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1. INTRODUCCIÓN.
2. EL CONOCIMIENTO HISTÓRICO.
2.1. El conocimiento científico y la historia.
2.2. Los rasgos definitorios del conocimiento histórico.
2.3. La estructura del conocimiento histórico.
2.4. La Historiografía.
A) Los primeros documentos históricos.
B) La Historiografía griega.
C) La Historiografía romana.
D) La Historiografía cristiana en la época medieval.
E) La Historiografía hasta el siglo XVIII.
F) Tendencias historiográficas en los siglos XIX y XX.
6. SINTESIS.
7. BIBLIOGRAFÍA.
8. SINOPSIS.
El paradigma positivista es recuperado en el siglo XX en la Nueva Historia Económica
que se desarrolló sobre todo en los Estados Unidos. Se esfuerza por elaborar teorías
que tengan un valor tanto explicativo como previsor y que permitan pues recuperar
una cierta cientificidad. Utilizando modelos basados en la teoría económica y técnicas
puramente cuantitativistas se ocupan de problemas de crecimiento económico. Frente
a esta historia econométrica, el estructuralismo de Lévi-Strauss ve imposible la
aplicación de modelos teóricos semejantes a los de las ciencias físicas a las ciencias
sociales y en particular a la Historia ya que ésta por propia naturaleza no es un
conjunto de estructuras estáticas sino una evolución, no reducible a un sistema simple
de relaciones formales.
La naturaleza y definición del tiempo ha sido una de las cuestiones más debatidas y
controvertidas en la historia de la Filosofía. Algunos pensadores niegan la existencia
del tiempo. Así Aristóteles afirma que el tiempo es sólo la medida del movimiento
según un antes y un después; de la misma manera Leibniz definía el tiempo como la
sucesión continuada de los momentos.
Para otros autores el tiempo sí que existe en sí mismo. Newton afirma la existencia de
un tiempo absoluto, verdadero y matemático, “sin relación alguna con el exterior que
discurre uniformemente”; asimismo Descartes para quien el tiempo es un modo
inseparable de las cosas: su duración.
Actualmente estas dos posiciones se resumirían en la existencia de dos tipos de
"tiempos". El tiempo imaginario está compuesto por los momentos de antes, ahora y
después y es apreciado subjetivamente. El tiempo real que es la existencia
continuamente renovada del universo.
En cualquier caso lo que llamamos tiempo está muy vinculado a otros dos conceptos
que son esenciales en la explicación de la historia. Son los conceptos de duración y
sucesión. Los estados de conciencia se nos aparecen sucesivamente: duran y se
prolongan en una serie de instantes que se suceden. La duración solo se manifiesta
en tanto en cuanto está ocupada por estados de conciencia y la sucesión solo en la
sustitución de unos estados de conciencia por otros.
Al ser un hecho humano, o de tiempo imaginario, la duración tiene una medida muy
subjetiva y variable, por lo que para conseguir una medición del tiempo válida
universalmente ha sido necesario traducirlo a hechos externos a la actividad humana y
que además tuviesen un carácter cíclico y perfectamente previsible; se recurrió así a
los movimientos astrales del sol y la luna. Aunque los sistemas de cómputo temporal
históricamente conocidos han sido diversos, todos ellos se han basado en estos
movimientos astrales.
El cómputo fiable y universalizado del tiempo satisface una necesidad básica de los
hombres y las sociedades: situar los acontecimientos en el tiempo. La Historia es la
ciencia de los acontecimientos del pasado en el tiempo; requiere pues un instrumento
auxiliar que sitúe los hechos históricos y establezca su orden temporal a partir de los
datos de calendarios o estimaciones del tiempo que pueden variar unas de otras. Este
instrumento es la Cronología.
A) El tiempo corto.
B) El tiempo medio.
Se caracteriza por que es el marco más adecuado para explicar los fenómenos
económicos relacionados con los políticos y sociales que presentan unos rasgos
propios que los diferencian de otros períodos históricos. Si el tiempo corto
representaba la medida del individuo y de la vida cotidiana el tiempo medio caracteriza
a un pequeño número de generaciones y a las condiciones generales de vida en que
esas generaciones se desenvuelven.
C) El tiempo largo.
El tiempo largo es el marco más adecuado para el estudio de las estructuras Una
estructura ha sido definida como una organización, una coherencia, unas relaciones
suficientemente fijas entre realidades y masas. Estas construcciones sociales son muy
persistentes en el tiempo, de forma que reflejan una cierta idea de inalterabilidad
social; esto solo es cierto desde una visión subjetiva y limitada, de corto alcance.
