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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA DE ENFERMERIA

TRABAJO AUTÓNOMO

“SOLUCIÓN A LOS 21 PROBLEMAS DEL MODELO DE FALLE


GLENN ADBELLAH”

FUNDAMENTOS DE ENFERMERIA I

RESPONSABLE:
FRELLY ROMINA CRIOLLO SOLÓRZANO

PROFESOR GUÍA:
MG. MARIANA GEOCONDA SALTOS RIVAS

PARALELO "B"

PERÍODO ACADÉMICO:

MAYO 2020- SEPTIEMBRE 2020


PORTOVIEJO – MANABÍ – ECUADOR

PROBLEMAS DE ENFERMERÍA

1. Mantenimiento de una higiene y bienestar físico correctos.

Se debe orientar al paciente y a la comunidad sobre la importancia de la higiene para


prevenir enfermedad o alteraciones tanto infecciosas o no infecciosas, sistémicas o
locales, e individuales o endémicas. Una buena higiene y autocuidado del paciente y la
comunidad tendrán una repercusión positiva en su bienestar tanto físico mental y social,
que son las tres esferas (aparte de la ausencia de dolencias o enfermedades) del
concepto de la salud humana según pautas de la Organización Mundial de la Salud
(OMS).

Se puede promocionar y fomentar estas buenas prácticas mediantes charlas, foros,


actividades comunitarias y sociales, en las que se aborden todos los aspectos que
abarque el autocuidado e higiene, así como la instrucción o información sobre
actividades que generen bienestar en los pacientes según su grupo etario o su gustos
personales, actividades mismas que pueden ir desde la práctica responsable de un
deporte, el ejercicio físico, la lectura, las reuniones sociales sanas, visita periódica a un
médico y odontólogo, una dieta saludable y equilibrada, paseos, viajes, momentos
familiares, etc.

2. Promoción de una actividad física adecuada: ejercicio, reposo, sueño, etc.

A nivel de atención primaria se deben buscar e implementar estrategias que generen en


el paciente y la comunidad un incentivo o motivación especial por la actividad física, ya
sea con clubes o jornadas de ejercicio físico tipo baile, caminatas, marcha,
levantamiento moderado de pesas, ciclismo, etc, y en las que intervengan también el
personal de salud con el fin de que los usuarios se sientes en confianza y respaldados en
su idea de mejorar su calidad de vida mediante el ejercicio físico prudente y
responsable. Esto se debe compensar con una dieta sana y equilibrada, sueño adecuado
(tanto en tiempo como en forma), y reposo tras largas horas actividad o tras trabajos
forzosos. Hay que hacer mucho énfasis en este punto, ya que existe evidencia clara de
que el ejercicio físico puede mejorar efectivamente nuestra salud y evitar o aliviar
muchas enfermedades y problemas de salud.

3. Promover la seguridad por medio de la prevención de accidentes, lesiones u


otros traumatismos y evitar la propagación de enfermedades.

Es deber primordial del personal de enfermería orientar a los pacientes en la prevención


y evitación de accidentes, lesiones o traumas, ya sea en el ámbito doméstico, social o
laboral, sobre todo en vulnerables a los mismos y en los que estos pueden representar un
daño, alteración o secuela importante, cómo es el caso de mujeres embarazadas,
personas con discapacidad de cualquier tipo, o pacientes ancianos.

El personal de enfermería debe ser también expedito y solícito en cuanto a la educación


de los pacientes en la forma de evitar el contagio o transmisión de enfermedades, sobre
todo infecciosas, vectoriales o no, y que más que nada sean endémicas o frecuentes en
la comunidad donde se circunscribe su trabajo, cómo por ejemplo, el dengue, el zika, el
chinkunguya o la malaria en nuestro cantón, que son transmitidos por los mosquitos
hembra de los géneros Anopheles y plasmodium, o hasta el mismo mal de Chagas
transmitidos por insectos hemianópteros de especie triatomimo (chinchorro); así como
también zoonosis del tipo leptospira, influenza, cisticercosis, rabia, etc.

Es también importante la prevención de enfermedades virales en niños como las


diarreas virales, las gastroenteritis, y cuadros faríngeos, amigdalinos y adenoideos, y en
los ancianos enfermedades como la neumonía o el herpes zoster. En los pacientes de
edad media se debe trabajar en la prevención de las enfermedades crónicas no
transmisibles y enfermedades cardiorrespiratorias de cualquier etiología. Es
responsabilidad del enfermer@ aplicar todos los esquemas de vacunación desde los
primeros años de vida y las vacunas que sean meritorias en años posteriores para
proveer de buena salud de inmunidad a la comunidad.

4. Mantener una buena mecánica corporal correcta y evitar o corregir las


deformidades.

