Está en la página 1de 64

CAPÍTULO 1

CAPÍTULO I

POV SAMANTHA

Estaba en mi habitación escondida debajo de la cama, como solía ser cada vez que el probaba alcohol. Escuche
voces fuera, era mama, ella lloraba de nuevo.
-¿Dónde estás pequeña?- lo escuche susurrar cuando entro.
Estoy asustada él va a encontrarme. -Vamos niña, solo ven a darle un abrazo a papá.

Abrí los ojos, todo había sido un mal sueño, observe mi reloj, joder aún era muy temprano. Decidí ponerme de pie y
preparar todo para asistir a clases, después de todo llegaría puntual a mi primer día de escuela.
Tome una ducha caliente para borrar ese sueño de mi mente, procedí a arreglarme y seleccionar mi atuendo.
Mire mi reflejo, observe a una chica de 17 años, con un cabello oscuro y rebelde teñido de azul en algunas partes,
sus ojos color miel reflejaban toda su mierda del pasado.
-No podrías verte más horrorosa- me dije a mi misma, no sé si parezco un zombi, un mapache o un poco de ambas.
-Samantha- escuche la voz de mi madre del otro lado de la puerta.
-Sam, ¿Cuántas veces tengo que decirte que soy Sam?- conteste irritada, pero no es mi culpa ella sabe que odio ese
nombre.
-Samantha Furler no uses ese tono con tu madre y baja a desayunar con tu familia- dijo ella y después escuche sus
pasos alejarse.

***

Entre a la escuela, había pocos alumnos en los pasillos, la mayoría llegaba demasiado tarde.
Me dirigía a recoger mi nuevo horario cuando mi cara se estampo con algo haciéndome caer.
-Mierda, ¿estás bien?- Levante la mirada para encontrar al dueño de esa voz. Él era alto, su cabello negro estaba
desordenado, lo que le daba un toque de chico rudo, sus ojos color avellana prometían problemas y tenía una
sonrisa que podría enamorar a cualquiera.
Me levante de prisa y empecé a caminar, me sentía como la mayor idiota del mundo.
-Oye, espera- lo escuche decir mientras tocaba mi hombro y un escalofrío recorría mi cuerpo.
-¿Qué?- conteste quitando su mano de mi con brusquedad.
-Lo siento- dijo con cara de confusión – solo quería saber si te encontrabas bien.
-Sí, estoy bien- decía mientras le daba una sonrisa forzada – y ahora aléjate- gire sobre mis talones y me fui sin
más.

POV PETER

-Vamos Peter, despierta- decía mi madre mientras corría las cortinas para que entrara un poco de luz.
Carajo mi cabeza va a explotar, apenas y pude dormir unas horas, aun siento el sabor a licor en mi boca.
-¿Pero qué te pasa mujer?, aún es muy temprano- dije mientras me cubría la cara con las sábanas.
-Lo olvidas, hoy tienes que asistir a clases- mierda la escuela- así que levanta ese trasero de la cama y ve a darte
una ducha- puse los ojos en blanco- tienes 5 minutos para bajar, así que mejor date prisa- me advirtió mi madre
antes de salir.
***

-Bien aquí estamos, nos volvemos a ver vieja amiga.


-No seas dramático y baja del auto- dijo mi madre mientras se reía de mí.
Le dije adiós con mi mano mientras caminaba a mi tortura, “la escuela”.
No puedo creer que esté de pie después de anoche, joder fue la mejor de toda mi vida, estaba en otro mundo
recordando a la sexy morena de piernas largas, que sin darme cuenta choque con alguien en el pasillo.
-Mierda, ¿estás bien?- le dije a la chica en el suelo. Levanto su cara y le di una de mis sonrisas, pero ella solo
frunció el ceño y en menos de un segundo se alejaba de mí, ¿pero qué le pasa?
-Oye, espera- ¿Qué estoy haciendo? Soy Peter Joderieff, las chicas me siguen, no al revés. Me detuve en seco
cuando ella se giró y prácticamente arranco mi mano de su hombro.
-¿Qué?- dijo furiosa, ¿Qué mierda hice yo para ponerla así?, “tal vez atravesarte en su camino y hacerla caer idiota”
repetía una voz en mi cabeza.
-Lo siento, solo quería saber su te encontrabas bien- dije mientras miraba esos maravillosos ojos color miel.
-Sí, estoy bien y ahora aléjate- dio media vuelta y mire como se marchaba, ¿Pero que acaba de pasar?
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO II

POV SAMANTHA

Entre al aula de cálculo avanzado y tome uno de los lugares al frente, esta es una de mis clases favoritas y no quiero
perderme nada, aún es muy temprano así que decido sacar algo para leer mientras pasa el tiempo, pero entonces
sucede, noto como sus ojos color avellana me miran mientras entra al aula, aparto la mirada y sigo leyendo mi libro
favorito. Mi día no puede ir mejor, primero me topo con un idiota y ahora resulta que está en todas mis clases,
porque no muero de una vez, sería menos dolorosa y más divertido.
-Hola, soy Peter- lo escucho decir mientras toma el lugar a mi lado.
Genial el idiota tiene un nombre y cree que puede hablarme.
¿Qué es lo que quiere?, acaso no sabe que nadie le habla a una chica cuando está leyendo.
-Hola- conteste irritada sin despegar la vista de mi libro.
-¿Qué es lo que te pasa?, solo quiero ser amable contigo.
-Uno, lo que me pase no es asunto tuyo y dos, por si no lo has notado estoy ocupada- dije señalando lo que tenía en
mis manos- así que no molestes y aléjate.
Abrió su boca para decirme algo, pero fue interrumpido por nuestro nuevo profesor. Él es algo viejo y anticuado,
solo hablo de tonterías que hasta un niño de preescolar sabe.
Al sonar la campana tome mis cosas y salí.
Me dirigía a mi casillero cuando mire a Emma, es más alta que yo, sus rizos de Ángel son hermosos, cualquiera
puede perderse en sus ojos color azul, tiene un cuerpo envidiable, toda ella es felicidad y buena vibra, ni siquiera sé
cómo somos mejores amigas siendo tan distintas.
-Mira lo que tenemos aquí- dije mientras me acercaba.
-Hola Sam, ¿Qué tal tus vacaciones?- pregunto con una sonrisa perfecta.
Me encogí de hombros y suspire- Ya sabes, la misma mierda de siempre.
-Yo… Yo… lo siento- dijo mientras su rostro tenía una expresión triste.
-Bueno, tengo que irme, nos vemos Emma.
-Adiós Sam.

***

-Mamá ya estoy en casa- grite al cruzar la puerta principal, pero ella no contesto.
Camine a la cocina para tomar un poco de agua y una nota en el microondas llamo mi atención:

“La cena está dentro, tu padre y yo tuvimos un compromiso, regresamos más tarde, ten cuidado

Mamá”

Mi padre, claro.
Subí a mi habitación, parecía que un huracán había pasado por aquí así que decidí ordenarla un poco, al terminar me
recosté en la cama y poco a poco me quede dormida.

Peter… Peter… Peter


El golpe de la puerta me saco de mi sueño, podía escuchar a mis padres discutir como cuando era una pequeña.

-¿Qué me acabas de decir?- dijo él ya molesto.


-Solo creo que has bebido demasiado, deberías ir a descansar- contesto mi madre asustada mientras me hacia una
seña con la mano para que subiera a mi cuarto. Iba a mitad de camino cuando escuche su voz.
-¿A dónde vas pequeña rata?

Las pisadas fuera me sacaron de mi pensamiento, me coloque los audífonos y subí el volumen, como tantas veces lo
hice antes, dejando de pensar en tanta mierda.
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO III

POV SAMANTHA

La semana había pasado muy rápido y yo no quería que acabara, ya que significa tener que pasar más tiempo en
casa y eso me hacía pensar en tonterías del pasado que quería olvidar. El sonido de la alarma me saco de mis
pensamientos, odiaba despertar tan temprano eso me ponía de malas, aunque no importaba tanto, yo siempre
estaba de esa manera.
Estaba a punto de salir de mi habitación cuando me quede helada al escuchar esa maldita y jodida voz que me
atormentaba siempre.
-Hola familia- dijo él.
Di media vuelta y cerré la puerta detrás de mí, maldita sea estaba aquí de nuevo, me deje caer de rodillas mientras
miles de recuerdos desagradables golpeaban mi mente sin piedad, limpie una lagrima que resbalaba por mi mejilla
mientas intentaba tranquilizarme. Después de 10 minutos ya bajaba las escaleras con la esperanza de que mi mente
me hubiera engañado y no estuviera pasando en verdad. Un ruido en la sala llamo mi atención y ahí estaba el
recargado en la pared con sus brazos cruzados en el pecho y sus ojos verdes observando todo mi cuerpo mientras
se mordía el labio inferior.
-¿Qué no piensas abrazar a ti primo, enana?- dijo con esa estúpida sonrisa.
-PUDRETE- le grite antes de salir como alma que lleva el diablo.

***

-Por favor, déjame pasar el fin de semana en tu casa- le decía a Emma con mi cara de perrito.
-Está bien Sam, puedes quedarte con dos condiciones- asentí levemente con una sonrisa- bueno, condición número
uno- dijo mientras levantaba su dedo y me miraba dudando- nada de mal humor en mi casa, y condición número dos-
dijo repitiendo la acción con sus dedos- iremos a una fiesta esta noche con Jackson- odiaba cuando mencionaba a
su jodido novio porque sus ojos tomaban un brillo raro. Si tal vez eran celos de que ella si tuviera a alguien, pero que
más da.
-Está bien- le dije y note como su boca casi llegaba al suelo de la impresión.
-¿Qué? ¿Así de fácil?, he tratado de llevarte a una maldita fiesta desde hace tres años y siempre te niegas, dime que
está pasando, ahora- dijo con el ceño fruncido.
Suspire y baje la mirada- Jonathan está aquí- conteste con tristeza y enojo a la vez.
-¿Qué tiene que ver tu sexy y caliente primo en esto?- dijo algo confundida.
-Nada, solo no me cae bien y quiero evitarlo- dije evitando su mirada. No me gustaba mentirle a Emma, pero entre
menos información tuviera de lo que ese bastardo me hizo, mejor.
-Si eso quiere decir que iras a esa fiesta, por mi está bien- dijo con su sonrisa encantadora- tengo que ir a clases
pero nos vemos al salir para llevarte a casa y que recojas tus cosas, adiós Sam.
-Adiós Emma- y así mire como se iba a clases llena de felicidad y yo me quedaba ahí con ganas de que la vida se
apiade de mí y por fin un camión me atropelle.
POV PETER

Estaba terminando de arreglar la maleta que llevare a casa de Jackson para este fin de semana cuando unos golpes
se escucharon en la puerta.
-Adelante- me gire y mire mamá entrar.
-¿Acaso por fin te iras de casa?- bromeo con su sonrisa de oreja a oreja.
-Eso quisieras, deshacerse de mí no es tan fácil- dije mientras le cerraba un ojo.
-¿Entonces para qué es todo eso?- dijo señalando mi maleta.
-Pasare el fin de semana en casa de Jackson, ¿acaso lo olvidaste mujer?- me encanta molestar a mi madre dándole
diferentes apodos que ella odia.
-Nada de alcohol o drogas Peter- dijo señalándome pero sin borrar su sonrisa- ahora largo antes de que me
arrepienta y no te deje salir de aquí.
Le di un beso en la frente antes de irme. Este iba a ser el mejor fin de semana.
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO IV

POV SAMANTHA

Baje del auto de Emma y entre a casa para buscar lo que necesitaría este fin de semana, como mi cepillo de dientes,
cargador, paciencia para no matar a mi mejor amiga por todo su buen humor, entre otras cosas.
Estaba en el pasillo cuando una mano me jalo por la cintura pegándome a la pared, un escalofrío recorrió mi cuerpo
cuando mire esos ojos verdes.
-¿A dónde tan rápido enana?- dijo acariciando mi mejilla con una mano mientras me sujetaba del brazo con la otra.

Mierda, mierda, mierda

-Aléjate de mí Jonathan- dije bajando la mirada y moviéndome bruscamente para que me dejara libre.
Tomo mi barbilla y levanto mi cara obligándome a verlo a los ojos.
-Vamos pequeña, acaso olvidaste lo bien que la pasábamos juntos- dijo con esa estúpida sonrisa, mientras yo sentía
como mis ojos empezaban a llenarse de lágrimas.
Maldita sea, no iba a llorar, no frente a este bastardo. Pise su pie con toda la fuerza que tenía haciendo que se
apartara de mí lo suficiente como para correr a mi habitación.
Estaba perdida en mis pensamientos cuando mi teléfono empezó a vibrar, era un mensaje de Emma, diablos olvide
por completo que estaba esperándome.
Tome todo lo que necesitaba y lo deposite en una pequeña maleta, escribí una nota a mamá para pegarla en el
refrigerador y que no se preocupara. Baje las escaleras rápidamente y puse mi recado en su lugar.
-¿Vas a salir a algún lado?
Joder lo que me faltaba, que “mi padre” estuviera en casa.
-Sí, pasare el fin de semana en casa de Emma- dije con el tomo más frio posible.
-¿Con el permiso de quién?- dijo mientras levantaba una ceja y dejaba la botella que tenía en sus manos.
-Vamos, ¿enserio tendremos esta charla?, tu nunca te has preocupado por mi vida, lo único que te importa es tu
maldito vicio- dije señalando la botella en la mesa y notando como su mandíbula se tensaba- además, ya no soy esa
niña a la que puedes intimidar con tus gritos y palizas, así que si no tienes nada que decir, me voy- dije dando la
vuelta para salir.
-Tu primo está aquí, no puedes dejarlo solo.
-Por mí que se joda- dije cerrando la puerta detrás de mí.

***

-Te vez hermosa Sam- dijo Emma orgullosa de su obra.


Me levante de su cama para mirarme en el espejo y ella tenía razón, me veía ¿hermosa? Estaba usando un vestido
negro que se ajustaba a mi figura, con un escote en la espalda que llegaba hasta la cintura, mi cabello estaba un
poco ondulado gracias a Emma, mis ojos estaban delineados, con un poco de rubor en mis mejillas y mi boca tenía un
color rojo.
-Me siento ridícula- le dije a Emma mientras ponía los ojos en blanco- y estoy convencida que en cuanto de un paso
caeré gracias a estas cosas- argumente señalando las zapatillas que hacían juego con mis labios.
-No seas tan negativa Sam, mejor veamos en lado positivo iremos a una fiesta, bailaremos toda la noche, conocerás
un chico guapo, te embriagaras y te besaras con él.
-Sí, eso es un gran lado positivo- dije lanzando una almohada a su cara.
-Oye, no hagas eso, puedes arruinar mi maquillaje- dice haciendo un gesto raro con su nariz- ahora iré a ponerme
este modelito y tu termina de arreglarte porque Jackson llegara en cualquier momento- grito desde el baño
mientras yo me recostaba en la cama.
-Y bien, ¿Qué tal me veo?
Levante mi vista y me quede con la boca abierta, Emma estaba más que espectacular, llevaba puesta una falda negra
con una blusa rosa que dejaba ver su ombligo, sus risos eras hermosos y su maquillaje estaba perfecto como
siempre.
-Wow, tu novio se va a mear cuando te vea, estas hermosa- dije dándole mi mejor sonrisa.
Se escuchó el sonido de una bocina y Emma empezó a tomar ropa.
-¿Para qué es eso?- dije señalando la ropa.
-Nos quedaremos en casa de Jackson hoy- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-No, no, no
-¿Quieres quedarte en tu casa entonces?
-Como te odio Emma- dije frunciendo el ceño.
-Vamos Sam, no será tan malo.

POV PETER

-Rápido Jackson, llegaremos tarde- dije mirando la hora en mi celular.


