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González Cabanach comienza su artículo haciendo una distinción entre la concepción del
aprendizaje como adquisición de conocimientos y la concepción del aprendizaje como participación
en situaciones sociales. Esta dicotomía resulta fundamental para entender las diferentes perspectivas
sobre el proceso de aprendizaje. La autora argumenta que la concepción del aprendizaje como
adquisición de conocimientos ha predominado históricamente en la educación, reflejándose en
enfoques tradicionales centrados en la transmisión de información por parte del docente hacia el
estudiante. Sin embargo, señala que esta visión limitada ha sido cuestionada por enfoques más
contemporáneos que enfatizan la construcción activa del conocimiento por parte del estudiante a
través de la interacción con su entorno y con otros individuos.
Desde mi perspectiva, esta distinción resulta sumamente relevante en el contexto educativo actual.
Es evidente que el aprendizaje va más allá de la mera adquisición de información; implica un
proceso activo de construcción de significados y de desarrollo de habilidades cognitivas y sociales.
Sin embargo, aún persisten prácticas educativas arraigadas en la concepción tradicional del
aprendizaje, lo que limita las oportunidades de los estudiantes para participar de manera activa en su
propio proceso de aprendizaje.
La autora también aborda los enfoques de aprendizaje desde una perspectiva epistemológica,
diferenciando entre el enfoque conductista, el cognitivista y el socioconstructivista. Si bien
reconoce la contribución de cada uno de estos enfoques al campo de la psicología educativa, destaca
las limitaciones inherentes a cada uno de ellos. Por ejemplo, critica la visión mecanicista y simplista
del aprendizaje presente en el conductismo, así como la concepción pasiva del estudiante como
receptor de información. Del mismo modo, cuestiona la visión atomista y reduccionista del
cognitivismo, que tiende a descontextualizar el proceso de aprendizaje y a centrarse exclusivamente
en la mente individual del estudiante. En contraste, resalta las fortalezas del enfoque
socioconstructivista, que reconoce la importancia de los contextos socioculturales en la
construcción del conocimiento y promueve la participación activa del estudiante en su propio
proceso de aprendizaje.
Desde mi punto de vista, esta crítica a los diferentes enfoques de aprendizaje pone de relieve la
necesidad de adoptar una perspectiva integradora que tenga en cuenta la complejidad y la diversidad
del proceso de aprendizaje. Si bien es importante reconocer las contribuciones de cada enfoque,
también es necesario superar sus limitaciones mediante la integración de elementos clave de cada
uno de ellos. En este sentido, el enfoque socioconstructivista emerge como una perspectiva
prometedora que permite comprender el aprendizaje como un proceso dinámico y contextualizado,
en el que el estudiante juega un papel activo y protagonista.
En conclusión, el artículo de González Cabanach ofrece una visión panorámica y crítica sobre las
concepciones y enfoques de aprendizaje, invitando a reflexionar sobre las prácticas educativas y su
relación con las teorías del aprendizaje. Desde mi postura crítica-analítica, considero que este
artículo constituye una contribución valiosa al campo de la psicología educativa, al destacar la
importancia de adoptar una perspectiva integradora que permita comprender la complejidad del
proceso de aprendizaje y promueva prácticas educativas más inclusivas y participativas.