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Hipertiroidismo felino: diagnóstico y evolución de la enfermedad mediante

gammagrafía y tratamiento con yodo radiactivo (I 131 )

Article · August 2018

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Pilar Xifra Mark E. Peterson

IODOCAT Animal Endocrine Clinic
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 CASOS CLÍNICOS

Hipertiroidismo felino:
diagnóstico y evolución de
la enfermedad mediante
gammagrafía y tratamiento
con yodo radiactivo (I131)
Mª del Pilar Xifra1 LV, Sara Isabel Serrano1 LV, Mark E. Peterson2. DVM, PhD, Dipl ACVIM (Internal Medicine),
Adjunct Professor of Medicine at the College of Veterinary Medicine at Cornell University.
(1) Iodocat, Clínica veterinaria Leganés norte, Av. de la Reina Sofía, 25, 28919 Leganés, Madrid (España)
email: info@iodocat.es
(2) Animal Endocrine Clinic, 21 West 100th St., New York, NY 10025, USA, email: info@animalendocrine.com

Resumen

Se presenta un caso clínico de hipertiroidismo felino. En él, se describe la evolución en el tiempo de la enfermedad (relacionado
con el crecimiento del tumor tiroideo) y se discuten los posibles tratamientos. El tratamiento de elección (gold standard) para esta
patología es el yodo radiactivo (I131)1, 2, que hasta la fecha no estaba disponible en España, lo que hace que éste sea el primer
caso tratado en nuestro país. La dosis administrada no es fija, sino que se ha empleado un método que permite calcular la mínima
dosis eficaz individualizada a cada paciente. Está demostrado que así se reduce la incidencia de hipotiroidismo iatrogénico 3, 4.

Historia y examen físico Diagnóstico diferencial

En octubre de 2014 acude a nuestra consulta una gata
esterilizada, de raza Sagrado de Birmania, de 11 años de edad,
con un cuadro de diarrea de intestino delgado de un mes de
duración. Los propietarios refieren además la existencia de
vómitos esporádicos y un cambio de comportamiento, que
ahora es más irascible. El animal presenta pérdida de peso a
pesar de tener buen apetito.
Durante la exploración física apreciamos mala calidad del pelo,
baja condición corporal (2/ 5) y pérdida de masa muscular
ligera. La palpación cervical evidencia la existencia de dos
nódulos de pequeño tamaño (2 y 3 mm de diámetro) a ambos
lados de la tráquea (figura 1).
Hipertiroidismo, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica y
enfermedad inflamatoria/linfoma intestinal.
Plan diagnóstico y evolución
Se realiza análisis de sangre, en el que se observa un valor de
T4 total en suero (TT4) de 5,7 μg/dl (rango de referencia 0,9-
4,7 μg/dl). El resto de parámetros permanecen dentro de la
normalidad. Así mismo se realiza radiografía torácica, ecografía
abdominal y analítica de orina, sin alteraciones relevantes.
La medición de la presión arterial mediante sistema Doppler
resulta igualmente normal. Se confirma por tanto el diagnóstico
de hipertiroidismo felino. 5

Casos clínicos - 25
Figura 1: paciente antes del tratamiento con I131, dos años después del diagnóstico de hipertirodismo.

Durante los dos años posteriores al diagnóstico se observa un
aumento en el tamaño de los nódulos tiroideos en correlación
directa con el aumento del valor sanguíneo de TT46,7. Así mismo,
se produjo una pérdida de peso gradual y se incrementaron los
valores de presión arterial, lo que denota la cronicidad de la
patología (tabla 1) 5.
Tratamiento
Después del diagnóstico inicial en octubre de 2014, se inició
una terapia oral con metimazol a una dosis de 2,5 mg cada
12 horas, pero rápidamente nos vimos obligados a retirar el
medicamento debido a la aparición de efectos secundarios,
principalmente vómitos y anorexia. El propietario rehusó el
tratamiento con metimazol en gel transdérmico. Se comenzó
entonces a emplear una dieta baja en yodo (y/d Hills), pero la
paciente rechazó el nuevo alimento y las veces que lo tomó le
produjo diarreas severas.
Llegados a este punto, la siguiente opción disponible en
España hasta el momento era la tirodectomía, pero para
poder realizarla con seguridad era imprescindible realizar
una gammagrafía tiroidea. La gammagrafía tiroidea es una
técnica de diagnóstico por imagen en la que, tras inyectar
un isótopo radiactivo (en este caso pertecnetato) se obtiene
información tanto anatómica como funcional del tejido tiroideo,
independientemente de su localización. Esto permite localizar
y tipificar (unilateral o bilateral) el tejido tiroideo afectado y
evidenciar la existencia de nódulos intratorácicos, tejido