-Espera hombre, las chicas aún no están listas.
-¿Chicas?
-Sí, chicas- dijo como si fuera lo más obvio del mundo. Al ver mi cara de confusión puso los ojos en blanco- mi novia
y creo que menciono algo de su mejor amiga, se quedaran aquí esta noche.
-¿Por qué yo no tenía esta información?- dije mirándolo de una manera pervertida.
-Por la razón de que son mi novia y su casi hermana de las que estamos hablando- se giró para verme a la cara- y
no te acostaras con ninguna de ellas.
-Lo dices como si yo solo quisiera tener sexo con cada chica que conozco- dije con tono de ofendido y poniendo mi
mano en el pecho para hacerlo más creíble. Pero Jackson tenía esa mirada de “te conozco desde que eras un
embrión”- BIEN- dije levantando las manos en señal de rendición.

20 minutos más tarde ya estábamos esperando a las chicas fuera de su casa y vaya que era bonita. Miraba unos
detalles al lado de la puerta que parecían realizados a mano cuando esta se abrió de repente.
-Jackson- chillo Emma emocionada mientras envolvía sus brazos alrededor del cuello de mi amigo. Ella era muy
hermosa y esos rizos le daban un toque angelical, me caía bien a pesar de ser una cerebrito.
-Qué asco- dijo la chica que salía detrás de Emma.
Ella no era tan alta como su amiga, llevaba un vestido que volvía loco a cualquiera, tenía un gran físico y sus piernas
eran perfectas- “quizá practica algún deporte”- dijo la pequeña voz en mi cabeza. Tal vez sintió que la miraba
porque giro su cabeza en mi dirección y entonces los vi, esos ojos color miel que reconocería en cualquier lugar.
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO V

POV PETER

Era ella, solo que sin sus jeans ajustados o sus blusas negras y obviamente con maquillaje. Wow sí que se miraba
bien así.
-Cierra la boca que estas babeando- dijo Jackson dándome con el codo divertido y así haciendo que dejara de verla.
¿Pero qué mierda, a qué hora llego a mi lado?
-¿Por qué no me dijiste que era ella?- susurre solo para nosotros dos.
-¿Conoces a Sam?- dijo algo confundido y yo solo asentí despacio- ¿son amigos?, porque con todo respeto no eres
el tipo de persona con el que tiene alguna de relación, aunque pensándolo bien no conozco a nadie que si lo sea.
¿De que esta hablado? Soy Peter, el tipo de todas.
-¿Por qué dices eso?
Pero antes de que el pudiera contestarme Emma hizo un raro sonido con su garganta para llamar nuestra atención.
-Hola Peter- empezó- ella es…
-Se hablar y puedo presentarme sola, soy Sam- le interrumpió esa chica de ojos color miel- y si dejaras de mirarme
como un pervertido me sentiría mejor- añadió fulminándome con la mirada.
Carajo, yo no la estaba mirando ¿o sí?, maldita sea Peter controla tus hormonas y concéntrate.
-¿Qué te dije del mal humor Samantha?- le regaño su amiga mientras ponía sus ojos en blanco.
Esto sí que era divertido, por fin encontraba a alguien que se atrevía a hablar claro con la chica ruda sin temor a
recibir un golpe.
-Joder no me llames así- dijo Sam apretando su mandíbula.
-Yo…Yo… lo lamento Sam- Emma la miro con tristeza y culpa.
¿Pero porque se disculpa? Solo la ha llamado por su nombre.
-Solo… Tu… ya vámonos- murmuro Sam, con la voz fría de siempre.
¿De qué me perdí?, mire a Jackson para que me explicara que acababa de pasar, pero estaba igual de confundido
que yo.
-Definitivamente jamás entenderé a las mujeres- dije encogiéndome de hombros de manera divertida.
-Vamos Peter, todos aquí sabemos que quieres todo de ellas menos entenderlas- se burló mi amigo haciendo reír a
Emma.
-En que concepto tan bajo me tienes- puse una mano en mi pecho para actuar ofendido.
-Idiota- murmuro la chica de ojos color miel cruzando sus brazos en el pecho.
-Creo que se te está haciendo costumbre insultarme- le di una de mis sonrisas que derriten a toda la población
femenina pero parece que con ella no funciona, ¿acaso estaré perdiendo mi encanto?, claro que no, yo soy Peter, tal
vez ella sea lesbiana y esa es la razón.
-Mierda Jackson, ¿Por qué no me dijiste que tu amigo era un estúpido que va tirando chicas por toda la escuela?-
dijo Sam entrecerrando los ojos en mi dirección.
-¿Así que tú eres la chica?- murmuro mi amigo tocándose la barbilla- sí que te gustan los retos hombre- soltó una
gran carcajada golpeando mi hombro.
-¿De qué mierda hablan?- soltó Emma.
-De nada pequeña, solo que aquí mi amigo presente está preocupado porque sus encantos no funcionan en una
chica- dijo Jackson besando el cabello de su novia- y casualmente esa chica es Sam.
-Podrías callarte de una vez- fulmine a mi amigo con la mirada.
-Sera mejor irnos a la fiesta, las chicas ya deben de estar lo suficiente borrachas como para querer que te metas
en sus pantalones- murmuro Sam con asco.
¿Qué le pasa a esta chica? Me hace sentir como una mierda y lo más basura con sus comentarios.
-Tienes razón, necesito sexo esta noche- añadí sonriendo mientras mis amigos reían y Sam fruncía el ceño.
-Idiota- murmuro antes de subir al coche.

***

-Por fin llegamos- grite con emoción al bajar del coche.


El lugar era enorme, el alcohol podía detectarse a kilómetros, la música se podía escuchar desde cuadras de
distancia, había parejas besándose y haciendo más que eso por todos los rincones, las chicas eran realmente sexys,
está definitivamente iba a ser una noche inolvidable.
-Si me disculpan, necesito embriagarme y buscar una chica linda- les di un guiño a mis compañeros como
despedida.
-Suerte con eso- murmuro esa chica tan insoportable de ojos color miel.

Estaba buscando un maldito baño, cuando alguien me hizo caer. Ahora entiendo porque ella me odia, es horrible
estar en el suelo ni siquiera es cómodo aquí abajo.
-¿Hombre cuanto has bebido?- escuche la voz de Jackson lejos de mí.
¿Iba en mi noveno o decimo trago?, deje de contarlos cuando empecé a sentir los efectos en mi sistema.
-Cálmate, estoy bien- intente decir, pero creo que no fueron las palabras que salieron de mi boca ya que Jackson
me miraba divertido.
Me llevo hasta una especie de sala donde había un gran sillón y me dio un vaso con agua. Me dijo algo de que tenía
que buscan a Emma, ¿Quién mierda es Emma?
Esta habitación no esta tan repleta de gente como las otras, solo había unos cuantos chicos hablando y podía
distinguir a una pareja forcejeando a unos cuantos metros. El chico era alto, lo he visto un par de veces en clase de
biología, ella tenía unas lindas piernas y su vestido la hacía ver jodidamente caliente, no merece ser tratada así por
un idiota. Me acerque un poco más para intervenir en su discusión si se ponía violento.
-Suéltame idiota- escuche decir a la chica con desesperación. Su voz me resultaba muy familiar.
-No te resistas cariño, sé que quieres esto- le susurro el tomándola de las muñecas lastimándola.
-Creo que definitivamente ella no quiere eso, sea lo que sea- señale a la chica sin verla- así que no la molestes y
aléjate- lo mire directo a los ojos, pude notar su mandíbula tensarse al soltar a la chica para irse.
La ventaja de ser el tipo popular es que nadie se mete contigo.
-Gracias Peter- apenas logro murmurar la chica.
Gire para ver si se encontraba bien y entonces los vi, esos ojos color miel. Maldita sea era Sam, alguien estaba
tratando de propasarse con ella.
-JODER- grite cerrando los puños y golpeando lo primero que encontré al imaginar a cualquier chico tratando de
aprovecharse de ella- ¿estás bien?
Asintió despacio sin levantar la cara y rodeándose con los brazos, se ve tan vulnerable y frágil, ¿Dónde quedo la
chica ruda que no le teme a un idiota?
-Yo… lo siento por eso- dijo después de unos minutos levantando la cara y viéndome a los ojos.
-No te preocupes- le sonreí y no pude resistir tocar su mejilla.
Aparto mi mano de su rostro al instante y bajo la mirada- iré a buscar a Emma- dijo alejándose.
¿Pero que ha sido eso Peter?
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO VI

POV SAMANTHA

Definitivamente debí portarme muy mal en mi otra vida para tener tan mala suerte en esta, primero resulta que “el
mejor amigo” de Jackson es el idiota que me hizo caer y cree que puede hacer bromas tontas conmigo, y ahora de
todas las personas que pude encontrar en esta fiesta tenía que ser Thomas.
Él es alto, cabello rubio y ojos verdes, viste con sus típicos pantalones ajustado, una camisa negra de botones que se
pega un poco a los músculos de sus brazos, muchas chicas lo comparan con un dios griego y no las culpo ya que
tiene un cuerpo envidiable, fácilmente podría trabajar de modelo.
-Por favor Sam, hablemos- hace más de un año que escucho esas palabras.
Thomas fue mi primer amor, lo conocí cuando cumplí 15, creo que hicimos ese tipo de “clic” a primera vista, los
primeros meses fueron maravillosos, pero yo ya tenía una mierda que cargar y no podía permitir que el la sufriera
conmigo así que hice lo más doloroso que pude, alejarme de él con estúpidos pretextos, aún recuerdo como termino.

“estaba recargada en su pecho mientras él acariciaba mi cabello, era el lugar donde encontraba esa paz que por
muchos años perdí.
-Sam- el solo escuchar mi nombre en esa voz me hacía olvidar todo.
-Mmm- solté con los ojos cerrados en su pecho.
-Eres lo mejor que me ha pasado- levante la cabeza para mirarlo a esos hermosos ojos verdes- Te amo- susurro
depositando un pequeño beso en mi frente.
Joder amaba que hiciera eso, me hacía recordar cuando era pequeña y feliz, me sentía segura y protegida a su lado.
Acerque mis labios a los suyos, él correspondió a mi beso con toda la ternura del mundo, bajo su mano a mi cintura
acercándome más a su cuerpo, poco a poco el beso fue volviéndose intenso y cuando su lengua acaricio mi labio
inferior pidiendo acceso a mi boca yo se lo concedí.
Nos separamos un poco para poder respirar pero un segundo después me besaba de nuevo pero esta vez de una
manera más demandante, mi pulso se aceleró al sentir como sus manos recorrían todo mi cuerpo y un suspiro
escapo de mis labios.
Lentamente empezó a subir mi blusa mientras acariciaba la piel desnuda de mi espalda. Un escalofrío recorrió mi
cuerpo y yo ya no sentía las tiernas caricias de Thomas sino esas malditas manos que me atormentaban y al abrir
los ojos no encontré esos color verde que me llenaban de tranquilidad en cambio mire a esos que tanto odiaba,
apreté fuertemente repitiendo una y otra vez que no era real, su risa y su voz resonaban en mi cabeza, sentí las
lágrimas correr por mis mejillas mientras sentía sus labios en mi cuello.
-ALEJATE- grite dando un empujón a su cuerpo.
-Sam, ¿Qué te pasa?- abrí lentamente los ojos y suspire al no ver más a Jonathan-¿0ye, ocurre algo?- me tense al
momento que acaricio mi mejilla y escuche esa jodida voz en mi cabeza “te ocurre algo enana”.
Aparte su mano el instante y levante la mirada para encontrar esos tristes ojos verdes.
-Yo lo siento- dije apartando la mirada, no podía soportar el como lo hacía sentir cada vez que lo rechazaba, cada
vez que me cerraba a contarle todo, cada vez que toda mi mierda se hacía presente.
Él no se merece a una chica tan jodida como yo.
-No pasa nada- sonrió intentando calmarme.
-Yo no puedo- confusión paso por su rostro y note como al comprender lo que decía su sonrisa se esfumo- lo
lamento pero no puedo.
-Sam…
-Me voy a casa Thomas- me puse de pie evitando su mirada- aléjate de mí.
Y sin más, me fui sin mirar atrás”

Su voz me hizo volver a la realidad.


-Sam, dime algo- me dio una mirada triste y yo baje la cabeza.
-No tengo nada que decir- empecé con el tono más seco que pude- ya ha pasado un año, solo olvídate de lo que
vivimos y busca a alguien con quien revolcarte- el me miro perplejo como si no pudiera creerse lo que acabo de
decir.
-Jamás haría eso y lo sabes- note como apretaba sus puños y poco a poco su furia aumentaba- vas a hablar
conmigo por las buenas o por las malas.
Me tomo del brazo con más fuerza de la que me esperaba y empezó a arrastrarme a una habitación lejos del ruido,
ahora teniéndolo a una distancia más reducida podía notar el olor a licor.
-Thomas, me lastimas- empecé a hacer movimientos bruscos para liberarme pero él me apretó contra una pared de
la habitación desconocida.
Empezó a acariciar mi mejilla y me paralice al sentir sus labios contra la piel de mi cuello.
No sé cómo, ni cuándo pero Peter apareció de algún lugar de la habitación y me ayudo a alejar a mi estúpido ex
novio borracho.
-Gracias Peter- logre decir después de un momento.
Se giró para verme a los ojos, cerro sus manos en puños y golpeo lo primero que encontró- JODER, ¿estás bien?
Lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza y rodearme con los brazos para crear una especie de barrera.
Debo de lucir patética y vulnerable, maldita sea.
-Yo… lo siento por eso- levante la cara y me encontré con sus ojos, brillaban de una manera diferente.
Sus labios se movieron pero no escuche lo que salió de ellos pues estaba más atenta en como su mano llego hasta
mi mejilla para acariciarla. La aparte y me aleje diciendo que buscaría a Emma.
Camine a la puerta, no podía quedarme más en esta maldita fiesta, se dónde vive Jackson puedo esperar fuera hasta
que lleguen.
“Gran idea, espera sola en la calle 5 horas a tus amigos ebrios”
Maldito subconsciente tenía razón.
Estaba buscando a Emma para pedir las llaves del auto y esperar arriba, cuando lo vi, estaba en la barra sentado
tranquilamente mientras bebía una sustancia de color azul.
-Carajo lo que me faltaba.
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO VII

POV SAMANTHA

Y ahí estaba yo, como estúpida viendo a la nada en medio de muchos cuerpos que se movían al ritmo de la música.
Que mierda iba a hacer ahora, maldito el momento en el que me puse este vestido y accedí a asistir a la asquerosa
fiesta.
-Joder Emma, ¿Dónde estás?- murmure solo para mí mientras empujaba y apartaba a diferentes personas de mi
camino lejos de la barra.
-¿Estás bien?- me pregunto el idiota que me empujo y me hizo caer contra mi trasero.
Maldigo unas cuantas veces mientras me levanto y fulmino con la mirada al pobre chico que se aleja a toda prisa
disculpándose.
Pase de largo la habitación donde estuve hace algunos minutos con Peter y me adentre a un pequeño cuarto que da
al patio. Me senté junto a un gran árbol y desde ahí pude ver a un chico tumbado boca arriba. Me acerque un poco
para comprobar que el cuerpo respiraba “claro que respira, deja de ser tan paranoica Sam” decía la voz en mi
cabeza.

POV PETER
“-Lo siento, no puedo hacer esto- le dijo a mamá mientras acariciaba su espalda.
-No lo abandones- susurro ella.
-No quiero ser padre de un estúpido- lagrimas empezaban a correr por mi cara- te seguiré ayudando con los gastos
y sus escuelas especiales, pero no puedo estar un segundo más aquí.

Yo no quería su dinero, lo quería a él. Estaba haciendo llorar a mamá solo porque yo era un estúpido y no quería un
hijo como yo.

-Bi…bi…bien vet…te- dije sintiéndome inútil por ser un tonto- n…no te nece…sito.
-Peter, vuelve a la habitación –dijo mamá mirándome con tristeza.
-N…N…NO – grite con frustración.
Estaba nervioso y eso empeoraba mi situación, la maestra Lara dijo que cuando mi problema empezara me relajara
y mentalizara lo que quería decir.
-Peter, por favor –suplico ella, pero yo tenía la vista en él.
-Lárgate de aquí –logre decir por fin.”

