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República bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación universitaria


Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda-Medicina
Catedra de Morfofisiología III
Barinas estado Barinas

FECUNDACIÓN

Dr. Adrián Mast Integrantes:


Jesús Contreras C.i 30.706.619
Albany Lantz C.i 28.593.527
Marlene Peña C.i 30.609.518

Barinas Abril, 2023


INTRODUCCIÓN A LA FECUNDACIÓN
Cuando se habla de fecundación se habla de un proceso en el cual se unen un
espermatozoide con un oocito para formar una sola célula o cigoto.
También se puede definir como una secuencia de fenómenos moleculares, que
inician con el contacto entre un espermatozoide y un óvulo; y termina con la fusión de
sus núcleos y la combinación de cromosomas masculinos y femeninos.
Hay que tener en cuenta que la fecundación ocurre a nivel de la trompa de Falopio.
Los gametos derivan de las células germinales primigenias (CGP) que se forman en el
epiblasto durante la 2da semana y posteriormente se trasladan a la pared del saco vitelino.
Durante la 4ta semana, estas células empiezan a migrar desde el saco vitelino hacia las
gónadas en desarrollo, donde llegan hacia el final de la 5ta semana. El número de
divisiones mitóticas aumenta durante la migración y cuando las células ya han alcanzado
las gónadas.
Eventos Previos a la Fecundación
Existen una serie de procesos que deben ocurrir antes de la fecundación, estos
procesos son:
Gametogénesis: es un proceso mediante el cual se transforma y se desarrollan las células
especializadas o Gametos. También llamados células germinativas. Mediante este
proceso se forman y maduran todas las células progenitoras especializadas que participan
en la fecundación: espermatozoide y óvulo. Estas son células con la mitad de la carga
genética, y que tienen la capacidad de unirse para formar un nuevo ser.
La gametogénesis recibe un nombre distinto dependiendo del sexo, en el hombre se
llama Espermatogénesis, y en la mujer se llama Oogenesis.
 Oogenesis: secuencia de fenómenos por los cuales la oogonia se transforma en
oocito. Este proceso de maduración se inicia antes del nacimiento, finaliza
después de la pubertad (12 a 15 años) y continúa hasta la menopausia, que es la
interrupción permanente de la menstruación (sangrado asociado a los ciclos
menstruales).
 Espermatogénesis: secuencia de fenómenos por los cuales las células
germinativas primitivas (espermatogonias) se transforman en espermatozoides.
Ovulación: no es más que la salida del oovocito desde el ovulo, al útero. Ocurre el día 14
del ciclo menstrual. En un principio el oovocito es tomado por la trompa de Falopio, y si
coincide con el coito y la consecuente, entrada de espermatozoides se producirá la
fecundación.
Coito: o relación sexual. Los espermatozoides pasan rápidamente desde la vagina al
útero y después a las trompas de Falopio. Probablemente este ascenso rápido sea causado
por contracciones de las capas musculares del útero (aunque no se sabe si las
contracciones favorecen esto. Ganong) y de la trompa de Falopio con la ayuda de
propulsión por la cola de los espermatozoides. El viaje desde el cuello del útero hasta la
trompa de Falopio requiere un mínimo de entre 2 h y 7 h y, una vez en el istmo, los
espermatozoides pierden movilidad y dejan de migrar.
Al ser depositados en el aparato genital femenino, los espermatozoides son incapaces de
fecundar óvulos. Suelen experimentar dos cambios llamados:
-La capacitación es un período de acondicionamiento dentro del tracto reproductor de la
hembra que en el ser humano dura aproximadamente 7 h. La mayor parte de este
acondicionamiento, que tiene lugar en la trompa de Falopio, consiste en interacciones
epiteliales entre los espermatozoides y la superficie mucosa de la trompa. Durante este
período, la capa de glucoproteínas y las proteínas seminales se eliminan de la membrana
plasmática que recubre la región acrosómica de los espermatozoides. Sólo los
espermatozoides capacitados pueden atravesar las células de la corona y experimentar la
reacción acrosómica.
-La reacción acrosómica, que tiene lugar después de la unión a la zona pelúcida, está
inducida por proteínas de zona. La reacción culmina con la liberación de las enzimas
necesarias para penetrar la zona pelúcida, incluidas sustancias del tipo de la acrosina y la
tripsina.
FECUNDACIÓN
Es el proceso en el cual se unen un espermatozoide con un oocito para formar una
sola célula o cigoto. Es una secuencia de fenómenos moleculares combinados que inician
con el contacto entre un espermatozoide y un óvulo y termina con la fusión de sus núcleos
y la combinación de cromosomas masculinos y femeninos. Ocurre en la región de la
ampolla de la trompa de Falopio.
Fases de la Fecundación:
1) Paso del espermatozoide a través de la corona radiada: El acrosoma o cabeza del
espermatozoide secreta una enzima, la hialuronidasa, que provoca la dispersión de las
células foliculares de la corona radiada y la zona pelúcida que rodean al ovocito, lo que
se conoce como denudación.
2) Penetración en la zona pelúcida: A nivel de la zona pelúcida, el espermatozoide
produce el reconocimiento y la adherencia a esta zona, los espermatozoides y la
membrana pelúcida se adhieren entre sí:
 Se produce la reacción acrosómica: El espermatozoide se pone en contacto con
la zona pelúcida, y libera enzimas por el acrosoma. Parece que estas enzimas
(esterasas, acrosina y neuraminidasa) producen la lisis de la zona pelúcida,