Peso Palpación nódulos Tensión arterial TT4

(Kg) (mmHg) (0,9 - 4,7 μg/dl)
Octubre 2014 4,46 1 - 3 mm (grado 1) 150 5,71
Marzo 2015 4,4 5 - 8 mm (grado 3) 165 8
(Gamma 1)
Noviembre 2015 2,8 8 - 12 mm (grado 4) 150 13,7
Septiembre 2016 2,7 12 - 25 mm (grado 5) 190 13,8
(Gamma 2)

Tabla 1: datos de la paciente. Se aprecia el carácter evolutivo del hipertiroidismo: al aumentar de tamaño los nódulos tiroideos se observa cómo aumenta
la concentración de TT4 7. Por este motivo, los síntomas de la enfermedad son cada más evidentes (pérdida de peso y aumento de la tensión arterial).
Para realizar la medición de los nódulos mediante palpación se utiliza el sistema de gradación descrito por Boretti y colaboradores6.

26 - Revista Científica Española de Medicina Interna de Pequeños Animales

tiroideo ectópico y metástasis8, 9. Con intención de programar
una tiroidectomía, se realizó a la paciente un estudio mediante
gammagrafía tiroidea en el que se pudo observar un aumento
de captación de pertecnetato en ambos lóbulos tiroideos,
siendo esta imagen compatible con adenomas tiroideos
bilaterales (figura 2). Puesto que la extirpación quirúrgica de
ambos lóbulos tiroideos produciría hipotiroidismo iatrogénico
y un elevado riesgo de hipoparatiroidismo2 el propietario
descartó la intervención. En ese momento el tratamiento con
yodo radiactivo no estaba disponible en España, por lo que
intentamos iniciar de nuevo una terapia oral con metimazol
a una dosis más baja combinada con antiemético de acción
central (maropitant) para el control de los vómitos, pero la
paciente seguía sin tolerar la medicación y fue necesario
suspenderla.
Un año y medio después, ante la posibilidad de tratar a la
paciente con I131 en nuestro centro, repetimos la gammagrafía
tiroidea para así poder calcular la dosis de I131 a administrar. El
tamaño de los nódulos había aumentado, incluso el izquierdo
estaba comenzando a introducirse en el tórax (figura 3).
Realizamos el cálculo de la dosis de I131 en base a los valores
hormonales (TT4 y T3), porcentaje de captación de tecnecio
(%TcTU) 9 y volumen de los nódulos medidos mediante la
imagen obtenida en la gammagrafía 1, 3. En este caso se
administraron 2,1 mCi de yodo radiactivo por vía subcutánea,
que resulta significativamente menor a la empleada en aquellos
centros en los que se trabaja a dosis fijas (3 - 4 mCi por gato).
Además, a las 24 y 48 horas, realizamos una medición de la
radiación (medición externa con un detector ambiental Geiger)
para determinar el porcentaje de captación por el tiroides del
I131 administrado, siendo del 44% y 35% respectivamente,
con lo que no fue necesario administrar más dosis de I131. La
paciente permaneció en nuestras instalaciones especialmente
diseñadas para cumplir las medidas de protección radiológica
durante 5 días, momento en el que sus niveles de radiación
fueron considerados seguros para la convivencia en el hogar
con sus propietarios (figura 4).
Figura 2: gammagrafía tiroidea realizada a los 5 meses del diagnóstico de
hipertirodismo.
Pronóstico
El pronóstico del hipertiroidismo depende del tratamiento
utilizado y de la existencia o no de patologías concomitantes.
En estudios anteriores se habla de 2 años de supervivencia en
gatos tratados con metimazol, sin embargo en gatos tratados
con I131 la supervivencia supera los 4 años 10 y esto es debido
a que el I131 destruye el tumor, produciendo la curación de la
enfermedad.
Seguimiento
El protocolo utilizado consistió en una analítica completa,
incluyendo determinaciones hormonales (T4 total y tirotropina
canina –cTSH-) al mes, 3 y 6 meses de la administración de
I131. Además, a los 6 meses realizamos una nueva gammagrafía
tiroidea.
Al mes del tratamiento, la paciente ya tenía normalizada la
concentración de TT4. Además, se determinaron los niveles
de cTSH, puesto que la elevación de la cTSH es altamente
sensible y específica para detectar hipotiroidismo iatrogénico
en gatos 3, 4. Estos niveles hormonales permanecieron estables
a los 3 y 6 meses del tratamiento (tabla 2). Respecto a la clínica
de la paciente, había recuperado peso y masa muscular y
habían desaparecido los síntomas como vómitos e irascibilidad
(figura 6).
Con la gammagrafía de revisión pudimos confirmar que había
sido destruida la totalidad del tejido hiperfuncional y quedaba
tejido remanente sano en ambos nódulos tiroideos (figura 5).
Figura 3: gammagrafía tiroidea 18 meses después de la gammagrafía de
la figura 2 (23 meses después del diagnóstico).
Casos clínicos - 27
Figura 4: instalaciones en las que deben permanecer los gatos en aislamiento después de ser tratados con I131 en nuestro centro.