-Peter, ¿estás bien? – dijo aquella voz sobresaltándome y abriendo los ojos de golpe.
-Aléjate Sam – limpie unas lágrimas que se escaparon – no necesito lastima de nadie.
-Se lo que se siente – dijo poniéndose a mi lado – se lo que es no poder hablar con nadie porque no entenderán y te
juzgaran.
Gire el rostro para verla, pero ella estaba perdida en sus pensamientos viendo a la nada. Teniéndola tan cerca podía
ver lo hermosa que era. ¿Qué mierda acabo de decir? Maldito alcohol que me hace delirar.

-Y bien, ¿Cuál es tu historia? – dijo después de unos minutos viéndome a los ojos- y no hablo de la que le inventas al
mundo del “chico perfecto” que lo tiene todo.
Joder, esta chica sí que se mete bajo tu piel. La mire a los ojos por unos momentos más y suspire – No hay mucho
que contar – me encogí de hombros – sabes mi vida no es tan perfecta como todos lo imaginan, ser tan genial
cansa.
-Cuanta modestia – dijo mientras sonreía – pero imagino que debe ser molesto, y no cambies el tema – frunció el
ceño.
Mierda, esta chica era difícil de persuadir, pero si quiere una historia se la daré.
-Bien – agache la mirada – cuando niño tenía un problema, yo… - empecé a masajear mi cuello – era tartamudo –
cerré los ojos – me inscribieron en las mejores escuelas especiales para resolver mi problema, pero yo jamás
mejore.
» Mis padres cada vez tenían más problemas y discusiones por mi culpa. Un día por accidente escuche una charla
entre ellos, él decía que no podía seguir siendo padre de alguien estúpido – reí tristemente y negué con la cabeza –
solo nos dejó.
-Pues que se joda, tú no necesitabas a alguien así en tu vida – murmuro y yo solo me sorprendí por sus palabras.
Todos me decían que lo superaría o se lamentaban por el pobre chico sin padre, pero ella no.
-Un chico siempre necesita a su padre - admití con el ceño fruncido.
» Sabes cuantas veces quise que fuera al colegio por mí, cuantos cumpleaños mi deseo al apagar la velita era que él
regresara y se sintiera orgulloso de mi, y con las chicas – una carcajada se escapó de mis labios – sabes la cara de
horror que puso mamá cuando mencione “sexo”. Yo necesitaba un padre y el jamás estuvo para mí.
Ella me miro procesando las palabras que acababa de decirle.
-Sabes lo que yo creo Peter – comento unos minutos después y yo negué con la cabeza – eres un chico fantástico,
claro, un poco idiota a veces – dijo golpeando mi hombro – pero si el cobarde de tu padre no se hubiera alejado,
jamás hubieras llegado a lo que hoy eres, puede que fue duro pero aprendiste, te superaste para demostrar que no
eras un estúpido, te hiciste el mejor solo para demostrarle la clase de hijo que perdió – una sonrisa se plantó en mi
cara al escuchar sus palabras – y si te atreves a decirle a alguien lo que acaba de salir de mi boca te pateare el
trasero idiota – añadió poniéndose de pie – ahora vamos a buscar a Jackson para irnos de una vez.

***

-¿Quién dejo que bebiera tanto en esa maldita fiesta? – dije al entrar a la cocina en boxers, mi amigo vivía solo así
que no había problema.
-Deberías vestirte hombre, hay señoritas presentes – escuche la voz de Jackson a mis espaldas.
Al girarme encontré a Emma roja como tomate y a Sam mirándome directamente a mis ojos.
-Deberías de tomar una ducha, tu peste está matando mis fosas nasales – dijo cuando termino de beber el jugo que
tenía en sus manos.
La fulmine con la mirada, pero tenía razón necesitaba con urgencia una ducha, salí de la cocina y me dirigí al baño
de arriba.
Al sentir el agua caliente en mi piel empecé a sentirme más relajado y el dolor de cabeza ya estaba desapareciendo.
Al enjabonarme una punzada de dolor en el brazo llamo mi atención y los recuerdos de cómo me caía en el patio de
aquella casa venían a mi mente. Pero eso no era todo, la charla que tuve con Sam estaba presente en mis
pensamientos.
-Esa chica sí que es rara- murmure solo para mí.
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO VIII

POV PETER

-MALDICION EMMA, MI PUTA ROPA – escuche gritar a esa chica tan irritante.
-Podrías callarte, la resaca me está matando – dije entrando a la habitación de donde provenían los gritos – Santa
mierda – murmure al levantar mi vista hacia Sam.

Estaba buscando algo por todos lados como loca, pero eso no era todo, está en bragas y sostén, si, ¡en bragas! La
vista era magnifica, sus piernas eran perfectas, tenía un trasero voluminoso pero en su lugar, definitivamente esta
chica se ejercita, se giró al sentir mi mirada, y joder tiene unos pechos bien proporcionados, su abdomen no es tan
plano como las chicas de revista, pero mierda es perfecta. Definitivamente esta chica tiene que estar en mi cama.

-¿Se te perdió algo pervertido? – Dijo sacándome de mi trance – oye mis ojos están arriba no en mis senos.
-Yo… Pues… Tu… mierda – no podía ni formular una maldita palabra.

“Maldición Peter concéntrate” decía la pequeña voz en mi cabeza.

-¿Tu qué? – Me fulmino con la mirada – por favor Peter, no soy la primer chica que miras en ropa interior asi que
quita esa cara – recorrió mi cuerpo cubierto sólo con una toalla en cintura y tragó saliva.
-Te gusta lo que ves- dije en un tono provocativo recargándome en el marco de la puerta para que tuviera mejor vista de mis
brazos flexionados.
-No estoy para juegos estúpidos- puso sus brazos en las caderas- idiota.
-¿Se puede saber por qué mierda no tienes ropa?- dije sin poder despegar mis ojos de su cuerpo, y miles de pensamientos
tirándomela aparecían en mi mente.
-No tengo por qué darte explicaciones -dijo poniendo los ojos en blanco.
-Bien, pues suerte en encontrar tu jodida ropa -salí al pasillo dispuesto a ir a mi habitación cuando Sam soltó un gruñido de
frustración - aunque yo puedo ayudarte.
-¿Cómo mierda puedes ayudarme?- cuestiono entrecerrando los ojos en mi dirección.

Encogí los hombros y me pase la mano por el cabello húmedo. -Digamos que se dónde hay ropa que puede quedarte.
-Bien, pues qué esperas para llevarme a ella- dijo fulminándome con la mirada.
-Alto ahí pequeña fiera, hay varias razones para no querer darte esa ropa, por ejemplo- recorrí su cuerpo por
milésima vez mordiéndome el labio inferior- me encanta la vista.
Tocó su frente con frustración y yo sí que estaba disfrutando de aquella escena. -Joder - soltó el aire que estaba
conteniendo - como ya dije no tengo tiempo para jueguitos estúpidos, bastante tengo con los de Emma, así que si
podrías hacerme el grandísimo favor de darme la maldita ropa para poder irme a la jodida cita.
-¿cita? -no pude evitar fruncir el ceño al escaparse aquellas palabras de mi boca.
-Sí, cita - dijo poniendo los ojos en blanco - es donde dos personas salen juntos a enrollarse, hablar o pasar el rato.
La furia empezaba a apoderarse de mi cuerpo, ¿cómo que una mierda cita? "Contrólate Peter" repetía la pequeña
voz en mi cabeza.
-¿Vas a darme la ropa sí o no? - dijo mirándome directamente a los ojos. Y una idea iluminó mi mente.
-Te la daré -dije con un sonrisa en mis labios - pero con una condición - me miro espero a que continuará - tú me
llevarás a esa cita contigo.
Oh si, esto será genial.

POV SAMANTHA

Esta vez Emma me pagaría el esconder mi ropa para no encontrarme con Carlos, nuestro mejor amigo desde
siempre. Respeto la decisión que ella tomó de alejarse de toda esta mierda pero yo no lo voy a dejar por bromitas
estúpidas de niña inmadura.
Estaba en la sala de Jackson planeando la muerte de Emma, vestida con un vestido azul floreado que Peter había
conseguido para mí, cuando la puerta de entrada se abrió y las voces de mi "mejor amiga" y su novio se escuchan
por todo el lugar.

-EMMA VEN AQUÍ - grité con toda la furia que llevaba dentro.
-Mierda - la escuché murmurar a lo bajo -Sam de verdad lo siento, me deje llevar por el momento, no te enojes
conmigo - dijo escondiéndose detrás de su novio.
Una carcajada diabólica se escapó de mis labios - porque habría de enojarme, déjame pensar - toque mi mentón con
el dedo índice - por dejarme sola en una casa desconocida o espera, no estaba sola sino con un idiota violándome
con la mirada, por querer controlar mi vida y... POR DEJARME EN MALDITA ROPA INTERIOR - mis fosas nasales se
abrían y cerraban con furia, estaba cabreada como nunca.
-Cálmate Sam, me asustas cuando te pones de esa manera -dijo con cara llena de terror y sus ojos vidriosos.

Tomé varias respiraciones, no quería que me tuviera miedo, pero joder me saca de mis casillas y eso no ayuda en mi
temperamento. La mire por última vez con rencor.

-Peter me voy, ¿vienes o te quedas? -dije caminando a la puerta de entrada un poco más calmada pero aun sin ver a
Emma.
-Lo sien... - empezó ella con lágrimas por sus mejillas, pero la interrumpí.
-No quiero escucharte - mire sus ojos para que supiera que las siguientes palabras eran verdaderas - no quiero
verte por un tiempo, así que aléjate de mí y no me busques.

Ella asintió despacio comprendiendo que necesito espacio para enfriarme un poco.
Me gire para seguir mi camino a la puerta y salir de una vez por todas de ahí.
Capitulo 9
Capítulo IX

POV PETER

-¿Tu cita es un estacionamiento?-dije con el ceño fruncido- no me digas que quedaste con un asesino
en serie.
-Podrías cerrar la maldita boca de una vez, además, - me fulmino con la mirada - no tendrías que estar
aquí.

Abrí la boca para responder, pero la voz de otra persona se escucho por todo el estacionamiento.

-¿Dónde esta mi pequeña? - escuché decir a la voz de un chico.


-Carlos -grito Sam con un brillo en sus ojos color miel que jamás había visto.

Di media vuelta para observar como el chico la tomaba por la cintura y le daba vueltas en el aire. Él
tiene estatura promedio, cabello negro con corte militar, tiene tatuajes en sus brazos y cuello, es la
especie de chico atractivo para el sexo opuesto, "debe de ser un gay" murmuraba la voz en mi cabeza.

-Bajame estúpido - dijo Sam golpeando el hombro del chico pero con una sonrisa en su rostro.
-Perdón por extrañarte - le contestó bajandola y dándole un pequeño beso en los labios.

"Genial, no es gay" Hice una especie de sonido con la garganta para llamar su atención.

-Y tu eres...- empezó el tal Carlos fulminandome con la mirada.


-Peter - conteste mirándolo directamente a los ojos.
-¿Y que haces con mi pequeña? - rodeó a Sam por los hombros en forma posesiva.
-Lo que haga conmigo no es tu problema, idiota - se apartó de él y una sonrisa apareció en mi rostro -
Y tú - me señaló - deja de reírte como estúpido.
-Sigues siendo mal hablada - dijo Carlos mirándola con orgullo.
-También puedo patearte el trasero si vuelves a besarme - contestó Sam desafiándolo.
-Lo dudo - la miro de pies a cabeza - que mierda traes puesto -dijo burlándose.
-Vete a la mierda Carlos - levantó su dedo corazón.
-Ouch - toco su pecho - eso dolió pequeña, no deberías tratar así a tu mejor amigo.
¿Mejor amigo? Genial, no son novios. Un suspiro se escapó de mis labios y me encontré con unos ojos
color miel y unos color negro mirándome como si acabará de cometer un delito.

-¿Dónde está? - pregunto una Sam muy emocionada.


-Con un "oh te extrañe tanto Carlos" - dijo con voz chillona imitando a una chica - o un "lamento haber
desaparecido casi un año" o que te parece... - pero antes de terminar fue interrumpido por esa
irritante chica.
-Mierda, no sea idiota -puso los ojos en blanco - no tengo tiempo para esto.
-Sigues siendo la misma Samantha - dijo Carlos serio - toma - le entregó unas pequeñas llaves - está
en el garaje de siempre - se acercó a Sam y mis manos se cerraron en puños al ver cómo le plantaba
un pequeño beso en los labios y otro en la frente - nos vemos luego pequeña.
Capitulo 10
Capítulo X
POV SAMANTHA
Llegamos al garaje de Fred, que era donde escondiamos todos los autos y motos que corrían en las carreras
ilegales que se realizaban en la ciudad. El solo pensar en correr me pone de lo mejor. Cuando entre en este mundo
con Carlos y Emma, apenas eramos unos niños tontos pero poco a poco fuimos haciéndonos más fama, Carlos como
el mejor mecánico, Emma haciendo apuestas y yo en las carreras de moto. Correr era lo mejor, podía olvidar toda la
mierda que me estaba jodiendo en los minutos que sentía como el viento daba directo en mi cuerpo, como la
adrenalina corría por mis venas y nada podía vencerme. Lástima que esos momentos terminaron para mi de una
manera tan dura.
-¿Es Tuya? - escuché decir a esa voz masculina que ya me resultaba familiar.
-Era mía - murmure con melancolía - desde que me aleje de este mundo, Carlos la utiliza para las carreras.
-Las que se realizan en las afueras de la ciudad, supongo -me gire para verlo con el ceño fruncido.
-¿Tu que sabes de las carreras?
-No mucho - contestó encogiéndose de hombros - sólo asistí una vez cuando tenía quince - un escalofrío me
recorrió el cuerpo - quería ver la última carrera de la temporada, se realizaba entre uno de los mejores corredores
y una chica novata, pero ella jamás llegó.
Miles de recuerdos golpearon a mi mente sin piedad.
"No tienes porque ir pequeña- dijo Carlos acariciando mi cabello.
Estábamos en el garaje de Fred, Emma y William me miraban con tristeza desde una esquina.
-Necesitamos el dinero y lo sabes -dije con melancolía. No quería correr, no después de lo que el bastardo de
Jonathan trato de hacerme de nuevo. De no ser por William lo habría logrado.
-No te preocupes Sami - intervino William - yo iré por ti.
Él es mayor dos años, lo conocemos desde que éramos críos, es como el hermano mayor que jamás tuve. Era el
mejor amigo de Jonathan, pero eso cambio cuando se enteró de lo jodido que estaba. También es novio de Emma "el
amor de su vida" como ella lo llamaba.
-Eso no - conseguí murmurar.
-Creo que es lo mejor pequeña - dijo Carlos - No estás en condiciones de concentrarte para la carrera - un destello
de odio apareció en su mirada al recordar los eventos.
-Muchas gracias William- dije mirando a esos ojos grises que jamás podré olvidar."
-... Y al final otro corredor apareció. Pero él jamás terminó la carrera.
》En la última curva no pudo controlar la moto y salió del camino. Lo último que supe de él fue que murió antes de
llegar al hospital- concluyó Peter viendo a la nada.
-William - él miro mis ojos - su nombre era William.
Capitulo 11
Capítulo XI
POV PETER
-¿En qué tanto piensas? - dijo Jackson golpeándome en el costado.
-Yo, en nada - tome un trago a la cerveza que estuve ignorando toda la noche - ¿por?
Mi amigo soltó una carcajada. Genial, aquí vienen sus "observaciones científicas", como él las llama. 3...2...1
-Bien - ensancho su sonrisa - uno, tenemos más de 1 hora en esta fiesta y tu aun no estas borracho; Dos, estas
distraído desde ayer que volviste con Sam; y tres, no has notado a la chica de aquella esquina y prácticamente te
está tirando las bragas en la cara.
-Solo... - solté un suspiro - sólo tengo muchos cosas que pensar.
-¿Tu y pensar? - levantó un ceja - jamás pensé escucharlo en una misma oración - dijo Jackson con su sonrisa
burlona.
-¿Recuerdas las carreras?- solté y Jackson escupió toda la cerveza que acababa de tomar.
-Eem...sí, claro- se pasó la mano por el cabello - todos saben de ellas idiota - miro en todas direcciones.
"Eso sólo lo hace cuando está nervioso" dijo la pequeña voz en mi cabeza.
-Habla ahora - lo fulmine con la mirada.
-¿De qué? - dijo mirando su botella como si fuera de lo más interesante.
-Vamos Jackson, no sabes ocultar tus emociones - dije frunciendo el ceño - sigues haciendo los mismos gestos que
cuando tenías 5 años y le mentías a tu madre.
-Mierda- chasqueo la lengua - ¿recuerdas cuando Emma le robó toda la ropa a Sam?
-Si - puse los ojos en blanco - fue ayer idiota.
-Lo que sea - movió su mano en el aire restándole importancia - no lo hizo sólo por broma.
-¿A qué te refieres?
Si no lo hizo de juego ¿por qué más podría ser?, aunque fue de lo mejor, estoy agradecido eternamente con Emma
por haberme dado esas vistas tan magníficas.
-Ellas tienes un amigo de la infancia...-comentó Jackson sacándome de mis pervertidos pensamientos.
-Carlos - lo interrumpí - ¿qué hay con él?
-¿Cómo mierda...- me miro dudando- olvidado. El tal Carlos llamó a Sam, tal parece que tiene problemas de dinero.
-Bien, no estas dejando nada claro -inquirí levantando una ceja.
-Lo quieres claro, está bien, pero no le digas nada a nadie - le hice un gestos negación con la cabeza, motivándolo a
continuar - Carlos quiere que Sam corra en la carrera del viernes, hay mucho dinero de por medio y él no podrá
hacerlo, por eso es que Emma actuó como loca para evitarlo, no quiere perder también a su mejor amiga.
Sentí como si hubieran tirando a mi cuerpo una cubetada de agua fría, ahora todo tenía sentido. Sam era la chica
que correría aquella noche, pero por alguna razón su amigo se presentó por ella y murió.
Capitulo 12
Capítulo XII

