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de 300 kopiah,
de lah ke 33 an zío numeráh a mano.
Habanteo
Namáh unah pokah de palabrah pa prologà ehta traduzión al andalú der kláziko Le
Petit Prince, k’a zío pozible graziah a l’ayuga i el interéh de la editoriá Tintenfass, a’hkien
l’agradehko en nombre’er mubimiento kurturá andalófilo zu baliente apuehta por lah
lenguah minoritariah i la diberzidá kurturá der mundo entero.
Ze l’arbierte ar lehtó u lehtora d’ehte Er Prinzipito ke la zerxa dialehtá prinzipá ke
ze maneha en ehta traduzión eh el andalú de l’Argarbía, komarka del ehe zentro-zú
d’Andaluzía, alimentá kon argunoh beneroh d’otrah bariánteh dialehtaleh. ¿I por ké ehta
bariedá dialehtá andaluza i no otra? La razón eh mu zenziya: pork’eh el andalú natibo ke
maneha zu traduhtó, el abaho firmante H. Porrah, tan guena komo kuahkieriya otra, en
er momento en ke no ezihte otabía ningún andalú ahuntao.
¿I por ké ehtá ehkrito kon ehta ortografía? Po porke la porfía a tento’e la ehkritura’el
andalú buye en un prozezo bibo en buhkia dun akuerdo k’otabía no a yegao; porfía entre
lah taramah de lah propuehtah d’ehkritura etimolóhika i lah propuehtah de trahkrizión
ehnolinguíhtika. Azín k’el autó d’ehta traduzión al andalú a dezidío manehà de zuyo
la orzión ortográfika ehnolinguíhtika yamá Normah ortográfikah pa la Trahkrizión del
Andalú (NOTA-Porrah 2009), de la kuá eh zu prinzipá promotó. Ze pue ehkuzeà mah
informazión arreó’el andalú i zu zehlío en er zitio web de la ZEA (Zoziedá pal Ehtudio’el
Andalú): http://www.zea-andalu.com/.
Der traduhtó, Huan Porrah, yo mihmitiko, diremoh zi ar kazo k’eh Dohtó en
Antropolohía Zoziá, Lizenziao en Filozofía i Profezó de Kurtura Andaluza en la
Universidad Pablo Olavide de Zebiya. Mah informazión de zu briega kurturá pueh
hayártela en http://huanporrah.edublogs.org/.
Otro apunte de habanteo, pa rematà, biene referío ar título i denominazión mihma
der protagonihta de nuehtro kuento. Por mo’e zu mayó arraigo en la zoziedá andaluza,
abemoh dezidío d’utilizà en ehta traduzión al andalú la forma ‘prinzipito’ pa referì
al orihiná franzéh petit prince; kon to i kon ezo, eh huhto zeñalà ke d’iguar manera
podríamoh abel-le dao eze uzo diminutibo manehando lah z’otrah formah dialehtaleh
andaluzah ‘prinzipiyo’ i ‘prinzipiko’.
Po ya ehtá, ¡harrea!, a dihfrutà d’Er Prinzipito en andalú.
Er Prinzipito
—yeba loh dibuhoh del autó—
Traduzión en andalú
der
Huan Porrah Blanko
Edition Tintenfaß
Le’ hkeremoh dà lah graziah a loh zigienteh amigoh d’ER PRINZIPITO,
loh kualeh, por mo’e zu heneroza zuhkrizión, an pozibilitao k’ehte libro ze publike:
ISBN 978-3-946190-47-9
Ar Léon Werth.
Ar Léon Werth
d’en kuando era un zagaliyo.
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kapítulo uno
9
Me rehpondieron: “¿Por ké me ba dà zuhto un zombrero?”
Mi dibujo no figuraba un zombrero. Figuraba una bixa boa
k’ehtaba dihiriendo a un alefante. Kohí entoze i dibuhé el interió de
la bixa boa, perkurando de ke lah perzonah mayoreh lo entendieran.
Ziempre ehtán nehitando ehplikazioneh de to. Mi dibuho número 2
era azín:
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Kuando a rezurtao de hayarme kon argien ke me’hkería parezè
de tenè arguniyah luzeh, le hazía la prueba de mi dibuho número
1, k’otabía lo guardo. Yo’hkería zabè zi era komprenzibo de berdá.
Pero de kontino me kontehtaba: “Ezo eh un zombrero”. Po entoze
no l’ablaba ya de bixah boah, ni de zerbah bíheneh, ni de luzeroh.
M’abahaba a zu nibé. Le xahlaba der bridge, der golf, de la polítika i
de lah korbatah. I la perzona mayó ze keaba mu kontenta de konozè a
un ombre tan kabá.
kapítulo doh
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M’alebanté dun brinko komo xihporroteao por un rayo. Me
refregé loh z’ohoh. Miré dehpazito. I bi a un zagalete, bahtante
ehtrordinario, ke m’ehkuzeaba zerio. Ahkí tenéih er mehón retrato
ke, aluego dihpuéh, konzigì de hazel-le. Anke, de zuyo, mi dibuho, eh
munxo menoh enkantaó k’er modelo. Pero la kurpa no eh mía. Lah
perzonah mayoreh m’ehkuaharon en mi karrera’e pintó, a loh zeih
z’añoh d’edá, ke no abía aprendío a dibuhà mah na ke boah zerráh i
boah abiertah.
Po miré akeya aparizión kon unoh z’ohoh reondoh komo platoh.
No orbiárze de ke me hayaba a unah mir miyah d’arguna rehión abitá.
Kon to i kon ezo, er xabaliyo no me ze hazía ni perdío, ni guahnío, ni
ehmayao, ni kon gana’e agua, ni ehpantao. No parezía pa na un niño
perdío en er dezierto, a mir miyah d’arguna rehión abitá. Ar remate,
kuando fui ehkapá’e xahlà, le dihe:
—Pero… ¿tú ké’h lo ke hazeh porahkí?
I entoze é me gorbió a repetì, mu zuabito, komo zi fuera argo mu
zerio:
—Por fabó… dibúheme un borrego…
Pa kuando er mihterio eh dehmaziao imprezionante, no ai’hkien
puea dezobedezè. Por mu ahzurdo ke me’hkiziera parezè, a mir
miyah de to loh lugareh abitaoh i en peligro de muerte, me zaké der
borziyo una oha’e papé i una ehtilográfika. Pero entoze m’akordé
de ke yo abía ehtudiao mayormente heografía, ihtoria, kárkulo i
gramátika, i le dihe al ombreziyo (ya argo enritaete) de ke yo no
zabía dibuhà.
—Da iguá. Dibúhame un borrego.
Komo nunka abía dibuhao un borrego, gorbí a hazel-le, aora pa
é, uno’e loh doh z’únikoh dibuhoh de ke yo era ehkapá: er de la boa
zerrá. I me keé alobao al ehkuxà k’er xabá me rehpondía:
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Éhte eh er mehón retrato ke yo a zío ehkapá'e dibuhà de é deh'entoze.
—¡No! ¡No! Yo no’hkiero un alefante
endentro’e una boa. Una boa eh mu peligroza
i un alefante ehtorba munxo. Enonde yo bibo
eh to mu xiko. Nehito un borrego. Dibúhame
un borrego.
Gueno, po lo dibuhé.
Lo miró mu fiho, i entoze:
—¡No! Eze ya ehtá mu paxuxo. Hah otro.
Gorbí a dibuhà:
Mi amigo zonrió mu amable, kon
nobleza:
—Tú mihmo pueh bè… k’ezo no eh
un borrego, ezo eh un morueko. Tiene
kuehnoh… Rehize otra beh mi dibuho:
Pero me lo exó p’atráh, lo mihmito ke loh lanteroh:
—Eze ehtá ya mu bieho. Yo’hkiero un borrego ke biba munxo
tiempo.
Entoze, fartito de pazienzia, komo tenía
buya pa dehguazà mi motó, lihero le garabateé
ehte dibuho.
I aluego le zorté:
—Ehta eh la kahita. Er borrego ke
tú’hkiereh ehtá endentro.
Pero me keé mu zorprendío ar gorberze en
luh la kara’e mi pekeño hueh:
—¡Huhto azín eh komo yo lo’hkería! ¿Tú kreeh ke ze nehitará
munxa yerba pa ehte borrego?
ANÁLIZEH mah kabaleh
a tento'el argaího de traduzì Le Petit Prince al andalú
Zalú i ar kudio,
1
• 29/06/2017. Teresa Galarza y José Saiz Molina, de Jot Down, Contemporary Culture Mag:
"Elogio del andaluz".
http://www.jotdown.es/2017/06/elogio-del-andaluz/
El andalucismo, definido como amor o apego a lo andaluz, así como la palabra o uso
lingüístico de los andaluces, difícilmente cristalizará sin una visión interior, sin introspección, de
uno mismo como andaluz. Una visión interior que no será beneficiosa sin la aceptación
incondicional del habla andaluza. Declararse andaluces. Crear las condiciones idóneas para la
expresión genuina del habla propia desprendiéndose de la vieja adversidad que supone
mostrarse al exterior. Declarar que en el habla andaluza se asientan los cimientos de la cultura
de un pueblo que puede y debe elogiar sus propios fundamentos.
Para muchos, el habla, la lengua, es una herramienta para comunicarse que, teniendo una
existencia per se, se impone desde afuera y se usa cumpliendo unas normas abstractas. Es la
idea que se desprende del DLE que define lengua como «sistema de comunicación verbal y casi
siempre escrito, propio de una comunidad humana» y «sistema lingüístico cuyos hablantes
reconocen modelos de buena expresión». El diccionario, como no se cansan de repetir los
académicos, es un registro de lo que los hablantes entienden, dicen y escriben, o han dicho y
han escrito. Por lo que tal es la idea que mayoritariamente se tiene de lengua. Y, la verdad, una
lengua como abstracción, como sistema, una lengua en desuso como el latín clásico, viene a ser
algo así. Pero una lengua viva es otra cosa. Las lenguas están formadas por el habla natural de
las personas, un habla que varía en muchos sentidos. Es por origen y semejanza, por unidad
fundamental, por lo que el habla se clasifica como lengua; lengua francesa, lengua inglesa. Por
otro lado, es debido a las particularidades más concretas del modo de hablar de las gentes de un
territorio en oposición a las de otros, por lo que se clasifica el habla en dialectos. Y dentro de
cada territorio se pueden observar pequeñas variedades y afinar hasta llegar a la manera
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especial de hablar de cada individuo. Así observamos algo concreto, la lengua viva. Eso que
normalmente llamamos lenguas no son otra cosa que dialectos; científicamente una lengua es
una abstracción, y, en la realidad, no hay sino dialectos.
A lo largo de la historia moderna, de los varios dialectos que por semejanza y unidad
fundamental constituyen lo que llamamos lengua ha habido alguno que, por razones arbitrarias,
ha adquirido un prestigio especial. Razones como su cultivo por parte de grandes autores, la
producción de una obra excelente, la superioridad social y económica de sus hablantes y el
especial empeño de los mismos en que su dialecto se denomine lengua y asuma la formación de
una literatura común. De tal modo, se consigue que el prestigio del dialecto se extienda hasta el
punto de ser por antonomasia designado con el nombre general de la lengua: castellano, nombre
alternativo de español, con ISO 639-3, el estándar. Los dialectos no tienen ISO. Así pues, una
lengua estándar es una variedad local de una lengua que se ha convertido en la más aceptada
públicamente. En muchos países, el dialecto hablado por la mayoría de la población se considera
estándar, como el estándar americano o el australiano. En otros, en cambio, los hablantes del
estándar están en minoría. En el Reino Unido, el estándar, conocido comúnmente como el inglés
de la reina, es la lengua de menos del 3% de la población del país. Sin embargo, y pese al
estigma que se asocia a lo que no es estándar —a los dialectos— no es razonable suponer que la
mayoría de los británicos hablen mal su propio idioma. A esto se refiere la lingüista Rosina Lippi-
Green como «la ideología del estándar»: se piensa que el dialecto con el mayor prestigio social
es la única forma correcta y válida de lenguaje.
Todos los dialectos son lingüísticamente válidos. Sin embargo, la opinión generalizada sobre
el andaluz es que es español mal hablado. En España, podemos estimar que el andaluz —o
modalidad lingüística andaluza, tal como se define en el Estatuto de Autonomía de Andalucía de
2007— es la lengua de en torno al 18% de la población, asumiendo que todos los andaluces lo
hablan. Sobre cuántos leen en andaluz, no hay datos todavía. Posiblemente muy pocos. En el
momento que se acepta que la literatura ha concedido el predominio a un determinado dialecto,
se dificulta, cuando no impide, el arranque literario de otros dialectos, como ha ocurrido con el
andaluz, matando la espontaneidad del genio más representativo de un pueblo. Un genio que ha
sido, es y será protagonista de legendarias disputas dialectales y estilísticas. Ya en el siglo XVI,
Juan de Valdés criticó el andalucismo de Antonio de Nebrija en su famoso Diálogo de la lengua:
«¿No os tengo dicho que, como aquel hombre no era castellano, sino andaluz, hablava y escrivía
como en el Andaluzía y no como en Castilla?». Así comenzaba una controversia que,
discursivamente, sirvió para situar el lenguaje como elemento esencial previo a cualquier
reflexión o función para hacer, de la palabra, símbolo.
No es extraño, pues, que esta hostilidad retórica haya sido una constante ideal para que
ciertos autores hayan reivindicado, al menos parcialmente, lo propiamente andaluz desde un
costumbrismo dialógico en lo literario. Parcialmente porque en la mayoría de los casos lo
habitual ha sido usar el andaluz de manera aislada y para representar a personajes poco cultos.
Tamizar la palabra, como hicieran los Álvarez Quintero, para describir la erótica del folclore y
estilizar el discurso. Amor con odio, como enunciaba Luis Cernuda, al describir el carácter
andaluz. Tanto es así que una traducción de El Principito a un dialecto del andaluz —Er
Prinzipito— ha desatado la polémica sobre la idoneidad o no de escribir reflejando el habla
andaluza y sobre el estatus de la misma. Ha tenido que ser una editorial alemana, Tintenfass, la
que ha publicado esta traducción. Lo que para algunos es un defecto es, sin embargo, la
indeterminación de lo no sometido a leyes, la riqueza de lo desconocido; no dejarse encantar
por un ideal arbitrario de falsa unidad externa y ser conscientes de que la grandeza de la lengua
nada tiene que ver con expresarse todos por igual. El escritor o traductor como detector de la
existencia, cuyo principio es que nada es incorrecto o indigno de una obra literaria.
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configuración tradicional de la oralidad andaluza. El andalucismo está ligado a la propia
existencia del pueblo y el habla andaluza es la que, más que cualquier otra, pertenece al pueblo
andaluz. De ahí la necesidad de reforzar su dimensión oral con el poder contemporáneo de la
escritura, y proclamar la libertad de una lengua en la producción de todas sus manifestaciones.
https://www.youtube.com/watch?v=_XownO-G8eA&feature=youtu.be&app=desktop
Video explicativo hecho con "seriedad", porque sí que va en serio. Muy recomendable para
soltarse amarras y quitarse vendas de los ojos.
https://laandalucia.org/la-discriminacion-de-la-realidad-linguistica-andaluza/
Para empezar, dejemos claros algunos fundamentos básicos de lingüística que nadie en su
sano juicio y con un mínimo de conocimiento sobre esta área pondría en cuestión hoy en día. En
primer lugar, los seres humanos poseemos sistemas lingüísticos que se desarrollan en nuestra
mente de forma natural. Estos sistemas internos naturales operan haciendo uso de reglas muy
complejas que se aplican a una serie de elementos concretos con un alto grado de abstracción. Y
esto es así para cualquier sistema lingüístico natural de cualquier persona (que no sufra daños
cognitivos), ya sea lo que se suele denominar como lengua, dialecto o cualquier otro tipo de
variedad, que, como bien se sabe en la lingüística, no son más que simples etiquetas muy
connotadas por aspectos ideológicos y sociales.
Estos sistemas mentales se desarrollan gracias a una capacidad genética que tenemos los
seres humanos para computar la información lingüística que recibimos y transformarla en un
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sistema complejo de conocimiento lingüístico en nuestros cerebros. En el caso de la adquisición
de las llamadas lenguas maternas, se sabe que el input que rodea al niño no hace más que
provocar que esa capacidad natural de los seres humanos se ponga a trabajar y «regularice» el
caos aparente que recibe. Si el input es alemán, desarrollará un sistema alemán como lengua
materna, si es castellano de una zona rural de Palencia, ese será su sistema y, si adquiere su
lengua materna con hablantes de andaluz de Jerez, su sistema será ese. El cerebro del niño no
distingue entre lengua estándar, no estándar, dialecto, habla, modalidad, etc., pues lo que
escucha no viene con etiquetas impuestas ni explicaciones. Se trata de información lingüística
humana, de sistemas de la misma naturaleza.
Esto significa que, en tanto que sistemas naturales, no hay diferencias esenciales entre
ellos. Ni que decir tiene, esto no significa que sean idénticos. De hecho, la realidad es que no
hay dos sistemas que lo sean totalmente, ni siquiera entre los componentes de un mismo núcleo
familiar. Lo que existe en la naturaleza son sistemas individuales que comparten los suficientes
elementos como para parecer lo mismo en su uso o, en caso contrario, irse diferenciando hasta
dar la impresión de ser completamente distintos.
Considerando todo lo anterior, ¿qué hay de malo, por ejemplo, en la palabra «jofifar» para
referirise a limpiar el suelo con agua? Es una palabra que cumple su función como otra
cualquiera. O ¿qué problema supone la oración «me se ha roto», que curiosamente mantiene el
orden de los pronombres en el llamado italiano estándar («mi si è rotto»)? O ¿qué acto contra
natura tan terrible se comete al decir [é ío] para «he ido»? En el llamado español estándar
tampoco es que se pronuncie una [d] en ese participio. Nótese que la [d] es una consonante
oclusiva, es decir, se pronuncia bloqueando completamente el paso del aire en la boca por unos
milisegundos y dejando después que salga de golpe. Pero en ese participio la consonante se
pronuncia en esa variedad con lo que los lingüistas llaman una pronunciación aproximante, en la
que no se le cierra totalmente el paso al aire: [iδo]; es decir, se «debilita» el cierre del aire, con
diferentes grados de debilitamiento real dependiendo del hablante y del contexto. Y, si se piensa
un poco, ¿qué es la pronunciación [ío] sin consonante sino un paso más en un continuum de
debilitamiento? Se habría originado, por tanto, como producto de la misma regla en esencia,
solo que llevada al siguiente nivel.
Por cierto, ejemplos como este último suelen dar pie a la típica acusación ridícula de que
los andaluces pronunciamos así porque somos unos vagos o porque buscamos lo más fácil; o bien,
situándonos en el extremo de la loa, se suele apelar a que ese paso último supone un desarrollo
más avanzado de nuestro sistema. Sin embargo, si así fuera, ocurriría siempre, algo que no es
cierto. Por ejemplo, parece común encontrarlo en la forma verbal «pido» [pío], pero ¿aparece
con la misma frecuencia en «mido»? Usando otra combinación de sonidos vocálicos, es frecuente
en «nudo» [núo], o en «menudo» [menúo] cuando es sinónimo de «pequeño», pero ¿qué decir de
la pronunciación de «-udo» en «a menudo» o cuando «menudo» tiene el significado de comida
hecha con los intestinos del cerdo? Estamos hablando de la aplicación de reglas a casos
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específicos dictadas por sistemas naturales individuales concretos, no de actitudes personales ni
de perfecciones.
Como decía al principio, lo descrito hasta aquí es, en esencia, lo que la ciencia lingüística
asume desde hace muchas décadas. De hecho, los investigadores o especialistas «oficiales» del
andaluz probablemente no dudarían en hacerlo suyo al completo e incluso, en el caso de ser
docentes, incluirlo en sus asignaturas para que lo aprendan sus estudiantes. Sin embargo, a
juzgar por las reacciones que han recibido las propuestas recientes que estamos tratando, es
evidente que, en el fondo, no es algo compartido ni por ellos, ni por la mayoría de quienes
pueden trasladar esa información básica a la sociedad (profesores, escritores, periodistas, etc.),
ni, en consecuencia, por la opinión del público en general. Lo que prevalece es una visión
totalmente opuesta que se fundamenta en modelos claramente elitistas y discriminatorios.
