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La ley 5805 establece las circunstancias en las cuales una persona podría verse
involucrada en la práctica ilícita de la abogacía, siempre que no conlleven una
infracción penal. Estas circunstancias engloban:
Falsedad en la matrícula: Cuando alguien se hace pasar por abogado o utiliza una
matrícula falsificada para ejercer la abogacía.
Ejercicio sin matrícula: Cuando alguien ejerce la abogacía sin haberse matriculado
debidamente en el colegio de abogados correspondiente.
Publicidad engañosa: Cuando alguien realiza publicidad o promoción engañosa que
induce a creer que es abogado o que posee habilidades o conocimientos legales que
en realidad no posee.
Uso indebido del título de abogado: Cuando alguien utiliza el título de abogado sin
contar con la correspondiente formación académica y sin estar matriculado como
abogado.
Representación ilegal: Cuando alguien se presenta como abogado y actúa en
representación de terceros sin contar con la autorización legal para hacerlo.
En cuanto a las sanciones previstas, la ley 5805 contempla las siguientes medidas
para quienes incurran en la práctica ilícita de la abogacía:
Multa: Se podría imponer una multa monetaria como consecuencia de la práctica ilícita
de la abogacía.
Suspensión: Es posible que se suspenda temporalmente la facultad de ejercer la
abogacía como resultado de la infracción cometida.
Inhabilitación: Existe la posibilidad de inhabilitar de manera permanente al infractor
para ejercer la abogacía en el futuro.
Es fundamental considerar que estas sanciones podrían variar conforme a la
legislación específica de cada nación o jurisdicción. Por lo tanto, se recomienda
consultar la normativa local para obtener información precisa en relación con las
circunstancias y sanciones vinculadas a la práctica ilícita de la abogacía.