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CARTA ABIERTA A COLOMBIA

Abril 3 de 2024.

Estimados ciudadanos de Colombia:

Como profesionales de la salud que hemos dedicado nuestras vidas al cuidado y bienestar
de cada uno de ustedes, nos dirigimos con profunda preocupación y solidaridad en estos
momentos críticos que atraviesa nuestra Nación.
Los profesionales de la salud que estamos o hemos estado vinculados directa o
indirectamente a Keralty en el transcurso de nuestro desarrollo profesional, expresamos de
manera enfática y contundente nuestra más profunda indignación y rechazo ante las
recientes decisiones que ha tomado el Gobierno Nacional, las cuales anticipamos,
impactarán significativamente a más de 5,8 millones de pacientes que confiaron su salud y
bienestar en Sanitas EPS.

1. Manifestamos de manera consciente nuestra preocupación por las medidas


adoptadas, las cuales carecen de rigor técnico, razonabilidad, legalidad y
proporcionalidad. Además expresamos un profundo dolor de país, pues
anticipamos el nefasto impacto que estas acciones tendrán en la vida de las
personas, nuestros pacientes, sus familias, las comunidades y la sociedad en su
conjunto.

2. Esta carta refleja no sólo nuestra responsabilidad profesional, sino el respeto a una
empresa que por más de 43 años ha cumplido de manera integral con el
compromiso de brindar salud y bienestar a sus usuarios; y que ha venido
transformándose de manera permanente para lograr las adaptaciones necesarias
que permiten optimizar el abordaje de las necesidades de salud a lo largo de la vida
de sus usuarios en todos los rincones del país, salvaguardando de manera coherente
la excelencia en el cuidado.
3. Es lamentable que decisiones no informadas en evidencias consistentes o
sustentadas en datos fiables, contribuyan a aumentar la desconfianza en el entorno.
Esto se suma a los problemas significativos expuestos previamente por diversas
empresas, asociaciones y sectores, determinadas por la insuficiencia de la Unidad de
Pago por Capitación (UPC), la concentración del riesgo, las deudas acumuladas y las
limitaciones en el flujo de recursos de los presupuestos máximos, entre otros riesgos
importantes.

4. Este escenario se torna cada vez más complejo, dado que las experiencias pasadas
con intervenciones a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) agravan la amenaza a
la sostenibilidad financiera. Y se anticipa que esta situación impactará negativamente
en la calidad de la atención y la satisfacción de los usuarios, generando un deterioro
progresivo en los resultados en salud y los índices de morbilidad y mortalidad.
Además, conllevará consecuencias significativas para el desarrollo óptimo de los
profesionales de la salud en el país.

5. Es de vital importancia que como colombianos reconozcamos el valor del Sistema


de Salud que tanto esfuerzo nos ha costado construir, siendo sin lugar a dudas uno
de los logros sociales más relevantes de nuestra historia. Durante la reciente crisis
sanitaria mundial, nosotros los profesionales asumimos la responsabilidad histórica
de enfrentarnos a una desafiante guerra pandémica con un profundo compromiso.
Fuimos testigos también, que todos los usuarios sin ninguna restricción, tuvieron
acceso a servicios de salud, permitiendo que todos aquellos que lo necesitaban
pudieran recibir atención oportuna y efectiva en todos los ámbitos de atención,
incluyendo el cuidado crítico y todos los servicios altamente especializados, así como
el acceso a nuevas tecnologías, vacunas y diversos recursos sin ninguna limitación,
sin importar su condición económica o social.

6. Hoy Colombia enfrenta una crisis sin precedentes, además de grandes desafíos de
salud global; un creciente índice de envejecimiento, incremento de la cronicidad,
multimorbilidad y complejidad; enfermedades huérfanas, mayores riesgos de
insuficiencia de órganos, requerimiento de terapias avanzadas, trasplantes y la
emergencia de nuevas tecnologías. Para lo cual, sin lugar a dudas hemos avanzado
en modelos innovadores de salud centrados en las personas, informados en la mejor
evidencia, que articulan las virtudes de los servicios sanitarios y sociales, que en
armonía con las comunidades potencian la promoción de la salud, la prevención y
gestión de riesgo desde una atención primara resolutiva y efectiva; hasta el manejo
integral en centros especializados, servicios de rehabilitación, acompañando y
aliviando el sufrimiento con un cuidado holístico, incluso hasta la paliación,
salvaguardando en todo momento los más altos estándares de calidad.

7. Estamos en riesgo de socavar 30 años de historia en Colombia, incluyendo los


pilares mismos de nuestra salud pública, haciendo cada vez más creciente una
situación de vulnerabilidad que nos llena de preocupación y angustia. Como
profesionales de la salud, somos conscientes de los grandes retos que enfrentan los
sistemas de salud en el mundo, inclusive los más sólidos y robustos, y el sistema de
Salud en Colombia, como todos los sistemas complejos, requiere ajustes y
transformaciones continuas, pero en ningún caso consideramos que para lograr las
mejoras necesarias sea pertinente destruir más de tres décadas de logros y menos
poner en riesgo la salud de la población.

Queridos Colombianos, estamos categóricamente convencidos de nuestro modelo de


atención y por ello levantamos nuestra voz enfática de rechazo ante las acciones
establecidas, las cuales se constituyen en una afrenta que vulnera la salud y el bienestar de
los Colombianos y amenaza la viabilidad estructural del sistema de salud.

Con todo nuestro respeto y compromiso,

Los Profesionales de la Salud abajo firmantes

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