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COMUNICACIÓN.

Susana Arrebillaga, Psicóloga social.


Desde tiempos remotos, el hombre ha desarrollado habilidades inimaginables pero reales
que han hecho de éste un ser interesante y valioso dentro de un mundo que se ha
convertido en la caja de hechos relevantes que perjudican y benefician al mismo ser.
Desde un hombre que baja de los árboles y camina solo con sus piernas hasta otro que
tiene la habilidad de crear el fuego, (los llamados “Homo”) han ido construyendo las bases
exactas para ir incluyéndose dentro de una sociedad.
Podrá llegar al punto de incorporar dentro de sus virtudes la facilidad de la lengua y el
lenguaje para posteriormente, ir empleando en lo que ahora se le conoce como
comunicación.
Los seres humanos vivimos en el lenguaje como peces en el agua, muchas veces pasa
en transparencia y no somos conscientes de él. A través de la palabra pensamos, nos
comunicamos, reflexionamos, nos expresamos, opinamos. Es a través de las
conversaciones que nos relacionamos con el otro, constituimos equipos, organizaciones,
sociedades, proyectos. Según sea nuestra calidad de conversación con alguien es la
calidad de relación que tenemos con esa persona (y viceversa). Es a través de
conversaciones que coordinamos acciones (comunicación significa, también, acción en
común). Aprender a comunicarnos, a escuchar al otro, a diseñar conversaciones y es una
competencia cada vez más necesaria, tanto a nivel personal como profesional y
empresarial.
El lenguaje, aparte de ser un mecanismo de comunicación básico para la socialización, es
también un medio usado para expresar o comunicar un contenido relacionado con el
pensamiento; el pensar y el hablar forman parte de una unidad inseparable: no se puede
considerar como una simple manera de comunicación sino como un método importante
para el desarrollo y visión que tiene el hablante hacia el mundo.
La comunicación es un tema tan antiguo como el hombre y tan importante como él.
Muchos problemas y conflictos se resolverían democráticamente si la comunicación entre
los seres humanos partiera de escuchar con respeto y tolerancia, posibilitando la
expresión honesta y clara de los mutuos intereses y sentimientos.
En toda comunicación está presente una serie de elementos sin los cuales no se llevaría
a cabo este proceso tan complejo. No basta sólo con hablar, es necesario ir más allá,
romper la barrera de lo superficial. No se trata solamente de transmitir información, sino
de expresar ideas, opiniones, sentimientos, emociones, tanto de un lado (emisor), como
del otro (receptor). Para que se logre la comunicación entre dos personas, se tiene que
dar un intercambio mutuo.
Cabe destacar que la comunicación es un proceso inherente a la relación humana. Por lo
que se puede decir que en los últimos años se ha hablado mucho de la comunicación y ha
sido un tema muy trillado. Sin embargo, a pesar que ha sido un tema trabajado y que
nadie duda de su importancia, pocos se comunican en su vida diaria de manera
democrática y humana.
Las conversaciones que se mantienen con las personas son las que determinan las
relaciones. Lo que se habla y escucha, como lo que se dice el mismo individuo, determina

