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Actividades Pre-congreso del I Congreso Nacional de Psicología “Psicología, Formación y Compromiso Social” a realizarse en

mayo de 2015. Conferencia “¿Para qué trabajar con grupos? Acerca de la utilidad de los Abordajes Grupales”, 29 de Agosto de
2014. Universidad Nacional de San Luis. Silvia Muzlera.

“¿PARA QUÉ TRABAJAR CON GRUPOS? ACERCA DE LA UTILIDAD DE LOS


ABORDAJES GRUPALES”

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Para citar este trabajo

1. Comencemos esclareciendo tres puntos.

Me pareció interesante e importante abordar este tema porque creo que es un asunto que
necesita de algún esclarecimiento. Podemos preguntarnos si sirve o si no sirve trabajar con
grupos, si son de utilidad o no los abordajes grupales. Y como para comenzar con este
esclarecimiento, existen tres puntos que me gustaría destacar,porque son tres áreas de cierta
confusión.

- El mismo vocablo para distintas formas de trabajo.

La primera tiene que ver con la utilización, en el campo de lo grupal, del mismo término para
designar distintas formas de trabajo.Entonces ésta es un área de confusiones a tener en
cuenta; tiene que ver con una problemática semántica.

Por ejemplo, utilizamos denominaciones como “grupo terapéutico” o“grupo de reflexión” para
actividades, tareas y técnicas de coordinación que son verdaderamente muy diversas y hasta
diría opuestas. De esta manera distintos profesionales pueden llevar a cabo ungrupo
terapéutico, pero aquello que hacen durante una sesión puede variar tanto entre ellos que
alguno puede decir, refiriéndose a la actividad de otro, que eso no es un grupo terapéutico.

Lo mismo sucede con los grupos de reflexión desarrollados desde la teoría psicoanalítica
vincular argentina. Fue un dispositivo delineado en la Asociación Argentina de Psicología y
Psicoterapia de Grupo en los años 70 por Alejo Dellarossa, Bernard y otros, como parte de la
formación en Psicoterapias de Grupos. Este dispositivo fue desarrollado con la intención de
poder abordar lo que inconscientementesucedíaentre los miembros de un grupo de formación,
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Para citar este trabajo: Muzlera, S. (2014, Agosto)¿Para qué trabajar con grupos? Acerca de la utilidad de los abordajes
grupales. Presentadoen las: Actividades Pre-congreso del I Congreso Nacional de Psicología “Psicología, Formación y
Compromiso Social”,Universidad de San Luis, San Luis, Argentina). Recuperado
de:http://silviamuzlera.wordpress.com/2014/11/16/para-que-trabajar-con-grupos/

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tanto por el hecho de estar agrupados como por el hecho de estudiar grupos. Es decir: era, y
lo sigue siendo, un dispositivo que va mucho más allá de juntarse a reflexionar. Sin embargo
el término se popularizó y actualmente es utilizado para una diversidad de reuniones que no
tienen que ver con el trabajo de los fenómenos inconscientes.

- Diversidad de disciplinas que trabajan con grupos.

Una segunda área de confusiones es la existencia de una diversidad de disciplinas


que utilizan el grupo para su trabajo.Por ejemplo, los educadores trabajan con grupos, al igual
que los trabajadores sociales, también en el ámbito deportivo, muchas acciones preventivas
en salud, en el área de las artes, como es el caso del teatro y por supuesto la disciplinaque
nos interesa justamente hoy que es la psicología. Pero cada disciplina tiene un objetivo y un
campo específico de abordaje.

La psicología de los grupos trabaja el área psicológica que se produce en un grupo de


personas. Me refiero a que el abordaje apunta a los fenómenos psicológicos, a los fenómenos
psíquicos, mentales o emocionales o, como diría Kaës, a la realidad psíquica de ese
conjunto.Esto, a mi entender, distingue al abordaje psicológico de los otros abordajes que
operan sobre la realidad material, no sobre la realidad psicológica; o que operan sobre
indicaciones sobre el mundo externo de los miembros y no sobre el mundo interno.

