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La ciudad estaba tranquila y todas la personas que caminaba, ingresaron a la primera

tienda con que se topaban. Paraguas en manos he iban corriendo en busca de la parada
de autobús mas cercana.

La tormenta se acercaba desde el sur con truenos y relámpagos. Alertando a las personas
en darse prisa ha lo que hacían. Sin avisar, en menos de quince minutos se escucho la
llegada del agua chocando en la superficie. Tomando por completo la ciudad entera, sin
dejar a lado los barrios bajos y medios.

—…Claramente decían que habría un buen clima ¿Qué paso?—Murmuro para si mismo, al
ver como la lluvia se intensificaba y golpeteaba el parabrisas sin parar.

—Mal momento para mudarse…

Detuvo su auto medio usado en el estacionamiento de su nueva casa alquilada.

No pretendía bajar de esta ahora, pero viendo como la lluvia no tenia la intención de
detenerse en un rato, prefirió ingresar antes de que la lluvia estuviera mas fuerte.

(Swim – Alec Benjamin)

♪♪♩I've been falling much more deep than I wanna


I’ve been wishing I could breathe underwater
I hold my breath
I can't see what comes next
I don't know when
I’ll see dry land again

Another 40 days, I'm lost at sea


I'm just gonna swim until you love me
Hopin' that your heart will rescue me
I'm just gonna swim until you love me……….♩♪♪
Su teléfono comenzó a vibrar con su canción favorita de fondo, directamente presiono en
contestar sin molestarse en ver quien era.

—¿Qué pasa?...—Hablo dirigiéndose al baño.

Se quedo con las ganas de verse en un espejo. Se le dijo que, esta casa le hacia falta
muchas cosas pero no imagino que fuera literal.
—¿Me aligeras ese tono? Amablemente te marque para preguntar como estas pero ya veo
que no estas de humor, ni para contestarle a tu único amigo…A ver ¿Qué sucede esta
vez?....—Regaño y pregunto preocupado el de la otra línea.
—Si, no estoy de humor ahora…¿Recuerdas el cliente que vino a quejarse la otra vez,
contigo presente?—Pregunto recordando al hombre gordo y grosero que le gritaba en la
cara enfrente de sus compañeros.

Quienes mas tarde se la pasaban burlándose de el sin parar en cada momento, junto con
un regaño extra por parte de sus jefes.

El peor día de su vida desde que empezó a trabajar.

—Mmm…Recuerdo poco ¿Qué pasa con el? ¡Déjame adivinar!...¿Era un estafador?—


Contesto aun con dudas, anhelando con que no se hiciera realidad su suposición.

—¡Hmph! Me gustaría regresar el tiempo y no haber sido de corazón blando para ese
maldito ¡Mi jefe acaba de decir que pagare la mitad de la deuda de esa persona, porque el
mierda huyo de la ciudad a otro continente! y para empeorar mi día ¡Hoy me mude a mi
nueva casa y no hay un maldito espejo en la cual ver mi rostro demacrado por la estrés! —
Rujió tanto como pudo, quitando toda la frustración que había acumulado en todo el día.

Su amigo tubo que alejar el teléfono de la oreja por los gritos ensordecedoras de
Hongjoong.

—…Eso es porque eres una persona muy buena que la actuación de esa persona
convenció a tu pobre corazón de darle ese préstamo ¡Este mundo es verdaderamente
injusto contigo!…
—¡Si! Eso es lo que me enoja de mi, siempre dejándome engañar…Insistí tanto para que se
lo dieran ¿Dónde demonios voy a conseguir ese dinero?—Frustrado, pateo la única caja
que estaba en la sala.

—No te preocupes, con eso tienes todo mi apoyo, como te dije esa vez ¡Soy tu amigo y
puedo prestarte cuanto quieras! Después puedes pagarme poco a poco, No tengo
problema ¿Ok?—Dijo consolando del otro lado de la line y rezándole a dios de que su
amigo no vuelva a ser estafado con el mismo truco.

Los familiares de su amigo eran muy conocidos en toda la ciudad, el era verdaderamente
adinerado por lo que no le molestaba en prestarle cierta cantidad. Su madre era una
proveedora de grandes marcas de maquillaje y ropa. Mientras que su padre tenia en
manos una de las mejores escuelas privadas de toda la ciudad. Por otro lado, los abuelos
del mismo son dueños de un hospital privado.

—…Gracias…Pero ya sabes, los números no se detienen y no quiero tener mas deuda


contigo, ya suficiente tengo con lo que te pedí hace un mes…veré que hacer para
arreglarlo—Suspiro con la voz casi temblorosa.

—Esta bien…¡Pero cuentas conmigo como siempre! ¿Ok?


—San ¿Con quien estas hablando?...¿Me estas engañando? Dame tu celular ahora…! —
Interrumpió una tercera voz suave amenazando a su amigo.

Hongjoong escucho y sonrió lleno de malicio, se le ocurrió una pequeña broma para su
amigo.

—¿Quieres dejar de ser insegura? Estoy hablando con mi mejor amigo ¡Hongjoong!... —
Refuto enseguida, pero por su descuido se le arrebataron el teléfono dejando sus palabras
a medias.

Hongjoong escuchaba atentamente a su amigo, aguantaba la risa por lo que haría


después.

Enseguida emergió la tercera voz rugiendo en su oreja, perteneciente a la novia actual de


su amigo.

—¿Quién eres? ¿Por qué hablas con hombres que tienen pareja? ¿No tienes vergüenza?
¿Dime donde te encuentro para darte una lección? —De fondo, se escuchaba alguien
corriendo y una puerta cerrándose.

—¡Mina, abre la puerta! Estoy diciendo que es Hongjoong ¡Dile algo Hongjoong! —Seguida
de las voz de su amigo, quien trataba de alcanzar a su novia e ignoraba como pasaba a
traer objetos.

—¡No me grites y déjame hablar!

Hongjoong tapo el micrófono del teléfono y tosió un poco para que su voz le saliera un
tanto aguda, igual al de una mujer.

—Su novio fue el que empezó, adiós.

Con eso termino por colgar y estallo en risas. Antes de eso, había alcanzado a escuchar el
grito de la novia de San.

Estaba seguro en que mañana, San no lo dejaría ir fácilmente por esto, pero valía la pena
hacerlo. Además, le estaba haciendo un favor para que su novia le terminara, escucharlo
quejarse en cada momento de ella, era agotador.

Por lo que no se arrepentía de su acción.

Habiendo estado satisfecho, su risa fue bajando de tono, de nuevo estaba en su propia
realidad, donde los problemas le llegaban sin parar.

Observo fuera de la ventana, la lluvia seguía con tanta intensidad y se percato de una
gotera en una de las esquinas de la sala. Suspiro muy bajo y fue en busca de una cubeta.

Al regresar, tropieza con la caja. Intento alejarla con el pie pero la sintió un poco pesada,
asique decidió ver dentro de ella.

—…Oh, aquí estabas…


Dentro de esta se encontró un espejo de aspecto viejo y aun servible. La llevo
directamente al baño y como esperaba, encajaba perfectamente en la sombra que había
en la pared de esta.

Fue por un paño mojado y comenzó a limpiar el polvo que había acumulado por mucho
tiempo sin uso.

—Se ve bien…—Sonrió a la persona dentro del espejo.

Ese día, pasado las 2 de la mañana, despertó de un sueño peculiar. Se vio a si mismo de
joven, habitando en una casa bastante lujosa. Lo extraño fue que el estaba frente al espejo
que tenia en el baño y que se observaba en ella hasta el final del sueño.

Otra cosa que le hiso despertar del sueño fue que, su viejo colchón inflable le había
comenzado a quemar tanto de la parte de atrás. Hasta el punto de hacerlo sudar y
empapar su playera, como si hubiera realizado alguna actividad física dura.

—…Maldición…

Aun con somnolencia, arrastro todo sus huesos de plomo al baño.

Fuera, aun la lluvia no paraba de caer y con la misma intensificación desde la mañana.
Sintió un leve dolor de cabeza al ver como mas goteras habían aparecido en toda la casa,
solo su cuarto quedo impune.

Vio su rostro en el espejo y para nada tenia una apariencia saludable, resoplo
pesadamente. Su cabello empapado, la mirada perdida y el rostro carente de sangre.

¿Qué es lo que le pasaba? De repente se sintió tan débil para sostenerse de ambas piernas.

Sus manos temblaron con el contacto del agua de la llave, estaba helada. Empapo un poco
su rostro y la sintió vívidamente caliente.

—…¿Hace cuando no tenia fiebre?—Le susurro a la persona dentro del espejo.

Frunció los labios y se apoyo del lavado observando su aspecto, algunos recuerdos de su
juventud emergieron sin querer.

Su pensamiento fue interrumpida al escuchar, cerca de su casa, un ruido ensordecedor que


impactaba bruscamente con algo.

Se llevo un gran susto, que no pudo evitar tambalear dos pasos atrás. La luz del baño
parpadeo un poco y nuevamente volvió el sonido de la lluvia cayendo.

Olvido apagar la llave. Sacudió su cabeza y regreso a cerrarla, sin antes de echar un ultimo
vistazo a su propio rostro.

—…

Pero lo que vio lo perturbo tanto.


Quedo paralizado en su lugar y solo dispuso a parpadear para ver si no era el mismo,
creando ilusiones en su cabeza por la falta de sueño en estos días.

Acompañado de un trueno, la única luz encendida explota dejando a oscuras el cuarto de


baño.

Esto no fue impedimento para que Hongjoong apartara la vista de aquel rostro joven. Que
lo observaba detenidamente de abajo hacia arriba, muy diferente al suyo.

El siguiente impacto del rayo, la había sentido tan cerca de su oído que provoco en el, a
perder el conocimiento de repente.

Por mucho, jamás había sentido tanta comodidad en su vida.

El solo que había ingresado por su ventana, proyecto del lado donde estaba. Envuelto
entre sus sabanas, giro del otro lado en busca de lo fresco. Afortunadamente la mitad de
su cama estaba en la sombra, por lo que volvió a retomar su dulce sueño.

Su mente vagaba entre el reino de los sueños y la realidad cuando se percata de ciertas
cosas.

«¿Suave…cómodo…aroma dulce…?»
De cierta manera, le resulto extraño que la textura de su sabana estuviera suave y su cama
inflable fuera ahora muy cómoda.

Agregando que el olor de ambas cosas, estuvieran impregnadas del aroma de un jabón
diferente del que suele usar.

Su mente nublada comenzó lentamente a aclararse por estas preguntas que


insistentemente circulaban en su cabeza.

De la puerta provino dos toques y la voz que emergió en ella, le fue desconocida.

—¿Joven Hongjoong? Es hora de levantarse —Aviso la persona detrás de la puerta, sus


pasos alejándose después.

Su mente dormitada, analizo lo que escucho y callo en cuenta de algo sumamente


importante.

«Vivo solo…»
Pateo lejos la sabanas y se sentó de golpe, por esto, un leve mareo le invadió y callo en
seguida de regreso a su posición original.

Sin esperar a que el mareo se esfumara, abrió un poco los ojos para observar su alrededor.
Como lo imaginaba, estaba en un lugar diferente al suyo.

