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Año 2003.
Muchas veces resulta dificil precisar la verdadera causa de una
hematuria aislada, pero es muy importante poderle decir al paciente lo que no tiene.
CONCEPTO:
Se sabe bien que el método del papel impregnado para la prueba en orina produce una
reacción positiva no solamente para hematuria sino también para hemoglobinuria y
mioglobinuria y estas pueden colorear la orina, pero en las dos últimas no se demuestran
hematíes en el sedimento urinario (1).-
Un problema señalado con este método es que en las glomerulonefritis agudas puede
producirse un patrón mixto o no glomerular durante el periodo de hematuria macroscópica
(8).-
La hematuria final o vesical en el niño por lo general obedece a una infección vesical
producida por Escherichia coli o adenovirus 11.- Sin embargo, el médico debe interrogar
sobre la ingestión de medicamentos que puedan producir cistitis como la ciclofosfamida.-
Los tumores de vejiga son muy raros en el niño; primero se manifiestan por signos de
irritación vesical, y habitualmente la hematuria es un evento tardío que se produce al
ulcerarse el tumor.-
Veremos ahora las hematurias totales asintomáticas y las microhematurias, que son el
objetivo de esta revisión, y en las que el médico ha descartado mediante el interrogatorio y
el examen físico aquellas causas como la ingestión de drogas, alteraciones de la
coagulación y enfermedades sistémicas que puedan producir hematuria.- Las causas raras
de hematuria como las bacteriemias crónicas de la endocarditis bacteriana subaguda y la
derivación ventriculoatrial infectada, la leptospirosis y la enfermedad de Rendú-Osler-
Weber también deben sospecharse por el interrogatorio y el examen físico, por lo que no las
consideraremos en este análisis.-
Para la localización del sitio del sangramiento son de gran utilidad los indicadores
propuestos por Yadin (9) (Tabla 1).
Como podemos apreciar en la tabla 3, hay una serie de aspectos en la historia que pueden
ayudar en la determinación de la causa de la hematuria.- Entre estas está la historia familiar
positiva o sugestiva de síndrome de Alport, la enfermedad poliquística autosómica
dominante, hematuria benigna familiar, un pasado sugestivo de síndrome de Schönlein-
Henoch, antecedente familiar de anemia drepanocítica y signo de Combe positivo.- Si la
hematuria es macroscópica precisar si esta se asocia a pequeños traumas, ejercicios o con
alguna infección.- Aunque el diagnóstico no puede hacerse solamente por las respuestas a
estas preguntas, si pueden orientarnos sobre las investigaciones que debemos priorizar en
cada caso (3).- En la figura 1 exponemos una guía de las investigaciones para el
diagnóstico propuesta por Cilento y otros (3).-
SANGRAMIENTO NO RENAL.
Algunos autores sostienen que la infección urinaria es una de las causas más frecuentes de
hematuria en el niño, pero coincidimos con West (4) en que en esta situación la hematuria
muy raramente es asintomática.- Habitualmente, cuando la virulencia del germen infectante
y la severidad de la infección son capaces de provocar hematuria, aparecen otros síntomas
de infección del tracto urinario.-
Cuando la hematuria extraglomerular es profusa, la orina por lo general es roja más bien
que carmelita y puede contener coágulos; en el sedimento urinario no aparecerán cilindros.-
HIDRONEFROSIS::
QUISTES RENALES:
TUMORES:
HIPERCALCIURIA E HIPERURICOSURIA
Se ha observado que este síntoma es frecuente en los niños con hipercalciuria (21),
llegándose a reportar en 43% de los niños con hematuria (22) y ésta puede preceder por
años a la litiasis (23).- Estas hematurias pueden acompañarse de dolor abdominal y
suprapúbico, disuria y micciones frecuentes y confundirse con una infección urinaria (24)
pero pueden ser asintomáticas.- En algunos pacientes se ha presentado la litiasis poco
