Está en la página 1de 17

YOONMIN

YOONGI

-No se si pueda hacerlo, esto... siento que perderé la cabeza si... yo... yo tengo
la culpa ¿verdad? – dice mi madre su cuerpo comenzando a temblar ante mi.

Y me siento tan impotente.

No saber que hacer es tan horrible.

-Mamá – digo de pronto, la mirada de mi madre cayendo sobre la mía – yo


me haré cargo.

-Yoongi no – ella se acerca a mi, sus manos yendo hacia mis mejillas
acariciando suavemente mi piel – estas estudiando hijo, no puedo...

-Deje la universidad y... los profesores me dijeron que no me habían


recomendado para ningún trabajo, creo que de todos modos no era lo mío
mamá – murmuro, la mirada de mi madre estando fija en la mía.

-Yoongi no...

-Asumiré el mando de la empresa – sonrío hacia ella tratando de hacerla


sentir bien – no te preocupes mamá... todo estará bien.

Mi madre comienza a llorar, mis brazos envolviéndola no queriendo ya verla


sufrir, ya no.

Ya no.

Una vez que mi madre queda dormida tomo mi celular en mis manos
comenzando a escribirle al director de la universidad.

Yoongi: Muchas gracias por ofrecerme el trabajo en Bohyunsan Optical


Astronomy Observatory director Oh, pero no voy a poder tomarlo, gracias
por tomarme en cuenta.

Coloco mi celular en silencio guardándolo en los bolsillos de mis pantalones,


mi mirada cayendo sobre el cuerpo de mi madre sobre la cama, su rostro
siendo más pálido que antes, su cuerpo más delgado, y es que en este último
mes ah sido un infierno para ella.

No dejaré que pase por eso.

No más.

Respiro profundamente mis manos volviéndose puños sobre mi regazo y


solo...

Solo quiero que acabe.

Por eso no pienso cuando salgo de la casa y voy hacia aquellos edificios, una
vez que mi auto se detiene entro en el edificio caminando por los pasillos
mis manos comenzando a temblar debido a la ira que tengo adentro, mi voz
estando estancada en mi garganta, y solo quiero...

Toco la puerta esperando a que abran, y cuando lo hacen me encuentro con


sus ojos, su rostro estando pálido, y simplemente no ayuda que parezca igual
de mal que mi madre, estoy apunto de darme la vuelta y no hacer nada pero...

-¿Que hiciste...? – sollozo tomando el cuerpo de mi madre del suelo, la


sangre saliendo a chorros de sus muñecas, su cuerpo sintiéndose frío,
sintiéndose...

Sin vida.

No, no, no, no...

-¡MIRIAM! – grito tomando el rostro de mi madre entre mis manos, mis


rodillas manchándose por la sangre que hay en el suelo.

La sangre de mi mamá...

Mi mamá...

-¡MIRIAM JODER, ALGUIEN LLAME A LA MALDITA AMBULANCIA!


– grito sintiendo mi garganta desgarrarse, pasos apresurados llegando a la
habitación de mi madre.

-¿Señor Yoongi...?

Miro sobre mi hombro, el rostro de Jimin apareciendo ante mi, el se acerca


a mi sus ojos abriéndose como platos al ver el cuerpo de mi madre, mis
manos estando manchadas de sangre.

-Llama a la...

-Ahora mismo – dice Jimin comenzando a marcar en un celular, mi


mirada cayendo sobre el cuerpo de mi madre.

Pasan solo dos minutos y la ambulancia llega llevándose a mi madre, subo


con ella a la ambulancia mis manos temblorosas buscando mi celular
tratando de contactar a Hoseok, pero todas las llamadas van al buzón de
voz, mis manos yendo hacia mi cabello jalando los mechones con fuerza,
cierro mis ojos las lágrimas resbalando por mis mejillas, sintiendo que de
pronto es mucho para mi.

Todo se me viene encima y no puedo, ya no puedo sostenerme, es mucho


peso sobre mis hombros y solo...

¿Hoseok donde estas?