Me parece que tener en cuanta esta variable puede ser esclarecedor porque en la psicología
de los grupos se pueden utilizar una serie de elementos de otros campos, por ejemplo una
dramatización derivada del desarrollo artístico del teatro. Sin embargo dentro de un abordaje
psicológico grupal, se utiliza la dramatización, o la pintura, como un elemento intermediario,
como un eslabón que intermedia el trabajo sobre la realidad psíquica grupal. Por lo tanto,
cuando tomamos, en psicología de los grupos, elementos de otras disciplinas, estos
elementos o actividadesno constituyen nuestro objetivo, sino que son un puente conector que
nos permite llegar al objetivo que es el abordaje de la realidad psíquica grupal. Las llamadas
dinámicas de grupo utilizan una serie de procedimientos que tienen efectos psíquicos (como
los tienen muchas actividades) pero no siembre abordan el campo psíquico para su análisis y
elaboración.

Existe, en esta área, por lo menos actualmente, una cierta falta de esclarecimiento. La
existencia de talleres (y talleristas) en las instituciones de salud mental, realizando talleres de
teatro, pintura, carpintería, jardinería, etc., son una muestra de los efectos saludables de tales
actividades y del agrupamiento que se produce en ocasión de ellas. Sin embargo estos
talleres, con efectos benéficos (hasta podría decir efectos terapéuticos) no operan
directamente sobre la realidad psíquica grupal. Entonces digo que muchas veces los
psicólogos nos olvidamos que somos psicólogos y terminamos operando sobre otras
realidades grupales que no son la realidad psicológica.

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- Diversidad de teorías y técnicas psicológicas.

La tercera área de confusiones está dada por la diversidad de teorías y de técnicas, dentro de
la psicología, que trabajan con grupos. En esta charla yo me voy a centrar fundamentalmente,
y tomar como instrumentos, la teoría y la técnica derivadas del psicoanálisis vincular, porque
es en lo que yo estoy más formada, lo que más estudio y lo que mejor puedo compartir con
ustedes. Seguramente que existen, por lo que digo, una diversidad importante también en los
abordajes psicológicos y creo que lo más útil es que cada uno pueda dar cuenta de lo que
hace, cómo lo hace y para qué.

2. DESARROLLO CON CASOS. Seis ejemplos de abordajes grupales.

- La apertura psíquica hacia lo útil y hacia lo nocivo.

Volviendo al objetivo de este encuentro y al planteo inicial sobre si trabajar con grupos es útil
o no, podríamos dar una respuesta inicial y tal vez provisoria, como un primer paso:trabajar
con grupos puede ser tanto útil como nocivo. Lo digo porque lo que sucede en un grupo
puede tener ambos efectos.Si bien podríamos pensar que en todo grupo existe la
potencialidad de producir fenómenos útiles de desarrollo, de elaboración, también coexisten
momentos donde esto no es así y predominan otros aspectos que han sido denominados
burocratizados, fenómenos de detención de la movilidad, de detención del crecimiento, o
activos fenómenos destructivos.

Sabemos que desde el nacimiento el sujeto pertenece a un conjunto humano que lo precede,
lo significa, lo recibe y también lo limita y lo determina. Y teniendo esta idea como base,
derivamos de ella la posibilidad de que, estando el ser humano en un conjunto, perteneciendo
a un grupo, sigue teniendo en distintas medias la posibilidad de crear, de producir, realidad
psíquica interna. Es decir que así como el psiquismo humano se constituye, se forma, se
crea, a partir de un vínculo humano, también conserva la posibilidad a lo largo de su vida de
transformarse en ocasión del encuentro con otros; fundamento de la existencia de las
psicoterapias.

De allí la posibilidad de un trabajo grupal que deje un saldo positivo en el mundo interno de
cada uno de los participantes de esa experiencia. Es decir estamos hablando de un aparato
psíquico que conserva distintos grados, pero conserva, una apertura hacia el intercambio y,
justamente, hacia el cambio; transformaciones progresivas o regresivas.

-Los abordajes grupales como instrumentos.

Estoy hablando de abordajes grupales para referirme a un trabajo que puede realizar un
coordinador con un grupo, que es un trabajo técnico, que posee sus reglas y que es derivado
coherentemente de una teoría que fundamenta esa técnica.