formando una vía para que el espermatozoide llegue al ovocito. La más importante
de todas ellas es la acrosina, una enzima proteolítica.
 Reacción Cortical y Bloqueo de la poliesperma: Cuando el espermatozoide ha
penetrado en la zona pelúcida, tiene lugar una reacción de zona o una
modificación de las propiedades de la misma, que la hacen impermeable frente a
otros espermatozoides.
3) Contacto con el oocito secundario: Las membranas plasmáticas del oocito y del
espermatozoide se fusionan y rompen en la zona de unión. Cuando el espermatozoide
llega a la zona más interna de la zona pelúcida, en unión con la membrana más interna
que se corresponde con el ovocito, el espermatozoide se desprende de su cubierta y demás
estructuras externas, que quedan unidas a la membrana plasmática del oocito, por lo que
sólo pasa su acrosoma con su cuerpo pero desprovisto de sus envolturas
4) Formación de pronúcleo femenino: La penetración del ovocito por parte de un
espermatozoide activa la finalización de la segunda división meiótica del ovocito y la
formación de un ovocito maduro y un segundo cuerpo polar. Tras la descondensación de
los cromosomas maternos, el núcleo del ovocito maduro se convierte en el pronúcleo
femenino.
5) Formación del pronúcleo masculino: En el interior del citoplasma del ovocito, el
núcleo del espermatozoide aumenta de tamaño para formar el pronúcleo masculino y su
cola degenera. Desde el punto de vista morfológico no es posible diferenciar los
pronúcleos masculino y femenino. Durante el crecimiento de los pronúcleos masculino y
femenino (ambos haploides), cada pronúcleo debe replicar su ADN. Si no lo hacen, cada
célula del cigoto bicelular poseerá sólo la mitad de la cantidad normal de ADN.
Inmediatamente después de la síntesis de ADN, los cromosomas se disponen en el huso
para prepararse para una división mitótica normal. Los 23 cromosomas maternos y los 23
cromosomas paternos (dobles) se dividen longitudinalmente por el centrómero y las
cromátidas hermanas se desplazan hacia polos opuestos, lo que proporciona a cada célula
del cigoto el número diploide normal de cromosomas y ADN. Mientras las cromátidas
hermanas se mueven hacia polos opuestos, aparece un surco profundo en la superficie de
la célula que divide de forma gradual el citoplasma en dos partes.
6) Unión de los pronúcleos. Cada pronúcleo tiene la mitad de las cargas de su célula
madre (haploide), la unión de los pronúcleos constituye el cigoto (diploide). Ambos
pronúcleos tienen la misma morfología, lo cual va a permitir su unión, cada uno cuenta
con la mitad de la carga genética, 23 cromosomas (carga haploide) se unen para forma
una sola célula o cigoto con 46 cromosomas, por lo que se produce la recuperación de la
carga genética.
7) Formación del cigoto se inicia la formación del nuevo ser. Los cromosomas del
cigoto se organizan en un huso de segmentación 157 como preparación para la
segmentación del cigoto. El cigoto contiene una nueva combinación de cromosomas que
es distinta de la presente en las células de cualquiera de ambos progenitores.
Un espermatozoide es capaz de fecundar a un solo óvulo. En casos de embarazos
múltiples, se produce la fecundación de varios óvulos por distintos espermatozoides. En
el caso de un embarazo gemelar, el cigoto inicia una división mitótica dando origen a 2
células, que por un proceso genéticamente no conocido, se separan, de lo contrario, si se
mantuvieran unidas formarían un solo individuo.
Resultados de la Fecundación
Estimula la finalización de la meiosis II en el oovocito penetrado por un espermatozoide.
Permite la variabilidad de la especie: Considerando que el 50% de los cromosomas
provienen de la madre y el resto del padre, el cigoto posee una nueva combinación de
cromosomas. Este mecanismo es la base de la herencia bipaterna y produce variaciones
en la especie humana. La meiosis permite la distribución independiente de los
cromosomas maternos y paternos en las células germinales. El entrecruzamiento de
cromosomas, al resituar segmentos de los cromosomas maternos y paternos, tiene la
finalidad de “barajar” o mezclar los genes y de esta manera producir recombinación de
material genético.
Determinación del sexo: El sexo del embrión es regido en la fecundación por el tipo de
espermatozoide que fecunda al oocito. La fecundación por un espermatozoide que lleva
X produce cigoto XX, que en estado normal se convierte en mujer, en tanto que la
fecundación por un espermatozoide Y origina un cigoto XY, que, como se ha comprobado
en estado normal será varón.
Recuperación de la diploidía cromosómica: La fusión de dos células germinativas
haploides produce un cigoto, célula diploide con 46 cromosomas, el número corriente
para el ser humano. La meiosis es la forma especial de división celular que resulta en que
el número de cromosomas disminuya la mitad. Así pues, la meiosis permite la constancia
del número de cromosomas de una generación a otra al producir células germinativas
haploides.
IMPLANTACIÓN
La implantación es un proceso complejo a través del cual el embrión se aproxima
y se adhiere al endometrio al que finalmente lo invade; esto ocurre por lo general en el
tercio superior de la pared posterior del útero. Para que este proceso se lleve a cabo de
manera correcta se requieren tres condiciones indispensables: que el endometrio esté
receptivo, un embrión normal en fase de blastocisto y una comunicación molecular
adecuada entre ambas estructuras.