¿Donde estas hermano?

Siento que estoy cayendo y necesito que alguien me sostenga, necesito a mi


hermano...

Lo miro fijamente, la ira haciéndose cargo de mi, solo dejando que tome el
control porque...

Pedí tantas veces ayuda y nadie vino por mi ¿por que no dejar que pase lo
que tanto temí que sucediera entonces?

Al fin y al cabo, es su culpa...


-Todo es tu maldita culpa... – gruño lanzando un golpe hacia su rostro.

Me adentro al pequeño departamento agradeciendo que nadie este allí, solo él


y yo, sus ojos llenos de lágrimas cayendo sobre los míos, la sangre brotando
de sus labios, y solo quiero seguir viendo eso.

-Yoongi... – dice, mis manos tomando tu cabello jalando con fuerza, una de
mis manos yendo hacia su boca no queriendo escucharlo.

Ya no quiero escuchar nada.

-Te juro que tu vida será igual de miserable a la mía JungWoo – gruño en su
oído, mi sangre hirviendo en mis venas – cada vez que yo caiga, tu lo harás
conmigo.

No tome en cuenta que caí tan en lo profundo, en lo más mugriento del


mundo, tan al fondo que provoque que terminase con su vida.

Y aunque nunca lo he dicho...

JungWoo hizo aquello que se convirtió en mi más grande anhelo, pero que
por el miedo no me atrevo hacer.

Terminar con todo.

Terminar con la vida.


2

JIMIN

Lo mantuve en silencio por largos años, siempre estando oculto en las


sombras, todo lo que el señor Yoongi pedía se lo daba sin dudar, pero cada
año que pasaba se hace cada vez más imposible para mi, cada año su
personalidad siendo más fría, siendo más violenta, no pensé que las cosas
empeorarían.

Pero entonces Jungkook se fue.

-Jimin por favor... mantente lejos del señor Yoongi – dice mi madre, mi
mirada estando fija en ella.

-Pero...

-No – mamá niega con la cabeza, una de sus manos yendo hacia mi rostro
acariciando mi piel con suavidad – no esta estable, golpeo a uno de los
empleados mi niño, su ira... ya no la puede controlar.
-Es que nadie lo ayuda.

-Si el no se deja ayudar es un caso perdido. Hasta la señora Min YeonSeo lo


llamo e intento que entrara en razón... tu muy bien sabes que paso después.

Asiento recordando como Yoongi simplemente le corto la llamada y lanzo el


celular contra la pared.

-El señor Yoongi no esta bien – dice mamá.

-Pero...

-Park Jimin por favor. Esto no es uno de tus libros donde todo se soluciona
así de fácil. Es la vida real mi niño.

Mamá se levanta de la cama caminando fuera de mi habitación, mi mirada


estando perdida en algún punto, un suspiro de derrota brotando de mis labios,
pensaba dejarlo así, de verdad que si pero...

Las cosas cambiaron.

Camino hacia la cocina mi mirada acostumbrándose a la oscuridad, mis pies


descalzos estando completamente helados, un gruñido brotando de mis
labios.

-Que mala maña mía llevar los pies descalzos, y eso que siempre mi mamá
me amenaza con quemármelos y... ¡ay coño! – gruño en silencio sintiendo
como golpeo mi dedo chiquito con la esquina de la mesa, mis manos
tomando al instante mi pie comenzando a saltar en un solo pie.

Porque joder.

¡Duele golpearse el dedo pequeño!

Una vez que ya todo el dolor paso sigo mi camino por la oscura cocina hasta
llegar a la nevera, llenando al instante un vaso con jugo de manzana, una
sonrisa formándose en mi rostro.

Recuerdo cuando en Venezuela siempre lloraba porque no podía tomar jugo


de manzana.

¿Razones?

1: Es caro.

2:No había.

3:Ni siquiera habían manzanas.

Y si sigo creo que no terminaré de decir las razones si sigo.