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Los abordajes grupales son fundamentalmente un instrumento, son un medio para lograr algo,
un objetivo. En tanto partimos de la idea de que un abordaje grupal nace de la percepción de
alguna problemática, una demanda o dificultad que va a intentar resolver, se comprende que
el abordaje grupal no es algo que en sí mismo tenga valor, sino que el valor y la utilidad que
tiene va a estar referida al problema que intenta resolver. Dicho de otro modo, los abordajes
grupales sirven para ayudar a resolver un problema concreto que ha motivado la construcción
de una forma de trabajar con grupo. Entonces, esta forma de trabajar con grupo, a la que
llamamos dispositivo de abordaje grupal, va a estar en relación directa con el objetivo que
este dispositivo intenta resolver. Y ese objetivo va a tener que ver con una transformación o
cambio de sentido constructivo, progresivo o útil.

Por lo tanto todo abordaje grupal, todo dispositivo construido, va a tener una consistencia
relativa: no sólo relativa al grupoy relativa al contexto en el que el grupo se inserta, sino
fundamentalmente relativa al objetivo al que intente llegar.

Disponemos de formas técnicas modelo, como les decía recién: “grupo terapéutico”, “grupo
de reflexión”, “grupo de diagnóstico”, “grupo de discusión”, “taller de reflexión”. Estos son
modelos que a lo largo del devenir de la historia del trabajo con grupos, han podido
establecerse con algún nivel de estabilidad. Sin embargo estos modelos pueden ser
construcciones adaptables a cada situación porque, como les decía recién, son instrumentos,
no un fin en sí mismos.

Les voy a relatar algunos ejemplos donde uno puede decir tanto que el grupo o la reunión
grupal sirvió o no sirvió y en ambos casos uno puede tener razón.

- Ajustes en el dispositivo grupal. Ejemplo 1: grupos de medicación.

El primer ejemplo que quiero compartir con ustedes


se refiere a una experiencia que realiza un médico
psiquiatra en Nueva York, llamadoDavid Brook, que
se encuentra trabajando en una clínica psiquiátrica
con pacientes graves que necesitan ser medicados
y que viven en condiciones muy precarias, muchos
de ellos en las calles de los suburbios de la ciudad.
He desarrollado este ejemplo en extenso en un
trabajo anterior, “La técnica Grupal. Maniobrabilidad
de los elementos”.

En esta clínica Brook se propone intentar resolver


grupalmente el problema de la escasa adherencia
de los pacientes a la toma de la medicación. Eso se
había intentado previamente en varias ocasiones, sin resultados. Lo que se había hecho
consistía en un dispositivo al que llamaron “grupos de medicación”; se perseguía el objetivo
de lograr la adherencia de los pacientes al tratamiento farmacológico. El “grupo de

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medicación” consistía en citar a los pacientes para darles alimentos, cosa que los convocaba
intensamente, y ya que estaban retirando los alimentos, se aprovechaba la situación para
realizar un control indagando si habían tomado o no la mediación.

Se hicieron una serie de experiencias y la conclusión fue que los “grupos de medicación” no
servían. Esto podría decirse que era cierto en la medida en que aquellas reuniones grupales
no llegaban al objetivo por el que habían nacido que era, como les dije, la adherencia de los
pacientes al tratamiento farmacológico.

Lo que hace Brookes estudiar lo se venía haciendo bajo esta denominación “grupos de
medicación” y a partir de esta observación, modifica algunas condiciones técnicas. En lugar
de convocar a los pacientes para darles alimentos, él cambia esta idea por otra que tiene que
ver específicamente con el objetivo y de este modo cita a los pacientes para reflexionar
acerca de la toma de medicación.

Este cambio implica dejar de operar sobre la realidad material, y explicitar el objetivo de
operar sobre la realidad psíquica, es decir, sobre lo que para estos pacientes significa tomar
medicación, o el papel de la medicación en sus vidas. Al cambiar la convocatoriacambia y
focaliza el objetivo. Dejó de operar sobre la realidad material, la alimentación, y sobre la
conducta externa de control medicamentoso; aspectos que se siguieron realizando fuera de la
reunión grupal.