Las condiciones receptivas endometriales se alcanzan de 6 a 7 días después de la


ovulación cuando el endometrio está en su fase de secreción máxima, debido al estímulo
de la progesterona. En esta etapa comienza la implantación con la expresión de citocinas
y moléculas de adhesión, a esta fase inicial se le conoce como ventana de implantación.
La implantación se realiza en tres etapas: aposición, adhesión e invasión.

Etapa de aposición: En la etapa de aposición, el blastocisto encuentra su lugar de


implantación, pierde la zona pelúcida y el trofoblasto situado en el polo embrionario hace
contacto con la capa compacta del endometrio; esta etapa es controlada por el embrión y
el microambiente del endometrio

Etapa de adhesión: En esta etapa se expresan las integrinas β1, β3 y β4, las cuales son
intermediarias entre el endometrio y el blastocisto facilitando la fijación del trofoblasto
(trofoectodermo) con las células epiteliales del endometrio (capa compacta).

Etapa de invasión: Ocurre en el día 8, en la etapa de invasión participan activamente


citocinas, entre las que se ha identificado al factor inhibidor de la leucemia; esta molécula
se expresa en forma importante cuando el endometrio está receptivo y es una de las
responsables del diálogo entre el embrión y el endometrio. Como resultado de este
diálogo ocurre la activación del blastocisto, (más concretamente trofoblasto) sintetiza
enzimas proteolíticas, que rompen los desmosomas de la membrana basal del epitelio
endometrial y mediante protrusiones alcanza la capa esponjosa. La destrucción del
endometrio durante la penetración origina un ligero sangrado que puede malinterpretarse
como una menstruación anormal.
CAMBIO DE LA MUCOSA ENDOMETRIAL DURANTE LA NIDACIÓN
Al inicio de cada ciclo ovárico entre 15 y 20 folículos primarios (preantral) reciben
estimulación para crecer bajo la influencia de la FSH (la hormona no es necesaria para
promover el desarrollo de los folículos primordiales hasta la fase de folículo primario,
pero sin ella estos folículos primarios mueren y se atresian). De este modo, la FSH rescata
entre 15 y 20 de estas células a partir de una reserva de folículos primarios que están en
formación continua. En condiciones normales sólo uno de estos folículos alcanza la
madurez completa y sólo un ovocito se libera; los otros degeneran y desarrollan atresia.
En el ciclo siguiente otro grupo de folículos primarios es reclutado y, de nuevo, sólo uno
de ellos alcanza la madurez. En consecuencia, la mayor parte de los folículos degenera
sin alcanzar nunca la madurez completa.
Cuando un folículo sufre atresia, el ovocito y las células foliculares circundantes
degeneran y son sustituidos por tejido conectivo para formar un cuerpo o folículo atrésico.
La FSH también estimula la maduración de las células foliculares (de la granulosa) que
circundan al ovocito. En cooperación, las células de la teca interna y la granulosa
producen estrógenos: Como consecuencia de esta síntesis de estrógenos:
 El endometrio uterino entra a la fase folicular o proliferativa.
 Ocurre un adelgazamiento del moco cervical para permitir el paso de los
espermatozoides.
 El lóbulo anterior de la glándula hipófisis recibe estimulación para secretar LH.
A la mitad del ciclo existe un brote de LH que:
 Eleva las concentraciones del factor promotor de la maduración, lo que hace que
los ovocitos terminen la primera división meiótica e inicien la segunda división
meiótica.
 Estimula la producción de progesterona en las células del estroma folicular
(luteinización).
 Induce la rotura del folículo y la ovulación. (Langman).

