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FECUNDACIÓN Tema 44
FECUNDACIÓN Tema 44
FECUNDACIÓN
Etapa de adhesión: En esta etapa se expresan las integrinas β1, β3 y β4, las cuales son
intermediarias entre el endometrio y el blastocisto facilitando la fijación del trofoblasto
(trofoectodermo) con las células epiteliales del endometrio (capa compacta).
PLACENTA
La placenta es un órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo. Esta
estructura provee oxígeno y nutrientes al bebé en crecimiento. También elimina los
productos de desecho de la sangre del bebé.
Presenta ciertas características
Forma discoidal cuyo diámetro oscila entre 15 y 25 centímetros: el tamaño medio
es de 18,5 cm. Tiene un espesor de 3 centímetros. Peso de 500 a 600 gramos. Es de
superficie rugosa por los cotiledones (que son la utilidad funcional de la placenta), es de
color rojo.
La placenta es también llamada espacio intervelloso, va contener vellosidades
llenas de sangre (venas y arterias). Estas se van a derivar de las lagunas desarrolladas del
sincitiotrofoblasto en la 1era semana de embarazo. Alrededor de la 4ta semana de
gestación ya existe un intercambio fisiológico de la madre y el hijo por la Circulación
Útero-Placentaria.
MEMBRANAS FETALES Y PLACENTA
Al tiempo que inicia la novena semana del desarrollo se incrementan las demandas
fetales de nutrientes y otros factores, lo que induce cambios importantes en la placenta.
El más importante entre estos es el incremento del área de superficie entre los
componentes maternos y fetales para facilitar el intercambio. La disposición de las
membranas fetales también se modifica al tiempo que aumenta la producción de líquido
amniótico.
Cambios en el trofoblasto
El componente fetal de la placenta deriva del trofoblasto y del mesodermo
extraembrionario (corion); el componente materno deriva del endometrio uterino. Al
inicio del segundo mes el trofoblasto se caracteriza por un gran número de vellosidades
secundarias y terciarias, que determinan su aspecto radial.
Las membranas embrionarias se forman a partir del Cigoto. Pero estas no
intervienen en la formación de ningún tejido, salvo algunas porciones del saco vitelino y
del Alantoides.
Están constituidas por:
• Corión
• Amnios
• Saco vitelino
• Alantoides
El Alantoides y el Saco Vitelino permiten y ayudan a la formación de sangre del Feto.
FUNCIONES DE LAS MEMBRANAS FETALES Y PLACENTA
protección
nutrición
respiración
excreción
Durante el Parto estas membranas se separan del feto y desprenden del útero.
Decidua y placenta
La decidua es el endometrio cuando ya no hay embarazo.
La Decidua va presentar 3 regiones
Decidua Basal
Decidua Capsular
Decidua Parietal
Corion frondoso y decidua basal
En las primeras semanas del desarrollo las vellosidades cubren toda la superficie
del corion. Al tiempo que la gestación avanza las vellosidades en el polo embrionario
siguen creciendo y se extienden, dando origen al corion frondoso (corion arbóreo). Las
vellosidades en el polo embrionario se degeneran y para el tercer mes este lado del corion,
conocido ahora como corion leve, es liso.
(1) El pedículo de fijación, que contiene el alantoides y los vasos sanguíneos umbilicales,
que corresponden a dos arterias y una vena,
(2) el pedículo vitelino (conducto vitelino), acompañado de los vasos sanguíneos
vitelinos; y
(3) el conducto que conecta la cavidad intraembrionaria con la extraembrionaria. El saco
vitelino en sí ocupa un espacio en la cavidad coriónica, esto es, el ubicado entre el amnios
y la placa coriónica.
El saco vitelino en sí ocupa un espacio en la cavidad coriónica, esto es, el ubicado entre
el amnios y la placa coriónica.
Durante el desarrollo posterior, la cavidad amniótica crece con rapidez a expensas de la
cavidad coriónica, y el amnios comienza a envolver los pedículos conectores y del saco
vitelino, adosándolos y dando origen al cordón umbilical primitivo.
En su porción distal, el cordón contiene el pedículo del saco vitelino y los vasos
sanguíneos umbilicales. En un sitio proximal aloja algunas asas intestinales y el
remanente del alantoides.
