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DEPARTAMENTO DE HISTORIA

GUÍA 3: COMPRENSIÓN HISTÓRICA DEL PRESENTE


Unidad 1: PRESENTE Y CONOCIMIENTO HISTÓRICO: LA HISTORIA
RECIENTE Y SUS PRINCIPALES PROCESOS

ALUMNO/A: DOCENTE: FRANCISCO J. RIQUELME YÁÑEZ

CURSO: 3º MEDIO FECHA: MARZO 2020 EXIGENCIA: 60% TIEMPO ESTIMADO: 180’
OBJETIVO DE LA CLASE: Comprender e identificar el origen de la
historia contemporánea, su proceso de estudio y conceptos claves para el
trabajo del historiador.
INSTRUCCIONES: Lee atentamente la información otorgada en este
documento. Analiza y destaca las ideas más importantes. Desarrolla las
siguientes actividades de forma ordenada y legible. Recuerda siempre
citar las fuentes de donde extraes la información, además de cuidar tu
ortografía y redacción. Recuerda que esta guía contiene una actividad
evaluada. Las especificaciones aparecen detalladas más abajo.

La historia del mundo contemporáneo

La Época o Edad Contemporánea es uno de los grandes períodos de historia de


las sociedades humanas. La historia de la humanidad, desde su origen, se ha dividido
tradicionalmente en períodos, en tramos de historia articulados a partir de ritmos de
transformación y por determinados hechos históricos. En función de estas
transformaciones y de su permanencia, se han establecido los períodos de la historia, a
los que se ha otorgado un orden de progreso y civilización: Prehistoria, Edad Antigua,
Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.
Existen unos acontecimientos, considerados clave, que abren y cierran períodos y
favorecen los cambios. Estos acontecimientos y la fecha en que se produjeron son
escogidos por una serie de razones, discutibles en su mayor parte, que tienen su origen,
en la mayoría de los casos, en el prestigio y la influencia de los historiadores, en las
corrientes interpretativas que los establecieron y, por encima de todo, en una visión
eurocentrista de la historia, que consideraba que había sido Europa la que había
generado y lideraba la historia universal. Si nos limitamos al ámbito europeo, el problema
de las periodizaciones aumenta. A diferencia de lo que se pensaba el siglo pasado, no
sólo los pueblos civilizados tienen historia.
La historia contemporánea es la historia de los siglos XIX y XX, y arranca, gracias al
peso y la tradición de la historiografía francesa, con la Revolución Francesa (fig. 1). Pero
como veremos, hay además muchos otros factores que hacen que se justifique el paso a
un nuevo período histórico en torno a esa fecha. Así, en ella tiene lugar una revolución
de la producción gracias a la industrialización; se da una gran fractura social, debido a la
crisis de la sociedad estamental y el asenso de la burguesía, y una cultural y política
con la decadencia del absolutismo y el triunfo de las ideas liberales (fig. 2).
También comúnmente se ha dividido la historia contemporánea en Alta Edad
Contemporánea (siglo XIX) y Baja Edad Contemporánea (siglo XX). Situar los inicios de
la historia contemporánea trajo consigo grandes debates, pero no ocurre lo mismo con la
determinación de la fecha en que acaba, ya que abarca hasta el presente.
(Fig. 1) La toma de la Bastilla se convirtió en
el símbolo de la Revolución Francesa.

(Fig. 2) Mujeres trabajando en una fábrica de hilados.


La industrialización también fue posible gracias al
trabajo femenino, muchas veces ignorado.
La época contemporánea y el tiempo histórico

