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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


PNF Comunicación Social
Aldea Universitaria Pastor R. Manzo
Camatagua Estado Aragua
Profesor: Lcdo. Jesús Marín

COMPRENSIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTO I

Estudiante:
DARWIS MANAMA

Camatagua 25 de abril de 2021.


Referidos a la comunicación oral:

Con el objetivo primordial de que los y las participantes ponderen el valor de escuchar
y de formular textos orales coherentes y asertivos, se les propone:

- En lo relativo a la comunicación:

1. Analizar la perspectiva de Mario Kaplún respecto de la comunicación.

Nació en Argentina, de antepasados judío, en 1923 y vivió en Buenos Aires hasta


1952 cuando con su mujer, la actriz Ana Hirsz, y su hijo menor deciden establecerse en
Uruguay. A los 17 años terminó sus estudios como Maestro, actividad que nunca ejerció,
aunque su condición docente marcó toda su vida, ligada a la comunicación, cuya
profesionalidad le llegó desde la praxis, fundamentalmente desde el radioteatro.

Mario Kaplún fue un comunicador que no se limitaba a producir y difundir, sino a


educar, a promover el pensamiento crítico. Su compromiso con una comunicación liberadora
lo llevó a escribir manuales y a dar infinidad de cursos en los que se podía aprender a
ejercer el derecho a la comunicación sin intermediarios. Todo esto lo hacía desde la
perspectiva de la base, desde los ojos de quienes están precisamente al margen del
pensamiento académico que a veces por muy evolucionado y adelantado que sea, deja
atrás las necesidades reales de la población. Su reflexión-praxis, basada en gran medida en
las ideas de Paulo Freire, le hizo crear un método sencillo y de bajo costo para convertir en
comunicadores a grupos de adultos que hasta entonces no habían tenido acceso a los
medios de información, y menos a procesos de comunicación que pudieran fortalecer sus
voces.

Para Mario Kaplún La verdadera comunicación no está dada por un emisor que habla
y un receptor que escucha, sino por dos o más seres o comunidades humanas que
intercambian y comparten experiencias, conocimientos, sentimientos (aunque sea a
distancia a través de medios [o canales] artificiales. Es a través de ese proceso de
intercambio como los seres humanos establecen relaciones entre sí y pasan de la existencia
individual aislada a la existencia social comunitaria. Los medios masivos tal como operan
actualmente en su casi totalidad no son medios de comunicación sino medios de información
o de difusión.

Podrían llegar a ser realmente de comunicación (y de hecho algunos pocos han


logrado y demostrado serlo); pero para ello tendrían que transformarse
profundamente. El proceso de la comunicación debe realizarse de modo que dé a todos la
oportunidad de ser alternativamente emisores y receptores.

Definir qué entendemos por comunicación equivale a decir en qué clase de sociedad
queremos vivir.

Comunicar es una aptitud, una capacidad. Pero es sobre todo una actitud. Supone
ponernos en disposición de comunicar, cultivar en nosotros la voluntad de entrar en
comunicación con nuestros interlocutores. Nuestro destinatario tiene sus intereses, sus
preocupaciones, sus necesidades, sus expectativas. Está esperando que le hablemos de las
cosas que le interesan a él, no de las que nos interesan a nosotros. Y sólo si partimos de
sus intereses, de sus percepciones, será posible entablar el diálogo con él. Tan importante
como preguntarnos qué queremos nosotros decir, es preguntarnos qué esperan nuestros
destinatarios escuchar. Y, a partir de ahí, buscar el punto de convergencia, de encuentro. La
verdadera comunicación no comienza hablando sino escuchando. La principal condición
del buen comunicador es saber escuchar.

2. Valorar la comunicación como un proceso enmarcado en la reciprocidad.


La comunicación juega un papel muy importante en nuestra vida cotidiana, y es que
diariamente el ser humano se mantiene en permanente comunicación con su entorno, lo que
le permite relacionarse con la sociedad. Para que pueda existir una comunicación es
necesario un emisor y un receptor, este tema ya lo hemos abordado en temas anteriores, en
este caso el emisor es quien transmite el mensaje y el receptor quien lo recibe, y es allí
donde cada uno de ellos juegan un papel fundamental para que la idea, opinión o mensaje
pueda ser enviado y recibido.
ahora bien para que toda comunicación entre la sociedad pueda fluir de manera exitosa se
hace necesario la reciprocidad; los emisores y los receptores deben respetar las reglas de
la comunicación, en caso contrario se pierde la esencia de la comunicación entre los
participantes.

- En lo concerniente a la escucha:

1. Conocer las implicaciones de la escucha.

Aprender a escuchar, implica muchas más cosas que simplemente oír las voces que
nos rodean. Implica estar abierto a recibir críticas, opiniones contrarias a las de uno mismo,
a asumir que a lo mejor no se es experto en un tema. En definitiva, saber escuchar es un
proceso de humildad que nos configura en la figura de un líder. Ahora bien, qué beneficio
nos trae la escucha. A continuación veamos la importancia que tiene el saber escuchar.
La confianza mutua. La escucha genera respeto y confianza entre el hablante y el oyente.
Los empleados de forma natural responderán mejor a los gerentes que piensan que están
escuchando con atención a sus necesidades.

Productividad. Los problemas se resuelven más rápido si la gente se anima a explicar los
problemas y tienen la libertad de aportar soluciones en voz alta, antes de que se les diga
qué hacer.

Favorece la calma. El escuchar atento ayuda a ambas partes a mantener la calma cuando
se trata de una crisis o discutir un tema sensible.
Aumenta la confianza. Los grandes oyentes tienden a tener más autoestima y una mejor
imagen de sí mismos ya que la escucha trabaja hacia el establecimiento de relaciones
positivas.

Limita los errores. Escuchar bien conduce a una mayor precisión en la retención de la
información, lo que minimiza el riesgo de falta de comunicación y cometer errores.

2. Identificar ruidos comunicacionales que pudieran presentarse en la


comunicación oral.

Según lo establecido por Alfonso López, se pueden reconocer algunas conductas verbales y
no verbales que obstaculizan un diálogo y generan ruidos en la comunicación interpersonal,
tales como:

- Usar frases y respuestas ásperas, melosas o aduladoras.


- No saber disfrutar de las expresiones de buen humor.
- Hablar al oído de una persona delante de otras o hacer miradas cómplices.
- Ser pedante, hablar siempre en primera persona.
- Ser demasiado crítico, llevar siempre la contraria.
- Recordar los fracasos de los demás.
- Monopolizar la conversación.
- Interrumpir al que está hablando.
- Cambiar de tema constantemente.
- Hablar sin conocimiento de causa.
- Sonreír en forma burlona o tonta todo el tiempo
- Alterar el tono de voz o hacer gestos agresivos.
- No responder, quedarse callado por largo rato.
- Encogerse de hombros o mirar a otro lado con frecuencia.
- Mostrarse siempre apurado.
- Dar la sensación de aburrimiento o pereza.

3. Identificar los mecanismos que operan en la sociedad actual en contra de la


posibilidad de la escucha a uno mismo.
La escucha activa es una de las competencias comunicativas decisivas para lograr
aprendizajes significativos, formación democrática y construcción de ciudadanía. Desarrollar
estrategias para lograrlo exige ser conscientes de su importancia y de los mecanismos
necesarios para hacerlo.

