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TEMA 8

TENDENCIAS ACTUALES EN LA PSICOTERAPIA

1. EL LARGO VIAJE DEL DOGMA AL CAOS.


El puesto que ocupó el psicoanálisis en los años 50 es ocupado actualmente por las terapias
cognitivo- conductuales.

Las tendencias actuales en la psicoterapia pueden clasificarse siguiendo el siguiente


esquema:
● Orientaciones puras de escuela.
● Factores comunes.
● Eclecticismo (sincretismo).
● Eclecticismo técnico (Lazarus, 1967), frente al eclecticismo teórico.
● Integración:
○ Journal of Integrative and Eclectic Therapy (1981).
○ Journal of Psychotherapy Integration (1980).
○ Integración Asimilativa (Messer, 1992).
● Unificación.

2. ORIENTACIONES PURAS DE ESCUELA.


Consiste en identificarse con terapias puras, como las orientaciones cognitivo- conductual,
psicodinámica… El problema que plantean estas escuelas es que sus seguidores presentan
una gran afiliación. De este modo, la elección de una orientación se mantiene a lo largo del
tiempo.

Corsini (Handbook of innovative therapy 2001) enumeró 250 sistemas diferentes de


psicoterapia, pero actualmente hay probablemente más de 400. Así como algunas religiones
son bien conocidas y aceptadas, algunas psicoterapias son bien conocidas y aceptadas. Y así
como hay religiones consideradas como poco ortodoxas y absurdas, también existen sistemas
de psicoterapia que están al margen de los enfoques tradicionales.

En psicoterapia existen enclaves ideológicos. Algunos están formados por personas que creen
tener la respuesta (mientras que el resto de sistemas son incompletos o erróneos). Las
personas dentro de estos enclaves (escuelas de terapia) tienden a comunicarse con personas
que conocen en sus congresos. Leen los escritos de los otros colegas y acaban desarrollando
vocabularios especializados. Se refuerzan mutuamente contando los éxitos con clientes
atendidos previamente por terapeutas de otras persuasiones, “demostrándose” la superioridad
de su modo de pensar y actuar. Sin embargo, con el tiempo, dentro de esas escuelas
comienzan a aparecer posturas alternativas, que dan paso a la formación de grupos cismáticos
que son expulsados del enclave original y montan un nuevo enclave”.

Ante esto, podemos plantearnos: ¿Los problemas en consulta, viene o se hacen? (examen)
30-50 % consume farmacológicos o tiene tratamiento psicológico sin necesidad real, no le
pasa nada. Los problemas se hacen, depende fundamentalmente de la persona a quien se
consulta frente a la persona que llama a la puerta. A diferencia de la traumatología, por
ejemplo, rama en la cual si tienes la pierna rota, la tienes antes de llamar a la puerta. En
psicoterapia depende más de la persona a la que consultas y diagnosticas. Además, nadie está
tan enfermo como dice su historia clínica.

Una persona con una fractura de tibia y peroné, tras una consulta con 10 traumatólogos, todos
están de acuerdo en el diagnóstico y el tratamiento que se debería realizar. Por tanto, antes de
llegar a la consulta, la persona ya tenía esa fractura; el problema “viene” a la consulta.

En otra situación, una persona, tras consultar a 10 psiquiatras y psicólogos (a los que les
transmite la misma información), la posibilidad de que manejasen el mismo diagnóstico y
recomendaciones serían muy bajas. Así, el problema “se hace” en consulta.

En los trastornos, el devenir del tratamiento está más marcado por la orientación del terapeuta
que por el problema que tiene la persona.

Hay 2 opciones:
● Opción A (Víctor Frank): Los problemas vienen a la consulta y cada enfoque se
centra en un aspecto del problema. Quizás lo que ocurre es que, ante un problema,
cada uno nos enfocamos en un aspecto concreto. Hay un problema y cada modelo se
concentra en un aspecto de esa manifestación. Pero los problemas existen antes de que
el terapeuta se acerque al paciente (énfasis en la descripción de los enfoques). Este
autor planeta que el problema podría ser un cilindro y cada modelo adopta una
perspectiva del mismo (desde la base, desde alguno de los lados…).
● Opción B (Bryan Cade): Los problemas se hacen en la consulta y cada enfoque
configura un problema diferente. La persona es una nube de puntos sobre la cual cada
terapeuta tiene unos modelos preferentes; algunos piensan en conectar los puntos
hacia delante, otros prefieren una perspectiva transversal, otros piensan que hay un
problema central y otros periféricos… Los profesionales proyectamos sobre el
malestar del paciente tramas para conectar esos puntos, nos centramos en lo que
nuestro modelo dice que es lo importante (hace énfasis en la auto-referencia). Dicho
de otra manera, la persona podría ser una nube de puntos sobre la cual cada
orientación proyecta una estructura que le da sentido, planteando un único problema,
varios aislados, varios relacionados…