El saco vitelino, ubicado dentro de la cavidad coriónica, está conectado con el cordón
umbilical mediante su pedículo. Al final del tercer mes el amnios se ha expandido de tal
modo que entra en contacto con el corion y oblitera la cavidad coriónica. El saco vitelino
suele contraerse entonces y se oblitera en forma gradual.
Durante un periodo la cavidad abdominal es demasiado pequeña para las asas intestinales
que se desarrollan con rapidez, y algunas de ellas son desplazadas hacia el espacio
extraembrionario en el cordón umbilical. Estas asas intestinales expulsadas constituyen
una hernia umbilical fisiológica. Casi al final del tercer mes las asas son atraídas hacia el
interior del embrión y la cavidad del cordón se oblitera. Cuando el alantoides y el
conducto vitelino con sus vasos sanguíneos también se obliteran, lo único que se conserva
en el cordón son los vasos sanguíneos umbilicales circundados por la gelatina de
Wharton. Este tejido, rico en proteoglucanos, actúa como capa protectora para los vasos
sanguíneos. Las paredes de las arterias son musculares y contienen muchas fibras
elásticas, que contribuyen a la constricción y contracción rápida de los vasos sanguíneos
umbilicales una vez que se pinza el cordón.
CAMBIOS PLACENTARIOS AL FINAL DEL EMBARAZO
Al final de la gestación varios cambios en la placenta pueden revelar una
disminución del intercambio entre las dos circulaciones. Entre estos cambios están (1) un
incremento del tejido fibroso en el núcleo de la vellosidad, (2) el engrosamiento de las
membranas basales de los capilares fetales, (3) cambios obliterantes en los capilares de
las vellosidades y (4) depósito de material fibrinoide sobre la superficie de las
vellosidades en la zona de unión y en la placa coriónica. La formación excesiva de
material fibrinoide a menudo induce el infarto de alguna laguna intervellosa o incluso de
todo un cotiledón. El cotiledón adquiere entonces un aspecto blanquecino.
LÍQUIDO AMNIÓTICO
La cavidad amniótica está ocupada por líquido claro acuoso que es producido en
parte por las células amnióticas, pero deriva ante todo de la sangre materna. La cantidad
de líquido se incrementa desde cerca de 30 mL a las 10 semanas de gestación hasta 450
mL a las 20 semanas, y 800 a 1000 mL a las 37 semanas. Durante los primeros meses del
embarazo el embrión está suspendido por el cordón umbilical dentro de este líquido, que
actúa como una almohadilla protectora. El líquido (1) amortigua los movimientos
bruscos, (2) impide la adhesión del embrión al amnios y (3) permite los movimientos
fetales. El líquido amniótico es sustituido cada 3 h. Desde el inicio del quinto mes el feto
deglute su propio líquido amniótico, y se calcula que bebe alrededor de 400 mL al día,
cerca de la mitad del volumen total. A partir del quinto mes la orina del feto se mezcla a
diario con el líquido amniótico, si bien es en mayor medida agua debido a que la placenta
actúa como órgano de intercambio para los desechos metabólicos.
Eritroblastosis fetal e hidropesía fetal
Debido a que algunas células sanguíneas del feto escapan por la barrera
placentaria, existe el potencial de que desencadenen una respuesta mediada por
anticuerpos por parte del sistema inmunitario materno. La base de esta respuesta es el
hecho de que existen más de 400 antígenos eritrocitarios identificados, y si bien la mayor
parte de ellos no causa problemas durante el embarazo, algunos pueden estimular una
respuesta de anticuerpos en la madre contra las células sanguíneas del feto. Este proceso
es un ejemplo de isoinmunización, y si la respuesta materna es suficiente, los anticuerpos
atacan y destruyen los eritrocitos fetales, lo que da origen a la enfermedad hemolítica del
feto y del recién nacido. Esta enfermedad era llamada antes eritroblastosis fetal debido a
que en ciertos casos la hemólisis intensa estimulaba en gran medida la producción fetal
de células sanguíneas llamadas eritroblastos. Sin embargo, este grado de anemia sólo se
observa en pocos casos, de tal modo que el concepto de enfermedad hemolítica del feto
y el recién nacido resulta más apropiado.