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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Instituto Universitario de Tecnología “Alberto Adriani”
Contaduría General
Deontología a la Profesión
Sabatino- Fase VII

ASPECTOS LEGALES DEL TSU EN VENEZUELA

Profesor. Alumno.
José Cortez Glendys Mora
C.I. 26.966.128

Caracas, 16 de marzo de 2024


Aspectos Legales del TSU en Venezuela

En Venezuela la educación técnica tuvo un origen sencillo, en 1845 Carlos


Soublette creó los Colegios Nacionales de Orientación Tecnológica. Guzmán Blanco,
por su parte creó los Colegios Federales y en 1884 creó la Escuela de Artes y Oficios
y la Escuela Politécnica de Venezuela. Durante el período de Gómez no ocurrió nada
relevante en esta materia y durante el período de crisis políticas aparecieron, en 1939,
las Escuelas Técnicas Industriales. En 1970 ocurrió la Reforma de la Educación
Técnica con la creación del Ciclo Diversificado, y surgió la Reforma de la Ley de
Universidades donde aparecen las Universidades Experimentales con orientación
tecnológica, los IUT y Colegios Universitarios.

Las primeras experiencias en Venezuela fueron el Instituto Politécnico de


Barquisimeto (1962), la aparición de la denominación de carreras de Nivel
Intermedio en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (1967), UDO
(1969) y Universidad de Caracas, hoy USB (1969).

Las Universidades Tecnológicas se caracterizan por ofrecer un modelo


educativo, consistente en la impartición de carreras cortas de dos años en
especialidades estrechamente relacionadas con las ocupaciones de mandos medios
que se estructuran en las empresas industriales y de servicios, que conducirían a la
obtención del título de Técnico Superior Universitario. Generalmente la educación
superior no se limita al estudio de una licenciatura o una ingeniería, por lo que existe
la posibilidad de que, después de haber concluido una educación media a nivel
bachillerato, el estudiante pueda profesionalizarse como un técnico superior
universitario o bien un TSU.

Son programas de corta duración enfocados al aprendizaje práctico e


intensivo, con regularidad en áreas operativas específicas. Algunas de estas carreras
son de carácter terminal, es decir, concluyen con la adquisición de conocimientos que
validan a un técnico superior universitario para integrarse exitosamente al ámbito
productivo, mientras que otras de estas carreras le permiten al estudiante la
revalidación de sus conocimientos a nivel universitario en instituciones que así lo
dispongan.

La oferta de los programas de estudio de este tipo se ha diversificado en gran


cantidad de áreas y disciplinas, acorde a los requerimientos del mercado laboral y a su
utilidad en la sociedad. Así, se puede acceder a esta modalidad universitaria en áreas
administrativas, científicas y digitales, por mencionar algunas, brindando al
estudiante una amplia gama de posibilidades a especializarse. Se puede ubicar
independientemente o como un eslabón entre la educación de bachillerato y el de la
licenciatura o ingeniería, teniendo como característica un enfoque de aprendizaje dual
entre la teoría como base, y la práctica intensiva en talleres y laboratorios diseñados
idóneamente para emular un ambiente laboral, colocando a los estudiantes en
entornos realistas en su práctica diaria, lo que propicia un trabajo constante de ensayo
y aprendizaje.

Esta oferta educativa comprende áreas tan variadas como el conocimiento en


redes, telecomunicaciones, mercadotecnia, industrial, mecatrónica, administración,
terapia física, turismo, operaciones comerciales, salud pública, protección civil,
gastronomía, entre muchas otras tantas. Pero como en cualquier modalidad, las
ventajas y desventajas de una carrera como técnico superior universitario son
totalmente subjetivas de acuerdo a los intereses y aptitudes de los estudiantes, así
como a su proyecto laboral y de vida. No obstante, cuya valoración dependerá de
cada persona.