Explicado muy someramente, desde esta otra perspectiva se asume que una lengua es una
entidad como externa y, en principio, ajena al individuo; un modelo que está en la sociedad de
alguna forma y que es tarea de los hablantes aprenderlo y tratar de reproducirlo lo mejor que
puedan. Esto implica que, si algún hablante no reproduce ese modelo, el responsable es el
propio hablante debido a sus carencias. Es más, ese modelo que tiene la consideración de lengua
y no de alguna otra naturaleza de categoría inferior (habla, dialecto, modalidad, etc.), se debe
sustentar en la producción por parte de cierto grupo social de prestigio, y, algo muy importante,
debe tener un sistema ortográfico específico que represente lo más fielmente posible esa
producción elitista. Por último, y en relación a la escritura, la identificación entre esta y la
lengua suele ser automática. En definitiva, estamos hablando de un concepto de lengua que no
se deriva de la lógica lingüística, sino de una visión instrumentalista al servicio de la
estigmatización ideológica, social y cultural.
Ni que decir tiene, ambas propuestas son, sin duda alguna, susceptibles de crítica. Pero lo
que se espera, al menos de los profesionales, es que dicha crítica se realice de forma seria,
dejando de lado cualquier tipo de tergiversación interesada o prejuicios que nada tienen que ver
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con las bases científicas de la disciplina lingüística. En el caso de la supuesta academia del
andaluz, parece evidente que carecería de sentido crearla para que limpie, fije y dé esplendor
porque no sería más que caer en el mismo error que ha llevado a la situación de discriminación
de todos los sistemas lingüísticos originarios de Andalucía. Sin embargo, según la información
expresada por los propios proponentes, jamás ha sido ese el objetivo. También está claro que la
creación de un organismo público de esa índole requeriría de una planificación muy compleja a
muchos niveles. Pero esto llevaría a otro tipo de comentarios y de debates que nada tienen que
ver con el hecho lingüístico per se.
Con respecto a la propuesta ortográfica, igualmente existen multitud de aspectos que dan
pie a discusiones y reflexiones interesantes desde el punto de vista lingüístico como, por
ejemplo, qué información morfológica o fonológica es aconsejable representar o hasta qué
punto se deben considerar aspectos referidos al origen de las palabras. Es más, incluso se puede
defender que se hace innecesario un nuevo sistema porque la escritura actual ya permitiría en
gran medida la variedad de pronunciaciones diferentes. Dejando de lado el periodo cuando
estamos literalmente aprendiendo a leer, en el que vamos paso a paso uniendo vocales y
consonantes en sílabas, la lectura se hace de forma más global, identificando (series de)
palabras completas, por lo que, en principio, cada cual las podría pronunciar como quisiese,
añadiendo, eliminando o modificando sonidos según su sistema individual. Esta falta de
equivalencia entre escritura y pronunciación no es para nada anormal. De hecho, es lo común.
En primer lugar, recuérdese otra vez el ejemplo de la «d» intervocálica o de las pronunciaciones
de «n» mencionadas anteriormente. O piénsese en lenguas como el inglés, donde la diferencia
entre la escritura y la pronunciación es tan acusada. Por ejemplo, en la palabra «knight»
(caballero) ni se pronuncia la [k], ni la [g] ni una [h] y se pronuncia con una vocal [a] que no
aparece en la escritura: [nait].
Por consiguiente, es normal que muchos hablantes puedan leer el mismo texto usando
pronunciaciones diferentes dependiendo del contexto de lectura. Así, un andaluz podría leer «el
pajar» variando entre la típica «j» jiennense [x] o la «aspirada» [h], entre pronunciar la «l» con
una [l] o con la vibrante simple [r], o entre mantener o no la consonante final: [elpaxár],
[elpahár], [erpahár] o [erpahá]. El problema, obviamente, surgiría si se insiste en que la
escritura solo debe representar una forma de pronunciación y no puede incluir construcciones o
palabras que no pertenezcan al modelo estándar, algo de lo que los andaluces hemos sido y
seguimos siendo víctimas en los centros de enseñanza, en los medios de comunicación, en la
industria del cine, en el mundo del teatro, etc.
Como vemos, por tanto, lo que subyace al rechazo visceral de propuestas como las que se
han planteado recientemente es una visión discriminatoria del hecho lingüístico que, en
numerosas ocasiones, proviene incluso desde quienes «oficialmente» se supone que defienden la
realidad lingüística de Andalucía. Y la causa de que esto sea así también merece una reflexión.
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demasiado remoto, baste con señalar la imagen que se promovió del andaluz durante la última
dictadura, con su ideal de unidad castellana y su intento de peyorizar nuestra tierra y nuestra
cultura autóctonas, folclorizando nuestra lengua y presentando una imagen ridícula y
distorsionada de sus hablantes. Se nos estigmatizó continuamente desde la escuela y los medios
de comunicación. Por desgracia, la base de ese mensaje y la actitud discriminatoria que este
representa contra nuestra realidad lingüística sigue existiendo tanto fuera como dentro de
Andalucía.
Estamos hablando de una visión que se basa en una concepción particular muy atractiva
sobre la relación entre el lenguaje y el pensamiento, y, por extensión, la inteligencia. La idea se
puede rastrear como parte de los estudios de las culturas no europeas a partir del periodo
moderno y fue difundida ya en el siglo XX bajo el nombre de teoría de Sapir-Whorf. Esta teoría
venía a defender que la lengua de los hablantes determina su pensamiento. Por tanto, si un
grupo de personas habla de forma diferente, sus miembros tienen que ser diferentes a nivel
mental. Una vez establecida esa relación, no hay más que un paso para que en el acervo
colectivo se reinterprete de forma más general como que la lengua no solo se convierte en un
reflejo del pensamiento y de nuestra inteligencia, sino que es la llave esencial que nos permite o
nos imposibilita cualquier cambio en el plano intelectual. Y, al hablar de cambios, no se trata
solo de aumentar el vocabulario ante la necesidad de adquirir conceptos nuevos; este incluye la
pronunciación, el uso de ciertas formas verbales, cierto orden de palabras, etc.
En este punto quiero enfatizar una cuestión que no debe pasar desapercibida: siendo la
forma de expresarse algo consustancial al ser humano y un rasgo identitario tan personal, con
este tipo de actitud discriminatoria se está atacando a las personas en un aspecto esencial a las
mismas, algo que debería ser intolerable por representar un atentado contra la dignidad. Sin
embargo, se considera algo casi normal, generándose una aberración desconcertante.
Pero lo que, de verdad, debería producir sorpresa generalizada es el conflicto que surge
cuando, de nuevo, se contrapone la base de esa ideología colonizadora con el conocimiento que
nos proporcionan los avances científicos. La ciencia hace mucho tiempo que ha demostrado sin
ningún género de duda que esa forma de entender la relación entre una lengua y la inteligencia
de sus hablantes no tiene ninguna justificación. El debate actual está realmente en cuestiones
bastante menores, como el grado de influencia que podría tener la gramática de una lengua para
categorizar en primera instancia ciertos aspectos no muy significativos de la realidad. Pero no va
mucho más allá. Multitud de experimentos muestran que se puede razonar cognitivamente sobre
cualquier realidad incluso si la lengua carece de expresiones específicas para referirse a ella. Y
lo que resulta más importante aún, es evidente que la inteligencia puede disociarse de la
capacidad lingüística, como demuestra el hecho de que una se pueda ver afectada por algún
problema cognitivo mientras la otra no.
En otras palabras, que sabemos que no existe la pretendida relación entre los sistemas
lingüísticos y la capacidad intelectual de los hablantes que sirva de base para la discriminación,
por lo que tener un vocabulario o una pronunciación diferentes de las de un modelo concreto ni
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siquiera plantea ningún problema a ningún nivel en este sentido. O sea, que pronunciar
«nosotros somos» como [nohotro hemo] no incapacita al hablante en absoluto para realizar
actividades intelectuales del nivel que sea. Pero, como se comentaba anteriormente, es tan
atractiva esta idea errónea y está tan extendida, que parece que la gente se niega a que les
estropeen «su realidad virtual».
Dejando a un lado las posturas elitistas, llama la atención, de todas formas, que los
avances científicos no hayan calado tampoco entre los intelectuales y pensadores posmodernos
que tratan específicamente el tema de la discriminación. Una razón importante para ello tiene
que ver con el hecho de que estos intelectuales consideran la lengua algo primordialmente
social, excluyendo el componente biológico-cognitivo. Especialmente para los marxistas, el
lenguaje es como una superestructura y, por lo tanto, tiene que estudiarse en relación con la
economía y la historia. En otras palabras, para ellos las lenguas se deben analizar como un
instrumento ideológico, una visión que se comparte en la actualidad por todo el espectro
político. Por tanto, no les interesa un enfoque que no tenga esto en cuenta. Sin embargo, debe
quedar claro que ningún lingüista le niega a la lengua su componente social. Es simplemente una
cuestión de prioridades y de objeto de estudio. En el enfoque que se describía al principio, se
trata de explicar qué es un sistema lingüístico a nivel biológico. Qué se hace con los sistemas
lingüísticos en el contexto social sería otro objeto de estudio. En cualquier caso, si podemos
llevar a cabo tantas cosas a nivel social con ellos es precisamente por su complejidad como
sistemas cognitivos, algo que no parece depender de cuestiones de clase social sino de que
seamos seres humanos.
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discriminación lingüística. Si acaso, lo que encontramos es la típica actitud condescendiente de
tolerancia del «otro», la apelación a lo «popular» o a la funcionaldiad de las variedades no
estándar en contextos informales, pero siempre asumiendo que son realmente desviaciones de la
forma estándar, que es la correcta.
En definitiva, que el campo de la discriminación está siempre abonado para que tanto
desde esferas elitistas y colonizadoras como también desde los colectivos que se presentan como
adalides contra las desigualdades, se refuerce en la sociedad en general esta perniciosa idea que
hace muy complicado salir de ese círculo discriminador.
En este momento cabe preguntarse qué función han cumplido, entonces, quienes han
estado luchando arduamente por la verdadera defensa de la realidad lingüística de Andalucía. Es
lógico que, ante la presión y la ridiculización, se traten de demostrar las bondades de la lengua
propia y que incluso, dejándose llevar por ese impulso de orgullo personal, se busque la forma
de hacerle ver a los demás que es hasta superior a aquella con la que siempre se la ha
comparado en términos despectivos. Sin embargo, ya sabemos que los sistemas lingüísticos en
cuanto a sistemas cognitivos no son ni mejores ni peores, ni unos permiten mayor capacidad
expresiva que otros, ni son ni más ni menos evolucionados, complejos o estructurados que otros.
Ni que decir tiene, es igualmente loable cuestionar las afirmaciones impuestas por los
colonizadores sobre el origen del andaluz y su relación con el castellano, pero el origen histórico
tampoco proporciona ni mayor ni menor capacidad para ser un sistema lingüístico al mismo nivel
que cualquier otro.
En otras palabras, que, de forma general, para la defensa del andaluz se han estado
usando las mismas «armas» de los colonizadores. De este modo, cuando se ha planteado esta
defensa atendiendo a una supuesta superioridad a diferentes niveles formales, a una evolución
más avanzada, a una mayor utilidad funcional, a un origen diferenciado concreto, etc., no se ha
hecho sino asumir y perpetuar los mismos principios erróneos y problemáticos del discurso
discriminador. Y, en cierto sentido, es de esperar que no se hayan producido los cambios
deseados pues, con las mismas armas, especialmente si tienen una función distorsionadora, se
impone quien cuenta con un mayor poder o legitimación social y ahí el andaluz siempre está en
desventaja.
Para concluir, no hay nada malo en que los andaluces nos sintamos orgullosos de cómo nos
expresamos. Es muy positivo y muy necesario darle visibilidad a los sistemas lingüísticos
autóctonos y hacer que se conozcan en su complejidad y en su variedad, como muy bien
animaba a hacer Blas Infante. Pero, sigamos también a Infante en el andalucismo que proponía
como ideal de humanidad y consideremos la defensa del andaluz dentro de una defensa global
de cualquier sistema lingüístico humano. En este sentido, una comprensión profunda del
fenómeno de las lenguas desde el punto de vista defendido aquí, en consonancia con el
conocimiento científico actual, ayudaría a fundamentar las bases en contra de la discriminación
lingüística del andaluz al mismo tiempo que nos haría tomar conciencia como andaluces de que
tampoco podemos reproducir la estigmatización de ningún tipo de variedad, ni local ni exterior.
También evitaría que tuviéramos que depender exclusivamente del grado de sensibilidad social
promovido desde la política como parte de una estrategia ideológica democratizadora o inclusiva
de singularidades autóctonas.Y, por supuesto, haría que propuestas como las que han sido
presentadas recientemente nunca fuesen recibidas con la sarta de insultos y de opiniones
producto de visiones discriminatorias, sino que fuesen debatidas desde el respeto académico y
social que merecen, entre otros motivos por el esfuerzo encaminado que suponen en la lucha
contra la nefasta discriminación lingüística que los andaluces seguimos padeciendo.
10
• 26/05/2017. José María Agüera Lorente, Catedrático de Filosofía: "Lengua, identidad y
política".
http://www.diariodesevilla.es/opinion/tribuna/Lengua-identidad-politica_0_1139286302.html
Durante siglos no existieron las lenguas oficiales; ni siquiera cuando el Imperio Romano
dominaba gran parte del continente el latín gozaba de esa condición
En un pasado no muy lejano, en Europa existía una considerable variedad lingüística que la
forja de identidades nacionales redujo de manera notable hasta el punto de que, actualmente,
consideramos un hecho natural y de inmemorial antigüedad que cada país tenga su única y
singular lengua nacional. Pero durante siglos no existieron las lenguas oficiales; ni siquiera
cuando el Imperio Romano dominaba gran parte del continente el latín gozaba de esa condición.
Hubo un tiempo en que la secular hegemonía de Francia impuso el francés como la lengua de los
reyes y de las cortes en muchos países europeos, mientras el pueblo llano hablaba su dialecto y
los profesores de las universidades escribían y se comunicaban en vetusto latín. Tal coyuntura
lingüística respondía a un orden político en el que a las cortes reales les traía sin cuidado la
comunicación con sus súbditos. En nuestro mundo global, esa especie de aldea preñada de
universos simbólicos distintos, tienen que convivir estrechamente identidades culturales
diversas, muchas de ellas con su lengua propia. Sobre este multiculturalismo de los barrios y las
ciudades se enseñorea la lengua internacional de las finanzas, la ciencia y la tecnología que es el
inglés.
Las políticas lingüísticas merecen una actitud cuando menos escéptica, pues son variados
los factores que determinan la muerte o supervivencia de las lenguas atendiendo a una compleja
combinación de causas y efectos psíquicos, emocionales y socioeconómicos, lo que hace muy
difícil que se pueda abordar el asunto con neutralidad política. La supervivencia de una lengua
minoritaria, como la de los emigrantes en un país extranjero, depende de un delicado balance
entre poder e identidad. En tanto que prevalezca el valor de la identidad la legua minoritaria
11
tendrá una oportunidad de supervivencia en el grupo; pero si la lengua mayoritaria está asociada
al mayor prestigio y al progreso en el estatus ella será la que vaya ganando hablantes. En
cualquier caso, la supervivencia de una lengua depende en última instancia de que la usen sus
hablantes. Lo que es congruente con lo expuesto más arriba, a saber, que las lenguas no son
animales metafísicos, sino instrumentos culturales producidos por el fenómeno de la
comunicación que practican individuos concretos. La política lingüística, entonces, ha de tener
como objeto el establecimiento de las condiciones idóneas para que cada cual pueda expresarse
en la lengua que escoja libremente.
Ocurrencias y rotacismos
(fuente: La Haine http://www.lahaine.org/est_espanol.php/ocurrencias-y-rotacismos )
El pasado 9 de mayo fue presentada en Sevilla, en la sede del SAT (Sindicato Andaluz de
Trabajadores), la edición en andaluz del clásico de Antoine de Saint-Exupéry Le Petit Prince
(titulada en dicha versión Er Prinzipito), encargada por la editorial alemana Tintenfass,
especializada en la edición de esta y otras obras en lenguas minoritarias de todo el mundo, a la
ZEA / Zoziedá p'al Ehtudio 'el Andalú; traducción que fue realizada, en su dialecto vernáculo de
Mijas, por el profesor Huan Porrah, con el loable propósito de recuperar, valorizar y revertir la
estigmatización de que es objeto la cultura oral de nuestro país. El aluvión de injurias,
calumnias y manipulaciones en general vertidas por multitud de medios sobre Porrah y la ZEA
solo en la primera semana posterior al acto daría material para una tesis doctoral, pero aquí nos
detendremos tan solo en una muestra.
Desde la red social Twitter, Lola Pons, profesora titular de Lengua Española de la
Universidad de Sevilla, que, como veremos de inmediato, intervino en una pieza televisiva en
torno al evento, dio rienda suelta a su prepotencia, a través de su perfil, en estos términos
(incluyendo un enlace a Elmundo.es, 9/V/2017[1]), a través de un pleonasmo en su parte
central: “Los de siempre con sus chorradas sobre una inventada ortografía andaluza. Y encima,
con puesto en una universidad”[2].
Debemos confesar que hasta la fecha desconocemos, de entre todas las lenguas
estandarizadas existentes en el planeta, la existencia de alguna ortografía que no haya sido
inventada por la mente humana.
12
estándar de El Principito con fondo musical de una canción de Silvio Rodríguez e imágenes de los
dibujos de Antoine de Saint-Exupéry, de 8 segundos de duración. Seguidamente, reaparece
Porrah en su despacho leyendo para la reportera otra parte del texto (ambas/os ante la cámara;
no ya su mera voz en off como al principio del vídeo).
El primero de los contraargumentos es la entrevista a Lola Pons, que aparece sin solución
de continuidad tras la última de las intervenciones de Porrah, y de la que se ofrecen 16
segundos. El segundo elemento contraargumentativo se basa en una mención a las reacciones de
odio, ira y sarcasmo suscitadas en las redes sociales a raíz del acontecimiento, mientras pueden
verse algunas capturas de pantalla (con frases y oraciones como “locura lingüística”, una
columna injuriosa de ABC[4] o “la última burla del habla andaluza”), durante 7 segundos; el
tercero, una recogida de opiniones de estudiantes en el patio de la Facultad de Filología de la
Universidad de Sevilla, zona donde da sus clases la citada docente, a lo largo de unos 15
segundos.
Pues bien, por medio de la exposición de estos argumentos, emitidos por estudiantes
universitarios a los que se ha puesto por delante un micrófono en el patio del Rectorado de la
Universidad de Sevilla, se trata de sembrar la duda o poner en tela de juicio el propósito y
validez del trabajo de Porrah.
13
que “«es un caos en efervescencia, que no ha logrado establecer la reordenación del sistema
roto»” (cit. en ibíd.).
Esta es su jeremiada ante la cámara: “Este tipo de prácticas gráficas incide en el tópico
del andaluz más vulgar. ¿Por qué Er Principito, con ese paso de esa letra ele a erre, con ese
rotacismo de barcón, arcarde, que no todos los andaluces practican?”.