«¿San vino a recogerme otra vez?»


En algunas situaciones, a veces terminaba apareciendo en la casa de San. Pero cuando eso
pasaba, solía ser cuando el par de amigos salían a fiestas con otros amigos y que estos
tomaban hasta perder el conocimiento.

—Pero yo no tome ayer…—Susurro lentamente mientras observaba el cuarto.

O podría ser como de esa vez, en el que apareció de repente en una de las habitaciones de
San. Con el mero pretexto de haberse sentido solo en su casa, que por eso mando a
alguien por él en medio de la noche.

Si, se escuchaba extraño, pero se acostumbro un poco.

Se le hacia raro que esta habitación tuviera muchas cosas de las otras que había usado
antes. Pareciera como si este fuera de alguien y no uno que fuera para invitados esperados
o inesperados.

Y claro, este no era la habitación del propio San.

Habiendo pasado el mareo, inclino su cuerpo al frente. Llevaba puesto una pijama gris con
dibujos sin sentido.

—¿Se atrevió a cambiarme?...—Susurró frunciendo el ceño.

Camino un poco alrededor de la amplia habitación y ninguno de esas cosas le era


conocido. Entonces, sintió que un rayo caía en su cabeza cuando vio su propia imagen en
el espejo de la esquina.

—…!

Se acerco desconcertado y dudoso al espejo. Sus manos temblaban al pasarlas por su


rostro y cuerpo.

—¿Soy yo…de joven?—Pellizcó su brazo por si se encontraba en un sueño.

Recuerdos de su propia infancia cruzaron lentamente en su consciencia, al darse cuenta de


esto, agita inmediatamente su cabeza alejando esos pensamientos.

Su pecho subía y bajaba aceleradamente, temeroso por sus pensamientos locos que
comenzaron surgir en cuanto a su situación.

—¿Dónde…es esto?¿Regrese al pasado?...

Ahora, su aspecto de 18 años le daba una vaga idea del posible año en que estaba, en
caso de que haya regresado al pasado.

Pero la descarto rápidamente al ver su alrededor, ya que si ese fuera el caso, según sus
recuerdos en este momento el se encontraba…trabajando día y noche para seguir adelante
después de que huyera de casa.
Viendo que este posiblemente sea su habitación, al ver la única fotografía de el en un
estante apartado, duda mucho que el haya regresada al pasado.

Por el simple hecho de que, desde su infancia nunca recibió una atención especial departe
de sus padres, ni mencionar en su adolescencia. Razón que lo llevo a huir de casa cuando
cumplió la mayoría de edad.

Así que, no regreso al pasado ¿Entonces que pasaba? ¿Cómo llego aquí?

Tampoco creía en que, todo lo que vivió desde su niñez hasta su mayoría de edad, fuera
consecuencia de un largo sueño y que ahora nada mas acababa de despertar. Esto, debido
a que no recordaba nada sobre en esta vida.

Con el nudo en la garganta, se quedo sentado al final de su cama, hundido en sus


pensamientos turbulentos mientras sostenía el espejo en manos.

Ahora que estaba aquí, solo quedaba esperar y ver que pasaba. Tenia la sensación de
vomitar en cualquier momento.

El miedo recorrió cada rincón de su cuerpo, abrumado de no encontrar la respuesta por


mucho que haya gastado tantas hormonas.

Probo en abofetearse fuerte, por si era un sueño que no le bastaba con un pellizco para
despertar.

Cuando estaba por darse una segunda bofetada, alguien volvió a tocar su puerta.

—¿Joven Hongjoong? Su padre lo espera en el comedor, pidió que bajara en cinco


minutos…—Escucha la clara voz de una mujer mayor.

—¿Mi padre?...¡Hmph!

Ahora, resulta que tenia un padre y que lo esperaba en el comedor en cinco minutos.

¿Era su madre quien le toco su puerta? Imposible, le llamo “joven Hongjoong” algo que no
hacen las madres.

Tomo una cantidad de aire para calmar sus nervios y así actuara normal en frente de estos
desconocidos.

No le pareció mal bajar con el pijama aun puesto. Inseguro, toma el pomo de la puerta y la
gira despacio, después asomo la cabeza primero antes de salir de ella. En su camino se
topo con varias puertas, sus pasos indispuestos a continuar avanzado, por miedo de
encontrar algo inmanejable para el.

Bajaba las escalaras cuando se percato de los cuadros pegados en la pared.

Sorprendido de ver fotos de su infancia. Se detuvo en seco, observo detenidamente cada


cuadro con el nudo en la garganta. Una tristeza emergió dentro de el sin querer, no sabia
que decir.
Avanzo, hasta que su visión se desplazo al cuadro de gran tamaño que las otras,
mostrándonos a tres pequeños al frente y dos adultos detrás de ellos. Vio su pequeña
figura aparecer en medio de todos, feliz de la vida.

—¿Hermanos?—En su otra vida, fue solo el único y ultimo hijo que tuvo la pareja, un
accidente de los dos.

Accidente, que sus padre no dejan de reprochárselo a la cara cada que ellos podían. Si
esto no había, era culpa del “accidente” o si esto les pasaba a ellos, culpa al “error”.
De no haber sido por alguien que le llamo al final de los escalones, abría soltado en llanto.
Nadie sabría cuanto Hongjoong anhela haber visto algo como eso en aquel entonces.

—…A-aquí estoy…—Contesto de regreso al hombre, parado al final del escalón.

Limpiando inmediatamente las lagrimas que planeaban escapar segundos atrás.

La perplejidad le llego en cuanto cruzo mirada con el hombre de frente.

El hombre mayor frunció el ceño y observo con cautela la figura de Hongjoong.

—Hijo ¿Te encuentras bien?...—Pregunto preocupado cuando se percato de las fallas que
mostraba Hongjoong.

Hongjoong observo a este señor que de hecho, tenia el mismo rostro que su padre pero
con la diferencia de que este, estaba mas presentable y saludable.

Por consecuencia de la buena alimentación, no aparentaba su propia edad. La perplejidad


seguía en su mirada al ver que este hombre atractivo era su padre, pero en otra versión.
No cabe duda que la belleza esta en nosotros pero no sabemos como sacarla a relucir.

—¿Uh?...Si, estoy bien…padre—dijo, evitando a toda costa la mirada que le enviaba su


padre.

—¿Ok?…Ven, vamos a desayunar—Indico, tomándolo del hombro y llevándolo a la mesa.

El cuerpo de su hijo, se puso rígido baja su tacto. Esto hiso que el padre frunciera los labios
y no apartara la mirada de el.

Hongjoong envía un rápido vistazo a todo el alrededor de la casa, antes de sentarse.


Sorpresivamente, el aspecto de la casa tenia la pinta de que el dueño es rico.

(Descripción de la casa)

El cuerpo de Hongjoong se encontró tan tenso que no paso desapercibida de la vista del
mayor.

—…Come hijo, son tus favoritos…—Ínsito al hijo, mientras veía dudoso los movimiento
temblorosos de Hongjoong.

En efecto, todo lo que estaba en frente de el era su desayuno favorito ¿Cómo lo conocía?
Ni la menor idea de como lo sabia.
Busco disimuladamente la silueta de su madre o algo que demostrara que siguiera aquí, ya
que en el otro, había huido dos años antes de que el lo hiciera.

Busco y no encontró, ella no estaba por ninguna parte y eso lo alivio un poco.

Mientras estaba con eso, intento varias veces controlar su temblor, pero no lo dejaba.
Sumando a esto, su padre no le quitaba la vista de encima, agravando mas su situación.

—¿Hijo?...¿De verdad te encuentras bien?...—Volvió a insistir el hombre al ver la reacción


poco normal de Hongjoong.

Hongjoong asintió sin levantar la mirada, planeando en decir alguna palabra consoladora
para su padre, el vomito que venia atrasando desde que bajo, al fin fue liberado con
mucho presión.

Al ver esto, su padre todo alarmado y asustado fue inmediatamente en busca de algún
recipiente para Hongjoong.

—¿Fue acaso la comida que traje ayer? No debiste comerlo, si no te gustaba…—Dijo


lamentando el padre, al ver la tez pálida de Hongjoong.

Hongjoong agito la mano negando las palabras de su padre, su incomodes se veía desde
la distancia y esto su padre no lo ignoro. Creyendo que su hijo solo estaba siendo
testarudo otra vez, como últimamente solía hacerlo.

Con tal de disgustar al padre, el hijo simple y sencillamente se lastimaba.

Hongjoong mantenía los ojos cerrados para no ver a su padre que mostraba preocupación
por el, algo de lo que no estaba acostumbrado de presenciar.

Escucho suspiro largo y pesado de parte del hombre, tambien de como el lado de su cama
se hundía. Trago internamente y rezo con todas sus fuerzas con que no le saliera con algo,
como para probar su memoria.

Esta mas que claro, que no sabría que responder si eso llegara a pasar y quedaría en
evidencia de no ser el hijo original de este señor.

—…Nuevamente te lo pido Hongjoong…No te hagas mas daño por solo disgustarme…me


preocupare aun mas, hijo…—Susurro en tono lastimero.

La mano que de repente le sostenía, empezó a temblar de la nada, asustando el corazón


de Hongjoong.

Fue cuando escucho un pequeño sollozo de parte de su padre, se dio cuenta de que este
estaba llorando por el. No pretendía mantenerse quieto ante esto, presiono ligeramente
las manos del otro y abrió los ojos.
Y dijo lo que el hombre, aparentemente, anhelaba escuchar desde hace mucho tiempo.

—N-no hare nada que te preocupe…padre—La ultima palabra le transmitía pesadez, que
prefería no pronunciarlo tanto.

Pero este hombre, no era aquel miserable que le atraía recuerdos desagradables, aun con
su parentesco en la cara, su personalidad era distinta.

Por el momento es lo que había descubierto, solo esperaba no encontrase después con
una pequeña sorpresa.

Su padre limpio deprisa sus lagrimas y asintió aun con dudas en su corazón.

—Por cierto…Tus lentes no los llevas puesto y aun sigues en piyama…

Hongjoong empezó a asustarse y contesto con lo mas razonable que puede existir.

—Mmmm…Ya puedo ver un poco mejor y en cuanto a mi pijama, sentí un poco de


flojera…

Al escuchar su respuesta que le salió natural, su padre no pudo evitar reírse un poco.

—Yo entiendo…si necesitas algo mas, solo llámame.

—Si, por supuesto…

Con tres pasos, su padre giro de regreso hacia el y le recordó algo importante.

—…Lo del internado, deberías pensarlo muy detenidamente. Si quieres cambiarte a otro
lugar, no olvides que hay tantas opciones en las cuales son muy buenas para ti. Te he
dejado varios folletos en tu mesa, dale un vistazo ¿Ok? Cuando tengas tu respuesta, ven a
buscarme a mi despacho...Aunque sigo pensando que deberías quedarte en donde estas.

Desde luego, no descartaba la posible opción de que su persona seguía en clases, para ser
mas preciso, debería estar apunto de cursar en primer grado de preparatoria.