La escucha activa es fundamental para crear en el aula ambientes democráticos


basados en la confianza, y comunidades de aprendizaje donde cada cual pueda expresarse,
de manera libre y auténtica, sin tratar de imponer el conocimiento ni la forma de acceder a él
de quien enseña, evitando validar creencias que vayan en contra de los conocimientos
centrales de las disciplinas o de los principios que sustentan los derechos humanos. Se trata
de construir el conocimiento conjuntamente, desde los saberes previos y las nuevas
comprensiones, lo que implica reconocerles a todas las personas que el poder de
transformarse está en ellas y que eso sólo lo logran a partir de sus propias decisiones.

El diálogo constructivo requiere escuchar atentamente; es decir, tener la actitud y la


disposición consciente de oír y comprender lo que la otra persona está diciendo o tratando
de comunicar, pero también saber expresar. En ese acto, oír y comprender no significa estar
de acuerdo; el otro argumento es una idea más que merece tenerse en cuenta así no se
comparta. Más que de imponer o negar las tesis contrarias, se trata de abrirse a nuevas
posibilidades.

En el aula, esto quiere decir que cada persona merece ser tenida en cuenta, que
cuando tiene la palabra es la más importante del mundo y que, si la escucha es activa, se
aprenderá algo de ella. De hecho, es muy útil proponerse aprender de lo que la persona
dice. Así, uno está más interesado en oír que en ser oído, en cómo el otro comprende que
en ser comprendido. Otra estrategia es bajarle el volumen al pensamiento propio y subirle al
de los demás. Desactivar el pensamiento, principalmente los juicios y las evaluaciones que
hacemos sobre otros, les da espacio a las otras personas para expresarse.

El interés verdadero por comprender lo que otros tienen para decir y compartir,
muestra un camino para establecer relaciones sociales incluyentes en las que todas las
personas cuenten y se favorezca el libre desarrollo de la personalidad, sin más límites que
los que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico. Es la importancia del diálogo
constructivo -saber oír y expresar- para fomentar competencias comunicativas, otra manera
de fortalecer las competencias ciudadanas.

4. Identificar los mecanismos que operan en la sociedad actual en contra de la


posibilidad de la escucha al otro (el que nos habla y el que nos escribe).

Hay que tener en cuenta que no se puede aceptar aquello con lo que no se está de
acuerdo; pero se puede validar lo que se oye y mostrar la discrepancia como una opinión
propia. Hay veces en las que la opinión de uno no puede ser de ninguna forma aceptada,
aunque sí oída.

Los ejercicios para comunicarse activamente dan resultado si los que hablan tienen
algún punto en común en el que estén de acuerdo. Si no es así, hacer ejercicios de
comunicación puede llevar a un distanciamiento entre los que lo hagan en lugar de
acercarlos.

Para una mejor comunicación es necesario también:

● Tener habilidades expresivas


● Encontrar formas no defensivas de expresarse

Veamos algunos mecanismos que no deben operar cuando estamos en una escucha, ya
que nos imposibilita escuchar el mensaje del otro.

1. No rechazar las emociones que el otro manifiesta. Las emociones son reacciones
automáticas que frecuentemente se dan en determinadas circunstancias; pero que no
son obligatorias y no las controlamos. Por eso, decir a una persona que no debería
sentir lo que siente implica un reproche sobre una conducta sobre la que la persona
no tiene control. Hay que tener en cuenta que no está en su mano modificar ese
sentimiento.
2. No juzgar. Recuerda el dicho bíblico: no juzgues y no serás juzgado.
3. No solucionar el problema. Quien te lo está planteando quiere compartirlo contigo,
pero él (ella) es la responsable de solucionarlo. Tú solamente puedes escuchar y dar
tu opinión.
4. No interrumpir. Espera a que la otra persona te dé paso, aunque no estés de acuerdo
con lo que dice.
5. No cuentes tu propia historia. Recuerda que nadie escarmienta en cabeza ajena.
Además, si te está contando algo es para que entiendas su problema y, si cuentas tu
historia estarás centrados en la tuya.
6. No des un consejo que no te hayan pedido.
7. No descalifiques cuando des tus opiniones.

5. Valorar el silencio (más allá de la ausencia del sonido) como requisito para la
escucha a uno mismo y a los otros.

Yo creo que el silencio es muy importante. Además lo considero obligatorio para


meditar. Lo difícil es vencer el parloteo mental. Eliminar, por así decirlo, esos pensamientos
parásitos que nos rondan cada vez que intentamos encontrarnos en el silencio.
En una cultura como la nuestra, donde no hay espacio para el vacío, le tenemos miedo al
silencio; entonces la soledad del habitáculo que llamamos hogar, léase un pequeño
apartamento, se llena de fantasmas acuciantes y encendemos la radio y la televisión y
conectamos el computador y hasta el dispositivo de música y todo aquello que haga ruido,
para no sentirnos tan solos y evitar el encuentro con nosotros mismos.
El silencio nos permite escuchar la naturaleza de las cosas y de la vida, por ejemplo en un
día de campo. Nos ayuda a escuchar la palabra del otro cuando tiene algo para compartir.
Pues, hacer silencio es un acto de respeto y un ejercicio valiente cuando se trata de
controlarnos, para no soltar la ira acumulada o la opinión inoportuna e impertinente, es un
acto terapéutico porque sana al escuchado, quien se siente acogido.
En definitiva, el silencio es importante, porque nos ayuda a examinar y comprender nuestros
sentimientos, para crecer en sabiduría.
Cuando dos o más personas se comunican a través de diferente medios es muy importante
tener en cuenta el silencio que entre los participantes debe existir, de esta manera se logra
entender lo que el otro quiere decir pero además se logra el buen uso de la comunicación.

6. Valorar la necesidad del reconocimiento de la otredad para la escucha.

Para dar reconocimiento a la otredad vamos a definir primeramente ese concepto y es que
podemos indicar que en la otredad no implica que el otro deba ser discriminado, sino que es
la capacidad de respetar, reconocer y poder vivir armoniosamente con esta diversidad. La
otredad es el poder coexistir entre todos y fomentar el crecimiento de cada individuo. Surge
a través de construcciones psicológicas y sociales. Representa para el proceso comunicativo
una reciprocidad que se construye a partir de experiencias comunes y que no puede
romperse por los actos de exclusión
Debemos reconocernos como sociedad prevaleciendo el respeto de pensamiento, de
condición, de raza hacia los demás.

7. Valorar la observación como una habilidad al servicio de la escucha.

OBSERVACIÓN Y ESCUCHA ACTIVA

Dos son las herramientas básicas que se deben usar para garantizar ese
conocimiento al que se ha aludido y su correspondiente ajuste comunicativo, y ambas
herramientas corresponden a dos de los sentidos de que disponemos: la vista y el oído.

Es preciso fijarse y mirar atentamente al interlocutor, observar sus movimientos, sus


gestos y todos los detalles que puedan darnos pistas de su estado y estilo para dar después
en el blanco una vez que le mandamos cualquier mensaje. Una observación visual atenta
del otro nos permite también calibrar la oportunidad de hacer o decir algo en un momento
determinado. Cuanta más capacidad de observación, mejores posibilidades de
comunicarnos, porque conocemos el terreno que pisamos. No es absolutamente preciso,
aunque facilita el proceso, conocer al interlocutor y su biografía para darnos cuenta de cómo
hemos de tratarle en un momento dado. Basta con observar cómo reacciona para darnos
cuenta de la procedencia o improcedencia de nuestro mensaje.

Cuando estamos escuchando debemos mirar a nuestro interlocutor no sólo para


observarlo, sino también para darle a entender que le seguimos y nos interesa lo que dice,
para transmitirle que le estamos escuchando realmente y que lo que nos dice nos interesa.
Es preciso también parafrasear, es decir, repetir alguna frase que acaba de decir para que
sepa que le seguimos en su intervención.
Podemos concluir entonces que de acuerdo a este párrafo la observación es un
elemento también importante que permite la conexión entre quien emite el mensaje para
lograr así dar una opinión ante lo expuesto.

