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Cristina Martínez Ruiz

20/04/2021 – Artículo 4

La desmaterialización del objeto artístico a través del pensamiento fluido


Abstract
En una época en la que los flujos se encuentran en continua circulación, los sólidos comienzan
a desintegrarse y el mundo se descubre como no controlable ni predecible. Frente al flujo de
personas, productos, ideas y pensamientos, el tiempo adquiere una relevancia significativa
definiendo y describiendo las cosas dentro de lo continuo como dimensión espacial estática
frente a lo fluido y su disposición leve y temporal. La comprensión de que el tiempo y la materia
están modelados por la inercia entrópica evidencia que todo está en cambio constante y
asienta las bases del pensamiento fluido.
Sólido, fluido, arte, tiempo, espacio.
Cristina Martínez Ruiz
20/04/2021 – Artículo 4

La desmaterialización del objeto artístico a través del pensamiento fluido

Fig. 1. Jonathan Pow, Artist Lynda Benglis pictured with her work “Figure 2” & “Figure 5”, Exhibición en el Museo
Hepworth Wakefield (Inglaterra), 2009.

En las últimas décadas se ha presenciado una desvirtuación progresiva del objeto artístico
donde el arte objetual da paso al arte de concepto y la fluidez y la levedad se convierten en
herramientas de un ámbito interdisciplinar. En un contexto marcado por un pensamiento
sistémico, a la par que heterogéneo y complejo, y en una realidad en renovación continua
donde todo está en interrelación, esta concepción de creación artística explora nuevas vías
de comunicación social y recorre el espacio en soportes a-tópicos. Se vuelve así la práctica
artística cada vez más efímera y vinculada a la idea relacional, desligándose del halo de
perpetuidad pese al sistema mercantilista del arte1. Así, las nociones de variabilidad y
flexibilidad se imponen frente a la rigidez del sistema fijo establecido, aportando nuevos
pensamientos y soluciones. A través de esta perspectiva dinámica se amplía el espectro
desde el que convencionalmente se observa y entiende el arte y nace la comprensión de que
todo lo que nos rodea es fluido. Como señala María Pilar Soberón García:
«A lo largo de la historia del arte encontramos presente un signo inequívocamente
heredado de la Naturaleza que nos caracteriza a la vez que nos constituye: somos
fluido, nuestro pensamiento surge de lo fluido2.»

1
El arte visto como mercancía es uno de los argumentos más complejos de especulación del siglo XXI. En
la actualidad el autor-artista se sitúa junto al trabajador formando parte del entramado socio-económico
de su tiempo al mismo nivel e integrándose en un cuarto sector generador de riqueza: la industria de la
subjetividad. Belén Mazuecos Sánchez, «Arte contextual. Estrategias de los artistas contra el mercado del
arte contemporáneo» (Tesis Doctoral, Universidad de Granada, 2008), p. 35.
2
María Pilar Soberón García, «In-fluido: lo fluido como concepto y práctica artística» (Tesis Doctoral,
Facultad de Bellas Artes, Departamento de Escritura, Universidad del País Vasco (UPV/EHU), 2016).
Cristina Martínez Ruiz
20/04/2021 – Artículo 4

El momento crucial en el que se asume esta idea en occidente gira en torno al minimalismo
y postminimalismo de 1968 de la mano de escultoras como Lynda Benglis (fig.1) y Eva
Hesse, entre otros artistas visuales. Es aquí donde este carácter adquiere un protagonismo
radical que supondrá un antes y un después en la historia del arte. El tiempo y el espacio
han perdido su valor absoluto y han pasado a formar parte de lo variable, produciéndose en
el arte un cambio de estado donde todo es efímero, temporal y potencialmente cambiable.
Estas dos magnitudes consolidan una obra abierta y no cerrada ni perdurable y abren
nuevas posibilidades de recepción mediante un cúmulo de casualidades que hacen
converger estas ráfagas en algo sincrónico. Sin embargo, esto no implica fiarlo todo a la
casualidad, sino a una mayor apertura de miras que conlleve a decisiones que provoquen
cambios visibles en los resultados3. Con ello, la materia prima del acto creativo recae en la
incertidumbre y en la indeterminación, en contraposición a la estructura jerárquica y
estable del pensamiento árbol-raíz establecido a priori.
El arte participa cada vez con más fuerza en la condición de fluidez en su necesidad de
abarcar y dialogar, de ser asumido e intervenido, de buscar nuevos lenguajes y formas de
comunicación. Esta capacidad de adaptación intrínseca del arte lleva a la activación del
espacio volviéndose afectivo e interactivo, creando un lugar intermedio figural 4 donde la
función es más versátil que específica y el propio espacio más espacialidad que
compartimento. En palabras de Eva Lootz:
«El gran arte engendra vacío, crea agujeros, aire, espacio libre5.»
La propia estructura racional que ha servido para argumentar la existencia, la evolución, los
descubrimientos científicos y las prácticas artísticas, termina confirmando las ideas ya
instauradas en las vanguardias. Este pensamiento aparece ligado a procesos rupturistas que
logran generar resultados impredecibles, posibilitando con ellos el desarrollo y avance de
los ámbitos creativos y permitiendo el cambio de paradigma.
Bibliografía
Lenore, Víctor. «Nombrar no es mostrar, entrevista con Eva Lootz». Minerva: Revista del Círculo de
Bellas Artes, n.o 20 (2012): 65-68.
Mazuecos Sánchez, Belén. «Arte contextual. Estrategias de los artistas contra el mercado del arte
contemporáneo». Tesis Doctoral, Universidad de Granada, 2008.
Nemser, Cindy. «Diálogo con Eva Hesse». Arquitectura: Revista del Colegio Oficial de Arquitectos de
Madrid (COAM), n.o 362 (2011): 60-61.
Oliveira Vasconcelos, Ana Cristina. «Lo intermedio como lugar: lo intersticial, lo fronterizo y lo
impreciso en la arquitectura contemporánea». Tesis Doctoral, E.T.S. Arquitectura (UPM),
2016.
Soberón García, María Pilar. «In-fluido: lo fluido como concepto y práctica artística». Tesis Doctoral,
Universidad del País Vasco (UPV/EHU), 2016.

3
Esta idea la refleja Eva Hesse en un diálogo donde explica la importancia de lo absurdo tanto en su vida
como en su obra y cómo es capaz de llegar a ignorar los aspectos formales del arte. Cindy Nemser,
«Diálogo con Eva Hesse», Arquitectura: Revista del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), n.o
362 (2011): 60-61.
4
El sentido del espacio intermedio figural emerge en las cada vez más complejas cualidades morfológico-
espaciales y funcionales de una parte importante de la arquitectura actual. Ana Cristina Oliveira
Vasconcelos, «Lo intermedio como lugar: lo intersticial, lo fronterizo y lo impreciso en la arquitectura
contemporánea» (Tesis Doctoral, Departamento de Ideación Gráfica Arquitectónica, E.T.S. Arquitectura
(UPM), 2016), p. 12.
5
Víctor Lenore, «Nombrar no es mostrar, entrevista con Eva Lootz», Minerva: Revista del Círculo de Bellas
Artes, n.o 20 (2012): 65-68.

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