POV EMMA

"Estábamos en el parque de siempre, él apretaba mi mamo como cuando estaba a mi lado, se miraba tan bien, esos
ojos grises que tanto adoro se ven llenos de paz y tranquilidad.

-Te extrañó - le dije mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla.

Limpio mis lágrimas con sus pulgares, se sentían tan cálidos.

-Yo siempre estoy contigo amor - correspondí la sonrisa que estaba en su rostro.
-Sabes a lo que me refiero- baje la mirada al césped- te necesito.
-No es así- dijo tomando mi barbilla y obligándome a verlo a esos ojos que jamás podré olvidar- tu eres feliz Emma,
tienes una vida plena, un novio que te quiere más que a cualquier cosa y eso es lo que siempre quise para ti. No
pienses en mí no quiero verte triste, siempre estaré contigo.
-Te amo William- dije antes de salir de aquel sueño"

Desperté por las lágrimas que rodaban y empapaban mi almohada. Observé a mi lado, el cuerpo de Sam estaba ahí,
echa un ovillo. Sonreí al ver a mi mejor amiga con la tranquilidad que hace años no tiene.
Baje de la cama con cuidado para no despertarla, fui por un vaso con agua a la cocina y me encontré a mi novio ahí
con su estúpida cara de recién levantado. Solté una pequeña risa y él se percató de mi presencia.

-¿Qué haces despierta? - dijo frotándose los ojos y soltando un bostezo.


-No podía dormir - baje la mirada y me cubrí el pecho con los brazos.
-Volviste a recordarlo ¿cierto? - yo sólo dije que si con la cabeza - no te preocupes cariño, yo estoy aquí - rodeó mi
cuerpo con sus brazos y beso mi cabellera.
-No puedo perderla a ella también - solo sollozos se escuchaban en toda la habitación.
-¿De qué hablas? - pregunto Jackson viéndome a los ojos.
-Sam - limpie mi cara - No puedo perderla a ella también.
-No vas a perderla - dijo acariciando mi espalda.
-Tú no sabes toda la verdad - dije alejándome de sus brazos y mirando mis pies desnudos - la noche que William
murió, Sam debía correr.
》Ella era la mejor - sonreí orgullosa por mi amiga - pero simplemente no sé qué paso ese día - me encogí de
hombros - cuando llegue al taller donde nos reuníamos Sam estaba hecha un desastre y William la tenía en sus
brazos, jamás supe lo que paso. Cuando la hora de la carrera llegó William se negó a que Sam manejara su moto y él
tomó su lugar...
-Y después perdió el control y se accidentó, lo sé - me interrumpió Jackson. Yo negué con la cabeza y las lágrimas
empezaron a correr por mi cara.
-La parte de la historia que nadie cuenta es que la motocicleta de Sam estaba saboteada.
》Alguien quería que muriera esa noche. Después de descubrir la verdad salimos de ese mundo. Y ahora después
de tanto ella quiere volver y yo no se lo permitiré, no dejar que alguien me arrebate de nuevo a las personas que
amo.
Capitulo 13
Capítulo XIII

POV JACKSON

Estaba contra la espada y la pared, decirle toda la verdad a mi amigo y traicionar la confianza de Emma
o no decirle nada a Peter y perder su amistad.

-Contesta Jackson, ¿es Sam la chica que correría esa noche? - dijo Peter con el ceño fruncido.

Maldición porque no podía mantener la boca cerrada por 2 segundo.

-Mierda - murmure por lo bajo -Peter, sólo déjalo por favor, me meterás en problemas.
-Lo sabía - dijo mirando a la nada.

Me encogí de hombros dando por terminada la conversación. Peter no debe saber por mí la verdad de
las cosas.

***

-Vamos amigo, coopera conmigo y no te duermas - le dije a un muy borracho Peter.

Creo que después de la charla se tomó demasiado enserio lo de estar ebrio. Lo tire en el colchon y
empecé a quitarle la ropa.

-Maldita sea Peter, lo que hago por ti- dije apretando los dientes.
-Gracias amigo -murmuró mi borracho amigo.
-Jamás he entendido porque lo haces - dije para mí.

Baje al sofá, no tenía ni una pizca de sueño, después de todo lo que ha pasado y de las cosas que se del
pasado de Sam y Emma, había tanto en que pensar. ¿quién querría matar a Sam? ¿qué fue lo que le
paso para no llegar a la carrera?, hay muchas cosas que estas chicas están escondiendo. El sonido de
un teléfono me saco de mis pensamientos, mire el reloj, son más de las 3 am. ¿Quién carajo llama a
esta hora?
-¿Sí? - conteste.
-Hola Peter -dijo una voz femenina al otro lado de la línea.

Despegue el teléfono móvil de mi oreja y observé que no era el mío.

-Lo siento, Peter está dormido - dije a la desconocida - ¿quiere dejarle algún mensaje?
-¿Jackson? -pregunto aquella voz.
-Sí, soy yo.
-Veo que siguen siendo inseparables - soltó una risa burlona - como veo que no me reconoces tengo
que decirte quien soy Jack.

Oh no, Mierda, Mierda y más Mierda. Sólo una persona en esta vida me llama Jack.

-Dile a Peter que Daniela volvió - No me dejo decir una palabra más y colgó.
Capitulo 14
Capítulo XIV

POV SAMANTHA

-Vamos Sam concéntrate- gritó Carlos desde lejos.


-Cállate idiota - Levante mi dedo corazón y él soltó una carcajada.

Tenía más de dos horas sentada en esta maldita mesa y aun no veía ganancias por ningún lado. Las
cartas era algo en lo que ganaba un poco de dinero extra, es lo único bueno que pudo enseñarme mi
padre.

"-Este es un juego de concentración -dijo mirándome a mis pequeños ojos. Asentí con la cabeza - bien,
lo primero que tienes que aprender es a leer el lenguaje corporal pequeña, eso puede ayudarte muchas
veces, tus oponentes revelan sus jugadas con pequeños tips.
-¿Qué son tips papi?- pregunté ladeando la cabeza, lo que provoco una risa de su parte.
-Son gestos, mira te mostraré unos cuantos - lo mire con más atención, como si eso fuera posible.

Él miro sus cartas, pasó la mano por su cabello y se masajeo la cien, seguido de eso tomó un sorbo de
la bebida que tenía en su vaso.

-¿Cómo crees que me siento con eso que acabo de mostrarte? - pregunto inclinándose en la mesa.
-Te miras estresado, como si las cosas no salieran como tú quieres -una sonrisa se plantó en su
rostro.
-Muy bien pequeña - dio golpecitos en mi cabeza y se marchó."

-¿Cuántos años tienes niña? - dijo uno de los 5 hombres sentados en esta mesa, creo que su nombre
era Mike.
-Los suficientes para patearles el trasero - todos soltaron una carcajada.
-Veo que eres ruda - dijo el regordete a la izquierda de Mike - veamos si tienes lo necesario. Voy todo -
ensancho su sonrisa y puso todo su dinero en el centro de la mesa.
-No voy - dijo Mike, todos los demás oponentes hicieron lo mismo.
-Tal parece que somos tú y yo pequeña - la esquina de sus labios se curvaron hacia arriba.
-Voy todo - dije con toda la seriedad que fue posible.
-¿Pero qué Mierda haces Sam?- pregunto un muy angustiado Carlos.
-Primero los caballeros - dije al regordete que me guiño un ojo.
-Bien - su sonrisa de volvió más grande al voltear sus cartas - escalera - dijo y levantó una de sus
cejas.
-Eres bueno - dije encogiéndome de hombros - pero no lo suficiente - mi sonrisa se hizo más grande
mientras ponía mis cartas sobre la mesa - tengo un full cariño.

Sus manos se hicieron puños mientras la vena de su frente se saltaba. Carlos me tomó por los
hombros y yo sólo tenía una sonrisa burlona en la cara mientras tomaba el dinero de la mesa.

-Me gustaría seguir desplumándolos caballeros, pero es tarde.


-Un placer - Dijo Mike tendiéndome una mano - vuelve cuando quieras muñeca.
-Hasta luego - dije dándole una sonrisa coqueta.

Salimos del lugar y solté una carcajada, ya era bastante el tiempo que tenía sin sentir esa emoción en
las venas.

-Recuérdame jamás volverte traer - Carlos me miro divertido - Mike casi te violaba ahí mismo.
-Eres exagerado - puse los ojos en blanco - ¿cuál es el plan?
-Mi plan es ir con Amber - una mueca de asco se plantó en mi rostro - y no creo que quieras venir -
soltó una carcajada.
-Mierda, claro que no.

Qué carajo haré ahora, no puedo ir a casa, Jonathan debe estar por ahí y no quiero encontrarme con
él. ¿Salir con mis amigos? Sí, claro primero tengo que conseguirme unos cuantos.

-Me llevare la moto - dije sonriendo a mi amigo.


-Entonces llévame primero - me encogí de hombros y le hice una seña para salir de ahí.

***

Estábamos parados en la calle, frente a nosotros estaba lo que podría ser la mejor fiesta de la vida
¿quién Mierda hace una fiesta en Lunes?

-Nos vemos luego idiota - le dije como despedida a Carlos.


-¿Quieres quedarte? -negué con la cabeza - bien, como quieras - se acercó y dejó un beso en mi frente
- Nos vemos pequeña.
Conduje a mi casa, era la mejor sensación, sentir el viento en tu cuerpo y como los problemas se
esfuman. Aparque fuera y entre, las luces estaban apagadas lo que significa que no hay nadie, solté
todo el aire que tenía contenido.

-Hasta que apareces - dijo en tono burlón su estúpida voz.


-¿Qué haces aquí? - cruce mis brazos en el pecho y gire mi cuerpo para verlo.
-Esta también es mi casa - levantó una ceja - todo esto es mío - extendió sus brazos y miro a su
alrededor para enfatizar sus palabras - incluyéndote enana - mordió su labio.

Una carcajada diabólica escapó de mis labios y las ganas de hacerlo sufrir aumentaron. Sentí como mi
cuerpo se llenaba de furia.

-No soy de nadie Jonathan - lo mire a esos ojos verdes, si las miradas matarán él estaría bajo tierra en
este momento - así que vete a la Mierda.
-Respuesta incorrecta - se acercó lentamente y mi cuerpo se paralizó por completo - tu eres mía y lo
serás hasta que me dé la gana - cerré los ojos esperando que así desapareciera de ese lugar.

Sentí sus manos en mi cintura y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, el pulso iba a mil por hora, mi
corazón amenazaba con salir del pecho. Abrí lentamente los ojos y pude distinguir los suyos
recorriendo descaradamente cada parte de mí. Acercó su cara a mi cuello y olfateo mi cabello. En el
momento que sentí sus asquerosos labios en mi piel reaccione y lo empuje lejos de mí.

-No vuelvas a tocarme jamás - lo fulmine con la mirada y él solo sonrió.

Salí de casa como alma que lleva el diablo y anduve por la calle no sé cuántas horas hasta que termine
en un parque. Me senté bajo un pequeño árbol y deje salir todas las lágrimas que estuve conteniendo.
Escuché unos pasos acercarse y me limpie el rostro.

-Aléjate - murmure a quien sea que estuviera ahí.


-Lo siento - Levante la cabeza al escuchar su voz - yo sólo pasaba por aquí y te vi, ¿estás bien?
Me encogí de hombros - Pues he estado peor.
-¿Puedo ayudar en algo?
-Nadie puede ayudarme Peter - baje la mirada a mis tenis, hice una mueca al notar lo sucio que estaban
- Creo que tengo que lavarlos - dije más para mí.
-¿Puedo sentarme? - Levante el rostro.
-¿Acaso sólo sabes hacer preguntas estúpidas? - una sonrisa apareció en su rostro arrogante y se
encogió de hombros.

Me moví un poco para que se sentará. Saco un paquete de cigarrillos de sus pantalones y se colocó uno
en la boca, busco en sus bolsillos algo que al parecer no estaba ahí.

-Joder - murmuró.
-Idiota - sonreí de forma burlona mientras sacaba un encendedor de mis jeans - toma.

Me miro incrédulo por unos minutos y después lo tomó, entendió su cigarro y me regresó el pequeño
artefacto que siempre va conmigo.

-¿Fumas? - pregunto levantando las cejas. Asentí con la cabeza observando unos juegos - ¿enserio?
-Si - gire y mire como daba una calada para después ver como salía humo por los orificios de la nariz.
-No te creo - Levante una ceja.

De las bolsas de mi chaqueta saque un paquete y tome un cigarrillo, lo coloque en mis labios y lo
encendí. Di una calada, cerré los ojos mientras expulsaba el humo.

-Bien, te creo -levantó sus manos en forma de rendición.


-Eres un idiota - él sonrió y un hoyuelo apareció en sus mejillas.
-Pero uno que te encanta - golpeó mi costado y yo sólo negué con la cabeza mientras soltaba una
carcajada.
Capitulo 15
Capítulo XV

POV PETER

-PETER - un gruñido escapó de mí y levante la sábana cubriéndome el rostro - Joder Peter, despierta.
-¿Qué Mierda quieres Jackson? - dije mientras giraba en la cama.
-Pues... Verás - se rasco la nuca nervioso. Soltó todo el aire que estaba reteniendo y hubiera preferido
que esas palabras no salieran de su boca - Daniela volvió.

Abrí los ojos al instante y me senté en la cama mirando fijamente, esperaba algún gesto que dijera que
todo era una espantosa broma de su parte, pero su semblante era tan serio que me dio miedo.

-¿Cómo sabes eso? - el tono de sorpresa no pasó desapercibido por mi amigo.


-Te ha llamado - me entrega mi teléfono móvil y confirmó lo que acaba de decirme.
-¿Qué... Que... -Mierda "respira Peter" - ¿qué quería?