Operó también otrosajustes técnicos con respecto al número de miembros y a la selección.


Comenzó a trabajar con grupos pequeños, cara a cara, y seleccionó a aquellos pacientes que
tenían una mínima posibilidad organizativa temporal en su vida, de forma tal que la
adherencia a la medicación pudiera apoyar sobre esta capacidad yoica de planificación.

A partir de estas modificaciones técnicas, comenzó a lograr a lo largo de cierto tiempo, el


resultado esperado. A esta forma de trabajo también la denominó “grupos de medicación”, y
él podía decir “los grupos de medicación sirven”. Entonces nos podemos preguntar: ¿es de
utilidad el grupo de medicación? La respuesta depende de lo que se haga técnicamente con
el grupo bajo esta denominación. Los remito a la confusión semántica mencionada al inicio de
esta conferencia. Entonces las afirmaciones “sirve” o “no sirve”, ustedes se dan cuenta que
dependen de la construcción de esta herramienta que es el abordaje grupal.

Hace dos semanas en Mendoza se realizaron unas jornadas sobre grupo con la presencia de
Mirta Segoviano, una psicoanalista a quien yo respeto y admiro mucho, y hubo un espacio de
supervisión que compartimos varios profesionales. De los dos casos grupales que se
presentaron a discusión, ambospartieron de la base de que las actividades grupales que se
venían haciendo precedentemente no servían o no daban los resultados esperados a juicio de
las instituciones involucradas. Una cosa llamativa, pero así fue. Con la autorización de mis
colegas comparto este material.

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-Ajustes en el dispositivo. Ejemplo 2: asambleas.

El primer caso fue el de una colega que trabaja en un hospital para trastornos mentales, en la
sala de mujeres y fue llamada para hacer las reuniones grupales con las mujeres internadas,
porque las “asambleas”, como
denominaban al dispositivo
utilizado, no daban resultado. Se
habían intentado durante muchos
años en distintas partes del
hospital, especialmente es este
pabellón, y dejaban de realizarse
porque los profesionales se
sentían frustrados al pensar que
tenían que satisfacer las
demandas de las pacientes, cosa
que les resultaba imposible.

Lo primero que se propuso esta


colega fue darse un tiempo, al igual que hizo Brook, para ver qué se había hecho hasta el
momento, y por qué no habían servido. Lo que hizo también fue ajustar algunos elementos
desde la técnica.

Cambió la denominación de “Asambleas” y definió el objetivo como “espacio para pensar


sobre la convivencia en el hospital”, es decir focalizó el “para qué” de la reunión. Lo otro que
hizo fue darle permanencia a los encuentros en cuanto a los días y en cuanto al horario. No
contaba con la estabilidad del lugar, puesto que por problemáticas institucionales la
localización de la reunión iba variando; entonces fijó el lugar a través de un cartel con el cual
convocaba a las pacientes, y ese cartel comenzó a ser algo así como un distintivo para el
grupo. La búsqueda activa de las pacientes para comenzar la reunión y el nombrarlas por su
nombre propio, fueron hechos que construyeron investiduras deseantes sobre ellas. Con
estos ajustes técnicos las “asambleas” comenzaron a funcionar como espacio de reflexión y
elaboración.

Entonces podemos preguntarnos ¿era cierto que las asambleas no servían? Sí, era cierto.
¿Empezó a ser cierto que las asambleas empezaron a servir y a ejercer efectos elaborativos
en las pacientes? Sí, eso también es cierto.

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- Ajustes en el dispositivo. Ejemplo3: grupo terapéutico

El otro caso que se presentó partió de la misma


base. En una institución dedicada al tratamiento de
las adicciones, se llevaba a cabo un espacio y una
actividad grupal que se denominaba “grupo
terapéutico”. Las autoridades plantearon que esto
no tenía ningún efecto benéfico sobre los
pacientes. Estoy hablando de intentos de
experiencias a lo largo de por lo menos tres años.