Relativos a la comunicación escrita:

- En lo concerniente a la lengua escrita:

1. Definir como forma de lenguaje.

El lenguaje escrito es el uso de signos (símbolos) para expresar las ideas humanas.
Hay dos tipos principales de escritura, basados en ideogramas, es decir, conceptos y
escritura basada en grafemas que representan la percepción de sonidos o grupos de
sonidos; un tipo de escritura basada en grafemas es alfabética.

Utilizar la lengua escrita, más allá de sólo saber anotar letras, requiere un
entrenamiento más sofisticado que el que usamos para aprender a hablar cuando éramos
pequeños. El dominio de la lengua escrita requiere conocer tanto el código lingüístico
correspondiente al idioma, como la gran diversidad de textos que se pueden producir. Hoy
en día este conocimiento se adquiere básicamente en la escuela, incluida la universidad, en
donde los estudiantes ya rebasaron el nivel de la sola alfabetización, pero aún requieren
desarrollar la habilidad de producir textos adecuados.

Se define entonces la lengua escrita como un sistema notacional; este es entendido


como un conjunto de signos gráficos que tienen reglas que se deben respetar; estos signos
gráficos se subdividen en dos tipos: la escritura alfabética (letras y signos de puntuación) y el
sistema de cifras (números). Algunas de las características de la lengua escrita son: Canal
visual: Tanto el escritor como el lector debe utilizar la vista para decodificar la información.

2. Identificar las características esenciales de la lengua escrita.

Podemos identificar algunas características esenciales de la lengua escrita que nos permite
diferenciar una de otra.

● Comunicación elaborada: El sujeto puede realizar sucesivas correcciones sobre el


texto, sin que se note y leerlo donde y como quiera.
● Comunicación diferida: Esto implica la ausencia del receptor, es por eso que se da
en un tiempo y lugar no mediato.
● Comunicación duradera: Los escritos perduran en el tiempo.
● Códigos no verbales: La utilización es mínima, un ejemplo de esto es el tipo de
soporte y la disposición del texto en este.
● Interacción: No se produce una interacción durante la composición del texto. El
escritor no podrá saber cuál será la reacción del lector.
● Contexto: El escrito es autónomo del contexto, el cual se va creando a medida que
escribe el texto. La lengua escrita abarca tanto la lectura como la escritura,
frecuentemente, se asocia enseñar a leer y escribir con el término de alfabetizar.
Entendiéndose como un proceso indisociable.

3. Valorar la lengua escrita en su contribución para el desarrollo de las habilidades


psíquicas superiores.

El estudio del lenguaje escrito ha sido de interés para la psicología, esencialmente se


ha investigado desde la psicología cognitiva y la histórico cultural. Los estudios asociados al
lenguaje escrito deben tener en cuenta los aportes de otros saberes como la lingüística y la
pedagogía.

Se presentan los modelos teóricos esenciales en el estudio de la escritura: el modelo


procesual cognitivo, el de expertos y novatos y el modelo contextual. Así, se valoran los
principales aportes para lograr mayor eficiencia en la enseñanza y evaluación de la escritura.
De estas perspectivas destacan la necesidad de poner énfasis en las operaciones que se
deben ejecutar para redactar, apelar a situaciones comunicativas reales y motivar para
escribir. Por tanto, se trata de evaluar la escritura no solo atendiendo al producto final sino al
proceso, lo que implica la necesidad del cambio en las prácticas educativas actuales.

La lengua escrita proporciona un sistema convencional de representaciones gráficas


de carácter social que permite establecer la comunicación, expresar el pensamiento, fijar los
frutos del conocimiento, y más aún, conservarlos durante mucho tiempo.

Podemos indicar entonces que la lengua escrita de acuerdo a varias lecturas y


análisis Favorece, el acercamiento a la literatura, es decir, al disfrute de la vertiente estética
de la lengua. La utilidad fundamental de la lengua escrita se encuentra en su condición de
perpetuadora de un texto en el espacio y en el tiempo.

4. Valorar la lengua escrita como herramienta para la emancipación.

Como en todo este trayecto lo hemos dicho, el valor de la lengua escrita es muy
importante para el desenvolvimiento del ser humano, lo que permite a las sociedades ser
libres en pensamientos propios. La lectura y la escritura son construcciones y prácticas
sociales que nos han permitido a los seres humanos apropiarnos del mundo y trascender en
el tiempo y en el espacio. Por ello, las prácticas de lectura y escritura son condiciones
indispensables para la formación ciudadana y democrática.

5. Identificar los ruidos comunicacionales que se presentan en el uso de la lengua


escrita.

Los ruidos, representan a todo aquello que impide, distrae lo que el emisor quiere que
el receptor comprenda. Los ruidos juegan un papel preponderante en la comunicación
publicitaria por la frecuencia de su presencia. Como consecuencia de todas los ruidos que
sufre el mensaje, desde de su emisión hasta su recepción, ocurre frecuentemente que la
información a transmitir es distinta a la información transmitida y ésta a su vez es distinta a la
información comprendida por el receptor.

Los ruidos en la comunicación inciden en la recepción de la información y pueden


obstaculizar la transmisión del mensaje del emisor al receptor, por lo que hay que evitarlos,
porque constituyen factores negativos que interfieren en la interlocución. Cuando el ruido es
inevitable se requiere aumentar la claridad y fuerza del mensaje. Además del típico ruido
ambiental, existen una serie de barreras u obstáculos que alteran el proceso de
comunicación. Estos pueden afectar tanto al emisor como al receptor, y están presentes en
prácticamente todos los procesos de comunicación, tales como: charlas, capacitaciones,
reuniones, presentaciones, y conversaciones cotidianas. Estos ruidos son: Ruidos
Psicológicos: El ruido psicológico es el ruido de la mente. Es decir, son todos los
pensamientos que vienen a nuestra cabeza mientras hablamos o escuchamos. Cuando este
ruido es muy fuerte, no nos permite poner atención o concentrarnos en lo que estamos
diciendo. En ocasiones son prejuicios, recuerdos, o ideas. “Tengo que enviar este correo”,
“Qué malo el servicio en este lugar”, “Espero que sirvan pronto la comida que me quiero ir”,
“Cuándo va a terminar de hablar esta persona”, etc. El objetivo de saber que existen estos
ruidos psicológicos es adquirir la habilidad de poder controlarlos y que no nos impacten en
nuestra habilidad de comunicación. Ruidos Fisiológicos: El ruido fisiológico es el ruido
proveniente de los mensajes que nos envía nuestro cuerpo. Cuando tenemos hambre, frío,
dolor de estómago, sueño, o cualquier otro malestar, sentimos este ruido que comienza en el
cuerpo, pero termina también en nuestra cabeza. Cuando estamos metidos en el tráfico y
tenemos ganas de ir al baño, no podemos dejar de pensar en eso, hasta el punto que
terminamos teniendo dos ruidos al mismo tiempo, el fisiológico y el psicológico. Ruido
semántico: Este es el ruido que producen las palabras, y hay variadas formas en que afecta
la comunicación. Esto sucede, por ejemplo, cuando un extranjero nos dice una palabra que
en nuestro país significa algo malo u ofensivo. Cuando la persona que nos habla tiene mala
dicción, es decir, no pronuncia cada una de las letras de las palabras. También ocurre
cuando una palabra está mal dicha, y también cuando el emisor dice muchas muletilla, tales
como: Ehhh, pues, verdad, va, etc. Este ruido es uno de los más molestos y uno de los que
más impacta en la eficacia de la comunicación. Por esta razón, debemos enfocarnos en
hablar de claro, pronunciando correctamente, y evitando usar tanta muletilla. Ruido técnico:
El Ruido técnico nos afecta cuando las herramientas que necesitamos para poder
comunicarnos no funcionan. Por ejemplo cuando en una presentación no funciona la
cañonera, o se va la luz, o la computadora se queda pensando.

