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UNIDAD 3: LA INVESTIGACIÓN Y LA EXTENCIÓN DESDE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA (1era parte)

Autora del Resumen de Cátedra: Aspirante a la docencia e investigadora: Abog. Silva, Alicia
Noelia- Cátedra de Sociología Jurídica (Enc. De Cátedra Profa. Larisa Moris) – Año 2020

Para Carrera de Abogacía Plan 2000 y Plan 2018 FDyCS UNT

Para el estudio de esta unidad, primeramente, abordaremos los conceptos básicos de


la “Metodología de la Investigación científica”, que nos permitirá adentrarnos en el estudio de
la “Metodología de la Investigación desde la sociología jurídica”.

Lo que sigue a continuación es un resumen sistematizado del trabajo de diferentes


autores, el cual se realizó con el fin de facilitar el estudio de la bibliografía utilizada en la
cátedra

¿QUÉ ES LA METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA?

La metodología de la investigación es la teoría o ciencia del método. Esta disciplina


científica, permite conocer y comprender los métodos por los que la ciencia obtiene las
pruebas que apoyan las afirmaciones de su conocimiento, así como su alcance y limitaciones
en el mundo real.

Los temas centrales del saber metodológico se refieren “al estudio y evaluación de las
relaciones entre los cuerpos teóricos disponibles, la evidencia empírica de los fenómenos
estudiados, y las actividades que involucra el método por el cual se relacionan ambos tipos de
información”. De ese modo, la metodología señala los procedimientos aceptados como válidos
por la comunidad científica para ampliar los conocimientos disponibles. Además, provee reglas
que el investigador debe tomar como criterios y normas para conducir el proceso de
investigación, reglas para interpretar las observaciones, y reglas para obtener conclusiones.

Un rasgo particular de la metodología es que sus desarrollos teóricos son realizados


por los mismos científicos al investigar en sus campos disciplinares. Por lo que, es un saber que
se va modificando en relación con la aparición de nuevas técnicas, de nuevos instrumentos, de
nuevos modelos conceptuales y de modos innovadores de indagar los fenómenos de la
realidad. Gran parte de los saberes metodológicos y de las reglas procedimentales han sido
establecidos por los mismos científicos disciplinares.

De acuerdo a todo lo expresado podemos señalar que la metodología de la


investigación científica, hace referencia a un nivel de investigación que aspirar a
“comprender” los procesos de investigación desarrollados en el ámbito de la ciencia. Siguiendo
a Kaplan (1964) podemos decir que la metodología de la investigación es el estudio
(descripción, explicación y justificación) de los métodos utilizados por los científicos para
producir nuevos conocimientos.

1- EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

No existe persona que no posea algún tipo de conocimiento sobre algo, y menos aún
en nuestro sistema actual en el que adquirimos de manera consciente e inconsciente, un

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cúmulo de información proveniente de diferentes fuentes. Según sostiene Ernest Nagel, los
hombres adquieren gran cantidad de información acerca de su medio ambiente, aprendieron a
reconocer sus alimentos, descubrieron el fuego y adquirieron la habilidad de transformar las
materias primas en refugios, vestidos y utensilios. También descubrieron las artes de cultivar el
suelo y de gobernarse, lo que demuestra que la adquisición de conocimientos confiables
acerca de muchos aspectos de la vida y del mundo no comenzó con el advenimiento de la
ciencia moderna y del uso consciente de los métodos.

Todos los tipos de conocimientos que adquirimos proceden de nuestra actividad


cognitiva. Sin embargo, no todos revisten el carácter de científico. En nuestra vida cotidiana
utilizamos conocimientos científico-tecnológicos, conocimientos de sentido común,
conocimientos mítico-religiosos, etc. Esos conocimientos no están tan aislados y
perfectamente delineados y delimitados en su aplicación como a veces queremos creer; sino
que se superponen e interactúan entre sí configurando nuestro modo de pensar individual. Es
necesario comprender que estamos atravesados y construidos (intelectualmente) por
diferentes tipos de saberes, cada uno de los cuales poseen sus propias características.

Conocemos la realidad utilizando diferentes modos de aproximarnos a ella. Cada uno


de esos modos permite construir diferentes tipos de conocimiento. El conocimiento vulgar o
de sentido común es producto de un largo proceso de aprendizaje social transmitido a través
de sucesivas generaciones. La base de este conocimiento es la observación de los fenómenos y
el establecimiento de ciertas regularidades a partir de sucesivas pruebas de ensayo y error. El
criterio que puede aducir de su validez es el de la experiencia sensitiva (es así porque lo veo) y
el del aprendizaje social (es así porque así me lo enseñaron y me dijeron que así era). En
cuanto a la forma de obtención se lo caracteriza como sensible, ya que se obtiene a partir de
las vivencias, las emociones de la vida diaria y las percepciones sensoriales que recibe el sujeto
en las actividades que realiza habitualmente. Otra característica que se le atribuye es su
carácter subjetivo en la medida en que es el propio sujeto el que organiza las experiencias y
realiza generalizaciones y conclusiones sin atender a reglas o normas estandarizadas.

Ahora bien, para que un conocimiento revista el status de científico debe ser el
producto de un método científico. Todo investigador acarrea, previo a la investigación, un
conocimiento no especializado. La diferencia entre el saber común (o vulgar) y el conocimiento
científico es de grados, ya que la ciencia es producto de la actividad humana a través del
tiempo, y de profundizaciones y sistematizaciones que el mismo hombre aplica para
transformarla en conocimiento científico a través de la investigación científica y utilizando los
procedimientos lógicos metodológicos que cada rama del saber requiere. Parte del sentido
común de hoy día es resultado de la investigación científica de ayer. La ciencia, en resolución,
crece a partir del conocimiento común, de hecho, la investigación científica empieza en el
lugar mismo en que la experiencia y el conocimiento ordinario dejan de resolver problemas o
hasta de plantearlos.

