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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Cátedra: Iniciación Humboltiana
Profesor: Sergio González
Sección: N1PRHAB

Ética y Valores

Integrantes:
Maibel Medina C.I.: 14.868.084
Ysabel Hernández C.I.: 15.328.960
Carlos Villarroel C.I.: 17.076.741

Caracas, 02 de Noviembre de 2007


Introducción

En el presente trabajo se desarrollará el tema de los valores, su


clasificación y la importancia de cada uno de ellos en nuestro día a día como
seres humanos. Debido a que cuando se habla de valor, generalmente nos
referimos a las cosas materiales, espirituales, instituciones, profesiones,
derechos civiles, etc., que permiten al hombre realizarse de alguna manera.

Al igual que se definirá la Ética, sus características y las diferencias


existentes entre la ética y la moral, motivado a que los términos ética y moral,
sólo superficialmente pueden considerarse sinónimos. Algunos pretenden,
sin embargo estamos ante dos nombres distintos.
Valores

El tema de los valores forma parte de nuestro ser más profundo, de


nuestra entrañable realidad, es un ingrediente indispensable de nuestro ser
personas. Los valores morales son elementos constitutivos de nuestra realidad
personal.

De las diferentes definiciones de valores se puede afirmar que son "ejes


fundamentales por los que se orienta la vida humana y constituyen, a su vez, la
clave del comportamiento de las personas".

Consideramos como valores las ideas sobre lo que es socialmente


deseable. Puede tratarse de una situación deseable, como por ejemplo
viviendas adecuadas para la población o un nivel de salud pública satisfactorio.
Puede tratarse también de mentalidades o de comportamientos. Para que una
idea se transforme en un valor debe ser compartida por mucha gente. Deber
ser de naturaleza muy general y, por lo tanto, suficientemente abstracta como
para aplicarse a un amplio espectro de situaciones prácticas. En este sentido,
los valores difieren de las normas, las cuales se aplican a situaciones más
específicas. No todos los valores son válidos para toda la sociedad. Los que sí
lo son reciben comúnmente el calificativo de universales. Los que se aplican
sólo a ciertas áreas, por ejemplo, a la ética médica, reciben el nombre de
particulares.

Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido


abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se
entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la
humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una
perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y ser honesto;
ser sincero en vez de ser falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica
del valor desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo
despoja de esa cualidad (Vásquez, 1999).

Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados


referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano
hacia la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan
determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada
grupo social.

Importancia

Así como los niños necesitan ser guiados académicamente, también


deben ser educados en los valores de una sociedad civil-valores como amar al
prójimo; el dinero hay que ganarlo con un trabajo honrado; decir la verdad y ser
honesto; respetar a los demás, respetar su propiedad y respetar sus opiniones;
y asumir responsabilidad por las decisiones que uno toma.

Sin los valores la vida carecería de sentido, la convivencia sería


imposible y el ser humano perdería completamente su norte y dirección.

Los valores pueden desempeñar diversas funciones, tales como: guiar y


orientar la vida del hombre, servir de base para juzgar a otros, apoyar las
diferentes actividades del hombre, resolver conflictos, establecer normativas,
entre otros.

Los valores sirven como líneas directrices para la política, el


pensamiento y el comportamiento. También pueden utilizarse como normas
para juzgar casos particulares de estos fenómenos.

El valor que da sentido a la persona


La idea directriz que da sentido a la persona, a su vida, la adquirirá o la
elegirá la persona entre aquellas cosas que para ella constituyen un valor
importante y firme.

Aunque el supremo valor trascendente que verdaderamente da sentido a


la vida, ordena e integra toda su existencia en el valor religioso, la fe.

¿Qué es un valor humano?

Los valores humanos son aquellos bienes universales que pertenecen a


nuestra naturaleza como personas y que, en cierto sentido, nos «humanizan»
porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra
naturaleza humana.