En ellas encontramos cuatro aspectos dignos de análisis. Primero, la alusión al “tópico del
andaluz más vulgar” revela que anejo a la intrínseca estigmatización del andaluz existe una
jerarquía de privilegio lingüístico, concepto acuñado por Rodríguez-Iglesias (op. cit.: 29) que
explicaría la “teorización racista sobre las presuntas bondades del punto cero castellano frente a
esto tan raro, primitivo y bajo como Andalucía” (ibíd.: 27). De acuerdo con dicha escala,
determinadas variedades rurales y del interior de nuestro país están aún más despreciadas que,
por poner un caso, las de las capitales de provincia, con mayor influencia castellanizante y en
las que, a lo sumo, puede haber predominio o presencia del seseo; los libros de texto de lengua
usados en los centros de enseñanza de nuestra tierra contienen catálogos de lo que se considera
oficialmente como vulgarismos andaluces (por ejemplo, VV.AA.: 2010 y 2016), engrosados
mayoritariamente por ejemplos de léxico de dichas zonas del territorio, pero que también
incluyen formas de pronunciación que condenarían al purgatorio del “andaluz más vulgar”
incluso a quien escribe estas líneas (Rodríguez Illana, 2017).
La segunda consideración radica en que el señalamiento de que “no todos los andaluces
practican” la asimilación entre los sonidos /l/ y /r/ (alófonos de hecho en numerosas lenguas,
como el chino o el japonés, dada su cercanía articulatoria) delante de una consonante se
encuadra dentro del paradigma divisionista del divide y vencerás pergeñado por el españolismo
lingüístico en sus concepciones sobre el andaluz (Porrah Blanko, 2000: 155-157), con vistas a
amplificar a los ojos del público lego una presuntamente extraordinaria heterogeneidad interna
que, por otra parte, es en realidad inherente a toda variedad, dialecto o lengua del globo, como
sistemas abiertos, flexibles y cambiantes que son, por las propias leyes de la lingüística (Moreno
Cabrera, 2012); igualmente podemos decir que la academia no guarda especial aprecio por este
fenómeno fonético.
El tercer rasgo sobresaliente de la opinión vertida por Lola Pons se deriva de su elección
léxica a la hora de referirse a dicha realización fonética, “rotacismo”, término cuya etimología
consigna la policía lingüística de la RAE en su diccionario online como “'hacer un uso excesivo o
erróneo de la ro'”[5] (cursivas nuestras) y cuya consulta en cualquier buscador de la Red ofrece
una infinidad de resultados relacionados con las patologías del lenguaje (“dislalia”), los
“problemas de pronunciación” y el tratamiento logopédico en la infancia. Lo que es una mera
14
manifestación lingüística de un territorio dado, en este caso, de Andalucía (muy extendida y
distintiva de su lengua natural) hace aparececer a las/os hablantes que la emplean, por mor del
uso del vocablo “rotacismo” desde las instancias académicas, como personas infantilizadas/os y
patologizadas/os simplemente por su grado de divergencia (convertido, por su uso, en 'error') o
distancia respecto a ese punto cero en relación con el castellano normativo (el cual, a su vez,
todo sea dicho, no es sino una elaboración del castellano vulgar). Que la palabra en cuestión
pueda ser la empleada de manera acostumbrada en el mundo filológico (incluidos sus
equivalentes en otros idiomas) no anula todas estas connotaciones (ya que también es la elegida,
como acabamos de señalar, en el campo del tratamiento de los trastornos del habla). Por otra
parte, independientemente de todas estas apreciaciones de índole connotativa, resulta un tanto
extraño que Pons incluya a la realización como /r/ en el sistema andaluz de lo que en el
castellano estándar es el fonema /l/ bajo la etiqueta de “rotacismo”, término que en Lingüística
Histórica describe un fenómeno muy concreto y distinto: el cambio fonético diacrónico (a lo
largo de la historia) desde el sonido de la ese sorda intervocálica a la ese sonora, y de esta a la
erre, que se produjo en el latín (Lázaro Carreter, 2008: 351; Alcaraz Varó y Martínez Linares,
1997: 505).
Por último, y por encima de todo, destaquemos que la pregunta (muy probablemente
retórica) formulada por la docente (“¿Por qué [...] ese paso de esa letra ele a erre, [...] que no
todos los andaluces practican?”) evidencia que el micrófono de Canal Sur ha acudido a una
fuente caracterizada por una manifiesta ignorancia (cuando menos, según denota su
intervención) del asunto sobre el que se permite emitir juicios tan categóricos, ya sea por falta
de interés, ya porque la periodista que entrevistó a Porrah en la UPO no le haya trasladado
información suficiente (de haber sido la misma persona que recabó la opinión de la filóloga) en
relación con la filosofía básica de las propuestas de escritura en andaluz concebidas por el
antropólogo de la UPO, después de haberlo entrevistado, ya porque Pons no haya considerado
oportuno dedicarse a la ciclópea tarea de leer el segundo y tercer párrafo (la friolera de catorce
líneas) del prólogo contenido en la primera página de texto del libro donde el autor de la versión
explica, precisamente en prevención de futuras objeciones como la inevitablemente emitida por
esta docente, que, a falta de la existencia de un andaluz estándar a día de hoy, el firmante ha
elegido la variante de andaluz nativo aprendido y manejado en su propia comarca, la Algarbía
(Porrah Blanko, 2017: 2). Les hubiera bastado con abrir el enlace a las primeras hojas del libro
disponibles en el menú de novedades de la web de la ZEA[6].
Naturalmente, el desprecio a la persona de Huan Porrah expresado sin el menor reparo por
esta docente no es más que un reflejo del auto-odio (en este caso, endoandalofobia lingüística)
de amplios sectores del pueblo andaluz hacia las propias manifestaciones de su patrimonio social
y cultural. Este sentimiento es fabricado por los sectores de producción ideológica
abrumadoramente mayoritarios en las universidades y alimentado por los medios de
comunicación (la propia profesora es asidua en secciones de divulgación de TVE y Canal Sur),
empezando por una televisión autonómica que, contraviniendo la letra de sus propios principios
inspiradores, convierte en papel mojado su presunta función de “Preservar la diversidad cultural
de Andalucía y las tradiciones que constituyen su patrimonio inmaterial” así como “Promover el
reconocimiento y uso de la modalidad lingüística andaluza en sus diferentes hablas” (respectivos
apartados d y e del artículo 4, punto 1, de la Ley 18/2007, de 17 de diciembre, de la RTVA [7]).
Así lo hace cuando sus presentadoras/es de informativos y programas serios jamás hacen “uso”
de ella, cuando nunca se ha dignado a hacer acto de presencia a la hora de cubrir los actos
culturales y científicos organizados por la ZEA / Sociedad para el Estudio del Andaluz de los que
ha tenido perfecto conocimiento a través de sus comunicados de prensa (incluida la presentación
sevillana de Er Prinzipito) y cuando a través de este tratamiento tergiversado de las iniciativas
que pretenden dignificar toda esa “diversidad” del “patrimonio inmaterial” de Andalucía lo que
se difunde es la idea de que constituyen un motivo de vergüenza por tratarse de manifestaciones
de carácter “vulgar” (por acudir a la adjetivación literal de Pons). Estamos ante una forma de
colonialismo psicológico merced a la cual “un gran sector de andaluces se esfuerza por imitar el
acento, la lengua, las costumbres y el modo de vida del colono, al que consideran como
15
perteneciente a una cultura superior, asumiendo los prejuicios con los que la colonización
cultural ha estigmatizado al Pueblo Andaluz” (Manzano, 2016: 15-17). No constituye del todo una
anécdota que la profesora haya elegido para aderezar visualmente su citado perfil de Twitter[8],
así como su blog personal[9], una imagen del rey Alfonso X “El Sabio” pero precisamente en pose
de guerrero conquistador a caballo, con escudo y lanza en ristre y los símbolos de Castilla y
León, iconografía que refleja la “lógica [...] que el grupo dominante impone a través de todo su
cuerpo de juristas del lenguaje (escuela, gramáticos, medios de comunicación, etc.): una lengua
legitimada a la que atenerse y que capitaliza a los sujetos que tienen acceso a todas las
características que este sistema impone como legítimos, desechando arbitrariamente [...] el
resto de capitales lingüísticos (y simbólicos, en general)” (Rodríguez-Iglesias, 2016a: 111).
Y la verdad es que ahora que no nos oye nadie y esto no está grabado ni nada de eso, pues
desconfíen de todos esos filólogos que les dicen “¡no diga usted esto, que está mal!”, porque
quizá dentro de cincuenta años siga estando mal (me se: “me se cayó” sigue estando mal;
seguimos considerando que eso está mal dicho) pero muchas veces eso que estaba fatal sale en
el telediario ahora. Miren: si nos pusiéramos a ver el grado de llevarse las manos a la cabeza, de
insultar, llamar gente vulgarísima y abyecta a la gente que decía no una /p/ intervocálica,
“lupu”, sino una /b/, “lobo”... Eso es una lista de testimonios larguísima. La gente que decía
“tierra” y no “terra”.
¡Buuuh! [Parodia dicho gesto de llevarse las manos a la cabeza.] ¡Cómo los trataban! Los
más vulgares: “el latín de los africanos”, les decían.
16
Andalú, de que al reclamar una escritura conforme a cómo hablan los andaluces, para poder
expresar” negro sobre blanco sus ideas, “dentro de las limitaciones que toda escritura supone
frente al hablar, los nieguen, los tachen de no saber, los inferioricen, se mofen” (ibíd.: 31). Sin
embargo, “en la sociedad andaluza actual […] se puede trabajar para conseguirlo en un futuro
desoyendo los quejumbrosos lamentos y los despiadados improperios y burlas de quienes se
rasgan las vestiduras cuando las personas que creen en la dignidad de su lengua andaluza
intentan proponer” un sistema de escritura “que reivindique esa dignidad lingüística que poseen
todas las lenguas naturales del mundo, tengan o no tradición escrita” (Moreno Cabrera, 2013:
12). Sigamos trabajando, pues.
REFERENCIAS
ALCÁZAR VARÓ, Enrique y MARTÍNEZ LINARES, María Antonia (1997): Diccionario de Lingüística Moderna.
Barcelona: Ariel.
DOMENACH, Jean-Marie (1986): La propaganda política.
Buenos Aires: Eudeba.
GONZÁLEZ FERRÍN, Emilio (2007): Historia general de Al Ándalus. Europa entre Oriente y Occidente.
Córdoba: Almuzara.
LÁZARO CARRETER, Fernando (2008): Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos.
MANZANO, Alí (2016): “Colonialismo psicológico: la perpetuación de la conquista”, Independencia.
Órgano andaluz de opinión, 63 (Abril 2016): 8-17.
https://revistaindependencia.files.wordpress.com/2017/02/independencia-63.pdf
MERRIL, John C.; LEE, John y FRIEDLANDER, Edward Jay (1992): Medios de comunicación social. Teoría y
práctica en Estados Unidos y en el mundo. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
MORENO CABRERA, Juan Carlos (2013): La manipulación de la lingüística al servicio del nacionalismo
españolista. El caso del andaluz en la fonología de la nueva gramática de la RAE y la ASALE.
https://creandopueblo.files.wordpress.com/2012/12/moreno_manipulacion_espanolista_andaluz2.pdf
- (2012): “Lo que dicen del andaluz” (vídeo). Conferencia inaugural de la VI Hunta d'ehcritoreh en andalú.
XIKLANA-Chiclana (Cádiz-Kai), 2-3/XI/2012. https://www.youtube.com/watch?v=tty3KlNDIJ4 (primera
parte) y https://www.youtube.com/watch?v=JM33MF9qN40 (segunda). Transcripción en
https://drive.google.com/file/d/0B_Pa1oHa6OXsWERzTEducjVaUDA/view
- (2010): Lengua / nacionalismo en el contexto español,
http://bretemas.blogaliza.org/files/2010/06/Texto_Juan_Carlos_Moreno_Cabrera.pdf
PORRAH BLANKO, Huan (2017): “Habanteo”. En DE SAINT-EXUPÉRY, Antoine, Er Prinzipito.
Neckarsteinach: Tintenfass.
- (2000): ¡Ehkardiyea l'armáziga k'ai hugo! Antolohía 'e tehtoh en andalú der Huan Porrah Blanko.
Donostia: Iralka.
RODRÍGUEZ-IGLESIAS, Ígor (2016a): “Ideologías lingüísticas: descapitalización fanoniana de los andaluces”,
Nueva Revista del Pacífico, 65, 105-136.
http://www.nuevarevistadelpacifico.cl/index.php/NRP/article/view/71/114
(2016b) “La hybris del punto cero metalingüístico. Andalucía como no-Ser”, Actas de la VIII Hunta
d'Ehkritoreh en Andalú / VIII Reunión de Escritores/as en Andaluz / 8th Meeting of Andalusian Writers.
ZEA - Sociedad para el Estudio del 'Andalú'. Fuhirola / Fuenhirola, 21-22 de marzo de 2016.
http://www.zea-andalu.com/hunta-d-ehkritoreh-en-andalú/viii-hunta/
RODRÍGUEZ ILLANA, Manuel (2017): “«¡Niño, habla bien!»: Reflexiones sobre la colonización lingüística en
el sistema educativo andaluz”, Independencia. Órgano andaluz de opinión, 64 (Febrero 2017): 17-27.
VV.AA.
(2016): Lengua castellana y literatura 1 - Andalucía. Barcelona: Vicens Vives.
- (2010): Lengua castellana y literatura 1. Nuevo Juglar - Andalu
[1] http://www.elmundo.es/f5/descubre/2017/05/09/5911970eca4741b42d8b4656.html
[2] https://mobile.twitter.com/Nosolodeyod/status/861987564412129280?p=v
[3] http://www.canalsur.es/multimedia.html?id=1166680
[4] http://sevilla.abc.es/opinion/sevi-prinzipito-huan-porrah-201705101406_noticia.html?
ns_campaign=rrss&ns_mchannel=abcdesevilla-es&ns_source=fb&ns_linkname=seccion&ns_fee=0
[5] http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=rotacismo
[6] https://drive.google.com/file/d/0B_Pa1oHa6OXseF9ERkRfVlJLTkU/view
[7] http://www.juntadeandalucia.es/boja/2007/252/2
17
[8] https://mobile.twitter.com/nosolodeyod?lang=es
[9] http://www.nosolodeyod.com/
[10] https://www.youtube.com/watch?v=tEepMm_jdLo
Texto completo en: http://www.lahaine.org/ocurrencias-y-rotacismos
• 11/05/2017. Enrique Benítez, Linguistics graduate: "FAQ sobre ‘Er Prinzipito’ andalú".
https://medium.com/@aspiratas/faq-sobre-er-prinzipito-andal%C3%BA-b44eeed13598
‘Er Prinzipito’ andaluz se ha vuelto viral y no llego a entender muy bien por qué. Se han
dicho tantas burradas estos días (tanto desde el público general como desde el sector de la
filología y la lingüística, sin olvidar a nuestros queridos políticos) que llevo treinta minutos
mirando esta pantalla blanca vacía, pensando cómo enfocar este post, y aún no sé cómo. Creo
que lo mejor es presentar una serie de preguntas comunes y respuestas que creo que daría la
lingüística dejando a un lado motivaciones políticas.
Básicamente intento contestar a algunas de las dudas y argumentos en contra que más se
han repetido. Este es el índice (abierto a sugerencias, colaboraciones, etc):
NOTA: Para que no leáis este post con prejuicios, os resumo de antemano mi postura sobre toda
polémica (esto NO es un resumen del post): no creo que sea demasiado útil adoptar una
ortografía andaluza, aunque cada uno es libre de utilizar (y de proponer) la ortografía que
quiera. Ahora bien, sin haber leído aún Er Prinzipito, creo que los andaluces podríamos llegar a
disfrutar más de un libro que utiliza nuestra gramática y vocabulario nativo, y no la gramática
y el vocabulario de un traductor de Barcelona o Madrid, de la misma manera que un mexicano
disfrutará más leyendo un libro en español mexicano que en español peninsular (o viendo Los
Simpsons en la versión latina).
1. ¿Cómo van a traducir el libro al andaluz, si cada parte de Andalucía habla de una forma
distinta.
Es cierto. Cada zona de Andalucía habla de una forma distinta. Unos ceceamos, otros
sesean, unos poquitos distinguen; unos usamos una variedad de andaluz con cinco fonemas
vocálicos, otros con ocho; unos decimos “Er Principito”, otros “El Principito”.
Que los hablantes de diferentes zonas geográficas hablen distinto es la norma en las
6.000 lenguas del mundo, incluida el español. Es lo normal en las lenguas naturales; si no, no
serían lenguas naturales. Y el español tiene más variedad que el andaluz, pues tiene toda la
variedad del andaluz más la de las demás zonas hispanohablantes, ¿no?
18
2. Sí, ¿pero cómo vas a crear una ortografía del andaluz, si unos sesean, otros cecean, unos
nunca usan <l> a final de sílaba…?
La ortografía del español está hecha para la minoría, para el 6% de los hablantes,
y no te estás quejando como loco.
Es muy fácil diseñar una ortografía que englobe a seseantes y ceceantes (como la que usa
el autor para su traducción“Er Prinzipito”, que solo dejaría fuera a los andaluces distinguidores,
que son minoría). La ortografía del español está hecha para la minoría, para el 6% de los
hablantes, y no te estás quejando como loco. (Nota: la ortografía de todas y cada una de las
lenguas del mundo es artificial, diseñada por el ser humano, por lo que podemos cambiarlas; y la
del español se ha cambiado varias veces).
3. La ortografía del libro presupone que todos los andaluces son ceceantes y pronuncian
“er” en vez de “el”
Este es un argumento que he oído a bastante gente y que incluso lo ha usado una de las
filólogas a las que más admiro: Lola Pons. Ha usado este argumento incluso en una intervención
para el telediario de CanalSur. Pero creo que se ha equivado bastante.
Para empezar, el autor del libro, Juan Porras, deja bien claro que la traducción está hecha
en su andaluz, el andaluz de la comarca de la Algarabía, en Málaga, donde, como yo, cecean y
no se llevan bien con las [l] a final de sílaba. Pero es que, además, la propuesta ortográfica que
utiliza Porras (presentada aquí) está pensada tanto para ceceantes como para seseantes, como
nos contaba el gran Vanfunfun (publi: Vanfunfun está preparando un vídeo sobre esta polémica).
Realmente no tienes obligación ninguna. Es útil utilizar la ortografía de la RAE, más que
nada porque es la que usa todo el mundo. Pero en realidad cualquiera tiene el derecho de
presentar (y utilizar) su propia propuesta ortográfica: el principal problema es convencer a la
gente de que la use. García-Márquez sugirió jubilar la ortografía del español actual y casi se lo
comen vivo. Mi profesora de lengua del instituto decía que solamente si eres Juan Ramón
Jiménez tienes derecho a usar jota en vez de ge, pero no tenía razón: cualquiera tiene derecho.
5. Esto no es cultura. Vaya Vergüenza. Soy andaluz y esto me da vergüenza. Yo soy filólogo y
esto me da asco. Esto es una patraña. Contribuye a despreciar el andaluz. Esto hace mucho
daño. Muchos etcétera.
Todo el mundo está seguro de que esto es una patraña que hace daño y da vergüenza,
pero nadie explica cómo ni por qué. Yo sinceramente no sé cómo utilizar gramática y
vocabulario andaluces para traducir uno de los clásicos de la literatura universal es menospreciar
19
nuestra variedad. A través de razonamientos lógicos, solo puedo llegar a esa conclusión si
partimos de que el andaluz no es una variedad apta para literatura de tal nivel. Y si piensas eso
el que no está dignificando el andaluz eres tú.
Quiero citar las palabras del autor aquí, en una entrevista que le ha hecho El Español,
quizá el único medio que ha publicado contenido decente respecto al libro. “¿Acaso estorba?”
¿Qué malo tiene que alguien decida plasmar gramática y vocabulario andaluces por escrito y
que además lo haga con un sistema ortográfico diseñado por él mismo? ¿Sabéis que no es el
único? ¿Que hay muchas propuestas ortográficas para el español? ¿Sabéis que Chile tuvo una
ortografía oficial distinta a la de la RAE durante varias décadas?