El conocimiento científico tal como lo entiende la ciencia contemporánea, es un modo


de conocimiento que se ha desarrollado en los últimos siglos de la historia de la cultura
occidental. Entre los cánones que se le exige a este conocimiento para ser adjetivado como
científico, hay dos características que le dan su especificidad y de las cuales se derivan otros

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rasgos específicos:

1) El conocimiento científico es producto de un proceso sistemático de contrastación


entre una teoría o modelo teórico y datos empíricos obtenidos de la realidad. La única manera
válida de considerar un conocimiento como científico es que sustente la verdad de sus
afirmaciones en evidencias obtenidas en la realidad, ofreciendo pruebas empíricas, lógicas y/o
matemáticas.

2) Para su obtención hay que seguir una serie de procedimientos establecidos que
permitan evaluar su validez. Es decir que el conocimiento científico se basa en la aplicación de
un método de investigación, método que permite no sólo construir conocimientos sino evaluar
su validez y aplicabilidad.

2- EL MÉTODO CIENTÍFICO

La palabra Método, deriva del griego methodos, que significa “camino” o “sendero”
que se ha de seguir para alcanzar un fin propuesto. En el caso de la ciencia la finalidad del
método sería la producción de conocimiento. El método sería, entonces, un modo de proceder
estructurado para lograr conocimiento. Pero no cualquier tipo de conocimiento, sino
conocimiento científico.

Hablamos de método científico para referirnos al conjunto de procedimientos que,


valiéndose de los instrumentos o técnicas necesarias, aborda y soluciona un problema o un
conjunto de problemas de conocimiento. El método científico se convertiría en una “estrategia
consciente” encaminada a solucionar problemas planteados por el investigador con un fin
determinado.

Durante muchos años predominó la idea de la existencia de un único método


científico, común a todas las disciplinas científicas. Esta pretensión se relaciona con una
concepción normativa del método. Es decir, se interpretaba el método científico como un
sistema de normas, leyes o prescripciones, de cuyo cumplimiento formal podía derivarse la
cientificidad del saber. Este modo de entender el método científico, fue en parte producto de
la hegemonía del modelo de investigación de las ciencias naturales, que pretendieron
imponerlo como patrón normativo para todas las demás ciencias.

Actualmente predomina la concepción que defiende el pluralismo metodológico, es


decir la aceptación de que hay múltiples métodos para producir conocimiento científico, todos
ellos válidos y eficaces para hacer avanzar la ciencia. Este pluralismo se justifica por el hecho
de que existen diferentes objetos de estudio, que poseen particularidades propias que estudia
cada disciplina, por lo que requieren de procedimientos metodológicos diferentes, ya que su
naturaleza también lo es.

Si el pluralismo acepta la diversidad metodológica para elaborar conocimiento


científico, ¿cómo podemos definir el método científico?.

Podemos hablar de método científico en un sentido genérico para identificar un


conjunto de procedimientos mediante los cuales se contrastan modelos teóricos con
referentes empíricos, con el fin de producir conocimiento científico. Este sería un rasgo común

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a la variedad de métodos de investigación, independientemente de las estrategias lógicas y
metodológicas en que se sustentan.

Desde esta concepción amplia de método científico podemos identificar tres


elementos constitutivos cuya exposición no implica un orden jerárquico. Esos elementos son:

1) un conjunto de modelos teóricos relativos a determinados fenómenos de la


realidad;

2) un conjunto de referentes empíricos o datos extraídos de la realidad; y

3) un conjunto de procedimientos orientados a confrontar o contrastar ambos


sistemas de representación de la realidad, para elaborar modelos teóricos.

De esa manera el método científico sería el conjunto de procedimientos que permiten


abordar un problema de investigación con el fin de lograr unos objetivos de conocimiento
determinados. Sus pasos se podrían aplicar tanto a las investigaciones experimentales como a
las investigaciones sociales, a las ciencias de la naturaleza, de la conducta, de la sociedad o a
las disciplinas humanísticas.

El fin del método científico es la producción de conocimiento veraz, confiable y


fundamentado acerca de la realidad.

El conocimiento elaborado requiere la satisfacción de tres requisitos. El primero de


ellos es la veracidad, es decir que pueda afirmarse que es verdadero. Un enunciado es
verdadero cuando remite a alguna evidencia empírica, a alguna forma de demostración lógica
y/o matemática, o a ambas. El concepto de verdad de las teorías debe entenderse como
verosimilitud de las afirmaciones teóricas, más que a un ajuste especular entre la realidad y los
modelos teóricos (siempre imperfectos) que intentan describirlos y explicarlos. El segundo
criterio es la confiabilidad, es decir que se pueda confiar razonablemente en que los datos
empíricos en que se fundamentan los enunciados teóricos no poseen errores o distorsiones. Si
existiesen dudas sobre la confiabilidad de los datos, no podría afirmarse la validez de los
hallazgos de investigación, ni la verdad de los enunciados. La confiabilidad es, por todo lo
dicho, un atributo predicable de los datos empíricos. El tercer criterio que debe cumplimentar
el saber científico es el estar fundamentado. La fundamentación tiene tres fuentes: la de las
teorías y modelos conceptuales propios de la disciplina; la de las reglas lógicas de construcción
del conocimiento; y la evidencia empírica que sostiene los hallazgos de investigación y los
enunciados derivados de ellos.

El método científico es sistemático en tanto que los procedimientos que establece se


vinculan unos a otros conformando una unidad o totalidad, en la que cada parte guarda
relación con el todo y en la que cada actividad contribuye al logro del mismo fin. Esta
vinculación hace que cada una de las operaciones y decisiones deba guardar coherencia y ser
congruente con el conjunto.

3- EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN

El camino para llegar al conocimiento científico es el método científico. Como se

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señaló anteriormente, el método científico es una estrategia o procedimiento planeado para
llegar al objetivo de conocer un determinado fenómeno. Pero ese camino no es lineal, hay
pasos hacia adelante y hacia atrás, nuevos comienzos y desviaciones, porque es imposible que
al inicio de la investigación se visualice todos los obstáculos que se puedan producir. El
investigador si es necesario, modifica su actividad a través de lo que aprende de sus fracasos y
éxitos durante el proceso. Sin embargo, las principales etapas de todo proceso de investigación
no varían, estas comprenden desde la elección de un tema hasta la comunicación de los
resultados de una investigación.

Las Fases del proceso metodológico son:

Desde el punto de vista temporal, el proceso de investigación incluye tres fases


generales: 1) la de planeación de la investigación; 2) la de ejecución del trabajo de campo; y 3)
la de comunicación de los resultados.