Mi amigo niega con la cabeza y miles de recuerdos vuelven a mí.

"-No puedes hacerme esto - dice con lágrimas en sus mejillas.

Yo sólo me limitó a encogerme de hombros y a tener una risa de lado. Sé que soy una persona horrible
por hacerle esto a una chica inocente, pero es mi venganza hacia mi padre, aprovecharme de su
ingenua hijastra.

-Lo lamento Dani, fue divertido pero ya me he cansado de este juego - miro su rostro inyectado con
dolor y odio - has dejado de ser mi juguete nuevo.
-Te odio, vas a arrepentirte por humillarme de esta manera - suelta una carcajada diabólica y me mira
a los ojos - voy a vengarme Peter y será en lo que más te duela.

Sale de la habitación dando un portazo y yo me centro en lo que acaba de pasar, ella no sería capaz de
hacerme daño, está enamorada de mi 《le has roto el corazón idiota y una mujer dolida hace cualquier
cosa》 dice la voz en mi cabeza.

-Mierda, en que rollo me he metido."


-Peter ¿estás bien? - murmura Jackson tocándome la espalda.

Asiento con la cabeza mientras pienso en las opciones que tengo de escapar del país. "Que idiota". Miro
la hora en mi teléfono, son las 4 de la mañana y ya se me escapó todo el sueño del cuerpo, pero lo
siento pesado.

-¿Necesitas algo? - pregunta mi amigo con el ceño fruncido.


-Que me mates de una vez - me pasó la mano por el cabello.
-Lo haría con gusto - una sonrisa burlona aparece en su rostro - pero te odio lo suficiente como para
hacer que sufras un poco más con mi compañía.

Me da un puño en el brazo izquierdo y luego sale de la habitación. Miro el artefacto en el colchón y


suelto todo el aire. Esto no puede estar pasando de verdad.
Capitulo 16
Capítulo XVI

POV SAMANTHA

Odio los martes, mejor dicho odio todos los malditos días de la estúpida semana. Obligó a mi cuerpo a
ponerse de pie. Mierda si no pensará que la escuela es tan importante me la pasará haciendo alguna
cosa más interesante que escuchar a personas patéticas hablar de cosas aburridas.

-Samantha ¿puedo pasar? - dice mi madre irrumpiendo en mi habitación.


-Para que preguntas si entraras de todas formas - pongo los ojos en blanco y ella asiente despacio.

"Oh no, algo va mal Sam" dice la pequeña voz de mi cabeza. Louisa Furler jamás en la vida deja que me
dirija de esa manera a ella. Sé que lo que dirá a continuación no me gustará para nada.

-Habla de una vez - la miro a esos ojos color miel como los míos.
-Iremos de viaje - suspira y mira a otro lado - tu padre y yo, volveremos en un mes.
-¿Algo más?, pensé que era más serio.
-Sí, tu primo se ha ofrecido a hacerte compañía en nuestra ausencia - una sonrisa se planta en su
rostro y yo me quedó petrificada - espero que no le des muchos problemas, el pobre ya tiene
suficientes.
-¿Qué carajo...- empiezo a decir mientras las uñas se clavan en la piel sensible de mis manos.
-Cuida tus palabras Samantha - interrumpe su voz irritante.
-Fuera - digo mientas mis fosas nasales se abren y cierran como las de un animal salvaje.

Mi madre me mira asustada pero me importa un carajo. Asiente nuevamente y gira para retirarse de
mi habitación.

-¿Qué haré ahora? - le pregunto a la chica del espejo.

Definitivamente no puedo quedarme un mes entero con Jonathan en la misma casa, joder siento el
pánico sólo de pensar que el trate de... mierda. El sonido de mi celular hace que me sobresalte, mi ceño
se frunce al ver que es un número desconocido.

-Hola - digo caminando a la ventana para ver a mis padres salir cargando maletas.
Aun no puedo creer que me lo contarán a última hora. Sé que no puedo esperar mucho de ellos, un
alcohólico y una tonta enamorada que cree puede salvarlo, no son buena combinación para padres.

-Hola Sam - dice una voz que reconozco al instante.


-¿Peter? ¿Por qué carajo tienes mi número?
-Tengo mis contactos - escucho una risa burlona al otro lado de la línea y me sorprendo a mí misma
sonriendo también.
-Bien y ¿a qué debo este desperdicio de mi valioso tiempo? - pregunto tomando mis cosas y una
chamarra de cuero negra.
-No sé si lo has notado, pero somos compañeros de clase - pongo los ojos en blanco - y como cierta
chica se pasa con sus audífonos todo el día siento la necesidad de recordarle que mañana
entregaremos un proyecto final de literatura.
-Me estas jodiendo - "como pude olvidar el maldito proyecto" - espera ¿me estas llamando sólo para
hablarme de un puñetero proyecto?
-No... Bueno si - suspira - somos compañeros de equipo y Beatriz quiere que nos reunamos hoy en mi
casa.

"¿Quién carajo es Beatriz?" Mi pequeño cerebro rechina tratando de recordar a alguien con ese
nombre. Chasqueo la lengua al recordar que es la chica de cabello castaño que siempre obtiene buenas
notas.

-¿Vamos con la nerd? - las palabras se escapan de mi boca antes de que pueda procesarlas.
-Su nombre es Beatriz - gruñe Peter.
-Maldición, lo siento - me encojo de hombro - No llamaré nerd a tu jodido novia - digo en todo burlón.
-¿Celosa? - casi puedo escuchar por el teléfono como levanta la ceja de esa manera tan única como él
lo hace.

"Pero que mierda ¿yo pensé eso?" Maldición ya me afecta la falta de cafeína en mi sistema.

-Quisieras, idiota - pongo los ojos en blanco - ahora no malgastes mi tiempo y dime donde carajo vives.
-No es necesario, nos marcharemos juntos de la escuela - dicho eso colgué el teléfono.

Bajo la escalera a toda prisa hacia la cocina para prepararme un café con la esperanza de que sea
demasiado temprano para que mí jodido primo este dormido.
-Buenos días - "genial " pienso - que mal educada enana - giro lentamente para encontrar justo a unos
metros de mí con una sonrisa maliciosa.
-No estoy de humor para tus estupideces - dije dando un paso más cerca a la puerta.
-¿Me tienes miedo? - su ceño se frunce y yo niego con la cabeza - si te sientes incómoda puedo irme a
otro lugar

"¿quién es este? ¿Por qué es tan amable? Mierda ¿querrá ganarse mi confianza y después
lastimarme?"

-¿Qué quieres Jonathan? - da un paso en mi dirección y yo me quedo paralizada.


-A ti - dice apenas en un susurro.

Quisiera correr y escapar, pero mi cuerpo no responde sólo se queda ahí parado como estúpido
esperando su muerte, lenta y dolorosa. Él toma mi mejilla con sus pulgares y entonces reaccionó, doy
un paso hacia atrás y me cubro con los brazos. Al apartarme el hace su mando un puño y parece dolido.
Niega con la cabeza y sale de la habitación.
Caoitulo 17
Capítulo XVII

POV JONATHAN

-Maldición - grito cuando escucho el sonido de la puerta cerrándose.

¿Qué estaba pensando?, que llegaría y Sam me perdonaría por todas las estupideces que cometí con
ella, que me recibiría con los brazos abiertos y una sonrisa en su hermoso rostro. "Mierda", tengo que
buscar una manera de que no me tenga miedo y que no me odie.

Estoy tan sumido en mis pensamientos que no me doy cuenta que me encuentro parado en la habitación
de Sam. "Eres un maldito enfermo" dice la parte consciente de mi cabeza, la otra sólo quiere tomar su
almohada y aspirar su olor.

-¿Por qué no puedes perdonarme? - le digo a la foto que tiene Sam arriba de su pequeño escritorio.
Cierro los ojos y niego con la cabeza mientras los recuerdos de esos días llegan a mí.

"Tenía 15 años y mi enana 13 cuando sucedió la primera vez. Estaba drogado como de costumbre desde
que "mi padre" me gritó en la cara que no era más que un niño huérfano al cual adoptaron por lástima.
Desde ese día "mis tíos" se hicieron cargo de mí, siempre se comportaron genial conmigo y Sam era lo
más importante que tenía.
Llegue a casa en la madrugada, como siempre Sam estaba sola en su habitación, entre a tropezones y
la vi, era como un pequeño ángel, siempre tan comprensiva y callada, era hermosa.
Le acaricie la piel suavemente y ella abrió sus ojos color miel al instante.

-¿Qué haces Jonathan? - pregunto con la voz ronca.


-Verte dormir - una sonrisa aparece en su rostro - eres muy bonita enana.
-Gracias idiota - su pequeño ceño se frunció - ¿estas drogado?

Aparte la mirada y asentí despacio, sé que odia que lo haga pero es la única manera para olvidar todo.

-Mierda Jonathan - suspira y niega con la cabeza.


-No te enojes conmigo - tomó su pequeña barbilla y la obligó a mirarme. Su rostro está lleno de enojo y
dolor - no me mires así.
-Vete de mi cuarto - murmura por fin - no quiero verte mientras sigas usando esas porquerías.
Mi furia empieza a apoderarse de mi cuerpo y pierdo el control de mí. Ella no es quien para decirme que
puedo hacer y que no, tampoco puede amenazarme con que no quiere verme cuando yo la quiero tanto.
Estoy enamorado de ella y no puede impedirme para demostrarlo.

***

Cuando abro los ojos lo primero que veo es a Sam hecha una bola en la esquina de la habitación, su
rostro está lleno de lágrimas y me mira con asco. Quiero acercarme y preguntarle que pasa pero se
aleja cada vez más.

"Un momento ¿qué hago en su habitación?"

Los recuerdos de Sam gritando que parará mientras yo tocaba su pequeño cuerpo y abusaba de ella
anoche llegaron a mi mente.

-Sam, por favor -susurro


-Vete - apenas logra decir.
-No sé...mierda... por favor yo...- empiezo, pero ella se levanta, hace una mueca de dolor y se me cae el
alma a los pies con sólo imaginar el daño que le cause.
- LÁRGATE DE MI HABITACION - grita señalando la puerta - TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO.

Salgo de su habitación a toda prisa, no quiero escucharla más, no quiero ver que arruine lo único que
valía la pena. Soy un maldito estúpido. Tomó ropa limpia y me marcho a comprar lo único que podrá
hacerme olvidar el daño que le hice."

Una lágrima resbala por mi mejilla y la limpio al instante.

-Haré todo lo que está a mi alcance para que puedas perdonarme, y algún día espero que también
puedas quererme de la misma forma en la que yo te quiero - murmuró a la habitación vacía antes de
salir y pensar en la forma de ganarme su corazón.
Capitulo 18
Capítulo XVIII

POV SAMANTHA

Eso fue lo más extraño que pudo haberme pasado en la vida. Jonathan comportándose "amable", me
sentí en aquellos momentos cuando éramos tan unidos, él no dejaba que nadie me tocará un sólo
cabello pero todo cambio esa maldita noche.

Me monte a mi motocicleta y la puse en marcha con las imágenes de aquel día que jamás podre olvidar.

"Estaba en la esquina de mi habitación llorando mientras él dormía tranquilamente sobre mi cama. Aun
no puedo creer lo que acaba de ocurrir, la persona que pensé jamás me fallaría me lastimo de la forma
más cruel que pudo, pensé que él me quería.

"Idiota" murmura la pequeña voz en mi cabeza.

Jonathan no me quiere, nunca lo hizo. Solo fue una imaginación, ¿quién podría quererme? soy
tan estúpida por creer que mi primo se enamoraría de mi como yo de él, pero eso cambio esta noche,
todo lo que sentía por él se fue a la mierda y solo siento odio a ese chico que duerme en mi cama."

Una bocina me saca de mis pensamientos.

-Fíjate por donde vas niña estúpida - grita la voz del cascarrabias que estuvo a punto de pasarme a
otra vida.
-Vete al carajo - le contesto con una sonrisa de lo más dulce y sacándole el dedo corazón - idiota -
murmuro fulminando con la mirada la parte trasera de su auto mientras se marchaba.

Cierro los ojos para liberar a mi pobre cerebro de esas imágenes por unos momentos para no morir
echa papilla por un auto. Niego con la cabeza y me pongo en marcha a la escuela.

***

Dejo al amor de mi vida en el estacionamiento y me dirijo a clases cuando una cabellera rubia y ojos
verdes llaman mi atención.
-Mierda - digo por lo bajo rogándole a la nada que no me vea y así evitar una escena.
-Sam, espera - dice Thomas - mierda, necesito hablar contigo - toma mi brazo y me obliga a girar para
verlo a la cara.

Toda la rabia se esfuma de mi sistema al ver que sus ojos lucen tristes y arrepentidos, este es el
Thomas que recuerdo y no al borracho de la otra noche.

-No hay nada de qué hablar -suspiró y me encojo de hombros.


-Claro que sí, te debo una disculpa por lo de la otra noche - dice mirando sus zapatos - no sé lo que
pasó - se masajea la cien con sus dedos y levanta la mirada a mí - estoy desesperado por recuperarte.

Abro la boca para hablar pero él pone sus dedos sobre mis labios obligándome a callar.

-Déjame continuar Sam - asiento despacio con la cabeza y él retira sus dedos de mi boca - Bien.
》Sé que tu no quieres estar conmigo y lo entiendo - sus ojos se tornan tristes de nuevo - pero yo no
dejó de quererte Sam, te necesito y si tú me dejarás intentarlo sé que podría lograr que me quieras tan
sólo un poco -suspira y ríe con tristeza - no te estoy pidiendo algo imposible, solo que seamos amigos
de nuevo.

Verlo de esta manera me rompe el corazón "Claro como si tuviera uno". No puedo negar que necesito
con quien hablar y Thomas es alguien en quien confío, también le tengo cariño por todo lo que pasamos
juntos, mierda que lo quiero, aun siento algo por esos ojos verdes que me llenan de tranquilidad.

-Está bien - una sonrisa aparece en su rostro y no puedo evitar corresponder ese gesto - seamos
amigos de nuevo.

Estiró mi mano para estrecharla con la suya pero él me rodea con sus brazos y me acerca a su pecho,
primero me sorprende pero después correspondo el gesto con mucho gustó.
Capitulo 19
Capítulo XIX

POV PETER

-Mujer, hoy vendrán unas amigas a casa - digo a mi madre tomando mi jugo de naranja en la cocina.
-¿Ah sí? - levanta un de sus cejas y yo asiento despacio - ¿quiénes?

-No seas tan chismosa - pongo los ojos en blanco y ella me fulmina con la mirada - bien - me encojo de
hombros - son Beatriz y Sam.

-¿Sam? - asiento de nuevo - ¿quién es ella?

-Una insoportable chica que me castra la vida - digo restándole importancia mientras me imagino sus
odiosos ojos color miel.

- Tan insoportable que se te forma una sonrisa de estúpido con solo mencionarla - dice mi madre en
tono burlón.

-Yo no hice eso - ¿o sí?

-Como tú digas Romeo - con una sonrisa de oreja a oreja mi madre se marcha.

Ignorando el comentario de mi entrometida madre voy a mi habitación por un par de cosas que
necesito para hoy. Al llegar escucho como la puerta principal se abre y después se cierra, una sonrisa
aparece en mi rostro pensando en que pudo haber olvidado ahora mi madre, entro en mi cuarto y
cierro la puerta negando con la cabeza divertido. Tomo un par de libros del estante que está a un lado
de mi cama cuando unos golpes sólidos en mi puerta me hacen fruncir el ceño.

-Adelante - digo dándole la espalda al intruso que ha tocado.

-Buenos días hijo - y con esas 3 palabras todo mi cuerpo se tensa al instante.

Tomo aire unos segundos y me giro a ver al hombre que me abandono cuando apenas era un niño. Luce
unos años mayor de lo que me imaginaba, tiene unas pequeñas arrugas debajo de los ojos color café y
parece cansado, su cabellera ahora tiene unas pocas canas y está un poco más regordete, lleva el
típico traje con corbata que recuerdo. Recorre con la mirada toda la habitación y después su mirada se
cruza con la mía que está llena de odio.