A lo largo del tiempo histórico se producen en una sociedad cambios que la


modifican, ya sean en el ámbito social, cultural e ideológico, o aquellos que afectan a las
relaciones del ser humano con su entorno. El tiempo histórico no tiene el mismo valor en
todas las sociedades, como tampoco se pueden comprar la duración que tienen los
fenómenos de la naturaleza con la de los fenómenos históricos.
La cantidad y la profundidad de los cambios producidos a lo largo de los siglos XIX y XX
no tienen comparación con ningún período de la historia de la humanidad. Éste es un
hecho evidente sobre todo en el ámbito de la economía, la demografía y, especialmente,
la ciencia y la técnica. Si recordamos y comparamos las dos grandes revoluciones de la
historia, la neolítica y la Revolución Industrial, observaremos la gran diferencia entre los
ritmos de implantación de ambas: miles de años para una y unos decenios para la otra.
Frente a las edades anteriores y sus ritmos lentos, en la Edad Contemporánea se ha
acelerado el ritmo de las transformaciones y éstas han llegado, por primera vez y, casi al
mismo tiempo, a todas las sociedades del planeta. Ante ello, cabe plantearse qué es el
ritmo en historia.
El ritmo, la simultaneidad y la duración son algunos de los rasgos del tiempo histórico.
Con los que analizamos los hechos de la historia. El ritmo es diferente según la sociedad
y, además, los procesos de cambio pueden producirse en breves períodos de tiempo
después de siglos de estabilidad.
El tiempo histórico tiene, además de diferentes ritmos, diferentes medidas o duraciones.
Hay un tiempo corto o rápido, que es el de los acontecimientos y el de la vida de las
personas (Fig. 3).
El tiempo medio es el de la coyuntura, es decir, el de las condiciones que caracterizan
un momento global, de mayor duración que el de un único acontecimiento. Esas
condiciones pueden ser de carácter político, social, religioso, económico o cultural. Las
coyunturas también evolucionan a diferente ritmo. Ejemplos de tiempos de duración
media o coyunturas los tenemos en las crisis revolucionarias o en las fluctuaciones
económicas, que provocan los cambios coyunturales.
El tiempo largo corresponde al de las estructuras, es decir, aquellas realidades
históricas que permanecen por debajo de los acontecimientos y los cambios coyunturales.
Existen igualmente estructuras económicas, políticas, sociales, culturales, mentales…, y
también cada una evoluciona a diferente ritmo. Las estructuras políticas son las que
cambian con mayor rapidez, mientras que las mentales son las últimas en hacerlo.
Una misma estructura económica puede darse bajo diferentes coyunturas políticas. La
estructura mental integra a los elementos que permiten la interpretación y comprensión
del mundo, desde las religiones a las ideologías y los mitos. En nuestra sociedad, por
ejemplo, la tradición judeocristiana perdura en nuestra cultura y en la mayoría de nuestros
comportamientos colectivos. Las estructuras sociales también son de larga duración. Los
lazos de parentesco o la familia son estructuras resistentes a los cambios, incluso a los
cambios de las estructuras económicas (Fig. 4).
(Fig. 3: La revolución Rusa es un ejemplo de
acontecimiento que se sucede en un tiempo histórico corto).

(Fig. 4: Familia burguesa de finales del siglo XIX.


La familia es una institución común en prácticamente
todas las sociedades del planeta).
Actividad: Recuerda contestar en tu cuaderno (pregunta y respuesta) de forma clara y
ordenada, cuidando ortografía y redacción. El trabajo debe ser ser registrado de manera
fotográfica y enviado al correo franciscoriquelme@ug.uchile.cl hasta el lunes 06-04 hasta
las 00:00 horas.
Recuerda también que cualquier duda o comentario que quisieras hacer con respecto a
éste trabajo y a la Unidad en general, lo puedes hacer en la sala de Google Classroom:
Link: https://classroom.google.com/u/0/c/NTY3Mzg0MTA3NTBa?hl=es
Password: 3ylcbgv

1.- Descubre e identifica ¿Qué culturas del pasado han legado obras que se han
convertido en símbolo de civilización y progreso? (ejemplo: las pirámides en Egipto es
legado de la antigua civilización egipcia)

2.- ¿Qué importancia tuvo la Revolución Francesa y la Revolución Industrial para la


historia de la humanidad? (explícalo en el ámbito económico, social y político.)

3. ¿Qué cambios importantes para la evolución de las sociedades humanas ocurrieron


durante el período neolítico?

4.- Explica cuales son los rasgos principales del tiempo histórico y establece ejemplos
para cada uno de dichos rasgos.

5.- ¿Qué es la historia contemporánea? ¿Por qué es importante su estudio?

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