28 - Revista Científica Española de Medicina Interna de Pequeños Animales

 Peso Tensión arterial TT4 cTSH
(Kg) (0,9 - 4,7 μg/dl) (0,03 - 0,3ng/dl)
Pre tratamiento 2,7 190 13,8 <0,03
1 mes post 3 1,2 <0,03
3 meses post 3,32 1,5 <0,03
6 meses post 3,47 220 2 0,14

Tabla 2: datos de la paciente antes y después del tratamiento con I131.

Figura 5: gammagrafía tiroidea realizada a los 6 meses del tratamiento con I131.

Figura 6: paciente 6 meses después del tratamiento con I131.

Casos clínicos - 29
Discusión
El I131 es considerado el tratamiento de elección del
hipertiroidismo felino, ya que es un tratamiento definitivo
que destruye el tejido tumoral 1, 2. El hipertiroidismo felino
está producido por un tumor (generalmente benigno) de la
glándula tiroides 5. Existe una relación entre el tamaño del
tumor y la elevación de las hormonas tiroideas. 6 Además,
según avanza el tiempo desde el diagnóstico, se produce un
incremento en el tamaño del tumor, en la concentración de
la TT4 así como en la severidad de los síntomas 9. En el caso
clínico descrito, hemos podido evidenciar un aumento en el
tamaño del tumor mediante la gammagrafía (figura 3 y 5) y
una elevación en la concentración de la TT4 a lo largo de los
dos años desde el diagnóstico hasta el tratamiento con yodo
radiactivo. El aumento en la presión arterial se presenta en un
40% de los gatos que padecen hipertiroidismo y se debe a
los efectos sistémicos que produce la elevación crónica de
las hormonas tiroideas. Por ese motivo, es más frecuente
en gatos que padecen la enfermedad durante más tiempo,
como sucede en este caso clínico. 2 La hipertensión, una vez
resuelto el hipertiroidismo, puede persistir o normalizarse, en
función de si los cambios producidos por el hipertiroidismo son
permanentes o transitorios.
Equipos y procedimientos:
Análisis de sangre con T4 total en suero, Radiografía torácica, Ecografía abdominal y Analítica de orina, Presión arterial mediante
sistema Doppler, Gammagrafía tiroidea (pertecnetato), Yodo radiactivo (I131)
Frases destacadas:
“El I131 es considerado el tratamiento de elección del
hipertiroidismo felino, ya que es un tratamiento definitivo que
destruye el tejido tumoral 1, 2.”
“El aumento en la presión arterial se presenta en un 40% de los
gatos que padecen hipertiroidismo (.../...)”
“Tanto la medicación antitiroidea (metimazol, carbimazol) como
la dieta baja en yodo (y/d Hills) no detienen el avance del tumor.
Ambos son métodos no definitivos en los que sólo se controlan
los síntomas de la enfermedad, bien bloqueando la síntesis de
hormonas tiroideas o suministrando una cantidad mínima de
yodo en la dieta para así disminuir la producción hormonal
en el tiroides 2. Un 20% de los gatos no toleran los fármacos
antitiroideos por la presencia de efectos secundarios como
30 - Revista Científica Española de Medicina Interna de Pequeños Animales
Tanto la medicación antitiroidea (metimazol, carbimazol) como
la dieta baja en yodo (y/d Hills) no detienen el avance del tumor.
Ambos son métodos no definitivos en los que sólo se controlan
los síntomas de la enfermedad, bien bloqueando la síntesis de
hormonas tiroideas o suministrando una cantidad mínima de
yodo en la dieta para así disminuir la producción hormonal
en el tiroides. 2 Un 20% de los gatos no toleran los fármacos
antitiroideos por la presencia de efectos secundarios como
vómitos y anorexia o más graves como prurito facial, anemia
y trombocitopenia 2. La dieta baja en yodo debe ser exclusiva
para ser efectiva, además de ser el tratamiento menos eficaz
de los mencionados (posiblemente es más efectiva cuando las
elevaciones de la TT4 son moderadas) 1, 2.
Lo novedoso de este caso clínico es el sistema utilizado para
el cálculo de la dosis de I131 a administrar. Nuestro objetivo es
irradiar y destruir únicamente el tejido tumoral hiperfuncional,
sin que se vea afectado el tejido sano. Así, la frecuencia de
hipotiroidismo iatrogénico es menor que cuando se utilizan
dosis fijas de I131 1, 3.
vómitos y anorexia o más graves como prurito facial, anemia y
trombocitopenia 2.”
“Lo novedoso de este caso clínico es el sistema utilizado para
el cálculo de la dosis de I131 a administrar. Nuestro objetivo es
irradiar y destruir únicamente el tejido tumoral hiperfuncional,
sin que se vea afectado el tejido sano. Así, la frecuencia de
hipotiroidismo iatrogénico es menor que cuando se utilizan
dosis fijas de I131 1, 3.”
“El pronóstico del hipertiroidismo depende del tratamiento
utilizado y de la existencia o no de patologías concomitantes.
En estudios anteriores se habla de 2 años de supervivencia en
gatos tratados con metimazol, sin embargo en gatos tratados
con I131 la supervivencia supera los 4 años 10 y esto es debido
a que el I131 destruye el tumor, produciendo la curación de la
enfermedad.”
Bibliografía

