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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA

FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA

UNEFA – NÚCLEO CARACAS

INGENIERÍA CIVIL

RÉGIMEN NOCTURNO

MARCO LEGAL PARA EL EJERCICIO DE LA INGENIERÍA

PRINCIPIOS DEL DERECHO


MERCANTIL

PROFESOR: ESTUDIANTE:

Dra. Gloria Otero Brayan A. Malave G. C.I. 26.597.110

CARACAS, DICIEMBRE DE 2021


Principios del Derecho Mercantil

El Derecho Mercantil es una rama del derecho privado que se encarga de regular la
actividad y obligaciones de los comerciantes en sus operaciones mercantiles y los actos de
comercio, aunque sean ejecutadas por no comerciantes.

A medida que ha ido avanzando el Derecho Mercantil, han surgiendo una multiplicidad de
principios, los que a continuación mencionamos los llamaremos, principios tradicionales:

1.- Presunción de Buena Fe. Es el modo sincero con que se procede en cada acto, contrato y/o
actividad de naturaleza mercantil, procurándose el mejor bienestar de que se cumpla lo que se ha
establecido en los contratos de naturaleza mercantil, sin engañar ni dañar a ninguna de las partes.

2.- Verdad Sabida. Se presume que las partes contratantes o intervinientes en una actividad
mercantil, saben y conocen la verdad y el alcance de sus derechos y obligaciones mercantiles.

3.- Presunción de que toda prestación es onerosa. Toda prestación se presume onerosa, nada es
gratuito, sino que todo debe tener una contraprestación económica. Es decir, siempre deberá existir
un pago por lo que se desempeña ya que esa es la satisfacción al realizar la actividad, recibir una
gratificación económica.

4.- Intención de lucro: En el actuar del comerciante siempre hay la intención de obtener una
ganancia en su ejercicio, lo que al postre es la compensación del riesgo corrido en el negocio.

5.- Orden Público: El Derecho Mercantil vela por el bienestar y la sana convivencia de los
ciudadanos dentro del ámbito comercial.

6.- El equilibrio de intereses confluentes. Dentro del orden comercial las dos partes tienen intereses
dentro de los actos comerciales.

Otra tendencia marcada en la evolución y desarrollo del Derecho Mercantil, son los
principios clásicos:

1.- Principio de la autonomía de la voluntad. Este principio faculta a cualquier persona, natural o
jurídica, a que decida según su deseo y conveniencia, si desea o no tener alguna relación contractual
o comercial con otra persona. El mismo supone que el ordenamiento jurídico privado no impone
moldes preestablecidos en cuanto al tipo de relaciones jurídicas que puedan surgir, sino que deja en
manos de los propios interesados la regulación de sus intereses de común acuerdo, obviamente,
teniendo en cuenta las normas que la regulan y principalmente que no contraríen el orden público y
las buenas costumbres.

2.- Principio de la libertad de las formas contractuales. Este principio responde a exigencias
derivadas de la máxima circulación y producción de riqueza. Las partes tienen, de acuerdo a este
principio, libertad para manifestar su voluntad del modo que estimen más adecuado para satisfacer
sus intereses, pues cualquier manifestación tiene, por lo general, relevancia jurídica de manera que
sea naturalmente idónea para hacer conocer la voluntad de contratar. Por otro lado, mientras más
rápidamente circule la riqueza y cuantas más prestaciones sean ejecutadas, tanto mayor será la
contribución que aportarán al desarrollo económico en su conjunto, y a la prosperidad.

3.- Principio de la Solidaridad Pasiva y Activa. Este es un modo de ser especial de las obligaciones.
Se denomina solidaridad Activa, cuando se opone a la división del crédito, ésta existe entre
acreedores. Cada acreedor puede exigir y percibir del deudor la totalidad de la deuda. Se denomina
Pasiva cuando se opone a la división de la deuda, existe entre deudores en virtud de la convención,
del testamento o de la ley puede exigirse a cada uno de los deudores la totalidad de la deuda; el
deudor puede hacer el pago a cualquiera de los acreedores.

4.- El principio de la Buena fe. Éste posee una naturaleza imperativa frente a la potestad que tienen
las partes al contratar, cuando se habla de un contrato de buena fe, se está haciendo alusión a
aquellos contratos que obligan no simplemente a la prestación sino, más bien, a todo aquello que en
miras a las circunstancias concretas y de acuerdo a la buena fe, se puede esperar del contrato.
Luego, el principio de la buena fe debe ser entendido como aquel carácter de fidelidad en el cual se
establecen la firmeza y la veracidad de las palabras entendidas desde el ámbito del deber de
cooperación.

5.- Principio de la Autodeterminación. Se refiere a la autodeterminación contractual. Aparece como


el poder ético de asumir obligaciones y cerrar contratos, es decir, puede concebirse como esa
capacidad de satisfacer las exigencias del derecho, implicando que el hombre no estando limitado
en su capacidad jurídica se puede decidir a favor de lo legal y en contra de lo ilegal y encaminar su
comportamiento según las normas del deber ser jurídico, sustrayéndose a lo que está prohibido en
derecho, es decir, elegir optar entre el bien y el mal jurídico.

6.- Principio de la Libertad Contractual. Es la facultad que se reconoce a los particulares como
consecuencia del principio de autodeterminación para concluir contratos y de esta manera obligarse
a sí mismos y a otros jurídicamente. Se refiere a la autonomía privada, los contratantes, con
consentimiento bilateral o acuerdo, regulan sus intereses recíprocos, tratándose de bienes y servicios
que movilizan la economía, asentada ésta a su vez en los principios de autodeterminación y
autorresponsabilidad.

7.- Principio de la Libertad de la Forma. La regla general en el derecho comercial moderno y sólo
en casos excepcionales se exige el cumplimiento de una formalidad determinada, ya que uno de los
principios orientadores del comercio, es que la forma del contrato deberá ser libre, o sea, el contrato
podrá realizarse mediante la utilización de cualquier instrumento o medio idóneo para la misma.

8.- Principio de la Fuerza Obligatoria. Este principio esencial a todos los contratos, se encuentra
enmarcado en la máxima según la cual, los contratos una vez pactados deben cumplirse. Ha sido un
concepto general el que los particulares son libres de obligarse como quieren, pero cuando se
obligan, se obligan de verdad, en otras palabras, lo que han elegido libremente se convierte en
riguroso vínculo de su comportamiento y si violan la palabra empeñada, responden de ello y quedan
sujetos a una sanción.

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