La fase de planeación se orienta a la preparación del proyecto de investigación, tarea


que incluye la definición del diseño o protocolo de investigación. Predomina en esta fase el
trabajo de escritorio y la preparación del documento escrito comúnmente conocido como
proyecto de investigación.

En la fase de ejecución se lleva a cabo la investigación planeada. Las acciones


planificadas son realizadas por el investigador o por un equipo de trabajo. Predomina el
trabajo de campo y todas las actividades se orientan a generar la información empírica
necesaria para resolver el problema y justificar las respuestas al mismo.

En la fase de comunicación predominan las tareas de sistematización y de organización


discursiva que permitan exponer con la mayor claridad y de acuerdo a las convenciones
propias del campo científico los hallazgos de investigación. Esta fase se orienta a exponer los
nuevos conocimientos y a prepararlos para que se introduzcan en el cúmulo de saberes ya
existentes.

4- FASE DE PLANEACIÓN: EL DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

Toda investigación de la realidad, sea científica o no, tiene como punto de partida un
interés de conocimiento que lleva al investigador a seleccionar un tema de investigación. Una
vez encontrado el tema de interés, es necesario clarificar su enfoque con el fin de seleccionar
un problema de investigación; el cual deberá ser justificado, es decir, debe revestir interés o
relevancia social.

5.1. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

El problema de investigación supone la realización de varias actividades de indagación


y de reflexión. Se superponen elementos propios del proceso creativo del investigador y, por lo
tanto absolutamente personales, con reglas procedimentales sugeridas por el método. La
formulación del problema es esencial, por cuanto implica interrogarse acerca de los hechos de
la realidad. Apela para esa indagación -como es característico de la actividad científica- a los
modelos teóricos ya disponibles y se propone enriquecerlos mediante el planteo de un
problema que aporte nueva información. El problema de investigación es fundamental porque

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orienta toda la investigación. No sólo motoriza el proceso investigativo, sino que desde el
inicio del proceso demarca los límites por los que debe transitar el investigador. En la ciencia
un problema de investigación es una dificultad que no puede resolverse en base a la
experiencia común y para la cual no alcanzan los conocimientos disponibles, o los mismos
carecen de precisión. Aquello que caracteriza al problema de investigación es que tiene que
ser formulado en términos teóricos, es decir utilizando los conceptos propios de la disciplina o
del campo científico particular del que participa el investigador.

Generalmente los intereses personales y profesionales orientan la atención hacia


algunos temas de la realidad a los que se intenta explicar según alguna teoría particular, o
desde la perspectiva disciplinar a la que adhiere el investigador. Ese campo amplio de interés
que moviliza la curiosidad, es lo que constituye el área-problema de la investigación. En
términos metodológicos el área problema constituye el objeto general de estudio, es decir
refiere a un aspecto o parte de la realidad que puede conocerse y reconstruirse a partir de
ciertos conocimientos disponibles.

Una vez que se ha identificado el área-problema es necesario comenzar una serie de


tareas que permitan focalizar una pregunta que pueda ser investigada. En otras palabras, el
objeto de estudio sugiere múltiples interrogantes, cada uno de los cuales podría originar una
investigación particular. La pregunta de investigación seleccionada, remarca los aspectos
subjetivos ligados a los intereses personales del investigador. Si bien todo el proceso de
investigación está orientado a la producción de un conocimiento objetivo de la realidad, el
punto de partida posee siempre un componente subjetivo. En efecto, la realidad puede
objetivarse mediante ciertos procedimientos lógicos y metodológicos, lo que no implica negar
la influencia de la subjetividad del investigador en los diferentes momentos del proceso de
investigación. Por eso en los momentos iniciales el investigador debe explicitar sus propios
supuestos acerca del fenómeno, debe reflexionar sobre los motivos que lo llevan a inclinarse
por un tema determinado, y tener presente cuáles son sus pre-conceptos sobre ese tema. Es
importante que el investigador sea lo suficientemente introspectivo para reconocer cuáles son
las razones por las que se siente atraído por una temática.

Siguiendo a GIDDENS, “Toda investigación arranca de un problema de investigación.


Este puede consistir en un área desconocida: podemos pretender simplemente mejorar nuestro
conocimiento de ciertas instituciones, procesos sociales o culturas. El investigador tratará de
responder a preguntas...Las respuestas serán fundamentalmente descriptivas. (...) la mejor
investigación sociológica arranca de problemas que son en sí mismos un enigma. Un enigma no
es solo falta de información, sino un vacío en nuestro conocimiento consiste en identificar
correctamente los enigmas. (…) Ninguna investigación basta por sí sola. Los problemas de
investigación surgen en el mismo desarrollo del trabajo: un proyecto de investigación puede
conducir fácilmente a otro, porque suscita cuestiones que el investigador no había considerado
previamente (…)” “El investigador debe leer el trabajo de otros sociólogos sobre dicha área. Si
el problema no hubiera sido resuelto, el investigador necesitará consultar todas las
investigaciones existentes relacionadas con el tema y evaluar su utilidad para los objetivos que
se persiguen ¿se han visto enfrentados los anteriores investigadores al mismo enigma? ¿De
qué modo han intentado resolverlo? ¿Qué aspectos del problema han dejado de analizar?
Apoyarse en las ideas de otros, ayuda al investigador a clarificar las cuestiones que pudieran

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surgir en un posible proyecto, así como los métodos más adecuados para dicha investigación”.

5.2. EL PROBLEMA COMO EJE DE LOS TIPOS DE INVESTIGACIÓN (Cuál es la finalidad a


la que apunta la investigación)

a- EXPLORATORIA: el objetivo es explorar un fenómeno sobre el cual no se conoce


demasiado. Esta investigación es característica de los momentos iniciales en el
conocimiento de un tema determinado. Suelen utilizarse como estudios
preliminares. Sus resultados permiten orientar investigaciones más específicas.

b- DESCRIPTIVA: apunta a hacer una descripción del fenómeno bajo estudio,


mediante la caracterización de sus rasgos generales. Estos estudios no implican la
comprobación de hipótesis, ya que su finalidad es describir la naturaleza del
fenómeno a través de sus atributos.

c- CORRELACIONAL: Tienen como fundamento a las investigaciones descriptivas. Los


estudios correlacionales pretenden determinar si las variables de la investigación
poseen algún tipo de asociación y ayudan a establecer las relaciones existentes
entre ellas. A su vez, ese conocimiento proporciona información para luego llevar a
cabo estudios explicativos. En los estudios correlacionales se quiere demostrar la
relación que existe entre dos o más variables.

d- EXPLICATIVA: se caracteriza por la búsqueda de las relaciones de causalidad.