después de la hematuria y la hipercalciuria (22).-
Debe determinarse calciuria de 24 horas en todo niño con hematuria, y cifras superiores a
4 mg/kg de peso (0,1mmol) se consideran anormales.- En los pacientes en que la colección
de orina de 24 horas resulte dificil debe recogerse una muestra entre 9 y 11 de la mañana (2
a 4 horas después del desayuno) para determinar calcio y creatinina.- La excreción de
calcio se considerará anormal cuando la relación calcio/creatinia (mg a mg) sea mayor de
0,21 (22).- Se señala la hipercalciuria como la causa más frecuente de hematuria en el niño
(22,24).- La explicación más aceptada en la actualidad para esta hematuria, es la
cristaluria.- Frecuentemente se observan en la orina cristales de oxalato de calcio en los
pacientes con hipercalciuria y hematuria.- Apoyan esta hipótesis la complicación con
hematuria tanto en la cristaluria de la hiperoxaluria como en la hipercalciuria.- Sin
embargo, los esfuerzos realizados para producir hematuria mediate la hipercalciuria
farmacológica con dosis de vitamina D han fracasado (25).-
ALTERACIONES VASCULARES:
La trombosis arterial renal del recién nacido está asociada , por lo general, a cateterismo
de la arteria umbilical cuando la punta del cateter queda a nivel de la arteria renal.- El
riesgo de trombosis aumenta con la administración de sustancias hiperosmolares como los
contrastes yodados.- Los síntomas dependerán del area renal infartada.- Las pequeñas areas
de infarto cortical pueden ser silentes, pero los grandes infartos pueden presentarse con
dolor abdominal brusco e intenso, fiebre, leucocitosis y hematuria macroscópica o
microscópica.- El diagnóstico precoz y el rápido retiro del cateter pueden salvar el
parénquima renal, dependiendo del tiempo de isquemia y de la existencia de circulación
colateral.-
El síndrome del cascanueces es una compresión de la vena renal izquierda entre la aorta y
la arteria mesentérica supeior que produce dilataciones varicosas de la vena renal y la
gonadal izquierdas.- Es una causa infrecuente, pero bien aceptada de hematuria (1, 26, 27).-
En este síndrome la vena renal izquierda está comprimida entre la mesentérica superior y la
aorta.- Esta compresión es debida a una disminución marcada del ángulo que forma la
emergencia de la mesentérica superior con la aorta y se produce congestión renal,
planteándose que la hematuria es producida por aumento de la presión venosa y ruptura de
la fina pared que separa las venas del sistema colector.- La lateralización de la hematuria
macroscópica mediante la cistoscopía es muy importante si pensamos en esta posibilidad
que después confirmaremos mediante la arteriografía y/o la tomografía computada (28).- Se
han reportado casos donde la hematuria ha desaparecido después del autotrasplante del
riñón izquierdo (28).-
Los individuos portadores del rasgo drepanocítico y los pacientes con hemoglobina S-C
están predispuestos a episodios de hematuria macroscópica que no es seguida de hematuria
microscópica.- Esta hematuria no tiene una explicación (29) y es una infrecuente
complicación de la enfermedad drepanocítica (4).- Es bien conocida la hematuria debida a
necrosis papilar de la enfermedad drepanocítica (3).- La hematuria en el portador del rasgo
drepanocítico se presenta más en el sexo masculino que en el femenino.- El sangramiento
es más frecuente del riñón izquierdo, preponderancia sin una clara explicación, aunque
algunos piensan que esto se debe a que el flujo sanguineo es más dificil en la vena renal
izquierda que en la derecha por ser más larga y porque drenan en ella la adrenal, la frénica
inferior y la espermática u ovárica izquierdas.- El sitio exacto del sangramiento no está
aclarado.- Este tipo de hematuria debe sospecharse sobre todo en individuos negros e
investigarse mediante electroforesis de hemoglobina o prueba de Hook.- La cistoscopía