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el mundo de acciones que es posible para todos. Por ello el desarrollo de las
competencias conversacionales puede llevar a los individuos a una mayor efectividad y
bienestar en su vida.
Es importante tomar en cuenta que en el proceso de la comunicación la escucha activa
ocupa un lugar primordial. Sin duda, para poder dar una respuesta asertiva es
indispensable escuchar al interlocutor. Saber conversar es sinónimo de saber escuchar.
Lo anteriormente dicho es lo que se conoce como comunicación asertiva: Es decir, tomar
en consideración el punto de vista ajeno; respetar su parecer aun cuando sea distinto;
manifestar opiniones sin temor a la diferencia de criterios; responder con serenidad y
sencillez ante las diferentes situaciones que se presenten. Su esencia radica en la
habilidad para intercambiar mensajes, haciéndolo de forma honesta, respetuosa, directa y
oportuna.
Se puede evidenciar que la comunicación interpersonal constituye uno de los pilares
fundamentales de la existencia humana. Una dimensión a través de la cual se reafirma la
condición de seres humanos. La persona capaz de mantener una comunicación
interpersonal asertiva, contribuye al bienestar y calidad de vida de sí misma y de los
demás.
En este sentido, la condición del ser social hace a los sujetos partícipes de las relaciones
interpersonales y de la comunicación desde el momento mismo de su nacimiento. La
supervivencia y el desarrollo del individuo van a estar ineludiblemente vinculados a estas
relaciones sociales y comunicativas. Para poder lograr el máximo desarrollo de la
personalidad, y por ende, del ser social, es necesario entablar una comunicación asertiva,
que no se ubique en los extremos de la pasividad o la agresividad como muchas veces se
puede apreciar.
En el constante desarrollo de nuestra vida es necesario saber transmitir nuestro criterio y
punto de vista de manera clara, y concisa, permitiendo el libre albedrio de expresar
nuestra manera de pensar y hasta de sentir. La comunicación es la mejor arma de todo el
ser humano e inclusive nos lleva a obtener el éxito en cualquier nivel siempre y cuando
sea usada de una manera respetuosa y asertiva.
El ser asertivo te permite tener criterio propio y no dejarte llevar por las órdenes impuestas
en las que estés en desacuerdo, ayuda a aumentar nuestro liderazgo. Generalmente las
personas asertivas tienden a tomar decisiones y guiar a otros de manera mucho más
sencilla que quienes no cuentan con este rasgo. Teniendo conocimiento pleno de nuestras
facultades, aceptando las derrotas y celebrando las victorias, siempre con la elegancia y
sutileza de la asertividad. Veámoslo como un medio para crecer en valores humanos
promoviendo conceptos saludables, aumentando el estima personal.
Desarrollando círculos donde predomine el respeto como denominador común, facilitando
muchas veces las relaciones con el exterior y con nuestro interior, conocernos será el
punto clave en lograr esas relaciones exitosas. Exigiendo lo que se debe exigir y
respetando a los demás sabiendo que, para exigir se debe merecer. Si se va a comunicar
asertivamente exigiendo algo que es tuyo, primero debes interiorizar la idea de que lo
mereces plenamente.

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Debemos conocernos a nosotros mismos para lograr tratar a los demás, sabiendo que
somos seres con limitaciones. Ponernos en nuestro sitio es la más grande victoria que
puede tener el ser humano. Cuando te pones en tu sitio logras ver todo con claridad y
logras ver tu alrededor como seres humanos que, como tu merecen ser tratados de
manera respetuosa, ese es el primer paso para lograr relaciones interpersonales exitosas.
Si no sabemos quiénes somos ¿cómo podemos conocer a los demás?
Simón José Gómez
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La comunicación es un proceso por el cual se produce un intercambio de información


entre un emisor y un receptor que utilizan un código en común

Comunicación verbal y comunicación no verbal

Los actos de comunicación humana no solo se basan en el intercambio de conversaciones,


sino que estas se ven siempre acompañadas, subrayadas y modificadas por actos externos,
no verbales, que tienen una importancia y una relevancia similar a la propia comunicación
verbal. Esta se sustenta en el uso de las palabras, del idioma (y es exclusiva de los procesos
comunicativos humanos); la no verbal, en gestos, miradas, posturas, entonaciones, etcétera.
La teoría de la comunicación ha estudiado estos procesos no verbales y los ha clasificado
para su mejor comprensión. De aquí surgen cuatro disciplinas que estudian los procesos
comunicativos no verbales:

• La cinésica se ocupa del estudio de los gestos y de los movimientos corporales que
acompañan a las palabras en cualquier intercambio de información, así como de los
códigos relacionados con el vestido y los complementos: vestirse de una
determinada manera, tatuarse, hacerse un pirsin, ponerse un perfume o maquillarse
constituyen actos de comunicación voluntarios. Curiosamente, no todas las culturas
utilizan los mismos gestos para expresar determinados mensajes. Por ejemplo, en
España, poner la palma de la mano sobre la tripa y hacer con ella movimientos
circulares puede significar que se tiene hambre, mientras que en Italia esta
información gestual se comunica haciendo girar el dedo índice sobre la mejilla.

