“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que
muchos procurarán entrar, y no podrán” (Lucas 13:24).
Cuando recordamos Efesios 2:4-6: nos hace pensar
en la “¡Resurrección!”
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:4-6) Este pasaje enseña el nuevo nacimiento – también conocido como regeneración –podemos sacar un bosquejo más o menos así: (1) Primero, estando nosotros muertos; (2) Segundo, nos dio vida; y (3) Tercero, somos resucitados por el poder de Dios para “sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6). Recuerde que “Venir a Cristo sólo es posible por la gracia y el poder de Dios, que atrae nuestras almas a Cristo cuando somos convertidos”. Esa es la única manera que un hijo “de la ira”, “muerto en pecados”, puede venir a Cristo (Efesios 2:3, 5).
Ahora le preguntare “¿Qué debes hacer, si todavía
estás perdido?” Nuestro pasaje de hoy dice: “Esforzaos a entrar”. Alguien, podrá pensar, “¿Cómo puedo esforzarme a entrar en Cristo si estoy muerto en pecado?” ¡Este es de hecho un punto importante! ¿Cómo puede una persona que está “muerta en pecados” hacer lo que Cristo ordenó – “esforzarse a entrar”? ¿Cómo puede una persona espiritualmente muerta hacer eso? ¿Cómo puede “esforzarse a entrar”?
Esta lucha no es [realizada por] las corruptas
fuerzas naturales del hombre.
Esta lucha es causada por Jesucristo.
Yo no hablaré largo tiempo esta noche. Pero quiero hacer lo más claro posible los dos lados de venir a Cristo.
I. Primero, Dios nos atrae a Jesús.
Jesús dejó bien en claro que debemos venir a él. Él dijo:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Debemos venir a Jesús para tener descanso en nuestras almas y paz con Dios. Una vez más Jesús dijo:
“El que a mí viene, nunca tendrá hambre” (Juan
6:35). Debemos venir a Jesús, el pan de vida, porque Él es el único que puede saciar el hambre de tu corazón y darte la vida. Jesús murió en la Cruz para pagar la pena completa por tus pecados, y resucitó de los muertos para darte vida eterna. Una vez más Jesús dijo:
“Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37).
Jesús recibe todos los que vienen a él. Nunca rechaza a nadie que viene a Él. Sin embargo la gente pregunta, “¿Dónde está Jesús?” Hay muchas respuestas equivocadas a esa pregunta. Pero la Biblia nos dice muchas veces donde está Jesús hoy. No puedes venir a Jesús si no sabes dónde está. La Biblia nos dice exactamente dónde se encuentra ahora mismo. Hay “veintiuna referencias Bíblicas de Cristo a la diestra del Padre”
“Y el Señor, después que les habló, fue recibido
arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios” (Marcos 16:19). Así, se nos dice vez tras vez que Jesús está en el Tercer Cielo (II Corintios 12:2) – en ese lugar que Él llamó “paraíso” (Lucas 23:43).
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me
envió no le trajere…” (Juan 6:44).
II. debemos esforzarnos a
entrar en Jesús. Jesús dijo:
“Esforzaos a entrar por la puerta [estrecha]
angosta…” (Lucas 13:24). Ese es el lado humano. La parte divina es que Dios nos atrae hacia Jesús. ¡El lado humano es que debemos esforzarnos por llegar a Él! Jesús Mismo es la “puerta [estrecha] angosta.” La palabra traducida “esforzaos” Significa “luchar” o incluso “forcejar”. Ambas partes se dan en Filipenses 2:12-13, “…ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:12-13).
Dios te despierta y te atrae. Pero tú debes
“esforzarte para entrar” a Cristo. ¡El lado divino y el lado humano de la salvación son provocados por la gracia de Dios! ¡Dios nos atrae, y Dios nos despierta a esforzarnos! ¡Todo es de Dios!
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8). Cuando miro hacia atrás más de 20 años, me doy cuenta que esto es exactamente lo que me pasó a mí. Cuando tenía quince años empecé a tomar en serio el ser Cristiano. Pensaba que ya era salvo, pero yo sabía que algo faltaba. Así que “re-dediqué” mi vida Así que el Domingo 23 de junio del año 1993 entregue mi vida al Señor. Cuando tenía 18 años, me “entregué” a predicar el Evangelio. En el año 2000 entre a estudiar biblia durando tres años.
Hay algunos de ustedes aquí esta noche que necesitan a Jesús.
Sólo Dios puede atraerte a Él. No puedes ir a Jesús por ti solo. “Bueno”, dices, “¿qué puedo hacer?” “Esforzaos a entrar” (Lucas 13:24).
“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque
os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán” (Lucas 13:24).
DIOS ATRAYENDO Y EL HOMBRE ESFORZÁNDOSE
“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán” (Lucas 13:24).
(Efesios 2:4-6, 3, 5)
I. Primero, Dios nos atrae a Jesús, Mateo 11:28; Juan
6:35, 37; Marcos 16:19; II Corintios 12:2; Lucas 23:43; Efesios 2:6; Juan 6:44. II. Segundo, debemos esforzarnos a entrar en Jesús, Filipenses 2:12-13; Efesios 2:8.
Reuniones de la iglesia Centroamericana Cristo viene:
Martes: culto de oración. 6:00pm
Jueves: reunión femenil y reunión de caballeros. 6:00pm. Domingo: Escuela dominical a las 9:30 am. Domingo: culto general. A las 6:00pm.
TE ESPERAMOS EN EL TEMPLO Y CONOCERAS MAS DE JESUS.