puede precisar el lado del sangramiento.- Si no se presenta obstrucción ureteral por
coágulos esta hematuria es indolora.-
TUBERCULOSIS RENAL:
La tuberculosis renal actualmente es muy rara en Cuba, excepcional en el niño, pero esta
posibilidad debemos tenerla en mente.- La tuberculosis renal se debe a una diseminación
hematógena de un foco en cualquier sitio, por lo general pulmonar (30).- La hematuria
macroscópica es el signo de presentación en el 20% de los casos.- Puede haber leucocituria
y el urocultivo habitual es negativo ("piuria estéril") (4).- El 75% de los casos presenta
signos relacionados con inflamación (micciones frecuentes, disuria, hematuria, nocturia, y
dolor lumbar) y es infrecuente que el niño con tuberculosis renal se presente con hematuria
como manifestación principal (30).- El antecedente de contactos o de primoinfección
tuberculosa es muy importante; una prueba de tuberculina positiva ayuda mucho al
diagnóstico mientras que una prueba negativa practicamente la niega.- Es muy importante
pensar en esta posibilidad ante una hematuria prolongada.-
NEFRITIS TUBULOINTERSTICIA.-
Otras drogas pueden ser toxinas incompletas.- En dosis anormales o después de su uso
prolongado, éstas pueden convertirse en nefrotoxinas completas.- La hipersensibilidad a
estas drogas puede causar nefritis intersticial, particularmente las penicilinas, las sulfas, los
analgésicos, los antiinflamatorios no esteroideos, cefalosporinas y furosemida (3).- Las
sobredosis de penicilinas semisintéticas pueden producir nefritis intersticial con hematuria
macroscópica o microscópica (31, 33).-
Los medios de contraste son nefrotóxicos y pueden producir lesión y necrosis tubular con
hematuria.- Los agentes de contraste son hiperosmolares (100 mOsm/L) y producen
vasocontricción, agregación de glóbulos rojos en los capilares glomerulares y precipitación
tubular de proteina de Tamm-Horsfall, particularmente en diabéticos y en pacientes con
insuficiencia renal (niveles de creatinina sérica superior a 1,5 a 2,0 mg %) (31).-
En la nefritis intersticial idiopática con uveitis la hematuria puede ser una manifestación
habitualmente tardía, ya que las manifestaciones iniciales son poliuria, acidosis tubular
renal y pérdida excesiva de sodio (3, 37).- La uveitis puede manifestarse varios meses
después de los síntomas renales (38).-
SANGRAMIENTO GLOMERULAR:
Como es sabido la interpretación de estas pruebas debe hacerse con cautela ya que el 30%
de los niños normales tienen títulos de antiestreptolisina O elevados y no todos los casos
con la enfermedad tienen complemento hemolítico o C3 bajo (40-42).-
Sólo en casos muy especiales será necesario la biopsia de riñón como elemento
diagnóstico.-
Entre 20 y 30% de los individuos afectados por la nefropatía por IgA terminan en
insuficiencia renal (50, 51).-
Lo más típico clínicamente es una hematuria macroscópica asociada a una infección, por
lo general del tracto respiratorio; cuando cede la infección la hematuria desaparece y es
seguida por hematuria microscópica que puede ser persistente o intermitente.- Por lo
general, la hematuria macroscópica recurre cuando se presenta otra infección respiratoria
(4).-
Aunque han pasado 35 años de su reporte inicial poco se sabe de su etiología y su historia
natural, si bien se ha demostrado que no tiene buen pronóstico en todos los casos como se
pensaba inicialmente (48, 52-54).- Es importante precisar si el paciente reune indicadores
de mal pronóstico de los que se han señalado en esta enfermedad (54, 55), aunque estos no
sean asintomáticos ya que no se ha encontrado un tratamiento verdaderamente efectivo
(52).-
SÍNDROME DE ALPORT:
Desde que Guthrie en 1902 describiera la familia en que varios miembras presentaban
hematuria y en la que Alport en 1927 observó sordera en muchos de sus miembros y que
diera nombre a la misma (nefritis familiar con sordera o síndrome de Alport), se han