- Los referidos a la expresión escrita:

1. Definir el escribir como expresión particular del ser humano.

El hombre piensa, y como ser pensante necesita expresar y comunicar a otros sus
formas internas de conductas(emociones, pasiones, sentimientos, ideas.
El hombre piensa con ideas, y es igualmente evidente que las ideas se representan
lingüísticamente, es decir, cada idea posee una palabra que la representa que la refleja, que
la simboliza. El hombre piensa con ideas y automáticamente las representa mediante
palabras.

La expresión es espontánea en el hombre, se caracteriza por ser eminentemente


individual, ya que para que exista se requiere de un solo elemento humano.
Cuando el hombre se expresa no tiene intención de transmitir a otros sus
sentimientos(cuando sucede esto deja de ser expresión para convertirse en comunicación).

Podemos decir que la expresión es la manifestación individual a través de signos


determinados(gestos, signos gráficos, mímicas, sonidos, etc.) de cualquier conducta
psíquica o interior del hombre: pensamientos, ideas, emociones, estados de ánimos.

El escribir se hace necesario en la vida humana, ya que este nos permite transmitir un
mensaje, una idea, una opinión y más allá nos permite conectarnos con diferentes culturas.

La escritura es vital para desarrollar varias aptitudes humanas, como la atención, la


concentración, la memoria, la organización y la metodología. Sin el desarrollo psicomotor
esencial que se asocia con la escritura, los niños tendrían una menor capacidad de asimilar
las asignaturas y el material de estudio.

2. Aplicar estrategias para la redacción de textos.

A la hora de redactar un texto es muy importante tener en cuenta muchas técnicas que
permitan que lo escrito o redactado lleguen con facilidad y claridad al receptor. Se hace
necesario aplicar estrategias basado en las normas de redacción. A continuación veamos
algunas estrategias que podemos utilizar para una buena redacción.

1. Ordena tus ideas. Lo principal es tener muy en claro qué es lo que quieres decir y
cómo lo quieres decir antes de empezar a escribir.
2. Usa frases cortas.
3. No abuses de los adjetivos.
4. Revisa, revisa y revisa.
5. No escribas como hablas.
6. Usa puntos y comas.
7. No uses palabras rebuscadas.
Con la puesta en práctica de esta metodología o estrategias, una redacción puede cumplir
su misión ante el receptor.

3. Valorar el aporte semántico de la tilde en las palabras homógrafas.

La falta de conocimiento ha desvirtuado nuestra comunicación, el envío de mensajes


a través de cualquier medio se realiza en todo momento, sin embargo; no todas las personas
se percatan del uso adecuado e inadecuado de las palabras. Es necesario hacer conciencia
de que es tan importante hablar como escribir en forma correcta y para ello debemos
profundizar en el aprendizaje de los tipos de vocablos.

Si hacemos uso adecuado de cada voz en nuestro idioma, la comprensión será mejor.

Las palabras homógrafas tienen una gran importancia en la comunicación. Es


necesario conocer que aunque la pronunciación de varios vocablos sea igual; según su
escritura, será su significado y por tanto; su uso.

Una de las mayores problemáticas que he detectado en la forma de escribir está en


este tipo de voces y de ahí la necesidad de abordar el tema.
No podemos escribir las palabras de acuerdo a nuestro criterio, ya que cada una tiene
aspectos que es indispensable conocer y al no observarlos, estaríamos dando una idea
errónea.

Constantemente nos percatamos en cualquier medio y muy especialmente en las redes


sociales, del uso incorrecto que se hace de éstas y debemos erradicar ese problema.

La escritura adecuada denota cultura, mejora la comunicación; y trae grandes


beneficios en todos nuestros ámbitos de desarrollo.

Veamos algunos ejemplos en el uso de palabras Homógrafas:

Aro. Al barril le falta un aro.


Aro. Hoy sí aro la tierra, dijo el campesino.
Bota. Bota la pelota.
Bota. Quedó arreglada la bota del militar.
Cerca. Toluca está cerca de México. Cerca.
Cerca. Mi huerta tiene una cerca.

CUANDO DOS palabras tienen distinto significado, pero suenan igual, se dice que
son homófonas, como "votar" y "botar" o "errar" y "herrar". Y, cuando dos palabras tienen
distinto significado, pero se escriben de igual manera, se dice que son homógrafas, como el
sustantivo "ante" y la preposición "ante".

4. Usar la acentuación diacrítica.

La tilde diacrítica es la que permite distinguir palabras que se escriben igual, pero
que tienen significados distintos y presentan diferente pronunciación.

En este sentido, la Ortografía de la lengua española señala que la tilde diacrítica se


utiliza a fin de diferenciar en la escritura ciertas palabras de igual forma, pero distinto
significado, que se oponen entre sí por ser una de ellas tónica y la otra átona, y que
generalmente pertenecen a categorías gramaticales distintas.

Por otra parte, también se aplica esta tilde diacrítica a unas cuantas palabras
polisílabas, como los interrogativos y exclamativos cómo, cuándo, cuánto y (a)dónde, que
forman serie con los interrogativos y exclamativos qué, cuál, cuán, quién.

El acento diacrítico o tilde diacrítica es el que se emplea para distinguir los


significados de palabras, frecuentemente monosílabas, de las cuales unas son regularmente
tónicas (las que se resaltan en la pronunciación), mientras que las otras son átonas en el
habla.

5. Valorar el aporte semántico de la tilde en el sentido del texto.


La comunicación es esencial para el ser humano, sin ella no podríamos expresar
cuales son nuestras necesidades o capacidades frente a otro y viceversa.

La estructura de la lengua española está determinada por una serie de reglas


ortográficas que permiten la codificación de los signos lingüísticos, por ello es importante
conocer las bases ortográficas de nuestro idioma, puesto que estas facilitan la obtención de
información.

Ejemplo de ello es el buen uso de las tildes, que contextualiza la situación o el ambiente que
se desea describir. Las tildes mejoran la calidad de los textos y otorgan carácter a las
palabras al momento en que son pronunciadas.

Existen tres tipos de acentos:

• Acento diacrítico. Se utiliza para distinguir las palabras y darles diferentes significados a la
sílaba tónica (que es donde se pronuncia el acento de la palabra). Normalmente se utiliza
en pronombres personales (tú), adjetivos posesivos o al utilizarlo como afirmación (Sí).

• Acento ortográfico. Es el más común y hace referencia al signo (´) que se le conoce como
tilde. Si la palabra lleva acento en la última sílaba es aguda, en la penúltima es grave o en la
antepenúltima, es esdrújula.

• Acento prosódico. Se pronuncia pero no se escribe, recae en una sílaba, aunque todas las
palabras tienen una sílaba tónica para hacer énfasis. Por ejemplo: hamaca, el cual recae en
la sílaba ma.

La acentuación ayuda a dar coherencia a los textos, ya que para poder generar buen
material escrito, es necesario tener en cuenta cuando se utilizan estas reglas.

Para algunas personas la omisión de los acentos no es algo grave, pues muchas
veces al escribir en diferentes redes sociales o leer de manera apresurada, intenta justificar
el desconocimiento de las reglas de acentuación, pero lo cierto es que una mala escritura
habla mal de nuestra formación profesional.