Me dispongo a cerrar la nevera y una vez que giro me encuentro con una
figura bastante similar ante mi, esta sentado en la mesa su mirada fija en la
puerta que lleva al jardín, una de mis manos yendo hacia mi boca ocultando
un grito del susto porque...

¡ESO ES EN VERDAD ATERRADOR!

Trago con fuerza dispuesto a pasar por su lado e ir derecho a mi habitación,


pero cuando habla me mantengo quieto.

-Debes de pensar que soy un idiota – dice la voz del señor Yoongi, mi
mirada permaneciendo sobre él, y el solo esta observando hacia las afuera
al jardín.

El silencio se hace paso, y solo permanecemos así, en silencio...

-La casa se siente grande – dice nuevamente el señor Yoongi, una sonrisa
triste formándose en su rostro – Jungkook se fue, Hoseok se caso, Seulgi fue
de visita con la familia Bae... todos se fueron.

-Señor Yoongi...
-Estoy pensando en despedir a tu madre Jimin – ríe Yoongi, todo mi cuerpo
estando estático.

¿Que?

No, no, no, no...

-Señor Yoongi no puede...

-¿No puedo? – el señor Yoongi me mira, una sonrisa burlona apareciendo en


su rostro.

-Disculpe pero...

-Si no hubieras dicho nada hubiera dejado pasar ese pensamiento que tengo
por las madrugadas – gruñe Yoongi, mi corazón martilleando con fuerza
porque...

-Si despide a mi madre ella... tendrá que regresar a Venezuela – digo, mis
manos apretandose en puños a mis costados.

-¿Enserio? Que sorprendente, no sabía de eso.

-Señor Yoongi...

-Bien – Yoongi ríe levantándose de su asiento – solo era broma.

El señor Yoongi me mira, su rostro endureciéndose.

-Tengo que hacer un viaje de negocios – comienza a decir el señor Yoongi –


alista mis cosas para mañana a primera hora.

-Esta bien – hago una reverencia hacia él.

-Eres bueno – dice el señor Yoongi comenzando a alejarse – ojala y no me


traiciones Jimin.

Trago con fuerza levantando la mirada hacia la espalda del señor Yoongi
sintiendo una presión en mi pecho.

Porque el señor Yoongi no lo sabe.

No sabe que lo traicione en el momento que me comenzó a gustar cuando


tenía diecisiete años.

**************

Permanezco en silencio con la mirada baja por dos razones.

1:Respeto.

2:Tengo mucho sueño.

Bostezo tratando de disimularlo bien, pero la invitada que se encuentra en el


salón lo nota.

-¿Estas cansado ?– levanto la mirada hacia ella.

Ella me sonríe ligeramente, mi mirada fija en ella, y es que es hermosa en


verdad es hermosa, y pensar que es la compañera de viaje de el señor
Yoongi...

-No hace falta todo esto – dice ella – por cierto... me llamo Tamashiro Tina,
pero si quieres solo dime Tina ¿bien?

-Park Jimin – digo hacia ella, la sonrisa haciéndose más amplia en su rostro.

-Es lindo ese nombre – dice ella.

-Por cierto... ¿se le ofrece algo? ¿agua? ¿café? ¿jugo?

-Manteada – dice ella sonriendo, y a pesar de tener una apariencia fría e


insensible...

Es tan cálida como una niña.

-Ahora mismo – digo caminando hacia la cocina.


3

YOONGI.

-No esta bien Yoongi... tienes que detenerlo – dice Mingi a través del
celular, mi mirada estando fija en mi lapto en la mesa.

-Esta bien, solo llevalo al hospital – digo no prestando verdadera atención


a lo que me dice.

-¡Yoongi que no esta bien! ¿eres sordo? – gruñe de pronto la voz de Tina,
un gruñido brotando de mis labios.

Gruño llevando una de mis manos hacia mis ojos estrujando con fuerza.

-Tina no estoy de humor para...

-¡Esta muerto!

Y con eso...

Solo caí...
Y caí...

A lo más hondo.

Bajo las escaleras escuchando pequeños y suaves “disculpa” “perdón” mi


ceño frunciendose al llegar a la sala de estar encontrándome con una
escena...

