentencia Penal
Primero de Punata del departamento de Cochabamba; y en consecuencia,
DENEGAR la tutela solicitada, sin ingresar al análisis de fondo del caso en
estudio.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano


11
MAGISTRADO

Fdo. MSc. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo


MAGISTRADA

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