Como personal de enfermería debemos enseñar al paciente a usar o disponer


correctamente su cuerpo para que este no se vea afectado con lesiones, traumas o
afecciones sobre todo del sistema locomotor y músculo esquelético. Estas pautas pueden
incluir enseñarle o fomentarle el sentarse de manera correcta con la espalda erecta,
dormir con una posición y alineación idónea del cuerpo, caminar de forma debida con el
cuerpo firme, la espalda erguida y la cabeza alzada, levantar pesos u objetos de manera
adecuada para evitar lesiones, realizar movimientos de preparación corporal previo a
ejercicios que piense realizar, orientarle sobre cómo evitar una desviación de columna al
andar en bicicleta debido a la forzada posición de la columna para manejarla, etc.

5. Facilitar el mantenimiento del aporte de oxígeno a todas las células del cuerpo.

Se debe enseñar al paciente a respirar de forma adecuada, tanto en el acto inhalatorio


como exhala torio, la duración que debe tener una respiración normal, la amplitud que
debe tener la misma, y los movimientos insuflatorios torácicos y abdominales, según sea
hombre o mujer, que la respiración produce, con el fin de garantizarle un adecuado
aporte de oxígeno para las demandas metabólicas de su organismo. Hay que enseñarle al
paciente la utilización de un oximetro y que de ser posible consiga uno propio o
proveerle uno, sobre todo a pacientes con afecciones cardiorespitatorias, para que puean
valorar por ellos mismos su saturación y gasto metabólico en su cuerpo con la
frecuencia cardiaca que también éste útil aparatito refleja. Es menester decirle al
paciente que intente lo más posible respirar un aire puro o no tan contaminado para que
no presente ningún cuadro respiratorio debido a las partículas o agente infecciosos que
se hallan en aire.

6. Facilitar el mantenimiento de la nutrición de todas las células del cuerpo.

Mediante programas de enseñanza de nutrición adecuada, con una dieta básica o al


alcance de familias de bajos recursos o de cualquier familia, el personal de enfermería
debe instruir a los pacientes el proveerse de dietas sanas y equilibradas (verduras,
tubérculos, carnes, lácteos, granos, cereales, proteínas, carbohidratos, lípidos, aceites,
minerales, iones, etc) para garantizar una nutrición global, con un estado de salud eficaz
o una gran mejoría tanto en la fisiología o mecánica corporal como en su misma salud al
proporcionar una nutrición adecuada a sus células facilitando sus procesos celulo
tisulares así como también el metabolismo corporal y la asimilación de nutrientes en el
organismo.
7. Facilitar el mantenimiento de las evacuaciones.

En este punto el personal de enfermería debe hace mucho hincapié en cuanto a la


ingesta de agua necesaria para el procesamiento de los nutrientes y alimentos y por tanto
una adecuada y placentera digestión y evacuación de los mismos; así como también en
contenidos dietéticos cuya consistencia blanda o semiblanda que faciliten al cuerpo el
desdoblamiento, digestión, transporte, peristalsis y evacuación de dichos componentes y
con ellos nutrientes o moléculas más grandes o dificultosas que por sí solas pueden
producir estasis, impactación o aperistalsis intestinal en la formación o evacuación de
las haces. Gracias a esto se pueden prevenir riesgos como el estreñimiento, que es el
riesgo de frecuencia intestinal reducida, acompañado de evacuaciones intestinales
difíciles o incompletas y / o deposiciones excesivamente secas y duras.

8. Reconocer las respuestas fisiológicas del cuerpo ante los cuadros clínicos
patológicos, fisiológicos y compensatorios.

Como personal de enfermería se debe instruir o ilustrar al paciente la autoidentifacación


o reconocimiento de cuadros patológicos que ameriten una atención continua e
inmediata, sobre cuando están sus fases iniciales donde aún es posible mitigar su
evolución o repercusión en el organismo, y que pueden representar contagios o brotes
de alguna enfermedad sobre todo infecciosa, como la tuberculosis, la varicela, la
influenza, etc. Lo propio se debe hacer también. Con el reconocimiento y
mantenimiento del estado fisiológico del organismo así como la conservación de su
homeostasis. Es también de crucial importancia enseñarle al paciente reacciones
orgánicas o físicas que experimentará de manera normal o no como parte de un
tratamiento o terapia que se le aplique, farmacológico o no, y de la misma manera, los
que corresponde a una a una satisfactoria recuperación pero que el paciente por
ignorancia de ello toma como algo contrario, como en el caso de costras que se sacan
tras una caída o lesión infecciosa que la produzca, y que el individuo las excoria o las
deshace mientras se forman interfiriendo con el proceso de recuperación o
convalecencia del cuerpo.