No muy agradable.

Tina esta de pie, su chaqueta estando manchada, Jimin tiene un vaso en las
manos e intenta de ayudarla a “arreglarlo”.

-Esta bien Jimin – escucho que dice Tina – es mi culpa, no debí...

-Pide perdón Jimin – digo de pronto, la mirada de ambos cayendo sobre la


mía.

-Dije que esta bien – insiste Tina – dejalo Jimin...

-Jimin, pides perdón o quieres que te eche a ti y a tu mamá – digo, la mirada


de Jimin cambiando a una asustada, una sonrisa formándose en mi rostro –
vamos, hazlo.

-Yoongi – escucho la voz de Tina pero solo la ignoro.

-Perdón señorita Tamashi...

-No – interrumpo a Jimin negando con la cabeza en modo de


desaprobación – ¿como se pide perdón Jimin?
Miro como Jimin duda, y la sonrisa en mi rostro solo se hace más grande al
ver como se arrodilla ante Tina bajando la mirada y...

Esta mal lo se.

Pero no puedo detenerme.

-Perdón señorita Tamashiro – dice Jimin, la mirada de Tina cayendo sobre


mi.

-Esto es demasiado... – gruñe ella ayudando a Jimin a ponerse en pie al


instante.

Ella se acerca a él y le dice varias cosas en el oído, ruedo los ojos caminando
hacia la salida, Tina al cabo de unos minutos estando a mi lado, ambos
subiendo al auto.

-¿Por que le hiciste eso? – dice Tina, mi mirada cayendo sobre ella.

-Porque puedo.

-¿Que? Eso es tan... Dios Yoongi, a veces no se porque me junto contigo.

Ruedo los ojos negando con la cabeza dando la conversación por


terminada.

Pero Tina tiene otros planes.

-Después de eso que le hiciste – comienza a decir ella.

-Por Dios Tina ya superalo...

-Tal vez y le ofrezca trabajo en mi casa – sonríe ella – es lindo.

-¿Que?
Tina me mira.

-El solo tiene veinte años... creo.

-¿Y?

-Eres cinco años mayor.

-Me importa un... mirame Yoongi – ella se acerca a mi asintiendo fuertemente


con la cabeza – me importa un carajo.

-Das asco.

-¿Por que?

Ruedo los ojos negando con la cabeza.

-Sabes que solo te tolero porque eres una de las más grandes inversionistas y
nuestra unión es importante pero...

-Si, no toleras que sea bisexual – termina de decir Tina, un asentimiento de


mi parte hacia ella – no entiendo tu mal humor, ni que tuviera sexo lésbico
enfrente de ti.

-Tina...

-Pero ya me desvié del tema – continua ella – solo quería decir que... las
pocas veces que he venido a tu casa... no se.

Miro a Tina, ella sonríe encogiéndose de hombros.

-Siempre veo a tu lindo empleado – continua ella – ¿bien? Y no se... me


gustaría que no lo trataras... tan mierda Yoongi.

-Tina.
-Sabes que no te tengo miedo – me advierte ella, la sonrisa en su rostro
desapareciendo – amor es amor...

Gruño ya estando harto de esa frase...

Pero a Tina no le importa.

Como siempre.

-Y no dejaré que trates a Jimin como un puto burro – dice ella de manera
seria – ni como una escoria.

-¿En verdad te gusta?

-Mucho.

Comienzo a reír negando con la cabeza.

-Esta bien si a ti te gusta las personas poca cosa...

-Lamento que tu no puedas sentir lo mismo – dice Tina, su mirada yendo


hacia la ventana del auto – pero cuando lo sientas... te juro que arrasara con
todo lo que creías conocer, y no te importara si es mujer... o hombre.

-Espero y dejes de hablar sobre eso en todo el viaje.

Tina se encoge de hombros tomando un celular en sus manos y se sumerge en


este, mi mirada estando fija en el frente.

Y es que...

¿Que es exactamente el amor?

También podría gustarte