Intenta determinar las relaciones de causa y efecto que subyacen a los fenómenos
observados. Hay claridad respecto a cuál es la causa y cuál/es el/los efecto/s. En
este tipo de investigación, además de la causalidad se puede establecer cuáles son
las magnitudes de cambio entre dos variables asociadas.

5.3. MARCO TEÓRICO

El marco teórico es el resultado de la selección de teorías, conceptos y conocimientos


científicos, métodos y procedimientos, que el investigador requiere para describir y explicar
objetivamente el objeto de investigación, en su estado histórico, actual o futuro.

Para producir conocimiento científico nuevo, más avanzado que el existente, hay que estar
a la altura de los conocimientos teóricos y metodológicos actuales – que han sido elaborados
por generaciones de científicos- y tomarlos como punto de partida para la investigación
propia. Virtualmente todos los grandes paradigmas de interpretación científica del mundo
fueron logrados sobre importantes descubrimientos de sus precursores. La selección de la
disciplina o de las disciplinas requeridas para la comprensión sistemática del objeto de
investigación escogido, es mucho más difícil en las ciencias sociales, ya que frecuentemente
compiten diversas corrientes teóricas en la explicación de un fenómeno, sin que se haya
establecido todavía cuál es la más adecuada.

Es importante entender la relación entre el tema de la investigación y los conceptos. El


tema delimita el campo general de la indagación. Su función consiste, en permitir al

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investigador el control constante acerca de que si su quehacer se encuentra todavía dentro del
objeto de investigación definido, o si se ha perdido en algún aspecto secundario. Si el objeto
nos sirve como guía o instructivo general, los conceptos son los vehículos para desplazarnos
hacia el punto final de la investigación, desconocido al inicio. Cuando se escogen mal los
conceptos en una investigación, no llevarán al sujeto a conocer lo que le interesa. Para la
elaboración del marco teórico, se deberá tener en cuenta el marco histórico. Éste, es la
selección de conocimientos sobre el objeto de investigación que el investigador considera
pertinente para describir su pasado. Esa retrospectiva toma como punto de partida la fecha de
delimitación del objeto en el tiempo, realizada en el planteamiento del problema. Una
confusión que se presenta es la relación entre marco teórico, marco histórico y la revisión de la
literatura. Ahora bien, para diferenciar el marco histórico del teórico, es necesario construir
primero el marco teórico, debido a que el marco histórico depende del teórico. El
procedimiento se realiza de la siguiente manera: Al seleccionar el objeto de investigación,
luego se delimita la fase o el tiempo del objeto que interesa, ejm: la inflación en Argentina en
2017. De este objeto de investigación delimitado en el tiempo, el espacio y el significado, se
deriva el marco teórico. En este caso habría enfoques teóricos que atribuirían el fenómeno de
la inflación a un exceso de la oferta monetaria, deficiencia estructural del aparato productivo,
de las estructuras monopólicas del mercado, etc. Entre estas teorías se escoge la que a juicio
del investigador tenga mayor fuerza explicativa y con ella se construye el marco teórico.

Al construirse el marco teórico, y después el marco histórico, conviene introducir un tercer


elemento: la descripción científica del objeto. La descripción científica del objeto de
investigación aporta el conocimiento empírico sobre el objeto de investigación, que junto con
el conocimiento teórico provee la base sólida para avanzar hacia la formulación de la hipótesis.

5.4. Hipótesis

Las hipótesis no son otra cosa que suposiciones respecto a cómo son los fenómenos. En
este sentido, las hipótesis científicas también son, en general, suposiciones. Son enunciados
teóricos supuestos, no verificados pero probables, referentes a variables o atributos entre los
que se establece algún tipo de relación lógica.

Las teorías constituyen un cuerpo de hipótesis probadas, que cuentan con el apoyo de
fuerte evidencia empírica y se apoyan en reiteradas comprobaciones. Pese a ello, siguen
siendo sistemas hipotéticos que pueden ser reformulados por otros.

En el proceso metodológico se trabaja tanto con las hipótesis probadas –que forman el
modelo conceptual- y lo que se llama hipótesis en estado de prueba, que son aquellas que el
investigador quiere someter a algún tipo de prueba empírica. Si el problema de investigación
expresa lo que el investigador desea saber sobre el objeto de estudio, y los objetivos indican
los resultados de conocimiento que se espera alcanzar, las hipótesis traducen las repuestas
probables que el investigador da al interrogante que ha planteado. Una vez establecidas las
hipótesis como respuestas conceptualmente válidas, el científico se propone ver -a través de la
realización de las acciones del proceso de investigación- si éstas son confirmadas por los
hechos o si permiten generar nuevas hipótesis.

Planteado el problema de investigación, revisada la literatura y contextualizado dicho

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problema desde un marco conceptual, el paso siguiente consiste en establecer guías precisas
para resolver el problema de investigación. Estas guías son las HIPÓTESIS.

Las hipótesis se originan en el planteamiento del problema y se formulan luego de realizar


la revisión bibliográfica.