1. Peterson ME, Broome MR. Radioiodine for hyperthyroidism.

In: Bonagura JD, Scansen B (eds): Current Veterinary
Therapy XVI. Philadelphia, Saunders Elsevier; 2018, in
press.

2. Xifra Rubio MP, Peterson ME: Hipertiroidismo felino. In:

Perez Alenza MD, Arenas C, Melian C (eds): Manual de
Endocrinología en Pequeños Animales -Segunda edición.
2018. Multimédica, Barcelona, España, 2018: 143- 192.

3. Peterson ME, Varela FV, Rishniw M. Individualized

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algorithm to reduce hypothyroidism without reducing
success. J Vet Intern Med (Journal of Veterinary Internal
Medicine); 2018, in press.

4. Lucy JM, Peterson ME, Randolph JF et al.Efficacy of

Low-dose (2 millicurie) versus Standard-dose (4 millicurie)
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Hyperthyroidism. J Vet Intern Med 2017;31:326–334

5. Peterson ME. More than just T4: Diagnostic testing for

hyperthyroidism in cats. Journal of Feline Medicine and
Surgery 2013; 15: 765

6. Boretti FS et al. Thyroid enlargement and its relationship to

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7. Peterson ME, Broome MR, Rishniw M. Prevalence and

degree of thyroid pathology in hyperthyroid cats increases
with disease duration: a cross-sectional analysis of
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8. Peterson ME, Broome MR. Thyroid scintigraphy findings

in 2096 cats with hyperthyroidism. Vet Radiol
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9. Peterson ME, Guterl JN, Rishniw M, Broome MR. Evaluation

of quantitative thyroid scintigraphy for diagnosis and staging
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of the percent thyroidal uptake of pertechnetate to thyroid-
to-salivary ratio and thyroid-to-background ratios. Vet
Radiol Ultrasound. 2016; 57(4):427-40.

10. Milner RJ, Channell CD, Levy JK, et al. Survival times
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methimazole, or both: 167 cases (1996-2003). J Am Vet
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develop azotaemia after radioiodine therapy. J Small Anim
Pract. 2017 Sep;58(9):519-530

Casos clínicos - 31

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