Hongjoong no espero mas y camino hacia la mesa, donde se encontró con varios folletos.
Viendo las portadas, ya le decía abiertamente que se trataba de escuelas privadas.

Quien sabe, pero en este momento, Hongjoong comenzó a sentir algo florecer en alguna
parte, donde el vacío se había apoderado por completo desde hace mucho tiempo.

Al fin, tenia la oportunidad de volver en el tiempo y estudiar lo que quería en un futuro.


Una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

La alegría lo invadía poco a poco cuando se dio cuenta de que ser enviado aquí no era
malo ¿Cambio?

Tenia un padre al cual depender aun con su vida, sus preocupaciones se desvanecieron de
un abrir y cerrar de ojos, es mas ¡No tenia que preocuparse por nada, viendo lo rico que
era!

Podría empezar de nuevo y vivir la vida que no había vivido en el pasado.


—¡Dios me dio la oportunidad de repetir mi vida y de manera muy diferente!...

Mientras pensaba mas y mas de esto, la felicidad comenzó a expulsarla en cada parte de
sus porros, que cualquier persona cercana seria contagiada de inmediato.

Y como si dios estuviera de su lado, un teléfono de ultimo modelo, estaba tirada a un lado
de su mesa.

Su corazón lloro por este maltrato hacia el teléfono.

La levanto delicadamente y busco en ella alguna información de el. Aun si mantuvieran el


mismo cuerpo, creía firmemente en que la personalidad del hongjoong de antes era
diferente al de ahora.

Tomando en cuenta la información que fue soltando su padre antes, de que solía hacerse
daño para disgustarlo, algo que el Hongjoong de ahora no haría.

El siempre se mantuvo de pie persistiendo y no dejándose vencer, lucho tanto para


mantenerse con vida, hasta llegar en donde estaba.

Y teniendo esta clase de vida ya resuelta ¿Quién se atrevería a hacerse daño? Solo un tonto
que no vivió lo que el, lo haría.

—No tiene ninguna red social, en verdad es diferente a mi…

La galería vacía, el reproductor musical con quince canciones aburridas, videos nada.

—Todo vacío…

Su dedo se desplazo por la pantalla y accidentalmente presiona la aplicación de NOTA.

VIDA.
Este titulo extraño ¿Iba dirigida a alguien mas que no era el dueño? Tal vez…

Presiono sin escatimar esfuerzo y comenzó a leer el primer párrafo.

—…Esto…—Murmuro para si mismo, su expresión con evidente shock.

Quince minutos mas tarde, aventó el teléfono de regreso a la mesa. Cubrió sus ojos con
una mano y dejo caer todo el pesor de su cuerpo en su suave colchón.

Dejo escapar un grito entre su almohada. Se dio la vuelta, boca arriba y una sonrisa
apareció entre sus labios.

—Tenias que escribir un maldito diario de cada día, no uno por cada año…Interesante tu
vida Hongjoong.

Normalmente cuando experimentaba fuertes emociones, siempre quería compartirlo y


hablarlo con alguien mas.

Y cuando planeaba decírselo a cierta persona, su sonrisa desapareció de su rostro.


Había olvidado a San, su único mejor amigo que tuvo en su vida de adulto. Quien lo apoyo
y ayudo en los momentos mas desesperantes, especiales y menos importantes de su vida.

—Gracias San…—Su voz salió temblorosa y su mente quedo en blanco por un momento.

Sera difícil seguir sin San a su lado de ahora en adelante, su soporte de la vida.

El mañana siguiente, Hongjoong salió de su cuarto a despejar su mente un rato. Quería


respirar aire fresco y dentro de su habitación se sentía asfixiante.

Ahora mismo, estaba mas que seguro que su padre era un adinerado. La gran casa, los
valiosos jarrones y murales, las decoraciones simples pero hermosas, las cosas materiales,
el gran terreno que abarcaba todo he incluido el gran jardín, sumaba a una gran propiedad
para nada barata.

De vez en cuando, Hongjoong quería suspirar. El dueño original es realmente demasiado


rico.

Se paseo por el jardín y llego a encontrarse al final de su camino una pequeña fuente.

Busco una banco que se encontrara en la sombra, se sentó y aspiro el aire fresco con
calma.

El jardinero que Hongjoong no diviso a unos metros de el, le observaba temeroso desde
su lugar.

Lenta y silenciosamente se movió a un lado, para no atraer la atención del otro. Dejo sus
tijeras a un lado y con el corazón en la boca, tomo su camino en busca del padre.

Sentado en aquel banco observando la naturaleza, le provoco somnolencia. Para


mantenerse despierto, saco su teléfono de ultimo modelo y reprodujo sus canciones
favoritas.

Ayer se tomo su tiempo en descargar músicas, el internet en su nueva casa alquilada era
demasiado lento y viendo que aquí era mas rápido que cualquiera, se emoción tanto pero
al recordar las canciones que escuchaba con San, regresaba la tristeza en el.

Saco a relucir la lista de las canciones de la cantante LP, dando inicio con “How Low Can
You Go” estrenada en 2020.

San un gran fanático de esta cantante, se había emocionado tanto por la canción que le
obligo a escucharla.

Tenia un buen ritmo, aun sin conocer el significado de la letra, decidio descargar mas
canciones de ella.
“Dreamcatcher” y “One Night in the Sun” son sus favoritas que no se canso de
reproducirla.

Iba por la cuarta canción cuando sintió la presencia de alguien mas.

Abrió los ojos y se encontró con su padre, verlo agitado le indico que este había venido
corriendo. Sin mas, pauso su apreciado “The Power” de LP y presto atención por lo que su
padre tenia que decirle.

—…Este…

Parecía indispuesto a decir algo, sus ojos se movían alrededor del cuerpo de Hongjoong
como si buscara algo.

Al no encontrar nada sospechoso, este tomo asiento a lado de su hijo y se obligo a calmar
su respiración.

—¿Q-que haces aquí hijo?...

—Tomo el aire…¿Pasa algo? Te ves agitado…—Contesta con obviedad y pregunta por la


situación del otro.

Era extraña la sensación abrumadora que le contagiaba su padre. Pensó Hongjoong, en


que talvez estaba relacionada con querer hacerse daño.

Por lo que leyó, si estuviera en el lugar de su padre, tambien estaría con el corazón en la
boca y observaría cuidadosamente sus acciones.

—Estoy bien…—Afirmo de modo que el padre entendiera que no estaba haciendo nada.

—¿Eh? Yo no pregunte nada…—Rio de forma nerviosa antes de sacar a tema sobre su


estudio.

—…Entonces ¿Qué decidiste? ¿Sigues firme sobre ir en aquel internado? O prefieres…

—No quiero estudiar lejos de casa, planeo seguir donde estaba…—Comento,


interrumpiendo las palabras de su padre.

Por lo que vio en los folletos, todas las ubicaciones de cada escuela se encontraban en
ciudades que desconocía. Aun que el Hongjoong original creció en esta ciudad, el
Hongjoong actual era alguien que apareció inesperadamente y sin invitación.

Por esto, es que debía evitar a toda costa moverse libremente, perderse no era una opción
para vivir bien su vida.

Además, el mapa era diferente del que conocía en su vida de adulto, lugares que la
mayoría no existia.

Por lo que vio en los folletos, estas escuelas privadas contaba con enseñanzas desde la
primaria hasta la universidad, por lo que no tenia que preocuparse en transferirse a otra
parte cuando termine el bachillerato, simplemente cambiaria de salón y sección.
Entraban por la misma puerta pero tomarían diferentes rumbos al cruzar aquella puerta.
Siempre uno, si quisiera, podía cruzar la primaria estando en secundaria, pero ¿Quién haría
eso?

Cada quien se quedaba en su propia burbuja sin molestarse en los otros, además, ni
siquiera el tiempo te sobraba para ir a visitar el otro lado.

—¡Eso hijo! No soportaría enviarte en aquel internado, para empezar ¿Por qué ir ahí? La
escuela de aquí es mejor que aquella—Vocifero su padre, dándole palmaditas en su
hombro.

—Sabia que al final seguirías en el Instituto ICON, por lo que no moví nada. La semana
entrante, empiezan las clases ¡Prepárate!

—…

Este padre suyo, si que era muy diferente al otro.

—¡Padre!—Llamo primero después de verlo con intenciones de retirarse.

—Si ¿Qué pasa?—Contesto feliz el padre, regresando en su asiento.

Hongjoong trago un poco.

—¿Puedes darme un poco de dinero? La ropa que tengo ya no me queda, necesito


nuevas…—Su voz volviéndose cada vez mas pequeña mientras seguía.

Su padre husmeo entre sus bolsillos y saco su billetera. De ella saco una tarjeta dorada y se
la entrego sin dudar.

—Hay suficiente dinero en ella, compra todo lo que necesites—Animo volviendo a retomar
su camino de regreso a su despacho.

—Gracias, te lo regresare a tiempo…

Su padre se giro con una suave sonrisa y le dijo.

—No tienes que hacerlo, es tuyo—Formulo su padre y este se retiro sin mas.

Se vio satisfecho por la idea de que Hongjoong saliera a comprar sus cosas y no por línea,
este hijo suyo tenia que salir un poco mas y no estar encerrado en su cuarto todo el día.

Así no estaría severamente preocupado en cada momento por si este saliera con algo.
Hongjoong festejo internamente.

En su ahora closet, la rapo que era manejado por el otro Hongjoong era semejante al estilo
de un nerd, usando y comprando lo primero que viera.

Esa tarde tomo su teléfono y se dirigió a la salida. Su padre que pasaba por la cocina,
frunció el ceño y le llamo.

—¿No olvidas algo?

Atrapado de improvisto, Hongjoong trago saliva y devolvió una sonrisa nerviosa.


Inconscientemente masajeo la punta de su oreja izquierda, esta tornándose un poca roja.

—Hijo…—Suspiro el padre, palmando su cabello negro, continuo—Tu seguridad es muy


importante para mi ¿Al menos dejaras que te acompañen Taeyang y Zuho?—Aun si este se
lo pregunto, la señal que le dio a la señora Yoo, indicaba que si o si debía aceptar ser
acompañado por el par.

Detalle que olvidaba, no estaba familiarizado con las rutas de la ciudad, necesitaba una
guía.

—Ellos ya se encuentran esperándolo en la salida Joven Hongjoong—Anuncio la señora


Yoo en cuanto regreso.

Su padre asintió y dejo que Hongjoong fuera acompañado por la señora Yoo hasta sus
acompañantes.

Ante el, dos hombres apuestos, altos de hombros anchos y casi corpulentos, lo saludaron
al mismo tiempo.

Lo imaginaba diferente, con traje y siempre en la vanguardia, pero su aspecto no estaba


tan lejos de eso, esta bien que sean normales.

—…

Hongjoong encontró extraño esta escena y se pregunto seriamente, si su padre era una
especie de narco.

De que fuere acompañado por dos hombres altos, que ocultaban su identidad debajo de
dos personas normales, para “protegerlo” ¿De que o quien? Eso no lo sabia pero ya le
anunciaba que no eran cualquier familia adinerada.