El proceso de prueba de una hipótesis teórica tiene dos pasos bien diferenciados: la
contrastación y la refutación. Hasta que no supera ambas instancias no puede establecerse el
valor de verdad de ella.

a. La contrastación de hipótesis: El proceso de contrastación implica someter a prueba el


valor de verdad de la hipótesis en relación a la evidencia empírica que se pueda obtener.

b. La verificación de las hipótesis: Luego de la contrastación empírica debemos analizar si


lo que postulaba la hipótesis, como una respuesta probable, concuerda o no con lo que se ha
observado en la realidad. A este proceso de evaluación de la hipótesis se lo denomina
verificación de la hipótesis. Si los datos obtenidos muestran que la predicción no se cumple, la
hipótesis directamente se rechaza. Si los datos contradicen lo que postula la predicción, la
hipótesis queda rechazada. Hay en este caso un avance del conocimiento, ya que se ha logrado
determinar que contrariamente a lo que se suponía no hay una relación probada entre las
variables estudiadas. Es importante informar de esos resultados, ya que ayudarán a otros
investigadores a no repetir un problema de investigación. Queda claro lo que ocurre cuando
no se cumple la predicción. Sin embargo, se puede plantear el caso de que la predicción sea
verdadera, pero no bajo las condiciones iniciales que fueron establecidas. En ese caso se
deben formular hipótesis alternativas o complementarias, que ayuden a interpretar el efecto
de variables que no han sido explicadas o que no han sido tenidas en cuenta.

5.5. LAS HIPÓTESIS EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA

Durante el proceso de diseño de la investigación se debe decidir que enfoque o estilo


de investigación realizaremos. Dependiendo de los datos que se necesitan recoger y los
medios más adecuados para su obtención y la población que puede proporcionar esa
información, se utilizará un estilo de investigación cualitativa, cuantitativa o mixta.

Las metodologías cuantitativas y cualitativas sólo son diferentes maneras de llevar a


cabo investigaciones sociales, herramientas a utilizar de manera adecuada según los diferentes
objetivos de la investigación e, incluso, si es posible se pueden integrar ambas metodologías
(mixta). Desde este punto de vista, son simplemente enfoques diferentes para la recolección
de datos, por lo que las preferencias por uno u otro o un enfoque híbrido se basarán en
cuestiones metodológicas puntuales. Son el problema planteado y los objetivos de la
investigación los que determinan cuáles deben ser las técnicas a utilizar para la recogida de
datos. Por lo tanto, la condición principal para efectuar un buen diseño de investigación pasa
por elegir la técnica apropiada para esa investigación. Los métodos de investigación
cuantitativos son los medios apropiados y útiles para recopilar información cuando los
objetivos de la misma buscan datos que requieren tratamiento estadístico. La investigación
cualitativa es generalmente más apropiada cuando el objetivo principal del estudio requiere
información cualitativa.

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No todas las investigaciones cualitativas utilizan hipótesis, es decir, que hay
investigaciones en las que no tienen por objetivo la verificación o corroboración de esta. En los
estudios exploratorios, se trata de arribar a hipótesis, mientras que en los estudios
descriptivos estas pueden o no orientar el proceso metodológico. En los diferentes enfoques
de la investigación cualitativa las hipótesis, no son el punto de partida del proceso
metodológico, más bien son el punto de llegada. Sin embargo, ello no implica que el
investigador cualitativo aborde la realidad desprovisto de supuestos acerca de “cómo
funciona” el fenómeno que quiere estudiar. Estas suposiciones funcionan como hipótesis
heurísticas, es decir ayudan a la comprensión de la naturaleza del fenómeno y ayudan al
investigador a orientarse en el campo de los fenómenos. Lo característico de esta lógica de
investigación es que el científico no quiere probar tales hipótesis. Aspira a perfilar,
perfeccionar y formular nuevas hipótesis que permitan reconstruir los fenómenos desde una
perspectiva más comprensiva e integrada de la realidad.

Por lo antedicho, en las metodologías cualitativas no se habla de hipótesis. Como se


señaló, ese concepto tiene una fuerte connotación deductiva, cuantitativa y atomista de los
fenómenos, que se contrapone con los supuestos de la investigación cualitativa. Cuando el
investigador cualitativo formula su problema de investigación y establece sus objetivos, puede
adelantar posibles respuestas a su interrogante. Estas guiarán luego su trabajo de campo en
las fases iniciales. A estas conjeturas se las denomina supuestos o anticipaciones de sentido.

En la metodología cuantitativa la formulación de hipótesis es parte del momento inicial


del proceso de investigación. Una vez que han sido establecidas no pueden ser modificadas, ya
que debería variar también el proceso de comprobación. En las metodologías cualitativas, las
hipótesis se van descubriendo, afinando y perfeccionando a medida que avanza el proceso de
investigación. La formulación y reformulación de los supuestos iniciales va progresando a
través del trabajo de campo para alcanzar una formulación más compleja en la fase final de la
investigación.

5.6. LOS OBJETIVOS

Mediante la formulación del problema el investigador establece con claridad qué es lo


que quiere conocer sobre el objeto de estudio que ha elegido. Si se ha caracterizado al
problema de investigación como un problema de conocimiento -como la distancia entre lo que
sabemos y lo que aún no sabemos- los objetivos expresarán los resultados cognoscitivos que se
alcanzarán al finalizar el proceso de investigación. Mediante la formulación de los objetivos de
la investigación, se anticipan los resultados de conocimiento que se espera obtener al finalizar
el proceso. Los objetivos son un soporte importante para el investigador, ya que al establecer
las metas que se quieren lograr, constituyen una guía orientadora que tensa las acciones
particulares que se realizan en el proceso como unidad sistémica.

En una investigación podemos obtener múltiples conocimientos. Los objetivos tienen que
plasmar esa diversidad de resultados cognitivos. Por ello, pueden identificarse distintos tipos
de objetivos según diferentes criterios. Cada uno de estos criterios responde a finalidades
diferentes, todas ellas atendibles en la fase de planeación de la investigación.

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Atendiendo al grado de generalidad y de complejidad cognitiva hay una clasificación en:

➫ objetivos generales: indican el conocimiento que se obtendrá al finalizar la


investigación. Este objetivo expresa el resultado cognitivo más complejo que se aspira
alcanzar.

➫ objetivos específicos: son más puntuales y expresan acciones intelectuales de menos


complejidad y de alcance más limitado. Su cumplimiento es condición para alcanzar el objetivo
general.

5- LA INVESTIGACIÓN DESDE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA

Como señalamos anteriormente, la ciencia constituye una muy importante fuente de


validación y legitimación del conocimiento. Hacia comienzos del siglo XIX el conocimiento de la
realidad social y de los fenómenos sociales intenta ser científico y es así como aparece la
sociología que pretende, ser reconocida como ciencia.