PLACENTA
La placenta es un órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo. Esta
estructura provee oxígeno y nutrientes al bebé en crecimiento. También elimina los
productos de desecho de la sangre del bebé.
Presenta ciertas características
Forma discoidal cuyo diámetro oscila entre 15 y 25 centímetros: el tamaño medio
es de 18,5 cm. Tiene un espesor de 3 centímetros. Peso de 500 a 600 gramos. Es de
superficie rugosa por los cotiledones (que son la utilidad funcional de la placenta), es de
color rojo.
La placenta es también llamada espacio intervelloso, va contener vellosidades
llenas de sangre (venas y arterias). Estas se van a derivar de las lagunas desarrolladas del
sincitiotrofoblasto en la 1era semana de embarazo. Alrededor de la 4ta semana de
gestación ya existe un intercambio fisiológico de la madre y el hijo por la Circulación
Útero-Placentaria.
MEMBRANAS FETALES Y PLACENTA
Al tiempo que inicia la novena semana del desarrollo se incrementan las demandas
fetales de nutrientes y otros factores, lo que induce cambios importantes en la placenta.
El más importante entre estos es el incremento del área de superficie entre los
componentes maternos y fetales para facilitar el intercambio. La disposición de las
membranas fetales también se modifica al tiempo que aumenta la producción de líquido
amniótico.
Cambios en el trofoblasto
El componente fetal de la placenta deriva del trofoblasto y del mesodermo
extraembrionario (corion); el componente materno deriva del endometrio uterino. Al
inicio del segundo mes el trofoblasto se caracteriza por un gran número de vellosidades
secundarias y terciarias, que determinan su aspecto radial.
Las membranas embrionarias se forman a partir del Cigoto. Pero estas no
intervienen en la formación de ningún tejido, salvo algunas porciones del saco vitelino y
del Alantoides.
Están constituidas por:
• Corión
• Amnios
• Saco vitelino
• Alantoides
El Alantoides y el Saco Vitelino permiten y ayudan a la formación de sangre del Feto.
FUNCIONES DE LAS MEMBRANAS FETALES Y PLACENTA
 protección
 nutrición
 respiración
 excreción
Durante el Parto estas membranas se separan del feto y desprenden del útero.
Decidua y placenta
La decidua es el endometrio cuando ya no hay embarazo.
La Decidua va presentar 3 regiones
 Decidua Basal
 Decidua Capsular
 Decidua Parietal
Corion frondoso y decidua basal
En las primeras semanas del desarrollo las vellosidades cubren toda la superficie
del corion. Al tiempo que la gestación avanza las vellosidades en el polo embrionario
siguen creciendo y se extienden, dando origen al corion frondoso (corion arbóreo). Las
vellosidades en el polo embrionario se degeneran y para el tercer mes este lado del corion,
conocido ahora como corion leve, es liso.

La diferencia entre los polos embrionarios y el embrionario del corion también se


ve reflejada en la estructura de la decidua, la capa funcional del endometrio, que se
expulsa durante el parto. La decidua ubicada sobre el corion frondoso, llamada decidua
basal, está integrada por una capa compacta de células grandes, las células deciduales,
que contienen grandes cantidades de lípidos y glucógeno. Esta capa, la placa decidual,
mantiene una unión estrecha con el corion. La capa de decidual ubicada sobre el polo
embrionario es la decidua capsular.

Con el crecimiento de la vesícula coriónica esta capa se distiende y degenera. De