Ingreso en la parte trasera del auto, ellos en la delantera. El silencio invadió dentro del
auto por unos minutos, antes de que la voz de uno de ellos se escuchara.

—Disculpe Joven Hongjoong ¿Dónde quiere que lo llevemos?

Una pregunta muy razonable. Hongjoong fingió pensar el lugar para después mostrar una
expresión de derrota.

—¿Ustedes saben de alguna tienda que tenga buenas prendas de vestir?


Los dos de adelante cruzaron miradas y el de la izquierda le miro por el retrovisor un
segundo.

—Enseguida lo llevaremos a uno…—Contesto el de la derecha y aprovecho a empujar el


brazo del otro.

Asintió y dispuso a observar fuera de la ventana. Su hogar estaba en las afueras de la


bulliciosa ciudad, un lugar remoto y repleto de nada mas que arboles elevados hasta el
cielo.

A la velocidad tranquila con que iba el auto, llegaron en las puertas de la ciudad en menos
de una hora. Hongjoong le venció el sueño a mitad de camino y uno de sus acompañantes
le despertó llamando su nombre con sumo cuidado.

Nadie se atrevía a tocarlo para despertarlo, conociendo como reaccionaria ante esto.

—¿Ya llegamos?—Murmuro observando fuera de la ventana.

Estos que estaban polarizadas, nadie podía ver quien era el que iba dentro del auto.

—Antes que baje, le pedimos que use esto—Informo el conductor, entregándole un cubre
bocas, una gorra y un abrigo del color negro.

Dentro del auto había calefacción, por lo que Hongjoong no se percato de la baja
temperatura que había afuera.

En su hogar el ambiente no era tan frio, ni tan cálido pero en la ciudad se inclinaba mas
por el clima frio y Hongjoong era propenso a enfermarse rápido ante esta temperatura.

—¿Mm? Claro…

La cuidad le era muy desconocida, ninguna que se le asemeje a los lugares que conocía en
su otro mundo. Dado que estaba en otra dimensión, era entendible que algunas cosas
eran diferentes. Ver algunas marcas conocidas, le decía que no todo estaba perdido y sin el
temor de quedar sumergido en la ignorancia.

Con Hongjoong en medio de los dos, los tres ingresaron al centro comercial.

El porte de Taeyang y Zuho daba la imaginación de ser los hermanos mayores que
protegían a la hermanita de la mirada de pervertidos, pero en este caso, fue un Hongjoong
tímido siendo guiado a una tienda de ropa.

Esto atrajo muchas miradas de todo tipo de personas, mayormente de jovencitas y una
que otra mirada discreta por quienes tenían pareja.

Todas suspiraron en cuanto las espaldas de los tres, desaparecían en el elevador. Las
amantes de perseguir a personas atractivas, no dudaron en tomar sus cosas y prepara sus
cámaras, corrieron escaleras arriba en busca de ellos.

—…
Hongjoong les lanzo una mirada a las tres mujeres de la esquina, que susurraban entre
ellas mientras se comían con la mirada a Taeyang y Zuho.

Sus ojos se abrieron de golpe, un temblor ligero recorrió todo su cuerpo al reconocer a
una de ellas. Giro de regreso la mirada al suelo, su cabeza se lleno de preguntas sin
respuestas.

Ahora que encontró una persona, joven como lo era el, que conocía en su vida adulta era
posible encontrar a quien buscaba.

No quería adelantarse a los hechos infundados pero si este fuera el caso, su pecho que lo
sentía ligeramente opresivo quedo liberado y la alegría volvía a florecer en el.

Hongjoong fue el primero que salió y Zuho le mostro las tiendas donde la ropa era de
buena calidad, mientras que Taeyang indico las tiendas de zapatos.

—Joven Hongjoong, nosotros esperaremos aquí. Tome su tiempo en elegir lo que quiere…
—Hablo Taeyang, junto a Zuho esperaron en las puertas.

Hongjoong suspiro aliviado de esto y así con mucha calma ingreso a la tienda.

Casi la mayoría de las empleadas de este tipo de tienda, juzgan a las personas por su
apariencia. Alguien con buen porte se le brinda mejor atención, escogiendo a la empleada
mas destacada y en cuanto a alguien como Hongjoong, los ignoraban. Pero en esta
ocasión, el departamento había contratado aun pobre chico lindo y tímido, al ser enviado
en la sección de ropas y zapatos.

Ellas tomaron la oportunidad de molestarlo y fue casi obligado a ir con Hongjoong para
atenderlo.

Según las palabras de la empleada mas alaba del lugar, este tipo de personas solo
entrarían y alborotarían todo para que después no terminaran comprando nada. Con esto,
haría que el chico no obtuviera puntos para subir de puesto y le daría mas trabajo al
arreglar todo lo que el sujeto movió.

Aplaudió internamente con mucha satisfacción.

El empleado, rugió internamente con todas sus fuerzas cuando fue nuevamente enviado
hacia alguien que parecía solo “ver”. En este día, con este que entro ya llevaba con cinco
personas, no mostro su molestia y cansancio, dirigió su alma con mucha amabilidad
fingida hacia Hongjoong.

—Buenas tardes, le doy la bienvenido al apartamento de ropa de la marca RION ¿Gusta


que lo ayude a buscar algo?

Hongjoong giro en dirección a la voz, encontrándose con un joven empleado.

Medito un poco sobre su pregunta antes de asentir lentamente.

—…Estoy buscando un talla mas pequeña que esta ¿Lo tiene?—Pregunto Hongjoong sin
fijarse en la pequeña vena que sobresalía de la frente del empleado.
(El empleado creyó que Hongjoong eligió una ropa al azar, solo para enviarlo lejos pero lo
que le enoja mas fue el hecho de no decirle que no quería su servicio, si no por el
contrario, lo envió a buscar algo que al final no parecía querer comprarlo)

—Déjeme buscarlo…—Y así, el empleado fue en busca de lo que se le pidió, sacando humo
por la nariz.

A la distancia, alcanzo a escuchar las risas burlescas de sus compañeras. Ni siquiera llevaba
una semana desde que ingreso y ya quería abandonar su maldito trabajo.

No tardo mucho en encontrar la playera que le pidió Hongjoong. Sin ánimos camino hacia
el, sabiendo que este joven no lo tomaría.

—Aquí esta…

Para su sorpresa, Hongjoong si recibió feliz la playera y eso no era todo, tambien llevaba
en brazos un puñado de mas. Su corazón dio un pequeño salto al ver que la ropa que
llevaba Hongjoong, que algunas eran las mas caras.

Su felicidad no se detuvo hasta ahí porque lo siguiente que pregunto Hongjoong fue ir a la
sección de zapatos.

De repente empezó a ver flores y arcoíris alrededor de si mismo, Hongjoong había tomado
muchos pares de tenis y zapatos. Su siguiente destino seria el mostrador para pagar todo
eso.

Con la boca abierta, sus compañeras lo observaron llenos de enviada y otras lanzaban
dagas con la mirada.

Ocupando el decimo nivel, avanzo al tercer lugar por los puntos que acumulo en la
compra de Hongjoong, con esto tendría un aumento y obtendría la tarjeta de 20% de
descuento.

Un regalo de Dios enviado en forma de un chico vestido con ropa pobre. Ahora podrá
comprarse aquel par de tenis que tanto anhela, utilizando la tarjeta de descuento.

—¡Por favor, regrese pronto y yo personalmente lo atenderé!—Despidió inmediatamente


la empleada mas alabada del lugar.

Hongjoong le lanzo una mirada de reojo y solo asintió ignorándola, regreso con el joven
empleado que sostenía sus cosas.

—Lo acompaño…—Sugirió el joven empleado al ver que Hongjoong planeaba tomar sus
cosas.

Hongjoong asintió y camino de regreso a la puerta.

Como se le dijo antes de entrar, Zuho y Taeyang esperaban tranquilamente en la salida. El


joven empleado se llevo un gran susto cuando alguien tomo las bolsas de sus manos.
Gira bruscamente detrás de el encontrándose con un hombre alto que le miraba, casi
analizándolo de pies a cabeza. Pensó haber visto una ligera sonrisa provenir del hombre.

—Esta bien, gracias por ayudarme—Dijo Hongjoong inclinado un poco su cuerpo,


dirigiéndose al otro distraído.

El joven empleado se da cuenta que este cliente traía dos personas como un respaldo y no
como hermanos o amigos. Inmediatamente hace lo mismo que Hongjoong y se despide
de ellos.

Con el corazón palpitante observa la espalda de aquel sujeto que lo analizo, por unos
minutos antes de que este desapareciera de su vista.

Sus mejillas se encendieron a la velocidad de la luz cuando esa persona regreso la vista
hacia el, cachándolo en el acto. Esta vez vio una clara sonrisa aparecer en el rostro de aquel
sujeto.

—¡Youngkyun, regresa ahora!

—…¡Mierda!—Maldijo mentalmente ingresando a la tienda con el molesto rubor en sus


mejillas.

—Gracias por las molestias de que me hayan acompañado…

—No se preocupe Joven Hongjoong, es nuestro trabajo—Contesto Zuho entregándole las


bolsas.

Hongjoong se despidió y regreso a su habitación. Ya era muy tarde por lo que fue a
ducharse primero antes de bajar a cenar con su padre.

Zuho y Taeyang regresaron en la puerta que da hacia la cocina, su querida madre los
esperaba ahí con una pequeña sonrisa.

—Esta lista la cena ¿Cómo les fue, el joven Hongjoong causo algún problema?—Pregunto
la señora Yoo, tomando dos platos.

—No, todo bien…yo lo sirvo—Respondió Taeyang, tomado su propio plato de la mano de


su madre.

Zuho que había tomado asiento y esperaba pacientemente a que le sirvieran su comida,
Taeyang se encargó de pasarle su plato y que el mismo se sirviera.

—…De hecho, se comporto mejor de lo que esperábamos, bastante tranquilo…—Siguió


Zuho, esperando su turno de tomar su comida.
—Ya veo…el señor Kim espera a que ustedes lo cuiden cuando empiece las clases que será
el lunes proximo, prepárense hijos—Recordó la señora Yoo, tomando dos platos servidos y
llevándolo al comedor.

Los dos no contestaron pero entendieron. Por cinco minutos se mantuvieron en silencio,
Zuho inicia una breve conversación.

—Parece una persona diferente…Como debería de haber sido desde un principio, teniendo
todo esto, no comprendo por que intentaría…

—Zuho—Detuvo Taeyang a tiempo, antes de que dejara escapar alguna palabras mas.

Su voz contenía un poco de severidad cuando lo interrumpió, Zuho solo dispuso a resoplar
y seguir ingiriendo su comida.

Su madre regreso del comedor y al sentir el ambiente un poco pesado, imagino en que el
par habían discutido un poco.

Abrió el refrigerador y de el saco dos pedazos de pastel de durazno, nadie levanto la


mirada de sus platos, hasta que vieron el plato extra de cada uno.

Ambos sonrieron a su madre y ella se retiro tranquilamente.

Como si nada hubiera pasado, el hermano mayor tomo la iniciativa de sacar un tema
interesante.

—Tres años.