La libertad nos capacita para ennoblecer nuestra existencia, pero


también nos pone en peligro de empobrecerla. Las demás creaturas no
acceden a este disyuntiva. Un gato callejero no podrá ser algo más que un gato
común y corriente; siempre se comportará de modo felino y no será culpado o
alabado por ello. Nosotros, en cambio, si prestamos oídos a nuestros instintos
e inclinaciones más bajas, podemos actuar como bestias. De este modo nos
deshumanizamos.

Si no descubrimos lo que somos, tampoco descubriremos los valores


que nos convienen. Cuanto mejor percibamos nuestra naturaleza, tanto más
fácilmente percibiremos los valores que le pertenecen.

Clasificación de los Valores

Los valores pueden ser clasificados de muchas formas, de acuerdo a su


radio de acción:

- Íntimos.
- Personales.
- Familiares.
- Grupales.
- Sociales.
- Nacionales.
- Internacionales.
- Universales.
- Humanos.
- Divinos.
- Naturales.

Según sus polaridades:

- Valores.
- Anti-valores.

Según la disciplina:

- Éticos.
- Morales.
- Políticos.
- Ecológicos.
- Sociales.
- Económico.
- Religioso.
- Culturales.
- Artístico.

Los Valores en Venezuela

En Venezuela quizás quedan muy pocos valores, ya que cada vez hay
más personas que cometen atropellos sin ser sancionados, dejando sus
valores y principios a un lado.
Los delitos quedan impune, hay mucha deshonestidad, injusticia, hay
tantas muertes, por ejemplo: matan día a día a personas quizás por
equivocación, porque una vio mal a otra, y no hay justicia.

Las personas, de toda clase social se encuentran intolerante, no


permiten que se les aconseje para bien, han perdido sus valores sin importarle
los sentimientos, han perdido la humildad, el don del ser una persona
humanitaria.

Predomina la Agresividad y la Ira, tanto en Venezuela como en el mundo


entero.

Lamentablemente a la mayoría de las personas no les Importa la


Situación del País, sino la de su bolsillo, hoy en día a todos lo único que les
importa es lo material, ya no se habla de la Iglesia, nadie se acuerda de Díos,
se ha perdido la Fe, y sin ir muy lejos la Delincuencia, la Inseguridad y las
Drogas, cada vez se adueña, de cada uno de los Venezolanos, y no
encontramos una salida, donde todos seamos beneficiados.

Cultura

La cultura es precisamente el contenido de la filosofía, son los actos y


pensamientos del hombre, es el afán cotidiano de dar un sentido a la
existencia.

Emmanuel Kant considera que los caminos de la cultura son infinitos


para el hombre, que no se conforman con vivir sino que trata siempre de dar un
sentido, un porqué a su existencia, una razón de ser, de aquí que realiza
infinidad de actos tendientes a llegar a ese fin; el acervo de lo que el hombre
realiza, el conjunto de creaciones valiosas que en el transcurso de los siglos ha
realizado y acumulado para satisfacer las necesidades espirituales que tiene,
constituyen la cultura.
Ahora bien, la filosofía, es una ciencia, la ciencia que explica la cultura,
porque para encontrar el fundamento de los hechos culturales necesita seguir
el camino de la ciencia, es decir, necesita estudiar los hechos de la vida
humana expresados en leyes. La filosofía entonces, se encarga de explicar el
cómo y el porqué de los actos que el hombre realiza, es la ciencia que
reflexiona sobre el quehacer humano y le da sentido.