Carlos Lista nos dice que: “la sociología trata de aplicar los métodos de la ciencia al
estudio del hombre y la sociedad. Se basa en el supuesto, común a todas las ciencias sociales de
que el método científico puede contribuir grandemente a nuestra comprensión del carácter del
hombre, sus actos, así como a la solución de los problemas prácticos a que enfrenta los
hombres en sus vidas colectivas”.

Por su parte Zygmunt Bauman expresa que “la sociología tiene como objeto hacer que
la conducta humana sea menos perceptible para el capitalismo, activando fuentes de decisión
interna y motivadores, de los sujetos, que les proporcionan un conocimiento suficiente de su
entorno, de su situación, de su estilo de vida y de sus posibilidades, todo con el fin de ampliar
su esfera de libertad de elección. Se constituyan en ciudadanos menos previsibles y menos
manipulables para los sectores hegemónicos, dejan de ser personas víctimas de sus
circunstancias para convertirse en creadores de su propia historia”.

La sociología como ciencia tiene muchas ramas, una de ellas es la sociología jurídica.

6.1. INTERÉS DE CONOCIMIENTO Y EL OBJETO DE INVESTIGACIÓN EN LA SOCIOLOGÍA


JURÍDICA.

El objeto de estudio de la Sociología Jurídica son las instituciones jurídicas, las cuales son
abordadas desde diferentes aspectos: normativa formal, prácticas sociales y agrupamientos
estructurados; además examina como se constituyen, se desarrollan, se perfeccionan y como
impactan en la vida cotidiana de los diferentes sectores sociales.

Sin embargo, al ser una rama joven, suele encontrar resistencia en el campo de las
ciencias jurídicas para abordar las instituciones jurídicas como fenómenos sociales y porque,
cuando suele hacerse un análisis desde fuera de la dogmática, esta acostumbra a ser por lo
general teórica, limitada, reduccionista y con un marcado acento ideológico.

Es por esto, que a la hora de decidir emprender una investigación desde la sociología
jurídica, se debe tener en claro las discrepancias de ésta con el derecho dogmático. La principal
diferencia entre ambos es que el derecho dogmático estudia reglas de derecho en sí mismas,

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mientras que los estudios y análisis socio-jurídicos se esfuerzan por descubrir las causas que las
han producido, el desarrollo y los efectos sociales que ellas producen. En consecuencia, la
diferencia entre el derecho dogmático y la visión socio-jurídica no se refiere al objeto, es una
diferencia de puntos de vista o de ángulos de visión. El mismo objeto que el derecho
dogmático analiza desde adentro, la Sociología jurídica lo observa desde afuera, y
precisamente porque lo analiza desde un contexto determinado ve al complejo entramado de
reglas del Estado Nacional y a las acciones de sus actores-funcionarios como un fenómeno
social, como una exterioridad. Así se estudia desde el contexto social: el sentido social y
cultural de las relaciones jurídicas entre vendedor y comprador, la de propietario y locatario, la
del empresario y el trabajador, la del prestador de servicios y sus clientes; los impuestos, los
concursos y quiebras; las relaciones entre los dirigentes políticos y los afiliados a los partidos
políticos, entre los dirigentes sindicales y sus asociados, entre los dirigentes empresarios y sus
pares de la misma actividad, los médicos y sus pacientes, los que proveen un servicios de
transporte y los usuarios de los mismos, las relaciones entre cónyuges en la familia, las
relaciones entre padres e hijos, la igual y la identidad de género, la gestión de la burocracia,
etc. El propósito disciplinar de la sociología jurídica es poner en crisis y erosionar la seguridad
del positivismo jurídico, siendo su objetivo central el de cuestionar la evasión social que se
origina en la aplicación legal abstracta, en la vida social, de las diferentes instituciones
jurídicas, proponiendo una mirada innovadora y alternativa.

Ahora bien, hasta aquí nuestro interés de conocimiento tiene que estar en el campo
jurídico y el objeto de estudio serán las “Instituciones jurídicas”.

El campo jurídico no es un equivalente de las Instituciones jurídicas, no es un objeto en sí


mismo, sino que es un tipo de campo social; un espacio limitado por la competencia referida a
las instituciones jurídicas que no se identifica específicamente con las instituciones jurídicas. Se
trata de un espacio en que se enfrentan concepciones sobre la forma de entender el derecho
(praxis y teoría) sobre cuáles deben ser los principios que deben regir el derecho siempre
vinculados con la realidad social y a los niveles de justicia social. La sociología en el campo
jurídico es un puente entre el área jurídica y la realidad social. Es una disciplina que cuestiona y
pone en dudas la viabilidad de alternativas jurídicas, siempre busca el ajuste y la adecuación
del área jurídica a la realidad social, a los intereses y necesidades de diferentes colectivos y
actores sociales.

La sociología en el campo jurídico, es considerada como una garantía de corroborar la


valía, el mérito y la efectividad normativa, como también el cuestionamiento, adecuación y la
actualización del derecho; permitiendo rescatar la coexistencia de dos estructuras
interconectadas: las instituciones jurídicas y judiciales hegemónicas y una polifacética
estructura social, cultural económica y política

Por su parte, las Instituciones jurídicas, no son una norma o un agrupamiento de personas
organizadas, son también, prácticas habituales de los actores que interactúan en un complejo
entramado de relaciones; implica prácticas estandarizadas de los sujetos. Entonces una
institución, además de un agrupamiento y normas, siempre será una configuración o
combinación de pautas de comportamientos compartidas por una colectividad, que suelen
tener el carácter de permanentes y centradas en la satisfacción de alguna necesidad básica del

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agrupamiento. Con estas características se puede componer la siguiente definición más
compleja: una institución es, también, una estructura relativamente permanente de pautas,
papeles, normas y relaciones que las personas realizan según determinadas formas
sancionadas y unificadas, con el objeto de satisfacer necesidades y expectativas de diferentes
sectores sociales.

6.2. LAS FUNCIONES DEL ANÁLISIS CIENTÍFICO Y LAS PRÁCTICAS DE EXTENSIÓN EN


LAS INSTITUCIONES JURÍDICAS

Para abordar la investigación relacionada con las instituciones jurídicas se deben seguir
los siguientes principios:

1- Romper con el sentido común.

