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HEMATURIA

DEFINICION

La hematuria es la presencia de sangre en la orina. Puede ser visible a simple


vista o microscópica. La puede causar un trastorno del sangrado o ciertos
medicamentos, o piedras, infecciones o tumores. Se puede deber a una lesión
en los riñones, en el tracto urinario, en la próstata o en los genitales.
Los tres procesos son: la filtración, la reabsorción, y la secreción.
.- Filtración: la sangre llega al 'glomérulo', una zona de la nefrona en la que se
filtra la sangre y donde se separan los desechos que se van a expulsar y las
sustancias que siguen siendo útiles para el organismo. retiene en la parte superior
del colador aquello que ... necesita el organismo como sangre y nutrientes

.- Reabsorción: sucede en los 'túbulos' de la nefrona; una vez filtrada la orina,


hay sustancias que pasan de nuevo a la sangre porque siguen siendo muy útiles al
organismo.
.- La secreción: todo lo que no se reabsorbe pasa a la orina y se expulsa.

.La orina es secretada por los riñones, pelvis renal', y después al 'uréter', se
almacena en la vejiga y se elimina durante la micción., uretras

Entre las características más importantes de la orina está su color, asociado a la cantidad de
agua presente en ella: mientras que el cuerpo que consumió mucha agua tendrá una orina
más transparente, en los cuerpos más deshidratados es frecuente que los riñones tiendan a
retener agua en el cuerpo, haciendo que la orina tenga un color amarillo más fuerte.
CLASIFICACION
Según la cantidad de hematíes por campo:
 Hematuria Microscópica o microhematuria: la emisión de hematíes por
campo es inferior a 100 y la orina no cambia de color. Hallazgo en el laboratorio
 Hematuria Macroscópica o macrohematuria: a partir de 100 hematíes por
campo, la sangre se hace visible en la orina. 1 ml de sangre en 1 litro de orina
hace que ésta adopte un color rojizo.
Según el momento de aparición:
 Inicial: el sangrado se observa al principio del chorro miccional y después se
aclara la orina espontáneamente. Sugiere origen uretral o prostático.
 Terminal: si se recoge al final de la micción, a veces incluso como un goteo
sanguinolento justo después de acabar la micción, sugiere origen cercano al
cuello vesical.
 Total: si la hematuria se presenta a lo largo de toda la micción se denomina
total; puede proceder del riñón, del tracto superior o de la vejiga.
Según la duración:
 Transitoria: puede producirse por ejercicio intenso, fiebre, actividad sexual o
traumatismos. El diagnóstico es por exclusión. Se produce con más frecuencia
entre los 15-40 años y disminuye a partir de los 50 años.
 Permanente : se manifiesta de manera reiterada. Mayor relación con patología
neoplásica, sobretodo en varones >50 años.
Según su origen:
 Glomerular: orina oscura, sin coágulos, asocia hematíes dismórficos,
cilindruria y proteinuria.
 No glomerular/urológica: orina rojo brillante, con coágulos, hematíes
isomórficos, no cilindruria ni proteinuria.

FISIOPATOLOGIA
En la hematuria ocurre una lesión en los riñones, en el tracto urinario, en la próstata o en
los genitales originando que los eritrocitos accedan a la orina en cualquier parte del
tracto urinario, desde el riñón, los túbulos colectores y uréteres, la próstata, la vejiga y
la uretra. Se presenta al menos 3 a 5 hematíes por campo microscópico de gran aumento
(400 aumentos) en una muestra de orina centrifugada. Cuando la hemorragia tiene lugar
al comienzo o al final de la micción el origen más probable es la uretra o la próstata
respectivamente. La hematuria que se origina a nivel de la nefrona se caracteriza por la
aparición de cilindros hemáticos.

Se considera normal la presencia de 1 a 3 hematies/campo. Constituye un


signo clínico y no una enfermedad en sí misma.
ETIOLOGIA

 Infecciones de las vías urinarias. Se producen cuando ingresan bacterias en el


cuerpo a través de la uretra y se multiplican en la vejiga. Algunos de los síntomas
son: necesidad constante de orinar, dolor y ardor al orinar, y orina con olor muy
intenso.