demostrado tres elementos importantes: el engrosamiento irregular de la membrana basal,
la trasmisión como un rasgo dominante ligado al cromosoma X, y la alteración de la
composición colágena de la membrana basal (58).-
Otro aporte importante es la descripción en 1983 por García Torres y Guarner del
síndrome de Alport-leiomiomatosis (45) del cual se han descrito por lo menos 38 casos
hasta 1993.- De estos 38 casos, 8 corresponden a niños, 4 con nefropatía progresiva y 4 con
microhematuria (46).-
GLOMERULONEFRITIS MEMBRANOPROLIFERATIVA:
Se han descrito tres tipos desde el punto de vista microscópico (tipos I, II y III).- El tipo
I se caracteriza por el doble contorno de la membrana basal, el tipo II por los depósitos
lineales densos dentro de la membrana basal, y el tipio III con algunas características de
los dos tipos anteriores (64).- En esta glomerulopatía se reporta hasta 64% de casos con
hematuria macroscópica y 20% con síndrome nefrítico agudo (65).- La tipo II
habitualmente es hipocomplementémica y se puede asociar a una lesión retiniana específica
(66).- Se ha reportado esta glomerulopatía asociada al virus de la hepatitis C (67).- Estas
alteraciones si se presentan en una hematuria por lo demás asintomática hacen sospechar
este tipo de lesión glomerular.-
Las glomerulonefritis con crecientes epiteliales no pueden considerarse como una entidad
nosológica o enfermedad glomerular específica, sino como la alteración histológica dada
por signos inflamatorios severos, principalmente necrosis focal y celular, y la formación de
crecientes extracapilares en el espacio de Bowman (68).- La hematuria macroscópica sin
otros síntomas es poco frecuente en estos casos, pero pudiera ser la primera manifestación
de la enfermedad de base.-
La mayoría de los autores consideran que esta glomerulopatía puede evolucionar bien sin
tratamiento esteroideo ni inmunosupresor (72-74).- En casos de glomerulopatía
membranosa asociada al virus de la hepatitis B se ha utilizado el interferón con aparentes
buenos resultados, pero como entre 50 y 85% de los casos presentan remisión espontanea,
los beneficios del interferón no están demostrados (75).- En los casos que no remiten
espontaneamente y especialmente en aquellos con proteinuria nefrótica y/o afectación de la
función renal (creatinina sérica > 150 umol/L) se recomienda un tratamiento
inmunosupresor intenso (76).-
GLOMERULONEFRITIS LÚPICA:-
El 63% de los niños con lupus eritematoso sistémico tienen glomerulonefritis (77).- La
hematuria microscópica con cilindruria pudiera ser la primera manifestación de una
glomerulonefritis lúpica, pero habitualmente también aparece proteinuria glomerular.- En
estos casos no frecuentes el título de anticuerpos antinucleares está elevado y es lo que
establece el diagnóstico.- Por lo general la glomerulonefritis lúpica se acompaña de otras
manifestaciones clínicas de la enfermedad.-
AMILOIDOSIS RENAL:
Esta lesión glomerular por su largo período de latencia es muy rara en el niño (3).- Puede
manifestarse como una microhematuria con proteinuria y postriormente progresar a un
síndrome nefrótico.-
SÍNDROME DE GOODPASTURE:
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Tabla 1:
________________________________________________________________________
GLOMERULAR:
Células tubulares
Hematíes dismórficos
NO GLOMERULAR
Orina roja-rosada
Coágulos de sangre
ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
Historia familiar de enfermedad renal
Historia de infección respiratoria o cutanea reciente
Historia de episodios anteriores de hematuria
Antecedentes de contacto con enfermos de tuberculosis pulmonar
Historia familiar de anemia hemolítica (sicklemia particularmente)
Antecedente que recuerde al síndrome de Schönlein-Henoch
Si la hematuria es macroscópica, precisar:
Traumatismo
Infección respiratoria u otra infección concurrente
Ejercicio