En conclusión, la acción fonológica ayuda a distinguir la fuerza de las palabras, hábito


que regularmente se adquiere con la lectura. Las reglas de acentuación contribuyen a una
mejor interacción entre los seres humanos.

6. Emplear la acentuación (ortográfica, diacrítica y prosódica) de forma


apropiada.

EL ACENTO DIACRÍTICO

Al acento diacrítico se le determina también acento distintivo. Es la tilde que se coloca


para distinguir o determinar las funciones gramaticales, que una palabra desempeña en la
oración. Algunas de las funciones gramaticales, que una palabra puede desempeñar son:
1. Pronombre:

Es la palabra que ejerce el mismo oficio que un nombre, los pronombres que por sí
solos representan a las personas gramaticales se le denominan pronombres personales.

2. Adjetivo:

Es la palabra que añade una cualidad que determina al nombre.

3. sustantivo:

Es la palabra variable que sirve para distinguir fundamentalmente las personas,


animales o cosas. Muchas veces va acompañado de un artículo.

4. Preposición:

Son las palabras que establecen una relación entre dos ideas o palabras.

5. Verbo:

Es la palabra fundamental del predicador que expresa, acción, pasión o estado. Es la


palabra que da nombre a las acciones.

6. Adverbio:

Son aquellas palabras invariables que se unen a un verbo, a un adjetivo o a otro


adverbio; para modificar su significación.

7. Conjunción:

Son las palabras que sirven para enlazar oraciones.

8. Articulo:

Es la palabra que se ante pone al su género y número.

9. Interjección:

Es la voz que expresa alguna impresión súbita o un sentimiento profundo. No altera la


estructura de la oración.
ACENTO ORTOGRÁFICO

Es la representación gráfica del acento prosódico. Esta representación gráfica se


hace por medio de una rayita oblicua, denominada tilde. Esta tilde se marca sobre una vocal
de la sílaba tónica, cuando lo señalen las reglas que explicaremos a continuación.

Reglas ortográficas en atención al acento prosódico. Las palabras tomando en cuenta


la ubicación del acento prosódico o sílaba tónica se clasifican en: aguas u oxítonas, graves o
paroxítonas, esdrújulas.

En la lección anterior aprendimos a distinguir cuando una palabra es grave, esdrújulas


o sobresdrújula; ahora aprenderemos a colocar el acento ortográfico en cada una de ellas.

Palabras agudas u oxítonas: estas palabras cuando tengan m una sílaba, llevarán
acento ortográfico en los siguientes casos; cuando finalicen en vocal.

Ejemplos: mamá, panamá, corrí, cuando terminen en consonante n ó s. Ejemplos:


canción, Inés compás, escorpión.

Palabras graves o paroxítonas: estas palabras acentuarán siguiente caso: cada vez
terminen en cualquier consonante que no sea n. Ejemplo: azúcar, álbum, césped.

Ejemplos: cartera, techo, florero.

Palabras esdrújulas o proparoxítona y las sobreesdrújulas:

Todas estás palabras se acentúan ortográficamente. Ejemplos Tima, Húmedo,


comuníquemelo.

LA ACENTUACIÓN

Para tener éxito en la correcta acentuación de las palabras, debe tener presente los
siguiente:

Divida la palabra en sílaba.

Reconozca la sílaba tónica

Inmediatamente que ha reconocido la sílaba tónica, debe ubicar el que ocupa esta
dentro de la palabra (última, penúltima, antepenúltima, trasantepenúltima).
Con el anterior dato determinarás si es aguda, grave, esdrújula, sobreesdrújula.

Luego de esto debe fijarse en la última letra de la a la b inmediatamente. Aplicar


reglas generales de acento acción estudiada en esta misma lección

Sustente porqué lleva o no la tilde.

El ACENTO

Llamamos acento a la mayor intensidad con que se pronuncia determinada sílaba de


una palabra

Clasificación del acento:

Acento prosódico

Acento ortográfico

Acento diacrítico

A continuación estudiaremos cada uno de ellos en forma independiente.

ACENTO PRÓSODICO

Llamamos acento prosódico a la mayor intensidad acústica con que pronunciamos


una determinada sílaba dentro de la palabra, destacando esa con respecto a las otras
sílabas que la conforman. Ejemplos: panameño, separadas. La sílaba que lleva este acento,
se le denominada sílaba tónica. El acento prosódico lo llevan todas las palabras, pero no
siempre se marca gráficamente.

Clasificación de las palabras

Atendiendo al acento prosódico


Las palabras por razón de su sílaba tónica o acento prosódico se clasifican en:

Agudas: se consideran palabras agudas a todas aquellas que lleven la mayor fuerza
de voz, silaba tónica o acento prosódico en la última sílaba. Ejemplos: perfil, colón, volvió.

Graves: Consideremos palabras graves a todas aquellas que lleven la mayor fuerza
de voz, sílaba tónica o acento prosódico en la penúltima sílaba. Ejemplo: mármol, casa,
césped.

Esdrújulas: son todas aquellas palabras que llevan el acento prosódico en la


antepenúltima sílaba. Ejemplos: cómico, tráeme, pájaro.

Sobreesdrújulas: se les denominan así a todas aquellas palabras que tengan la sílaba
tónica en cualquier sílaba anterior a la antepenúltima sílaba. Ejemplos: tómatelo,
consíguemelo.

CLASIFICACIÓN DE LAS PALABRAS SEGÚN EL ACENTO PROSÓDICO

Según el acento prosódico, que es un acento que tienen todas las palabras, éstas se
clasifican en:

Palabras Agudas: Que son las que llevan el acento en la última sílaba, coma pa-red,
To-más co-mer, etc.

PALABRAS graves O llanas: Las que llevan el acento en la penúltima sílaba, como di-
je-ron, Pa-tria, ár-bol, etc.

En el idioma Español la mayoría de las palabras son graves o llanas. Por eso se ha
dicho que el idioma Español es un idioma grave.

Palabras esdrújulas: Son las que llevan el acento prosódico en la antepenúltima


sílaba, como plá-tano, trán-si-to, di-fí-ciles, etc.

Las palabras que, llevan el acento en la sílaba anterior a la antepenúltima, o sea, la


trasantepenúltima, se llaman sobreesdrújulas; pero como quiera que estas palabras son casi
todas compuestas, no las incluimos en esta clasificación.

OBSERVACIÓN: Conviene insertar aquí algunas de las palabras que el vulgo


generalmente acentúa mal al pronunciarlas. Subrayaremos las sílabas tónicas.

SE DICE: DE DECIRSE:

Peciolo Pecíolo
Cólega Colega

Méndigo Mendigo

Sútil Sutil

Hóstil Hostil

Périto Perito

Cófrade Cofrade

Ópimo opimo

Poligamía Poligamia

Véngamos Vengamos

Hágamos Hagamos

Arístides Aristides

Arquímides Arquimides

Missippi Missippí

Antioco Antíoco

Alcibiades Alcibíades

Milciadas Milcíades

Dinamo Dínamo

Intérvalo Intervalo

7. Comprender el valor semántico del sistema puntuario.

Los signos de puntuación representan las pausas-más o menos prolongadas, según


los casos- y algunas inflexiones de voz que realizamos al hablar.