Esta colega, nueva en esta tarea, también hizo


algunas modificaciones sobre los elementos de la
construcción del dispositivo de abordaje,
especialmente sobre el modo de intervención.
Ajustó el tipo de intervención que el terapeuta tenía
y empezó a trabajar sobre la realidad psíquica y no
sobre el mundo externo de los pacientes, es decir
sobre el control de si los pacientes habían
consumido, cuánto habían consumido, con
quiénes, etc. La técnica terapéutica de la institución está basada sobre la suspensión de los
pacientes que no cumplen ciertas normativas, y exigen para su tratamiento la abstinencia
absoluta, con lo cual el control se hace necesario.

El cambio que operó esta colega se basó en el tipo de intervención. Pasó delcontrol sobre la
conducta (que quedó desplazado a otros espacios institucionales), a un tipo de intervención
sobre la vivencia acerca del consumo. Con esto, la reunión grupal comenzó a tener un efecto
verdaderamente terapéutico. Entonces ¿los grupos terapéuticos sirven? Alguien podría haber
dicho que no sirven. Pero no es el grupo lo que sirve o no, sino que lo que sirve o no sirve es
la construcción del dispositivo de abordaje.

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- Ajustes en el dispositivo. Ejemplo 4: grupo de padres

Entonces a través de estos


ejemplos y con estas cosas que
vamos compartiendo podríamos
decir que uno de los parámetros
importantes es que la utilidad del
encuentro grupal va a estar en
estrecha relación con la definición
del objetivo, es decir el “para qué”
trabajo con este grupo. ¿Trabajo
con este grupo para darle alimentos
o trabajo para esclarecer el sentido,
las fantasías que despierta la
medicación? ¿Trabajo para juntar a
las pacientes o para que reflexionen
sobre la convivencia? ¿Trabajo para cumplir con los requisitos de control sobre el consumo
de sustancias o trabajo para la elaboración psíquica de lo que significa una adicción? Los
remito a la segunda de las confusiones que menciono al inicio de esta conferencia.

Entonces el objetivo tiene que operar, dentro de la disciplina psicológica, sobre el


funcionamiento psíquico. El objetivo funciona como una brújula que nos orienta sobre la
comprensión de lo que está sucediendo.La importancia y la utilidad de definir bien el objetivo
la voy a explicar a través del ejemplo de lo que se denominan “grupos de padres”. Dicha
denominación me está diciendo algo sobre quiénes conforman el grupo, es decir sobre sus
miembros, pero nada me dicesobre el dispositivo con el cual se trabaja en estas reuniones.
Es decir que con esa denominación estoy nombrando un tipo de grupo, pero no un tipo de
trabajo. Por lo tanto un grupo de padres puede ser trabajado de distintas maneras.

Es muy común trabajar con estos grupos de padres en los hospitales pediátricos o en los
centros infantiles de salud mental. Una de las situaciones, bastante frecuente, es que cuando
se realizan grupos terapéuticos de niños, se realizan en paralelo “grupos de padres”. He
desarrollado este tema con anterioridad en el Tip N° 3 para la Coordinación de Grupos.

El objetivo, por lo general, es que los padres puedan elaborar, trabajar, pensar o reflexionar,
sobre su vínculo con los hijos, es decir sobre cómo son como papás. Partiendo de la hipótesis
de que si el chico tiene alguna perturbación psicológica, dicha perturbación tiene que estar
enlazada con algún tipo de dificultad en el rol materno o paterno. Entonces éste sería el
objetivo delineado con bastante claridad.

Los grupos que yo he visto y por los que me han consultado, suelen ser grupos con papás
jóvenes de zonas sociales problemáticas, carenciadas. Son papás que en su mayoría tienen

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una serie de demandas y necesidades. Y es muy común, que en la reunión grupal, comiencen
a ocupar el primer plano otros asuntos, como por ejemplo, la vida laboral o la vida de pareja,
la vida sexual, los embarazos, los problemas económicos.

Ante esto, los coordinadores suelen referir que los papás “se van por las ramas”, y la
preocupación de estos profesionales suele ser cómo dirigir al grupo al objetivo inicial: que
reflexionen sobre su rol de padres. O se plantean la posibilidad de trabajar a demanda de los
padres y dedicar las reuniones a reflexionar sobre esas otras problemáticas que traen.Yo diría
que ninguna de las dos opciones va a resultar de utilidad. Digo esto para focalizar también e l
objetivo de esta charla: ¿Cuándo es útil y cuándo no? ¿Qué es útil y qué no en los grupos?