En algunos casos, especialmente en los adultos mayores, el único signo de la


enfermedad puede ser la sangre microscópica en la orina.

 Infecciones renales (pielonefritis). Pueden presentarse cuando ingresan bacterias


en los riñones desde el torrente sanguíneo o a través de los uréteres de los riñones.
Los signos y síntomas suelen ser similares a los de las infecciones de vejiga,
aunque es más probable que las infecciones de riñón causen fiebre y dolor en el
costado.
 Cálculo en la vejiga o en el riñón. A veces, los minerales presentes en la orina
concentrada forman cristales en las paredes de los riñones o de la vejiga. Con el
tiempo, los cristales se pueden transformar en piedras pequeñas y duras, que se
llaman «cálculos».

Por lo general, estos cálculos no causan dolor, de modo que probablemente no


notes su presencia hasta que produzcan un bloqueo o pasen por las vías urinarias.
Es entonces cuando los síntomas se vuelven inconfundibles: los cálculos en los
riñones, en particular, causan un dolor insoportable. Los cálculos en los riñones o
en la vejiga también pueden provocar sangrado visible o microscópico.

 Agrandamiento de la próstata. La glándula prostática, que se encuentra debajo


de la vejiga y rodea la parte superior de la uretra, suele agrandarse a medida que
los hombres se acercan a la mediana edad. Entonces, comprime la uretra, por lo
cual se bloquea parcialmente el flujo de orina. Algunos de los signos y síntomas
del agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna o HPB) son
dificultad para orinar, necesidad urgente o constante de orinar y sangre visible o
microscópica en la orina. La infección de próstata (prostatitis) puede provocar los
mismos signos y síntomas.

 Enfermedad renal. El sangrado urinario microscópico es un síntoma frecuente de


la glomerulonefritis, una inflamación del sistema de filtración de los riñones. La
glomerulonefritis puede ser parte de una enfermedad generalizada, como la
diabetes, o puede presentarse por sí misma. Las infecciones virales o
estreptocócicas, las enfermedades de los vasos sanguíneos (vasculitis) y los
problemas inmunológicos, como la nefropatía por inmunoglobulina A, que afecta
los pequeños capilares que filtran la sangre en los riñones (glomérulos), pueden
desencadenar la glomerulonefritis.

 Cáncer. El sangrado visible en la orina puede ser un signo de cáncer avanzado de


riñón, vejiga o próstata. Por desgracia, es posible que estos tipos de cáncer no
presenten signos ni síntomas en los primeros estadios, cuando se pueden tratar con
más eficacia.

 Trastornos hereditarios. La anemia de células falciformes, un defecto hereditario


en la hemoglobina de los glóbulos rojos, provoca sangre en la orina, en forma de
hematuria visible y microscópica. Otra posible causa es el síndrome de Alport, que
afecta las membranas de filtración en los glomérulos de los riñones.

 Lesión renal. Un golpe u otra lesión en los riñones por un accidente o por
practicar un deporte de contacto puede provocar sangre visible en la orina.
 Medicamentos. La ciclofosfamida, un medicamento que se usa contra el cáncer, y
la penicilina pueden provocar sangrado urinario. A veces, el sangrado urinario
aparece si tomas un anticoagulante, como aspirina o heparina, y a la vez tienes una
afección que causa que sangre la vejiga.

 Ejercicios extenuantes. En raras ocasiones, hacer ejercicios extenuantes provoca


hematuria macroscópica, cuya causa se desconoce. Esto puede relacionarse con un
traumatismo en la vejiga, la deshidratación o la descomposición de glóbulos rojos,
que pueden deberse al ejercicio aeróbico continuo.