-¿Te puedo ayudar en algo Luis?- digo girándome de nuevo y dándole la espalda.

-Soy tu papá - aprieto los puños a mis costados y me muerdo la lengua para no soltarle los insultos que
se merece - Estas más grande de lo que recordaba...

- Eso es porque llevas más de 5 años sin verme - interrumpo su discurso de padre orgulloso -tengo
algunas cosas que hacer pero estas en tu casa, me voy - digo pasando por su lado para salir de la
habitación.

"Mierda" no recordaba que Jackson no podrá pasar por mí y mi madre ya se fue. Llego a la puerta y los
pasos de "mi padre" bajando las escaleras me distraen por un momento.

-Necesitas que te lleve - dice con una sonrisa de suficiencia en los labios.
-Prefiero caminar, gracias - contesto con una sonrisa forzada y me pongo en marcha.

***

Después de 20 minutos caminando por fin veo la entrada de la maldita escuela. Estoy seguro que me
sale humo por la nariz de la rabia que siento con el mundo, ¿por qué tenía que volver? "para joderme la
vida por supuesto". Estoy a punto de entrar cuando la veo bajar de su motocicleta, esos pantalones
oscuros le favorecen bastante, estoy babeando mentalmente, pero un chico se le acerca y me saca de
mi trance. Es alto, cabello rubio, con buen físico, debe ser atleta, va bien vestido y me parece muy
familiar, pero de dónde diablos lo conozco. Mi cerebro prácticamente rechina por el esfuerzo que estoy
haciendo en recordar, imágenes de él tratando de propasarse con Sam aparecen en mi mente y la
rabia vuelve a mi sistema.

Mi cuerpo se mueve con la intención de romperle la cara a ese idiota para que no vuelva a acercarse,
cuando ella le sonríe de una manera muy dulce y después se abrazan. Me paralizo unos segundos y mi
estado de ánimo pasa de la rabia a la confusión y después a la rabia de nuevo. Imágenes del rubio con
mi puño en su cara aparecen en mi mente y sonrió en mi interior por mis pensamientos. ¿Qué me está
pasando?

"estas celoso" dice la pequeña voz en mi cabeza


Mi mirada se cruza con la de esa irritante chica que me hace sentir tan extraño y la rabia se esfuma de
mí. Veo como se despide del extraño que debe morir para dirigirse a mí.

-Hola idiota - dice con una sonrisa burlona en su rostro.


-Estas de buen humor - fulmino con la mirada la espalda del chico que se marcha.

Sam gira un poco su cabeza y observa al chico también y una risita sale de sus labios. Es el sonido más
perturbante y a la vez tan maravilloso que jamás he escuchado en mi vida.

-Perdón - agacha su cabeza pero puedo ver un ligero rubor en sus mejillas.
-Parece que alguien está enamorada - pongo cara de asco y ella golpea mi costado mientras niega con
la cabeza - ¿Es... es el mismo de la fiesta? - ella asiente despacio y su ceño se frunce.
-No pensé que lo recordaras, estabas muy borracho - se encoge de hombros y sé que está nerviosa
por la forma en la que se mira las uñas.
-¿Te estaba molestando? - digo ignorando totalmente su cambio.
-Solo se estaba disculpando - me mira a los ojos - somos amigos de hace tiempo.
-¿Amigos? - inquiero con una ceja levantada.
-Eso es algo que no te incumbe idiota - me da con un puño en el brazo y yo finjo que me hirió - ahora
vamos a clase que se hace tarde. Camina por mi lado sin esperarme y yo sonrió con malicia al ver su
trasero- deja de verme el trasero Peter.
-Maldición - digo por lo bajo - este será un día muy largo.
Capitulo 20
Capítulo XX

POV SAMANTHA

-Vamos Peter no seas nena- le digo en tono burlón.

-No me subiré a esa cosa del demonio contigo de chófer- lo miro un tanto divertida - ni aunque me
hagas esa cara de perro a medio morir - me señala con el dedo y yo me encojo de hombros.

-Pues entonces te veo en tu casa - le digo prendiendo la motocicleta - que te diviertas caminando.

-Joder - suspira de forma exagerada y se me escapa una risita - ¿prometes que este hombre tan joven
y guapo no morirá hoy?

-Un hombre guapo no morirá - le digo y una sonrisa de suficiencia aparece en su estúpido rostro - tal
vez tú si lo hagas - término la oración encogiéndome de hombro y el frunce el ceño.

-No me parece divertido Sam. Muchas chicas llorarían mi muerte - dice el estúpido arrogante que
tengo enfrente - pero no te pongas celosa, solo tú me interesas.

Suelto una carcajada y empiezo a negar con la cabeza. Debo admitir que este idiota suelta buenos
chistes "tal vez no sea un chiste" dice la estúpida voz de mi cabeza, paro de reír y me pierdo en mis
propios pensamientos que no me doy cuenta de la escasa distancia que hay entre Peter y yo.

-¿Te pasa algo? - pregunta Peter mirándome con esos ojos color avellana que parecen traspasar la
barrera que he alzado todos estos años.

Me pierdo unos segundos en esa mirada que promete tantas cosas y olvido que acaba de hacerme una
pregunta, "reacciona tonta" me ordenan todos mis sentidos. Cierro un momento los ojos para salir de
mi trance y siento como su mano se posa en mis mejilla, espero el escalofrió que siempre pasa por mi
cuerpo cuando alguien me toca pero jamás llega, solo siento tranquilidad ante su tacto, me sorprende
la reacción hacia él.

-Sam - murmura Peter y siento su cálido aliento en mi cara.


Abro los ojos y miro al chico que tengo a pocos centímetros de mi cara, este estúpido que me ha visto
en ropa interior, el mismo que me contó su gran secreto y que soporta toda mi altanería, mal humor y
pésimo carácter. El idiota que me hace reír a cada segundo que pasa conmigo y que me mira de esa
manera tan tierna como en este momento. Sin darme cuenta la distancia entre nosotros cada vez se
hacía menor, nuestros alientos se mezclaban por la cercanía de nuestras caras. De un momento a otro
sus labios rosaron los míos y una corriente eléctrica recorrió mi columna vertebral pero solo queda en
eso, un roce. Pues alguien interrumpió el momento.

-¿Sam? - esa voz, el sonido que me atormenta desde hace unos años al cerrar los ojos.

Miro sobre el hombro de Peter y veo a un Jonathan sorprendido y a la vez dolido. Suelto el aire que
inconscientemente estaba reteniendo en mis pulmones. Al verlo una ira se apodera de todo mi cuerpo,
pero no por el pasado sino por interrumpir este momento. "¿Qué te pasa Sam?" me reprende mi
subconsciente.

-Lo siento - se rasca la nuca y mira al suelo - necesitaba hablar contigo, no quería interrumpir.

-Tu y yo no tenemos nada que hablar Jonathan - suelto fulminándolo con la mirada - además ya tengo
planes, así que tengo que irme.

-Por favor - dice mirándome a los ojos.

Sé que voy a arrepentirme por esto, mierda ya lo estoy haciendo, pero no puedo negarme a escucharlo
no cuando me mira de esa manera tan sincera. Maldición, porque tengo que ser tan buena persona.

-Bien, te escucho - digo mirando a cualquier lado menos a él.

-Me gustaría que fuera a solas - dice señalando con la cabeza a Peter. Yo niego y el suspira - Bien. Sé
que me odias ena... Sam, y también sé que si por ti fuera hubieras preferido ser atropellada por un
camión a quedarte conmigo este mes - sonríe con tristeza - por esa razón me gustaría hacer un trato
contigo.

-¿Qué clase de trato? - interrumpe Peter.

-Estoy hablando con Sam, así que no te entrometas - dice Jonathan con la mandíbula tensada pero se
suaviza al momento de poner sus ojos en mi - como decía, me gustaría hacer un trato contigo.
》Yo no te molestare y a cambio tu saldrás conmigo una vez a la semana para demostrarte que ya no
soy el mismo idiota. Me gustaría volver a ser tan unidos como cuando éramos pequeños, no te estoy
pidiendo que me perdones solo dame una oportunidad Sam, prometo no hacer ninguna estupidez y si es
así juro que me alejare y esta vez no regresare.

Me tomo unos minutos para pensarlo, estar tranquila solo por salir con él unas horas a la semana, no
es tan mal trato. Creo que podría soportar verlo un día a la semana. Pero como es que si quiera lo
estoy pensando, Jonathan hizo de mí una mierda y ni siquiera se tocó el corazón.

-Mierda - digo por lo bajo - está bien, acepto tu trato - le tiendo una mano para estrecharla - pero si
intentas cualquier cosa juro que te arrancare las pelotas y este idiota - señalo a Peter - me ayudara a
hacerlo.

Me sorprende como el idiota asiente de manera amenazante y cruza los brazos sobre su pecho para
verse más rudo. Y mierda que se ve bueno "contrólate sam". Jonathan estrecha mi mano y me da una
última mirada antes de dar media vuelta y marcharse por donde llego.
Capitulo 21
Capitulo XXI

POV PETER

Joder, no puedo creer que estuve a punto de besar a esta chica tan insoportable, y carajo que me
hubiera encantado hacerlo. No sé quién es el tipo que interrumpió el momento, pero no me da buena
espina.

-¿Quién es él? - le pregunto a la chica insoportable que tengo enfrente.

-Mi primo- contesta mirando en todas direcciones menos a mi cara "algo está mal" murmura la voz en
mi cabeza - ahora vamos que tu novia la nerd debe estar esperándonos.

Niego con la cabeza divertido y me subo a la estúpida motocicleta que puede acabar con mi vida. Pongo
las manos en su cintura para sostenerme y noto como al instante se tensa por lo que me apoyo de la
parte de atrás, suelta el aire que estaba conteniendo y me da una sonrisa de agradecimiento. Arranca
la cosa del demonio y su cuerpo empieza a relajarse, se ve tan tranquila mientras conduce con una
experiencia sorprendente.

"era la mejor corredora" me recuerda mi mente

Llegamos a casa y bajo rápidamente besando el suelo de manera dramática, escucho un carcajada de
parte de Sam y yo le doy una mirada amenazante.

-Jamás pensé que Peter "yo soy genial" sería tan gallina- pasa por mi lado y me da un empujón.

-No soy gallina - me mira levantando un ceja y yo me encojo de hombros - solo valoro mi vida.

Menea su mano restándole importancia, mira la calle en la que vivo y después a mí, su ceño se frunce y
sé que está recordando algo por la manera en la que mira sus zapatos.

-Hola, hasta que apareces - Sam levanta la mirada hacia la voz desconocida y la suaviza al ver que se
trata de Beatriz, una chica alta, rubia y con anteojos más grandes que su cara.
-Hola - murmura de lo más incómoda. No sé qué tiene esta chica que puede ser de lo más ruda en
algunas ocasiones y de los más tímida en otras, es tan tierna. "¿qué mierda acabo de pensar?"

Beatriz hace un sonido con su garganta, luego señala a Sam para que las presente y yo me golpeo
mentalmente por ser tan idiota.

-Emm... Sam ella es Beatriz, mi vecina y compañera de clase, Beatriz ella es Sam, nuestra insoportable
compañera.

La chica de ojos color miel me fulmina con la mirada mientras Beatriz nos mira divertida. Sé que
después me hará una serie de preguntas referentes a esta chica tan insoportable, pero no me importa.
Es muy reconfortante hablar con ella, se convirtió en una especie de "mejor amiga" cuando Luis nos
abandonó y desde entonces nos volvimos inseparables, pero con el paso de los años por los
estereotipos y la clasificación social ella trata de ocultar nuestra amistad y así evitar que la escuela la
note.

-Vamos dentro- dice Beatriz, yo asiento con la cabeza y empiezo a caminar a casa.

Me giro y noto que Sam sigue donde mismo con el ceño fruncido, le hago una seña a mi amiga y ella lo
entiende al instante, me acerco a la irritante chica de ojos color miel.

-¿Estas bien?- le digo mientras toco su hombro

Me mira con los ojos cristalizados por las lágrimas que se acumularon en ellos y con un hilo de voz
contesta - Él venía aquí a ver a su hermana pequeña.

POV SAMANTHA

Podía recordarlo, cada momento que estuve con William en esta misma calle, cada vez que sonreía de
oreja a ojera porque sabía que vería a su media hermana, la misma que ya no volverá a ver por mi
culpa. Los ojos se me llenan de lágrimas por los recuerdos de ese chico encantador con ojos grises que
extraño tanto. La voz de Peter me saca de mi trance.

-¿Estas bien? - pregunta con un tono de preocupación, volteo mi cara y lo miro a los ojos, sé que me
veo mal por la mirada cargada de tristeza que me da.
-Él venía aquí a ver a su hermana pequeña -sonrió con tristeza- Jamás la conocí, me decía que era
demasiado tímida.

-¿De quién hablas? - su voz está cargada de curiosidad pero sé que se da una idea de mi respuesta.

-¿Recuerdas cuando hablamos de las carreras? -él asiente despacio y puedo ver como comprende
todo- esa noche debía correr, pero estaba muy mal como para hacerlo.
》Él se ofreció en mi lugar, era como el hermano mayor que siempre quise, yo me negué pero insistió
y al final el muy estúpido se salió con la suya - sonrió al recordar que parte de mi altanería y
testarudez se la debo a él- pero...-la voz sé me quiebra.

-La motocicleta se salió de control en la curva y el murió -concluye por mí. Yo solo puedo asentir y
limpiar la lagrima que resbala por mi mejilla - Tranquila, todo está bien.

-Solo...vayamos a terminar el maldito trabajo de una vez - empiezo a caminar dentro de la casa
mientras me prometo a mí misma encontrar a la hermana de William y decirle lo mucho que él la
quería.
Capitulo 22
CAPITULO XXII

pov samantha

La tarde pasa tranquila, Peter y su amiga Beatriz, que es mucho más simpática de lo que me imaginaba,
hacen la mayor parte del trabajo mientras yo me hundo en la miseria y la tristeza recordando al
testarudo que alguna vez fue mi gran amigo, recordarlo aun duele demasiado, pensar en todas esas
cosas que aún le faltaban por hacer, todas las tonterías que debía evitar que realizara, aún tenía que
enseñarme demasiadas cosas, es muy injusto. Emma jamás me lo dice, pero sé que esa noche debía ser
yo y no él.

-¿Estas escuchando Sam? - dice Beatriz moviendo una mano frente a mi rostro.

-Yo...-suspiro- De verdad lo siento, no estoy muy bien hoy, ¿les molestaría si me marcho?

-¿quieres irte? -comenta Peter, y por el tono de su voz sé que está decepcionado. Veo como algo se
enciende en sus ojos y una sonrisa torcida se forma en sus labios, esos que estuve a punto de tocar,
instintivamente llevo los dedos a mis labios e imagino como se sentirá que alguien te bese de nuevo, ha
pasado tanto desde que no sentía algo parecido al deseo y la necesidad de que alguien más te toque.

-sea lo que sea que esté pensando esa mente retorcida tuya es un no- digo señalándolo con mi dedo
índice

-¿no te sientes bien verdad?- esa maldita sonrisa de nuevo

-no- respondo con algo de duda.

-entonces no puede irte en esa cosa del demonio, y sé que a Beatriz no le molestara dejarte dormir en
su casa esta noche para que te sientas mejor por la mañana y puedas ir recuperada a la escuela –dice
Peter viéndome con la esperanza de que acepte y me quede un poco más.

Abro la boca para protestar pero la chica de los anteojos se me adelanta murmurando algo de que
jamás ha tenido una noche de chicas y eso me parte el corazón, no me matara pasar un tiempo con una
chica como Beatriz, si tal vez arruine un poco mi reputación, pero al carajo, como si eso me importara
un poco.
-Está bien – digo soltando un suspiro- pero igual necesito ropa para dormir y no creo que la de tu novia
me quede –le digo a Peter levantando la ceja.