2- “Instantáneas sociales”: entrar en la vida cotidiana de las personas en una


situación cotidiana y no en un marco de investigación.

3- Estar comprometido con saber la verdad y producirla: advertir que al ser


integrante de la sociedad no escapamos de los condicionamientos de nuestra
posición social, esto nos llevará a percibir algunas facetas de la realidad como
importantes y otras como marginales o accesorias y otras no serán percibidas en lo
absoluto.

4- Definir la problemática elegida sin negar el discurso común que rodea al problema
social. Aquí el sentido común y los intereses que este suscita, se convierte en un
objeto de análisis, cuestionando las situaciones y hechos naturalizados y
normalizados.

5- Confrontar las hipótesis con la realidad.

6- Usar conceptos abiertos como modo de rechazar el positivismo. Es necesario


renunciar a las definiciones previas cerradas para dar importancia a la coyuntura
histórica en la cual se constituya una categoría o definición.

7- Analizar el mundo social desde la práctica de los agentes (contraria de la lógica


académica que se centra en que el académico atribuya sus preocupaciones al
mundo social).

8- Prudencia ante las significaciones que los individuos (objeto de investigación)


atribuyen a sus conductas (ellos no son conscientes de los determinismos en sus
discursos, esto se debe a que su discurso no es independiente de sus
características sociales).

9- Conquistar el hecho social. Esto consiste en recortar un hecho de la sociedad,


seleccionando ciertos elementos de la realidad y descubrir un sistema de relación
propio del sistema estudiado. Los objetos científicos no son dados desde el
comienzo, es por esto que la construcción del hecho sociológico se realiza en
diferentes etapas y la trayectoria no es lineal, puede ser necesario transformar la
problemática, modificar la hipótesis, reconsiderar variables.

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El estudio de un FENOMENO SOCIAL CONCRETO RELEVANTE en el contexto de una
sociedad MULTIDIMENCIONAL se puede realizar a partir de distintas metodología y disciplinas.
Para la construcción teórica como empírica del estudio de un fenómeno social concreto
relevante se debe tener en cuenta:

1- Los fenómenos no son lineales, sino que manifiestan la diversidad y las formas
peculiares socio culturales de la relación política jurídica y o económica
contextualizado por el tiempo y el espacio.

2- Muchas veces desafían el sentido común por lo que se debe tener presente la
incertidumbre.

Las prácticas de extensión universitaria, son un complemento de las actividades


científicas, ya que permiten construir un puente entre la vida académica y las problemáticas y
necesidades sociales. Son un proceso de comunicación entre la universidad y la sociedad,
basado en el conocimiento científico, tecnológico, cultural, artístico, humanístico, acumulado
en la institución y su capacidad de formación educativa. Implica un proceso interactivo donde
el conocimiento se construye en contacto permanente con el contexto socio-cultural. Desde la
sociología jurídica se trabaja tanto en la actividad científica como en las prácticas de extensión
(investigación-acción).

El investigador, en una investigación y en la extensión, se percata de la presencia de un


contexto complejo, que no se circunscribe al mero hecho de tener en cuenta dimensiones
sociales, culturales, políticas, económicas, históricas, etc; sino que va mas allá, profundizando
cada dimensión en sub-dimenciones; ejm: cuando en la dimensión social surgen situaciones
de segmentación comunitaria, tensiones normativas y de expectativas, exclusión de actores y
colectivos sociales, estructuras de dominación con pretensiones hegemónicas legitimadas en
sistemas normativos-culturales.

Como bien lo afirma Bourdieu (2005) “la disciplina puede ser un contrapoder garante
de la democracia ya que suministra instrumentos para la crítica de las ilusiones sociales …” La
sociología jurídica facilita herramientas para un observatorio del mundo jurídico y judicial,
denunciando prácticas que atentan contra las políticas de las identidades y la política de la
diversidad, cuando hace participar a los operadores del derecho en la redefinición de su
complejo entramado de relaciones sociales legitimadas por prácticas y lecturas de
procedimientos ritualistas y conformistas”.

Cuando se hace frente a contradicciones o a falta de datos, lo que guía al investigador


con éxito es la capacidad de razonar para llegar a nuevas conclusiones. Para usar la razón de
manera apropiada, se debe advertir que hay algo que no se entiende del todo, que no se
termina de comprender o explicar. Se parte de una situación que provoca la reflexión y luego
durante la investigación se realizan los ajustes al conocimiento del mismo investigador.

6.3. LAS IMPLICANCIAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO EN EL CAMPO JURÍDICO

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El proceso de investigación requiere la observación de un protocolo que permite ser lo
más objetivo posible en la aproximación a la descripción, explicación y a la posible predicción
de fenómenos identificados con las instituciones jurídicas que se presentan como
problemáticos. A la hora de definir las formas de acceder a los fenómenos socio jurídicos
problemáticos, se debe analizar el alcance y percepción de la realidad que sugiere cada
método. Ahora bien, ¿Qué significa conocer científicamente la realidad socio-jurídica? Si
seguimos a Carlos Lista (2000) se pueden estudiar las instituciones jurídicas desde diferentes
modelos teóricos, los cuales pueden ser:

1- La primera posibilidad sería adherir al modelo naturalista de la ciencia, que afirma que
la Sociología Jurídica es una ciencia que estudia los fenómenos sociales con los mismos
objetivos cognoscitivos que lo hace las ciencias naturales, de esta manera se enfatiza
el carácter empírico, explicativo y predictivo de la teoría (dimensión fáctica y objetiva).

2- La segunda posibilidad se trasladaría a una Sociología Jurídica que rescata la


interpretación y la comprensión, excluyendo la explicación empírica y la crítica, se
destaca el subjetivismo debido al proceso de construcción que realiza el investigador
desde la aplicación de técnicas que producen la opinión y la creencia de un
entrevistado o de una observación (dimensión interpretativa y subjetiva)

3- La tercera posibilidad considera a sociología jurídica como un instrumento crítico, y lo


que no es crítico se convertiría en una ideología más o menos encubierta (dimensión
crítica y comprometida).