Sin embargo, aunque den la sensación de inalterabilidad, tampoco las estructuras son
inmutables y eternas. En realidad el movimiento y el cambio son consustanciales a
ellas; las estructuras cambian y evolucionan cuando la velocidad de ese movimiento
se acelera, cuando su desequilibrio esencial se pone de manifiesto más vivamente,
por ejemplo en la transformación del capitalismo del Antiguo Régimen en el
capitalismo Industrial del siglo XIX.
3.3. La periodización.
Según la definición de Marrou una fuente es "todo aquello que en la herencia del
pasado puede interpretarse como un indicio revelador por algún concepto de la
presencia, de la actividad, de los sentimientos y el modo de pensar del hombre que
nos precede". Para Bernheim las fuentes históricas son "resultados de la actividad
humana que por diversas circunstancias son particularmente adecuados para informar
sobre hechos históricos y para comprobarlos".
Así pues se distinguen dos vertientes en estas definiciones del concepto de fuente; por
un lado son restos o resultados de la existencia humana y de una manera más
reductora, son restos que facilitan el proceso cognoscitivo de reconstrucción del
pasado histórico.
Las fuentes no tienen por que ser exclusivamente materiales tales como documentos
escritos o restos arqueológicos o biológicos. También la memoria tanto individual
como colectiva puede integrarse en el concepto de fuente; por ejemplo, según la
definición de Ríu, entendemos por fuentes históricas todos aquellos instrumentos,
escritos, objetos, restos y testimonios directos o indirectos que utilizamos para conocer
los tiempos pasados y escribir su historia.
Topolsky añade otro matiz al considerar como fuente no solo la información obtenida
de un determinado documento sino también el documento en sí.
La heurística o ciencia que se encarga del estudio de las fuentes históricas distingue
asimismo entre fuentes en potencia, el objeto o testimonio "en bruto", y fuentes
efectivas, aquellas que han sido investigadas y de las que se ha extraído ya la
información.
El concepto actual de fuente por razones que hemos expuesto anteriormente debe
mucho a la tradición positivista sobre todo en lo que se refiere a su tratamiento crítico.
Sin embargo el concepto actual es mucho más amplio que el que propugnaban los
positivistas. Frente a estos que solo tenían en cuenta los documentos de archivo, ya L.
Fèbvre apostaba por la consideración como fuentes de todos los textos y no solo de
los textos sino de los restos materiales, biológicos culturales, etc., etc.
Entre los intentos más actuales de clasificación podemos destacar el de G. Fasoli que
combina criterios clasificatorios debidos a la presencia o no de factores voluntaristas
en los testimonios y criterios debidos a la forma de presentación de esos testimonios.
Diferencia pues entre fuentes intencionales a las que considera testimonios históricos
en sentido propio, de las fuentes no intencionales o restos. Entre las primeras hay que
determinar si son fuentes directas o debidas a la tradición oral o bien si son fuentes
escritas bien narrativas bien documentales. Los restos pueden ser producto del trabajo
humano; restos lingüísticos que se reflejan en la toponimia y en la onomástica;
tradiciones religiosas y populares y por último restos escritos científicos o literarios que
reflejan indirectamente el ambiente histórico y cultural en el que se han gestado.
A) Autenticidad.
Un documento puede ser auténtico o no serlo en cuatro sentidos. En primer lugar
respecto a la fecha y lugar en el que se ha escrito, se diría que es un documento
autentico en cuanto a su localización espacio-temporal. La autenticidad también debe
medirse por la información contenida, puede ser autentico para el estudio de ciertos
hechos y falso para el estudio de otros. Por ultimo en un sentido estricto un testimonio
para ser considerado autentico debe presentar unas características externas que no
difieran demasiado respecto a otros de su misma época; asimismo su información no
debe ser demasiado discordante respecto a la que ofrezcan otras fuentes. También
hay que considerar el hecho de que el documento sea original o bien una copia o
transcripción aunque esto ultimo no es determinante pues un testimonio puede ser
original pero falso en cualquier sentido y también puede ser una copia pero con un
contenido calificable de autentico.
B) Fiabilidad.
En segundo lugar la fiabilidad puede verse alterada por la propia visión, personal de
los hechos que tenga el informante, visión que se reflejara en su mensaje. Es decir
existe una intencionalidad debida a una diversidad de intereses, de orden personal,
social, político. Estaríamos en el caso de un informante que no quiere transmitir la
verdad objetiva sino su visión subjetiva de los hechos.
Una vez admitida la necesidad de explicación que requiere la Historia, hay que
determinar que existen diversas de explicar y no tiene por que ser válida
exclusivamente una de ellas. Estas formas de explicación son entre otras:
• Descriptiva: en su sentido más restringido, la forma descriptiva es la explicación
que renuncia a señalar las causas, limitándose a explicar los hechos y sucesos por su
propia exposición.