Zuho detuvo su acción de probar el pastel y mira de reojo a Taeyang con duda.

—¿Qué?

Taeyang toma su pedazo de pastel y le da una probada.

—No te había visto sonreír de esa manera desde hace tres años…—Una pequeña sonrisa
aparece en su rostro por el sabor del pastel.

Al ver esto, Zuho deja escapar una risa.

—Pero que observador eres hermano. Digamos que a ti, solo le sonreirías de esa manera, a
un pedazo de pastel de sabor durazno Jajaja—Ataco al otro con la intención de molestarlo.

Taeyang solo niega con la cabeza, toma su pastel sobrante y la regresa en el refrigerador,
planeaba terminarla en la mañana. Sus ojos vieron algo y la toma sin dudar.

Zuho escucha una lata siendo abierta y levanta la vista al frente. Taeyang le devolvió una
sonrisa malvada mientras tomaba rápidamente su ultima bebida de durazno.

—…!

Zuho soltó la cuchara y corre hacia su hermano mayor para arrebatarle la bebida. La eleva
hacia su boca y no cae nada, solo unas simples gotas llegaron a chocaron en su barbilla.
Una ira incesante emergió de el que quería convertirla en un puño dirigida hacia el otro.

Antes que esto pasara, su madre entro apresurada a la cocina, la mirada que les dio tenia
un brillo inapagable.

—¡Hijos, el señor Kim les ha llamado!

Ambos olvidaron lo sucedido, compartieron una mirada interrogativa y siguieron a su


madre.

El señor Kim y junto al hijo, observaron a los hermanos. El primero tenia una sonrisa
cuando dirijo la mirada a ambos, se levanto de su asiento.

Tomo algo de la mesa y camino hacia ellos.

—No quiero que se nieguen a aceptarlo y solo tómenlo—Dijo el padre de Hongjoong,


entregándole algo a Zuho y Taeyang.

Ellos al verlo, fue Taeyang quien se negó a aceptarlo primero y Zuho no apartaba la mirada
de ella, nadie sabia que era lo que pasaba por su mente en ese instante.

—No podemos aceptarlo señor Kim, es mucho para nosotros—Contesto Taeyang, de paso
dándole un leve golpe en el brazo a su Zuho.

Zuho reacciona y sin querer extendió las dos tarjetas de regreso al padre de Hongjoong.
Provocándole una risa a este ultimo.

La primera tarjeta consistía en una credencial, que solo las poseían los alumnos del
Instituto ICON. Al tener esto en manos, sabían que ya fueron transferidos a esa
preparatoria, con eso, Taeyang solo regreso la otra tarjeta.

Esta que se trataba de una tarjeta de crédito, no podían aceptarlo y la madre estuvo de
acuerdo con ello.

Pero el padre de Hongjoong se negó rotundamente a que se lo devolvieran.

—Esta bien. Véanlo de esta manera, es como si les pagara por cuidar a mi hijo en la
escuela ¿Qué tal eso?

Con esta propuesta, ambas partes al final estuvieron de acuerdo.

—Es-estamos muy agradecidos por lo que esta haciendo por nosotros, se-señor Kim—
Agradeció la señora Yoo, con algunas lagrimas en los ojos.

El padre de Hongjoong levanto el brazo para consolar a la señora Yoo.

—Soy yo quien esta agradecido por lo que ha hecho por nosotros, sin usted y sus hijos,
nosotros no podrimos continuar…

Hongjoong observaba desde su asiento tal escena conmovedora, suspiro internamente y


no pudo evitar sonreír un poco.
El que nunca sintió el amor de sus padres, una pequeña lagrima dejo caer. Sobo con
ligereza su pecho para calmarlo, el llanto estaba en la punta de su lengua por lo que
aparto de inmediato la mirada.

Su padre lo noto pero no dijo nada.

—¡Ahem! Bien, yo necesito regresar a mi despacho—Dejo de consolar a la señora Yoo y


camino hacia Hongjoong.

Le dio un apretón cálido en el hombro y le dice.

—Hijo, si necesitas algo, no dudes en llamarme ¿Ok? Duermes bien.

En la vista de todos, quedaron sorprendidos cuando Hongjoong levanto el brazo para


presionar suavemente de regreso la mano del padre.

Su padre sonrió cálidamente a Hongjoong y le sacudió su cabello antes de retirarse a su


despacho.

De igual forma, Hongjoong se despidió de la pequeña familia. Sin antes olvidar pedirle un
pequeño favor a los hijos de la señora Yoo.

—Quisiera pedirles un favor para mañana ¿Se puede?

—No se detenga joven Hongjoong, por favor díganos, no hay problema—Respondió


enseguida la señora Yoo, incitándolo a seguir.

—Hoy ya era demasiado tarde para hacer algo mas, pero quería teñir mi cabello ¿Podrían
acompañarme mañana de nuevo a la ciudad?

Hongjoong dejo de hablar, Zuho y junto a su madre voltearon hacia Taeyang, que no se
inmuto ante la acción de los dos.

—…Ni se preocupe joven Hongjoong, aquí mi querido hijo mayor ¡Sabe de esas cosas y
puede ayudarlo personalmente a teñírselo!—Termino la señora Yoo, Taeyang le dirigió una
mirada transmitiéndole algo.

—Di-digo, si no tiene ningún problema…—Agrego la señora Yoo, luego de entender el


significado que le envió Taeyang.

—¿En verdad?...Entonces, no tengo ningún problema en que su hijo me tiñe el cabello, a si


me sentiré mas seguro…—Dijo sonriéndole a la señora Yoo, su mirada suave camino hacia
Taeyang antes de asentir ligeramente y retirarse.

La señora Yoo analizo la persona de Hongjoong, suspiro aliviada y giro hacia sus dos hijos.

—Con esta gran oportunidad, en el futuro no tendrán problemas con la vida…Estoy muy
agradecida de encontrar a personas como el señor Kim ¡Cuiden bien a su hijo!

—Madre, en el futuro nos aseguraremos de que usted tambien reciba de vuelta todo el
favor que nos dio desde pequeño, solo espere un poco mas—Zuho juro con su vida que
cuidara muy bien de su madre.
Taeyang asintió en acuerdo ante las palabras del menor, no dudando en abrazarla cuando
ella soltó un par de lagrimas mas.

—Soy tan afortunada de tenerlos como hijos. Estoy segura, que desde el cielo su padre
esta muy contento de ver el resultado que emergió del fruto de nuestro amor…los amo
tanto.

—¡Nosotros tambien!—Alegaron al mismo tiempo los hermanos.

Sacándole una risa a la madre, alejando por completo la tristeza que sintió al recordar a su
esposo.

—Si no fuera porque soy su madre, creería que ustedes son gemelos Jajaja…

Ambos hermanos compartieron una mirada ante lo mencionado de su madre. Cada quien
empezó a imaginar una situación de ellos mismos siendo gemelos, serian un completo
desastre.

Sacudieron fuertemente sus cabezas ante aquel pensamiento maldito.

En la mañana siguiente, Hongjoong fue llevado a la habitación lateral que da junto al


propio de Taeyang para que este le tiñera el cabello.

Llevándose una grata sorpresa de que este mismo tenga en manos el kit completo para
abrir una estética.

—Antes de que mi madre trabajara para su padre, ella solía tener una estética…—Relato
brevemente al ver el interrogante en la cara de Hongjoong.

—¿Hay alguna foto que me ayude a precisar el color de tu cabello?

—¿Uh? ¡Si! Quiero que quede así…

Hongjoong le muestra una foto de un modelo que tenia el cabello teñido de rubio y
mechas oscuras.

Taeyang asintió y gravo la foto en su memoria.

Ayer por la noche, había buscado en online los tintes que eran necesarios para obtener ese
color. Las había encontrado en una pagina muy conocida y no dudo en apartarlos, su
pedido acababa de llegar hace una hora.

Hongjoong le pasa la bolsa que sostenía, en ella venían tres cajas.

Taeyang tomo la bolsa y asomo la mirada dentro, un momento después este termino
regresándole, no dijo nada y camino hacia un armario.

—¿Uh?...

—Escuche que de esa marca, solo maltrataba y causaba alergias el cabello de uno…—
Taeyang regreso con varias cajas de tinte, diferentes del color que traía.
—¿Quieres escoger otro color? Solo tengo estos…

Hongjoong apenado por haberse traído un tinte malísimo y al mismo tiempo disgustado
por ser estafado, acepto la ayuda del otro. Dejando un recordatoria interno de pagarle
después este favor a Taeyang.

—¿Estas seguro?...—Pregunto devuelta Taeyang al ver el color que había elegido


Hongjoong, sin querer la había tomado.

No imaginaba que le gustara aquel color que era mas llamativa que el anterior. Lo tenia en
reserva para su hermano menor pero este no se desocupaba, aparte mostraba signos de
no querer usar el color.

—¡Aja!—Asintió furtivamente, hace tiempo que quería un color similar a este.

Pero no encontró el color y opto por el rubio, sin imaginar que Taeyang la tendría aquí.

—Te lo pagare después.

—Mmm.

Hongjoong se mantuvo quieto en su lugar mientras Taeyang hacia diligentemente su


trabajo. Nadie intento entablar alguna conversación, porque el silencio era cómodo entre
ellos.

Pero eso no significaba que se mantendría en silencio hasta el final.

—¿Te molesta que ponga algo para escuchar?—Pidió permiso al otro, preparando su lista
por si Taeyang aceptara.

—No hay problema.

Hongjoong desplazo los dedos por la pantalla de su celular, ya había creado tres o cuatro
listas de diferentes géneros.

(Troye Sivan – BLUE (feat. Alex Hope)

Love it's hard, I know.


All your lights are red, but I'm green to go.
Used to see you high, now you're only low.
All your lights are red but I'm green to go.
I want you, I'll colour me blue.
Anything it takes to make you stay.
Only seeing myself……
Dio iniciada la música y Hongjoong murmuraba en silencio siguiéndolo..
Las manos de Taeyang se le tensaron ante la canción. Un breve recuerdo le vino a la
mente, detuvo su acción que no paso desapercibida por Hongjoong.

Enseguida, titubeante vuelve a retomar su tarea cuando Hongjoong termina por cambiarla.

Varias horas mas tarde, dio por fin el nuevo look de Hongjoong. Satisfecho, agradeció
profundamente a Taeyang y no olvido en asegurarle que le pagaría después lo por los
tintes.

—Ahora que tengo Instagram, debería tomar unas cuantas fotos por mi nuevo look…

En un abrir y cerrar de ojos paso de lo que restaba la semana. Era domingo, el ultimo día
que tendría como descanso por que a partir de mañana, estaba seguro que estaría
ocupado por tareas de la escuela.

Siendo alguien que llevaba mucho tiempo sin ir a una clase ¿Debería estar preocupado?

—...

Hongjoong dormitaba en su suave cama porque en el anterior mundo, nunca lo hiso.


Siempre ocupado aquí y haya, sin descanso alguno.

Estaba muy seguro que las enseñanzas deberían ser mas o menos idénticas que lo que le
enseñaron hace tantos años.

