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ARTÍCULO CIENTÍFICO DE COMPLEMENTO PARA SEGUNDO GRADO

ÍNDICE

1. LA DIETA MEDITERRÁNEA
2. ACEITE DE OLIVA
3. PESCADOS
4. FRUTAS, LEGUMBRES, VERDURAS, PASTAS Y CEREALES
INTEGRALES
5. EL ARTE DE COCINAR

1. LA DIETA MEDITERRÁNEA

Estudios llevados a cabo durante los últimos treinta años pusieron


de manifiesto que los países de la cuenca mediterránea –España, Italia,
Francia, Grecia y Portugal– tenían un menor porcentaje de infartos de
miocardio y una menor tasa de mortalidad por cáncer. Los
investigadores, sorprendidos, buscaron las posibles causas y
descubrieron que la dieta tenía un papel fundamental. A partir de
entonces, se empezó a hablar de la dieta mediterránea como un factor a
tener en cuenta en la prevención de estas enfermedades.

Tras este descubrimiento, los científicos fueron perfilando los


elementos que definen la dieta mediterránea: pasta y arroz, verduras,
legumbres, abundante fruta, aceite de oliva, frutos secos, poca carne y
mucho pescado, pan integral; y todo ello sazonado con algunas especias
como el ajo, el orégano, algo de pimienta y pequeñas cantidades de buen
vino.

En un principio no se sabía a ciencia cierta por qué funcionaba tan bien


esta determinada combinación de alimentos. Pero poco a poco, los nuevos
descubrimientos en bioquímica y nutrición humana desvelaron los
secretos de una sabiduría milenaria.
En la actualidad, en el año 2013 se publicó el estudio PREDIMED
(Prevención con Dieta Mediterránea, realizado en España) en el cual se
eligió una población con alto riesgo de enfermedad cardiovascular pero
que no la hubieran desarrollado aún la enfermedad. Una vez
seleccionados los individuos se dividieron en 3 grupos, uno de los grupos
se correspondió con el grupo control, a los cuales se les indicó una dieta
baja en grasa, a otro grupo se le suplementó la alimentación con aceite
de oliva extra y al grupo restante se les suplementó con frutos secos. El
estudio tuvo una duración de casi 5 años.

Las conclusiones de este estudio mostraron que los grupos a los que se
había suplementado la alimentación con aceite de oliva extra o frutos
secos tuvieron una incidencia menor de eventos cardiovasculares. Por
ello, no sólo es importante identificar los alimentos ricos en grasa
saturada, sino aumentar el consumo de grasas de calidad como la
procedente del aceite de oliva extra o frutos secos.

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