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INTRODUCCION

Las organizaciones son la expresión de una realidad cultural, que están llamadas a vivir en un mundo
de permanente cambio, tanto en lo social, político, económico, tecnológico y ecológico; esa realidad
cultural refleja un marco de valores, creencias, ideas, sentimientos y voluntades dentro de éstas.
Es de vital importancia que las empresas diseñen estructuras más flexibles al cambio y que este
cambio se produzca como consecuencia del aprendizaje de sus miembros. Esto se logra con una
cultura organizacional dinámica que sirva de marco de referencia a los miembros de la organización
y a la vez de las pautas acerca de cómo se debe actuar con responsabilidad social.
En estas últimas décadas muchos autores han venido trabajando con empeño, sobre la cultura
organizacional y la responsabilidad social empresarial y es necesario aplicar estos conocimientos en
las pequeñas empresas.
Las organizaciones operan para alcanzar metas que les den ventajas frente a sus competidores; sin
embargo, no sólo se dirige para generar ganancias o productos, sino también para crear un personal
consiente y motivado, logrando de esta manera un progreso para la empresa y para su Recurso
Humano. En este sentido el modelo de negocio se transmite por medio de la Cultura Organizacional,
misma que conlleva la forma de interactuar del personal; observando la misión, visión, objetivos,
valores y actitudes predominantes dentro de la misma, así como las aspiraciones de cada uno de los
trabajadores y su relación directa con el cumplimiento de los objetivos dentro de la empresa,
conformando así la identidad de la propia organización. Ahora bien, considerando que el objetivo
esencial de la empresa cuando decide implementar estrategias basadas en la Responsabilidad Social
debe ser el de promover la contribución al desarrollo sostenible incluyendo el bienestar de sus grupos
de interés, podemos determinar cómo ésta debe tener de referente a la Cultura Organizacional como
un atributo fundamental.
Según Gallo (2000), la responsabilidad social de una empresa es de dos tipos Interna y Externa. La
principal responsabilidad social de una empresa de negocio es la de cumplir con los fines que le son
propios: poner a disposición de la comunidad los productos objeto de su actividad, crear riqueza,
promover el desarrollo humano de las personas que en ella trabajan y garantizar su continuidad como
empresa.
La cultura organizacional es uno de los pilares fundamentales para apoyar a todas aquellas
organizaciones que quieren hacerse competitivas. Por ello, el punto central alrededor del cual gira el
artículo, es el estudio de la cultura organizacional y la responsabilidad social en el contexto social de
las Instituciones.
Progresivamente, un mayor número de empresas son conscientes de que pueden contribuir al
desarrollo sostenible orientando sus operaciones con el fin de favorecer el crecimiento económico y
aumentar su competitividad, al tiempo que garantizan la protección del medio ambiente y fomentan
la responsabilidad social, incluidos los intereses de los consumidores. La gestión empresarial
socialmente responsable implica considerar los intereses de los diversos grupos con los que se
relaciona, y no sólo los de los accionistas.
Por otro lado, la empresa tiene la responsabilidad subsidiaria de acudir cooperando con otras
instituciones, a resolver los deterioros del bien común.
Dentro de las empresas, las prácticas responsables en lo social afectan en primer lugar a los
trabajadores y se refieren a cuestiones como la inversión en recursos humanos, la salud y la
seguridad y la gestión del cambio.
La responsabilidad social se extiende también hasta las comunidades locales y el medio ambiente,
abarca también la integración de las empresas en su entorno local, contribuyendo al desarrollo de las
comunidades en que se insertan, proporcionando puestos de trabajo, salarios y prestaciones, e
ingresos fiscales. Por otro lado, las empresas dependen de la salud, la estabilidad y la prosperidad de
las comunidades donde operan.

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