En una reunión grupal desde el punto de vista del psicoanálisis, no existiría el “irse por las
ramas” como un problema. Este aspecto lo he desarrollado detalladamente en un escrito
anterior, el Tip N° 10. Si tenemos claramente definido el objetivo, si estos papás han sido
convocados para reflexionar sobre su rol como padres y comienzan a plantar otras
problemáticas, la definición del objetivo que el coordinador tiene en su cabeza, le sirve como
una brújula, un hilo conductor, para comprender lo que está sucediendo en ese momento en
el grupo. Por ejemplo puede construir la comprensión en su cabeza, de que estos papás
tienen tantas problemáticas que abruman sus pensamientos que les resulta difícil ocuparse
verdaderamente de sus hijos, y que una de las dificultades que tienen en el vínculo con sus
hijos, es que no tienen figurado en su espacio psíquico el vínculo como tal, con peso, con
importancia; puedo pensar también que aún son más hijos que padres, etc., etc.

Si yo puedo arrojar esta comprensión, puedo trabajarla con el grupo y por tanto trabajar
sobre el objetivo propuesto. Es entonces el objetivoel que me va a brindar la claridad para
comprender e intervenir. Recordemos que la intervención es un derivado de cómo
comprendo, como coordinador, lo que está sucediendo en el grupo y por supuesto que el
modo de comprender va a ser un derivado de la teoría que sostengo.

Entonces éste es un ejemplo de cómo poder transformar en “útil” un dispositivo de abordaje.


Porque si, como coordinador, atiendo las otras problemáticas, lo que estoy haciendo es
repetir el problema de la “no existencia psíquica”del hijo. Por lo tanto sería una intervención
que agravaría la disfunción. En este caso diría: no sirve.

Si doy una indicación: “volvamos sobre el punto”, los papás van a obedecer pero no voy a
resolver el problema por el que se los ha reunido. Entonces el “irse por las ramas”, no es un
problema, es un fenómeno grupal que tiene que ser entendido a través de un dispositivo de
comprensión que me lo va a dar el objetivo.

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Ajustes en el dispositivo. Ejemplo 5: grupo de maestras.

Otro punto importante a tener en cuenta es la utilidad de clarificar el campo de abordaje. Me


refiero a que todo grupo vivencia un interior, una frontera y un exterior al grupo.

Puedo definir, como coordinador, que el


campo de abordaje sea el interior del
grupo, los vínculos entre los miembros. Es
el caso de los grupos de trabajo que no
logran efectividad por el nivel de conflicto
entre los miembros.

Puedo definir, en segundo lugar, que el


campo del trabajo psicológico sea la
frontera que separa el interior del exterior
del grupo y trabajar fenómenos de
pertenencia, de inclusión, de pérdida de miembros, de ingreso de nuevos miembros, nuevos
armados grupales como sucede en las empresas donde ingresan y egresan miembros a los
equipos de trabajo. Entonces yo estoy trabajando sobre lo que psicológicamente significa
quiénes están adentro y quiénes están afuera.

Por último, también puedo definir el campo de trabajo sobre cómo el grupo enfrenta una
problemática externa. Como ejemplo de esto último puedo mencionarles una situación que
trabajamos en una cátedra, en la facultad de psicología de Mendoza, en donde el elenco de
teatro de la facultad colabora con nosotros y representa, ante los alumnos, una situación en
donde las maestras de una escuela, junto con la directora, tienen la dificultad para elegir al
abanderado porque el obstáculo está dado por la presión que sienten de un personaje muy
poderoso de la comunidad cuyo hijo está al borde de ser abanderado pero le faltan unos
centésimos. Entonces el debate está sobre el vínculo que el grupo tiene con un elemento
externo, que es el factor de poder y de presión de este personaje de la comunidad.