Todos los días, desperdiciaba el tiempo en videojuegos o mirar alguna tontería en el


navegador.

Tenia todo y utilizo todo.

Para nada se sentía aburrido, utilizar estas cosas en una semana entera. Es solo que,
últimamente el sueño le venia en cada momento.

Imagino en que tal vez se debía a que nunca tomaba las ocho horas de sueño diarias, en
su mundo anterior. Ahora era el momento de pagar todo eso.

Su padre siempre venia a darle un vistazo y siempre con un semblante de preocupación,


después de ver que se encontraba completo regresaba tranquilo a su despacho.

Y este no era la excepción.

—¡Te tengo una sorpresa!—Ingreso su padre sin saludar y tocar la puerta.

Un habito que tomo desde el Jueves.

Hongjoong levanto la mirada hacia su padre aun somnoliento.

—¿Uh? ¿Qué sorpresa?...


Ya llevaba tres días dándole sorpresas inesperadas. El mismo día que lo vio realizando
algunos ejercicios, por la noche lo llevo en una habitación de la casa para enseñarle los
tantos equipos para tener un cuerpo fitness.

Hongjoong se alegro tanto es vez que no dudo en darle un pequeño abrazo.

Su padre se emoción tanto por esta acción, que en la mañana siguiente aparecía con un
nuevo regalo, solo con la esperanza de recibir otro abrazo de su hijo.

Hongjoong era tan observador que noto esto y para nada se sintió bien. Preguntándose
una y otra vez ¿Cómo era en realidad el cuerpo original?

Llegando a darse cuenta que en ambos mundo, nadie tuvo la suerte de tener un bueno
hijo o un padre amable.

En su caso, un padre irresponsable sin sentimientos que solo pensaba en gastar el poco
dinero en alcohol, dejándolo con hambre en todo el día y aquel, un hijo que quien sabe
que se le pasaba por la mente y hacia cosas que lastimaban ambas partes, afectando mas
al padre que al mismo quien se lastimaba.

¿Acaso el cuerpo original no sentía dolor cuando se cortaba las muñecas o en otras partes
de cuerpo? Hongjoong de tan solo tocar la cicatriz, un escalofrió le recorría el cuerpo
entero.

Hoy planeaba decirle que no hacia falta compararle estas cosas para obtener un abrazo
suyo. Siempre podía darle unos si quería, después de to, este padre suyo no era aquel sin
sentimiento y egoísta. No le parecía molesto en mirarlo a la cara y luego abrazarlo.

No eran lo mismo.

—Baja conmigo ahora y veras tu sorpresa ¡Vamos!

Hongjoong trago saliva y una imagen le llego en la mente. Su corazón retumbaba por la
emoción e intentaba tranquilizarse cuando bajaba las escaleras.

Fue solo que la imagen que esperaba ver, no era lo que tenia enfrente.

—…?

Una pequeña caja le fue presentada ante el.

«¿Y mi querido auto?...»


Hongjoong se abofeteo al instante por tener este pensamiento, acababa de llegar y ya
quería tomarse libertades estafando al padre de otro.

Aun si a la vista de cualquiera y del mismo padre, era el propio hijo, no le parecía bien
tomarlo como pretexto para pedir cualquier cosa.

Bien se sabia que su verdadero padre, había quedado atascado en la realidad de otro
mundo.
Talvez en unos cuantos años mas podría hacer eso pero no ahora.

—¡Ábrelo!—Ínsito su padre con una gran sonrisa.

Hongjoong le devolvió una sonrisa sincera muy ligera y abrió la caja.

—Esto…

El corazón se Hongjoong volvió a bombear de emoción al ver una llave dentro, ya conocía
esta parte.

La saco rápidamente y presiono un botón, fuera de la casa se escucho un pitido fuerte que
atrajo la atención de los presentes.

—¡Un auto!

¡Al fin un auto nuevo! Toda su vida siempre se la pasaba comprando autos usados, por
primera vez tenia un auto nuevo y no uno cualquiera ¡Un BMW4!

—Para llegar a la escala, un auto es necesario ¿Qué te parece el modelo?

—Sin palabras…¡Me encanta, gracias papá!

Esta vida…realmente no sabia que decir.

En un abrir y cerrar de ojos, de repente esta pagando deudas que trabajando por un año
no puede saldar y al otro día recibe un auto así de la nada, algo que solo en sus pequeños
sueño podía ver y no tocar.

—Me alegra que te haya gustado.

Hongjoong despertó con muchas ganas de ir a estrenar ese preciso auto.

Lo normal, desayuno junto con su padre pero esta vez vestido de un traje y el de su nueva
ropa. No tenia porque utilizar un uniforme, con tal de llevar su identificación, era todo.

—Hijo, olvide mencionarte que hoy iré a presentarme al trabajo, mis vacaciones han
terminado y ahora soy necesitado ahí. Llegare en la cena a tiempo, pero si no es así, no
quiero que me esperes ¿Entendido?

—No hay problema, llegas sano y salvo al trabajo…Creo que voy retirándome ¡Gracias por
el desayuno!

Hongjoong tomo sus cosas, ansioso de manejar esa preciosura. Sus pasos quedaron a
mitad cuando su padre lo detuvo. Como un robot, Hongjoong gira de regreso hacia el
hombre.

—¿No estas olvidando algo?...

¡Ahora que demonios estaba olvidando!


—…No creo olvidar nada padre ¿Hay algo mas?

El señor Kim entrecierra los ojos y suspira un poco, cruza los brazos en su asiento. Hace
tiempo, Hongjoong no había vuelto a escucharlo suspirar ¿Qué pasaba ahora?

La señora Yoo aparece detrás de las puertas de la cocina y dirige un saludo en su lugar
antes de volver hacia su padre.

—Ellos ya están en la salida esperando a que el joven Hongjoong los siga por detrás.

Al escuchar esto, su padre asintió y dejo que Hongjoong siguiera su camino.

¿Como no lo había pensado antes? El no conocía el camino hacia el instituto ¿Cómo rayos
llegaría? Afortunadamente su padre lo detuvo a tiempo para que Zuho y Taeyang lo
guiaran en el camino.

Entonces ¿Esto era lo que su padre le molesto o fue otra cosa?

Ambos condujeron a una velocidad casi rápida que la vez pasada, tomándoles menos de
media hora en llegar a las entradas de la ciudad.

A partir de ahí, condujeron moderadamente por que aquí, el trafico era un desastre y los
accidentes casi son recurrentes cuando no tomas precauciones.

Se gravo en la mente las direcciones que tomaban para llegar al instituto, no dejando
escapar ni el mas mínimo detalle, hasta el bote de basura de aquella tienda quedo impresa
en su memoria.

Cuando llegaron a su destino, la primera expresión que tuvo Hongjoong al ver el sitio, fue
shock completo.

Por este shock, detuvo sus acciones que paro en seco asustando a los del frente y atrás
que le seguían.

—¡Carajo, carajo, carajo!...—Maldijo una y otra sin interrupciones.

Esto no era lo que vio en el folleto. Es correcto que ellos mostraran lo de adentro y no lo
de afuera, pero si esto lo hubiera visto antes, los pitidos que se escuchaban detrás suyo se
las habría ahorrado de ante mano.

Ante su ojos jóvenes, captaban correctamente el edificio que le pertenecía la familia de


San, en su otro mundo.

Nunca tuvo la oportunidad de ver lo de adentro, por lo que no reacciono cuando vio el
folleto que le dio su padre.

Ahora que lo miraba detenidamente, este edificio era idéntica como lo recordaba pero
habían ciertas cosas que se le agregaron. Como si este fuera el instituto de San que seria
en un futuro.

Esta vez creía firmemente en que San podría estar en alguna parte de esta ciudad, solo
quedaba buscar.
Con este descubrimiento ya le era mas que suficiente para tener las esperanzas de
encontrarse con el.

—…

Siendo una escuela privada, no era el único poseedor de un auto bonito. Pero con la
diferencia, que el suyo era el único del lugar y que no mucho después, atraería la atención
de muchos alumnos. Atención que no quería y necesitaba.

Al bajar de esta, el asombro de alguien provino detrás de el que lo incito a girarse.

—¡Un auto que apenas salió ayer!

«……Con que era eso, ahora entiendo las miradas……»


Ignorando las miradas de todos, Hongjoong prosiguió a caminar hacia Zuho y Taeyang,
quienes tampoco no se libraron de la mirada ardiente de las jóvenes.

Ellos tampoco llegaron en un auto cualquiera, el padre de Hongjoong les había dicho
desde hace mucho tiempo, que podían utilizar el auto para cuando fueran a clases u otros
lugares.

En vista de que ellos habían rechazado el auto como regalo por parte de su padre. Pero ya
sabia que dentro de su padre, ya se los había regalado.

—Según el croquis que se nos dio, su salón queda muy cerca de aquí…

Hongjoong tenia en manos un mapa de la escuela, en esta nos mostraba todo y Taeyang
estaba en lo cierto, su salón se ubicaba cerca.

—Esta bien si ustedes van en cada quien a sus respectivos salones, yo puedo arreglármelas
para encontrar el mío—Anuncio Hongjoong tomando su propio camino.

—No lo creo joven Hongjoong…

—Dejen de llamarme “joven Hongjoong” estoy plenamente consiente de que talvez


tengamos la misma edad…—Ambos hermanos no contestaron y Hongjoong los interroga
—¿No es así?...

Como era de esperar, Zuho y Taeyang negaron lentamente.

—Estamos cursando el primer año de la universidad…

Taeyang se vio obligado a cortar sus estudios por algunos asuntos importantes, esto como
consecuencia lo llevo a seguir el mismo grado que su hermano menor.

Ellos mismo eligieron una universidad publica en otra ciudad, donde planeaban trasladarse
en un pequeño cuarto de alquiler después.

Pero el señor Kim, cancelo a tiempo sus inscripciones y sus nombres fueron enviados con
el instituto ICON en sus respectivas carreras.
Escucharon de la boca de su propia madre, que el señor Kim los consideraba ya de la
familia, decía verlos como sus propios sobrinos porque los había visto crecer junto a
Hongjoong.

Hace tiempo que planeaba ayudarlos con tantas cosas, incluyendo una casa pero la señora
Yoo terminaba rechazando cada uno de esos regalos, con esto, su padre opto por ir a
ayudar a los hijos entonces.

Habían rechazado muchas cosas, la señora Yoo esta vez acepto el regalo de que sus hijos
fuera estudiantes del instituto ICON, después de graduarse ellos tendrían mas
posibilidades de encontrar un trabajo de alto rango.

—Mas razón para que ustedes se dirijan a su sección, viendo el mapa, esta mas lejos que el
mío, vayan, vayan…—Dijo ahuyentando a los hermanos.

—Su padre nos dijo…

—¡Ok! Hagamos esto, ustedes van a sus salones y yo al mío, luego nos veremos en el
receso y almorzamos juntos ¡Claro como el agua, adiós!—Hongjoong huye del lugar no
dándoles oportunidad de discutir lo indiscutible.

—No podemos hacer nada y el esta en lo cierto, no tenemos mucho tiempo para
acompañar a Hongjoong a su salón…—Zuho no tenia la intención de seguir esperando y
se puso en marcha cuando Hongjoong se fue.

