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PROBLEMAS DE HISTORIA DEL SIGLO XX

Panorama de América Latina y la Argentina en el tránsito de un siglo a otro

Semana II: jueves 25/03 al 31/03

Panorama de América Latina y la Argentina en el tránsito de un siglo a otro

Lecturas:

 Hobsbawm, E., La era del imperio (1875-1914). Barcelona, Labor, 1990. Cap. 6.

 Romero. L. A. Breve historia contemporánea de la Argentina, 15-45

Foro:

Panorama de América Latina y la Argentina en el tránsito de un siglo a otro

Estimad@s

Para el presente foro la idea es que, haciendo foco en la idea de “liberalismo político”, puedan establecer
relaciones entre el contenido de los dos textos que tienen como lectura indicada para esta semana (Las naciones y el
nacionalismo, de Hobsbawm, y 1916, de Luis Alberto Romero). De esta forma podremos observar si los cambios
acontecidos en Europa, hacia fines del siglo XIX, nos permiten comprender la estructuración de Argentina durante este
período.

Por otro lado, deberán realizar una breve redacción en la que expliquen de qué forma el contexto social, económico y
político de Argentina; en el período que se extendió entre 1880 y 1916; fue funcional a los fines de que nuestro país se
insertara en el mercado internacional, como una “potencia” agroexportadora (hacer foco en la idea de “liberalismo
económico”)

En este Foro todos deberán resolver, de manera sintética, ambas consignas

Adjunto un breve video con algunas explicaciones generales:

https://www.youtube.com/watch?v=Agj1ngSJCGk&feature=youtu.be

Rta: Teniendo en cuenta que el Liberalismo tiene como base ser un sistema ideológico que establece como única
verdad, que los Estados no deben interferir en el desarrollo económico y que cada Estado debe dedicarse a aquello que
le es fácil producir; podemos trazar la relación en ambos textos. En el caso de Gran Bretaña fue a través de la
manufactura y compraba a países jóvenes, como Argentina, la materia prima que estos producían para luego venderles
los productos manufacturados. La división internacional del trabajo, tenía como eje el sostenimiento del status quo de la
economía para quienes lideraban los estados. A partir del 1870, las masas comenzaron a buscar su voz política ya que
no tenían ningún tipo de representación, paulatinamente inició el cambio bajo la lupa de quienes poseían el poder y no
querían perderlo. Por lo tanto, se buscó someter a la masa a una identidad común que podía ser obedecida, logrando
que cualquier movimiento insurreccional fuera tomado en cuenta como un atentado a la identidad nacional. Para
Argentina, que en 1853 ya había sancionado su Constitución pero que aún no había logrado la identificación de la
población con el Estado, se debían suprimir todas las identidades locales o particulares mediante la presencia estatal en
la educación. Fue en la enseñanza de un lenguaje en común, de historia y creencias que se afianzó el sentimiento
nacional. La exacerbación de este sentimiento llevó al nacionalismo extremo y con este a la xenofobia, ya que le
adjudicaban los resentimientos a los extranjeros.

La situación en Argentina en 1880, luego de varias décadas de conflictos civiles, era la de un país que se encontraba
bajo el dominio político económico de los terratenientes y las masas se encontraban segregadas de toda representación.
Los sectores dominantes estaban muy interesados en afianzar el modelo basado en la división internacional del trabajo,
que situaba a nuestro joven país en el mercado agroexportador, especializado en la producción de materia prima, la cual
vendían principalmente a Inglaterra por un precio menor al que pagaban al adquirir productos manufacturados. Esta
política llevó a Argentina a un déficit y se debió solicitar préstamos para solventarlo, creando a largo plazo un gran
desequilibrio. Parte de los préstamos recibidos fueron utilizados para unir al territorio a través de carreteras, el
ferrocarril y puertos. Se necesitó más mano de obra (modificando la política inmigrante) y esta provino del sur de
Europa. Los campesino que habían llegado al país en búsqueda de intentar “hacerse la América”, huyendo de la gran
depresión que atravesaban en Europa, impulsaron a base de sus vivencias y creencias (anarquistas, socialistas, etc.) que
las masas se unieran buscando representación política. Inicialmente el sector oligarca intentó frenar el movimiento
heterogéneo de las masas luego de una serie de huelgas y el atentado en el Teatro Colón, buscaron mediante una serie
de medidas expulsar a los extranjeros que atentaban contra la frágil estabilidad nacional. De esta forma buscaron un
nexo que unía a todos los ciudadanos con el Estado, creando una Identidad Nacional contra la subversión y la disidencia.
La identidad fue afianzada mediante el lenguaje y gracias a la presencia del Estado en varios organismos como la
educación o el servicio militar obligatorio. En este contexto se promulgó la Ley Sáenz Peña del voto universal, secreto y
obligatorio, que desembocó en 1916 en la elección del primer presidente radical Hipólito Yrigoyen.

PARA TENER EN CUENTA!!!

A finales del siglo XIX, Europa vive el proceso de transformación, la democratización de la política a través de sus
procesos electorales desemboca en una serie de transformaciones sociales, que la misma política modifica para poder
encauzar y obtener así un consenso para consolidar el poder.

Aunque no es un término que nació a fines del siglo XIX, el concepto de nacionalismo se hizo muy fuerte para poder
homogeneizar a las distintas culturas que habitaban un mismo territorio.