Los problemas se hacen en la consulta. PREGUNTA EXAMEN


Opción A Opción B

Es un error didáctico plantear qué hay que hacer para que un problema deje de ser un
problema, pues depende de la orientación terapéutica, que realiza una serie de proscripciones
y prescripciones: dice lo que es un problema, por qué un problema es un problema, qué hay
que hacer para que un problema deje de serlo y cuándo un problema ya no es más un
problema

Son dos cosas diferentes el problema (el mapa) y la queja (el territorio); esta relación se
entiende bien porque, para un mismo territorio, puede haber diferentes mapas. Todos tenemos
la obligación de redefinir lo que le pasa a la gente en un problema con el que estamos
familiarizados (tenemos formación). Pero hay otros 2 aspectos implicados: quién es el
consumidor y cuál es su motivación. Aquí precisamente, en la redefinición, es donde
comienza la terapia.

3. ECLECTICISMO (SINCRETISMO).
Es el primer planteamiento alternativo a las orientaciones puras de escuela, afirmando que
habría que emplearse una u otra terapia dependiendo del problema que nos viniese a consulta,
sin tener un modelo propio. En los años 40, nadie se consideraba ecléctico, pero fue
aumentando el número de personas que se consideraron como tal, llegando en 1990 a un 68%
de eclécticos.

De hecho, Corsini (2007) decía lo siguiente: creo


que esta situación está cambiando y estos límites
ideológicos se están volviendo más permeables.
En palabras de Garfield y Bergin (1994), “Ha
empezado a ocurrir de forma silenciosa un
cambio decisivo de opinión que ha creado un
cambio irreversible en la actitud profesional
acerca de la psicoterapia. Esta nueva visión
significa el fin del dominio a largo plazo de las
principales teorías que van siendo sustituidas por
una postura ecléctica”.
No obstante, ante las dificultades que plantea emplear varias técnicas contradictorias entre sí,
Lazarus planteó el Eclecticismo Técnico (1967), frente al teórico. El eclecticismo técnico es
una terapia multimodal, Basic ID: Behavior, Affect, Sensory, Imagery, Cognition,
Interpersonal, Development. Un eclecticista técnico emplea un amplio rango de
intervenciones a la vez que se adhiere a una estructura teórica consistente en que está abierta
a la verificación o falsación. De este modo, toma las técnicas de otras orientaciones, pero no
su explicación.

En palabras de Lazarus: “Durante mucho tiempo he sostenido que un terapeuta que desee ser
efectivo con una amplia gama de problemas y diferentes personalidades tiene que ser flexible,
versátil, y técnicamente ecléctico. Un terapeuta ético emplea técnicas útiles,
independientemente de su procedencia. Pero al hacerlo, debe instársele a ser extremadamente
precavido de no suscribirse a las teorías que generaron esos procedimientos particulares. De
hecho, los métodos, o las técnicas, pueden ser efectivas por razones diferentes a las de los
marcos teóricos que inicialmente les dieron origen. Se pueden utilizar técnicas útiles de
cualquier marco teórico y si es necesario totalmente divorciadas de sus orígenes. Así, un
clínico técnicamente ecléctico se nutre de una amplia gama de intervenciones mientras se
mantiene fiel a una estructura teórica consistente que, obviamente debe estar abierta a test de
verificación”. En el 83 ya se distinguían y algunos pensaban que era lo que decía Lazarus y
algunos creían en la integración que vino después.

Prochaska y Norcross (1983) realizaron un estudio sobre las terapias contemporáneas


encontrando lo siguiente con respecto a los eclécticos:

4. INTEGRACIÓN.
La integración teórica plantea que se integran dos terapias o más, con la esperanza de que el
resultado sea mejor que las terapias constituyentes por sí solas (Norcross, 2005), suponiendo
así un paso más allá del eclecticismo técnico. Sin embargo, todavía están por aparecer
estudios que demuestren que las terapias integradoras sean mejor que las terapias por
separado. Hoy en día es la integración a secas.