Los criterios que rigen la puntuación son elásticos, pues básicamente está ligada a la
intención y al estilo de quien la utiliza. De allí las notables diferencias existentes en el modo
de puntuar entre los escritores, en particular.
El moderno Azorín asegura que puntuar es cuestión de psicología, expresa
evidentemente. Varía la puntuación a lo largo del tiempo, como varía no mucho la
sensibilidad. Varía la manera que el hombre tiene de sentir, varía la manera el modo de
expresar ese sentimiento. Cosa curiosa es ver cómo puntuaban los antiguos cómo
puntuamos nosotros. Conviene tener presente lo que dijo un autor francés “cuando se puede
cortar la frase, hay que apresurarse a hacerlo. La más bella frase es la más breve”. Por
razones de claridad convencional, conviene aplicar las reglas de puntuación establecidas por
gramática. A ellas nos referimos en este tema.
Es necesario comprender este valor de la puntuación que debe ser necesaria a la
hora de la elaboración de un texto ya que permite una lectura de manera correcta.

8. Emplear los signos de puntuación para imprimir e interpretar significados.

Cuando empleamos los signos de puntuación en párrafo o un texto notamos que la


idea o mensaje que se plasma denotan una gran diferencia cuando estos no se aplican. en
la comunicación verbal o escrita debemos tener muy en cuenta en aplicarlos ya que al no
hacerlo estaríamos transmitiendo un mensaje errado al que se quiere dar.

Los signos de puntuación facilitan la comprensión de lo que se escribe o se lee.


Además, nos permiten dar la entonación adecuada a la lectura. Las frases y oraciones
pueden alterar el significado y sentido con el sólo cambio de los signos ortográficos.

Los signos de puntuación en su totalidad ayudan a interpretar y a definir las


expresiones de un texto; facilitan la lectura y ayudan a entender la dirección de las palabras.

Los diferentes tipos de puntuación son:

■ La coma. Representa una breve pausa, ya sea cuando se lee en voz alta o al escribir;
también se utiliza para enumerar palabras, separar oraciones con un mismo sentido y
separar expresiones como: estos es, es decir, por consiguiente.

■ El punto y coma. Se utiliza para hacer una pausa mayor que la coma, separa oraciones
que están precedidas por una coma y separar enunciados que puedan tener significados
diferentes.

■ El punto. Dentro de los usos del punto se pueden destacar tres acciones:

• Punto y seguido. Separa oraciones dentro de un mismo párrafo.

• Punto y aparte. Señala el final de un párrafo.

• Punto final. Señala el fin de un texto.

■ Los dos puntos. Detienen el discurso para centrar la atención en lo que sigue. Si se
redacta una carta, los dos puntos se ponen en el saludo; también antes de enumerar algo o
alguna cita textual.
■ Signos de interrogación. Son utilizados para preguntas y deben ir al principio y al final
de la interrogativa.

■ Signos de admiración. Se utilizan en oraciones que son imperativas o exclamativas.

■ Paréntesis. En cuestiones de diálogos, sirve para saber las intervenciones de cada uno
de los personajes. También se utilizan para aislar aclaraciones; datos, páginas, fechas,
países o añadir alguna cantidad ya sea en número o letra.

■ Puntos suspensivos. Se usan cuando se deja una oración incompleta; para indicar
alguna duda, inseguridad o temor dentro de una oración, o cuando se deja incompleta una
enumeración.

■ Las comillas. Se utiliza en texto con índole investigativo, cuando se quiere citar algo al
pie de la letra o se quiere resaltar con algún sentido irónico y para indicar que otra palabra
pertenece a otro idioma.

En conclusión, los signos de puntuación deben respetarse, sin abusar de su uso,


puesto que si se utilizan de forma errónea se puede cambiar el sentido de la oración. Se
recomienda que antes de publicar algún trabajo o texto de divulgación, se revise la
puntuación del mismo para evitar malos entendidos en la redacción.

9. Identificar las normas de uso de la mayúscula.

El uso de las mayúsculas es una de las cuestiones más controvertidas de la ortografía


española. La Ortografía de la lengua española (2010) señala que el empleo de las
mayúsculas tiene que tener en cuenta diversos factores como, por ejemplo, el tipo de texto
que se esté escribiendo, el contexto del mismo o la intencionalidad del escritor. Como norma
general, la escritura en español usa la letra minúscula. No obstante, es posible encontrar
algún texto escrito íntegramente en mayúsculas, así como frases sueltas o palabras.

El empleo de la mayúscula no exime de poner la tilde cuando así lo exijan las reglas
de acentuación. Únicamente las siglas, que se escriben enteramente en mayúsculas, no
llevan nunca tilde.

Veamos algunas normas o reglas del uso de la mayuscula:

- La primera palabra de un escrito y después de punto seguido o aparte.


- Después de dos puntos, cuando se citan palabras textuales.
- A continuación del saludo de las cartas.
- La primera palabra que sigue al signo de cierre de interrogación (?) o
exclamación (!); a no ser que lleve coma.
- Los nombre, apellidos, sobrenombres y apodos de personas.
- Los nombres propios de animales y cosas.
- Los artículos y adjetivos que forman parte del nombre propio.
Estas son unas de las principales normas para el buen uso de la Mayúscula.
10. Aplicar con rigurosidad las normas de uso de la mayúscula.

En este punto y de acuerdo con todo lo que he venido investigando y analizando es


muy importante y necesario el uso riguroso de las normas del uso de la mayúscula, ya que al
ser aplicadas a los textos, párrafos o escritos permite una buena lectura y entendimiento de
lo que se quiere plasmar, de allí lo necesario revisar muy detenidamente cualquier escrito
antes de ser publicado.
Durante este recorrido sobre la escritura, la comunicación, el texto y el uso de los signos de
puntuación juegan un papel importante, ya que debe predominar la disciplina en la ortografía
lo que hará el texto entendible.
11. Identificar los aspectos orto-tipográficos a los que se deben atender en la
construcción de un texto escrito.
Para identificar los aspectos ortotipográficos para la construcción de un texto escrito es
necesario primero definir qué es la ORTOTIPOGRAFÍA.

Podemos definirla como conjunto de reglas de estética y escritura tipográfica que se


aplican a la presentación de los elementos gráficos, como bibliografías, cuadros, poesías,
índices, notas de pie de página, citas, citas bibliográficas, obras teatrales, aplicación de los
distintos estilos de letra (redonda, cursiva, versalita, así como las combinaciones de unas y
otras). Algunas de estas reglas, sin embargo, suelen ser parte de lo que se llama más
propiamente estilo editorial, así como del diseño editorial, ya que pueden variar de una
publicación a otra; la ortotipografía concreta su aplicación desde un punto de vista
ortográfico y tipográfico. Es básicamente el conjunto de normas para escribir en una
determinada lengua, ya sea de una forma manual o tipográficamente. Y por tipografía
entendemos el diseño de los tipos y de cómo se combinan para transmitir mensajes escritos.

Uno de los aspectos es que se encarga de todo lo relacionado con el uso de los
signos de puntuación, de las mayúsculas y minúsculas, de la utilización de las cursivas o las
negritas, de cómo diferenciar las citas o los diálogos, o de cómo y en qué casos utilizar
signos como los diferentes tipos de comillas, los paréntesis o los corchetes.
A la hora de construir un texto debemos tomar en cuenta estos aspectos que le darán
al escrito claridad.

● Funcionalidad
● Legibilidad
● Estética
● Proporción
● Coherencia

Estos principios son de obligatorio cumplimiento para una buena redacción.


12.Valorar los aspectos tipográficos como herramientas que aportan significado a los
textos.

Cuando nos referimos a la valoración de los aspectos tipográficos como herramienta


principal para el significado de los textos, podemos indicar que son muy necesarios ya que el
buen uso del mismo generan un mensaje claro y preciso de cualquier escrito.