¿Sabéis el mérito que tiene diseñar una ortografía con sentido y aplicarla
consecuentemente en un texto tan largo como un libro? ¿Sabéis que en algunas facultades de
filología/lingüística se diseñan ortografías como ejercicios prácticos? ¿Sabéis que la mayoría de
las lenguas del mundo no tienen ortografía (porque nunca se han escrito) y que hay lingüistas
que tienen que diseñarlas? ¿Que eso permite enseñar a la gente a leer y escribir? ¿Sabéis que
incluso hay gente que diseña lenguas? ¿Os suena un tal J. R. R. Tolkien? Todas estas cosas son
muy cool, sobre todo si en The Big Bang Theory hablan klingon, pero lo de este cateto andaluz es
de vergüenza, eh.
Resulta que el concepto de lengua en lingüística no existe. Es muy difícil definir qué es
una lengua; tanto que no hay realmente una definición científica exacta de “lengua”, ni la habrá
nunca. Una lengua no es más que un conjunto de formas de hablar o variedades similares que
agrupamos bajo un nombre (español, francés o italiano, por ejemplo). En principio esta
agrupación se hace por motivos lingüísticos (similaridad, inteligibilidad mutua entre hablantes
de una y otra variedad…), pero la verdad es que muchas veces las razones o intereses
políticos tienen más peso. A la lingüística el concepto de lengua le da un poco igual: es un
concepto práctico para algunos cometidos de la disciplina, pero es un concepto político más que
nada.
Pongamos un ejemplo: en China hay alrededor de una decena de variedades muy distintas
de chino. Algunas de estas variedades son más diferentes entre sí que, digamos, el español y el
italiano (los hablantes de una variedad no entienden a los de otra, o tienen bastantes
dificultades), pero tradicionalmente todas se consideran como un solo idioma: el chino. El
gallego y el portugués, por el contrario, son muy similares y, sin embargo, se suelen considerar
como dos lenguas distintas. En ambos casos priman las razones políticas más que las
lingüísticas.
¿Es entonces el andaluz una lengua? Las conclusiones las pones tú. Diría que a la
lingüística no le importa demasiado que lo sea o no lo sea. A mí personalmente tampoco. Lo que
de verdad me importa es que no me juzgues si no hablo como tú que eres de Madrid, de
Valladolid, de Barcelona, de Cuenca. Incluso si eres del mismo lugar que yo, pero no hablas
como yo, y crees que hablas mejor que yo por hablar una variedad más cercana al español
estándar. Eso es racismo o, mejor dicho, hablismo.
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7. ¿Por qué hay medios que destacan el hecho de que el autor está relacionado con el
Sindicato Andaluz de Trabajadores, a quien relacionan, a su vez, con Podemos? Casi le dan
más importancia a eso que al libro…
No sé, yo tampoco lo entiendo. Lo único que la lingüística tiene que decir al respecto es
que esos medios se deberían ir ar caraho.
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ENTREBIHTA AR HUAN PORRAH
EN LA ANDALUCÍA.ORG
https://laandalucia.org/el-castellano-es-un-latin-mal-hablado-por-los-catetos-castellanos/
Hablamos con Juan Porras Blanco (Huan Porrah), autor de Er Prinzipito, una polémica
versión de El Principito en andaluz. Es profesor de Cultura andaluza en la Universidad Pablo
de Olavide y miembro de la ZEA (Zoziedá pal Ehtudio'el Andalú).
Huan Porrah, como él mismo se denomina, nos espera en el interior de una cafetería de
Mijas Pueblo. Está sentado en la esquina de la barra, moja una torta de aceite en el café y nos
saluda: «Estaba merendando… ¿nos ponemos aquí?». En las últimas semanas este profesor de la
Universidad Pablo de Olavide se ha convertido en un personaje público a raíz de la traducción de
Le Petit Prince de Saint-Exupéry al andaluz. Son muchos los medios de comunicación que se han
puesto en contacto con él para reprocharle su obra. La crítica llega a ser visceral. Salimos a la
terraza e intercambiamos impresiones.
El mijeño, doctor en Antropología, ya fue portada en los medios de comunicación en 2013
cuando era concejal por Alternativa Mijeña/Los Verdes-Equo y votó en contra de la
denominación de una calle de dicha localidad como Avenida del Descubrimiento por «las
implicaciones políticas de ideología españolista excluyente que tiene, para su grandeza, entre
comillas, y megalomanía, un concepto como “descubrimiento”, que oculta la realidad de la
limpieza étnica que llevaron los españoles a cabo en los pueblos americanos». Los medios
hicieron viral el vídeo de su intervención en el pleno y se mofaron de la alternativa a dicho
nombre, «Villa Romana», argumentando –en base a las declaraciones del alcalde de Mijas– la
invasión de los romanos en la propia Península.
En esta ocasión la polémica es aún mayor y por una cosa bien distinta. Pero parece que a él
no le importa mucho. En sus manos sostiene Er Prinzipito y otras versiones de esta publicación,
realizadas por la editorial alemana Tintenfaß. En una carpeta, documentos e investigaciones
universitarias que, según dice, «demuestran la discriminación que existe sobre la lengua
andaluza, algo que denuncian en el extranjero y no en Andalucía».
¿Por qué El Principito en andaluz?
Fue una iniciativa y propuesta de la editorial alemana Tintenfaß, que se pusieron en
contacto con la ZEA (Zoziedá pal Ehtudio´el Andalú o Sociedad para el Estudio del Andaluz). Nos
comentaron que les interesaría sacar una versión en andaluz de Le Petit Prince, el clásico de
Antoine de Saint-Exupéry, y que, como lo más significativo de la editorial es la especialización en
traducciones de El Principito a lenguas minoritarias y dialectos de todo el mundo, les interesaba
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tener 70 títulos en lenguas distintas. O sea, que nació de ahí, no fue como están mintiendo en
los medios sobre el SAT. El SAT lo único que dejó fue su sede a propuesta de unos cuantos
afiliados de Sevilla capital y a nosotros nos pareció bien hacer allí la presentación. Y de todas
maneras, si el SAT hubiera querido editarlo, ¿es ilegal?, porque el SAT tiene una sección de
cultura, como otros sindicatos. Pero bueno, que es mentira lo del SAT, el SAT no tiene dinero
para pagar eso.
Lo comenta porque dicen que es dirigente del SAT, ¿eso es verdad?
No, yo no soy dirigente, yo soy del SAT. Ahora mismo no estoy pagando la cuota porque no
tengo dinero. Hasta hace poco sí que estaba en el comité nacional, pero realmente yo no me he
llegado a considerar un dirigente dirigente. Yo más bien estaba representando, dentro de lo que
era la estructura territorial del SAT en Andalucía, a lo que es la parte esta de aquí de mi pueblo,
de Mijas y de esta zona de la Algarbía, Costa del Sol. Pero yo no soy un dirigente del SAT, no
estoy en el día a día del sindicato ni nada de eso; yo soy uno más del montón. Y desde que entré
de concejal, ahí he estado pero tampoco podía hacer mucho más, y cuando terminé me dediqué
a sobrevivir, porque me fastidió un poco económicamente, en vez de salir como los políticos con
los bolsillos llenos…, pero por lo menos tenía lo de la universidad.
¿Cómo se puede escribir en andaluz?
Hay distintas propuestas, hay alguna que yo en el prólogo de Er Prinzipito expongo. De
alguna manera podemos agruparlas en dos grupos, no es que sean muchas, pero más o menos dos
tipos de maneras de enfocar el tema: propuestas de transcripción etnolingüística y propuestas
de escritura etimológica. Es uno de los distintos debates que tenemos en la ZEA, que tienen
lugar cuando se celebra la Junta de escritores en andaluz, de manera bianual. No es un tema
que esté decidido, lo que hay son distintas propuestas, yo tengo una de transcripción
etnolingüística, que es basarnos en la realidad de la oralidad de la cultura y sociedad andaluzas.
Después, esto de «pues el andaluz no se escribe así», digo, bueno, es que no se escribe así ni se
escribe de ninguna manera, lo que se ha escrito en andaluz hasta ahora es una escritura de tipo
intuitivo. O sea, que cada uno ha escrito, empezando por Juan Ramón Jiménez, como
buenamente ha podido, de manera intuitiva, poniendo de vez en cuando una palabra suelta, y
no es sistemático. La propuesta de las normas ortográficas para la transcripción del andaluz, que
es la base desde la que yo he escrito Er Prinzipito, es una propuesta sistemática de cómo
escribir en andaluz. Por otro lado, personalmente no estoy de acuerdo en que sea el momento y
creo que tampoco pueda ser en un futuro a medio plazo y no sé si a largo plazo (si cambian las
circunstancias, anda). Pero el tema de hacer una academia andaluza de la lengua, como la están
llamando, por no ponerle academia de la lengua andaluza, en fin, tanto una como otra, yo de
momento creo que no. Porque en realidad en la población andaluza estamos contextualizados
dentro de la normativa del español, del castellano, entonces entendemos las normalizaciones
como imposiciones de un estándar sobre otro. La creación de un estándar es coger una variedad
dialectal y ponerla por encima de las demás y marginar a las demás, entonces yo no quiero que
ninguna de las variedades andaluzas se margine con respecto de la otra. De momento lo que hay
que hacer es escribir en andaluz cada uno arreglado al andaluz de su comarca.
Entendemos que entonces tú no has escrito en andaluz, has escrito en algarbeño, ¿no?
Andaluz algarbeño. Yo lo pongo aquí en el prólogo de Er Prinzipito: «Se le advierte al lector
o lectora de este Prinzipito que lo que se maneja es el andaluz de la Algarbía».
Y el algarbeño es la comarca de la zona de Coín…
Sí, y de aquí, le cambiaron el nombre a Costa del Sol, esto es Algarbía Costa y desde aquí,
Coín, Alhaurín, hasta la parte de Álora, Alozaina, todo lo que sería la comarca que hay entre la
ciudad de Málaga y la antigua Tacurunda, que es la de Ronda, el espacio que hay entre la
serranía de Ronda y los alrededores de Málaga, eso es la Algarbía, el poniente malagueño.
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Huan Porrah explicando los motivos que le llevaron a escribir Er Prinzipito (Foto: Sebastián Chilla)
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consciencia española, europea, del mundo o ninguna-, puesto que los antropólogos las
detectamos, las observamos, las analizamos, sabemos que existen. Y una parte de esa identidad
cultural andaluza es la lengua, los términos tienen sentido y significado arreglados a unos usos y
a unos aprovechamientos de los recursos, a una forma de vida, de relacionarse, una sociabilidad,
etc.
Digamos que si hubiera una estandarización del andaluz, tampoco podría sintetizar todas las
hablas andaluzas, siempre marginaría a alguna, ¿no? ¿Qué es para ti el castellano?
Claro, si te pones a pensar, el castellano es un latín mal hablado, lo que nos dicen a
nosotros: es un latín hablado por los catetos castellanos.
Como dijo Paco Marhuenda en la entrevista que te hicieron en Onda Cero sobre el andaluz,
¿no?… «una deformación».
[Sonríe] Pues vamos a aprender latín otra vez. Pero claro, el latín es otra deformación de
otra parte del tronco indoeuropeo.
¿Qué separa una lengua normalizada de una lengua no normalizada?, ¿una gramática?, ¿un
uso?, ¿la política?
Hay que tener en cuenta que mi acercamiento a la cuestión lingüística es antropológica,
socioantropológica, desde la antropología lingüística, desde el punto de vista de la oralidad. Los
antropólogos no minusvaloramos una lengua porque no se escriba. Es más, escribir una lengua es
un sesgo, una manipulación de la auténtica lengua que es la oral, porque la lengua está hecha
para comunicarse oralmente. Y de hecho, hoy en día, hay muchas lenguas en el mundo y
variantes que no están escritas, pero eso no las hace menos lenguas, sino que tienen menos
capacidad para competir en el mercado de la globalización y son minusvaloradas. En el fondo es
una cuestión de economía.
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El hecho de intentar transcribir el algarbeño es un proceso que ¿has hecho tú solo o hay
detrás una serie de gente que te han ayudado?
No, yo dentro de mi capacitación tanto como hablante indígena del andaluz algarbeño
como después mi conocimiento de otras variedades del andaluz, mi formación humanística en
general y antropológica, he utilizado varias versiones y he ido comparando. He ido comprobando
todas las traducciones, una por una, y después reproduciéndolo mentalmente: «cómo se dice
esto aquí», «cómo lo diría alguien de esta comarca». He ido buscándole no sólo la fonética –la
gente lo reduce todo a una cuestión fonética–, sino la semántica, la sintaxis; hacemos las frases
de una determinada manera y aunque parezcan las mismas palabras en el significante, el
significado a veces varía. Aunque pongas la misma palabra y creas que es lo mismo, la carga
semántica es distinta.
Se me viene a la cabeza Antonio Machado Álvarez, Demófilo, cuando escribía en andaluz
algunas coplas populares andaluzas. Me imagino que cualquiera que escriba en andaluz se
encuentra con muchas dificultades. La propia interpretación del habla de tu tierra es muy
difícil de sintetizar a la hora de escribirlo, ¿es artístico?
Sí, claro, artístico es, puesto que es una construcción humana de una elaboración.
Decías que te gustaría que este libro llegara a las escuelas, al mundo académico. A lo mejor
sería mejor que llegara este debate sobre el andaluz, ¿no?
Bueno, hay que decir que la propuesta que yo utilizo es el resultado de un montón de años
pero no es exclusivamente mía, yo soy la cabeza visible pero hay otros compañeros de la ZEA
que utilizan las notas Porras, estas normas ortográficas para la transcripción del andaluz –a veces
se varían cosas–. No soy el único y aunque yo sea quien lo utilice, he ido recogiendo
aportaciones, porque yo llevo metido en esto del andaluz desde mediados de los ochenta. O sea,
que no es una ocurrencia de golpe, llevo escribiendo en andaluz desde que tenía catorce o
quince años. La culpa la tuvo un maestro de lengua del instituto de Fuengirola, que era de Jaén.
Nos estaba domesticando para la lengua española, yo era un empollón, sacaba sobresalientes y
una vez me amenazó con que me iba a bajar la nota porque yo no hablaba el castellano. A mí me
sirvió para estimularme, tuvo un efecto de rebeldía. Dije, «¿tú que me lo estás planteando como
reto? Venga, [habla con acento estándar] a partir de ahora te voy a hablar en español, si hace
falta y tú me lo pides en esta clase, lo haré. [Vuelve a su acento andaluz] Te voy a hablar finolis,
¿tú me pides que te hable finolis? Mira, que yo no tengo ningún problema en la boca ni en la
cabeza ni nada». Lo mismo que después nos vamos a la clase de latín, de inglés o de griego y
hablamos cada uno de esos idiomas. El problema es que quería que nuestra enseñanza de la
lengua castellana suplantara al andaluz y eso es a lo que yo no estaba dispuesto, y lo que más
me molestó es que fuera una persona de Jaén la que no entendiera eso.
¿Desearías que hubiera una academia, una financiación, una institución para intentar
sintetizar o transcribir las hablas andaluzas?
Sí, claro. Todo lo que sea estudiar…
Perteneces a la ZEA… ¿Qué es y cuáles son sus objetivos?
La Sociedad para el Estudio del Andaluz, ZEA, es un organismo, una asociación cultural de
coordinación y de encuentro de la gente que formamos parte del movimiento cultural andalófilo
en defensa de la lengua andaluza y de alguna forma lo que nos caracteriza es el debate de la
promoción de la escritura en andaluz, cómo y qué escribir en andaluz. No tenemos una norma o
una sola propuesta, esto es un proceso que se va andando. Aunque algunos compañeros de la ZEA
tienen como una obsesión por crear ya una academia y unas normas. Yo eso no lo veo. El hecho
de que hay unos objetivos que al final tendrías que llegar a ellos no quiere decir que haya que
llegar al objetivo ya, hay un camino que andar y ese camino hay que hacerlo pasito a pasito, no
pegar un carrerón y al final llegas tú solo y te dejas a toda la gente detrás.
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¿Ha escrito más gente obras en andaluz en la ZEA?
Sí.
¿Y entonces por qué tanto revuelo mediático con tu publicación o traducción de El
Principito?
Pues yo la verdad es que no lo entiendo. Aquí fue la primera presentación, en Mijas,
vinieron los editores de Alemania y vino Paco de Cataluña e hicimos la presentación. El Colectivo
Enharetà, el colectivo etnológico que tenemos aquí en el pueblo y la ZEA en la biblioteca
municipal de aquí. Un acto cultural normal, la presentación de un libro, que aquí de vez en
cuando hacemos cosas del andaluz, lo de la Junta de escritores que es bianual. Salí en la tele de
Mijas y salió en unos cuantos periódicos, entre ellos La Vanguardia de Barcelona, pero no se
armó ningún revuelo, prácticamente reprodujeron el teletipo de Agencia EFE, sin más, sin
valoraciones negativas, ni odio, ni hacheo, ni nada de lo que han metido ahora. Simplemente
dando la noticia: «se presenta Er Prinzipito».
Eso fue en marzo…
Sí, en marzo. La segunda presentación fue en Sevilla, un tiempo después. Yo ya estaba
pensando «qué raro que no hayan entrado a muerte», yo ya estaba sospechando, pensaba que
nos estaban ignorando para no salir en los medios y que la gente se entere de que existimos y
que seguimos trabajando. Pero bueno, con todo y con eso salió en varios medios, sin embargo,
con lo de Sevilla se forma ahora un pitote… Es que, claro, es como el asalto a la capital.
Entonces, alguna gente lo habrá visto como que yo he sido un cateto de Málaga que va a Sevilla y
ya de camino a muerte con el SAT también…
Y a desprestigiar también tu labor como profesor en la UPO.
Claro. Han intentado darle un sesgo político al tema. Político es cualquier cosa que atañe a
una decisión entre más de dos personas, eso ya es político. Político significa en griego «vecinal»,
tomar una decisión vecinal, eso es política. No quiere decir que sea partidista. La ZEA es
apartidista y para que la gente lo entienda decimos que es apolítica pero político es cualquier
cosa que haya que negociar entre dos personas.
¿Pero también hay una vinculación de la ZEA con el nacionalismo andaluz?
No, no tiene ninguna vinculación con el nacionalismo andaluz. De hecho, hay algunos
nacionalistas andaluces que ven como una vergüenza que reclamemos que escribamos en
andaluz. Lo mismo que los planteamientos más españolistas, también hay un sector del
nacionalismo andaluz que lo ve un desprestigio para el nacionalismo andaluz y para la propia
Andalucía.
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Huan Porrah (Foto: Sebastián Chilla)
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a esta tierra y se quiere convertir en andaluz puede hacerlo y no con un trámite administrativo,
que eso no te dice nada, yo estoy hablando de cuestión antropológica.
También damos una parte histórica, damos una parte de la sociabilidad andaluza, de cómo
nos relacionamos, damos otra parte de rituales andaluces también, de cultura política andaluza.
Trabajamos con distintos colectivos, con los gitanos andaluces y el tema de la gitanización de
Andalucía y el andaluzamiento de los gitanos que llegaron aquí. En fin, toda esa serie de
cuestiones del temario.
¿De qué fue tu tesis doctoral?
Hice la Licenciatura de Filosofía y ya el segundo ciclo de la carrera de Filosofía de cinco
años, cogí el itinerario de antropología social. Hice el primer ciclo, la diplomatura en la
Universidad de Granada, me convalidaron, y pensé en ir al País Vasco, porque quería conocer
otro mundo y me atraía también aparte del ambiente de conciertos la parte académica porque
sabía que había investigaciones metodológicas que eran en cierto modo punteras. Entonces
continué mi licenciatura allí y encontré que había tres itinerarios, escogí el de antropología
social y así fue como me convertí en antropólogo. Terminé la carrera y empecé a hacer la tesis y
mi tesis ya era de antropología social. Mi tesis llevaba por título Negación punk en la sociedad
vasca. Investigación socioantropológica de un simbolismo liminal y no tiene nada que ver con
esto del andaluz, esto es otra vía paralela que yo llevo.
Huan Porrah enseña los estudios de estigmatización del andaluz de una investigadora ucraniana (Foto:
Sebastián Chilla)
¿Y por qué crees que los medios te desacreditan? ¿Por qué crees que desacreditan al
andaluz?