9. Facilitar el mantenimiento de la mecánica y de las funciones de regulación.


La orientación y promoción de un estilo de vida saludable, con fomento e información
sobre una buena y adecuada alimentación, la impartición y demostración de buenos
hábitos como el ejercicio físico y un placentero y debido sueño, así como el contar con
el cumplimiento de los componentes de la salud, son estrategias y medios que el
personal de enfermería en primer nivel de atención debe proponer a sus pacientes para
que las funciones de la mecánica y los mecanismos de autorregulación corporal sean
mucho más efectivos y el paciente pueda gozar de un estado más pleno y confortable de
salud.

10. Facilitar el mantenimiento de la función sensorial.

Como personal de atención en enfermería se debe formar a los pacientes en hábitos,


actitudes y conductas que le provean o permitan gozar de una buena función sensorial
desde pautas sencillas como una correcta forma de caminar, mantener lo más
desarrollado y entrenado posible su estado de conciencia y alerta, lavar o limpiar
diariamente sus oídos, usar lentes de ser necesario para el paciente o no exponer
continua y prolongadamente sus ojos a fuentes de energía luminosa o radioactiva que
puedan afectar su visión o los mismos, produciendo posteriores alteraciones importante
en ella o incluso graves cuadros como el glaucoma o la ceguera total; hasta medidas
más complejas como el control regular con médico otorrinolaringólogo, un
traumatólogo o neurólogo.

Otro de los importantes factores sensoriales es el sentido del olfato, por lo cual se debe
indicar al paciente que no exponga continua, frecuente o prolongadamente este sentido a
olores irritantes de la mucosa olfatoria o ambientes extremadamente secos, húmedos,
sucios o contaminados, con medidas de prevención que pueden ir desde el simple hecho
se reciclar y votar su basura hasta hacer mingas de limpieza y prevención comunitarias.

El sentido del gusto se ve afectado también por sobre exposición a determinadas


sustancias lesivas o alimentos ya sea dulces, salados, amargos, o agridulces que pueden
consecuentemente afectar también el sentido del olfato, ya que estos dos sentidos se
hallan estrechamente interrelacionados, lo que puede ocurrir también a la inversa con la
afectación del sentido del olfato que repercute en la del gusto, lo cual es importante
conocer ya que esto normalmente repercute en la asistencia de los pacientes al no querer
comer o no tolerar olores incluso agradables, sintiéndose incómodos e irritables.
La marcha o caminar se ve a afectada también por enfermedades degenerativas propias
de las edades avanzadas como principalmente son el Parkinson, el Alzheimer y la
demencia senil, entre cuyos factores de riesgo se encuentran la poca o escasa
estimulación de la actividad cerebral durante la vida o el consumo excesivo de drogas y
alcohol, aunque también cuadros como la epilepsia crónica puedan provocarlo. ¨Por ello
se le debe alentar o motivar al paciente que mantenga lo más posible su mente en
actividades beneficiosas, así como también siempre tenga un reconocimiento claro y
preciso de su entorno natural y social, y del de su propia persona en tiempo y espacio.

Estos cambios en la percepción sensorial relacionados con la pérdida de la estimulación


del sensorio también pueden ser causados por el aislamiento social o familiar, por lo
cual se debe promover y fomentar una gran cultura de afecto y empatía en las familias
para con todos sus miembros desde los más pequeños hasta los de más avanzada edad.
Los pacientes con problemas de movilidad, desequilibrio psicosocial, ansiedad y
sensación de nulidad o de inutilidad suelen ser más proclives a alteraciones
sensoromotoras y con secuelas aún más graves, por lo cual deben ser un grupo de
enfoque prioritario.

11. Facilitar el equilibrio hidroelectrolítico.

Nosotros como personal de enfermería debemos instruir al paciente sobre una dieta e
ingesta de líquidos y agua que le proporcione un óptimo equilibrio hidroelectrolítico, en
los que participan principalmente los iones sodio, potasio, cloro, magnesio, calcio,
fosforo, hierro y bicarbonato, necesarios para la homeostasis, funcionamiento y
autorregulación corporal, las funciones cerebrales, cardiacas y renales, el vigor y buen
estado de los huesos y el aparato locomotor en general, las funciones de inteligencia y
actividades mentales, el estado de conciencia en todas sus esferas, el ciclo de la
respiración, la absorción de nutrientes, el peristaltismo y actividades de las estructuras
digestivas, las funciones hepáticas, inmunitarias y hematológicas, etc.