La integración asimilativa es la primera que aparece Messer 1992. Favorece una base firme
en cualquier sistema de psicoterapia concreto, pero con la voluntad/flexibilidad de incorporar
o asimilar, de manera considerada, perspectivas o prácticas de otras escuelas/modelos. Por
tanto, no solo toman las técnicas de otras orientaciones, sino también su enfoque.
La distinción con respecto al eclecticismo es que estos últimos plantean ser de todo
manteniendo su postura. La integración asimilativa mantiene su postura tomando enfoques y
técnicas de otras terapias y la integración teórica trata de unir varias posturas.

En los 80 ya aparecen dos revistas para tratar estos temas:


● Journal of Integrative and Eclectic Therapy (1981).
● Journal of Psychotherapy Integration (1980).

Norcross y colaboradores (2005) realizaron un estudio en que observaron las distintas


perspectivas que adoptaban los profesionales, encontrando los siguientes resultados:

La gente se inscribe en 4 tendencias, el eclecticismo queda anticuado y hay un fuerte


intención de integración se inspira en que si unimos diferentes alternativas tendríamos una
visión más compleja, desde la opción A pero desde la
B si unimos con todos los puntos posibles teniendo
todas las tramas posibles, lo que tenemos no es la
situación principal, sino una mancha, esto no es
correcto y no se puede ayudar correctamente.
Alguien que ha pasado por bastantes especialistas
acaba viendo que su problema no es lo primero que
creyó tener.

Golfried (1999) plantea que, para entender lo que es la integración en psicoterapia, es


importante entender lo que no es. Primero, no es una forma
específica de terapia. No supone un intento de formular una
teoría unificada de terapia, ni el intento de enumerar principios
transteóricos de cambio, ni el intento de combinar diferentes
procedimientos de intervención. Es todo lo anterior. En esencia,
consiste en animar a los terapeutas a que se abstengan de limitar
su adscripción a un único enfoque teórico. Así, el integrador no
vería una nube de puntos, sino un cuadrado que lo cubriese.
Sigue pensando que los problemas vienen por lo que cree que lo
correcto es saber un poco de todo.
● Examen: ¿Los problemas “vienen” a consulta o “se hacen”? “Se hacen”.

5. TENDENCIAS ACTUALES EN PSICOTERAPIA.


Las tendencias actuales en psicoterapia más relevantes son:
● Eclecticismo técnico: Uso de técnicas sin tener en cuenta la teoría que las vio nacer.
● Integración teórica: La síntesis de múltiples teorías.
● Integración asimilativa: Incorporación selectiva de técnicas, actitudes y conceptos
de diferentes orientaciones en una única teoría preferida.
● Factores comunes: Síntesis de sólidos elementos comunes a todas las psicoterapias.

Pero no solo eso, estamos yendo hacia la unificación de la psicoterapia, que supone unir todas
las terapias y enfoques, llegando a la máxima integración teórica. La unificación de la
psicoterapia, el profesor cree que no es correcto. Magnavita libro de unificación, en el que
dice cosas muy amplias, sería la teoría énfasis a los aspectos comunes… generalmente cubre
un sistema de dominios humanos y esta unifica todas estas. Dice que son generalidades y que
realmente no dice nada.
- Examen: ¿Todas las terapias son iguales? Esto no es así, el veredicto de dodo no
significa que todas las terapias sean iguales, sino que no se encuentran diferencias
netas claras entre los tratamientos.

Existen resultados desconcertantes:


● Es sumamente raro encontrar diferencias claras de eficacia entre diferentes
tratamientos.
● La enorme variedad de explicaciones y concepciones diferentes de los elementos
esenciales de los problemas y síntomas, así como de las técnicas asociadas a esas
diferentes concepciones.

a. Factores comunes
Los factores comunes es la tendencia más antigua,
pero que todo el mundo hace esfuerzos para no tener
en cuenta, pues nos devuelve al placebo, etc. Se
podría hacer una analogía con respecto al esperanto,
que todo el mundo esperaba que triunfase, pero al
final no, debido a la identidad que aporta hablar
lenguas propias (castellano, gallego…). La teoría de
factores comunes nos devuelve una identidad que no
a todo el mundo le gusta. Pese a ello, en el estudio llevado a cabo por Norcross y
colaboradores en 2005 sobre las tendencias actuales en psicoterapia, al mismo nivel que las
teorías de integración encontraríamos los factores comunes.