Existe la posibilidad de adquirir experiencia profesional a la par del periodo


de estudio, esto debido a la naturaleza de esta modalidad, donde el aprendizaje es
experiencial, y a las prácticas y estadías en empresas con las que las instituciones
educativas mantienen convenios. La obtención de un título en un periodo de tiempo
considerablemente inferior al de una carrera de licenciatura o ingeniería es muy
importante, punto a considerar. El alumno estará apto y preparado para insertarse en
el mercado profesional después de dos años, y generalmente el mercado laboral
valora más y brinda un salario más elevado a una persona con estudio técnico
superior universitario en comparación de si ésta cuenta únicamente con nivel medio
superior o bachillerato.

Desde otro punto de vista, la oferta académica es aún limitada en comparación


con las instituciones que ofrecen la posibilidad de cursar una licenciatura o ingeniería,
por lo que las posibilidades de elegir un centro educativo se reducen. También debido
a ideas en el imaginario social, probablemente para algunas personas o empresas, un
título TSU representa un menor prestigio que el de un título de una licenciatura o
ingeniería, al ser considerado un estudio de menor categoría académica.

Por su puesto que esto es una valoración subjetiva que no le resta el valor y la
importancia a una carrera, dado que la evidencia comprueba que ambos tipos de
aprendizaje conviven y son complementarios en el ámbito profesional. En cuanto a la
tabulación de sueldos, es probable que, en promedio, un estudiante egresado como
técnico superior universitario, perciba un salario menor que el de un titulado de una
carrera como ingeniero o licenciado. Claro que, aunque esta situación es variable y
depende de muchos factores, podría ser un punto a considerar.

Tanto las ventajas como las desventajas son muy relativas, ya que el
conocimiento tan especializado que posee un egresado como TSU y la experiencia
obtenida potencializa sus oportunidades de insertarse exitosamente en el mercado
laboral, y dada su especialización, esto representa una oportunidad de diferenciación
en contraste con carreras de gran demanda en la modalidad de ingeniería o
licenciatura. Así que mientras los egresados de dichas modalidades saturan las ofertas
laborales, el mercado profesional en áreas técnicas muy bien delineadas, como el
mantenimiento, la asistencia, o el desarrollo son una oportunidad para el técnico
superior universitario, que al egresar será un técnico calificado en su área capaz de
ocupar puestos operativos esenciales.

Una licenciatura generalmente tiene una duración de cuatro o cinco años por
la cantidad de conocimientos a adquirir y está constituida por clases teóricas y
académicas, dejando en un segundo plano la técnica. Un licenciado al egresar, está
capacitado para desempeñarse en cargos gerenciales o directivos dentro de alguna
organización. Por su parte, un técnico superior universitario se prepara en una carrera
más específica, obteniendo conocimientos particulares y habilidades operativas en
distintas áreas del conocimiento. Este nivel de educación superior tiene una duración
más corta, de alrededor de dos años. Las clases en el nivel TSU son esencialmente
prácticas gracias a su naturaleza dinámica de integración al quehacer diario del ramo
a estudiar. Los puestos que ocupa en el ámbito laboral un egresado son operativos o
de jefatura en algún departamento.

Los egresados de ambas modalidades de estudio se complementan en el


ámbito laboral, de ahí su importancia. Algunas universidades acreditan al técnico
superior universitario como parte del plan de estudios de las licenciaturas,
revalidando sus dos años de formación o acaso una parte de lo estudiado. Además, el
aprendizaje puede corresponder con la licenciatura o ingeniería en cuestión, y aunque
la institución no revalide parte del programa ya estudiado por el alumno en su
modalidad TSU, éste ya estará familiarizado brindando una continuidad a su carrera,
confiriendo un carácter propedéutico para la adaptación a los intereses del alumno a
medida que avanza en la etapa superior, si así lo desea.

Actualmente en Venezuela, se ubican veintiuna leyes de ejercicio profesional.


Casi todas las leyes comparten la misma estructura. Definen la profesión en base a los
títulos universitarios y las actividades comprendidas dentro de su ejercicio legal.
Definen los colegios profesionales y sus órganos de gobierno (Asamblea, Junta
Directiva y Tribunal Disciplinario) y las federaciones de colegios y sus órganos de
gobierno (Asamblea Nacional, Directorio Nacional y Tribunal Disciplinario)
básicamente.

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