Sabemos que por estado nos referimos a una nación jurídicamente organizada, pero ¿qué pasa cuando en un mismo
territorio tenemos diferentes etnias, idiomas y costumbres? se podría decir que tenemos varias naciones en un mismo
estado. Esto podría ocasionar ciertos conflictos internos. Estas situaciones eran moneda corriente en la Europa
occidental de finales de siglo XIX. El poder político necesitaba afianzar su poder para su permanencia, aquí es cuando
empieza a tomar fuerza el Nacionalismo, devenido de un antiguo termino, el patriotismo, que, por ejemplo, para la
España del siglo XVIII, patria era la aldea o a lo sumo la región que uno habitara, el termino patria se empieza a adoptar
en el principio del siglo XX.

Una herramienta fundamental para el afianzamiento del nacionalismo fue la educación primaria pública. Esta educación
lo que hacia era inculcar una emoción hacia el “sentido patriótico” a través de los contenidos dados. De esta manera el
nacionalismo lo que hacia era dar sentido de pertenecía. Uno de estos contenidos brindados era el lenguaje. Se
enseñaba un lenguaje “oficial” dejando así desterrados los idiomas que quizás carecían de contenido escrito y solo se
aprendían de manera verbal.

Este Nacionalismo de estado para profundizar el arraigo y el “sentir nacional” era un arma de doble filo, ya que por un
lado concentraba y movilizaba a una parte de la población, a otra la alienaba. Esto por su puesto trajo conflictos y
modificaciones a los adoctrinamientos estatales.
Argentina como estado no se iban a quedar afuera de estos cambios, a finales del siglo XIX las elites que dominaban el
poder político necesitaban de mano de obra para poder generar mas ingresos, por eso para el año 1880 se levantaron
las restricciones para la inmigración. Esto trajo un crecimiento exponencial de habitantes. El tema es que estos
inmigrantes no se interesaban en nacionalizarse ni mucho menos, muchos de ellos buscaban hacer fortuna aquí para
después retornar a sus países con las ganancias obtenidas.

Esto claramente no le convenia a la clase política argentina, que después de la conquista de desierto, de la ampliación de
vías férreas o de la introducción del frigorífico, necesitaba cada vez más poblar el país. Al igual que en Europa occidental,
se recurrió a establecer la educación pública, primaria y laica. Con las mismas intenciones que los europeos,
homogenizar la nación bajo un mismo idioma y sentir nacionalista.

Pero este nacionalismo se transformó, al igual que en Europa en una xenofobia, las elites dominantes tenían un sistema
electoral tan corrupto que desmotivaba a cualquiera que quiera hacer política. Estas clases oligarcas, proponían la
“Argentinidad”, una manera de separarse de los inmigrantes, pero también de aquellos argentinos que no venían de
tradición patricia. Los males del país se pueden atribuir en buena parte a esta clase oligarca que era conformista y no
tenía intención de progreso mas que para llenar sus bolsillos. La Xenofobia nombrada anteriormente se ve reflejada
cuando las clases altas dicen que los males de la nación se dan solo por los malos inmigrantes que no valoran los que
Argentina les ofreció.

De esta manera podemos ver como se dan, tanto en Europa occidental como en Argentina de finales del siglo XIX y
principio del XX conceptos muy parecidos en cuanto al nacionalismo impuesto a las naciones existentes en los estados.
Ambos con resultados similares, xenofobia de parte de las clases dominantes y organización y/o levantamientos
(armados y civiles) por parte de las clases bajas.

Punto Dos:

Para finales del Siglo XIX y principios del siglo XX, Europa occidental tenía un nuevo rumbo económico, el liberalismo.
Argentina que desde la revolución de mayo empezó a tener una fuerte relación económica con gran bretaña, una gran
potencia comercial de la época. Para el año 1880, Gran Bretaña ve en argentina un país donde se podía invertir con bajo
XX, Europa riesgo y alta rentabilidad, es así que los británicos financian miles de kilómetros de vías de ferrocarril y
puertos comerciales. Estas inversiones hicieron que argentina, un país de unos 2 millones de habitantes
aproximadamente, crezca exponencialmente gracias a la inmigración, que iba a ser la mano de obra para construir y
trabajar la tierra. Argentina tenia como principal actividad la cría ovina en la zona pampeana, pero estas inversiones
trajeron un gran avance y permitieron el ingreso a gran escala de la agricultura y la ganadería, corriendo la producción
ovina hacia la Patagonia después de la conquista del desierto. Un factor clave era la buena calidad del suelo de la pampa
húmeda, que le permitía a los dueños de la tierra a elegir que tipo de producción iban a hacer en el año, por ejemplo, un
año plantaban trigo y al otro podían utilizar ese mismo suelo para la cría de bovinos.

Las clases dominantes que tenían la posibilidad de adquirir tierras a bajo costo, sobre todo en el área del litoral, hacían
que se generen centros urbanos para que subiera el precio de las propiedades y así arrendar los campos para
productores de menos recursos.

Esta explosión agraria permitió a la argentina ser una potencia agroexportadora mundial, convirtiéndose a principios del
siglo XX en la principal productora de trigo y lino y entre las primeras de carne congelada y enlatada.

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