manera subsecuente el corion leve entra en contacto con la pared uterina (decidua parietal)
en el lado opuesto del útero y ambos se fusionan, con lo que se oblitera la cavidad uterina.
De ahí que la única porción del corion que participa en el proceso de intercambio
sea el corion frondoso que, junto con la decidua basal, constituye la placenta. De manera
similar, la fusión del amnios y el corion para formar la membrana amniocoriónica oblitera
la cavidad coriónica. Es esta membrana la que se rompe durante el trabajo de parto (rotura
de la fuente).
Placentación
La aparición de vasos sanguíneos en el corion constituye la etapa inicial de la
formación de una placenta funcional. Hacia la tercera semana del desarrollo, el
mesodermo ocupa la porción central de cada vellosidad trofoblástica, lo que crea
vellosidades coriónicas que se encuentran en contacto con los tejidos maternos. Estas
vellosidades continúan creciendo y ramificándose hasta crear una compleja red en el
endometrio. Se prolonga el proceso de erosión de los vasos sanguíneos maternos y la
sangre materna percola con lentitud a través de lagunas tapizadas por el
sincitiotrofoblasto. Los nutrientes difunden desde la sangre materna que fluye a través de
las lagunas hacia la sangre fetal a través de los vasos de las vellosidades coriónicas.
En un primer momento, las vellosidades coriónicas rodean al blastocisto en su
totalidad. El corion crece y se expande en el endometrio como si se tratara de un globo;
hacia la cuarta semana, el embrión, el amnios y el saco vitelino se encuentran suspendidos
en una cámara rellena de líquido en proceso de expansión. La conexión del embrión con
el corion, el tallo de conexión, contiene las porciones distales del alantoides y los vasos
sanguíneos que irrigan la placenta. La estrecha unión del endodermo embrionario y el
saco vitelino recibe el nombre de tallo vitelino.
La placenta no continúa creciendo de forma indefinida. Comienza a adquirir una
organización regional diferenciada cuando su expansión crea una prominencia en la
superficie endometrial. La porción endometrial de grosor relativamente estrecho que
recubre al embrión y lo separa de la cavidad uterina se llama decidua capsular. Esta capa
no participa ya en el intercambio de nutrientes, por lo que pierde las vellosidades
coriónicas. Las funciones de la placenta se concentran en un área discoide localizada en
la porción más profunda del endometrio, la decidua basal. El resto del endometrio, que
no se encuentra en contacto con el corion, representa la decidua parietal. El feto se va
alejando de la placenta conforme se acerca el final del primer trimestre, a la que se conecta
a través del cordón umbilical, o tallo umbilical, que contiene el alantoides, vasos
sanguíneos placentarios y el tallo vitelino.
La nutrición, la respiración y la eliminación de los residuos del feto en desarrollo
dependen por completo de los sistemas orgánicos maternos, que deben ocuparse de estas
funciones externas además de sus operaciones habituales.
Estructura de la placenta:
Posee una capa citotrofoblástica, tabiques placentarios, placa coriónica y vellosidades.
Al inicio del cuarto mes (final de la semana 12) la placenta tiene dos componentes:
(1) Una porción fetal, formada por el corion frondoso, y
(2) una porción materna, formada por la decidua basal.
En el lado fetal la placenta está limitada por la placa coriónica.
En el lado materno está limitada por la decidua basal, de la que la placa decidual tiene
una incorporación más íntima a la placenta.
En la zona de unión, células del trofoblasto y deciduales se Página 7 entremezclan.
Esta zona, que se caracteriza por células deciduales y sincitiales gigantes, es rica en
material extracelular amorfo. En este momento la mayor parte de las células del
citotrofoblasto se ha degenerado. Entre la placa coriónica y la decidual se ubican los
espacios intervellosos, que están ocupados por sangre materna. Derivan de las lagunas
del sincitiotrofoblasto y están cubiertos por sincitio de origen fetal. Las vellosidades
arbóreas crecen hacia el interior de las lagunas hemáticas intervellosas.
Durante el cuarto y quinto meses la decidua forma varios tabiques deciduales, que
se proyectan hacia el interior de los espacios intervellosos, pero no alcanzan la placa
coriónica. Estos tabiques tienen un núcleo de tejido materno, pero su superficie está
cubierta por una capa de células sincitiales, de tal modo que siempre existe una capa de
estas células que separa la sangre materna en las lagunas intervellosas del tejido fetal de
las vellosidades.
Como consecuencia del crecimiento continuo del feto y la expansión del útero, la
placenta también crece. El aumento de su área de superficie casi es paralelo al del útero
en expansión, y durante el embarazo cubre alrededor de 15 a 30% de la superficie interna
del útero. El incremento del grosor de la placenta es producto de la arborización de las
vellosidades existentes y no se debe a una penetración adicional de la estructura en los
tejidos maternos. (Langman).
LAS FUNCIONES PRINCIPALES DE LA PLACENTA SON:
(1) intercambio de productos metabólicos y gases entre el torrente sanguíneo de la
madre y el feto;
(2) la producción de hormonas.
Intercambio de gases: El intercambio de gases como oxígeno, dióxido de carbono y
monóxido de carbono se logra mediante difusión simple. Al término, el feto extrae entre
20 y 30 mL de oxígeno por minuto a partir de la circulación materna, e incluso una
interrupción breve de la provisión de oxígeno resulta letal para el feto. El flujo de sangre
placentaria es importante para la provisión de oxígeno, toda vez que la cantidad de