6.4 DIMENSIONES DE LA SOCIOLOGÍA JURÍDICA

La Sociología jurídica tiene tres dimensiones no excluyentes: empírica, interpretativa y


crítica. Habermas presento una salida para evitar la confrontación entre estas tres
dimensiones partiendo del reconocimiento de los distintos intereses cognitivos que son
constitutivos del conocimiento:

1. El técnico o manipulador y controlador del entorno a partir del trabajo y basado en el


conocimiento empírico donde se busca o se intenta controlar y manipular objetos;

2. El práctico, identificado con la interacción o acción comunicativa que a partir de


normas productos de expectativas recíprocas permite acceder a los hechos por la
comprensión de significados y;

3. El emancipador, que parte del interés y compromiso del actor social para con la
libertad para crecer y mejorar, logros obtenidos por el desenmascaramiento de las
conductas que lo constriñen, lo dominan, lo oprimen. Lo que se busca es una
comunicación sin distorsiones, reconociendo las diferencias sin influencias externas,
sin coerción, buscando comprender la situación en la que los sujetos interactúan.
Entonces se busca la autorreflexión y la autotransformación del sujeto.

Al querer abordar la problemática de la investigación se tiene un único compromiso:


presentar el amplio espectro de posibilidades metodológicas con miras a la autonomía en el
campo jurídico de la Sociología Jurídica.

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Para lograr el objetivo se debe tener en cuenta que:

1- Las dimensiones son categorías definidas por una metodología común que agrupa
determinados trabajos de investigación.

2- Dicha metodología responde a un momento en la evolución de la sociología. El origen


de cada dimensión se produce en diferentes momentos históricos.

a. La dimensión empírica responde a la sociología científica de las primeras


décadas del siglo XX en los EEUU.

b. La dimensión interpretativa tiene lugar en las primeras décadas del siglo XX


en los EEUU como una reacción o ruptura con el objetivismo de la
dimensión empírica.

c. La dimensión crítica es considerada una superación de las dimensiones


anteriores, tiene su origen en Europa entre las dos guerras mundiales y con
amplio desarrolla en la década del 60.

3- Las dimensiones se presentan en el momento de hacer el análisis.

LA DIMENSIÓN FACTICA OBJETIVA (ELEMENTO OBJETIVO): En esta dimensión la


contrastación empírica de las proposiciones científicas es la que provee la justificación de
hipótesis y teorías.

La realidad empírica es la que puede ser percibida a través de los sentidos


convencionales, se trata de hechos sociales externos que pueden ser abordados
empíricamente.

La forma de arribar a un conocimiento científico verdadero es confrontando hipótesis


con el mundo empírico, trascendiendo la subjetividad por medio de la adquisición de
datos. Se debe separar juicio de la realidad y juicio de valor. La neutralidad valorativa se
lograría eliminando los sesgos personales y emocionales del sujeto.

La realidad socio-jurídica es una entidad objetiva, un elemento dado y persitente al


observador, es un cuerpo de datos a la espera de ser descubierto por el observador
científico y los métodos son vías de acceso a la realidad social, los cuales proporcionan las
técnicas de investigación para poder operacionalizar el estudio de los acontecimientos
sociales.

EL investigador debe apartar y controlar todas las valoraciones que pueda realizar
sobre el fenómeno de estudio.

LA DIMENSIÓN INTERPRETATIVA Y SUBJETIVA: Se postula la interpretación o comprensión


como métodos de análisis propios de fenómenos socio jurídicos. Se enfatiza el elemento
subjetivo, la potencialidad creativa que la persona tiene en la construcción de la realidad
problemática.

La realidad sociojurídica también tiene un carácter subjetivo. La participación y la


interpretación son centrales para comprender la construcción de la realidad y para la

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generación y validación de conocimiento. Aunque la validación del conocimiento no es tan
importante en esta dimensión. Se lo podría hacer no confrontando hipótesis con el mundo
empírico, sino con una mejor interpretación. El problema de la validación del conocimiento
debe ser revelado a la luz de la relación del intérprete y observador como miembro de una
comunidad.

En esta dimensión se trabaja con los símbolos y los significados a partir del lenguaje
cotidiano. Es así que se llega a las interpretaciones que realiza el analista social sobre el
comportamiento humano, a la luz de la metodología científica. Se capta el significado de los
fenómenos sociales utilizando categorías analíticas que se construyen en base a la experiencia
subjetiva.

LA DIMENSIÓN CRÍTICA Y COMPROMETIDA: Se considera que la neutralidad valorativa no


existe. La constatación del estado de cosas en la sociedad va asociado con la denuncia de las
situaciones que revelan su inequidad con relación a la satisfacción posible de las necesidades
humanas. Toda afirmación sobre la situación presente debe ir acompañada de la paralela
crítica y la búsqueda de una sociedad emancipada y libre.

El potencial crítico se centra en la denuncia de las realidades que pretendían


solidificarse. Se trata de un método identificado con una sociología comprometida, una
conciencia revolucionaria de intelectuales activistas. Esta dimensión se construye sobre la base
de la recepción de las llamadas teorías críticas europeas (escuela de Frankfurt).

La franja de juristas sociólogos críticos se concentra en el cuestionamiento explícito a


las sociedades industrializadas, modernas, de masas. Esta posición en la sociología jurídica, no
ve al derecho como una solución de conflictos, ni al Estado como un protagonista rescatable
en el proceso de transformación social. Este tipo de sociología jurídica parte de la existencia de
una clase dominante que está dispuesta a conceder muy pocos beneficios a la otra. El derecho
y el estado se identifican con fenómenos sociales cuya función es la de organizar la dominación
de los grandes propietarios. Esta línea considera que el objeto de estudio de la dimensión
subjetiva es poco comprometida con los intereses y las necesidades de los pueblos.

BIBLIOGRAFÍA

- Yuni, Jose A. y Urbano Claudio A. Técnicas para Investigar y formular proyectos de


investigación – Volumen I. Editorial Brujas.
- Gerlero, Mario (2018). Haciendo Sociología Jurídica. Visión Jurídica Ediciones; Buenos Aires.
- Dieterich, Heinz (2001). Nueva guía para la investigación científica. Editorial Planeta Mexicana.
- Giddens, Anthony: Las nuevas reglas del método sociológico, Amorrortu, Bs. As, 1993.
- Herrera, Enrique: Práctica metodológica de la investigación jurídica. Astrea, Bs. As., 1998.

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