EPIDEMIOLOGIA
La prevalencia de hematuria macroscópica en la población general es del 1 %. La de
microhematuria en adultos varía igualmente según la edad y serie poblacional: hasta del 20 %
en mayores de 50 años2. La probabilidad de que exista una neoplasia urológica en un paciente
que consulta en atención primaria por hematuria macroscópica se recoge en la tabla 13. La
probabilidad de que exista una neoplasia en un paciente con microhematuria depende
igualmente de la edad y sexo y se recoge en la tabla 2, según un estudio prospectivo4
referenciado en “Uptodate”5. Se estima que 16 % de las microhematurias en la población
general son de causa glomerular. De ellas, la más frecuente es la glomerulonefritis IgA18. En
cualquier caso, la intensidad de la hematuria no está relacionada con la gravedad de la causa que
la ha generado. No obstante, según un estudio británico, la hematuria macroscópica es un mejor
indicador de neoplasia (valor predictivo positivo de 25 %) frente a la microhematuria (valor
predictivo positivo de 2 %)6. La edad media de incidencia, tanto para el carcinoma vesical
como para el renal, es de 50-70 años. Ambos tumores son más frecuentes en varones con
respecto a mujeres.
MANIFESTACIONES CLINICAS

Fiebre= Hipertermia (Ojo)

Disuria
Polaquiuria
Dolor abdominal o lumbar

Macrohematuria: orina de color rosa, rojo o amarronado, que se debe a la presencia de


glóbulos rojos. Las personas con hematuria macroscópica que incluye coágulos de sangre en la
orina pueden sentir dolor en la vejiga o en la espalda.
Microhematuria: no se asocia a signos visibles. La única manera que tienen los médicos de
saber si alguien padece una hematuria microscópica es haciéndole un análisis de orina.

METODOS DIAGNOSTICOS

La anamnesis y la exploración física son de gran importancia para tratar de llegar al


diagnóstico. Sin embargo, la mayoría de las veces se necesitan pruebas complementarias:
1. Iniciales:
 Orina elemental: la hematuria detectada por tira reactiva en orina debe confirmarse por
análisis microscópico.
 Sedimento de orina: el examen microscópico del sedimento urinario puede, por sí solo,
sugerir el origen de la hematuria8. La presencia de hematíes y leucocitos hace necesario
un cultivo de orina.
 Cultivo de orina: la existencia de piuria y hematuria estériles requiere descartar
tuberculosis.
 Analítica básica: se pueden incluir anticuerpos antinucleares y títulos de
antiestreptolisina en función de la sospecha clínica.
 Proteinuria en orina de 24 horas: permite clasificar la proteinuria en leve (<1 g/24 h),
moderada (1 a 3,5 g/24 h) o nefrótica (>3,5 g/24 h).
 Radiología simple de abdomen: identifica la existencia de cálculos radiopacos y aporta
información sobre la forma y el contorno de los riñones.
 Ecografía: es una prueba no invasiva y útil para descartar masas renales, poliquistosis,
litiasis, lesiones vesicales, asociada a Doppler detecta patología vascular,
malformaciones renales, hidronefrosis, etc.
2. Posteriores:
 Citología de orina: tiene una especificidad del 95 al 99% y una sensibilidad del 66-
79%, es insensible para la detección de células de cáncer renal.
 Estudios seroinmunológicos: ayudan a descartar causa sistémica en la hematuria
glomerular.
 Cistoscopia: permite la visualización directa y la toma de muestra para biopsia en el
cáncer de vejiga. Si existe hemorragia franca, se debe iniciar el estudio con cistoscopia,
informa del carácter unilateral o bilateral de la lesión.
 Urografía intravenosa: es el método de elección para el diagnóstico de tumores de
urotelio localizados en la pelvis renal y el uréter.

TRATAMIENTO
Según la afección que provoca la hematuria, el tratamiento podría consistir en tomar
antibióticos para eliminar una infección de las vías urinarias, probar un medicamento
recetado para reducir una próstata agrandada o aplicar una terapia de onda de choque
para disolver cálculos en la vejiga o cálculos renales. En algunos casos, no se necesita
tratamiento.

CUIDADOS DE ENFERMERIA
– Control de constantes vitales como la tensión arterial (TA), frecuencia cardiaca (FC),
frecuencia respiratoria (FR) i temperatura (Tª) c/6 y h.
– Vigilar el sangrado por sonda vesical y registrarlo en las notas de enfermería c/turno.
– Vigilar el buen funcionamiento de los lavados continuos y la permeabilidad de la sonda
c/turno.
– Realizar lavados manuales con suero fisiológico y jeringa si el sangrado es muy importante
c/turno.
– Control del hematocrito según prescripción médica

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