oxígeno que llega al feto depende de su aporte, no de su difusión.
Intercambio de nutrientes y electrolitos: La producción de éstos como los aminoácidos,
ácidos grasos libres, carbohidratos y vitaminas, es rápido y se incrementa al tiempo que
avanza el embarazo.
Transferencia de anticuerpos maternos: La competencia inmunológica comienza a
desarrollarse en una fase tardía del primer trimestre, momento en que el feto sintetiza
todos los componentes del complemento. Las inmunoglobulinas corresponden casi en su
totalidad a inmunoglobulina G (IgG) materna, que comienza a transferirse de la madre al
feto alrededor de las 14 semanas. De este modo, el feto adquiere inmunidad pasiva contra
distintas enfermedades infecciosas. Los neonatos comienzan a sintetizar su propia IgG,
pero no alcanzan las concentraciones del adulto sino hasta los 3 años de edad.
Producción de hormonas: Al final del cuarto mes la placenta sintetiza progesterona en
cantidades suficientes para mantener el embarazo si el cuerpo lúteo es eliminado o no
funciona en forma apropiada. Con toda probabilidad, las hormonas se sintetizan en el
sincitiotrofoblasto. Además de progesterona, la placenta produce cantidades crecientes de
hormonas estrogénicas, entre las que predomina el estriol, hasta justo antes del final del
embarazo, en que se alcanza el nivel máximo. Estos niveles altos de estrógenos estimulan
el crecimiento uterino y el desarrollo de las glándulas mamarias
Placenta a término:
Al término, la placenta tiene configuración discoide y un diámetro de 15 a 25 cm,
con cerca de 3 cm de grosor, y pesa entre 500 y 600 g. Tras el parto se desprende de la
pared uterina y, alrededor de 30 min después del nacimiento del feto es expulsada de la
cavidad uterina junto con las membranas fetales (alumbramiento). Cuando se observa la
cara materna de la placenta pueden reconocerse con claridad entre 15 y 20 regiones
ligeramente abultadas, los cotiledones, cubiertos por una capa delgada de decidua basal.
Entre los cotiledones existen surcos formados por los tabiques deciduales.
La cara fetal de la placenta está cubierta en su totalidad por la placa coriónica.
Varias arterias y venas de gran calibre, los vasos coriónicos, convergen hacia el cordón
umbilical. El corion, a su vez, está cubierto por el amnios. El sitio de fijación del cordón
umbilical suele ser excéntrico y en ocasiones incluso marginal. Sin embargo, con poca
frecuencia se inserta en las membranas coriónicas fuera de la placenta (inserción
velamentosa).
Circulación placentaria: La sangre pasa del feto hacia la placenta a través de un par de
arterias umbilicales y vuelve a aquel a través de la vena umbilical. Las vellosidades
coriónicas conforman una superficie a través de la cual se produce el intercambio entre
los torrentes circulatorios materno y fetal. La placenta fabrica también algunas hormonas
relevantes que influyen tanto en los tejidos maternos como en los embrionarios. La
síntesis de gonadotropina coriónica humana (HCG) comienza a los pocos días de la
implantación; esta molécula estimula la producción de progesterona por el cuerpo lúteo
durante las etapas iniciales de la gestación. Durante el segundo y el tercer trimestres, la
placenta secreta además progesterona, estrógenos, lactógeno placentario humano (HPL)
y relaxina. El trofoblasto sintetiza y libera estas hormonas al torrente circulatorio materno.
Circulación fetoplacentaria
La sangre escasamente oxigenada (desoxigenada) abandona el feto y alcanza la
placenta a través de las arterias umbilicales. En la zona de unión del cordón umbilical a
la placenta, las arterias umbilicales se dividen en varias arterias coriónicas que se
disponen radialmente y que se ramifican libremente en la placa coriónica antes de
alcanzar las vellosidades coriónicas.
Los vasos sanguíneos forman un sistema arteriocapilar-venoso muy abundante en
el interior de las vellosidades coriónicas, lo que permite que la sangre fetal quede a muy
poca distancia de la sangre materna. Este sistema proporciona una superficie
extraordinariamente amplia para el intercambio de los productos metabólicos y gaseosos
entre las circulaciones sanguíneas materna y fetal. Normalmente, las sangres del feto y de
la madre no se mezclan; sin embargo, es posible que puedan entrar en la circulación
materna cantidades muy pequeñas de sangre fetal a través de diminutos defectos que
pueden aparecer en la membrana placentaria. La sangre fetal bien oxigenada que se
localiza en los capilares del feto alcanza las venas de pared fina que se continúan con las
arterias coriónicas hasta la zona de inserción del cordón umbilical. Dichas venas
convergen en esta zona formando la vena umbilical, un vaso de calibre grande que
transporta sangre rica en oxígeno hasta el feto.
Circulación fetal dentro del feto luego de pasar por la placenta y ser oxigenada:
Antes del nacimiento la sangre de la placenta, con una saturación de oxígeno
aproximada de 80%, regresa al feto por la vena umbilical. Al aproximarse al hígado, la
mayor parte de esta sangre pasa del conducto venoso a la vena cava inferior, con lo que
evita que todo el flujo sanguíneo se quede a nivel hepático.
Un volumen menor ingresa a los sinusoides hepáticos y se mezcla con la sangre
de la circulación portal. Un mecanismo de esfínter en el conducto venoso, cercano al sitio
de drenaje de la vena umbilical, regula el flujo de la sangre umbilical por los sinusoides
hepáticos. Este esfínter se cierra cuando la contracción uterina incrementa en gran medida
el retorno venoso, lo que impide la sobrecarga súbita del corazón. Tras un tránsito breve
por la vena cava inferior, en que la sangre placentaria se mezcla con la sangre