• La proxémica estudia la cercanía o lejanía entre los interlocutores, así como las
posturas de estos, en el contexto del proceso comunicativo. No nos sentaremos ni
nos dispondremos igual para hablar con el banquero que puede concedernos un
crédito que con un amigo en un bar o con nuestra pareja en una conversación íntima.
Así pues, en la proxémica inciden el tipo de relación entre el emisor y el receptor, el
grado de confianza o intimidad, etcétera

• La paralingüística se centra en los elementos extralingüísticos que intervienen en el


proceso comunicativo, tales como el volumen de voz, el timbre (más agudo o más

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grave), la velocidad al hablar o el estado de ánimo del emisor. Si necesitamos
imponer silencio en una clase con treinta y cinco alumnos que hablan sin cesar,
deberemos emplear un volumen de voz más elevado, que, en muchas ocasiones,
comunicará también un cierto enfado que altera nuestro estado de ánimo. Si
queremos recalcar algo que nos parece importante, hablamos más lentamente para
facilitar la comprensión del receptor.

Los elementos que intervienen en la comunicación humana

Para que sea posible el acto comunicativo es necesaria la presencia de una serie de
elementos que constituyen un esquema cerrado en el que todos ellos son imprescindibles.

• Emisor: es la persona que crea y emite el mensaje, mediante el proceso de


codificación.
• Receptor: es quien recibe la información enviada por el emisor y la decodifica para
comprenderla.
• Mensaje: es la información concreta que el emisor comunica al receptor.
• Código: el sistema de signos que emplean el emisor y el receptor para intercambiar la
información. Debe ser conocido por ambos para facilitar los procesos de codificación
y decodificación. Los códigos pueden ser muy variados: por ejemplo las señales de
tráfico constituyen un código, los idiomas ,otro.
• Canal: es el medio por el que se envía el mensaje: el teléfono, una hoja de papel, el
aire, etc. El canal puede condicionar la forma del mensaje, ya que no será igual si este
se comunica por teléfono que si se hace por correo electrónico o estando frente a
frente el emisor y el receptor.
• Contexto o situación comunicativa: se trata de la situación externa que rodea al
acto comunicativo y que puede ayudar a la comprensión del mensaje o, incluso
modificar el significado de este dependiendo de cuál sea esa situación comunicativa.
Así el mensaje “un café” no requiere más elementos lingüísticos si se emite ante un
mozo en una cafetería, pero sería incomprensible en una carnicería; mientras el
mensaje “te espero en el banco” puede cambiar de significado según estemos en un
parque o en la zona financiera de la ciudad o el mensaje “el timbre ”varía según lo
digamos en el aula, en nuestra casa o ante una llamada telefónica.

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Ruidos y Redundancia

En el proceso de comunicación se pueden presentar elementos perturbadores que impiden o


dificultan la comprensión de los mensajes y que reciben el nombre de ruidos. Un ruido puede
ser la falta de cobertura en un teléfono móvil, una hoja rota de un libro, el volumen bajo de la
voz de nuestro interlocutor, un sonido estridente que nos impide lo que nos están diciendo,
etc.

Para resolver los problemas derivados del ruido se recurre al uso de la redundancia, que se
basa en la repetición y que intenta evitar que se produzcan fallos en la comunicación. Repetir
el mismo mensaje cuando acaba de producirse un estruendo que puede haber impedido su
correcta recepción, decir lo mismo con diferentes palabras para clarificar las posibles dudas
del receptor o subrayar lo que decimos con gestos significados son algunos casos de
redundancia provocada intencionalmente por el emisor para hacer más comprensible su
mensaje.

El signo

Para que exista la comunicación es preciso que exista un código común para el emisor y el
receptor y el código es un sistema de signos.

Los signos del lenguaje responden a la historia y a la cultura, son sociales y convencionales.