Creo que es porque automáticamente lo plantean de una manera política los medios de
comunicación, no nosotros. Nosotros, forma parte de nuestra investigación y de nuestra
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militancia cultural y del compromiso que tenemos con nuestra cultura andaluza y nuestra tierra.
Ellos automáticamente lo politizan, con lo que al final consiguen un efecto contrario al que creo
que pretenden, porque intentan una y otra vez desprestigiarnos y ponernos de todo menos
bonitos. A pesar de que tenemos estudios, de que cumplimos todos los estándares. Mi título de
doctor lo firmó el rey emérito Juan Carlos, la culpa la tendrá él si soy doctor. Y encima quedé en
el tercer puesto, como si tuviera yo un Goya. Pero bueno, como son fulleros y les preocupa más
cualquier chaladura de estas más que España sea el país más corrupto de la Tierra… También
puede ser que intenten ocultar las miserias propias salpicando a todos los que…, yo me considero
una persona digna, o sea, lo que yo sé y he estudiado lo defiendo porque tengo argumentos. No
es una cuestión mediática y propagandística a ver quién chilla más. Que en el fondo eso es la
prensa: a ver quién chilla más, quién tiene los titulares más grandes y quién desprestigia más a
uno y a otro. Aquí está el libro, quien quiera a ver si encuentra en la forma de escribir ese tipo
de cuestiones. Seguramente se pueda mejorar pero…
¿Qué le dirías tú a la gente que se está pensando el escribir una obra traducida al andaluz, o
una novela o un libro de poesías en andaluz?
Yo le diría que hay dos maneras. Si tiene poco tiempo lo puede hacer de manera intuitiva,
como hizo Juan Ramón Jiménez, un poco tengo entendido también Federico García Lorca, como
hizo de una manera más sistemática y con más tiempo Pepe Soto de Almería, del Valle de la
Almanzora, como hicieron una serie de autores. Eso lo ha estudiado Paco Albadulí, le dieron un
premio Blas Infante sobre la literatura en andaluz. Puede hacerlo de una manera intuitiva y
escribirlo como pueda y después al tiempo se va a releer –si sigue en esto de la escritura en
andaluz, porque así empezamos todos– y cuando se relea y se vaya formando poco a poco se dará
cuenta de dónde ha cometido fallos, dónde es asistemático, dónde es incongruente una forma de
escribirlo. Pero bueno, tiene su mérito esa escritura intuitiva porque es como siempre se ha
hecho hasta que no hemos llegado gente más académica, con estudios universitarios, a estudiar
sistemáticamente o mirando con lupa lo que han escrito tal y cual; hasta que no se ha hecho un
estudio serio y en profundidad no se ha podido plantear un revisionismo de cómo escribir en
andaluz arreglado lo más posible a cómo hablamos. Porque lo que tenemos en andaluz es lo que
nos ha llegado por la transmisión oral de nuestras generaciones anteriores, no a través del
sistema escolar castellanizado ni a través de libros.
Entonces hay varias formas de escribir una frase en andaluz según la propia ZEA…
Claro, la segunda forma, aparte de la escritura intuitiva, lo que yo recomiendo es que se
informe un poco –en la página de la ZEA tenemos colgados todos los libros de actas, que ya son
ocho, en los que aparecen todas las comunicaciones y debates– y que escoja alguna propuesta
para que tenga mínimamente unas reglas.
A ese respecto, en el proceso intuitivo puede haber incluso un condicionamiento social, ¿no?
Eso es algo que yo también explico a veces, en andaluz –yo entiendo como un problema–
uno de los problemas que nos origina el parecerse al castellano es que no sabemos dónde
empieza una cosa y dónde termina la otra. Con lo cual la gente que está en la intersección de
las dos modalidades piensa que están hablando una cosa y están hablando otra. Esa parte
intermedia que intenta no usar lo que se dicen los vulgarismos del andaluz nosotros, el
movimiento andalófilo, lo llamamos castelú, que es como habla Susana Díaz o Felipe González.
El castelú es acento, un poco de deje pero no es andaluz con las raíces, como digo yo, que se
conserva más puro o auténtico en el medio rural andaluz porque está menos contaminado de los
sitios urbanos donde el prestigio y el arribismo social está asociado al dominio del castellano. Lo
que también no quita que en Andalucía se hable castellano y cada vez más gente, y una variante
del castellano que es el castelú. Quien domine mejor el castellano va a tener un prestigio social
más alto y quien no se pueda librar de ese bagaje andaluz…
Y eso incluso también puede haber influenciado a lo largo del tiempo al andaluz, la propia
discriminación del andaluz a lo largo de los años, ¿no? Porque imagino que hay mucha gente
que no habla como habla. Por otra parte, fonéticamente hay alguna gente que dice que el
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alfabeto latino español no puede recoger algunos sonidos vocálicos andaluces que son casi
herencia lingüística y cultural del pasado andalusí árabe. A lo mejor habría que inventar un
sistema…
Eso lo dijo Blas Infante y lo estuve hablando con gente que sabe del árabe antiguo y
moderno y resulta que, por una cuestión secundaria, por intentar adoptar un sistema de
escritura de caracteres no latinos, hay una cosa de la que carece el árabe, que es el tema de las
vocales, y precisamente una de las riquezas más importantes que tenemos en andaluz es la de
las vocales. Se dice que hay diez vocales simples más las compuestas. Si adoptáramos el alifato
árabe perderíamos eso.
Veo que hay quien escribe un fonema con una letra y otro que escribe el mismo con otra,
por ejemplo calor con «c» o con «k». ¿Cuál está bien escrito o mejor escrito?
Lo de las «k», por cierto, no es vasco. Yo lo he cogido del alfabeto fonético internacional,
es unificar lo que en andaluz es un solo fonema, para ponerlo con una letra que no es ambigua.
El euskera cogió la «k» a partir de una unificación ortográfica, pero hasta entonces los
eusquéricos antiguos del siglo XIX y principios del XX escribían con la «q» y la «u». Esto lo pongo
yo como ejemplo. [Enseña el libro] Esto está en ladino, de la misma editorial, Tintenfaß. Ladino,
que es mal llamado judeo-español –porque España no existía todavía–, es la lengua de los judíos
sefarditas expulsados de aquí como consecuencia de la conquista castellana y aragonesa. La
lengua que tenían los judíos andalusíes era la lengua latina de al-Ándalus, que es la misma que
tenían los musulmanes andalusíes y los cristianos andalusíes. Ellos escriben en ladino, El
Princhipiko, todo con «k», y por este lado [enseña la contraportada y abre el libro por la mitad]
está escrito con caracteres hebraicos.
¿Es cierto que dentro de los mismos andaluces también se estigmatiza por tener cierto
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acento andaluz?
Sí, aquí hay muchos complejos. Una de las cosas que se está perdiendo del andaluz, por lo
menos en esta zona, es que los propios padres tienen interiorizado que hablar en andaluz es algo
malo y van a regañarles los maestros, así que desde pequeños hablan en finolis a sus propios
hijos, por falta de autoestima, por incultura. Para eso valen todas estas movidas de los
periodistas, para crear una especie de terrorismo entre comillas, aterrorizar a la gente que
hable en esto para que deje de hacerlo, atemorizar a todo un pueblo para que se comporten
como ellos quieren que se comporten.
[Observamos su carpeta] ¿Qué traías para enseñarnos?
Este es el primer ejemplar que visita Andalucía, que lo he pedido yo, esto es un facsímil de
una tesis doctoral en la Universidad de California: Elena Anatolyevna Snopenko, Stigmatizing
language. The case of Andalusian. «Lengua estigmatizante, lengua que estigmatiza, el caso del
andaluz». Esto está publicado en inglés en el año 2007 y aquí no lo conoce casi nadie. Yo lo he
pedido a través de la Olavide, porque es inédita, no está publicado. [Lee el índice] Aquí viene
«el estigma en sociolingüística», «los orígenes históricos del dialecto andaluz», «ceceo, seseo y
aspiración en Andalucía», «los pasajes de Valdés sobre Nebrija». Aquí habla también de la parte
histórica, de la lucha que hubo entre las dos modalidades, entre la norma toledana o castellana
y la norma sevillana o andaluza y de cómo este hombre, Nebrija, propuso a los Reyes Católicos
siendo andaluz que cogieran la norma toledana. Siendo ucraniana le ha preocupado el proceso
de estigmatización del andaluz como un estudio de caso como su tesis doctoral en una
universidad de la quinta puñeta, ahí en Los Ángeles, California, y lo ha cogido como un ejemplo
a nivel planetario, porque es de la universidad, para ejemplificar cómo la gente a través del uso
de una lengua puede ser etiquetada, estigmatizada, vejada y apartada del prestigio social. Y
después hay otro, porque estamos encontrando cosas de estas que no tienen la censura que hay
en las universidades andaluzas, que es un artículo: Coping with stigmatised linguistic identities:
identity threat and ethnolinguistic vitality among Andalusians. Aquí dice: «Afrontar, hacer
frente a las identidades lingüísticas estigmatizadas, identidad y vitalidad etnolingüística entre
los andaluces». De la Universidad de Montfort, de Gran Bretaña, y de la Universidad de
Cambridge, Rusi Jaspal y Ioanna Sitaridou. O sea, no son británicos de origen, pero están allí y
han estudiado esto. Habrán venido aquí, habrán tenido algún tipo de inmersión cultural y se han
percatado de lo que pasa aquí. Cosa de la que ni los propios andaluces somos conscientes.
¿Tienes algún proyecto de futuro, después de esto aunque sea reciente, de publicar otra
obra en un futuro traducida al andaluz?
Sí. Posiblemente haga otra, aunque no quiero decir nada todavía, porque ya me han hecho
una propuesta, pero antes de eso tengo que rematar un libro de otro tema de antropología,
sobre el parque natural Sierra de Mijas-Alpujata, por valores etnológicos. Tengo el libro acabado
y tengo que revisar unas cosillas para publicarlo. Tiene que ver con la cultura vernácula de aquí
de la comarca de la Algarbía, entre otras cosas uno de los apartados va del andaluz de esta
comarca, la forma de hablar andaluz aquí, pero sobre todo temas de oficios tradicionales, del
campo, de la sierra. De todas maneras, lo que sí que hay es la siguiente Junta de escritores en
andaluz, que va a ser la IX ya. La del año que viene va a ser en Benamejí, Córdoba.
¿Es un encuentro abierto?
Es como un congreso en el que se presentan, por un lado, comunicaciones de debate y
demás, por ejemplo, cómo escribir en andaluz o estudios sobre el andaluz, y por otra parte,
comunicaciones literarias. Después se une todo y sale un libro de actas que tenemos en formato
físico para la gente que participa allí, que se inscribe, para mandar a las bibliotecas, aunque
después lo ponemos en PDF y se lo descarga la gente de Internet.
¿Se te queda algo en el tintero? Sobre lo que ha ocurrido estas pasadas semanas…
Que es una pena que en un montón de medios que yo he visto por ahí, yo he sentido, de
verdad, como que había una mala leche y un odio que han proyectado sobre mí y sobre los
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compañeros de la ZEA, incluso sobre el propio SAT de Sevilla, una especie de odio que tienen ahí
a una serie de cuestiones que yo no sé a qué viene eso. Insultando, llamándonos de todo, bueno,
a mí particularmente el primero de todos los vilipendiados, que yo eso no lo entiendo, no sé a
qué viene eso. Porque tú puedes discrepar con lo que sea pero yo no le he faltado al respeto a
nadie ni he dicho nada, yo lo que he intentado dar son argumentos, razonamientos, cosas
contrastables, medibles, que se pueden discutir; y lo que también, la absoluta falta de
profesionalidad de muchos periodistas que ni se han querido informar lo más mínimo y ni
siquiera han mirado de qué iba esto de Er Prinzipito, simplemente han proyectado sus prejuicios
y han convertido una cuestión cultural en una especie de odio político. Es curioso, por ejemplo,
cuando le preguntaron a Teresa Rodríguez, la parlamentaria de Podemos, que estuvo en Marbella
hace unos días y en uno de los medios le preguntaron qué le parecía Er Prinzipito y ella, no sé
exactamente lo que dijo, lo tengo por ahí, pero dijo que si el autor ha querido hacer eso es
respetable, que es gente que está estudiando el andaluz. Una opinión neutra o una valoración. Y
no veas, solamente con eso la atacaron, a por ella, y ella es filóloga. Cualquiera que se haya
atrevido a no seguirles el juego, han ido a por ellos. Forman una opinión mediática y todo el que
se salga del guion…
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HAXEOH mah zeñeroh ar Huan Porrah
por mo'e traduzì Le Petit Prince al andalú
(embuhteh, amañoh, inhuriah, ihnoranzia, odio...)
http://xyzdiario.com/sevilla/el-sat-se-infiltra-con-exito-en-la-universidad-pablo-de-olavide/
Huan Porrah Blanko –como él mismo gusta escribirse- o el profesor Juan Porras Blanco,
como figura en la web oficial del Departamento de Antropología Social, Psicología Básica y Salud
Pública, es uno de los profesores más conocidos de la Universidad Pablo de Olavide. También es
investigador del Grupo de Investigación Social y Acción Participativa financiado por la Junta de
Andalucía, entre otros patrocinadores. Sus méritos mediáticos son dos. El primero,
un vídeo como concejal en el Ayuntamiento de Mijas contra el descubrimiento de América que se
hizo viral. Su segundo éxito mediático ha sido la publicación de Er Prinzipito, adaptación del
clásico de Antoine de Saint-Exupéry. El libro ha contado con el apoyo del Sindicato Andaluz de
Trbajadores (SAT), que nunca ha ocultado sus simpatías por el entorno proetarra, la última vez
hace unos días en su manifestación del 1 de mayo de 2017.
Pero la vinculación entre Porras o ‘Porrah’ y el SAT ha permitido desvelar la relación entre
este sindicato radical y el Área de Antropología Social de la Universidad Pablo de Olavide pues
casi el 20 por ciento de su candidatura en las elecciones al comité de empresa de personal
laboral estaban integrados por profesores contratados en este Departamento; concretamente y
además del profesor ‘Porrah’ figuraban en la candidatura los profesores Rafael Cáceres Feria,
1
Agustín Coca Pérez y Antonio Luís Díaz Aguilar (https://www.upo.es/sat/elecciones-
sindicales/).
Con todo, la afinidad ideológica y sindical pesa mucho en los criterios de contratación de
la Universidad Andaluza, que ha vuelto a quedar en una discreta posición en el ranking publicado
por la Fundación CyD (Conocimiento y Desarrollo). El curriculum vitae del profesor Porras o
‘Porrah’ no muestra ningún resultado de su investigación publicado en una revista
internacional de antropología, precisamente uno de los indicadores de mayor peso a la hora de
puntuar la calidad de las universidades del mundo.
http://www.laregion.es/opinion/victor-gonzalez/huan-porrah/20170517084929708898.html
Huan Porrah es un sevillano que en realidad se llama Juan Porras, o sea como cualquier
hijo de vecino solo que él se ha cambiado el nombre para que suene a chino. A este señor que se
autodenomina "lizenziao en filozofía y zoziología", yo como también estudié lo "zegundo" lo
entiendo a la perfeccción y a mí no me la da.
Mr. Porrah acaba de publicar en internet una versión de "El Principito" de Antoine de Saint-
Exúpery en "andalú", un idioma que se ha inventado él. Lo siento por andaluces
bienintencionados, quizá ilusionados con esa idea tan creativa y ¿por qué no decirlo? aspiracional
pero irrelevante de tener un idioma propio. Digo irrelevante porque ya tienen un idioma propio,
el castellano, pues el "andalú" no existe, solo es otra forma de hablar mal o peor el castellano.
Generalmente peor. Como otras que tenemos también de hablar mal el castellano gallegos,
asturianos, extremeños, catalanes, etc. El libro, todo un hallazgo narrativo y lingüístico, se
titula "Er Prinzipito".
Herr Porrah no se percata de que todos somos indígenas aunque vivamos en Mijas. Yo, si
fuera un indígena sudamericano del XVI saltaría de alegría al ver llegar a los españoles y
librarme por fin del Inca o del maldito Moctezuma, cuyos emisarios irrumpían violentamente en
casa por la noche para llevarse al abuelo, al niño, y al loro, y sacrificarlos al día siguiente en
Tenochtitlán o donde tocara. Un tipo tan aborrecible como Mel Gibson ha explicado eso
perfectamente en una fabulosa y trepidante película de acción titulada "Apocalypto" y rodada
íntegramente en náhuatl, que sí es un idioma.
El signore Porrah habrá estudiado "filozofía y zoziología", pero ha entendido poco. Para
colmo en esa brillante intervención en el concejo de Mijas, propone que en lugar de avenida del
Descubrimiento la calle se llame Villa Romana, a lo que otro colega con algo más de sentido
común le contesta que puestos a hablar de dominio imperialista, más imperialistas fueron los
romanos con los iberos. Pero a o senhor Porrah eso le da igual, así que ha reescrito "Er Prinzipito"
en un idioma que no habla nadie. Ni siquiera él. Seguro que lo ha hecho con una "zubvenzión".
2
• 20/05/2017. A. Marroco, del ABC de Sevilla: "Expertos y defensores del andaluz claman contra
«el disparate» de una Academia Andaluza de la Lengua".
http://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-expertos-y-defensores-andaluz-claman-contra-disparate-academia-andaluza-
lengua-201705200814_noticia.html
En este sentido, Carbonero lamenta que el andaluz no haya tenido el apoyo merecido. En
su experiencia, las instituciones se han movido en dos extremos que a su entender resultan
«igualmente negativos». Por un lado, las posturas que se mueven entre «el menosprecio o la
indiferencia» y por el otro aquellas que «llegan al fanatismo reivindicativo sin base científica».
3
Sería en este punto en el que se podrían encajar iniciativas como la de la traducción de «El
Principito» a una supuesta escritura en andaluz que aún buscando reivindicar el interés por
nuestra cultura logran el efecto contrario por su falta de objetividad científica: «Llevan a la
burla», sentencia.
Sobre la publicación de «Er Prinzipito» respaldada por el SAT, Cano considera que se trata
de un «absurdo sobre otro absurdo» que en el ámbito académico siembra el «desconcierto» ante
«la osadía y la frivolidad» que supone querer dotar de una ortografía propia a una variante
meramente oral del castellano como es el andaluz.
Si hay una Academia Mexicana de la Lengua y otra canaria, ¿porqué no crear la andaluza?
Cuestionado acerca del hecho de que los impulsores de la Academia Andaluza de la Lengua
tomen como referencia instituciones que existen en otros territorios hispanohablantes, el
catedrático Rafael Cano aclara que entes como la Academia Mexicana de la Lengua o sus
homónimas en Colombia o Perú, parten de la iniciativa de países donde el español es lengua
oficial, por lo que no tiene sentido usar ese símil puesto que en Andalucía no «somos ningún
estado independiente».
Pese a ello, si existe una Academia Canaria de la Lengua surgida a mediados de la década
de los 90 en la que también se apoyan los jóvenes filólogos que buscan apoyos en torno a su idea
de una institución andaluza similar. En este sentido, el profesor Cano Aguilar explica que la
aparición de la plataforma canaria se creó con el impulso de las universidades insulares para
hacer frente al surgimiento de los guanchismos, el movimiento nacionalista canario que
reivindicaba como propio el «guanche», el idioma hablado por los indígenas canarios. De este
modo, según el catedrático, se logró neutralizar con una Academia Canaria de la Lengua
(Española) la línea defendida por el independentista Movimiento de Liberación de Canarias. Por
lo tanto, tampoco sería válido ese argumento ya que la labor de la Academia Canaria de la
Lengua no pasa por reivindicar el habla canaria, sino estudiar el castellano que se habla en el
archipiélago.
4
• 19/05/2017. J. Félix Machuca: "Er Prinzipito de Huan Porrah".
5
• 19/05/2017. José A. Ramos-Clemente Pinto: "El porrañol no es el andaluz".