25 años antes que Eysenck, en 1936 Rosenzweig dijo: “A menudo se ha señalado que
ninguna forma de psicoterapia carece de curas en su haber. Los defensores del psicoanálisis,
el tratamiento por la persuasión, la Ciencia Cristiana y cualquier otra ideología
psicoterapéutica, se apuntan éxitos notables. La implicación de este hecho no es, sin
embargo, unívoca. Estos postulantes orgullosos después de haber logrado el éxito en los casos
que mencionan indican, aun cuando no lo diga explícitamente, que siendo su ideología cierta,
todas las demás son falsas. Por el contrario, el examen de observadores menos implicados
tiende a conclusiones muy diferentes, por razones lógicamente obvias. Si procedimientos
teóricamente contradictorios conducen al éxito, incluso en casos similares, entonces el
resultado terapéutico no es una guía confiable de la validez de la teoría.

Se necesita muy poca reflexión para llegar a la raíz de esta dificultad desde la perspectiva de
la deducción lógica .No sólo es evidente que la misma conclusión no puede seguirse a partir
de premisas opuestas, sino que cuando aparece una contradicción, como parece ser cierto en
el presente caso, es justificable preguntarse si los supuestos factores que están operando en
una determinada terapia son idénticos a los factores que realmente están operando, y si los
factores que realmente están operando en varias terapias diferentes pueden no tener mucho
más en común de lo que se supone”.

* Algún factor común de las terapias es el agente terapéutico y no la teoría de las escuelas.

De acuerdo al panorama de la psicoterapia, encontramos resultados desconcertantes


(importante examen):
● Es sumamente raro encontrar diferencias claras de eficacia entre diferentes
tratamientos (pero, esto no significa que todos tengan la misma eficacia).
● La enorme variedad de explicaciones y concepciones diferentes de los elementos
esenciales de los problemas y síntomas, así como las técnicas asociadas a esas
diferentes concepciones.
● Las mismas técnicas pueden ser explicadas desde diferentes posiciones teóricas.
● La eficacia de un tratamiento no valida sus supuestos teóricos, los pacientes cambian
antes de que se les empiece a aplicar el tratamiento.

La afiliación a una determinada psicoterapia impide ver estos resultados. * La creencia de


que un tratamiento es mejor que otro y lo que los sostienen son lo verdadero (no se si esto
está bien).

La teoría de los factores comunes se asocia con Jerome Frank y su obra Persuasion &
Healing, no traducida al castellano (1961, 1991, 1993). En este libro, explora todas las
experiencias de cambio, desde el vudú, la sanación, hasta la psicoterapia, encontrando que
todos comparten 4 elementos:
1. Un contexto enmarcado como un lugar de ayuda (marco terapéutico). En cuanto a
este marco de curación cobran especial importancia las marcas de contexto, atender al
tiempo, lugar, acción… De este modo, se trata de hacer de lo artificial algo natural,
enmarcando un tipo especial de trabajo.
2. Una relación de confianza emocionalmente cargada con un experto que es empático,
cálido, da apoyo y esperanza. *Muchos datos de la relación terapéutica y su calidad,
implica un sitio seguro donde se puede estar segura de que lo que va a decir no va a
salir, la relación es bondadosa sin ninguna duda de que se va a tratar de ayudar,
crecer… nunca sacar un provecho de ti. Además, una relación de confianza
emocionalmente cargada supone intimidad, confidencialidad… Entre la relación
convencional y la relación terapéutica hay como una escalera en la cual en el primer
peldaño encontramos la asimetría de información (el terapeuta ha de saber más cosas
del paciente que el paciente del terapeuta). En el segundo escalón encontraríamos el
“consejos vendo y para mí no tengo”, lo que un terapeuta no debe de hacer. Del
mismo modo, en la relación terapéutica encontramos intimidad y confidencialidad, lo
cual hace que sigamos subiendo en la escalera hasta establecer la relación terapéutica.
3. Un esquema conceptual, teoría, explicación o mito, susceptible de explicar el
problema de forma convincente que puede promover la sensación de dominio y
control. Respecto a este fundamento racional, explicación o mito, es preciso tener en
cuenta el principio de Rumpelstilskin (la denominación en sí misma es ya un acto
terapéutico) a la hora de poner nombre a las cosas. Por otra parte, ¿qué es ser un
paciente? En torno a este concepto encontramos la desmoralización, culpa, alineación,
desesperanza y desamparo. Por eso, a veces una explicación científica, las causas o la
competencia del terapeuta dan lugar a una explicación, un fundamento racional para
aportar información al paciente.
4. Un ritual: Actividades incrustadas en la explicación ofrecida que aumenta el poder
persuasivo del esquema conceptual teórico (serie de pasos para llegar a dejar de tener
el problema). A la hora de tratar los rituales hemos de hablar de las técnicas: los
pacientes no oyen nuestros pensamientos, sino nuestras palabras y, además, nos ven la
cara (si nos lo creemos o no nos lo creemos), por lo que es preciso hablar con nuestras
palabras para que nos entiendan (primero pensamos, luego nos lo creemos y ya
después lo decimos con entusiasmo). Por otra parte, en muchas ocasiones la terapia es
una oportunidad para que el paciente salve la cara. En último lugar, quizá lo que
hacemos es, simplemente, activar la respuesta placebo.