Se componen de dos elementos: el SIGNIFICANTE y el SIGNIFICADO.

El "significado" se refiere a la idea que se nos viene a la cabeza cuando decimos una
palabra, aquello a lo que nos estamos refiriendo dentro de nuestro mundo real cuando
hablamos. Pensemos que las palabras han sido un sistema que nos hemos inventado los
humanos para poder comunicarnos los unos con los otros y cada una de ellas se refiere a un
elemento de nuestra realidad, esa idea, esa relación entre la mente y la realidad es el
"significado".

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Para que entendamos este concepto vamos a poner un ejemplo: cuando hablamos de una
casa a todos se nos viene a la cabeza qué es una casa (un edificio en el que viven algunas
personas, donde duermen, viven, etcétera). Toda esa asociación de ideas que nos viene
cuando hablamos de "casa" es el significado de esa palabra.

Cuando hablamos de "significante" nos referimos justamente a la otra parte de la asociación


de ideas anterior. Es decir, hemos dicho que el significado es el concepto que se le da a una
palabra, ¿verdad? Pues el significante es la palabra en sí misma, es decir, ese conjunto de
signos lingüísticos (fonemas y morfemas) que usamos para poder comunicarnos con el resto
de las personas. El significante es la herramienta que usamos de forma verbal o escrita para
poder remitir una idea, un concepto a la persona que recibirá (el receptor) la información.

Vayamos con un ejemplo para que entendamos exactamente a qué nos referimos: en el
término "casa" se tiene que usar esa palabra exacta (significante) para poder hacer
referencia al concepto, a la idea que todos tenemos de casa (significado).

Cuando en lugar de escribir, hablamos, entonces el signo lingüístico cambia pues no


estamos usando morfemas sino que usamos fonemas (el sistema de signos que refleja
nuestra manera de hablar). Así, en el caso de la palabra "casa" cuando hablamos el
significante es el conjunto de fonemas articulados que dan como resultado C / A /S /A

Es decir, no podemos decir que el significante es una "palabra" porque en términos


lingüísticos no es correcto; es el conjunto de signos que tienen un significado y que usamos
para establecer la comunicación humana.

Las funciones del lenguaje

Las funciones del lenguaje son los distintos usos con que el ser humano emplea
el lenguaje. Estos usos se relacionan con la finalidad y la intención del hablante al elaborar
un mensaje.

Cuando una persona produce un mensaje, lo hace con una intención específica, es decir,
con el objetivo de lograr algo. Por ejemplo, si un periodista escribe una noticia, su objetivo es

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informar al lector sobre un suceso reciente. En cambio, si una persona dice “¿Me diría dónde
hay un banco?”, su finalidad es pedir al oyente que le brinde información.

Según el lingüista ruso Roman Jackobson, existen seis funciones del lenguaje, que se
clasifican según hacia qué elemento de la comunicación está orientado el mensaje.

Según Roman Jakobson, en todo evento comunicativo, intervienen las seis funciones,
pero una suele predominar sobre las otras. Por ejemplo, si una persona dice “Hace 30 °C”,
la función principal es referencial, porque el mensaje está orientado hacia el contexto y
porque el objetivo es brindar información sobre el mundo exterior. En cambio, si alguien
pregunta “¿Cuál es la temperatura actual?”, la función principal es apelativa, porque el
mensaje está orientado hacia el receptor, para solicitarle determinada información.

Función referencial: La función referencial, también llamada función informativa, es el uso


del lenguaje que consiste en indicar algún aspecto de la realidad. Se centra en el contexto
más que en el resto de los elementos comunicativos, porque se hace referencia a sucesos,
elementos, personas e ideas vinculadas con el mundo externo. Por ejemplo: Está nevando.

Los mensajes tienden a ser objetivos, es decir, no se mencionan las opiniones y valoraciones
del hablante, y suelen elaborarse con frases declarativas. Por lo tanto, es la función que
predomina en los discursos científicos, periodísticos y académicos.