6
• 16/05/2017. Antonio Narbona, Correspondiente de la Real Academia Española en Andalucía: "Er
Prinzipito".
http://www.diariodesevilla.es/opinion/tribuna/Er-Prinzipito_0_1136286817.html
Es verdad que vivimos en un tiempo en que -menos mal- cada uno puede publicar lo que
quiera, siempre que corra con los gastos o los paguen otros (en este caso, el sindicato al que
está vinculado el autor). Pero cuesta entender que un doctor (por la Universidad del País Vasco)
en Antropología Social, contratado por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ignore (u
oculte) las diferencias entre oralidad y escritura, que una cosa es hablar (mucho más que
pronunciar) y otra escribir, que no se puede escribir como se habla, por más que como ideal
estilístico se haya expresado reiteradamente tal aspiración, etcétera. No, no es posible que
desconozca que durante muchos milenios el hombre hablaba, pero no escribía; que la escritura
surgió para no tener que confiar a la memoria datos e información, para crear textos cada vez
más complejos y diversos…; y tampoco que gracias a ella se produjo un giro radical en el
desarrollo y progreso de la humanidad, hasta el punto de que nuestra cultura es básicamente
cultura escrita. Aún hay bastantes lenguas sin escritura, y millones de personas que hablan
idiomas que sí la tienen pero no pueden acceder a ella. Sin ir más lejos, en Andalucía, hace
menos de un siglo había un 70% de analfabetos. Hace falta años para aprender y llegar a dominar
un sistema gráfico, que nunca podrá ajustarse a los continuos cambios que se producen en toda
lengua viva. Es una cuestión de consenso, que en gran medida se rige por el logro de ventajas y
la superación de incovenientes. Si la simple eliminación de la tilde del adverbio sólo ha sido
objeto de una interminable discusión, y, al final, no se ha podido imponer como obligatoria en la
nueva ortografía académica, común para los centenares de millones de hispanohablantes, no
creo que se pretenda en serio que los andaluces aprendan otra ortografía adicional que, además,
no es que no les reporte beneficio alguno, es que para nada les va a servir. De hecho, en otra
ocasión el responsable de esta versión de Er Prinzipito llegaba a la conclusión de que "la porfía
de kómoehcrebí el andalú pareze otabía lehoh e zerrarze […], nehitamoh mah zeriedá en loh
planteamientoh […], er porbení pal andalú deberá de yegá por nehezidá, u no yegará". Pues
7
podemos esperar sentados a que llegue esa necesidad. Y no parece probable que surja un
representante político o un responsable educativo que se empeñe en enseñar algo que, además
de impracticable, los andaluces no van a querer, ni poder, aprender ¿O es que se piensa en
marginarlos ("independizarlos") de una de las pocas comunidades con una idioma de cultura del
que se sirven centenares de millones de hablantes en más de veinte países, y que aspiran a leer,
y escribir, otros muchos que no la tienen como materno o primero?
Aunque el propio Huan Porrah reconoce que la pronunciación que, en realidad, quiere
reflejar es la algarbeña (de la zona de Mijas, Málaga), se ha referido siempre a una escritura "en
andalú", en general, por lo que las incoherencias y decisiones arbitrarias del resultado son aún
más patentes. Así, por ejemplo, al decantarse por el ceceo (zeih, seis; zerba, selva…), se olvida
de los andaluces que sesean (en la misma portada aparecen tradusío, andalusa) o no pronuncian
de igual modo cesión y sesión, cima y sima, bastante más numerosos que los ceceantes. Ha
llegado a afirmar que no emplea la ñ por ser "una grafía abanderada de manera muy jartible
[sic] por el nacionalismo español". Porque no se crea que estamos ante un conejo que saca de la
chistera ahora. Desde 2002 organiza cada dos años la Hunta/Xunta d'ëkkritorë/ehqritorê en
andalú/en'andalü (entre otras variantes gráficas), celebradas en localidades cuyos
Ayuntamientos parecen haber colaborado (Miha/Mixa -Mijas, Málaga-, Xiclana/Xiklana -Chiclana,
Cádiz-, Kampiyoh/Qampiyö -Campillos. Málaga-, Er Paú -El Padul, Granada-, Fuhirola
-Fuengirola, Málaga-), y en una ocasión en la Universidad de Haén (Jaén).
Ningún andaluz habla, ni pronuncia, como se quiere reflejar en Er Prinzipito. Esta insólita
iniciativa, fruto de la osadía y del desconocimiento hace un flaco favor a las hablas andaluzas y a
los andaluces, entre los que se encuentran los integrados en el Sindicato Andaluz de
Trabajadores, de cuyas arcas parece haber salido el dinero para su publicación.
Si con esto se persigue algo que no sea notoriedad en los medios, se me escapa, o prefiero
no entrar en ello. Me sigue sorprendiendo, eso sí, el impacto alcanzado dentro y fuera de
Andalucía, por más que las reacciones se hayan repartido entre la burla y la indignación.
• 14/05/2017. A. Marroco, del ABC de Sevilla: "Así se lee El Principito en andaluz: «Le pío perdón
a loh niñoh por mo d’abel-le dedikao ehte libro...»".
http://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-principito-andaluz-perdon-ninoh-dabel-le-dedikao-ehte-libro-
201705121701_noticia.html
El dirigente del SAT Juan Porras, autor de la polémica traducción, pide que su obra llegue a
los centros educativos.
Han pasado varios días desde su presentación en la sede sevillana del Sindicato Andaluz de
Trabajadores (SAT) y el debate sobre la idoneidad o no de traducir «El Principito» al andaluz
sigue generando controversia. Con todo, hay una cosa innegable y es que la versión denominada
«Er Prinzipito» ya es conocida en toda España. Multitud de medios de prensa escrita, televisión y
radio se han hecho eco del trabajo de Juan Porras, profesor asociado de la Universidad Pablo de
Olavide, miembro de la Zoziedá' pal Ehtudio'el Andalú (ZEA) y dirigente del sindicato jornalero.
Con todo, aún queda una duda por resolver: ¿Es capaz de entender alguien más allá de su propio
autor las grafías que para el SAT representarían a la «lengua andalusa»? Según las imágenes
sobre estas líneas, cedidas a ABC por el medio local Mijas Comunicación, parece difícil que
alguien más allá del «indíhena andalú» al que le gusta proclamarse como «Huan Porrah» pueda
ser capaz de llevar a la oralidad la traducción realizada del texto original de Saint-Exupéry.
Y es que más allá del uso de construcciones gramaticales o léxico propio de la comarca
malagueña de la Algarbía, el traductor ha decidido tomar para su «andalú» un método que
8
consiste en transcribir la lectura en voz alta de la traducción al castellano del clásico de la
literatura francesa y que arranca en su dedicatoria tal que así: «Le pío perdón a loh niñoh por
mo d’abel-le dedikao ehte libro a una perzona mayó. Tengo una ehkuza zeria: ehta perzona
mayó eh er mehón amigo ke tengo en er mundo. Tengo otra ehkuza: ehta perzona mayó eh
ehkapá’e komprendel-lo to, inkluzo loh libroh pa niñoh. Tengo una terzera ehkuza: ehta
perzona mayó bibe en Franzia, enonde bibe ehmayaíta i arrezía. En berdá ke nehita de zè
konzolá. Zi to lah ehkuzah ehtah no zirbieran, tambié pueo dedikal-le ehte libro ar niño k’er
delante abía zío ehta perzona mayó. To loh mayoreh an zío mah anteh niñoh. (Anke pokiyoh
d’eyoh z’akuerdan). Azín ke bia korrehì mi dedikatoria: Ar Léon Werth d’en kuando era un
zagaliyo»
Ante el revuelo mediático generado, amplificado en las redes sociales, la propia ZEA ha
querido puntualizar varios aspectos de la polémica. Lo ha hecho a través de una nota difundida –
en un castellano estándar– en su perfil en Facebook. En el escrito de la entidad, con sede social
en Mijas, se señala que la misma «no tiene ninguna actividad política partidista ni sindical, al
margen de que sus miembros, en virtud de su libertad individual, puedan pertenecer, o no, a un
partido o sindicato».
De igual modo, la ZEA aclara que «Er Prinzipito» lo ha editado la editorial alemana
Tintenfass a iniciativa propia, y que la traducción llevada a cabo por el dirigente del SAT «Huan
Porrah», se ha hecho «empleando su propio código ortográfico, ya que la Asociación sigue en el
debate sobre el tema ortográfico del andaluz habiendo varias propuestas». De este modo, la
asociación estaría tomando distancia respecto al «andalú» transcrito por Porras y que el SAT no
dudó en presentar como «lengua andalusa».
«Tratamos de prestigiar un habla como el andaluz, pero hasta que eso no llegue no
podemos hablar de lengua», opina Francisco Abadulí.
El propio presidente de la ZEA, Francisco Abadulí, con quien ABC ha podido contactar,
esquiva el hecho de calificar al andaluz como una «lengua», bajo el prisma de que ni siquiera el
castellano podría considerarse como tal al ser un «dialecto del latín». «Los conceptos de lengua
o idioma responden a cuestiones políticas y no lingüísticas», opina, porque «ninguna lengua es
lengua, todos son dialectos, lo que pasa es que algunos se prestigian y se toman como lenguas
oficiales, pero eso es algo político».
De igual modo, la ZEA reseña que la primera presentación de «Er Prinzipito» se hizo el
pasado 24 de marzo en una biblioteca municipal de Mijas. La convocatoria fue cubierta por el
medio local Mijas Comunicación, a quien Juan Porras transmitió su deseo de que esta pionera
obra en «lengua andalusa» llegara a los centros educativos de la comunidad. «Me gustaría tener
la oportunidad de que muchos de los maestros y maestras tengan el gusanillo de la defensa de
nuestra cultura andaluza y lo utilicen en la docencia de los alumnos en nuestros institutos»,
manifestaba.
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• 14/05/2017. Lucas Haurie, de La Razón.es: "Un marciano en el planeta B-612 («Zeiciento
doce»)".
http://www.larazon.es/cultura/un-marciano-en-el-planeta-b-612-zeiciento-doce-IB15140282?sky=Sky-Mayo-2017#Ttt1NfmfXMXOlfAg
Juan Porras viene de un planeta lejano. Allí es conocido como Huan Porrah, que es una
forma de registrar su nombre con signos lingüísticos del habla de Mijas, donde nació, pero del
que huyó cuando se dio a la rienda suelta. Un día, Porras aceptó escribir una versión de «El
principito» en «andaluz» –en realidad en una transcripción del habla de Mijas–, variedad del
español que desde su lugar consideran de urgente protección. Durante un tiempo, mientras leía
la novelita de Antoine de Saint-Exupéry, Porras se quedó a vivir en el asteroide del personaje, el
B-612, y se distrajo con los baobabs y las flores. Y así anda, de planeta en planeta, pero no es
que esté loco.
En Mijas, Porras es conocido por sus «chaladuras». Pese a los casi 80.000 ciudadanos que
residen en la localidad malagueña, él nunca ha pasado desapercibido. Y a nadie sorprendió el
último número de «El principito», un modo de reivindicar la cultura. De inquietudes «localistas y
andalucistas», valga la contradicción, las ocurrencias de este «indigenista andaluz» ganaron
tanta simpatía entre los suyos que se alzó a un sillón del Ayuntamiento como representante de
Alternativa Mijeña. Era el año 2011, sima de la depresión económica y financiera nacional, y
Porras aterrizaba en el pleno con una «camiseta vieja, pantalones raídos, botas de montaña y
greñas de kale borroka», recuerda un testigo. Un cuatrienio después, no repitió los apoyos y se
retiró de la política. Pero dio para tanta rumba aquella legislatura que todos la añoran.
Una historia muy sonada sucedió durante un pleno, cuando se opuso a que una avenida
llevara el nombre del Descubrimiento de América «por su carácter españolista y excluyente»,
exponiendo una supuesta «limpieza étnica» llevada a cabo por los españoles en América. Porras
propuso, en sustitución, el nombre de «Villa romana». El entonces alcalde, Ángel Nozal, le sacó
los colores preguntándose si Roma no había acaso «invadido Hispania y sometido a los iberos».
Miembro del Sindicato Andaluz de los Trabadores (SAT), como Cañamero y como Sánchez
Gordillo, Porras ha visitado a menudo el planeta abertzale. Aprovechó el paseo y, entre viaje y
viaje, se doctoró en la Universidad del País Vasco, donde adaptó la grafía de su segundo
apellido: se hacía llamar Blanko. De aquellos vientos, estas tempestades. Su tesis, «Negación
punk en la sociedad vasca», recibió el tercer premio Marqués de Lozoya de Investigación Social
de 2005, una suerte de Nacional de Antropología. El galardón levantó polvareda: luego se supo
que el codirector de su tesis, José Miguel Apaolaza, había presidido el jurado.
El habla de su «comarca»
En los traslados desde Vitoria a Mijas, al contrario y en cada una de sus órbitas, Porras ha
ido acaudalando una experiencia, unos polvos, unos fangos y unas lamas que ahora comparte en
la facultad con sus alumnos en la Universidad Pablo de Olavide. Sus impulsos prácticos, en
cambio, los desfoga en la SEA (Sociedad para el Estudio del Andaluz). La crítica de los expertos a
los intentos de escritura andaluza, bien dentro del folclore, como hizo Antonio Machado
(Demófilo), o en un intento por representar personajes populares, como escribieron los
populares hermanos Álvarez Quintero, es que son falseadores. Cualquier representación gráfica
es convencional, sentencian los filólogos. A pesar de todo, Porras escribió su «Er prinzipito» «en
arreglo al habla» de su «comarca», aunque haya sido denominado «andaluz». (Todo sea por
añadir entradas al contradiccionario.) Prefiere callar el profesor sobre cuestiones nacionalistas,
10
«aunque la política siempre esté presente, lo que me interesa es que la singularidad andaluza
esté viva, pasarlo a escrito es dignificarlo». Él lo ha hecho con el mijeño, el presunto «andaluz»
de un 1% de los andaluces. Queda un supuesto 99 % restante.
Ahora Porras va y viene de Mijas a Sevilla, donde imparte clases sobre cultura andaluza.
Filósofo, antropólogo social, Porras sostiene que el «andaluz» es presa de una dominación
colonizadora del estándar castellano. Y por eso cree, por ejemplo, que el lebrijano Juan de
Nebrija, autor de la primera gramática castellana, fue una «especie de renegado» porque
«siendo andaluz, le propuso a los Reyes Católicos el plan político de imponer un imperio
mediante la implantación de la norma castellana, no la andaluza, que era la suya; aunque era
lógico», añade, «pues eran ellos quienes invadían».
• 11/05/2017. Entrevista en La Brújula (Onda Cero; con David del Cura, Paco Marhuenda y
Fernando Ónega): "Juan Porras Blanco defiende el andaluz como idioma en 'Er
Prinzipito'".
Hablamos con Juan Porras Blanco, autor de la versión andaluza, ‘Er Prinzipito’, para que
nos cuente si realmente se trata de una traducción o una adaptación, y de las razones que les
han llevado a escribir esa versión, ya que ha levantado muchas críticas al conocerse su contenido
y la forma en la que está escrito.
http://www.ondacero.es/programas/la-brujula/audios-podcast/entrevistas/juan-porras-blanco-defiende-
el-andaluz-como-idioma-en-er-prinzipito_201705115914c44c0cf2161ded9a54f2.html
Ver vídeo:
https://youtu.be/wY-iozdTGZ0
11
• 10/05/2017. Strambotic, de Público: "Traducen al andaluz ‘Er Prinzipito’ (y el resultado es
jocoso)".
http://blogs.publico.es/strambotic/2017/05/er-prinzipito/
«Una beh, kuando yo tenía zeih z’añiyoh, bi un dibuho mahnífiko en un libro a tento’e la
zerba bihen ke ze yamaba ‘Histoires Vécues (Ihtoriah bibíah)’». Así comienza la adaptación al
“andalú” de ‘El Principito’ de Antoine de Saint-Exupéry traducido por Huan Porrah Blanko,
que no es más que la adaptación al “andalú” -en su dialecto mijeño- de Juan Porras Blanco,
antropólogo y profesor de Cultura Andaluza.
‘Er Prinzipito’ fue presentado anoche en Sevilla (Seviya), en la sede del Sindicato Andaluz
de los Trabajadores (S.A.T.), con gran éxito de crítica y público.
Si intentas leer el primer párrafo de ‘Er Prinzipito’ te vas a topar con una serie de
accidentes ortográficos y precipicios geográficos abruptos como Despeñaperros, así que lo mejor
“es leer el texto en voz alta”, explica el autor/traductor en una entrevista con El Español,
“porque el andaluz viene de la oralidad y al oírlo es cuando se reconoce”.
Juan Porras es fundador de la llamada Zoziedá pal Ehtudio’el Andalú, un ente que
aglutina a lingüistas, historiadores, escritores y todo un variado grupo de ‘andalófilos’, es decir,
“amigos de lo andaluz”.
¿Pero acaso existe tal cosa como el “andalú”? Los académicos niegan la mayor: el filólogo
Manuel Alvar sostiene que “es evidente que el andaluz así, en bloque, no existe como lengua,
porque si existiera sería algo distinto del español, y eso es una falsedad que no merece la pena
discutir”. O sí vale la pena, replica Juan Porras: “el andaluz es un sistema lingüístico con
identidad propia, eso es innegable, y se puede catalogar como lengua, como dialecto o como
habla (…) es más bien una cuestión política”.
Pero el tema del libre albedrío viene aquí pintiparado, y Huan Porrah hace “uso de mi
derecho a emplear mi lengua para que otros disfruten de la filosofía que emana esta obra, pero
en su propio acento, porque así se siente mejor”.
Sin embargo, los primeros comentarios a la obra en internet muestran las disidencias
entre esa entelequia que es la comunidad andaluhablante: “Ese prinzipito está traducido al
malagueño. Hasta que no la traduzcan al almeriense yo me niego a leerla”. Lógico.
«Er Prinzipito tradusío a la lengua andalusa por er Huan Porrah Blanko. Ermaketao, diseñao
i publikao por la editoriá alemana Tintefab, ehpesialisá en tradusioneh de le Petit Prince a
lenguah minoritariah de to la Tierra», reza la nota distribuida por S.A.T. El precio del volumen es
de unos 16 euros.
12
• 10/05/2017. Cecilia Cuerdo: "Ozú con 'Er Prinzipito'".
Señor Porras:
Siento comunicarle que al menos, las muestras que he podido leer de su trabajo, tanto en
su intención como en su resultado, me han parecido una soberana gilipollez.
13
Usted, en cambio, no llega ni a eso. Usted, dicho con todo respeto, es un simple imbécil.
Señó' Porrah:
Como andalú, no ha dehao de produsirme honda perplehidá er vertido que de "Er Prinsipito"
hase Ud. a lo que yama andalú.
Siento comunical.le que ar meno, lah muehtra' que he podío leé de su trabaho, tanto en su
intensión como en su resurtao, me han paresío una soberana hilipoyé'.
Uhté, en cambio, no yega ni a eso. Uhté, disho con to rehpeto, e' un simple imbési.
• 7/05/2017. M.A. Ruiz Coll, de OK Diario: "El sindicato de Bódalo y el 'Pancetas' presenta la
edición de 'Er Prinzipito' traducida al andaluz".
https://okdiario.com/espana/2017/05/07/sindicato-bodalo-pancetas-presenta-edicion-er-prinzipito-traducida-
andaluz-970601
Cartel del acto convocado por el sindicato SAT para presentar la traducción de "Er Prinzipito" al andaluz.
“Es mejor que vengas siempre a la misma hora –dijo el zorro–. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde, yo desde las tres comenzaré a ser feliz. Conforme avance la hora, más
contento me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, así descubriré lo que vale la
felicidad. Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón… Los ritos
son necesarios”.
Ahora vuelva atrás, y relea el inolvidable diálogo del zorro con el Principito aspirando las
eses y sustituyendo las eles por erres. Debe pronunciarlo así: “Er Prinzipito”. Se trata del título
de la magistral obra que ha dado a luz Huan Porrah Blanko (es decir, Juan Porras Blanco), quien
se presenta como “lizenziao en Filozofía (ehpezialidá d’Antropolohía Zoziá)” por la Universidad
del País Vasco.