La cultura es "el conjunto de los objetos culturales", siendo los objetos


culturales "en los cuales ha intervenido el hombre para producirlos o
modificarlos dotándolos de algún valor", en el arte que es un territorio de la
cultura se maneja una especie de valor que la distingue de las demás que es la
belleza, que nos produce la perfección de sus obras. Esto nos da a entender
que la cultura es la obra del hombre , en el arte por medio de sentimientos
expresados por el autor por ejemplo. Este concepto de cultura nos da una
visión mucho más amplia de como la hemos manejado, pues usábamos este
concepto para expresar todo aquello producido por lo mente humana, pero no
habíamos pensado en que era todo lo producido por el hombre, por ejemplo no
pensamos que un carro fuese un objeto cultural, porque definiendo lo que son
los valores se observa que son cualidades del orden ideal y pues un carro no
viene siendo una idea, sino un objeto, pero si lo es pues tiene el valor del
trabajo del hombre aplicando sus conocimientos, que viene siendo similar a un
objeto cultural como un libro o una pintura.

Ideales

Una manera simple de definir un ideal es la siguiente:

Un ideal es una norma con la cual debemos medir todos los aspectos de
la vida.

Un ideal es una norma con la cual aprendemos a elegir pensamientos y


actitudes.
Ideales son principios fundamentales que gobiernan nuestra vida.
Ideales son principios fundamentales que debemos utilizar y aplicar
diariamente en toda circunstancia.

Recordemos que un ideal no es una idea sino un principio o criterio


prevaleciente.

Quien tiene ideales cuenta con el impulso energético que promueve la


realización de su proyecto personal, e imprime en sus acciones, pensamientos
y sentimientos de orden superior. Este accionar constituye un logro para quien
lo sustenta y es un punto de referencia para otros, dado que su conducta refleja
un estilo de vida estimulante, intenso y repleto de sentido que invita a imitar

Actitudes

Se puede definir actitud como tendencia adquirida relativamente


duradera a evaluar de un modo determinado un objeto, persona, suceso o
situación y a actuar en consecuencia (Sarabia 1992).

Poseen, pues, un componente cognitivo (conocimientos o creencias),


otro afectivo (sentimientos y preferencias) y un último conductual (acciones
manifiestas y declaraciones de intenciones).

La tendencia a ver el lado negativo de las cosas y la tendencia a ver


preferentemente el lado positivo son actitudes que no sólo influyen en nuestros
estados de ánimo sino que terminan afectando a los resultados de lo que
hacemos. Es ya un tópico describir a los optimistas como pesimistas mal
informados, o como ingenuos que no captan todos los aspectos de la realidad,
o como ilusos que antes o después se rendirán a la evidencia de que la vida es
un cúmulo de problemas tan frecuentes como de difícil solución. Pero ser
optimista no equivale a ser frívolo o inconsciente. Optimista es quien percibe lo
bueno de cada circunstancia y quien a partir de esa percepción es capaz de
optimizar las posibilidades que cada situación plantea.
Una de las verdades más profundas de la psicología humana la refleja el
viejo proverbio de que "nada es verdad ni mentira, todo es según el color del
cristal con que se mira". Una misma situación percibida por dos personas
puede adquirir una dimensión muy diferente. No se puede afirmar
categóricamente "esto es así", es más adecuado el planteamiento "yo esto lo
percibo así", porque la forma en que hemos aprendido a interpretar la realidad
va a condicionar nuestro estado de ánimo y éste el enfoque que daremos a
nuestra vida.

Ética / Moral

Origen etimológico de la palabra ética:

Los griegos utilizaban dos términos distintos para referirse en un caso a


lo que nosotros llamamos "ética" y en otro a lo que nosotros llamamos
"costumbre".

Por un lado con el término "éthos" (con "": épsilon o "é" breve)
designaban a lo que a en castellano nos referimos a las costumbres o los
hábitos automáticos; mientras que con el vocablo eéthos (con "": ETA o "ë"
prolongada) se refería al concepto de "modo de ser", "carácter" o
predisposición permanente para hacer lo bueno.