Cuando un texto, un párrafo o un mensaje cumplen con todas estas normas el


receptor percibe de manera legible dicho mensaje indicado en el texto.

Como estudiante de Comunicación Social es muy importante tener el conocimiento


claro de todas estas reglas tanto del saber leer, escribir y redactar para que el emisor
entienda claramente lo que se quiere informar o comunicar.

Alrededor de la comprensión lectora:

1. Definir el leer como un acto fundamentado en la comprensión.

Leer y lectura, verbo y sustantivo, en la dimensión conceptual o en la feno–


menológica, pueden entenderse de una manera simplificada o compleja, no sin
consecuencias. Universalizar concepciones sobre la lectura, basadas en el acto de
decodificación y comprensión, implica reducirla a un solo aspecto y soslayar su complejidad,
pues al sustraerla de las condiciones subjetivas, culturales, sociales e históricas contenidas
en las representaciones y prácticas sociales de lectura de los diversos objetos escritos, no
se favorece el análisis cabal que fundamente y explique el fenómeno y con ello, se limita la
construcción o innovación de conocimiento al respecto. Así, se impide también el avance
epistemológico de las disciplinas vinculadas con el estudio teórico–metodológico de la
lectura y la formación de lectores y, por consecuencia, poco se aporta a la renovación de las
instancias que producen, organizan y distribuyen los objetos escritos, así como de las que
pretenden estudiar y evaluar las capacidades y los comportamientos lectores.

El término leer se puede entender de diferentes formas, aunque en el sentido más


amplio de la palabra, leer significa interpretar y comprender los mensajes escritos. Sin
embargo, cuando un niño de 5 años aprende y aplica la correspondencia entre las letras y
los sonidos, decimos que ya sabe leer.

Por tanto, leer también se refiere a decodificar lo que pone en una serie de signos
gráficos aunque no lleguemos a comprenderlo. Por ejemplo, fraolidu cor palinta también
sería leer, pero… ¿has elaborado algún mensaje en tu cerebro?

En general, el aprendizaje de la lectura pasa por dos fases muy bien diferenciadas. La
primera es cuando aprendemos la correspondencia entre letras y sonidos, lo cual nos
permite empezar a decodificar sílabas y palabras.

A ese momento le llamamos etapa alfabética y consiste en aplicar una lectura


fonológica, basada en reconocer las letras, buscar el sonido que les corresponde y
ensamblar todos los sonidos para pronunciar la palabra.

Por tanto, hablamos de la etapa de adquisición del código o principio alfabético, una
etapa de suma importancia porque es cuando edificamos los cimientos de nuestra nueva
habilidad “la lectura”.
Sin embargo, aunque normalmente decimos que el niño con 6 años ya sabe leer, la
lectura aún le supone un esfuerzo mental tan elevado que impide la comprensión total del
mensaje. Es decir, el lector inicial emplea todo su esfuerzo simplemente en decir lo que pone
en esos signos escritos.

2. Identificar los niveles de comprensión lectora.

El nivel de comprensión lectora es el grado de desarrollo que alcanza el lector en la


obtención, procesamiento, evaluación y aplicación de la información contenida en el texto.
Incluye la independencia, originalidad y creatividad con que el lector evalúa la información.

Ahora bien, teniendo en cuenta la comprensión como un pro- ceso de interacción entre el
texto y el lector, Strang (1965), Jenkinson (1976) y Smith (1989) describen tres niveles de
comprensión.

Nivel de comprensión literal

En este nivel, el lector reconoce las frases y las palabras clave del texto. Capta lo que el
texto dice sin una intervención muy activa de la estructura cognoscitiva e intelectual del
lector.

Corresponde a una reconstrucción del texto que no ha de considerarse mecánica;


comprende el reconocimiento de la estructura base del texto.

Lectura literal en un nivel primario. Se centra en las ideas e información que están
explícitamente expuestas en el texto por reconocimiento o evocación de hechos. El
reconocimiento consiste en la localización e identificación de los elementos del texto, que
pueden ser:

• De ideas principales: la idea más importante de un párrafo o del relato.


• De secuencias: identifica el orden de las acciones.
• Por comparación: identifica caracteres, tiempos y lugares
explícitos.
• De causa o efecto: identifica razones explícitas de ciertos sucesos o acciones.

Lectura literal en profundidad. En este nivel, el lector efectúa una lectura más profunda,
ahondando en la comprensión del texto, reconociendo las ideas que se suceden y el tema
principal.

Nivel de comprensión inferencial

Este nivel se caracteriza por escudriñar y dar cuenta de la red de relaciones y


asociaciones de significados que permiten al lector leer entre líneas, presuponer y deducir lo
implícito.

Es decir, busca relaciones que van más allá de lo leído, explica el texto más
ampliamente, agrega informaciones y experiencias anteriores, relaciona lo leído, los
conocimientos previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta del nivel inferencial es
la elaboración de conclusiones.

Este nivel de comprensión es muy poco practicado por el lector, ya que requiere de
un considerable grado de abstracción. Favorece la relación con otros campos del saber y la
integración de nuevos conocimientos en un todo.

Este nivel puede incluir las siguientes operaciones:

• Inferir detalles adicionales que, según las conjeturas del lector, pudieron haberse
incluido en el texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente.
• Inferir ideas principales, no incluidas explícitamente.
• Inferir secuencias sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera
terminado de otra manera.
• Inferir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o
caracteres y sus relaciones en el tiempo y el lugar. Se pueden hacer conjeturas sobre
las causas que indujeron al autor a incluir ciertas ideas, palabras, caracterizaciones,
acciones.
• Predecir acontecimientos sobre la base de una lectura inconclusa, deliberadamente
o no.
• Interpretar un lenguaje figurativo, para inferir la significación literal de un texto.

Nivel de comprensión crítico

A este nivel se le considera el ideal, ya que en él el lector es capaz de emitir juicios


sobre el texto leído, aceptarlo o rechazarlo, pero con argumentos. La lectura crítica tiene un
carácter evaluativo, en el que interviene la formación del lector, su criterio y conocimientos
de lo leído.

Dichos juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad, probabilidad.


Los juicios pueden ser:

• De realidad o fantasía: según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean o
con los relatos o lecturas.
• De adecuación y validez: compara lo que está escrito con otras fuentes de
información.
• De apropiación: requiere de evaluación relativa en las diferentes partes para
asimilarlo.
• De rechazo o aceptación: depende del código moral y del sistema de valores del
lector.

3. Aplicar estrategias para la comprensión lectora.

Leer es leer. Entendiendo que cada letra emite un sonido y que estos pueden
mezclarse para hacer sonidos enteros, esto es precisamente lo que da forma al significado
de las palabras que luego intercambiamos entre nosotros. El acto de leer, en el sentido
natural de la palabra, no cambia cuando leemos un texto de un área de contenido concreta,
esto solo ocurre en algunas ocasiones.

Ahora bien, para lograr comprender una lectura es necesario detallar algunas
estrategias en el cual mencionamos a continuación.

1. Vuelve a leer el texto

Normalmente al leer un texto por primera vez nos quedaremos con la idea principal.
Si luego queremos profundizar, volver a leerlo es una de las mejores opciones ya que
cuando sabemos de qué trata, los detalles que en un principio pudimos pasar por alto serán
mucho más obvios tras la segunda lectura.

2. Usa tu conocimiento previo

La información que vamos aprendiendo en el transcurso de nuestra vida puede


resultarnos de mucha ayuda para afrontar nuevas situaciones. De igual modo, cuando
vayamos a leer un texto, estos conocimientos previos son de suma importancia pues pueden
facilitar la comprensión del mismo.