14
El sindicato agrario de Diego Cañamero, el Pancetas y el delincuente violento Andrés
Bódalo sigue contribuyendo a elevar el nivel cultural de los andaluces. El sindicato SAT presenta
el martes en Sevilla la edición de “El Principito” traducida al “andalú” por Huan Porrah Blanko
(es decir, Juan Porras Blanco). Quien tenga mucha curiosidad, puede comprar un ejemplar por 18
euros aquí.
Cartel del acto convocado por el sindicato SAT para el próximo martes en Sevilla.
Como explica la página web del SAT, se trata de la presentación de “Er Prinzipito
tradusío a la lengua andalusa por er Huan Porrah Blanko. Ermaketao, diseñao i publikao por
la editoriá alemana Tintefab, ehpesialisá en tradusioneh de le Petit Prince a lenguah
minoritariah de to la Tierra”. El acto tendrá lugar el martes a las 20 horas en la sede del
sindicato SAT en “Sebiya”. Sí, en “Sebiya”.
El sindicato añade que el acto será “una oportunidad única para poder disfrutar de la
filosofía que emana del libro a través de nuestro idioma andaluz”. Aunque también puede
convertir en un suplicio las aventuras del muchacho que cada mañana arrancaba
disciplinadamente los brotes del baobab, deshollinaba el volcán de su planeta y protegía a
su rosa, única en el mundo, con un biombo.
15
Diego Cañamero, el presidente del SAT Óscar Reina (conocido como ‘el Pancetas’) y Sánchez Gordillo.
El sindicato de Andrés Bódalo (quien se encuentra en prisión por agredir a un edil del
PSOE y asaltar un supermercado) y el Pancetas (Óscar Reina) pretende ahora que los
escolares andaluces se cultiven y aprendan los secretos de este idioma leyendo la
traducción al “andalú” de la genial obra de Antoine de Saint-Exupéry.
16
INFORMAZIÓN ORIHINÁ ZIN HAXEÀ
17
APOYOH par Huan Porrah
por mo'e loh haxeoh ar traduzì Le Petit Prince al andalú
• 26/05/2017. Karta abierta d'apoyo del aluhnao der 4º kurzo de XTSS de la Uniberzidá Pablo
Olavide:
El alumnado de 4º curso del Doble Grado de Trabajo Social y Sociología que han cursado la
asignatura “La cultura andaluza como contexto para el Trabajo Social” le queremos dar el apoyo
tras el recibimiento de su obra por la prensa. Una prensa que ha convertido su traducción en un
crimen de lesa majestad contra la sacrosanta imagen del andalú humillado.
Las hablas andaluzas o la lengua andaluza (Dámaso Alonso dixit en sus trabajos de
dialectología) se reconocen cuando aparecen como gracejo en las obras de los hermanos
Quintero, un andalú chistoso, vago y picarón. Cuando el andalú traspasa la línea de lo cómico y
se adentra en la Academia para así reconocer su historia, es decir, nuestra historia, los poderes
hegemónicos se mosquean, tan solo aceptan el andalú cuando son marcas de la humillación del
pobre, cuando muestran la estratificación y son un estigma diferenciador de clases.
Como vemos hoy el andaluz sigue ridiculizado, menospreciado o ignorado a pesar de que su
uso y protección están garantizados por las leyes:
Art. 12-3 del Estatuto de Autonomía de Andalucía: La Comunidad Autónoma ejercerá sus
poderes con los siguientes objetivos básicos: 2º.-Afianzar la conciencia de identidad andaluza, a
través de la investigación, difusión y conocimiento de los valores históricos, culturales y
lingüísticos del pueblo andaluz, en toda su riqueza y variedad. Doble Grado de Trabajo Social y
Sociología
ZEA (Zoziedá pal Ehtudio'el Andalú) solicita a Canal Sur, en cumplimiento de sus funciones
de “preservar la diversidad cultural de Andalucía y las tradiciones que constituyen su patrimonio
inmaterial” así como “promover el reconocimiento y uso de la modalidad lingüística andaluza en
sus diferentes hablas” (apartados d y e, respectivamente, del artículo 4, punto 1, de la Ley
18/2007, de 17 de diciembre, de la RTVA), la realización de un debate televisivo en el que se
aborde el tema de la escritura en andaluz.
Es por ello que la ZEA pide un debate en profundidad en el que, a través del contraste
entre las distintas posturas en torno a la cuestión, la audiencia pueda formarse una opinión
fundamentada acerca de la viabilidad y necesidad, o por el contrario ausencia de ella, de tales
propuestas, más allá de la extensión necesariamente breve de los titulares y enunciados
sintéticos de la actualidad mediática más efímera. Así, emplazamos a las/os tres docentes
mencionadas/os a participar en dicho debate frente a sendos defensores de la posibilidad y
pertinencia de escribir en andaluz, posición obviamente defendida por las/os miembros de la
ZEA.
Atentamente,
Paco Arbadulí
Presidente de la Sociedad para el Estudio del Andaluz
• 19/05/2017. La Voz de Cádiz.es: "Teresa Rodríguez compara al traductor de «El Principito» al
andaluz con Juan Ramón Jiménez".
«No debemos ser tan conservadores y escandalizarnos porque se quiera investigar, innovar,
probar o hacer vanguardia con la experimentación del andaluz», ha señalado la líder podemita,
que ha puesto como ejemplo a la Generación del 27 para pedir que Andalucía siga «siendo
vanguardia». «Nos tenemos que quitar mucho polvo de encima y ese sentimiento de inferioridad
para innovar con el andaluz», ha apuntado Rodríguez.
Todo surgió, como relata ABC, a principios de este pasado mes de marzo. Dos jóvenes
sevillanos, Laura Velasco, licenciada en Filología Hispánica, y Ángel Velasco, titulado en Filología
Inglesa y responsable de finanzas del SAT en la Unión Local de Sevilla, planificaron la creación
de la Academia Andaluza de la Lengua con unas funciones aún por concretar. El objetivo sería
construir «las herramientas y los proyectos necesarios para la defensa y prestigio de las hablas
andaluzas, a través de su estudio y promoción».
Ambos jóvenes ya han redactado un primer borrador para una pretendida Iniciativa
Legislativa Popular que, cuando cuente con los 40.000 apoyos preceptivos, permita dar respaldo
legal e institucional a la academia, tras ser aprobada por el Parlamento andaluz. Mientras se van
dando los pasos para su legitimación política, ambos «fundadores» pretenden que Urbanismo del
Ayuntamiento de Sevilla les ceda uno de los edificios más emblemáticos del casco histórico de la
capital hispalense.
La plataforma creada para este fin ha solicitado la iglesia del antiguo convento de San
Hermenegildo, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) desde hace casi 60 años y que llegó
a ser sede del Parlamento de Andalucía, porque «necesitan un espacio que tenga un porte de
academia». «No nos serviría dar charlas en la calle o en centros cívicos, ni tampoco contar con
un local en un bajo, porque eso le quitaría seriedad a nuestra iniciativa», explicó el propio
Velasco a ABC.
• 17/05/2017. Ehto me mandan dehe loh Amigoh d'Er Prinzipito en Kataluña:
Castellano
Català
Valencià
Aranès
Euskera
Gallego
Fabla Aragonesa
Estremeño o Castúo
Val de Xalima (?)
Leonés
Asturiano
Andaluz
.....y tal vez alguna más que ahora no recuerdo.
• 17/05/2017. Juan Miguel Pérez Porras, Profesor de Lengua castellana y Literatura en Instituto
de Bachillerato de Fuengirola: “Apoyo al profesor, Juan Porras, por sus estudios sobre el andaluz
ante el "linchamiento" en prensa y redes. Libertad académica”.
Obviamente, que toda lengua escrita es una aberración desde el punto de vista lingüístico,
ya sea esta propuesta –muy anclada a una forma de habla concreta de una comarca andaluza–, o
la propia lengua española, porque tanto una como otra constriñen la lengua oral de las personas
que la emplean en las situaciones diversas de su acción social. Y esto no lo digo yo, sino el
catedrático de la UAM, Juan Carlos Moreno Cabrera. Pero si no se registra, de forma etnográfica,
esa manera de habla, antes de su desaparición, ¿cómo podremos estudiarla en un futuro? ¿O es
que el andaluz o como quiera usted llamarlo no merece ser estudiado en el plano escrito? ¿Por
qué?
Resulta evidente que el Dr. Porras Blanco quiere abrir nuevas líneas de investigación desde
el terreno de la antropología lingüística en base a nuevas investigaciones de especialistas no
adscritos a los criterios monolíticos de la RAE en el campo específico de la variedad lingüística
andaluza, y en ningún caso imponer nada a nadie, sino todo lo contrario: alertar de la
desaparición galopante de formas de comunicación de personas de carne y hueso que las hablan
a diario, fomentando su cultivo. ¿Durante cuánto tiempo nos dijeron reputados filólogos que las
Glosas Emilinianenses recogían el castellano antiguo, cuando lo que las investigaciones más
recientes apuntan a que se trata del aragonés antiguo?
Supongo que usted como lingüista podrá realizar un análisis más profundo de lo que Juan
Porras Blanco trata de investigar, aunque por lo que usted escribe aquí, parece más bien que ha
querido sumarse al “linchamiento” mediático tras leer, como se hace hoy en día, un tuit o una
noticia sensacionalista. ¿Ha tratado de reunirse con el doctor de la Pablo Olavide para hablar de
científico a científico o los de la RAE son seres humanos superiores?
• 16/05/2017. Manuel Herrero Sánchez, Profesor de Historia Moderna de la UPO: “Re: Derecho
de réplica del marciano Huan Porrah ante La Razón.es”.
Querido Huan, no te conozco personalmente pero creo que la respuesta que has mandado a
ese panfleto reaccionario es del todo perfecta. No importa que no te la publiquen pero creo que
has hecho lo que debías. Un fuerte abrazo en estos momentos jodidos y sigue adelante con tu
investigación y con tu forma de ver la vida.
Manuel
• 16/05/2017. Alberto del Campo Tejedor, Profesor Titular de Antropología Social de la UPO:
Con respecto a la parte discrepante (sin tampoco querer entrar en detalles en este
momento), traigo a colación otro nuevo artículo periodístico que han sacado en mi contra, y en
contra de la ZEA, nada más y nada menos que firmado por Don Antonio Narbona
"Correspondiente de la Real Academia Española en Andalucía" (¿el delegado del gobierno de la
policía lingüística en Andalucía?), publicado hoy en Diario de Sevilla.
Como no doy abasto a replicar tantos ataques, aprovecho esta ocasión para compartir con
la comunidad académica del LUPO la bibliografía de mis investigaciones y producciones acerca
del andalú y en andalú, documentación de la que parece haber carecido el Sr. Narbona en la
preparación de su artículo, amén de mentiras varias reproducidas por doquier (que si lo ha
editado el SAT, etc.). Lo aporto para que se me/nos hagan críticas de tipo académico, a poder
ser constructivas, si es que a alguien le interesa estos asuntos.
Moreno Cabrera, Juan Carlos (2012): “La manipulación de la lingüística al servicio del
nacionalismo españolista. El caso del andaluz en la fonología de la Nueva Gramática de la RAE y
la Asale”, en Sociedad para el Estudio del ‘Andalú’ (Z.E.A.): Actas de la VIª Hunta d'ehkritoreh
en andalú (...) / Reunión de escritores-as en andaluz / 6th Meeting of Andalusian Writers.
Xiklana / Chiclana (Kai / Cádiz), del 2 al 3 de noviembre 2012; págs. 11-29.
(2015): Los dominios del español. Guía del imperialismo lingüístico panhispánico. Madrid:
Síntesis.
Zalú i ar kudio.
---
Prof. Huan Porrah Blanko
Doctor en Antropología Social
Universidad Pablo de Olavide
Andaluzía - Western Mediterranean
MI BLOG: http://huanporrah.edublogs.org/
Querido Juan:
Si bien, como filólogo y antropólogo, el actual debate sobre el andalú me suscita dudas
(que no es menester desarrollar aquí), no puedo menos que recordar a algunos insignes colegas
que nos antecedieron en esta nuestra labor académica por antonomasia, que es la de pensar,
proponer, discutir. Con mi añorado Agustín García Calvo recuerdo la bondad de transitar desde
el “mundo del que se habla” al “mundo en que se habla”, de lo que tu traducción es una
discutible -cómo no- y audaz muestra. Por otra parte, la experimentación sigue cada vez más
desprestigiada en la universidad, y apenas resuena ya el “anything goes” de Feyerabend. En todo
caso, parafraseando a nuestro genial Dalí: “que hablan bien o mal, lo importante es que hablen
de ti. De los mediocres no habla nadie”. Ni de los valientes.
Claro que se podrá alegar que García Calvo y Feyerabend eran anarquistas. Y Dalí un
marciano.
Siento que el tema sea ya tan hartible, pero esto ya se pasa de castaño oscuro y estoy
intentando contrarrestar como pueda esta campaña de acoso y derribo, basada en mentiras,
ignorancia y desprecio.
Adjunto carta de réplica enviada a La Razón.es, para ver si tienen la decencia al menos de
publicarla. No doy abasto a escribir y analizar todos los medios que han publicado sobre el tema
con demasiada ligereza, pero al menos he intentado concentrarme en uno, a modo de ejemplo.
Una vez más, disculpad tanto monotema. Gracias.
Zalú i ar kudio.
Aparte de volver a reproducir la mentira que han publicado algunos medios de que el libro
lo edita-financia el SAT, me llama la atención algunas consideraciones que hace (por cierto,
usted sí ha publicado libros financiados por el erario público).
Estoy de acuerdo en algunas cosas que dice: "Hace falta años para aprender y llegar a
dominar un sistema gráfico, que nunca podrá ajustarse a los continuos cambios que se producen
en toda lengua viva. Es una cuestión de consenso, que en gran medida se rige por el logro de
ventajas y la superación de inconvenientes". En eso estamos Sr. Narbona, en aprender y en
consensuar un sistema gráfico que como usted bien sabe, es un convencionalismo.
Dice el Sr. Narbona que a los andaluces no nos hace falta aprender "otra ortografía
adicional". Bueno, eso es opinable, algunos puede que sí quieren hacerlo, ¿nos da usted su
permiso? El que sí necesita un sistema ortográfico es el habla, hablas, variedad lingüística,
dialecto, lengua... andaluza (usted sabe igual que todos los filólogos que esa terminología no es
lingüística, sino extralingüística) y que para que no se muera, como está ocurriendo con otras
muchas lenguas no escritas, se pueda representar gráficamente, aunque solo sea para cumplir
con el Estatuto y quede de recuerdo cuando la política y la desidia terminen por matarla.
Otra cosa Sr. Narbona, no sé si sería o no conveniente que se enseñen en la escuela los
dialectos andaluces, pero de lo que sí estoy seguro es que me parece totalmente inconveniente
es que a los niños en la escuela les estén diciendo que determinadas realizaciones fonéticas,
fonológicas o léxicas estén mal. ¿Mal con respecto a qué? Están mal si se quiere seguir la norma
estándar que se ha creado para el dialecto castellano (todas las lenguas son dialectos, ya lo sabe
Sr. Narbona), pero no estaría mal si existiera una norma, con las variaciones que se quieran, que
recogiera los dialectos andaluces. Entonces el niño sabría distinguir los dos registros, el
castellano y el andaluz, y no asumiría el complejo de inferioridad lingüística competencial a la
que nos llevan actitudes como la suya.
Dice el Sr. Narbona que no se escribe como se habla. Eso es verdad, casi nadie habla la
norma estándar castellana. Si se crea una norma ortográfica andaluza, tampoco tienen por qué
pronunciarla todos igual. Si se pone una Z unos pronunciaran z, otros s, y otros puede que h
aspirada. Ese no es el problema. Lo que molesta es que con esto se les descompone el
estereotipo que tenían asumido. Los dialectos andaluces, unos más que otros, los utilizan
personas incultas, de baja instrucción escolar, o los chistosos-graciosos. Pero ahora resulta que
también hay gente culta, con instrucción escolar en castellano, que quieren utilizar los dialectos
andaluces para crear literatura, escribir ensayos... y eso no, eso es anatema.
• 16/05/2017. Intercambio epistolar con Juan Carlos Moreno Cabrera, Catedrático de Lingüística
General de la UAM, en torno al “revuelo” por publicar Er Prinzipito en andaluz.
Querido Huan:
Te hago una serie de puntualizaciones sobre lo que dices y lo que dicen en ella.
• Lo que yo mantengo es que no existe un sistema lingüístico unitario ni del andaluz ni con
mayor razón aún del español. Si el andaluz, como lengua natural que es, no es un sistema
unitario, menos lo es aún el español, que tiene muchísimas más variedades. No existen ni el
andaluz ni el español como sistemas lingüísticos unitarios (les lenguas naturales no son otra cosa
que una serie de variaciones o hablas que se pueden relacionar entre sí). Los contertulios
afirman lo primero, pero no lo segundo, con lo cual incurren en una falacia lógica. Si, como
dicen, el andaluz no es más que una serie de hablas, variedades o modalidades que no forman
unidad alguna (o una “deformación” como dice Marhuenda, haciendo gala de una ignorancia
supina) y además afirman que las hablas andaluzas son variedades del español, entonces el
español no puede formar unidad lingüística alguna. Es decir, no existe un sistema lingüístico
unitario del español o castellano teniendo en cuenta además que no solo se incluyen las
variedades andaluzas, sino todas las numerosas variedades americanas. La prueba de esto es la
Nueva Gramática Descriptiva de la lengua española de la RAE en donde no encontramos
gramática unitaria alguna sino numerosas variantes de reglas gramaticales.
• Lo que la gente entiende por idioma unitario español es la lengua escrita que, en efecto, es
unitaria, pero el problema es que la lengua escrita es una elaboración cultural de las lenguas
naturales cuyo resultado es un tipo de lengua que no es natural, sino artificial. La lengua
española escrita es artificial y la andaluza escrita también lo es.
• Para leer en un idioma hay que aprender a hacerlo de forma dirigida e intencional, no natural;
por eso, uno de los contertulios dice que no sabe leer el texto en la ortografía que propones. La
razón es evidente: el andaluz escrito es artificial, exactamente igual que el español escrito, el
inglés escrito, el italiano escrito.
• Los contertulios hacen gala de una ignorancia lingüística realmente sorprendente. Afirman que
el andaluz o las hablas andaluzas no son lenguas sino formas peculiares de hablar castellano.
Pero eso es exactamente lo que se decía en la Edad Media de los romances italianos, franceses o
ibéricos: se trata de formas desviadas o vulgares de pronunciar el latín escrito. Si hubieran
triunfado las opiniones de los contertulios ahora no existiría ni el italiano, ni el francés, ni el
castellano: solo el latín escrito y diversas pronunciaciones vulgares de él. Es exactamente el
problema con el que se enfrentó Carlomagno, que intentó solucionar sin éxito.
• En lingüística algunos definimos una lengua como un conjunto de variantes o hablas que
pueden ser relacionadas entre sí de modo más estrecho que otras hablas o variedades, no como
un sistema unitario que se realiza en diversas hablas, que es el concepto estructuralista europeo
clásico y a través del cual se introduce la cuestión político-ideológica de una lengua escrita
unitaria elaborada artificialmente y promovida por instituciones político-culturales en la
lingüística: como denuncio en mis escritos (por ejemplo, mi libro “El nacionalismo lingüístico”),
se trata de una manipulación ideológica de los datos lingüísticos.