—No hay de otra, vamos—Taeyang camino junto a Zuho, seguido de varias jóvenes con el
teléfono en manos.

La belleza de ambos era irresistible ante cualquier persona, hasta los hombres resoplaban
al ver como la atención que recibieron, cambiaban de rumbo hacia Zuho y Taeyang.

Consiguiendo tanto seguidores como enemigos.

No se sabe quien en el mundo tiene el poder que se necesita para encontrar a las personas
en un chasquido de dedos, cuando de redes sociales se trate.

Los teléfonos de Taeyang y Zuho, no dejaban de vibrar incesantemente con cada


respiración que daban, con cada paso que sacaban estas vibraciones se volvieron
molestosas que el primero no dudo en apagarlo.

—¿100 seguidores en tan solo 15 minutos? ¡Genial!—Vitoreó Zuho, feliz de que su cuenta
en Instagram haya subido de seguidores.

Además de ellos, otros jóvenes lindos y Hongjoong incluido, sonaban sus teléfonos.

Hongjoong recogió su apreciado teléfono que vibraba en su trasero molestándolo al


caminar.

Notificaciones de usuarios siguiéndolo en sus redes sociales, fue lo que tanto hacia vibrar
sus pantalones.
Presiono en silenciar cuando su teléfono estaba por tomar vida y no dejaba se moverse en
su palma, dándole cosquillas.

—¿+60 seguidores, +20 seguidores? ¡Que rápido esta subiendo!

Hongjoong que iba distraído con el celular, no se percato del grupo de personas que venia
en frente, causando problemas.

Ellos no tenían la intención de moverse y darle pase a nadie, esperaban atentamente la


oportunidad de empujarlos por diversión.

Pero esa oportunidad se vio esfumada cuando el siguiente que era Hongjoong, ingresara a
su propia aula a unos pasos de ellos.

—¡Hmph!…—Alguien resopla detrás de el.

La verdad es que Hongjoong si había notado la presencia de estos busca pleitos. Al


principio quería ver como ellos planeaban molestarlo y utilizarlos como costal de boxeo
mas tarde, dejándolos en ridículo ante todos.

Desafortunadamente ellos fueron los que se salvaron. Se percato de una puerta abierta,
donde ingreso rápidamente y hacia evitar machar sus manos.

De igual forma, iniciar una pelea el primer día de clases, era algo estúpido y
probablemente afectaría su futuro.

—¡Hmph! Payasos…

Según el mapa, su salón quedaba a una puerta mas.

Ingreso sin molestarse en mirar a su alrededor, perdiéndose de alguna de las miradas


sorprendidas que provoco su presencia.

Dentro, el salón fue dividida en dos partes donde los hombres tomaban un lado y las
mujeres tomaban el otro.

Los asientos iban un poco elevadas hacia arriba en diez filas, su gran longitud permitía
abarcar de cuatro a cinco alumnos.

Siendo este ultimo numero, que los alumnos no mantenga su espacio personal, por lo que
algunos se sentaron de cuatro.

En cantidad, las mujeres ganaban. Hongjoong tomo el penúltimo asiento vacío.

Aprovechando que su profesor aun no llegaba, busco en su navegador los dueños del
instituto. Rezaba internamente que la familia de su amigo aun fuera dueña de esta y no
haya cambiado.

—¿Te molesta que me siente a lado de ti?


Sin molestarse de quien se tratara, Hongjoong negó inconscientemente y movió su cuerpo
aun lado.

—¡Buenos días a todos jóvenes! Mi nombre es Hyuna, su tutora. Como se ha hecho desde
siempre para los nuevos egresados, la primera hora la utilizaremos para que ustedes
mismos tengan la oportunidad de organizar sus horarios de clases.

La profesora Hyuna que era muy hermosa y joven, ocupaba el puesto numero dos en el
listado de “Bellas Flores” creado para las maestras del instituto. En cuanto al manejo de su
clase, ella se enfocaban mas en lo practico que en lo teórico, con esto los alumnos no
sentían que su clase fuera aburrida, si no muy entretenida.

Su vestimenta no se trataba de zapatillas y faldas hasta la rodilla, tanto los alumnos y como
los maestros, tenían la libertad de vestirse con comodidad, sin llegar demasiado lejos.

—El mapa que se les entrego en la entrada, muestran específicamente a que grado y
asignatura pertenece el salón. Si no logran ubicarlas en ella, igual pueden guiarse con los
nombres y grados que son marcadas en la misma puerta.

Ella tomo su mochila y dentro saco una cierta cantidad de hojas, se las dio a una joven del
frente y que cada quien las fuera pasando de mano a mano, hasta el ultimo.

—Dispondré a entregarles estas hojas. No olviden tomar una foto para cuando terminen
de llenarlos, por que nos quedaremos con estas al final.

Hongjoong tomo uno y envió el resto con la siguiente persona.

Un horario vacío, con una fila de materias y un cuadro extra, fue lo que contenía la hoja.

Contaba con 13 asignaturas, seleccionaría 8 de ellas para cada día de la semana, a


excepción de dos materias, las demás no se les permitía repetirlo dos veces en el mismo
día.

Al completar el horario principal, debajo de esta se encontraban 3 asignaturas de las 13


existentes. Estas contaban con una pequeña lista, solo debía encerrar una actividad en
cada una y listo.

Hongjoong decidió empezar desde abajo.

Una alumna tomo la iniciativa de cortar el silencio que se creo y hacer una pregunta que
nadie había imaginado.

—Profesora Hyuna, escuche de los alumnos anteriores que se permitía dejar un cuadro
vacío ¿Es verdad?

La profesora Hyuna aplaudió y sonrió en dirección a la alumna.

—Veo que no puedo ocultar eso, siempre habrá alguien astuto y sacara a colar detalles
como esto. Por supuesta que es verdad, se les permite dejar vacío un cuadro de tres días.
Con eso, todos los jóvenes vitorearon de felicidad y no dudaron en dejar vacío la primera
clase de los tres primeros días de la semana. Así podrán dormir mas y no levantarse muy
temprano.

Hongjoong no siguió los pasos del resto, el dejo vacío la primera clase de Lunes, Miércoles
y Viernes.

Se concentro en rellenar el cuadro pero la única persona de su lado cercano le interrumpe.

—¿Tu, que elegirás en Taller Cultural?—Pregunto siguiendo sus pasos de iniciar desde
abajo.

—Pintura—Hongjoong no le vio problema contestarle.

—Escuche que el profesor es estricto por como tomas el pincel, el mínimo error del
contraste de tu propia pintura, te da un breve sermón de una hora…—Informa la persona,
su lápiz moviéndose con calma.

Hongjoong regresa y borra la X en Pintura, analizo un poco las otras opciones y al final
subrayo en Música.

Al verlo modificar su elección, la persona suelta una suave sonrisa y vuelve a preguntarle.

—¿Qué escogiste en Lenguaje externo?

—Francés—de nuevo, no le molesto compartir lo que encerró.

Con lo que le dijo del primero, quería saber lo que dirá después.

—Cometes un error en la pronunciación y te llena de trabajos como si del profesor de


Matemáticas o Química se tratara…—Respondió de lo mas normal.

Las personas del asiento de atrás y frente, que escuchaban accidentalmente lo que el joven
decía, no pensaron una segunda vez para elegir otro lenguaje.

Le pareció amable de su parte recibir ayuda externa y así, no se arrepentiría después


escoger y conocer esos detalles importantes mas tarde.

Hongjoong frunció el seño, levanta la cabeza en silencio y trato de observar en secreto a la


persona informante. Siendo tomado por sorpresa, cuando la otra persona le observa con
una sonrisa ladeada.

—¿Disciplinas Deportivas?—Vuelve a preguntar, con la barbilla recargada en una de sus


manos.

Hongjoong aparta nerviosamente sus ojos de regreso hacia su hoja, se vio incomodo con
la mirada sonriente del otro, aparentemente no planeaba alejar sus ojos de el.

—Básquetbol.

—Los entrenamientos son tan exhaustivos y duraderos…


Esta vez dudo un poco de si debería cambiarlo ¿Qué tal si esta persona solo estaba
jugando con el?

La persona esperaba atentamente que Hongjoong moviera el lápiz para borrar lo que
eligió pero lo vio dudar, solo entonces aparto su mirada un momento.

—Veo que no me recuerdas…

El cuerpo de Hongjoong se tenso al escuchar lo que el otro dijo, trago nerviosamente.

El silencio de Hongjoong provoco a que el joven enfocara devuelta su vista en su persona.

—Si han terminado, recibo sus hojas aquí y ya pueden retirarse. No olviden que en las
siguientes horas seguirán de acuerdo a sus nuevos horarios. Los maestros les pedirán sus
nombres como punto de asistencia de hoy, por lo que no es bueno perder las clases.

La voz de la profesora se propago por todo el salón de no mas de 30 alumnos.

La mayoría se arrimo a entregar la hoja y salir a toda prisa a explorar el entorno,


Hongjoong iba en medio de todos ellos.

Se quito un sudor imaginario, aliviado de que la profesora haya hablado y así evitara
contestar a le persona de su lado.

Ni bien había pisado fuera de la puerta cuando volvió a escuchar la voz de la profesora.

—Una ultima cosa, soy quien imparte la asignatura Química ¡Nos vemos después queridos
alumnados!

Hongjoong recordó que su segunda clase seria Física y según el mapa, quedaba lejos de
este salón.

Camino por los pasillos hasta dar con las canchas de futbol y basquetbol. Las alumnas iban
y venían del lugar para ver a los jugadores entrenar.

Con el pensamiento de evitar a toda costa cruzarse con esa persona, sabia perfectamente
que la vida no se lo haría tan fácil y encontraría oportunidades para fastidiarlo.

Tomo otro rumbo con pocos alumnado para ocultarse del joven, que apareció a unos
metros de el buscando a alguien.

Originalmente había planeado ingresar en los sanitarios y buscar un baño vacío como
escondite. Pero cuando Hongjoong observo dentro de el, su semblante cambio
repentinamente

Con un giro cierra la puerta nuevamente dándole la espalda, con intención de buscar otro
escondite.

Los ruidos que provenían del baño, como risotadas burlonas y cosas cayendo de impacto
al suelo, detuvo a Hongjoong en su huida.

Apretó los puños con la vista clavada en el suelo.


—No pasa nada…—Dijo intentando convencerse.

Sacudió su cabeza y emprendió su camino de vuelta. Precisamente cuando gira de regreso,


escucho un gemido ahogado dentro del baño.

—…!

Siempre odiaba a las personas que les gustaba intimidar a los débiles pero se encogían en
sus caparazones al toparse con alguien superior.

Ingresa en el sanitario sin avisar, sus ojos fríos recorrieron a las cuatro personas presentes.

Ellos imaginando que fueron descubiertos por un prefecto, giran bruscamente con la
intención de ocultar a la persona del suelo.

Al encontrar a solo una persona de baja estatura y de primer año, les hiso reírse y sentir
alivio internamente, pero mirando de cerca la expresión de Hongjoong, causo en ellos la
intención de darle unos cuantos golpes.