Es de este último vocablo griego "éthos"(con "ë" prolongada) de donde


proviene la palabra castellana "ética". Aunque en el origen, el "éthos" se refería
no solo a la "manera de ser" sino al "carácter" (en el sentido psicológico que
nosotros le damos ahora a esta palabra), posteriormente el lenguaje fue
evolucionando y la usó para referirse a " La manera de actuar, coherente,
constante y permanente del hombre para llevar a cabo lo bueno". Ya tenemos,
el concepto clásico de lo que siempre se ha entendido por ética.
Cuando los latinos se ven forzados a traducir esa palabra a su lenguaje
propio utilizan el vocablo "moralitas", que a su vez se origina de la raíz "mos", o
"mores" que significaba simultáneamente: costumbres y maneras permanentes
de actuar o comportarse. Al no disponer el latín de dos palabras para referirse
a los dos conceptos que el griego podía diferenciar, muy pronto "moralitas"
sustituye a éthos y ëthos, y por lo tanto, en adelante una palabra sola va a
significar tanto el modo de ser o la predisposición propia de cada uno en lo que
tiene que ver con lo bueno, como las conductas acostumbradas o "de hecho".

Es del vocablo latín "moralitas" que proviene la palabra "moral" del


lenguaje castellano.

Concepto de moral

Del análisis etimológico podemos ver que la palabra latina "moralitas"


incluye no solo las acciones humanas en "cuanto vividas de hecho" sino
también las acciones humanas en cuanto elegidas como rectas de acuerdo con
el mundo de valores permanente del individuo. Hoy en día a las primeras las
estudia la sociología, la etnología, la antropología o la psicología, mientras que
las segundas son el objeto propio de la Ética o Moral en tanto disciplinas
filosóficas.

En el lenguaje corriente hay dos usos de la palabra ética. En algunos


casos se la emplea como sustantivo y en otros como adjetivo. Cuando se le
usa como sustantivo ("La Ética" o "La Moral") se da a entender un saber
específico dentro de las disciplinas humanas que tiene como objeto la
fundamentación racional de lo que debe ser la responsabilidad del ser humano
para alcanzar lo bueno o lo recto. En ese sentido, denominaría el saber
filosófico coherente y sistematizado (en teorías orgánicas) sobre las
características que deben tener los valores, principios, normas y virtudes para
que el ser humano se realice como tal en su transcurrir histórico. Ese saber
sistematizado implica una concepción de lo que son los derechos y deberes
que le corresponden como individuo que vive en sociedad, así como las
prohibiciones, sanciones y todos los tipos de medios adecuados para alcanzar
"el bien" en la interacción humana.

Pero con frecuencia la palabra "ética" es empleada en el lenguaje


corriente como un adjetivo. Entonces se comenta: "esto no es ético" "fulano es
un inmoral". En este caso la palabra "ética" o "moral" en tanto adjetivo, juzga la
cualidad de determinadas acciones de los individuos en cuanto tienen que ver
con la manera que éstos ejercen su responsabilidad frente a los valores,
principios y normas morales. Hace un juicio evaluatorio de una acción humana
en cuanto es capaz de encarnar o realizar en la práctica, a los valores,
principios, y normas éticas.

En realidad, este uso confuso de la palabra ética que se hace en el


lenguaje vulgar alude a la doble dimensión de las acciones humanas que
tienen que ver con "el bien" o "lo bueno". Mientras que el saber filosófico se
preocupa de justificar racionalmente criterios de acción que no sean arbitrarios
y que sean universalmente válidos (dimensión objetiva) la ética en cuanto
vivida de hecho, muestra cómo los hombres concretan o no esos criterios en su
acción personal (dimensión subjetiva de la ética ).

De ahí que nosotros entendamos por "Ética o Filosofía Moral " La


disciplina filosófica que reflexiona de forma sistemática y metódica sobre el
sentido, validez y licitud (bondad-maldad) de los actos humanos individuales y
sociales en la historia. Para esto utiliza la intuición experiencia humana,
tamizada y depurada por la elaboración racional.

Escrita con minúscula o usada como adjetivo " ética o "moral " hace
referencia al modo subjetivo que tiene una persona o un grupo humano
determinado de encarnar los valores morales. Es pues la ética pero en tanto
vivida y experimentada. En ese sentido el lenguaje popular se refiere a que una
persona "no tiene ética" o que "la ética o la moral de fulano" es intachable.