desoxigenada que regresa de las extremidades inferiores, ingresa a la aurícula derecha.
Ahí es dirigida hacia el foramen oval por la válvula de la vena cava inferior, y la mayor
parte de la sangre entra directamente a la aurícula izquierda; la crista dividens, el borde
inferior del septum secundum, evita el ingreso de un volumen escaso de sangre, y lo
obliga a permanecer en laaurícula derecha. En ese sitio se mezcla con la sangre desaturada
que regresa de la cabeza y los brazos por la vena cava superior.
Desde la aurícula izquierda, en que se mezcla con una cantidad pequeña de sangre
desaturada proveniente de los pulmones, la sangre ingresa al ventrículo izquierdo y a la
aorta ascendente. Puesto que las arterias coronarias y las carótidas son las primeras ramas
de la aorta ascendente, la musculatura cardiaca y el cerebro reciben sangre bien
oxigenada. La sangre desaturada que proviene de la vena cava superior fluye por el
ventrículo derecho hacia el tronco pulmonar. Durante la vida fetal la resistencia en los
vasos pulmonares es alta, de modo que la mayor parte de esta sangre pasa directo por el
conducto arterioso hacia la aorta descendente, donde se mezcla con la sangre que proviene
de la aorta proximal. Tras recorrer la aorta descendente, la sangre fluye hacia la placenta
por las dos arterias umbilicales. La saturación de oxígeno en las arterias umbilicales es
cercana a 58%.
En su curso desde la placenta hasta los órganos del feto, la sangre proveniente de la
vena umbilical pierde de manera gradual su gran contenido de oxígeno al tiempo que se
mezcla con la sangre desaturada. En teoría la mezcla puede ocurrir en los sitios siguientes
• Hígado, por la mezcla con un volumen escaso de sangre que regresa del
sistema portal
• Vena cava inferior, que lleva la sangre desoxigenada que regresa de las
extremidades inferiores, la pelvis y los riñones
• III. Aurícula derecha, por su mezcla con la sangre que procede de la cabeza y
las extremidades superiores
• Aurícula izquierda, en que se mezcla con la sangre que regresa de los
Pulmones
• El punto de entrada del conducto arterioso hacia la aorta descendente
Cambios al nacer. Durante la vida prenatal la circulación placentaria aporta al feto el
oxígeno, pero tras el nacimiento los pulmones se encargan del intercambio de gases. En
el sistema circulatorio ocurren los cambios siguientes al momento del nacimiento, así
como durante los primeros meses de vida extrauterina: (1) el conducto arterioso se cierra,
(2) el foramen oval se cierra, (3) la vena umbilical y el conducto venoso se cierran y se
transforman en el ligamento redondo del hígado y el ligamento venoso, y (3) las arterias
umbilicales dan origen a los ligamentos umbilicales mediales.
Circulación maternoplacentaria
La sangre materna del espacio intervelloso está temporalmente fuera del sistema
circulatorio materno.
Alcanza el espacio intervelloso a través de las 80-100 arterias endometriales
espirales que hay en la decidua basal. Estos vasos se abren en el espacio intervelloso a
través de las aberturas de la cubierta citotrofoblástica. El flujo sanguíneo procedente de
las arterias espirales es pulsátil y es propulsado en forma de pequeños chorros por efecto
de la presión arterial materna.
La sangre que entra en el espacio intervelloso lo hace con una presión
considerablemente mayor que la de este espacio, lo que desplaza la sangre hacia la placa
coriónica que forma el «techo» del espacio intervelloso. A medida que se reduce la
presión, la sangre fluye lentamente sobre las vellosidades ramificadas, lo que permite el
intercambio de los productos metabólicos y gaseosos con la sangre fetal. Finalmente, la
sangre retorna a la circulación materna a través de las venas endometriales.
Durante el desarrollo posterior, la cavidad amniótica crece con rapidez a expensas
de la cavidad coriónica, y el amnios comienza a envolver los pedículos conectores y del
saco vitelino, adosándolos y dando origen al cordón umbilical primitivo. En su porción
distal, el cordón contiene el pedículo del saco vitelino y los vasos sanguíneos umbilicales.
En un sitio proximal aloja algunas asas intestinales y el remanente del alantoides. El saco
vitelino, ubicado dentro de la cavidad coriónica, está conectado con el cordón umbilical
mediante su pedículo. Al final del tercer mes el amnios se ha expandido de tal modo que
entra en contacto con el corion y oblitera la cavidad coriónica. El saco vitelino suele
contraerse entonces y se oblitera en forma gradual.
Durante un periodo la cavidad abdominal es demasiado pequeña para las asas
intestinales que se desarrollan con rapidez, y algunas de ellas son desplazadas hacia el
espacio extraembrionario en el cordón umbilical. Estas asas intestinales expulsadas
constituyen una hernia umbilical fisiológica. Casi al final del tercer mes las asas son
atraídas hacia el interior del embrión y la cavidad del cordón se oblitera. Cuando el
alantoides y el conducto vitelino con sus vasos sanguíneos también se obliteran, lo único
que se conserva en el cordón son los vasos sanguíneos umbilicales circundados por la
gelatina de Wharton. Este tejido, rico en proteoglucanos, actúa como capa protectora para
los vasos sanguíneos. Las paredes de las arterias son musculares y contienen muchas
fibras elásticas, que contribuyen a la constricción y contracción rápida de los vasos
sanguíneos umbilicales una vez que se pinza el cordón.
AMNIOS Y CORDÓN UMBILICAL
La línea oval que define el amnios al reflejarse sobre el ectodermo embrionario (unión
amnioectodérmica) constituye el anillo umbilical primitivo. Al final de la quinta semana
de desarrollo las estructuras siguientes: pasan por el anillo:

(1) El pedículo de fijación, que contiene el alantoides y los vasos sanguíneos umbilicales,
que corresponden a dos arterias y una vena,
(2) el pedículo vitelino (conducto vitelino), acompañado de los vasos sanguíneos
vitelinos; y
(3) el conducto que conecta la cavidad intraembrionaria con la extraembrionaria. El saco
vitelino en sí ocupa un espacio en la cavidad coriónica, esto es, el ubicado entre el amnios
y la placa coriónica.
El saco vitelino en sí ocupa un espacio en la cavidad coriónica, esto es, el ubicado entre
el amnios y la placa coriónica.
Durante el desarrollo posterior, la cavidad amniótica crece con rapidez a expensas de la
cavidad coriónica, y el amnios comienza a envolver los pedículos conectores y del saco
vitelino, adosándolos y dando origen al cordón umbilical primitivo.
En su porción distal, el cordón contiene el pedículo del saco vitelino y los vasos
sanguíneos umbilicales. En un sitio proximal aloja algunas asas intestinales y el
remanente del alantoides.
El saco vitelino, ubicado dentro de la cavidad coriónica, está conectado con el cordón
umbilical mediante su pedículo. Al final del tercer mes el amnios se ha expandido de tal
modo que entra en contacto con el corion y oblitera la cavidad coriónica. El saco vitelino
suele contraerse entonces y se oblitera en forma gradual.
Durante un periodo la cavidad abdominal es demasiado pequeña para las asas intestinales
que se desarrollan con rapidez, y algunas de ellas son desplazadas hacia el espacio
extraembrionario en el cordón umbilical. Estas asas intestinales expulsadas constituyen
una hernia umbilical fisiológica. Casi al final del tercer mes las asas son atraídas hacia el
interior del embrión y la cavidad del cordón se oblitera. Cuando el alantoides y el
conducto vitelino con sus vasos sanguíneos también se obliteran, lo único que se conserva
en el cordón son los vasos sanguíneos umbilicales circundados por la gelatina de
Wharton. Este tejido, rico en proteoglucanos, actúa como capa protectora para los vasos
sanguíneos. Las paredes de las arterias son musculares y contienen muchas fibras
elásticas, que contribuyen a la constricción y contracción rápida de los vasos sanguíneos
umbilicales una vez que se pinza el cordón.
CAMBIOS PLACENTARIOS AL FINAL DEL EMBARAZO
Al final de la gestación varios cambios en la placenta pueden revelar una
disminución del intercambio entre las dos circulaciones. Entre estos cambios están (1) un
incremento del tejido fibroso en el núcleo de la vellosidad, (2) el engrosamiento de las
membranas basales de los capilares fetales, (3) cambios obliterantes en los capilares de
las vellosidades y (4) depósito de material fibrinoide sobre la superficie de las
vellosidades en la zona de unión y en la placa coriónica. La formación excesiva de
material fibrinoide a menudo induce el infarto de alguna laguna intervellosa o incluso de
todo un cotiledón. El cotiledón adquiere entonces un aspecto blanquecino.
LÍQUIDO AMNIÓTICO
La cavidad amniótica está ocupada por líquido claro acuoso que es producido en
parte por las células amnióticas, pero deriva ante todo de la sangre materna. La cantidad
de líquido se incrementa desde cerca de 30 mL a las 10 semanas de gestación hasta 450
mL a las 20 semanas, y 800 a 1000 mL a las 37 semanas. Durante los primeros meses del
embarazo el embrión está suspendido por el cordón umbilical dentro de este líquido, que
actúa como una almohadilla protectora. El líquido (1) amortigua los movimientos
bruscos, (2) impide la adhesión del embrión al amnios y (3) permite los movimientos
fetales. El líquido amniótico es sustituido cada 3 h. Desde el inicio del quinto mes el feto
deglute su propio líquido amniótico, y se calcula que bebe alrededor de 400 mL al día,
cerca de la mitad del volumen total. A partir del quinto mes la orina del feto se mezcla a
diario con el líquido amniótico, si bien es en mayor medida agua debido a que la placenta
actúa como órgano de intercambio para los desechos metabólicos.
Eritroblastosis fetal e hidropesía fetal
Debido a que algunas células sanguíneas del feto escapan por la barrera
placentaria, existe el potencial de que desencadenen una respuesta mediada por
anticuerpos por parte del sistema inmunitario materno. La base de esta respuesta es el
hecho de que existen más de 400 antígenos eritrocitarios identificados, y si bien la mayor
parte de ellos no causa problemas durante el embarazo, algunos pueden estimular una
respuesta de anticuerpos en la madre contra las células sanguíneas del feto. Este proceso
es un ejemplo de isoinmunización, y si la respuesta materna es suficiente, los anticuerpos
atacan y destruyen los eritrocitos fetales, lo que da origen a la enfermedad hemolítica del
feto y del recién nacido. Esta enfermedad era llamada antes eritroblastosis fetal debido a
que en ciertos casos la hemólisis intensa estimulaba en gran medida la producción fetal
de células sanguíneas llamadas eritroblastos. Sin embargo, este grado de anemia sólo se
observa en pocos casos, de tal modo que el concepto de enfermedad hemolítica del feto
y el recién nacido resulta más apropiado.

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