3. Lee entre lineas, usa las pistas del contexto

Cuando nos encontramos inmersos en la lectura de un texto y tenemos problemas


con el significado de una palabra pero no disponemos de herramientas para averiguar su
significado, debemos fijarnos en las partes del texto que la rodean. De esto precisamente es
de lo que hablamos cuando nos referimos a ‘las pistas del contexto’. Este método consiste
en la comprensión de una palabra cuyo significado desconocemos ubicándola en contexto
con el resto del texto. Debemos ser capaces de leer entre líneas, al final todo se basa en
emplear la lógica.

4. Piensa en voz alta

Todo adquiere mayor sentido cuando lo decimos en voz alta puesto que es mucho
más sencillo entender algo cuando se explica mediante la voz en lugar de leyendo para uno
mismo. Si leemos algo y resulta que no lo hemos comprendido por completo, repetirlo en voz
alta es una idea a tener en cuenta.

5. Haz un resumen

Cuando terminamos de leer puede que alguno de los detalles no hayan quedado del
todo claros. En este caso reunir los datos más importantes del texto tales como los
personajes, el motivo, los problemas, los resultados… puede servir como ayuda para llenar
esos pequeños huecos argumentales que no quedaron completamente claros durante la
primera lectura.

6. Ubica las palabras claves


Afrontar un texto no es una tarea fácil. Ponerse a escribir sin seguir ningún tipo de
estructura o sin tener en cuenta los elementos que forman parte del relato narrativo sería un
error. Normalmente los escritores colocan palabras claves, palabras que se repiten a lo largo
del texto y que ayudan al lector a prestar mayor atención de manera inconsciente en eso que
el autor quiere remarcar. Ubicar esas palabras clave puede resultar de gran ayuda para la
comprensión del texto.

7. Haz predicciones

Algo que siempre está en nuestra mente es la expectativa, expectativa ante cualquier
cosa. Hacer predicciones de cómo terminará el texto nos ayudará a involucrarnos en el
mismo.

8. Visualiza

Una idea que verdaderamente puede ayudarnos a la hora de comprender un texto es


crear nuestras propias imágenes mentales de eso que estamos leyendo.

9. Organizadores de texto

A la hora de estudiar o comprender un texto de mayor extensión, los organizadores


de texto pueden convertirse en nuestros mayores aliados. Puede que los conozcamos como
mapas conceptuales, algo muy parecido a un resumen del texto pero más ordenado. En
estos mapas tomaríamos los datos más relevantes los cuales uniríamos mediante
conexiones con sus respectivos conceptos. Si existe alguna relación entre un concepto y
otro, resulta muy positivo hacer una conexión entre ellos o una jerarquía que ayude a ver de
una manera gráfica cómo uno afecta al otro y viceversa.

10. Evalúa lo aprendido

Una vez hayamos leído el texto en cuestión, verificar si lo hemos entendido todo o si
por el contrario existen partes que nos hayan costado más, es muy importante para lograr
una total comprensión del texto. Si existe algo que no haya quedado del todo claro y somos
conscientes de ello desde un principio, es mucho mejor percatarse de ello a tiempo para
poder corregirlo.

11. Cuestiona el texto

A medida que vayamos leyendo debemos tomarnos el tiempo que sea necesario para
cuestionar el contenido. Realizar preguntas acerca de lo que estamos leyendo nos ayudará
a comprender su planteamiento al mismo tiempo que puede proporcionarnos una nueva
perspectiva. Si nos cuestionamos eso que hemos leído, seremos capaces de interpretar
mucho mejor el relato.

12. ¡Para!

No somos máquinas por lo que de la misma manera que nuestros músculos se


cansan después de realizar una actividad física, nuestros ojos y nuestra mente también
pueden sentir ese cansancio. Tras largos periodos de tiempo leyendo sin apenas descanso,
lo más probable es que nuestra compresión y atención disminuyan considerablemente. Lo
más aconsejable en estos casos es parar y tomar un descanso realizando otro tipo de
actividad que nada tenga que ver con la lectura.

13. Monitorea y repara tu entendimiento

Como lectores tenemos que estar concentrados en eso que estamos leyendo
poniendo toda nuestra atención en el relato para poder comprender su argumento. Si se
diese el caso de que no acabamos de entender lo que hemos leído, debemos parar e
intentar reparar esa falta de entendimiento. Podemos comenzar por releer eso que no ha
quedado del todo claro y si todavía tenemos dificultades siempre podemos buscar
soluciones alternativas como pedir ayuda a alguien que sí entienda el contenido del texto.

14. Parafrasea

Una excelente idea que podemos llevar a cabo cuando no tenemos muy claro algún
concepto de un texto, es tratar de repetir eso que acabamos de leer pero empleando
nuestras propias palabras.

15. Toma apuntes

Los apuntes son una parte importante del aprendizaje puesto que nos sirven de repaso.
Sirven para ubicar los puntos importantes del texto y para organizar la estructura del mismo.
Unas notas realizadas a mano nos ayudarán a tener las ideas mucho más claras y
ordenadas.

16. Ajusta el ritmo en el que lees

Es muy probable que cuando comencemos a leer un texto vayamos mucho más
rápido pero conforme avancemos en el relato el ritmo de lectura disminuya ya que nuestra
mente se cansa antes. Llegados a este punto no debemos agobiarnos, la comprensión es
más importante que la velocidad. Aquí el que comprende gana.

17. Ten prioridad por alguna información

Este es un punto importante ya que en algunas ocasiones los autores además de dar
a conocer la idea principal de su relato también mencionan una serie de detalles que de una
forma u otra sirven para complementar la idea principal aunque no sean del todo relevantes
para su comprensión. Esto puede terminar confundiendo al lector y para evitar que esto
suceda, cuando nos encontremos ante un texto bastante extenso y lleno de información, lo
más aconsejable es que nos centremos en buscar lo que nos interesa y una vez hayamos
comprendido la idea principal pasemos a prestar mayor atención a los pequeños detalles.

18. Proponte un objetivo como lector

Para muchos leer resulta apasionante y para otros es simplemente una actividad más.
Lo que sí que es un hecho que puede afectar tanto a ávidos lectores como a personas que
dediquen menos tiempo a la lectura, es que a la larga leer por leer no resulta nada
placentero. Lo mejor que podemos hacer para no acabar hastiados por la lectura es
marcarnos una serie de objetivos, escoger temas que nos interesen y saber cuándo tomar
un descanso.

19. Conexiones textuales

Para tener una mayor comprensión del texto no es suficiente con leerlo. También es
necesario detectar relaciones dentro del propio relato en el caso de que éste fuera bastante
extenso. Los conectores ayudan mucho para llevar a cabo esta labor puesto que nos pueden
resultar muy útiles a la hora de obtener una comprensión integral de lo que estamos
leyendo.

20. Haz una lectura rápida

Una manera sencilla de interpretar y conocer la idea principal de un texto en un primer


momento, es realizando una lectura rápida y superficial que sirva para obtener una idea
general de lo que ocurre en la historia.

21. Para, Resúme, Pregunta

Una vez hayamos concluido la lectura, debemos hacer tres cosas que nos servirán
para averiguar si hemos entendido el texto en cuestión. Estos tres pasos consisten en
detenerse a reflexionar lo que acabamos de leer, hacer un pequeño resumen del contenido y
finalmente pasar a plantearnos una serie de preguntas en relación al argumento. Esto se
traduce en una mejor comprensión del texto puesto que durante su lectura hemos buscado
soluciones para entender eso que un principio no acabábamos de ver con claridad.

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