Por ejemplo, cuando se describe cómo luce una persona, cuando se indica el resultado de
una operación matemática o cuando se le dice la hora a un transeúnte, se está señalando,
informando o referenciando la realidad que rodea a los interlocutores.

Función emotiva: La función emotiva o expresiva del lenguaje se centra en el emisor, porque
transmite sus emociones, pensamientos, sentimientos, opiniones y valoraciones. Por
ejemplo: ¡Creo que es una gran idea!

En los mensajes en que predomina esta función hay indicios de la subjetividad del hablante,
como el uso de la primera persona o de interjecciones. Por ejemplo, cuando una persona
exclama “¡Ay!” tras recibir un golpe, cuando alguien se lamenta por algo o cuando alguien
dice cómo se siente, predomina la función emotiva del lenguaje.

Función apelativa: Cuando le indicamos a alguien qué calle debe tomar, se usa la función
apelativa. Es la que se centra en el receptor, pues se busca producir en él determinada
reacción. Predomina en los mensajes que se emplean para lograr que otros respondan a algo,
ya sea un favor, una orden o un pedido. Por ejemplo: Mario, pásame la sal, por favor.

En los mensajes en que predomina esta función es común que se utilicen el modo
imperativo, la segunda persona, el nombre del oyente o las preguntas cordiales.

Por ejemplo, cuando se le pide a alguien que abra una puerta, cuando se indica a alguien qué
calle tomar para llegar a su destino o cuando se le pregunta a otra persona qué hora es,
predomina la función apelativa del lenguaje.

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Función metalingüística: La función metalingüística es aquella que se centra en el código
porque se reflexiona sobre las palabras y el uso del lenguaje en general. Por ejemplo: ¿Qué
significa la palabra sufragio?

Los mensajes en los que predomina esta función suelen ser aclaraciones, definiciones,
correcciones o preguntas sobre algún elemento de la lengua o sobre algo que se mencionó
previamente.

Por ejemplo, cuando una persona corrige un comentario de otra, cuando se le explica a un
niño el significado de una palabra, cuando se usa el lenguaje para aprender una segunda
lengua, es decir, un código nuevo, predomina la función metalingüística del lenguaje.

Función fática: La función fática o relacional se centra en el canal para comprobar si está
activo y si está funcionando correctamente. Por ejemplo: ¿Se escucha bien?

Los mensajes en los que predomina esta función suelen estar conformados por saludos o
preguntas que no tienen otro propósito más que confirmar si el mensaje está llegando bien al
o los receptores.

Por ejemplo, en algunos países, al atender el teléfono se dice “¿Aló?”, “¿Hola?” o “Diga”.
Estas palabras no tienen un sentido real en el mensaje a transmitir, sino que simplemente
sirven para verificar que el canal está abierto y funciona correctamente.

Función poética: La función poética o estética es aquella que se centra en el mensaje a


transmitir, pues se relaciona con cómo se lo construye para hacerlo más bello o lúdico. Por
ejemplo: Sus ojos eran dos luceros.

Por ejemplo, cuando se emplean rimas en poemas o refranes, cuando se usa una metáfora
para expresar una idea o cuando se realiza un juego de palabras, predomina la función
poética del lenguaje.

https://www.youtube.com/watch?v=UJxSAq54HkA&ab_channel=TeoCom

La OBJETIVIDAD consiste en la información neutra, sin expresar opiniones, ofreciendo datos


demostrables en todo momento. La SUBJETIVIDAD, por el contrario, consiste en dar
informaciones personales, opiniones, etc., sin necesidad de que estas sean demostrables.

Es de noche( mensaje objetivo)

La noche es mejor que el día ( mensaje subjetivo)

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DENOTACIÓN es el significado de una palabra tal y como lo encontramos en el diccionario.

CONNOTACIÓN se refiere a los significados subjetivos, individuales o colectivos, que una


palabra o expresión sugiere a un hablante o a una colectividad.

Verano, además de ser una estación del año(denotación), puede significar también
vacaciones, playa, calor, tiempo libre, estudiar para los próximos exámenes, etc.(
connotación).

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