-Que no es mi novia –dice un muy frustrado idiota – pero creo que tengo un par de camisas que puedes
usar para dormir.

-Genial, mi sueño siempre fue dormir con una de tus camisas, idiota.

-Ustedes son adorables –interrumpe Beatriz con una sonrisa de oreja a oreja- pero creo que debo ir a
casa a ordenar un poco antes de que vengas, si no te importa quedarte con este tonto te lo
agradecería bastante.

Asiento con la cabeza, observo como se pone de pie y se marcha a toda velocidad. Al inicio parecía
incomoda con mi compañía pero poco a poco fue perdiendo la timidez y pude notar que es una chica
muy simpática de buen corazón, me siento un poco identificada con ella, las dos ocultando nuestra
verdadera personalidad, un pasado doloroso, pocos amigos y una muralla rodeando su corazón. Me
mata la curiosidad por saber qué es lo que le paso para convertirse en lo que hoy es, pero sé que debe
ser algo muy personal. Observo como la puerta se cierra detrás de ella y me recuerdo que la mamá de
Peter no está, por lo que no hay nadie en casa, comienzo a ponerme un poco nerviosa y me maldigo por
ello, no estoy con un desconocido, si no con un idiota que ya es muy familiar para mí.

-¿quieres algo de comer? –dice Peter interrumpiendo mis pensamientos. Asiento y me ofrece una
mano para ponerme de pie, la acepto y me guía a una pequeña cocina.

-¿sabes cocinar? –digo para acabar con el silencio incómodo. El me mira y me da una de las sonrisas
de suficiencia, se gira y empieza a poner una serie de ingrediente en un sartén – supongo que eso es
un sí.

Me quedo viendo como los músculos de su espalda se tensan y se relajan al moverse de un lado a otro
por la cocina, se ve tan concentrado en su tarea que me permito observarlo detalladamente,
definitivamente Peter jamás deja de sorprenderme de ser el chico mujeriego y patán se convirtió en el
amable y divertido que tengo enfrente. Sonrió al recordar el casi beso de esta tarde pero al instante
esa sonrisa se esfuma al pensar que tal vez solo está siendo amable conmigo porque quiere llevarme a
la cama después de todo eso es lo que hacen los patanes como él.

-En que piensa esa cabeza tan loca – dice Peter poniéndome el dedo índice justo en medio de mis ojos.
-Solo en tonterías – muevo mi mano en el aire para restarle importancia y alejo los pensamientos tan
negativos – mejor dime que no moriré al probar lo que está en ese plato y que seguiré conservando
mis papilas gustativas.

-Eso lo sabremos después de que lo comas – él levanta una ceja en forma de reto – después de todo la
vida es un riesgo Sam.

Suelto una carcajada y empiezo a comer la pasta que está en mi plato, cierro los ojos al probar y noto
que tiene mejor sabor del que esperaba. Peter me observa detalladamente mientras termino mi comida
y yo solo me limito a observar el cuadro que esta al fondo de la cocina, es uno de esas ridículas
pinturas de frutas que todas las mujeres tienen, jamás he comprendido porque pero les fascina.
Empiezo a sentirme incomoda al tener tanto tiempo la mirada fija en mí, no estoy acostumbrada a que
las personas lo hagan así que me encojo un par de veces y me remuevo en mi lugar. Este será un día
muy largo.
Capítulo 23
CAPITULO XXIII

POV PETER

Estoy recostado en el sofá con una bolsa de hielo en la cara cuando llega mi madre, me levanto para
ayudarle con las compras y me da las gracias con la mirada, pongo los víveres en su lugar mientras
ella descansa sus pies en una silla.

-¿Cómo fue tu tarde? –dice con un brillo extraño en sus ojos

-Bien, supongo –empiezo a contarle como fue mi tarde con las chicas, siempre he podido confiar en ella
más que en nadie pero tengo cuidado en mi historia, no quiero que mal interprete mi acercamiento con
Sam, se cómo es de sentimental y empezara a hacerse ideas erróneas. Al final parece satisfecha con lo
que escucha y se disculpa diciendo que se ira a la cama temprano.

Vuelvo a mi lugar en el sofá y miro algo sobre la mesa donde unas horas atrás estábamos realizando el
proyecto, parece una especie de anillo pequeño y entonces recuerdo que Sam se quitó algo parecido a
esto cuando jugamos a las luchas, carajo, jamás pensé que una mujer podría ganarme y darme una
paliza como esa.

“Estoy en el suelo sonriendo como idiota mientras esta ruda chica de ojos color miel me mira con aire
de suficiencia de pie a mi lado.

-Te dije que era buena – se encoge de hombro y me ofrece una mano para ponerme de pie, pero antes
de que pueda pensar en lo que hare jalo su brazo hacia abajo y termina tumbada en mi pecho.

Mi risa burlona desaparece al notar la cercanía entre nosotros observo cada detalle en su rostro y
recuerdo que hace apenas unas horas estuvimos a una distancia muy parecida. Ella hace el ademan de
levantarse y yo la sujeto por la cintura para evitarlo, sus ojos caen sobre los míos y observo duda en
ellos, como puede verse jodidamente sexy con esa mirada de timidez, miro sus labios y ella los muerde
sin siquiera notar el efecto que eso tiene en mí, acerco mi rostro al suyo y me lleno de decepción al
notar como ella se aleja.

-Creo que ya debería irme, Beatriz debe estar esperándome- y así sin más se marchó.”
No sé cómo interpretar su comportamiento, un momento parece que le agrado y al siguiente me trata
como su saco de boxeo, definitivamente jamás entere a las mujeres “tu solo las quieres en tu cama” me
recuerda la pequeña voz de mi cabeza, una punzada de dolor se cruza por mi pecho al recordar la
forma en que Sam me veía al inicio, con indiferencia y asco, ese soy yo realmente, el chico que quiere
meterse entre las piernas de las chicas que se cruzan por enfrente y Samantha no es la excepción,
siento un poco de asco hacia mí pero eso es lo que realmente soy y tal vez la confusión que siento es
porque no puedo conseguir lo que quiero de ella.

Subo a mi habitación con esas ideas en la cabeza e imágenes de Sam en ropa interior vienen a mi
mente, soy un maldito pervertido, pero no puedo evitarlo, una parte de mi anatomía que tengo
demasiado olvidada desde hace semanas empieza a hacerse notar y me remuevo incomodo, como es
posible que con unos simples recuerdos me ponga de esa manera, me niego a volver al Peter de 14
años que tomaba duchas heladas para calmar sus hormonas, tomo mi celular y marco el número de
alguna chica al azar. Un timbre, dos y ahí está, una chica lista que está dispuesta a todo.

-¿Hola?- dice una voz conocida, creo que su nombre es Natalia.

-Hola preciosa, parece que hoy es tu noche de suerte – una risita se escucha al otro lado de la línea y
sé que la tengo en el bolsillo.

-¡Peter! Pensé que no llamarías

-Como dije, eres una chica con suerte, ¿te gustaría que nos viéramos?

-Claro, mis padres no están en casa –empieza a decirme la chica que recuerdo como Natalia – te
espero en 30 min, mandare mi dirección por mensaje, te espero.

Y sin más ella cuelga, me pongo de pie y tomo unos cuantos preservativos que tengo en el cajón
especial, que es como lo llama Jackson, ya que en el tengo desde cigarrillos, drogas hasta
preservativos y algunas otras cosas muy interesantes. Bajo las escaleras y tomo las llaves del auto, no
me molesto en dejar una nota ya que volveré antes de que el sol salga, siempre es así. Me monto en el
coche y antes de arrancar le doy una mirada a casa de Beatriz, donde sé que se encuentra ella, niego
con la cabeza y me pongo en marcha, una chica me espera.

***
Llego a la dirección que aparece en el mensaje de texto que recibí, escribo “estoy afuera” y espero que
la puerta principal se abra, cuando lo hace una pelirroja aparece a mi vista y sonrió al recordarla,
estuve con ella hace 2 meses, tiene unos pechos voluminosos y unas caderas de infarto. Veo mi reflejo
en el retrovisor y el patán en el me devuelve la sonrisa. Llego hasta la puerta de Natalia y ella ya me
espera con una sonrisa de oreja a oreja, no duda en llevarme a la que creo es su habitación, nada más
cerrarse la puerta se lanza sobre mí y yo sin dudarlo la recibo con gusto. Mi camisa termina en algún
rincón junto a la de ella, mi boca se vuelve salvaje sobre la suya mientras toco sus pechos sobre el
sostén, succiono su cuello mientras gime despacio y joder que me encanta saber que es por mí su
estado de frenesí.

Sin dudarlo dos segundos le quito el sostén para empezar la dolorosa tortura de morder y succionar
que se las vuelve locas, se aferra a mi cabello mientras gime de placer. Natalia como una experta
desabrocha el botón de mis pantalones y empieza a bajarlos tocándome el trasero en el trayecto,
sonrió pegado a sus labios mientras le ayudo a deshacerse de lo que queda de ropa, introduzco uno de
mis dedos para comprobar que ya está lista, levanto mi pantalón del suelo para tomar uno de los
preservativos, pero en su lugar tomo el anillo de esa chica que me atormenta, pongo el pequeño
artefacto en mi palma izquierda y lo observo, como si así pudiera descubrir algo más de ella, Natalia se
me acerca por la espalda mordisqueando mi oreja, eso es todo lo que puedo resistir, en menos de dos
segundos tengo el condón puesto y a Natalia bajo mi cuerpo.

Sin verle la cara me hundo en ella primero lento porque es el puto paraíso, después de unos momentos
empiezo a moverme más duro y rápido, ella dice una serie de cosas que no me importan solo me
concentro en el placer que me está dando estar entre sus piernas, me giro para que ella quede arriba y
joder, no recordaba lo buena que era moviéndose, cierro los ojos para disfrutar mejor y al abrirlos ya
no encuentro la melena pelirroja ni los ojos café claro, en su lugar observo una cabellera negra y unos
ojos color miel, sonrió como un idiota y la atraigo hacia mí, empiezo a besarla con el calor del momento
pero al separarnos ya no es Sam sino Natalia, mi frustración empieza a aumentar y mis movimientos se
hacen más salvajes hasta que termino, pensando en la chica que jamás tendré.

POV SAMANTHA

Estar en la habitación de Beatriz es extraño, jamás había quedado para dormir en una casa que no
fuera la de Emma, recordarla es un constante dolor en mi pecho, nunca habíamos tenido peleas, menos
dejarnos de hablar, siento esa necesidad constante de mandarle un mensaje o llamarle pidiendo
disculpas, pero soy una persona muy resentida, por lo que se complica mucho más la situación. Trato
de concentrarme en lo que mi nueva amiga dice sobre el proyecto ya terminado pero una cinta amarilla
debajo de sus libros llama mi atención. Sé que no debo meterme en sus asuntos pero ese pequeño
pedazo de tela solo significa una cosa.

-¿Desde cuando eres parte de las carreras?- pregunto viéndola directamente a los ojos, ella se
sobresalta por la impresión y sus ojos van desde la cinta a mi cara.

-Yo…no sé de qué me hablas, debes estar confundida –Beatriz mira en todas direcciones incomoda,
pero esto no quedara así.

-Claro que lo sabes, esto –señalo lo que tengo en mi mano- significa que eres parte de las carrera, ya
sea apostando o corriendo, y no quiero ofenderte pero no pareces el tipo de chica que corra por lo
tanto apuestas en ellas.

Mi “nueva amiga” me observa de los pies a la cabeza, se levanta y camina a su closet, saca una caja de
la parte de arriba mientras yo observo detalladamente todo lo que hace. Al volver me mira a los ojos y
levanta una ceja, indicándome que vea el contenido de esta. Suelto un silbido al observar lo que hay
dentro, muchos pequeños trofeos que te dan después de ganar una carrera, unos cuentos fajos de
dinero, unas llaves y unas cuantas fotos.

-¿Puedo?- le pregunto inclinando la cabeza hacia las fotografías, ella asiente con algo de duda.

Tomo la primera fotografía es una Beatriz muy pequeña al lado de lo que parece su padre, en la
siguiente fotografía ella está en la espalda de un chico pero no se ve su rostro, hay muchas más de un
auto, que supongo es el que ella conduce, pero la última fotografía es la que me toma totalmente por
sorpresa, ella está sonriendo a la cámara mientras un chico le besa la cabellera, mis ojos se empiezan
a llenar de lágrimas por la fotografía y escucho en una parte del lugar que alguien pregunta si me
encuentro bien.

-William – es la única palabra que puedo formular.


Capítulo 24
CAPITULO XXIV

POV SAMANTHA

Han pasado algunos días desde que descubrí que Beatriz es la hermana de Will, de no ser por la foto
jamás lo habría descubierto, pero era de esperarse, los dos se parecen más a sus madres que a su
padre en común. Tenía tantas preguntas por hacerle, pero es algo que puede esperar. Descubrí que
tengo más cosas en común con la nerd que con Emma, nuestro color favorito es el mismo, escuchamos
la misma música, participamos en las carreras por alguien más y las dos sufrimos la perdida de la
misma persona.

Por fin es el gran día, las carreras empezaran en 30 min, primero serán las de autos y poco después la
de motos, volver a este mundo es raro, veo al montón de tipos con mala reputación a mi alrededor y se
me encoge el estómago. Por lo poco que me comento Beatriz sé que hay demasiado dinero de por
medio, solo se necesita un paso en falso para que todo se vaya al carajo, distingo una cabellera rubia
por el rabillo del ojo izquierdo, está rodeada de tipos con tatuajes, sus grandes lentes desaparecieron
para ser sustituidos por unos de contacto, no lleva la ropa de nerd que acostumbra en su lugar viste
con un short y un top que no dejan mucho a la imaginación, su larga melena está sujeta en un moño
alto, distingo maquillaje en su cara, trago grueso cuando veo a uno de los malos palmearle el trasero,
ella solo sonríe y le coquetea. No puedo creer que esta Beatriz es la misma que conocí hace un par de
días, gira su cabeza en mi dirección al sentir mi mirada y me da una sonrisa de boca cerrada.

No soporto un segundo más estar ahí así que me marcho al garaje donde se encuentra Carlos dándole
unos últimos arreglos al amor de mi vida pero antes de abrir escucho unos gemidos por lo que hago
cara de asco y me voy a la esquina, saco un cigarrillo, lo coloco en mis labios y doy una calada, cierro
los ojos por unos segundos pero los abro al escuchar como unos pasos se acercan.

-¿en serio?-Beatriz levanta una de sus cejas y mira mi cigarrillo. Sonrió de lado y exhalo el humo por
entre mis dientes, es una vieja costumbre que tengo.

-¿Qué hay de malo en ello?- frunce el ceño y niega con la cabeza. Unos segundos después un tipo con
un megáfono anuncia que los corredores tienen 5 min para estar listos. Veo como una chispa se
enciende en sus ojos, forma una sonrisa torcida y se marcha.

***
La carrera está en su punto, una poco más y termina, Beatriz lleva la delantera pero por muy poco, no
quisiera estar en su lugar, la última curva está muy cerrada, debe tomar una decisión rápida, acelerar
pero probablemente perder el control o bajar la velocidad y arriesgarse a perder, no quiero saber qué
es lo que pasa por lo giro mi cabeza a la izquierda, entonces lo veo, Peter está ahí.

-¡Carajo!

Observo como la gente empieza a gritar con emoción, Beatriz gano, suspiro y siento alivio, pero solo
por un segundo ya que recuerdo de nuevo la situación, por lo que se Peter no sabe esta parte de la vida
de su amiga nerd, debo actuar rápido antes de que ella salga del auto y todo se vaya a la mierda, no sé
que estoy haciendo, mis piernas cobraron vida por si solas, estoy caminando en su dirección, escucho
como auto se apaga y la puerta se abre, lo primero que cruza por mi estúpida cabeza es abalanzarme
encima de él para así evitar que vea a Beatriz. Esa tonta me debe una muy grande, todos la felicitan
mientras yo estoy de nuevo en el pecho de Peter.