Definir el campo es importante y es un elemento a tener en cuenta, porque una vez que se
define este campo de abordaje, los otros campos permanecen como en la oscuridad. Por
ejemplo, en este grupo de maestros no es de utilidadalumbrar la competencia que pueda
haber entre ellos, las envidias recíprocas, las colaboraciones, las alianzas. Sino que lo útil se
centra en dirigir las intervenciones hacia el vínculo que la institución tiene con este personaje
de la comunidad vivido como todopoderoso.

- Ajustes en el dispositivo. Ejemplo 6: el grupo vacío.

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El último elemento que voy a mencionar es
la utilidad del análisis de la demanda y de
la convocatoria. Y aquí quiero relatarles
algo que a veces llamamos el “grupo
vacío”. Es esa experiencia que teme todo
coordinador de grupo y que a veces se
convierte en realidad, y consiste en que,
llegada la hora y el lugar de la reunión, no
asiste ningún miembro, entonces se
encuentra el coordinador esperando y no
puede realizar la reunión porque nadie
asiste.

Esto puede suceder por múltiples causas pero una de ellas tiene que ver con
cómo el coordinador ha pensado el análisis de la demanda, el análisis del problema existente
que planteaba yo al principio cuando hablaba del dispositivo como instrumento, y cómo hizo la
convocatoria, si es que pudo hacerla.

Recuerdo que en una oportunidad nos reíamos juntas con una colega que intentaba con
mucho esfuerzo llevar adelante un taller para trastornos de sobrepeso y había puesto el taller
inmediatamente luego de la clase de natación “para que no se le escaparan las participantes”,
quienes, desde la zona de duchas habían encontrado una salida hacia la calle al modo de un
“túnel de escape”. Era un “grupo vacío”.

Más allá de lo gracioso que nos pudo resultar la situación, juntas pensamos en cómo había
sido armado ese “taller”. En el análisis que hicimos de la demanda, quedó en evidencia que el
deseo predominante que estaba en juego era el deseo de la coordinadora, pero no de las
participantes, quienes estaban más interesadas en bajar de peso, en la dieta, en su cuerpo,
en esta realidad material, que en considerar que la obesidad podía tener que ver con factores
psicológicos; y si en algunos casos esta consideración tenía lugar, no existía más disposición
que la que tenían para hacer dieta y ejercicios físicos. Entonces tenemos algunas cosas que
pensar en cuanto al ajuste del dispositivo: en cuanto al objetivo podríamos decir que “el taller
de obesidad” planteaba un objetivo físico, material y no era sentido como “el taller de reflexión
sobre las vivencias que implica la obesidad” o algo así. En cuanto a la demanda se podría
pensar en que tal vez era necesario realizar un trabajo previo e indagar si se podía despertar
una demanda psicológica o no. En cuanto a la convocatoria, si bien estaba bien dirigida, caía
en saco roto por la ausencia de demanda.

Es un ejemplo en donde podemos pensar acerca de la representación psíquica que tiene el


coordinador sobre el grupo. No es lo mismo el grupo “de la cabeza del coordinador”, que el
grupo real.

3. ALGUNA CNCLUSIÓN. Sólo una.

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Por lo tanto vuelvo a la idea inicial de preguntar: ¿es de utilidad trabajar con grupos? Por
supuesto que puede serlo, tanto como puede ser inútil. Esto depende fundamentalmente de
pensar que los abordajes grupales son un instrumento, y no un fin en sí mismos: no se trata
de “hacer un taller”, sino que se trata de “provocar un efecto de elaboración psíquica en los
participantes de un taller”.

Es un instrumento, un medio para lograr un fin. Y si dicho


medio y dicho instrumento están construidos de manera
técnica y basados en una teoría que sostenga dicha
técnica, pueden ser de utilidad y de muchísima utilidad,
porque el trabajo con grupos es un trabajo que,
técnicamente armado, es de alta efectividad e
institucionalmente tiene, además, un ahorro en recursos
humanos, una cobertura amplia de destinatarios, y un
ahorro de tiempo comparado con los tratamientos
individuales. Por supuesto que hay indicaciones y
contraindicaciones a tener en cuenta para los trabajos
grupales. No puede aplicarse para todo y para todos. Sin embargo es un instrumento, en
principio, que puede ser muy útil.

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