Tanto en el lenguaje vulgar como en el intelectual a la palabra Moral se


le da también un contenido conceptual similar al de Ética. Muchas veces se
alude a la Filosofía Moral como la rama filosófica que se ocupa del asunto de la
justificación racional de los actos humanos. Por otro lado también se habla de
la moral como la dimensión práxica, vivida de hecho o a lo experimentado por
los individuos o por las "tradiciones" morales específicas de determinados
grupos.

A juzgar por lo dicho antes, tanto en el lenguaje ordinario como en el


filosófico no hay un criterio unánimemente aceptado por los autores en cuanto
a distinguir los conceptos de Ética0 y Moral. (Ya vimos cual había sido el origen
etimológico común de estos términos. En muchos casos se los usa de forma
intercambiable. No obstante, hay autores se empeñan en distinguirlos.

Entre aquellos que diferencian a la Ética de la Moral están los que


sostienen que "Ética" sería la disciplina filosófica que se ocupa de la
fundamentación racional del comportamiento moral del hombre mientras que
"Moral" sería todo lo que se refiere a los valores en tanto asumidos y vividos
por la gente, o sea, a la dimensión subjetiva o a la moralidad vivida de hecho
por los individuos o grupos determinados. Esta forma de diferenciar ambos
conceptos parece ser práctica y yo me pliego a ella.

Otros han preferido distinguir los términos, diciendo que la Ética se


ocuparía del conjunto de principios inalterables por Ej. La defensa de la vida, la
búsqueda de aliviar el sufrimiento, el respeto por la persona humana, la
confidencialidad, etc., mientras que la Moral sería la dimensión subjetiva de
quien asume esos principios.

Se adopte la distinción que sea, lo que sí parece ser unánimemente


aceptado es que los términos Ética o Filosofía Moral son equivalentes.
Podemos decir pues, que la Ética o Filosofía Moral no tiene como objeto
evaluar la subjetividad de las personas, sino valorar la objetividad de las
acciones humanas en la convivencia a la luz de los valores morales. Cuando la
ética reflexiona no se preocupa por buscar cuales son -sociológicamente
hablando-, las distintas "sensibilidades" morales subjetivas que se dan en las
sociedades, sino que intenta buscar aquellos criterios universales, que eliminen
la arbitrariedad de las relaciones humanas y lleven a que el ser humano se
haga cada vez más plenamente hombre. De esa manera, la Ética no busca ver
si para un sujeto está bien matar y para otro sujeto está bien dejar vivir, sino
que busca justificar racionalmente si puede considerarse bueno para todo ser
humano (criterio universal ético) el deber de dejar vivir o de matar. La ética se
ocupa pues de encontrar las convergencias axiológicas racionalmente
justificables para todo ser humano, aún cuando estas convergencias sean muy
reducidas y haya todavía mucho por recorrer en su búsqueda.

La ética o la moral no pueden ser tales si no hay una actividad reflexiva,


consciente y libre del ser humano que se orienta hacia el deber ser.