• En conclusión, existe el andaluz como lengua no porque haya un sistema unitario andaluz del
que cada habla andaluza sea una realización vulgar (concepto lingüístico ideológica y
culturalmente determinado), sino porque las diversas variedades o dialectos andaluces son
agrupables en términos estrictamente lingüísticos frente a otras variedades o dialectos. Hay que
hacer la siguiente pregunta: ¿con qué dialecto está más cercanamente relacionado
lingüísticamente el gaditano? ¿Con el dialecto sevillano o con el dialecto castellano aragonés o
cántabro? Cualquier persona distingue perfectamente las hablas andaluzas (cualquiera de ellas)
de las hablas aragonesas o cántabras o castellanas. ¿Cómo es esto posible si no existiera una
afinidad natural entre las diversas variedades andaluzas? ¿No tendrá que dar cuenta de esto la
lingüística?
Un abrazo y ánimo.
Muchas gracias, Juan Carlos, por tus valiosas puntualizaciones, que derivaré a mis
compañer@s de la ZEA y que yo mismo asumiré en adelante.
Huan Porrah
• 15/05/2017. Karta der Huan Porrah ezihiendo una rehtifikazión ar medio La Razón.es, k'a
zío totarmente ihnorá:
Pretendo ejercer ante ustedes mediante la presente mi derecho de réplica ante la sinrazón
del despiadado ataque hacia mi persona que desde su medio, entre otros, ha sido perpetrado,
especialmente en la calculada campaña de desprestigio profesional y académico orquestada por
el autor —Lucas Haurie— y editores del artículo "Un marciano en el planeta B-612 («Zeiciento
doce»). La «traducción» de un profesor universitario de Mijas de «El principito» al «andalú» ha
sido criticada por los expertos".
Más allá de las lindezas expresivas e ignominiosas sobre mi carácter, estilo de vida
alternativo, diferencias políticas, aspectos de integridad ética o reivindicaciones varias en las
que he participado y participo, este periodista de La Razón deja caer —mediante un estilo
expresivo propiamente insultante— usando este medio informativo algunas insinuaciones y
descalificaciones graves acerca de mi valía profesional como antropólogo social y cultural,
filósofo y profesor universitario, lo cual me veo en la necesidad de defender, ya que no voy a
permitir que alguien sin escrúpulos periodísticos ni humanos desprecie las varias decenas de años
de mi vida que he "gastado" en mi formación académica, llegando al grado de doctor, no
precisamente honoris causa, sino currantis causa.
En suma:
1º) Yo soy tan experto como esos que usted dice que me critican, además de que no cita a
ninguno en concreto ni qué concreto argumento/s científico/s utiliza/n para ello.
2º) Dice: "Mijas, donde nació, pero del que huyó cuando se dio a la rienda suelta". Yo no he
huído de mi pueblo, partí de él hacia Granada y luego Donostia para completar mi formación
académica fuera de Málaga. Tras doctorarme regresé a mi pueblo.
3º) Dice: "Se opuso a que una avenida llevara el nombre del Descubrimiento de América (...)
Porras propuso, en sustitución, el nombre de «Villa romana»". En realidad, propusimos utilizar el
topónimo de 'Villa romana de la Butibamba' o 'Villa bética de la Butibamba' para hacer saber que
el desarrollismo mafioso urbanístico ha enterrado en ese lugar un estupendo yacimiento
designado así por los arqueólogos, otros expertos.
4º) Dice: "País Vasco, donde adaptó la grafía de su segundo apellido: se hacía llamar Blanko".
Tengo publicaciones y escritos varios firmados conteniendo ese mi segundo apellido, el de mi
madre, desde mucho antes de que yo emigrara a Euskadi. La justificación lingüística del uso de
la k en el andalú está basada en la adopción del Alfabeto Fonético Internacional para su
escritura. Lea e infórmese al respecto, por favor.
5º) La parte quizás más hiriente y retorcida es la insinuación de un posible tongo cuando
conseguí el Tercer Premio Marqués de Lozoya. Dice: "Su tesis, «Negación punk en la sociedad
vasca», recibió el tercer premio Marqués de Lozoya de Investigación Social de 2005, una suerte
de Nacional de Antropología. El galardón levantó polvareda: luego se supo que el codirector de
su tesis, José Miguel Apaolaza, había presidido el jurado".
Agrego a continuación las palabras que ha compartido conmigo al respecto el Prof. Dr. José
Miguel 'Txemi' Apaolaza: "Yo me abstuve en la votación. Además, yo aparezco como presidente
porque el titular faltó en las últimas reuniones y yo, como componente del tribunal de mayor
edad, soy estatutariamente nombrado presidente, para poder seguir el tribunal operando".
Un antropólogo estudioso y profesional digno y honesto, considerado por quien conoce su
trabajo científico y su persona humana.
6º) Dice L. Haurie: "El lebrijano Juan de Nebrija, autor de la primera gramática castellana". Que
yo sepa se llamaba Antonio, ¿o era un hermano gramático desconocido?
7º) Ya que se ponen ustedes a imitar mi propuesta de transcripción andaluza, háganlo bien, ya
que tiene faltas de ortografía poner «Zeiciento doce», que debieran poner así: «Zeihzientoh
doze», o bien «Seihsientoh dose».
• 15/05/2017. Alejandro Cuetos Menéndez, Profesor Titular del Área Química-Física de la UPO:
Apoyo a un profesor
(Diario de Sevilla: “Cartas al Director”)
• 15/05/2017. Francisco Lorenzo, Prof. Titular de Filología y Traducción de la UPO: “Re: Ánimos
y comprensión”.
Hola Huan,
Soy Fran Lorenzo, profesor titular del dpto. de Filología y Traducción de la UPO y profesor
de Sociolingüística en el Máster de español y en el grado de Traducción.
Te escribo tras escuchar la entrevista en Onda Cero para darte mi opinión -posiblemente
equivocada pero desde luego documentada- de que los principios que sustentan tu acercamiento
al habla/dialecto/lengua andaluza tienen pleno sentido desde la teoría lingüística y la sociología
del lenguaje.
Fran
--
Francisco Lorenzo
www.linkedin.com/in/franciscolorenzo1
• 15/05/2017. Ramón Ramírez Gotor, Profesor colaborador de Sociología de la UPO: “En apoyo a
Huan Porrah”.
Estimados colegas:
Manifiesto todo mi apoyo al compañero Huan Porrah. Suscribiendo las muestras del mismo,
aquí manifestadas, especialmente la firmada por el compañero Agustín Coca desde La Cultura
Andaluza, en toda su extensión.
Ramón Ramírez Gotor
• 14/05/2017. Nota'e prenza der zindikato SAT, Aria de Kurtura i Konzenzia Andaluza:
EL ÁREA DE CULTURA Y CONCIENCIA ANDALUZA DEL SAT HACE PÚBLICO SU APOYO A HUAN
PORRAH BLANKO
Debido a los ataques que está padeciendo el compañero del sindicato Huan Porrah, tras las
presentaciones de su traducción al andalú de Er Prinzipito, de Antoine de Saint-Exupéry, y
teniendo en cuenta el trabajo académico de seis meses que le ha llevado traducir esta obra
maestra de la literatura universal, pedimos cordura y respeto, debería enfocarse el debate
desde un punto de vista también académico y no desde el insulto, ni desde sectarismos políticos
sin rigor científico ni informativo, ya que además de lo anteriormente expuesto, Huan Porrah es
doctor en antropología, profesor de cultura andaluza, especializado en antropología lingüística,
en la Universidad Pablo Olavide (UPO) de Sevilla, y Secretario de la Sociedad para el Estudio del
‘Andalú’ (ZEA).
Pedimos a los medios de comunicación respeto para Huan Porrah Blanko y todas las
personas que trabajamos por la dignificación del andalú desde el estudio, investigación y
divulgación de nuestra lingua mater. Y exigimos un mínimo de respeto a su persona y a su
trabajo por la dignificación del andalú. Hacemos hincapié en la responsabilidad que tienen estos
medios como creadores de corriente de opinión, a la hora de dejar debates tan serios e
importantes para la cultura de un pueblo, como es su forma de comunicarse, en manos de
tertulianos inexpertos en filología, o directamente voceros del poder sin más argumentos que
clichés forjados hace décadas, y con la única intención de enmarañar el debate, sin permitir que
se puedan expresar con claridad los entrevistados/as en el caso de las televisiones, o
directamente, añadiendo en prensa algún titular sensacionalista no pronunciado por la persona
que defiende su forma natural de expresarse. Intentando ensuciar un trabajo científico-cultural
relacionándolo con otras noticias manipuladas sobre militantes del SAT, aunque no hayamos
intervenido en la idea ni edición del libro, simplemente apoyamos iniciativas culturales
(apolíticas) cediendo nuestras sedes para presentar el libro y animar a que se continúe
escribiendo en andalú.
Por último, agradecemos a Huan Porrah su trabajo por la dignificación del andalú, y
animamos a la Junta de Andalucía a cumplir con los objetivos estatutarios que lleva casi 40 años
sin conseguir, ya que de lo contrario hace décadas tendríamos una Academia que cumpliese con
este objetivo, en concreto, con el Título Preliminar, art. 10, cap. III, párr. 3º, en el que: … la
Junta se marca el siguiente objetivo: “El afianzamiento de la conciencia de identidad y de la
cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico,
antropológico y lingüístico”.
"… aspiro a vivir en andaluz, percibir en andaluz, ser en andaluz y escribir en andaluz". Blas
Infante Pérez de Vargas
Este correo, que debía de haber sido solo de felicitación y reconocimiento a tu increíble
labor de apoyo y estudio de los ámbitos culturales del andaluz, culminado con esta traducción
de "El principito", con los caracteres escritos que definen mucho mejor, que la falsa
transcripción al castellano, de nuestra lengua oral andaluza, se me vuelve amargo y triste
cuando compruebo cómo la institucionalización ha envuelto a nuestro pueblo y le ha cerrado los
ojos.
Por más que intento comprender qué motivo puede llevar a sectores ignorantes a criticar e
intentar ridiculizar, no lo consigo. Si Juan Ramón Jiménez levantara la cabeza, junto a Lorca,
Alberti, Álvarez de Sotomayor, Delicado y tantos otros escritores que usaron el andaluz en sus
libros, qué dirían. Si supieran los ignorantes que la propia Constitución Española apoya y
legitimiza tu trabajo quizás, entonces, dejarían de abrir la boca gratuitamente. Si hubiesen
comprobando los trabajos de D. Juan Carlos Moreno Cabrera, Universidad Autónoma de Madrid o
de D. Ígor Rodriguez Iglesias, Universidad de Huelva, ahora no reirían tanto. Pero, qué atrevida
es la ignorancia.
Me despido felicitándote y dándote todo mi apoyo esperando, con la ilusión de los niños,
que nuestro pueblo abra de una vez los ojos.
Un fuerte abrazo,
Dr. Carlos Pitel García
Uniwersytet Jagielloński w Krakowie
Instytut Filologii Romańskiej
Zakład Filologii Hiszpańskie
Nowe Paderevianum
al. Mickiewicza 9A
31-120 Kraków
Tlf: 12 663 43 92
• 12/05/2017. Ramón Soriano Díaz, Catedrático de Filosofía del Derecho y Política de la UPO:
“El Profesor Juan Porras, el andalú y quién es el imbécil”.
Durante unos años me dediqué a los derechos lingüísticos intentando encontrar bases
jurídicas para su catalogación como derechos fundamentales . Examiné constituciones, estatutos
de autonomía o regionales, legislaciones, jurisprudencia de muchos Estados con diversidad
lingüística. En todos ellos el principio del respeto y fomento de la diversidad lingüística estaba
presente. En aquellas fechas los estudiosos españoles, que escribían en las pocas revistas
dedicadas a la materia por entero o parcialmente, como Llengua i Dret o la Revista vasca de
Administración pública- se quejaban del escaso apoyo que esta diversidad encontraba en las
normas jurídicas, destacando que algunas lenguas, como el bable o el aranés, no habían
adquirido la condición de lengua propia en los Estatutos de Autonomía, lo que comportaba a la
larga la desaparición de las mismas, no obstante su condición de entrañables lenguas históricas
de determinados territorios del Estado. La calificación de lengua propia comportaba la
titularidad de importantes derechos subjetivos: entre ellos la enseñanza, la publicidad y
comunicación, las relaciones con las administraciones en la lengua propia.
Creo no estar equivocado si afirmo que la lengua andaluza atraviesa por circunstancias
semejantes al euskera. Precisamente en un correo reciente indica el presidente de la Sociedad
de Estudio del Andalú que “la Asociación sigue en el debate sobre el tema ortográfico habiendo
varias propuestas”. La diversidad lingüística del andaluz es mayor que la del euskera. Pero la
existencia de esta diversidad no se opone (no debe oponerse) , siguiendo la experiencia vasca, al
fomento de una de las modalidades de mayor extensión territorial, sin que esto suponga un
detrimento para la evolución de otras modalidades del andaluz (si así fuera nos situaríamos al
margen del ámbito de la protección constitucional y estatutaria).
Es en esta tarea en la que está empeñada la citada Sociedad y nuestro compañero Juan
Porras. Notable tarea porque ellos son pioneros, abriendo una línea de investigación que tiene
mucho camino que recorrer.
Huan Porrah, no repares en los palos en las ruedas de tu investigación que pretendan
ponerte ignorantes periodistas de algunos medios (y algún que otro espontáneo). Los sinos de los
tiempos estarán de tu parte.
Ramón Soriano
Estimado Huan, no deja de ser sorprendente esta polémica en la que se deja entrever una
mezcla de clasismo y complejos de inferioridad. Demasiados años de estereotipos y tópicos...
(fuente:
https://m.facebook.com/BloqueAndaluzRS/photos/a.266015900449516.1073741832.167741290276978/4069399030237
81/?type=3 )
La propuesta de Huan Porrah de transcripción del andaluz puede gustar más o menos, pero
su trabajo y el de la ZEA no es otro que el de dignificar el andaluz y sus variedades. No hay
motivo para tanto odio desatado y desde el Bloque Andaluz de la Revolución Sexual también
mostramos nuestro apoyo.
Recordamos también que nuestro colectivo lucha por una Revolución Sexual y CULTURAL.
También todo mi ánimo y mi apoyo al trabajo de nuestro compañero Huan Porrah, ejemplo
de compromiso personal y científico en el empeño por la conservación de la rica diversidad de
nuestro patrimonio lingüístico, como establece nuestro estatuto de autonomía, y por crear una
herramienta de transcripción que pueda acercar las versiones escritas de los testimonios orales
de la gente de nuestra tierra a su forma real, sin tenerlos que disfrazar y deformar. Un
patrimonio cultural que, como afirmaba Demófilo, en Andalucía es fundamentalmente popular.
Producido, transmitido y recreado por los sectores obreros, campesinos, jornaleros,
artesanos, resultado de un profundo proceso de mestizaje.
Especial comentario merece el tratamiento dado al trabajo de Huan por parte del canal
público de la RTVA, "la nuestra", que, no contento con frivolizar la cultura andaluza mediante su
zafia programación, y de despreciar nuestra rica diversidad lingüística mediante la imposición de
un castellano estándar a sus bustos parlantes, se permite el lujo en sus telediarios de hoy
de presentar la noticia, no como una aportación al conocimiento de este patrimonio, lo que por
mandato estatutario forma parte de sus obligaciones como ente público,
sino displicentemente como una "ocurrencia", sin aportar ningún tipo de información sobre los
fundamentos y objetivos de la obra y, por el contrario, ocupando la mayor parte de los escasos 2
minutos a ella dedicados, con opiniones de personas (seguramente todas ellas previamente
perfectamente informadas y conocedoras del trabajo), casualmente todas contrarias a este
intento por reivindicar el andaluz.
Ante esto, parafraseando a Goethe, lo que procede será decir aquello de "Ladran, luego
cabalgamos".
EZENZIA'ER ZÚ
Y.P.C
Desde la Associació El Petit Príncep de Catalunya te enviamos todo nuestro apoyo ante las
incultas descalificaciones que habeis recibido por la edición de Er Principito en andalú. Este libro
de fama internacional, està editado en más de 300 lenguas, dialectos y variantes fonéticas de
todo el mundo. La lengua, las lenguas y todas sus ricas variantes dialectales o fonéticas es el
primer patrimonio cultural de los humanos. Solo desde mentes incultas o con subjetivas
intencionalidades pueden hacerse tan vanas descalificaciones.
Endavant! Adelante!
Iñaki Arregi
Ante el revuelo mediático que se ha formado con la presentación de una obra literaria
traducida al andaluz, Er Prinzipito, por un miembro de nuestra Asociación, y ante la confusión,
algunas veces interesada, que se desprende de las informaciones que están apareciendo en
algunos medios, queremos puntualizar los siguiente:
- Publicación de revistas, libros, folletos o sitios web acordes a los fines de la asociación.
Por lo tanto, nuestra Asociación no tiene ninguna actividad política partidista ni sindical, al
margen de que sus miembros, en virtud de su libertad individual, puedan pertenecer, o no, a un
partido o sindicato.
Así que dentro de nuestros fines y actividades hemos apoyado la iniciativa de la editorial
alemana Tintenfass y del miembro de nuestra asociación Huan Porrah para la presentación del
libro en los diferentes ámbitos en los que se ha requerido, como asociaciones culturales o
sindicatos.
Así que para los medios que quieran la versión real del tema lo explicamos:
- Las presentaciones del libro, así como otras actividades de la ZEA, se hacen en colaboración
con Asociaciones culturales, Instituciones, especialmente Ayuntamientos, y otras organizaciones
sin ánimo de lucro que les interese nuestra actividad, como ha sido el caso del Sindicato Andaluz
de Trabajadores.
- Las presentaciones del libro están teniendo gran acogida. La primera presentación, de la que
se hicieron eco algunos medios, se hizo el pasado 24 de marzo en una biblioteca municipal de
Mijas con la presencia del editor, Dr. Walter Sauer, venido expresamente de Alemania.
Atentamente,
Estimados colegas:
Ante los ataques de ciertos medios de comunicación a nuestro compañero Huan Porrah y
como coordinador de la asignatura de "La Cultura Andaluza como contexto para el Trabajo
Social" quiero apoyar públicamente su ingente labor de investigación y su exquisito trabajo
docente. Mostrar además mi reconocimiento y aplauso a nuestro compañero no sólo por
demostrar la valía de nuestra lengua desde su sesuda traducción al andaluz -haciendo uso de su
propuesta ortográfica- de la obra literaria de "Er Prinzipito", sino por la tarea docente que desde
nuestra universidad realiza, velando como recoge nuestro Estatuto Autonomía por el
"afianzamiento de la conciencia de identidad y de la cultura andaluza a través del
conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico.
(Art. 10.3.3º) y La defensa, promoción, estudio y prestigio de la modalidad lingüística andaluza
en todas sus variables. (Art. 10.3.4º).
• 10/05/2017. Alejandro Cuetos Menéndez, Prof. Titular de Química Física de la UPO: “Mi apoyo
a Huan Porrah”.
Estimados Colegas,
- No voy a discutir si existe un estándar fijado válido para escribir las expresiones fonéticas
del andalúz (no sé si técnicamente será la forma más correcta de decirlo). Entiendo que el
trabajo de investigación Huan va en la dirección de construir una propuesta para que eso sea
viable en el futuro. Su trabajo llegará a buen puerto o no. Pero el camino que está recorriendo
Huan me parece legítimo, válido y valioso. Y por tanto reivindicable como tarea académica o de
investigación.
- Si voy a ensalzar su tarea en la elaboración de una versión del Principito al andaluz. Creo
que con esta tarea, que creo titánica, Huan pone en pie una prueba de que el andaluz tiene
capacidad de ser usado en este tipo de obras literarias. Que esta prueba n sea válida o no en
mayor o menor rango es algo a debatir, discutir y concluir por los expertos en el campo, del cual
insisto en declararme foráneo. En todo caso, haber sido capaz de haber puesto en pie esta
aportación a este debate me parece sumamente válido y valioso. Y por tanto reivindicable como
tarea académica o de investigación.
Saludos
Alejandro Cuetos
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MALDITAS LAS GUERRAS Y LOS CANALLAS QUE LAS HACEN
• 9/05/2017. Óscar Reina Gómez, Secretario General del SAT, Óscar Reina
Gómez @OscarReinaGilen :