El agua y los líquidos o bebidas son otra importante fuente estos iones o electrolitos que
el cuerpo necesita, aparte de la dieta alimenticia propiamente dicha. Debemos tener
claro y ser muy conscientes de que la alteración o perturbación del equilibrio puede
tener consecuencias orgánicas y sistémicas en el cuerpo, entre las que podemos citar,
fracturas osea, pérdida de memora, arritmias cardiacas, insuficiencia renal u alteraciones
renales, disfunción hepática, encefalopatías de cualquier causa, anemias, convulsiones,
coma y estados de descompensación, debilidad o deshidratación con afectación notable
del estado general y la función de los órganos y sistemas corporales, que pueden derivar
en un cuadro séptico o fallas multisistémicas, por lo cual este debe ser un aspecto
fundamental de la práctica y asistencia en la enfermería, ya que por decirlo así, lo
primero que generalmente se pone es un suero o lactato para reponer al paciente los
iones o electrolitos perdidos que causan o forman parte de su cuadro o estado clínico.

12. Reconocer y aceptar las expresiones, sentimientos y las reacciones positivas y


negativas.

Las emociones y expresiones pueden contribuir al desequilibrio de las condiciones del


ser humano, homeostasis, de tal forma que dependiendo de la manera en la que se
perciban las emociones y reacciones positivas como negativas esto puede condicionar o
restringir la salud plena de un individuo por lo tanto reconocer y aceptar el estado de
ánimo es lo recomendable para el paciente de determinado.

13. Reconocer y aceptar la interrelación entre las emociones y la enfermedad


orgánica.

El reconocimiento de la relación de las emociones o estados de ánimos con alguna


enfermedad de causa orgánica tiende a mejorar el equilibrio del paciente con patologías
de este tipo como también facilita al profesional de la salud a prevenir un desarrollo en
la patología a tratar.

14. Facilitar el mantenimiento de una comunicación verbal y no verbal eficaces.

La comunicación e interacción entre un profesional de la salud y paciente ayuda a


facilitar la exploración física o procedimientos a llevar a cabo con el individuo, una
buena relación y presentación causa un gran impacto de impresión hacia el enfermo
generando una sensación y ambiente de confort donde la atención y participación se
vuelven eficaces.

15. Promover el desarrollo de unas relaciones interpersonales fructíferas.

Así mismo como el caso precedente las relaciones interpersonales entre los
profesionales de la salud y el paciente promueven un desarrollo tanto como en la
seguridad y bienestar del individuo a tratar como del crecimiento social del profesional
de la salud estableciendo una fuerte relación que bien es fructífera a largo plazo.

16. Facilitar el avance hacia la consecución de las metas espirituales personales.

La contribución con el paciente tiende a tener una gran percusión en este, ayudando al
avance del mismo, como consecuencia genera un grado de satisfacción en el individuo
que hace que este produzca mejoría en algún aspecto determinado como la consecución
de las metas personales interpuestas durante la situación.

17. Crear o mantener un entorno terapéutico.

Garantizar un cuidado humano, la atención personalizada y la organización de servicios


basados en las necesidades del paciente son esenciales, y viceversa. Lo importante es la
actitud de la enfermera o el desarrollo de un comportamiento adaptativo, y el entorno de
tratamiento humanitario se considera el derecho del paciente.

18. Facilitar el conocimiento de uno mismo como individuo con unas necesidades
físicas, emocionales y de desarrollo variables.

Las necesidades tanto físicas y emocionales son aspectos fundamentales para toda la
especie humana, donde su conocimiento ayuda al desarrollo y estabilidad del bienestar
del individuo, referente al ámbito de la salud.

19. Aceptar los objetivos óptimos posibles a la luz de las limitaciones existentes,
físicas y emocionales.

El ser humano es una especie que siempre ha buscado o se ha planteado objetivos en


busca de la explicación del entorno, pero reconocer y aceptar las limitaciones tanto
físicas como emocionales previenen que el individuo determinado mediante la
frustración del incumplimiento de sus objetivos logre alcanzar un estado de ánimo
deplorable causando alguna enfermedad como consecuencia.

20. Usar los recursos de la comunidad como ayuda para la resolución de


problemas que surgen como consecuencia de las enfermedades.
Los recursos que nos ofrece la sociedad actual, gracias a los avances científicos de un
largo proceso por el cual la humanidad ha trascendido nos ayudan a la prevención y
tratamiento de determinadas patologías que afectan la homeostasis del ser humano a
consecuencia de factores externos que restringen el bienestar de salud del individuo.

21. Comprender el papel de los problemas sociales como factores que influyen en el
origen de las enfermedades.

Los problemas sociales como factores de riesgos al origen de patologías en el ser


humano, es una relación común en el entorno actual donde las personas influenciadas
por factores externos como es en este caso, problemas sociales, tienden a que el
individuo genere sensaciones y emociones que a corto o largo plazo restrinjan la salud
de la persona afectada con lo cual la comprensión y relación de estos problemas con las
patologías que se evidencian en estos casos, ayuda a prevenir el desequilibrio
condicional del individuo.

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