6. SÍNTESIS.
A lo largo de este tema hemos estudiado cuáles son las características esenciales que
definen el conocimiento histórico, hacienda especial mención a su discutido estatuto
como conocimiento científico. Hemos estudiado asimismo su estructura tanto a nivel
conceptual como explicativo y hemos aclarado el papel que representa el
acontecimiento histórico para las diversas escuelas.
Un repaso sintético de las diversas posturas historiográficas en el tiempo nos ha
mostrado cuales han sido las distintas formas de entender y narrar la Historia desde su
nacimiento hasta nuestros días.
Como ciencia del tiempo pasado, se han mostrado las principales cuestiones que
tienen que ver con la temporalización y con la periodización de los hechos históricos y
se han expuesto cuales son los marcos temporales utilizados en la Historia y cuales
los criterios que justifican las periodizaciones. Por último se ha estudiado la
problemática que presentan las fuentes históricas así como cual es el papel de la
explicación empírica en el conocimiento histórico.
7. BIBLIOGRAFÍA.
- FÈBVRE, L, Combates por la Historia. ED. ARIEL, S.A., 1975. BARCELONA. Una
reflexión general sabre la ciencia historia.
- BRAUDEL, B., La Historia y las Ciencias Sociales. ED. ALIANZA, S.A., 1974.
MADRID.
Preocupado por la unidad de las ciencias cuyo objeto de estudio es el hombre, el autor
establece los principios para una fructífera colaboración entre los investigadores
dedicados a las ciencias sociales.
- SUAREZ FERNANDEZ, L., Grandes interpretaciones de la Historia. ED. EUNSA,
S.A., 1976. PAMPLONA.
Breve repaso de las distintas concepciones de la historia que se han sucedido desde
la Grecia Clásica a nuestros días.
- VILAR, P., Iniciación al vocabulario del análisis histórico. ED. CRITICA, S.A., 1980.
BARCELONA.
Introducción al corpus conceptual más utilizado actualmente en la investigación
histórica, esencial para la reconstrucción precisa de los hechos y procesos del pasado.
- TOPCLSKY, J., Metodología de la Historia. ED. CATEDRA, S.A., 1982. MADRID.
Exposición de las técnicas y métodos de investigación histórica. Estudia también los
problemas en el trabajo con fuentes y lógica de la historia como narración.
- FONTANA, J., Historia: análisis del pasado y proyecto social. ED. CRITICA, S.A.,
1982. BARCELONA.
Estudio sobre la evolución de la Teoría de la Historia desde los orígenes a nuestros
días.
- PAGES, P., Introducción a la historia. Epistemología, teoría y problemas de método
en los estudios históricos. ED. BARCANOVA, S.A., 1983. BARCELONA.
Aproximación a la idea de historia como problema, como objeto de polémica entre las
distintas tendencias ideológicas.
- CARDOSO, C.F.S. y BRIGNOLI, H., Los métodos de la historia. ED. CRITICA, S.A.,
1986. BARCELONA.
Presentación del estado actual de la metodología histórica más avanzada en historia
económica, demográfica y social.
- CARR, E.H., ¿Qué es la Historia?. ED. SEIX BARRAL, S.A., 1987. BARCELONA.
Meditación sobre el objeto, finalidad y el método de la historia, tanto desde el punto de
vista de la investigación como de los hechos investigados.
- LOZANO, J., El discurso histórico. ED. ALIANZA, S.A., 1987. MADRID.
Estudia la narración histórica desde un punto de vista semiótico, para establecer en lo
posible las diferencias entre un discurso histórico y otro que no lo sea.
- ARIES, P., El tiempo de la historia. ED. PAIDÓS, S.A., 1988. BUENOS AIRES.
Concepción de la Historia como un dialogo entre el presente y pasado, abandonando
la indiferencia ante los hechos de la tradición positivista.
- LE GOFF, J., Pensar la Historia. ED. PAIDÓS, S.A., 1991. BARCELONA.
Defiende la existencia de historias especializadas pero también apuesta por la historia
narrativa qua se ocupe de las ideas, mentalidades, símbolos...
8. SINOPSIS.
EL CONOCIMIENTO HISTÓRICO
* El tiempo histórico.
- Naturaleza y definición de tiempo.
- Los conceptos de duración y sucesión.
- La Cronología y el tiempo objetivo.
* La periodización.
- Periodizaciones convencionales y objetivas.
- Tres tipos de periodizaciones objetivas:
+ Periodizaciones cíclicas.
+ Periodizaciones direccionales.
+ Periodizaciones irregulares.
* Definición de fuentes.
* Critica de fuentes.
- La autenticidad de las fuentes.
- La fiabilidad del informante.
* Interpretación y explicación.