Deberes éticos: Fortaleza, Firmeza y Generosidad

El fundamento transcendental atribuido a la ética permite dibujar el


sistema de los deberes éticos: sistema que se funda en la organización de
todo aquello que es conducente a la existencia de los sujetos corpóreos. La
fortaleza sería, según esto, la principal virtud ética. Y utilizando la
terminología de la Ética de Benito Espinosa (parte iii, proposiciones 58 y 59;
parte iv, proposición 30, &c.) diríamos que esta virtud ética suprema de la
fortaleza (o fuerza) del alma, se manifiesta como firmeza cuando la acción
(o el deseo) de cada individuo se esfuerza por conservar su ser (la firmeza
impide considerar como ética cualquier acción destinada a hacer de mi
cuerpo lo que yo quiera, limitando la posibilidad ética del suicidio), y se
manifiesta como generosidad en el momento en el cual cada individuo se
esfuerza en ayudar a los demás. La fortaleza no es, pues, simplemente
egoísmo o altruismo, porque la firmeza sólo es firmeza en tanto que es
fortaleza, como sólo en cuanto fortaleza es virtud la generosidad. Una
generosidad desligada de la fortaleza deja de ser ética y, aun cuando pueda
seguir siendo transcendental en el sentido moral, sin embargo, puede llegar
a ser mala (perversa, maligna) desde el punto de vista ético: las virtudes
éticas y las morales se relacionan entre sí dialécticamente. La generosidad
ha de entenderse como una virtud sólo cuando es eficaz. No ha de
entenderse sólo como un impulso psicológico, como una «buena voluntad»,
sino que busca el perfeccionamiento de un objetivo personal. Si se tuviera
la seguridad de que nuestras acciones generosas son inútiles carecería de
valor ético realizarlas. En general, podría decirse que las virtudes éticas
derivadas de la fortaleza, en tanto atienden a la existencia real de cada
individuo corpóreo, no se inspiran tanto en la «igualdad aritmética» entre
estos diferentes individuos cuanto en la consideración de las necesidades
de cada cual («igualdad geométrica»); para decirlo con palabras
consagradas, las virtudes éticas se inspiran antes en la fraternidad que en
la igualdad, o, en términos de Aristóteles, se guían por la amistad antes que
por la justicia. Las normas éticas tienen un campo virtual de radio mucho
más amplio (extensionalmente hablando) que las normas morales:
«atraviesan» las barreras de clanes, naciones, Estados, partidos políticos y
aun clases sociales; su horizonte es «la Humanidad», puesto que el
individuo humano corpóreo es la figura más universal del campo
antropológico. Las normas morales, en cambio, tienen una universalidad
distinta, pues las esferas en las que ellas actúan son múltiples y muchas
veces contrapuestas entre sí. Por ello, las normas éticas son más
abstractas. Los llamados «Derechos humanos», podrían verse
principalmente (salvo el punto 3 del artículo 16, que se refiere a la familia)
como un reconocimiento y una garantía de las normas éticas en la medida
en que ellas estén amenazadas precisamente por normas morales (ligadas
a los «derechos de los pueblos»). Sin embargo sería excesivo afirmar que
las normas éticas son anteriores y, por decirlo así, a priori respecto de las
situaciones históricas y sociales que vayan constituyéndose, acaso de
modo meramente coyuntural. Y sería excesivo suponer que las normas
éticas se derivan de la misma condición específica (en el sentido
mendeliano) de la «especie humana», por cuanto sabemos que los límites
de esta especie (tanto filogenéticos como ontogenéticos) no están dados de
antemano, sino que van estableciéndose, consolidándose y ampliándose
dialéctica e históricamente, y precisamente a través, en parte, de las
normas morales, en tanto normas conjugadas con las normas éticas. En
efecto, las normas éticas sólo pueden abrirse camino en el seno de las
normas morales: el individuo sólo se conforma como tal en el seno de la
familia, del clan, de la nación.

Conclusión

Después de haber culminado la investigación pudimos determinar


que motivado a los constantes cambios y/o avances tecnológicos en el cual
vivimos actualmente, las relaciones humanas han venido deteriorándose
progresivamente debido a que los valores que se basan más en un bienestar
material individual y se descuida la dignidad de la persona.

Los valores son un conjunto de creencias que nos dictan la forma de


conducta más aceptada socialmente.

Y nos encontramos que la ética tiene una íntima relación con la moral,
tanto que incluso ambos ámbitos se confunden con bastante frecuencia. La
moral es aquel conjunto de valores, principios, normas de conducta,
prohibiciones, etc. de un colectivo que forma un sistema coherente dentro de
una determinada época histórica y que sirve como modelo ideal de buena
conducta socialmente aceptada y establecida.
Bibliografía

http://www.monografias.com

Wikipedia, la enciclopedia libre

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