-Creo que se está haciendo costumbre terminar en el suelo por mi culpa –dice el idiota de ojos color
avellana mientras me da una de esas sonrisas que bajan las bragas de las chicas.

-Jodete – contesto poniendo los ojos en blanco - ¿Qué haces aquí?

Su semblante divertido cambia totalmente a uno preocupado, me mira directamente a los ojos y sé que
algo mal. Miro a mi alrededor para comprobar que Beatriz se ha marchado, por lo que me conto
después de cada carrera inmediatamente se marcha a casa, después de corroborar me levanto y le
tiendo una mano a Peter para que no esté en el suelo, es extraño sujetar su mano, intento soltarlo pero
él se aferra, no tengo tiempo para discutir sobre eso por lo que solo me limito a guiarlo a un lugar más
alejado para que pueda contarme lo que pasa. Cuando por fin estamos solos lo miro a la cara pero
Peter está más enfocado en ver nuestras manos unidas, por reflejo quito mi mano de la suya y él me
mira con tristeza, hace su mano un puño y suspira.

-¿Y bien? – Él me mira como si no supiera de lo que estoy hablando - ¿Qué haces aquí idiota?

POV PETER

Estoy conduciendo como loco, debo llegar a esas malditas carreras antes de que sea demasiado tarde,
sé que le dije a Sam que no iría pero al carajo, corre peligro y si puedo evitarlo hare todo lo que esté a
mi alcance.
-Maldición- murmuro dentro del auto al ver todo el tráfico que hay. Escucho la voz de ese tipo con cara
de asesino diciendo que Samantha Furler estaba en peligro. Cierro los ojos y lo único que puedo hacer
es pensar que no llegare tarde a ella.

Una bocina me saca de mi trance y piso el acelerador, giro en la esquina a uno de los lugares más
escondidos de esta ciudad, al inicio no escucho nada pero poco a poco escucho todo el alboroto,
estaciono el auto y me aseguro de cerrar con seguro todas las puertas, lo último que quiero es que le
roben algo a mi madre. Llego justamente para observar el final de la primera carrera, el piloto sí que
está loco, piso a fondo al acelerador en la última curva aun con el conocimiento de que podría salir
disparado, pero sabe maniobrar bien el auto y termina ganador.

Estoy a punto de ver al conductor cuando de un momento a otro me encuentro en el suelo con una
masa de cabello negro sobre mi cara y por fin dejo salir el aire que tenía retenido, una sonrisa se
planta en mi cara.

“Estoy frente al televisor, mamá tiene doble turno hoy así que mi casa esta desierta, escucho que tocan
la puerta con tranquilidad, me dirijo a ella con el ceño fruncido, no esperaba visitas hoy. Del otro lado
de la puerta está un hombre regordete, su semblante es como alguien que acaba de realizar un gran
trato, al verme una sonrisa se extiende en su rostro, pasa su mano por la escasa cabellera y me mira
de manera divertida.

-¿A quién busca?- suelto de una

-Hola muchacho, soy Mike –empieza el asesino en serie- estoy aquí por motivos meramente personales,
tu pequeña amiga me cae bien y pienso que después podrá recompensarme por salvar su vida…

-¿Salvar su vida? Pero, ¿de qué carajo habla?

-Tu amiga Samantha, la chica de la motocicleta –sentí como mi corazón empezaba a apretarse en mi
pecho- escucha atentamente ya que no tienes mucho tiempo, en este mismo momento deben estar
empezando las carreras…”

No sé cómo pasa pero de un momento a otro solo puedo pensar en la mano de esta chica insoportable
sobre la mía, es una sensación muy extraña. Siento un vacío cuando la retira y recuerdo la razón por la
cual estoy aquí en este momento, tengo que salvar a estos ojos color miel que me atormenta.
Después de contarte todo lo que el regordete de Mike me dijo veo una gran decepción cruzar por su
cara y siento una punzada en mi pecho, siento pena por ella, sé que duele que la persona en la que más
confías te traicione por fines egoístas.

-Peter, de verdad quiero creer en ti pero… –ella suspira y empieza a marcharse- necesito hacer esto,
lo siento.

En ese preciso momento escuche como mi corazón se rompía, todas las murallas se desvanecían, no
podía permitir que alguien lastimara a esta chica.

-Yo también lo siento, no me dejas otra opción – sé que con esto podría perderla para siempre pero
por lo menos seguirá respirando, no sé si sonreír o empezar a llorar.
Capítulo 25
CAPITULO XXV

POV SAMANTHA

No puedo creer todo lo que Peter me conto, una parte de mi quiere confiar en sus palabras pero la otra
no puede aceptar que Carlos me traiciono, nos traiciono a todos. Con todos estos pensamientos en mi
mente no puedo concentrarme en el tipo del megáfono que dice que en 10 min debo estar lista para
correr.

Me dirijo al garaje y puedo ver como un tipo con cara de matón sale de el, mi mente está trabajando a
mil por hora, pero trato de evitarlo hoy es un gran día no puedo perder por mis inseguridades.

Llego a mi motocicleta y noto a un Carlos muy nervioso, o tal vez solo son mis nervios. Me dedica una
sonrisa torcida y yo me acerco.

-¿Pasa algo?- mi voz suena tranquila a pesar de que mis pensamientos están a mil por hora.

-No, solo estoy nervioso por la carrera- no me mira cuando habla, por lo que sé que está mintiendo. No
quiero dudar de él, siempre ha estado para mí, pero todo lo que me conto Peter no me deja otra opción.

-¿Está lista?- señaló la motocicleta con la cabeza y al hacerlo puedo observar unos papeles sobre el
asiento. Me dirijo a ellos pero antes de poder siquiera tocarlos Carlos los toma.

-Sí, está lista. Tiene tanque lleno y ajuste las llantas, además –dice acercándose- añadí esto –toma en
su mano un pequeño llavero con la foto de todos nosotros, nos vemos más jóvenes, pues es la última
foto antes de que William muriera.

-Gracias –digo con los ojos llenos de lágrimas. Este es el Carlos que conozco, jamás nos traicionaría.

Estoy lista para montarme en mi pequeña cuando escucho las patrullas, me giro hacia Carlos y en sus
ojos puedo ver el terror, pues estas carreras son ilegales y él puede tener problemas serios ya que
esta no sería la primera vez que lo atrapan en algo así, no lo dudó ni un segundo y le doy mis llaves, se
monta en la motocicleta y me mira antes de irse, su mirada está cargada de agradecimiento y leo un
gracias es sus labios antes de salir a toda velocidad de ahí.
Ahora que me he quedado sola pienso en una maldita idea para salir de ahí sin que me atrapen, soy una
total estúpida, no le pregunte a Carlos donde dejo su coche, pero espero que muy lejos de ahí. Escucho
pisadas fuera y me congelo de los nervios, si me atrapan aquí me lleva el carajo. El rechinar de unas
llantas me saca de mi estado de shock y me toma unos segundo procesar lo que acaba de pasar, el
inútil de Peter destruyo la puerta, estoy a punto de recordarle hasta su nacimiento pero recuerdo la
situación y corro al asiento del copiloto, tan pronto como mi cuerpo está dentro él pisa el acelerador a
fondo, lo último que veo es a Peter manejar como todo un desquiciado.

-Maldición Sam- es lo último que escucho antes de desmayarme.

***

Despierto en una cama que no es mía y al notar que no estoy sola en ella siento el pánico, “ aun tienes
ropa, eso es bueno” me repito en lo que busco una lámpara o algo que me dé un poco de luz.

-Veo que estas despierta- escucho su voz y todo mi cuerpo se relaja.

-¿Dónde estamos?- escucho un clic y la habitación se ilumina, la examino, y me sorprende que este
más ordenada que la mía, incluso que la de Emma.

-En mi casa –suspira- pensé que tendría que llevarte a un hospital, pero mamá dijo que solo era algo
que pasaría con descanso.

Se que mi cara es un poema por la mirada que me está dando Peter, pero no recuerdo que me paso,
empiezo a sentirme mareada y me siento de golpe en la cama, entonces empiezo a recordar a la policía
y como me subí al auto, pero es todo.

-¿me desmaye?- mi voz suena áspera y siento la garganta seca. Tenía años sin tener una crisis
nerviosa, me siento avergonzada por lo que paso, entierro la cara en mis rodillas como cuando era una
niña.

-Todo está bien Sam, no tienes de que preocuparte.

Siento una de sus manos en la espalda, yendo de abajo hacia arriba, su gesto me parece muy tierno, y
muy en el fondo me siento protegida. No sé qué es lo que pasa pero siento la necesidad enorme de un
abrazo, así que una risita escapa de mí. Escucho como Peter también empieza a reír.
-Debo irme a casa- digo de pronto

-Por lo que se tus padres no están en casa, y es demasiado tarde para que te marches sola, quédate a
dormir esta noche aquí –lo miro a los ojos con la boca cerrada en una línea – no conmigo claro está, yo
dormiré en el sofá esta noche.

Pienso en mis opciones, tiene razón, no tengo mi motocicleta como para conducir a casa y para ir
caminando no tengo ánimos, sin más remedio termino aceptando la propuesta de Peter.

Coloca una de sus camisetas para que pueda dormir con ella, y mientras el rebusca en sus cajones
ropa limpia me pongo a pensar en cómo lo deje entrar tanto a mi vida en tan poco tiempo, alejo esos
pensamientos de mi mente y me dispongo a cambiarme, no soy de las chicas a las que le da pena
cambiarse frente a las personas, pues en mis años de danza tenía que cambiar mi vestuario frente a
todos mis compañeros, así que poco a poco perdí la vergüenza de mostrar mi cuerpo.

-Yo… lo siento, no sabía que estabas cambiándote, no debí mirar- me giro hacia un idiota rojo como
tomate viendo a todos los lugares de la habitación menos a mí. Suelto una carcajada y me deshago de
mis pantalones.

-Desde cuando Peter se disculpa por ver a una mujer en ropa interior –parto en risa de nuevo – no es
la primera vez que me vez en esas condiciones, te lo recuerdo.

-Lo sé, pero antes te miraba como a una chica –se remueve el cabello incómodo.

-No sé si lo has notado, pero soy una chica, idiota.

-No me estas entendiendo Sam -en sus ojos puedo ver que está buscando la mejor forma de decir lo
siguiente- estoy interesado en ti, pero no de esa forma.

Mi risa se acaba, acaso acaba de decir lo que creo que dijo “claro que si estúpida, acaba de decir que le
gustas”, no sé cómo reaccionar, solo me quedo ahí como una estatua, esperando que con eso me haga
invisible y él no pueda verme, algo dentro de mí dice que le corresponda el sentimiento, pero la parte
coherente y que si piensa me obliga a quedarme quieta. Veo como la baja su cabeza triste y se dispone
a marcharse, algo dentro de mí se estruja, y duele como el infierno, pero físicamente estoy bien.

-Peter, espera.
Él gira con una esperanza en sus ojos, sé que me arrepentiré de esto después pero no puedo detener
mis pies cuando se mueven en su dirección, me paro a unos cuantos pasos de distancia y lo miro
directamente, él da un paso a mi e inclina su cabeza, despacio, dándome tiempo a retroceder.

-Eres demasiado lento – le digo antes de presionar nuestros labios


Capítulo 26
CAPITULO XXVI

POV PETER

Estoy en un sueño y no quiero que acabe jamás, Sam, la insoportable chica de ojos color miel me está
besando. Sus labios son demasiado suaves, es mejor de lo que me esperaba, la tomo de la cintura y la
atraigo todavía más cerca de mí, ella coloca sus manos en mi pecho, sé que acabara pronto, se alejara
de mi como siempre, pero esto vale tanto la pena, ella separa nuestros labios, pero no se va de mis
brazos, veo como con una sonrisa se forma en su cara y niega con la cabeza, pero antes de que pueda
preguntar qué es lo que pasa, vuelve a besarme. Pasa sus manos por detrás de mí cuello y toma un
poco de cabello en su puño, esto sabe tan bien, pero necesito parar algo que podría ser muy
apresurado, poco a poco separo nuestros cuerpos, pero ella se aferra más a mí, esto es increíble.

-¿Qué no vas a contestar?- pregunta con el ceño fruncido, la miro con cara de confusión y ella guía su
mirada a mis pantalones, donde la pantalla de mi celular está encendida.

-¿Hola?- respondo al ver un número desconocido en la pantalla.

-Es genial escuchar tu voz y no la de tu tonto amigo- la risa que escucho al otro lado de la línea hace
que me quede helado- ¿me extrañaste?

-¿Qué…que…- Maldición Peter, concéntrate – que es lo que quieres Daniela? – ignoro la mirada extraña
que me da Sam, y salgo de la habitación, siento que me quedo sin aire con cada segundo que pasa.

-Nada, cariño. Solo te extrañaba demasiado y volví por ti – puedo imaginar su perfecta risa de bruja
cuando dice esto – ¿qué te parece si nos vemos mañana?

-No quiero nada que tenga que ver contigo, no sé a qué volviste, pero déjame en paz.

-Estas muy a la defensiva, unas horas en mi cama y estoy segura que pensaras lo contrario – el solo
imaginármelo me da calor, porque a pesar de todo debo admitir que es una de las mejores con las que
estuve – además, tu noviecita no tiene por qué enterarse.

La sola mención de Sam, es como una cubetada de agua fría sobre mi cuerpo, mis hormonas se apagan
al instante, y recuerdo que la chica con la que estoy hablando en este momento es el diablo en persona.
-De verdad, Daniela, ¿Qué es lo que quieres de mí? – pregunto cansado

-Nos vemos mañana a las 3 pm en el café de siempre, ya sabes, a ese que me llevabas – escucho un
poco de enfado en su voz- hasta entonces cariño.

Y así, sin más cuelga su llamada, llevo las manos a la cabeza, de pronto me siento muy cansado, tengo
que saber que se trae entre manos Daniela, sé que no es nada bueno, pero porque esperar tanto para
reaparecer en mi vida, ahora que estaba pareciendo tan sencillo, tan bueno. Escucho un ruido arriba y
recuerdo que ahí está la causa de que mi pequeña felicidad, empiezo a subir las escaleras cuando me
encuentro a Sam a punto de bajar.

-¿Qué pasa?- pregunto al ver que tiene puesta su ropa de nuevo y no la camiseta con la que dormiría,
mí camisa.

-Ya me siento mejor como para conducir y la verdad es que no es tan tarde como me imaginaba, creo
que lo mejor es marcharme a casa –veo como todos los muros de esta chica se van levantando de
nuevo, y me siento confundido – Carlos llegara en cualquier momento, estaba por aquí cerca al parecer
– una sonrisa de boca cerrada aparece en su rosto, y mi corazón se contrae, es la Sam de siempre, me
siento un poco decepcionado.

Veo como se acerca a la puerta, se está alejando de nuevo y no sé qué hacer para que sepa que no
tiene nada que temer conmigo. Alcanzo a tomar su mano antes de que llegue por completo a la salida,
estoy a punto de hablar cuando un claxon se escucha, la chica insoportable se suelta de mi agarre y se
marcha, dejándome con mil dudas en la cabeza.

POV SAMANTA

-Gracias por traerme, inútil –le digo a Carlos mientras le doy un puño en el hombro

-Yo debería agradecerte por salvarme el trasero, como siempre –me mira y después mira sus manos
–Sam, debo contarte algo, yo tengo algunas deudas.

-Lo sé, por eso estamos en esto, para poder ayudarte a que salgas de esta, como lo haces desde que
éramos niños, sé que es muy difícil, pero veras que podrás superarlo –le dedico mi mejor sonrisa y veo
como es exhala fuerte, sé que le he quitado un peso de encima, se justo lo que tengo que decir para que
no se sienta mal consigo mismo, y ahora tengo que dormir, así que lárgate –levanto mi dedo corazón
mientras camino a casa y escucho su carcajada fuerte antes de que se marche.

También podría gustarte