—¡Hey! Aléjate antes de que sea tu turno…—Advirtió chasqueando los dedos la persona
de la izquierda.

Hongjoong no reacciono ante eso. Su credencial de color azul y el lado contrario rojo,
imagino que eran de los otros grados.

—¡Si no te vas ahora, será tu turno! ¿Quieres parecer como este?...—Esta vez todos se
alejaron, dejando a la vista a un joven.

Hongjoong observo al joven malherido, que luchaba por advertir con los ajos a irse.
Hongjoong suspiro pesadamente como este joven se esforzaba por alejarlo ¿Acaso no se
esta viendo?

¡Claramente era él quien necesitaba ser salvado!

—Tenias que ser de primero como yo…—Susurra, observando el credencial azul del chico.

Viendo que Hongjoong no se movía aun cuando le advirtieron dos veces, el líder del grupo
movió la barbilla con indicaciones de someterlo.

—¿Qué piensan muchachos, le quitamos lo carita linda al hijo de puto?—Vocifero el líder,


provocando risas de su colegas.

Pensando que Hongjoong seria una presa fácil como el que estaba tirado en el suelo. No
escatimaron esfuerzos en solo extender sus brazos y atraparlo.

Hongjoong que esperaba esta acción, toma la delantera, con gran fuerza y agilidad les da
una patada en la cara a ambas personas, de paso no olvida patearlo en el estomago.

Estos caen al suelo con gimoteos. Al ver esto, los dos restantes corren hacia el con furia en
sus rostros. Aprovechando esto, Hongjoong toma la cuerda de su mochila, la envuelve
fácilmente en las manos de uno, mientras esquiva el puño del otro.
Da la vuelta junto con el otro y lo toma de escudo para que este reciba el ataque del líder.
El líder manejaba sus puños con gran fuerza y su colega gime de dolor, Hongjoong
aprovecha a darle un golpe en la pierna y que este se arrodille y vuelve a recibir otro golpe
de su líder.

Apartando al otro, Hongjoong se aleja un poco e idea un plan rápido.

—Ahora entiendo por que fuiste audaz al quedarte y no escuchar nuestras advertencias
¿Crees que soy fácil como estos?—Gruñe pateando a su amigo a un costado.

Hongjoong sonríe y esto al líder lo toma como una provocación. Preparado, corre hacia el
con el puño al frente. Hongjoong lo esquiva y este termina chocando con una de las
puertas del baño.

—¡Mierda!

Distraído por el dolor, el pie de Hongjoong sale volando y le da en la cara, el costado y al


final en la pierna.

Tampoco se vio disminuida la fuerza que aplicaba en sus puños y patadas. Hongjoong
como un golpe final, envía dos cachetadas a la cara del otro, dejándolo dolido en el piso.

Al intercambiar ciertos golpes, Hongjoong no se olvidaba de darles pisotones a los que


estaban en el suelo, incrementando el dolor en ellos.

Hongjoong toma del brazo al joven, que dispuso a moverse en una esquina. Salen del
baño alarmados de ser perseguidos, dirigiendo sus cuerpos hacia donde había mas
personas.

Hongjoong y el chico jadeaba un poco por la carrerita que dieron. Al menos sus
habilidades en lucha y defensa que aprendió de adulto, seguían intactos y pudo manejar
mas o menos bien el asunto.

Tener este cuerpo casi débil, hiso que sus golpes no fueran mas fuertes e imparables.

En casa le esperaba un gran entrenamiento físico.

Gira la mirada hacia el chico con intención de preguntarle un poco pero su campo de
visión capta la presencia de alguien indeseable.

—Esto…Cuídate ¡Ya me voy!...—Dijo palmeando la espalda del pobre chico.

Este no esperaba que su salvador se fuera con demasiada prisa, que no le dio tiempo de
preguntarle su nombre o tan siquiera agradecerle.

Levanto su mano en modo de despedida pero Hongjoong ya había desaparecido de su


vista.

—…

Los golpes que le dieron no eran visibles porque estos rebeldes, procuraron darle patadas
en su cuerpo y no en la cara.
Creía trasladarse a otra escuela, los problemas terminarían pero eso, no fue el caso.

A todo esto, al menos hubo algo que si cambio y fue que alguien estuviera dispuesto a
defenderlo. Eso de alguna manera, le dio fuerzas para levantarse y continuar.

Cuando intento alejar a esa persona por su bien, dentro de el anhelaba que se quedara y
no lo dejara solo.

Al final, lo tomo del brazo y lo llevo a un lugar seguro.

El rostro del chico apareció una pequeña sonrisa que en los últimos años dejo de mostrar.

Su felicidad se vio interrumpida por un mensaje.


<Hermano Mayor:
¿En donde estas?>

No tenia ganas de contestar a ningún mensaje pero tampoco quería preocupar a alguien.
<Yo:
Estoy en la escuela….Tengo entendido que no puedes utilizar tu teléfono ¿Qué pasa? ¿Algo urgente
acaba de pasar?>

Con eso, ya no tubo la intención de ver su respuesta. Aspiro el aire frio, se levanto
cuidando sus movimientos, tomó su mochila y se dirigió a su siguiente materia.

La mitad del día no fue tan pesado. Los profesores se presentaron y pidió sus nombres,
blablablá aquí y blablablá haya.

El tiempo que le quedaba de sobra, la utilizo para recorrer los pasillos de la escuela y
familiarizarse un poco con el.

—Pueden retirarse…—Anuncio el viejito de su profesor, dando por concluida la mitad del


día.

Hongjoong espero su turno para salir y no ser empujado por el resto.

Se encontró con algunos de los que vio en la mañana y afortunadamente no vio a esa
persona de cabello gris.

No pudo evitar exclamar su asombro cuando entro en la cafetería.

(Descripción de una Cafetería Escolar)

—¡Elegante!

Su credencial incluía un código que servía para pagar el alimento que consumiría.

—Vaya…
Solicito un sándwich de pollo, una botella de jugo sabor guayaba, dos barras de chocolate
y una galleta.

No sabe porque se compro los dos últimos, si con los dos primeros le basta. Tal vez fue la
emoción de deslizar el código al pagarlo, muy placentero.

Por el momento la cafetera no era muy bulliciosa porque solo estaban los alumnos de
primer año. Como consecuencia, las mesas circulares dejaban espacio para ocho, ahora
solo tenían tres a cuatro personas.

Hongjoong camino hasta la esquina, que nada mas la ocupaba una persona que le daba la
espalda.

Por poco olvidaba que Zuho y Taeyang iban a acompañarlo, pero todas las mesas ya tenia
dos o mas personas ocupándolas, este solo tenia una.

Sin otra opción, toma el asiento del otro lado. El sonido metálico que provoco (placa para
poner el alimento) atrajo la atención del ocupante, este levanta la mirada lleno de sorpresa
y felicidad.

Hongjoong ve al chico que lo reconoció inmediatamente.

—¡Oh! ¿Eres aquel chico?—Inconscientemente cambia de asiento junto al lado del chico.

—¡Si! Este…Creí que no volvería a verte, no te di las gracias en ese momento ¡Gracias por
ayudarme!—Exclama el chico con mucha timidez.

Hongjoong sonríe y niega con las manos, segundo después, frunce los labios.

—¿Has ido en la enfermería?...—Interroga al ver que la herida en su rostro, no parecía


tratada.

—…No, estoy acostumbrado ¡El dolor es soportable!—Dice con un tono normal.

—¿Acostumbrado? ¡Esos tipos llevan tiempo golpeándote!...

Sin querer, siente el enojo emerger dentro al imaginar como esos tipos molestaban
seguidamente al chico.

El chico deja de hablar y baja la mirada con evidente tristeza. Hongjoong cruza los brazos
tragando su enojo, toma las dos barras de chocolate y le entrega al chico.

Sorprendido por el regalo, tenia la intención de devolvérselo pero una tercera mano fue
mas rápidas y se las arrebata.

—¡Que lindo detalle! Supongo que no hay problema si me llevo los dos ¿Verdad?

La mesa vacía, es llenada por los amigos del tipo que lucho con Hongjoong. Las sonrisas
maliciosas y burlonas impregnaban los rostros de cada uno. El líder estaba en medio de
Hongjoong y el chico, este ultimo estaba siendo abrazado por su agresor.
Hongjoong se asusta un poco por la voz pero su expresión cambia de inmediato al ver de
quien se trataban.

—…¿Vienen por mas palizas, acaso no fue suficiente para ti? O mejor dicho…—Hongjoong
aparta la mirada y mira a cada uno de los presentes ante de soltar—…¿No tienes
vergüenza de traer a tu grupito, solo para vencer a una persona?

Ante las palabras de Hongjoong, todos se volvieron hostiles en su personas. El líder no se


queda atrás, su enojo lo llevo a tomar el vaso del chico, que contenía algo espeso y se la
vierte en la ropa de ambos.

Con esto, todos vitorean chocando las manos por la buena acción del líder.

Habiendo elegido la mesa del rincón y ser rodeado por tantas perdonas, nadie podía saber
las cosas correctamente. La mayoría pensó en que talvez era un grupo de amigos que
compartían felizmente algo, por lo que no se molestaron y volvieron en sus propios
asuntos.

Hongjoong grita internamente por como su ropa nueva es manchada por algo rosado.
Una pequeña lagrima imaginaria se deslizo inevitablemente de sus ojos.

Enojado, toma la bebida de la persona de alado y la lanza hacia la cara del líder.

El líder toma acción, sin molestarse en retirar el liquido de su rostro, da un empuje nada
suave hacia Hongjoong.

Hongjoong es enviado fuera de la mesa, cae con un ruido ensordecedor por parte de la
silla. Es tomado de los hombros y estampado a otra mesa.

—¡¿Crees que necesito a muchas personas para patearte el trasero?!—Sale el rugido del
líder y Hongjoong no pudo evitar reírse.

La expresión tranquila y sonriente de Hongjoong, encendió la ira del líder. Sus colegas se
mantenían silenciosos en sus lugares, viendo como la situación se salía de control. Alguien
intento parar al líder pero solo consiguió un puñetazo por parte de el mismo líder.

El chico que fue retenido por los otros, trataba de zafarse insistentemente de ellos con
toda sus fuerzas.

Intento gritarle al contrario que dejara ir a hongjoong y que lo tomara en su lugar. Pero
apareció un puñetazo de quien sabe donde y fue a parar en su estomago, apagando su
voz.

Callo al suelo con las manos extendidas y un temor en sus ojos cuando vio algo brillante
en las manos del líder que iban a para en el rostro de Hongjoong.

Impotente ante la situación, las lagrimas empezaron a desbordar

Entre la multitud, dos personas ingresan apresurados en la cafetería.

Hongjoong aliviado por dentro, esquiva el puño y mueve su cuerpo detrás del líder.
—¿Hablas de estar acompañado?—Al ver los recién llegados, no pudo evitar tomar las
palabras de Hongjoong y ponerlos en su contra.

—¿Qué mas da? Es mejor estar acompañado en los momentos difíciles ¿No crees?

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