Una relación de confianza emocionalmente cargada supone intimidad, confidencialidad…


Entre la relación convencional y la relación terapéutica hay una escalera:
1. Es pagada.
2. Es acotada en el tiempo.
3. Tiene marcas de contexto.
4. No valorar (tan a menudo como se pueda).
5. Ser empático, pero sin tomar partido, sin polaridad.
6. Que el síntoma no defina el modo de la sesión.
7. Consejos vendo y para mí no tengo (no ha de hacer eso).
8. Asimetría de la información (el terapeuta ha de saber más cosas del paciente que al
revés).
9. Escuchar, a veces, es suficiente.
10. Con un objetivo.
11. Guiada.

Del mismo modo, en la relación terapéutica encontramos intimidad y confidencialidad, lo


cual hace que sigamos subiendo la escalera hasta establecer la relación terapéutica.
Respecto a un fundamento racional, explicación o mito, es preciso tener en cuenta el
Principio de Rumpelstiltskin (la denominación en sí misma es ya un acto terapéutico) a la
hora de poner nombre a las cosas. Por otra parte, ¿qué es ser un paciente? En torno a este
concepto, encontramos: Desmoralización, culpa, alienación, desesperanza, desamparo… Por
eso lo que quieren es una explicación científica, las causas.

En cuanto al marco de curación, cobran especial importancia las marcas de contexto (vistas
en prácticas), atender al tiempo, lugar, acción… De este modo, se trata de hacer de lo
artificial algo natural, enmarcando un tipo especial de trabajo.

Finalmente, a la hora de tratar los rituales, hemos de hablar de las técnicas: Los pacientes no
oyen nuestros pensamientos sino nuestras palabras y, además, nos ven la cara (si nos lo
creemos o no), por lo que es preciso hablar con nuestras palabras para que nos entiendan (lo
pensamos, lo creemos y después lo decimos).

Por otra parte, en muchas ocasiones la terapia es una oportunidad para que el paciente salve
la cara. En último lugar, quizá lo que hacemos es, simplemente, activar la respuesta placebo.

Otros autores exponen los siguientes tipos de factores comunes en psicoterapia: el apoyo (la
catarsis, alianza terapéutica…), el aprendizaje (insight, feedback, experiencia emocional
correctiva) y la acción (tomar riesgos, ver modelos, practicar…).

De nuevo, en relación con el rol de los factores comunes en psicoterapia:


Las psicoterapias pueden funcionar a través de técnicas específicas de cada terapia o
mediante factores que todas las terapias tienen en común. A menudo, los partidarios del
modelo de factores comunes resaltan a su favor los resultados de los metaanálisis de estudios
comparativos que muestran que todas las terapias tienen efectos comparables. Sin embargo,
no todos los metaanálisis apoyan el modelo de factores comunes, ya que los estudios tienen
problemas metodológicos y hay explicaciones alternativas que pueden explicar esos
resultados comparables.

Hasta la fecha, la investigación sobre mecanismos terapéuticos y mediadores del éxito de las
terapias siempre han sido de naturaleza correlacional y, para establecer que un mediador es
un factor causal en el proceso de recuperación de un paciente, los estudios deben mostrar una
relación temporal entre el mediador y el resultado, una asociación dosis-respuesta, la
evidencia de que no hay una 3ª variable que provoque los cambios en el mediador y el
resultado, investigación experimental de apoyo y un marco teórico fuerte.

Actualmente, ningún factor común o específico cumple estos criterios y puede considerarse
un mecanismo terapéutico validado empíricamente. Por lo tanto, aún se desconoce si las
terapias funcionan a través de factores comunes, específicos, o ambos.

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